Amigos poringueros, les voy a contar una situación que logré concretar hoy después de muchos idas y vueltas.
Hace aproximadamente 2 años, tengo en mi Facebook personal una mujer que me vuelve loco con sus fotos. Alta, castaña clara, hermosas gomas, un culo muy bien parado, una cara perfecta y unos ojos claros divinos.
Cada foto que publicaba, tenía mi "Me Gusta" asegurado. Hace un tiempo empezamos a chatear seguido y a contarnos cosas de nuestra vida cotidiana. Me contó que es separada, que no tiene hijos, que de vez en cuando se encontraba con su ex para tener sexo, ya que al ser muy tímida, se le complicaba conocer gente nueva para sacarse las ganas de coger.
Ya llevábamos mucho tiempo de charla a través del chat del Facebook y por momentos las conversaciones tenían un hermoso doble sentido. De a poquito nos fuimos animando a más, y nos empezamos a contar fantasías, experiencias y gustos y nos dimos cuenta que teníamos muchísimas cosas en común a la hora de tener relaciones sexuales.
De tanto hablarnos y de tantos "Me gustas", una noche, teniendo ambos un insomnio eterno, salió una particular charla en la que hablábamos de lo bien que la pasaríamos si decidiéramos tener sexo. Que nos gustaban las mismas cosas, que disfrutábamos de los mismos placeres, que teníamos muchas coincidencias al momento de coger.
Ahí me di cuenta que no es tan fácil llevar las cosas de lo virtual a lo real. Ya que esta charla la tuvimos a finales del año pasado y no habíamos concretado nunca. Los chats siguieron, seguimos hablando en doble sentido muchas veces, pero jamás volvimos a tocar el tema del sexo entre los dos.
Hace cerca de 15 días, me contó que hacía más de tres meses que no veía a su ex y que eran incontrolables las ganas de garchar que tenía. Pero lo que más me asombró fue que me dijo que no quería sacarse esas ganas con su ex, sino que lo quería hacer conmigo, aunque le costaba muchísimo por la timidez.
Como todos se imaginarán, mi calentura se fue a las nubes. Si bien yo tengo la chance de coger bastante seguido debido a que me encuentro en una relación con alguien, aunque sin títulos ni compromisos, me volví loco con su confesión.
Así fue que el pasado lunes pactamos un encuentro para el mediodía de hoy en mi departamento.
Puntual como pocas veces me ha pasado en un encuentro, a las 12 y media del mediodía sonó el portero, atendí y oí su voz (que jamás la había escuchado) y dije "la vamos a pasar muy bien". Bajé a abrirle y me encontré con esa despampanante mujer de no más de un metro setenta de alto, vestida con un jean ajustado color negro (que marcaba su hermosa cola) y una remera blanca con un inmenso escote que era dibujado por sus grandes tetas (más grandes que las que se veía en las fotos).
Subió al 4to piso y salimos al balcón a fumar. Charlamos durante un rato, le ofrecí algo de comer y de tomar y se negó rotundamente. Algo dentro mío me decía que no sería el día para sacarnos las ganas de coger, ya que la noté muy negativa.
Sin embargo, cuando nos sentamos en el sillón, la charla se puso un poco más caliente. Me contó bien los motivos por los que dejó de ver a su ex y enseguida saqué el tema del sexo y sin reparos volvió a decirme que estaba muy necesitada. Sin mediar palabras más le dije que yo quería sacarle esas ganas inmediatamente. Sonrió, se acercó a mi y me dio un hermoso beso. Apasionado e intenso.
Sin esperar mucho tiempo más, nos empezamos a desvestir y pasamos a la cama enseguida. De tantas charlas, sabíamos los dos que nos encantaban que nos practiquen sexo oral, así fue que lo primero que hice fue abrirle las piernas y empezar a chuparle la concha. Se la besé, le metí la lengua, le metí un dedo, dos, tres. Desesperado por cogerla, intenté subirme arriba de ella, pero enseguida me frenó y me dijo: "antes de meterla, la vamos a lubricar". Me dio vuelta y me empezó a chupar la pija con muchas ganas. Me la chupaba, me la besaba, le pasaba la lengua por la punta, me hacía una paja. Así por mucho tiempo. Me preguntó si ya se la quería meter y mi respuesta fue inmediata: "SI". Entonces me pidió que no saque las manos de atrás de la nuca (yo las había puesto ahí para ver como me la chupaba), se subió arriba mio y ella misma metió mi chota dentro de su concha. Al sentirla adentro me dijo "como me gusta sentirte adentro mio" y empezó a subir y bajar gritando de placer.
En ese momento (y después de la terrible chupada de pija que me pegó), ya no aguanté y le dije que estaba para terminar, me miró a los ojos y me dijo: "lo que nunca te dije es que me encanta que me acaben adentro mientras me miran a los ojos". Creo que a los 10 segundos estaba descargando toda mi leche dentro de ella, mirándola a los ojos y viendo en primera persona como gozaba de estar conmigo.
Cuando terminé, se bajó y me dijo: "yo todavía no terminé, me ayudas?". Abrí sus piernas, tomó mi cabeza y la puso entre ellas para que vuelva a chuparle la concha. Se la chupé hasta que terminó y me pidió un vaso de agua.
Nos acostamos y seguimos jugando un rato más. Ella me acariciaba la pija y yo sus tetas, nos besábamos, y nos volvíamos a tocar. Hasta que nos pusimos calientes de nuevo y me dijo "Ahora por atrás". Se puso en 4, le metí la chota por el culo y los gritos que pegó hicieron que hasta los vecinos me golpeen las paredes para que dejemos de coger. No lo lograron. Garchamos hasta que le llené la cola hermosa que tiene de leche. Perdí la noción del tiempo en ese momento. No se si fueron 20 minutos o una hora. Lo cierto es que cuando terminé, fui al baño, me lavé y cuando volví, la encontré haciéndose un paja, me miró y me dijo: "me queres mirar un ratito?". Me senté en la silla que está en uno de los rincones de mi cuarto y miré como gozaba colándose los dedos. Sentí que ella lo estaba disfrutando como nunca este encuentro.
En un momento, cuando ya había terminado y ya había pasado al baño a bañarse, le sonó el celular. Miró su Whats App y me dijo que lea el mensaje. Era su ex, que la invitaba esta noche a su casa porque hacía mucho que no cogían. Ella tomó su celular, se acercó a mi pija, la puso en su boca, se sacó una foto y se la mandó. Me miró y me dijo "jamás le voy a decir quién sos, solo quiero que sepa que yo también cojo cuando quiero".
Dormimos una hermosa siesta juntos y a las 7 de la tarde emprendió su retirada. Me agradeció la hospitalidad, me dijo que el segundo encuentro sería distinto, ya que la timidez se le había ido y yo me quedé desesperado por el segundo encuentro. Me dejó con ganas de más, quise que se quede a dormir esta noche conmigo y me dijo: "de a poco. La próxima me quedo y hacemos el mañananero que es donde mejor me siento".
Me pidió no cambiar nada de nada de lo que veníamos haciendo, por eso, no le pedí ni siquiera su número de teléfono.
Hace aproximadamente 2 años, tengo en mi Facebook personal una mujer que me vuelve loco con sus fotos. Alta, castaña clara, hermosas gomas, un culo muy bien parado, una cara perfecta y unos ojos claros divinos.
Cada foto que publicaba, tenía mi "Me Gusta" asegurado. Hace un tiempo empezamos a chatear seguido y a contarnos cosas de nuestra vida cotidiana. Me contó que es separada, que no tiene hijos, que de vez en cuando se encontraba con su ex para tener sexo, ya que al ser muy tímida, se le complicaba conocer gente nueva para sacarse las ganas de coger.
Ya llevábamos mucho tiempo de charla a través del chat del Facebook y por momentos las conversaciones tenían un hermoso doble sentido. De a poquito nos fuimos animando a más, y nos empezamos a contar fantasías, experiencias y gustos y nos dimos cuenta que teníamos muchísimas cosas en común a la hora de tener relaciones sexuales.
De tanto hablarnos y de tantos "Me gustas", una noche, teniendo ambos un insomnio eterno, salió una particular charla en la que hablábamos de lo bien que la pasaríamos si decidiéramos tener sexo. Que nos gustaban las mismas cosas, que disfrutábamos de los mismos placeres, que teníamos muchas coincidencias al momento de coger.
Ahí me di cuenta que no es tan fácil llevar las cosas de lo virtual a lo real. Ya que esta charla la tuvimos a finales del año pasado y no habíamos concretado nunca. Los chats siguieron, seguimos hablando en doble sentido muchas veces, pero jamás volvimos a tocar el tema del sexo entre los dos.
Hace cerca de 15 días, me contó que hacía más de tres meses que no veía a su ex y que eran incontrolables las ganas de garchar que tenía. Pero lo que más me asombró fue que me dijo que no quería sacarse esas ganas con su ex, sino que lo quería hacer conmigo, aunque le costaba muchísimo por la timidez.
Como todos se imaginarán, mi calentura se fue a las nubes. Si bien yo tengo la chance de coger bastante seguido debido a que me encuentro en una relación con alguien, aunque sin títulos ni compromisos, me volví loco con su confesión.
Así fue que el pasado lunes pactamos un encuentro para el mediodía de hoy en mi departamento.
Puntual como pocas veces me ha pasado en un encuentro, a las 12 y media del mediodía sonó el portero, atendí y oí su voz (que jamás la había escuchado) y dije "la vamos a pasar muy bien". Bajé a abrirle y me encontré con esa despampanante mujer de no más de un metro setenta de alto, vestida con un jean ajustado color negro (que marcaba su hermosa cola) y una remera blanca con un inmenso escote que era dibujado por sus grandes tetas (más grandes que las que se veía en las fotos).
Subió al 4to piso y salimos al balcón a fumar. Charlamos durante un rato, le ofrecí algo de comer y de tomar y se negó rotundamente. Algo dentro mío me decía que no sería el día para sacarnos las ganas de coger, ya que la noté muy negativa.
Sin embargo, cuando nos sentamos en el sillón, la charla se puso un poco más caliente. Me contó bien los motivos por los que dejó de ver a su ex y enseguida saqué el tema del sexo y sin reparos volvió a decirme que estaba muy necesitada. Sin mediar palabras más le dije que yo quería sacarle esas ganas inmediatamente. Sonrió, se acercó a mi y me dio un hermoso beso. Apasionado e intenso.
Sin esperar mucho tiempo más, nos empezamos a desvestir y pasamos a la cama enseguida. De tantas charlas, sabíamos los dos que nos encantaban que nos practiquen sexo oral, así fue que lo primero que hice fue abrirle las piernas y empezar a chuparle la concha. Se la besé, le metí la lengua, le metí un dedo, dos, tres. Desesperado por cogerla, intenté subirme arriba de ella, pero enseguida me frenó y me dijo: "antes de meterla, la vamos a lubricar". Me dio vuelta y me empezó a chupar la pija con muchas ganas. Me la chupaba, me la besaba, le pasaba la lengua por la punta, me hacía una paja. Así por mucho tiempo. Me preguntó si ya se la quería meter y mi respuesta fue inmediata: "SI". Entonces me pidió que no saque las manos de atrás de la nuca (yo las había puesto ahí para ver como me la chupaba), se subió arriba mio y ella misma metió mi chota dentro de su concha. Al sentirla adentro me dijo "como me gusta sentirte adentro mio" y empezó a subir y bajar gritando de placer.
En ese momento (y después de la terrible chupada de pija que me pegó), ya no aguanté y le dije que estaba para terminar, me miró a los ojos y me dijo: "lo que nunca te dije es que me encanta que me acaben adentro mientras me miran a los ojos". Creo que a los 10 segundos estaba descargando toda mi leche dentro de ella, mirándola a los ojos y viendo en primera persona como gozaba de estar conmigo.
Cuando terminé, se bajó y me dijo: "yo todavía no terminé, me ayudas?". Abrí sus piernas, tomó mi cabeza y la puso entre ellas para que vuelva a chuparle la concha. Se la chupé hasta que terminó y me pidió un vaso de agua.
Nos acostamos y seguimos jugando un rato más. Ella me acariciaba la pija y yo sus tetas, nos besábamos, y nos volvíamos a tocar. Hasta que nos pusimos calientes de nuevo y me dijo "Ahora por atrás". Se puso en 4, le metí la chota por el culo y los gritos que pegó hicieron que hasta los vecinos me golpeen las paredes para que dejemos de coger. No lo lograron. Garchamos hasta que le llené la cola hermosa que tiene de leche. Perdí la noción del tiempo en ese momento. No se si fueron 20 minutos o una hora. Lo cierto es que cuando terminé, fui al baño, me lavé y cuando volví, la encontré haciéndose un paja, me miró y me dijo: "me queres mirar un ratito?". Me senté en la silla que está en uno de los rincones de mi cuarto y miré como gozaba colándose los dedos. Sentí que ella lo estaba disfrutando como nunca este encuentro.
En un momento, cuando ya había terminado y ya había pasado al baño a bañarse, le sonó el celular. Miró su Whats App y me dijo que lea el mensaje. Era su ex, que la invitaba esta noche a su casa porque hacía mucho que no cogían. Ella tomó su celular, se acercó a mi pija, la puso en su boca, se sacó una foto y se la mandó. Me miró y me dijo "jamás le voy a decir quién sos, solo quiero que sepa que yo también cojo cuando quiero".
Dormimos una hermosa siesta juntos y a las 7 de la tarde emprendió su retirada. Me agradeció la hospitalidad, me dijo que el segundo encuentro sería distinto, ya que la timidez se le había ido y yo me quedé desesperado por el segundo encuentro. Me dejó con ganas de más, quise que se quede a dormir esta noche conmigo y me dijo: "de a poco. La próxima me quedo y hacemos el mañananero que es donde mejor me siento".
Me pidió no cambiar nada de nada de lo que veníamos haciendo, por eso, no le pedí ni siquiera su número de teléfono.
6 comentarios - La Chica del Facebook
Costó pero al final se te dió.... bien ahí!!!!