Hace exactamente 2 meses, fue mi cumpleaños. Decidí festejar ese viernes en Buenos Aires, el sábado volver a Rosario y festejar con mis amigas a la noche y domingo con la familia. Pero no todo salió como esperaba. Durante la semana previa, estuve chateando mucho con Christian. Por supuesto, le dije en que bar iba a festejarlo, y le pedí que fuera.
"Voy a ir... pero no me quedo mucho. Disfrutá vos con tus amigos. Tomá mucho. Y después te paso a buscar. Bien borracha. Me quiero aprovechar de vos y hacerte de todo". Mientras leía esa frase pasaban mil imágenes por mi cabeza. Instintivamente, tiré mi cuerpo hacia atrás en la silla de la compu y abrí mis piernas. "Ah, si? contame..." le dije mientras soltaba el teclado y llevaba la mano a mi concha.
"Vas a estar bien borracha, así que voy a poder hacer lo que quiera con vos". Yo ya estaba con el joggin por las rodillas y tocándome. No se me ocurrió mejor idea que contarle lo que estaba haciendo. "Que putita" me respondió.
Al rato, recibí una foto de él, en boxer, con la pija totalmente parada. Me paré y me puse frente a un espejo grande que tengo en mi pieza. Me bajé el jogging justo por debajo de la cola y le mandé la foto de mi tanguita. "Te parece que use esta para mi cumple?".
"Te la arranco con los dientes", me contestó adjuntando un video de como se estaba pajeando. Al rato, una foto de la guasca salpicada en todo su abdomen. Cerré los ojos y la imaginé en mis tetas, calentita goteando por mi cuerpo. Mis piernas empezaron a temblar anticipando el orgasmo que estaba por tener.
Pasaron los días y llegó mi cumple. No había muchos invitados, no tengo muchos amigos en Buenos Aires. Cuando ya habíamos terminado de comer y el bar se estaba transformando en boliche, llegó Christian.
Nos fuimos a un rincón a hablar un rato. De lejos parecía normal, pero al oído me comía la cabeza. Yo ya tenía ganas de saltarle encima y garcharmelo. "Hagamos una cosa" me dijo. "Yo me voy, nos saludamos, y te espero en el piso de arriba cerca de la barra". Lo saludé, le agradecí por pasar y volví con mis amigos un rato.
Dejé pasar unos minutos y subí. Di un par de vueltas hasta que lo encontré. Nos miramos fijo un rato hasta que nos fundimos en un beso bien porno, en el medio de toda la gente.
Casi a los empujones me llevó hasta una pared donde me arrinconó y siguió besándome desesperadamente. Metió su mano en mi pantalón para tocarme el culo, aunque más que tocar era agarrar con rabia, bronca, calentura. Yo lo tenía abrazado de su cuello y no dejaba que sacara su boca de la mía.
Se arrimó más, y metió una de sus manos por delante de mi pantalón. "Que hacés!" le dije cuando noté que quería tocarme la concha sin ningún reparo. No me respondió. Solo avanzó. Se pegó a mi cuerpo y aplastó su mano contra mi concha. Ya no podía resistirme a nada. En un momento de pausa, miramos a nuestro lado unos sillones bien oscuros que acababan de desocuparse.
Nos fuimos de cabeza ahí, a seguir con nuestro espectáculo. Había unas mesas, que aún no habían retirado. Christian agarró una y la acercó bien donde estábamos nosotros. Con esto, tapaba nuestras piernas. Y no solo quería él manosearme, sino que sin ningún tipo de pudor desabrochó su pantalón y metió mi mano adentro. Tenía la pija durísima. Se la notaba a punto de explotar.
Nos pajeábamos mutuamente, mientras seguíamos a los besos. La gente pasaba por al lado, pero no notaban lo que estaba pasando abajo de la mesa. Luego de un tiempo, tuvimos que parar. Yo tenía que volver. Me dijo que a las 5 pasaba a buscarme, y que esperaba que esté bien borracha. No me costó mucho esa parte. Volví con mis amigos y como pude, seguí la noche como si nada de lo anterior hubiera pasado
Cuando me di cuenta, eran las 5.30. Ya estaba media dada vuelta. Me había empezado a pegar todo lo que había tomado. Miro mi celu, tenía un montón de mensajes de Christian. No atiné ni a responder. Solo salí del bar y busqué el auto.
Cuando subí, lo miré y me empecé a reír. Ahí se dio cuenta que había cumplido bien mi parte. Arrancó y nos fuimos. En una calle poco transitada, estacionó el auto. Se desabrochó el pantalón y peló la pija semi erecta. "Vení", me dijo mientras me agarraba la cabeza llevándola hacia abajo.
Se la chupé y toqué hasta que se puso al palo. Empecé a petear cada vez más profundo. Cuando llegaba al fondo, mantenía y salía. Juntaba saliva y la dejaba caer por el tronco de la pija, para volver a bajar.
Christian me pidió mi teléfono. Se lo alcancé y me empezó a filmar mientras lo peteaba. "Un recuerdito de tu cumple" decía mientras yo seguía bajando y subiendo. Aun me resulta sorprendente como hacía desaparecer toda esa pija en mi boca, y como brillaba de lo ensalivada que estaba. La música electrónica le daba un ambiente más porno al video.
Me agarró de los pelos y me sentó nuevamente. Se acomodó el jean y seguimos hasta su casa. Yo entré casi tambaleando, con los zapatos en la mano. Me metió en el ascensor y apenas cerró la puerta, se me tiró encima. Me levantó la remera y me chupó las tetas. Yo le desabroché el jean y empecé a manosearle la pija.
Lo estuve pajeando hasta que llegamos al cuarto piso, donde vive. Bajamos medio en bolas los dos. Cuando entramos al departamento, me indicó el lugar para el dormitorio. Yo iba adelante, y él atrás pegandome en la cola. Me empujó a la cama, y quedé boca arriba, totalmente entregada a lo que me quiera hacer.
Él se paró en frente mío, se sacó el cinto y se acostó conmigo. Yo me imaginaba lo que venía y me encantaba. Agarró mis dos manos y las juntó sobre mi cabeza. Le pasó varias vueltas al cinto y las apretó.
Me levantó la remera, me desabrochó el corpiño y me bajó el pantalón. Me dejó semidesnuda. Empezó a besarme y tocarme por todos lados. Cada roce de sus dedos en mi piel hacía que me estremeciera de placer. No podía parar de gemir y pedir que siguiera.
"Cogeme cogeme", le pedía como un suplicio entre mis gemidos. No recibía respuestas. Separó bien mis piernas y se arrodilló en el piso. Me acercó al borde de la cama de un tirón y metió su boca en mi concha. Pegué un grito que desperté a todo el edificio cuando sentí la lengua de Christian limpiar el mar de flujos que salía de adentro mío.
Llevé mis manos atadas hacia la cabeza de Christian. "No pares", le pedí mientras lo apretaba contra mi cuerpo. Muy obediente, siguió chupándomela hasta que me hizo acabar. Una vez que cumplió su objetivo, se levantó, volvió a ponerme las manos sobre mi cabeza y se desnudó.
Primero, se arrodilló sobre mi pecho, poniendo su pija en mi cara. Me agarró de los pelos y movió mi cabeza para que se la chupara. Estaba incómoda, y solo podía chupar la cabeza de la verga. Luego, dejé caer mi cabeza, saqué la lengua mientras él refregaba la pija sobre ella.
Luego, empezó a acomodar su pija para penetrarme, sin dejar de besarme. Cuando sentí ese trozo de carne caliente abrirme en dos, lo agarré fuerte clavándole las uñas y empecé a gemir cada vez más fuerte. Me garchaba despacio, haciéndome disfrutar cada centímetro de su pija dentro mío. Salía y entraba. Su ritmo fue aumentando hasta que terminó garchándome como un animal.
Se levantó y puso mis piernas hacia un lado. Yo quedé de costado, aún con las manos atadas sobre mi cabeza y él arrodillado penetrándome. Estaba totalmente sometida a su voluntad. Abrió bien mis nalgas, para que la pija entrara más adentro. Con las piernas cerradas, su pija rozaba más en toda mi concha.
Yo estaba disfrutando al máximo. Otra vez, después de un rato de hacerlo bien lento, se aferró a mi cuerpo y me pegó una garchada violenta. Cada tanto, me pegaba un chirlo bien fuerte. El ruido ese me excitaba más. Y a él lo incitaba a cogerme con más fuerza.
Me volvió a acomodar distinto. Ahora, en 4. "Desatame, estoy incómoda" le pedí. Me agarró fuerte del pelo y me besó. "Ni se te ocurra, putita", me dijo y tiró mi cabeza sobre la cama. Quedé en 4, con la cola para arriba y la cara en la almohada.
Pensé que iba a seguir cogiéndome, pero sentí su lengua rozar los costados de mi concha. Sus dedos jugaban en la entradita y la lengua fue llegando hasta mi clítoris. Fue subiendo, hasta llegar a mi cola. Luego volvió a bajar. Metió un dedo dentro mío mientras me comía y chupaba el clítoris con desesperación.
Después, siguió divirtiéndose con la cola. "Ahhh siii" exclamé cuando su lengua rozó mi ano. Sentí como escupía y desparramaba con los dedos. Fue abriendo mi cola con la lengua, mientras sus otros dedos seguían dentro de mi concha.
Yo no paraba de gemir. Después, sin sacar los dedos de mi concha, empezó a meter dedos en mi cola. No se como hizo, pero me dejó dos dedos en la concha, uno en la cola y con la lengua me seguía rozando el clítoris. Fue demasiado. Temblé de tal manera que no pude mantener la posición. Acabé y me tiré para adelante, quedando totalmente acostada y mi cuerpo convulsionando.
Christian me levantó para ponerme como perrita de nuevo. Esta vez, me clavó la verga de una y empezó a cabalgarme. Me agarró de los pelos usándolos como las riendas de un caballo. Se sentía como su cuerpo chocaba con violencia contra el mío. Sacaba casi por completo la pija y se dejaba caer clavándola hasta el fondo.
"Haceme la cola... haceme la cola" empecé a suplicar a los gritos. "Qué dijiste?" me decía levantándome la cabeza. "Que me hagas la cola por favor". Soltó mi cabeza y se agarró de mi cintura. Me garchó tan fuerte que me hizo mover del lugar donde estaba hasta casi la otra punta de la cama.
Cuando sacó su pija, volvió a escupirme la cola y a meter sus dedos. "Vos decí lo que quieras, pero esta cola tiene algunos kilómetros hechos" me decía mientras le tiraba un lubricante que había sacado no se de donde. Casi desde que nos conocimos me pedía la colita, pero yo me negaba diciendo que "nunca me la habían hecho". No se por qué, el dudaba de eso..
Se embardunó la pija y la apoyó. Empezó a empujar y solita se fue enterrando. Si bien notaba que Christian iba con cuidado, mi cola se encargaba de ir comiéndole la pija hasta que la hizo desaparecer por completo. Agarré las sábanas y mordí la almohada ahogando un grito mezcla de dolor y placer.
Christian sacaba despacio su pija y la enterraba con cuidado. Sus movimientos eran suaves. "Me vas a hacer la cola o no?", le dije desafiante, cuando me había acostumbrado. Se detuvo. Aceleró un poco evitando entrar hasta el fondo.
"Daaaaleeee rompela rompelaaaa" le gritaba yo desesperada. Christian se empezó a enloquecer. Me pegó dos chirlos en la cola y me destrozó el culo con sus embestidas. Una bestia. Y yo gritando que quería más lo incitaba a que me diera con más fuerza.
"Mirá como me come la pija esta cola hija de puta!!", gritaba desencajado mientras me daba sin piedad. Yo estaba agarrándome del respaldo para no salir despedida hacia el piso.
"Basta... basta" supliqué casi sin energía. Sacó la pija y me dio vuelta. Me volvió a chupar la concha mientras se cambiaba el forro. Estuve a punto de acabar, pero se levantó justo. Me clavó la pija y se tiró encima mío para seguir cogiéndome. "Ay Dios como me cogés..." gritaba yo agarrándome la cabeza, desbordada de tanto placer.
Acabé de nuevo mientras su pija me taladraba sin piedad. Se frenó de golpe y me desató las manos por primera vez en toda la noche. No tenía ni fuerzas para levantarme. Me sentó en la cama, agarró otra vez mi teléfono y empezó a filmar el pete final.
Agarré su pija y la llené de saliva. Se la chupé hasta el fondo, sin las manos, pajeándola, le lamía los huevos... hasta que la agarró él para pajearse y acabar. "No" le dije enojada. Quería ser yo quien lo hiciera acabar.
"Vos grabá". Lo pajié un poco, hasta que empezó a largar chorros y chorros de leche. Primero la apunté a mis tetas, después me la llevé a la cara pasándola por mis mejillas y mis labios para terminar nuevamente en mis tetas. Quedé toda llena de leche. La agarré y me la metí en la boca para limpiarla. "Feliz cumple" dijo Christian antes de cortar la filmación.
Me quedé totalmente dormida. Me desperté en mi cama, en mi departamento. Era sábado a la noche, así que el festejo con amigos en Rosario quedó postergado. No entendía nada y no sabía qué había sido verdad y qué un sueño.
Por lo pronto, me ardía la concha, me dolía el culo y sentía mi piel pegajosa con olor a semen. Miré mi celu, y tenía un mensaje de Christian. "Revisá los videos" decía. Cuando abrí me fui acordando. El pete en el auto, como me acabó en la cara, y después cosas que no me acordaba: yo en 4 siendo castigada nuevamente por la pija de mi macho. Recordaba que me había dado así, pero estaba atada. En ese recuerdo estaba desatada.
- Hijo de puta, me garchaste borracha mientras estaba dormida!! jaja - le escribí cuando me desperté
- Dormida? vos me despertaste chupándome la pija pidiéndome que te coja! Siempre te ponés tan puta cuando te emborrachas?
- Postaaa??!?! nooo que vergüenzaaaa
- Te voy a emborrachar más seguido
Me siguió contando detalles de la noche, que no recordaba. No pude evitar calentarme y tocarme nuevamente con las cosas que me decía. "Todo muy lindo, pero esto no va a quedar así" le dije. "Ahora quiero revancha".
****************************************
La historia completa:
#0 Mis 50 sombras
#1 Sometida y entregada
#2 Pagando deudas
#3 Atame y haceme tuya
#5 Sacandome las ganas acumuladas
#6 Buscando el 10
#7 Recibiendo regalos navideños
#8 Festejando San Valentín
#9 Polvazo inesperado con algo de morbo
#10 Nena con juguete nuevo
#11 Hasta el eXtremo
#12 Porno Star
#13 Esclava y sumisa
#14 Disfrutando el mundial
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Indice
"Voy a ir... pero no me quedo mucho. Disfrutá vos con tus amigos. Tomá mucho. Y después te paso a buscar. Bien borracha. Me quiero aprovechar de vos y hacerte de todo". Mientras leía esa frase pasaban mil imágenes por mi cabeza. Instintivamente, tiré mi cuerpo hacia atrás en la silla de la compu y abrí mis piernas. "Ah, si? contame..." le dije mientras soltaba el teclado y llevaba la mano a mi concha.
"Vas a estar bien borracha, así que voy a poder hacer lo que quiera con vos". Yo ya estaba con el joggin por las rodillas y tocándome. No se me ocurrió mejor idea que contarle lo que estaba haciendo. "Que putita" me respondió.
Al rato, recibí una foto de él, en boxer, con la pija totalmente parada. Me paré y me puse frente a un espejo grande que tengo en mi pieza. Me bajé el jogging justo por debajo de la cola y le mandé la foto de mi tanguita. "Te parece que use esta para mi cumple?".
"Te la arranco con los dientes", me contestó adjuntando un video de como se estaba pajeando. Al rato, una foto de la guasca salpicada en todo su abdomen. Cerré los ojos y la imaginé en mis tetas, calentita goteando por mi cuerpo. Mis piernas empezaron a temblar anticipando el orgasmo que estaba por tener.
Pasaron los días y llegó mi cumple. No había muchos invitados, no tengo muchos amigos en Buenos Aires. Cuando ya habíamos terminado de comer y el bar se estaba transformando en boliche, llegó Christian.
Nos fuimos a un rincón a hablar un rato. De lejos parecía normal, pero al oído me comía la cabeza. Yo ya tenía ganas de saltarle encima y garcharmelo. "Hagamos una cosa" me dijo. "Yo me voy, nos saludamos, y te espero en el piso de arriba cerca de la barra". Lo saludé, le agradecí por pasar y volví con mis amigos un rato.
Dejé pasar unos minutos y subí. Di un par de vueltas hasta que lo encontré. Nos miramos fijo un rato hasta que nos fundimos en un beso bien porno, en el medio de toda la gente.
Casi a los empujones me llevó hasta una pared donde me arrinconó y siguió besándome desesperadamente. Metió su mano en mi pantalón para tocarme el culo, aunque más que tocar era agarrar con rabia, bronca, calentura. Yo lo tenía abrazado de su cuello y no dejaba que sacara su boca de la mía.
Se arrimó más, y metió una de sus manos por delante de mi pantalón. "Que hacés!" le dije cuando noté que quería tocarme la concha sin ningún reparo. No me respondió. Solo avanzó. Se pegó a mi cuerpo y aplastó su mano contra mi concha. Ya no podía resistirme a nada. En un momento de pausa, miramos a nuestro lado unos sillones bien oscuros que acababan de desocuparse.
Nos fuimos de cabeza ahí, a seguir con nuestro espectáculo. Había unas mesas, que aún no habían retirado. Christian agarró una y la acercó bien donde estábamos nosotros. Con esto, tapaba nuestras piernas. Y no solo quería él manosearme, sino que sin ningún tipo de pudor desabrochó su pantalón y metió mi mano adentro. Tenía la pija durísima. Se la notaba a punto de explotar.
Nos pajeábamos mutuamente, mientras seguíamos a los besos. La gente pasaba por al lado, pero no notaban lo que estaba pasando abajo de la mesa. Luego de un tiempo, tuvimos que parar. Yo tenía que volver. Me dijo que a las 5 pasaba a buscarme, y que esperaba que esté bien borracha. No me costó mucho esa parte. Volví con mis amigos y como pude, seguí la noche como si nada de lo anterior hubiera pasado
Cuando me di cuenta, eran las 5.30. Ya estaba media dada vuelta. Me había empezado a pegar todo lo que había tomado. Miro mi celu, tenía un montón de mensajes de Christian. No atiné ni a responder. Solo salí del bar y busqué el auto.
Cuando subí, lo miré y me empecé a reír. Ahí se dio cuenta que había cumplido bien mi parte. Arrancó y nos fuimos. En una calle poco transitada, estacionó el auto. Se desabrochó el pantalón y peló la pija semi erecta. "Vení", me dijo mientras me agarraba la cabeza llevándola hacia abajo.
Se la chupé y toqué hasta que se puso al palo. Empecé a petear cada vez más profundo. Cuando llegaba al fondo, mantenía y salía. Juntaba saliva y la dejaba caer por el tronco de la pija, para volver a bajar.
Christian me pidió mi teléfono. Se lo alcancé y me empezó a filmar mientras lo peteaba. "Un recuerdito de tu cumple" decía mientras yo seguía bajando y subiendo. Aun me resulta sorprendente como hacía desaparecer toda esa pija en mi boca, y como brillaba de lo ensalivada que estaba. La música electrónica le daba un ambiente más porno al video.
Me agarró de los pelos y me sentó nuevamente. Se acomodó el jean y seguimos hasta su casa. Yo entré casi tambaleando, con los zapatos en la mano. Me metió en el ascensor y apenas cerró la puerta, se me tiró encima. Me levantó la remera y me chupó las tetas. Yo le desabroché el jean y empecé a manosearle la pija.
Lo estuve pajeando hasta que llegamos al cuarto piso, donde vive. Bajamos medio en bolas los dos. Cuando entramos al departamento, me indicó el lugar para el dormitorio. Yo iba adelante, y él atrás pegandome en la cola. Me empujó a la cama, y quedé boca arriba, totalmente entregada a lo que me quiera hacer.
Él se paró en frente mío, se sacó el cinto y se acostó conmigo. Yo me imaginaba lo que venía y me encantaba. Agarró mis dos manos y las juntó sobre mi cabeza. Le pasó varias vueltas al cinto y las apretó.
Me levantó la remera, me desabrochó el corpiño y me bajó el pantalón. Me dejó semidesnuda. Empezó a besarme y tocarme por todos lados. Cada roce de sus dedos en mi piel hacía que me estremeciera de placer. No podía parar de gemir y pedir que siguiera.
"Cogeme cogeme", le pedía como un suplicio entre mis gemidos. No recibía respuestas. Separó bien mis piernas y se arrodilló en el piso. Me acercó al borde de la cama de un tirón y metió su boca en mi concha. Pegué un grito que desperté a todo el edificio cuando sentí la lengua de Christian limpiar el mar de flujos que salía de adentro mío.
Llevé mis manos atadas hacia la cabeza de Christian. "No pares", le pedí mientras lo apretaba contra mi cuerpo. Muy obediente, siguió chupándomela hasta que me hizo acabar. Una vez que cumplió su objetivo, se levantó, volvió a ponerme las manos sobre mi cabeza y se desnudó.
Primero, se arrodilló sobre mi pecho, poniendo su pija en mi cara. Me agarró de los pelos y movió mi cabeza para que se la chupara. Estaba incómoda, y solo podía chupar la cabeza de la verga. Luego, dejé caer mi cabeza, saqué la lengua mientras él refregaba la pija sobre ella.
Luego, empezó a acomodar su pija para penetrarme, sin dejar de besarme. Cuando sentí ese trozo de carne caliente abrirme en dos, lo agarré fuerte clavándole las uñas y empecé a gemir cada vez más fuerte. Me garchaba despacio, haciéndome disfrutar cada centímetro de su pija dentro mío. Salía y entraba. Su ritmo fue aumentando hasta que terminó garchándome como un animal.
Se levantó y puso mis piernas hacia un lado. Yo quedé de costado, aún con las manos atadas sobre mi cabeza y él arrodillado penetrándome. Estaba totalmente sometida a su voluntad. Abrió bien mis nalgas, para que la pija entrara más adentro. Con las piernas cerradas, su pija rozaba más en toda mi concha.
Yo estaba disfrutando al máximo. Otra vez, después de un rato de hacerlo bien lento, se aferró a mi cuerpo y me pegó una garchada violenta. Cada tanto, me pegaba un chirlo bien fuerte. El ruido ese me excitaba más. Y a él lo incitaba a cogerme con más fuerza.
Me volvió a acomodar distinto. Ahora, en 4. "Desatame, estoy incómoda" le pedí. Me agarró fuerte del pelo y me besó. "Ni se te ocurra, putita", me dijo y tiró mi cabeza sobre la cama. Quedé en 4, con la cola para arriba y la cara en la almohada.
Pensé que iba a seguir cogiéndome, pero sentí su lengua rozar los costados de mi concha. Sus dedos jugaban en la entradita y la lengua fue llegando hasta mi clítoris. Fue subiendo, hasta llegar a mi cola. Luego volvió a bajar. Metió un dedo dentro mío mientras me comía y chupaba el clítoris con desesperación.
Después, siguió divirtiéndose con la cola. "Ahhh siii" exclamé cuando su lengua rozó mi ano. Sentí como escupía y desparramaba con los dedos. Fue abriendo mi cola con la lengua, mientras sus otros dedos seguían dentro de mi concha.
Yo no paraba de gemir. Después, sin sacar los dedos de mi concha, empezó a meter dedos en mi cola. No se como hizo, pero me dejó dos dedos en la concha, uno en la cola y con la lengua me seguía rozando el clítoris. Fue demasiado. Temblé de tal manera que no pude mantener la posición. Acabé y me tiré para adelante, quedando totalmente acostada y mi cuerpo convulsionando.
Christian me levantó para ponerme como perrita de nuevo. Esta vez, me clavó la verga de una y empezó a cabalgarme. Me agarró de los pelos usándolos como las riendas de un caballo. Se sentía como su cuerpo chocaba con violencia contra el mío. Sacaba casi por completo la pija y se dejaba caer clavándola hasta el fondo.
"Haceme la cola... haceme la cola" empecé a suplicar a los gritos. "Qué dijiste?" me decía levantándome la cabeza. "Que me hagas la cola por favor". Soltó mi cabeza y se agarró de mi cintura. Me garchó tan fuerte que me hizo mover del lugar donde estaba hasta casi la otra punta de la cama.
Cuando sacó su pija, volvió a escupirme la cola y a meter sus dedos. "Vos decí lo que quieras, pero esta cola tiene algunos kilómetros hechos" me decía mientras le tiraba un lubricante que había sacado no se de donde. Casi desde que nos conocimos me pedía la colita, pero yo me negaba diciendo que "nunca me la habían hecho". No se por qué, el dudaba de eso..
Se embardunó la pija y la apoyó. Empezó a empujar y solita se fue enterrando. Si bien notaba que Christian iba con cuidado, mi cola se encargaba de ir comiéndole la pija hasta que la hizo desaparecer por completo. Agarré las sábanas y mordí la almohada ahogando un grito mezcla de dolor y placer.
Christian sacaba despacio su pija y la enterraba con cuidado. Sus movimientos eran suaves. "Me vas a hacer la cola o no?", le dije desafiante, cuando me había acostumbrado. Se detuvo. Aceleró un poco evitando entrar hasta el fondo.
"Daaaaleeee rompela rompelaaaa" le gritaba yo desesperada. Christian se empezó a enloquecer. Me pegó dos chirlos en la cola y me destrozó el culo con sus embestidas. Una bestia. Y yo gritando que quería más lo incitaba a que me diera con más fuerza.
"Mirá como me come la pija esta cola hija de puta!!", gritaba desencajado mientras me daba sin piedad. Yo estaba agarrándome del respaldo para no salir despedida hacia el piso.
"Basta... basta" supliqué casi sin energía. Sacó la pija y me dio vuelta. Me volvió a chupar la concha mientras se cambiaba el forro. Estuve a punto de acabar, pero se levantó justo. Me clavó la pija y se tiró encima mío para seguir cogiéndome. "Ay Dios como me cogés..." gritaba yo agarrándome la cabeza, desbordada de tanto placer.
Acabé de nuevo mientras su pija me taladraba sin piedad. Se frenó de golpe y me desató las manos por primera vez en toda la noche. No tenía ni fuerzas para levantarme. Me sentó en la cama, agarró otra vez mi teléfono y empezó a filmar el pete final.
Agarré su pija y la llené de saliva. Se la chupé hasta el fondo, sin las manos, pajeándola, le lamía los huevos... hasta que la agarró él para pajearse y acabar. "No" le dije enojada. Quería ser yo quien lo hiciera acabar.
"Vos grabá". Lo pajié un poco, hasta que empezó a largar chorros y chorros de leche. Primero la apunté a mis tetas, después me la llevé a la cara pasándola por mis mejillas y mis labios para terminar nuevamente en mis tetas. Quedé toda llena de leche. La agarré y me la metí en la boca para limpiarla. "Feliz cumple" dijo Christian antes de cortar la filmación.
Me quedé totalmente dormida. Me desperté en mi cama, en mi departamento. Era sábado a la noche, así que el festejo con amigos en Rosario quedó postergado. No entendía nada y no sabía qué había sido verdad y qué un sueño.
Por lo pronto, me ardía la concha, me dolía el culo y sentía mi piel pegajosa con olor a semen. Miré mi celu, y tenía un mensaje de Christian. "Revisá los videos" decía. Cuando abrí me fui acordando. El pete en el auto, como me acabó en la cara, y después cosas que no me acordaba: yo en 4 siendo castigada nuevamente por la pija de mi macho. Recordaba que me había dado así, pero estaba atada. En ese recuerdo estaba desatada.
- Hijo de puta, me garchaste borracha mientras estaba dormida!! jaja - le escribí cuando me desperté
- Dormida? vos me despertaste chupándome la pija pidiéndome que te coja! Siempre te ponés tan puta cuando te emborrachas?
- Postaaa??!?! nooo que vergüenzaaaa
- Te voy a emborrachar más seguido
Me siguió contando detalles de la noche, que no recordaba. No pude evitar calentarme y tocarme nuevamente con las cosas que me decía. "Todo muy lindo, pero esto no va a quedar así" le dije. "Ahora quiero revancha".
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La historia completa:
#0 Mis 50 sombras
#1 Sometida y entregada
#2 Pagando deudas
#3 Atame y haceme tuya
#5 Sacandome las ganas acumuladas
#6 Buscando el 10
#7 Recibiendo regalos navideños
#8 Festejando San Valentín
#9 Polvazo inesperado con algo de morbo
#10 Nena con juguete nuevo
#11 Hasta el eXtremo
#12 Porno Star
#13 Esclava y sumisa
#14 Disfrutando el mundial
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Indice
19 comentarios - #4 Suplicando que me hagan la cola
Menos mal que lo vi justo, porque es MUY MUY bueno! Van muchos pts.
gracias por pasar! 😉
El morbo de estrenar una cola lo tienen todos los chicos, el problema es cuando no se puede disimular más!! 😛
Besos y puntos!
gracias por pasar!
jajja lo ultimo tu subconciente estaba hot 😃
gracias por comentar
jejej siii yo al mio le temo jjaja
gracias por comentar