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Vacaciones en la playa. Capítulo 1

Vacaciones en la playa. Capítulo 1


Se acerca el verano y con la mira en sus vacaciones, Cintia nos recuerda el excelente viaje que vivió hace un año en la costa con sus amigas. Esta historia es ficción, sin embargo eso no quiere decir que no se basa en algunos hechos reales…

Capítulo 1: Verano
   A medida que se acerca el verano me emociono más y más, me acuerdo de lo que vivimos con mis amigas hace casi un año y no puedo evitar pensar en todas las cosas que vamos a vivir este año. Las tardes de charlas, las noches de fiesta, las locuras en los boliches y los afters en alguna casa desconocida. El verano que se viene tiene que ser mucho mejor que el verano que pasó. Pero para que entiendan porque mi emoción a raíz de lo que se viene, les voy a contar con lujo de detalles, lo que pasó la primer quincena del año.
   A fines de Noviembre del año pasado empezamos a organizar con algunas amigas de la secundaria un viaje a la costa para revivir nuestras locuras de cuando todavía íbamos a la escuela. Natalia y Lorena enseguida dijeron que sí y ya éramos 3 para la odisea. Ingrid por su parte descartó la posibilidad desde un principio, ya que ella y su novio 7 años más grande se iban de vacaciones a Costa Rica. Es por eso que entre las 3 confirmadas empezamos a buscar alguien más, ya que habíamos visto un departamento en el centro de Pinamar para 4 personas. Así es como sumamos a Paula, una amiga mía de la facultad y que después de dos años de cursado ya éramos inseparables. El problema fue que cuando Pau confirmó el depto ya había sido alquilado. Enseguida nos pusimos a buscar y reservamos otro que era para 5 personas, por lo que tuvimos que salir a buscar a alguien más. Sin embargo ninguna de las 3 conseguía otra chica que quisiera ir y los costos se nos íbamos muy altos para 4 personas. Cuando estábamos a punto de bajarnos, Natalia consiguió que una amiga suya de la facultad, Daiana, vaya al viaje. Así, el 1ro de enero, después de brindar con nuestras familias, nos encontramos en la terminal y nos tomamos un colectivo directo a la costa para pasar, lo que iba a ser, un viaje increíble.
   No íbamos solas, ya que sabíamos de otras personas que iban a estar ahí. Algunas amigas de la facultad de Natalia paraban a media cuadra de donde estábamos nosotras y los primos de Lorena con unos amigos habían conseguido una casa algo alejada del centro, pero lo bastante grande como para hacer una excelente previa. Sin embargo había dos grupos que me interesaban más.
   El primero era de los chicos de la secundaria, con los cuales Nati, Lore y yo habíamos compartido 6 años de nuestras vidas y nos llevábamos bastante bien. Obviamente había algunas historias, Andrés me había encarado un par de veces durante los primero años, Natalia y Facundo habían estado saliendo casi todo el último año y Luciano había chapado un par de veces con Ingrid hasta que ella conoció a su novio actual. Pero la historia más importante la había tenido yo con Tomás, ya que nos habíamos puesto de novios al volver de Bariloche y habíamos estado juntos hasta Julio del año pasado, o sea casi 2 años. Sin embargo la relación todavía era delicada, cortamos porqué él decidió que no quería estar más conmigo, pero yo todavía sentía algo por él. Por suerte para mi, no iba a ir ese verano con sus amigos.
   El otro grupo, es de 4 chicos amigos de Lore y míos. Los conocimos una noche en una previa en la casa de una amiga en común de nosotras y empezaron a hablarnos y pegamos buena onda al instante. Lore estuvo con Gastón, pero solo unos besos y nada más. A mi me encantó Cristian, pero yo estaba de novia y no podía hacer nada, así que rechacé sus encares y la cosa quedó ahí. Con el correr de las semanas nos seguimos hablando y nos invitaban a previas, reuniones y salidas y ahí empezamos a juntarnos cada vez más seguido. Cuando yo me peleé con Tomás, pensé que Cristian iba a buscarme, pero él justo estaba empezando a salir con alguien y me tuve que aguantar mis ganas de estar con él. Este verano, él volvía a estar solo y yo también, por lo que la propuesta estaba sobre la mesa.

   Llegamos después de varias horas de viajes, nos instalamos en el depto y la suerte estuvo de mi lado, ya que en el sorteo, yo fui la que se quedó con la habitación para mi sola, mientras que Natalia y Daiana compartían una y Lorena y Paula la otra. Esa misma tarde ya fuimos a la playa y empezamos a hablar con los chicos de la secundaria para coordinar la primer joda juntos esa misma noche. Yo, no paraba de mandarme mensajes con Cristian a ver a que hora llegaban, pero el colectivo se les había roto y aparentemente recién iban a llegar a las 3 de la mañana, por lo que esa noche no iba a poder ser.
   Volvimos a la tardecita al depto, nos bañamos y después de comer nos empezamos a preparar pera el boliche, cuando veo que en el grupo de la secundaria llega un mensaje que me paró el corazón. “Chicas, quieren venir a nuestra casa a hacer previa? Tenemos un living con un equipo de música re copado” decía el mensaje de Tomás.
   - ¡Chicas! ¿Qué hace Tomás acá?- Le pregunté a los gritos a Lorena y a Natalia. Ellas no sabían que responderme.
   Yo había hablado con los otros chicos y todos me confirmaron que él no iba a ir. La noticia de que me ex estaba en Pinamar me revolvió la cabeza y me puso histérica. “¡Yo no voy chicas!” dije de entrada y ambas intentaron calmarme para que entendiera que estaba exagerando. “¡Me va a mover el piso si lo veo acá!” insistí ya que las chicas no paraban de decirme que tenía que controlarme. El problema es que apenas vi ese mensaje, volvieron todos esos sentimientos que tenía por él y no sabía que era lo que podía llegar a pasar. A pesar de eso, las chicas me convencieron y terminamos yendo las 5 a la casa de los chicos.
   Pablo, el quinto de los del grupo y con el que yo tenía una mayor amistad, me contó que Tomás se había sumado a última hora y que le había pedido a los chicos que no dijeran nada así yo no me ponía incómoda. “Me pone incómoda igual” le contesté yo y él no paró de reírse. Para intentar alejarme un poco de la situación, me fui al pasillo con Paula y me puse a mensajearme con Cristian que me contaba que todavía tenían dos horas más de viaje y que no había ánimos de salir a bailar. Tomás me evitó todo lo que pudo, pero yo no paraba de mirarlo de reojo. Estaba más lindo que nunca, con el pelo un poquito más largo de lo común, marcándose bien los rulos dorados que tenía, con esos ojos celestes divinos que me encantaban y ese cuerpo trabajado que me volvía loca. Me moría de ganas de estar con él.
   Nuestras miradas se cruzaron varias veces a lo largo de la noche y fueron tan obvias mis ganas de estar con él, que apenas entramos al boliche me separó del resto del grupo y me comió la boca sin encontrar resistencia de mi parte. Me volvió loca su actitud definida y dominante y no pude contener entregarme por completo a él. Pero mis amigas fueron a buscarme y le dijeron que esa primer noche yo tenía que estar con ellas y entre risas Tomás me dejó ir, pero sabía que yo no iba a oponer resistencia el resto de los días. Esa noche mi mirada no se apartaba de él y era tan obvio que cuando salimos me propuso de irnos juntos, pero yo todavía conservaba algo de dignidad y no estaba tan borracha, por lo que le dije que no.
   La sorpresa fue cuando llegamos al departamento con Lorena y escuchamos gritos de placer desde la pieza que compartían Natalia y Daiana. Como no sabíamos quién de las dos podía ser nos asomamos y vimos como un macho morocho de cuerpo perfecto se cogía a Daiana en cuadro dándole bien duro con sus manos en la cintura. Las dos nos miramos y no pudimos aguantar la risa por lo que nos fuimos a nuestras piezas. Daiana, iba a ser la trola de la casa.

   Al día siguiente amanecí con un mensaje de Tomás que me decía que esa noche quería volverse conmigo y yo no pude evitar la emoción en mi cuerpo. Sin embargo, el siguiente mensaje me movió el tablero ya que era de Cristian y decía que quería verme esa noche en el boliche. En la playa nos cruzamos a los dos grupos, pero como estábamos con Nati y Pau que habían pegado buena onda con los de la secundaria, nos terminamos sentando con ellos.
   Tomás evitó hablarme en toda la tarde. No se si lo hacía a propósito o si lo hacía porque de verdad no quería hablarme, pero me volvía loca su actitud. Quería que me dirigiera la palabra, pero a su vez no quería escucharlo hablar. Él sabía que eso me desesperaba, pero también sabía que esa actitud me hacía desearlo más de lo que ya lo deseaba y si a eso le sumamos que la noche anterior me había entregado sin nada de resistencia, Tomás tenía todo para que esa noche fuese suya.
   Después de comer recibimos las dos propuestas para hacer previa en ambas casas, pero como las otras chicas no conocían a Cristian y a sus amigos, volvimos a ir a la casa de los chicos de la secundaria. Esta vez, Tomás no se alejó de mi. No me encaró en ningún momento, ni me tiró la boca, pero se ocupó de mantenerme siempre con un trago en la mano y de hablar conmigo en todo momento. Volvieron a mi todos los sentimientos que tenía cuando estaba con él. Todas las sensaciones y emociones eran casi como realidad, sus labios besándome, su voz en mi oído diciéndome “te quiero”, su cuerpo rozando el mío, penetrándome bien a fondo. Quería volver a estar con él. Nuevamente me entregué a él a los pocos minutos de haber entrado al boliche, esta vez algo más tomada que la noche anterior y sin que yo lo supiera, estaba evitando todos los mensajes de Cristian.
   No tardamos en irnos a nuestro departamento y apenas entramos fuimos directo a la pieza. “Como me gustás” me dijo él al oído mientras me levantaba la remera y sentí un cosquilleo por todo el cuerpo. Tomás fue directo a mis tetas, siempre le encantaba chupármelas a pesar de que fuesen chiquitas y eso me volvía loca. Nos tiramos en la cama y entre caricias, besos y lengua, la calentura iba siendo cada vez más y más y la ropa volaba por los aires.
   Él bajó por mi cuerpo, besando mi cuello, mis hombros y mi panza hasta posarse sobre mi cintura y enseguida sentís sus dedos sobre mi concha que ya ardía del calor. Primero jugó sobre mi clítoris mientras pasaba su lengua sobre mi cuerpo. Después me penetró con un dedo y el placer comenzó a apoderarse de mí. Sabía cómo hacerme gozar, lo había hecho durante dos años enteros y siempre me había inundado de placer. Mis manos paseaban por todo mi cuerpo y se detuvieron en su nuca cuando comenzó a lamerme con ganas. “¡Ay sí!” me provocó decir su lengua moviéndose como loca por mi conchita. Me encantaba.
   Tomás se levantó y aproveché para bajarle el bóxer que todavía tenía puesto y automáticamente me llevé su pija a la boca. El juego previo siempre había sido muy importante en nuestras noches de pasión y una buena dosis de sexo oral calentaba las cosas al máximo. Me metía y sacaba su verga de 16 centímetros de mi boca como loca, disfrutándola y saboreando cada parte de ella. Le pasaba mi lengua por sus huevos y volvía a su pija que ya estaba completamente dura.
   Enseguida volvió a acostarse sobre mi y volvimos a los besos y a las caricias una vez más de manera bien caliente. Sentía su pija totalmente dura entre mis piernas y el calor se emanaba de nuestros cuerpos. Los ruidos de la gente que pasaba por la calle se oían bien claro, ya que estábamos en el segundo piso, pero a nosotros no nos importaba y nos besábamos cada vez con más ganas.
   Tomás me penetró de una y sentí tanto placer que no pude contener un gemido agudo. Colocó sus manos a los costados de mi cuerpo y empezó a cogerme bien suave pero a su vez bien profundo y me volvió loca en tan dolo un segundo. “¡Ay sí!” volvió a salir de mi boca, pero yo no controlaba mi cuerpo, la calentura dominaba la situación. Él me daba cada vez más rápido y mentía toda su pija en mi concha volviéndome completamente loca de placer.
   Me dijo que me diera vuelta y yo me puse en cuatro sobre el colchó y él automáticamente volvió a metérmela bien a fondo. Sus manos se posaron en mis caderas y comenzó a darme de manera bien brusca, metiéndomela toda y cogiéndome con mucha fuerza. Me estaba volviendo loca, me encantaba como me lo hacía y la firmeza con la que me penetraba me provocaba gemir de placer. “¡Sí Tomás sí!” grité nuevamente y me sorprendí a mi misma lo loca que me ponía. “¡Cogeme dale!” le pedía a gritos y él lo hacía cada vez más violentamente.
   Su cuerpo chocaba contra el mío, su pelvis golpeaba contra mi cola y sus manos me sujetaban por la cintura apretando fuertemente los dedos. Sentía su pija entrar y salir por completo de mi concha, haciéndome gemir y gritar de placer cada vez que la metía bien a fondo. Me encantaba, lo disfrutaba como loca. Extrañaba a Tomás cogiéndome de esa manera y tenía la necesidad de revivir esas noches de placer. Quería hacerlo acabar como solía hacerlo.
   Le dije que se sentara contra el borde del colchón y él enseguida lo hizo. Yo me arrodillé frente a su cuerpo y comencé a pajearlo bien rápido. Su sonrisa era inmensa ya que sabía lo que yo iba a hacer después. Le encantaba cuando lo hacía acabar y me llenaba de su leche. Así que acerqué mi cuerpo al suyo y lo seguí tocando bien rápido hasta que comencé a sentir como el semen salía de su pija y rápidamente pegué mi cuerpo a ella y la leche empezó a caer sobre mi pecho y mis tetas mientras que lo seguía pajeando hasta sacarle la última gota.
   - ¡Qué lindo como me hiciste acabar!- Me dijo sonriendo y se desparramó en la cama.
   Yo me levanté y fui al baño a limpiarme. Me paré frente al lavamanos y abrí la canilla. Comenzó a correr el agua y mientras me sacaba el semen de Tomás del pecho me miraba al espejo, sorprendida por lo que acababa de hacer, pero contenta porque sabía que ese iba a ser un excelente verano.


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9 comentarios - Vacaciones en la playa. Capítulo 1

Canoplaverde +1
uff tremendo piba
HistoriasDe
Gracias. Hoy a la noche vamos con el segundo. Besitos
amigolo +1
Excelente relato. Van puntos. Te invito a pasar por nuestros posts ara saber tu opinión. Besitos.
HistoriasDe
Gracias! Veo de pasarme por los relatos. Besitos
HectorBethlam +1
simplemente una maravilla
HistoriasDe
Muchas gracias! Esta noche va el segundo.
danielcg36 +1
Fantastico relato!!!, me gusto como escribes tus experiencias,
HistoriasDe
Gracias, pero a principio de cada historia destaco que los relatos no son reales, por lo menos no en un 100%
danielcg36
No importa, lo que es valorable la pluma para crear, y atrapar al lector, puedes vivir una fascinante experiencia, viviencia 100 % real pero si no sabes contarla no sirve, adelante ya me he leido el 2
sebafernandez06 +1
Muy bueno! Me encanta la manera en la que narras los detalles, ya que no escatimas en ellos, y eso me encanta cuando leo los relatos!.
HistoriasDe
Muchas gracias! Me alegro que te gusten
drenti +1
Muy bien inicio de la historia, muy atrayente, y te deja con ganas de saber más, seguiré con toda la serie, está muy muy buena, me encantó, los detalles, y la narración son muy buenas
HistoriasDe +1
Muchas gracias!!