Ahora sus conversaciones con su amiga eran en otro tono, ya no eran de una chica novata con una súper experta, se notaba el cambio y sobre todo la seguridad en qué sabía que tenía algo que las demás no tenían. Su amiga le preguntaba como hacíamos el sexo y como gozábamos tanto rato y encima divirtiéndonos.
Un día Bea me contó el misterio de sus llamadas y que gracias a su amiga había superado sus recelos contra mí, pero que ahora era ella quien se sorprendía hasta el punto que creía que eran invenciones para darle envidia por lo que me insinuó si podría ayudarla a convencerla de la verdad.
Me quede sorprendido que pretendía Bea y que esto se salía del ámbito intimo, a lo que respondió que no quería comprometerme y solo me vería a medio cuerpo.
De todas formas podíamos probar y yo observaría desde lejos y vería su reacción, al final accedí y me puse cerca del ordenador pero sin que la cámara me captara.
La conversación empezó bien y a sus preguntas le iba respondiendo contándole las cosas que hacíamos, su amiga cada vez se notaba mas alterada y poco a poco empezó a quitarse ropa hasta que el sujetador se cayó de sus manos y vi dos hermosas tetas con forma de pera y con unos pezones grandes e hinchados, que me encantan y que nunca había probado. Le señale por señas que la provocara a enseñar las tetas cerca de la cámara y sin más cogió la cámara y la puso casi tocándoselas, vi los pezones con todo lujo de detalles y rugosidades, Me estaba calentando y le indique que se quitara las bragas y me enseñara el coño lo cual hizo viendo, que en realidad era pelirroja e iba casi sin depilar aunque con el color tan claro se notaba un abultado clítoris entre sus labios
Buscó un tubo que aprovechaba como consolador y abriéndose los labios y mojándolo con los jugos que ya brillaban desde dentro se lo fue introduciendo hasta dentro.
Entonces Bea me saco mi polla que gritaba por salir y cogiéndola con determinación me despojo de la piel y cogiendo la cámara la enfoco y le pregunto, ¿no preferirías esta polla dentro de ti? Esta dura, larga y caliente, a la vez que me pajeaba, la cámara solo me enfocaba a mi miembro y su amiga dejo el tubo a un lado y pego su cara a la pantalla diciendo ssiiii, me la comería toda ya. Y Bea le pregunto ¿y no te la beberías? A la vez que aceleraba su mano y me ponía la polla a toda presión hasta que viendo que iba a eyacular acerco su cara a mí y espero a que mis chorros de esperma llenaran su boca y sus mejillas.
Su amiga solo decía….
--- Ssiii…. me habría tragado toda su leche…. y le preguntaba…. ¿a qué sabe su leche?
Bea se reía y decía que a vainilla y se metía toda mi polla en la boca hasta ponérmela dura otra vez, después de levanto de la silla y poniéndose al perrito se abrió las nalga y sacando un tarro con crema se lubrica bien el ano y me indico que cogiera la cámara con la mano y enfocase mientras le iba entrando la polla. Así lo hice mientras miraba la pantalla y la amiga se metía tres dedos en el coño, jadeando en su habitación, diciendo…
--- Que maravillaaaa…… lo quiero para miii
Bea después de tenerlo clavado hasta los huevos enfocó la cámara al glande y cuando empecé a eyacular se vio como llenaba su cara de semen espeso como leche condensada. Después apago la cámara y el ordenador y nos estuvimos riendo un buen rato.
Me dio un gran beso y me dijo al oído…
--- Me encantaría que me comieras el coño…
Me quede perplejo pero así como estaba de pie se cogió los labios del coño y se los separo dejando el clítoris en primer plano al que mordí suavemente hasta hacerla temblar las piernas y cogiendo mi cabeza se la apretó contra sus sexo y tuvo un orgasmo fabuloso.
Después nos fuimos cada uno a nuestra habitación, donde no tarde en dormirme.
Pasaron dos días de lo más normales, con bromas y juegos pero sin sexo, hasta que una noche ya estaba yo en la cama cuando llamó con los nudillos en la puerta y preguntó…
--- Duermes?
Yo le contesté débilmente ….
--- Noo…
Y enseguida abrió y se coló en mi cama a mi lado, venía riéndose a carcajadas y me hizo gracia encendiendo la lamparita, pues no era muy normal… Al final se serenó y me dijo…
--- Te vas a reír…
Acabo de hablar con mi amiga Carol, estaba un poco enfadada porque le colgué el ordenador en el mejor momento y tuvo que acabar sola cara al monitor en negro, al final me confesó que yo había conseguido mucho más y mejor en unos días que ella en su vida.
Me hizo mucha gracia a la vez que me gustó oírlo, después Bea se quedó mas seria y se quedó mirándome…
Yo intuí algo y le pregunté…….
--- ¿y?
--- Bueno…. Me ha dicho que le gustaría mucho pasar un día con nosotros…… pero yo le dije que eso no era decisión mía y que te lo tendría que consultar…
Yo me quedé asustado, en otras circunstancias, yo soltero, antes de haber conocido a Bea, de no haber tenido esta experiencia “sana” con ella y estando solo, no habría dudado ni un momento la proposición. Estaría dando saltos de alegría, pero así… no sabía el cariz que podía tomar esta situación.
Bea me miraba expectante y sonriendo, definitivamente a ella le gustaba la idea… yo la mire serio y le dije.. Supongo que tienes claro las intenciones de Carol y no quisiera que te sintieras herida conmigo o con tu amiga.
--- No te preocupes, me contestó, la conozco y sé que es más la curiosidad y que solo quiere conocer lo que yo siento en tu compañía… solo sería un fin de semana.
--- Buuueno… dije al fin, no muy convencido, pero iremos con mucho cuidado.
Ella me abrazó y me beso y me dijo…
--- Eres ideal… y se acurrucó de espaldas a mí.
Me pareció un bonito gesto de agradecimiento por lo que me acerque a ella y le pase el brazo sobre su cuerpo a la vez que metía la mano bajo su camiseta. Arriba de su estomago empezaban a surgir sus pechos, esta vez uno descansando sobre el otro de lado con lo que no me costó con una misma mano coger los dos pezones a la vez. Estos inmediatamente se endurecieron y asomaron pudiéndolos pellizcar suavemente. Ella con su culo se apretó contra mí y se acoplo hasta tener mi polla entre sus nalgas y estuvo un rato notando como mi erección crecía y el miembro se salía entre los botones del pijama tocándole la piel. Se bajo lentamente sus braguitas hasta las rodillas y luego con un movimiento de piernas las soltó del todo, quedando una pierna plegada vertical.
Ante el hueco dejado por su muslo mi polla se adaptó en la entrada de su sexo y me humedeció el glande de forma que haciendo el culo hacia atrás se fue pegando a mi mientras yo la esperaba quieto.
Ella misma se fue metiendo mi glande primero y toda la polla después en su coño a la vez que con la mano se acariciaba el clítoris… no tuve que hacer nada... según se iba acariciando la almendrita pelada más rápido culeaba y más me encendía a mí, hasta que notando que mi polla palpitaba peligrosamente se adelantó y bajo la pierna atrapándome la polla entre ellas con lo que hizo que toda mi leche inundara su clítoris y su vello. Luego escurrió mi polla entre sus muslos y se levanto y dándome un beso al aire salió de la habitación.
Yo estaba un poco obsesionado por la visita de Carol y no sabía cómo reaccionar ante una chica así y con Bea de testigo podía ser peligroso, pero me arriesgué y entré en el primer Sex-Shop que encontré y pedí un consolador bastante completo. Me aconsejaron y con el juguetito bajo el brazo me fui a casa con la intención de regalárselo para cuando chateara.
Por supuesto no le dije nada a Bea por si le parecía mal y lo guardé envuelto para regalo hasta que llegara Carol.
Un día Bea me dijo si este fin de semana podría venir su amiga y no me pareció mal y acordamos que dormiría en su habitación de dos camas y así estarían más cómodas.
Cuando llegó el día fuimos a recogerla a la estación y al verla me quedé helado. De la imagen que había visto por el monitor a lo que veía ahora no tenia parecido.
Carol era algo mayor que Bea, 20 años, un poquitín más alta y con un cuerpo delgado, se apreciaba algo más de pecho y el culo mas respingón, eso a primera escaneada mía, pero sobre todo me llamó atención de que se había dejado su color de pelo natural o sea pelirrojo y destacaba aun más su piel blanquísima y sus pecas que asomaban por las mejillas y el pecho, hasta perderse por su canalillo.
La verdad es que me encantó esto más que todo lo demás pues estaba bien, pero no era una súper modelo tampoco.
Nos saludamos correctamente y ella con Bea se abrazaron efusivamente, se notaba que eran amigas de verdad y se alegraban mucho de volver a estar juntas.
Volvimos a casa y después de tomar un refresco las dejé a solas para que se instalara y se pusieran al día de los chismes de su ciudad. Yo salí un rato y me tome un café mientras leía un periódico en un bar, si bien no pude enterarme de lo que leí pues mi mente no estaba conmigo.
Al volver las llamé y al rato bajaron y me agradeció la invitación y entonces les propuse salir a cenar por ahí con lo cual nos pusimos a arreglarnos un poco y después las llevé a un restaurante hindú, ya que el dueño era amigo mío y nos explicó cada plato como estaba confeccionado.
Al parecer la cena les encanto y luego salimos a tomar unas copas por la parte antigua hasta bastante tarde. La vuelta fue muy divertida ya que estábamos bastante lanzados y entre ellas se miraban con cierta complicidad..
Al entrar en casa me dio la sensación de que entraba en un espació desconocido donde no sabía lo que podía esperar…….
Bea como “anfitriona” oficial, le enseño la casa dándole a entender la confianza que reinaba entre nosotros, aunque le dejo bien claro de que cada uno dormía en su habitación y no estábamos liados.
Luego nos sentamos en el sofá y en la alfombra rodeados de los cojines y estuvimos hablando de su ciudad y del ambiente que había allí, de las costumbres entre la juventud, la poca suerte que había tenido con sus parejas y de pasada, de la educación bastante austera de mi hermano hacia su familia, al parecer era bastante seco y se interesaba poco por tener un ambiente cordial en casa, su trabajo lo absorbía.
Por contraste se notaba eufórica de notar la libertad que reinaba en mi casa y sobre todo la confianza entre todos.
Al rato de estar hablando de anécdotas de Bea, nos dijo que en efecto estaba un poco marcada por su poco interés por los chicos que salían y sobre todo por el tema sexual y recordó el día de su desfloración forzada casi.
Eso casi la redimió de las bromas, pero en el fondo no cambió mucho.
Suspiro y alzando los brazos se desperezó y se quito los zapatos y el chal que cubría sus hombros con lo que pude ver el vestido azul eléctrico que llevaba.
Se sentó sobre la alfombra con las piernas cruzadas y como la falda del vestido era ancha cubría sus piernas.
Mis ojos se clavaron entre sus blancos pechos inmediatamente…. ya que el escote del vestido era de pico y enseñaba un canalillo muy sugerente.
La conversación era muy amena, pues contó cómo era Bea en la pandilla de amigos y que fue ella la que le incito para que perdiera de una vez la virginidad.
También conto la poca suerte que había tenido con sus novios, porque casi todos salían con ella por el físico y a la semana de estar haciendo vida en común se cansaban y desaparecían, lo que se sentía frustrada de no ser capaz de mantener ninguna relación estable.
Yo le animé y le dije que aún era jovencísima y seguro que la vida le guardaba un buen chico que le daría la felicidad que merecía.
Ella salto de alegría y arrodillándose vino hacia mí y me beso en la mejilla.
El impulso fue muy bonito, pero tuvo malas consecuencias pues al arrodillarse se pilló el vestido con las rodillas y al inclinarse sobre mí se oyó un desgarro en la tela que descosió un trozo de cintura. Ella quedo casi en shock y al mirarse se quedo deprimida, ya que había estrenado ente mismo día el vestido, pero al final se encogió de hombros y dijo….
--- Mala suerte… Pero en fin... Ya lo arreglaré…
Y sin pensarlo dos veces se abrió la cremallera de la espalda y abriéndolo lo dejo caer al suelo.
Yo quede paralizado… todo su cuerpo descubierto a la vez… llevaba un sujetador mínimo de color azul también y que recogían un par de tetas blancas como la nieve y unas braguitas con una sisa muy alta que le hacían unas piernas muy largas.
Luego se volvió a sentar con las piernas cruzadas. Yo miré de reojo a Bea y vi que le chocaba la situación con lo que después de un breve silencio tomó la iniciativa y levantándose dijo, es verdad… vamos demasiado encorsetados… vamos a ponernos mas cómodos... y acto seguido se soltó la falda y la dejó caer y después fue desabrochándose la blusa lentamente hasta abrirla y dejarla caer por detrás de los hombros.
Llevaba el conjunto de lencería que había comprado especialmente para mí y el sujetador de tul dejaba entrever sus pezones oscuros, la braguita era tipo bikini y le sentaba ideal.
Carol alabó el modelo de sujetador de Bea y dijo si se lo podía dejar para probárselo a lo que Bea accedió inmediatamente soltándolo y dándoselo en la mano.
Carol con una mano en la espalda se soltó el suyo y su sujetador saltó rodeándole el cuerpo y cayendo de una vez.
A la vez saltaron al aire sus dos tetas como un resorte…
Eran un poco mayores que las de Bea y además más duras, con la piel tirante y coronadas por dos abultados pezones rosados muy elevados que parecían pedir ser tragados con la boca abierta del todo.
Pude compararlos con los de Bea y no sabría cuales elegir, pues sus tetas mas redondas y separadas llamaban mucho la atención.
Las dos se me quedaron mirado y me dijeron… opina del cambio… Y se cambiaron los sujetadores de espaldas a mí.
Se dieron la vuelta a la vez y se quedaron esperando mis comentarios…
Yo a estas alturas todavía iba vestido de fiesta y mis pantalones me apretaban la entrepierna, por lo que no paraba de estirarme los camales, lo que hizo que se fijaran en mí y mi camisa sudada.
Se carcajearon a la vez y se echaron sobre mí y tumbándome de espaldas en un segundo aflojaron mi cinturón y me vi despojado de mi pantalón y mi camisa como una exhalación.
Yo protesté pero lo agradecí pues mi erección no cabía ya dentro del pantalón.
Ellas volvieron a ponerse frente a mí y dijeron a ver… que tal.
El sujetador de Carol en los pechos de Bea causaba un efecto diferente, era más rígido y presionaban sus tetas de forma que juntaban los pechos entre sí haciéndole un escote muy sexi.
El efecto en Carol era mortal… el tul se dejaba adaptar a la forma tan explosiva de la teta hinchada y aun se notaba mas el bulto del súper pezón.
Al oír mi opinión saltaban de alegría con lo que sus pechos parecían querer salirse. Y me rodearon y me abrazaron apretando sus tetas contra mí lo que me descolocaron pues no podía saborear el tacto de cada una.
Entre el abrazo cogí con mis manos cada cierre de cada sujetador y los solté a la vez con lo que note el cambio del tacto del tejido suave a la leve aspereza de los cuatro pezones rozándome a la vez.
Fue algo especial, ellas me rodeaban girando a mi alrededor frotando sus tetas contra mí, mientras sus manos rozaban mi cintura bajando cada vez mas y lo mismo notaba unas manos anónimas sobre mis nalgas que otras pasaban sobre mis calzoncillos tipo bóxer rozándome la erección cada vez más evidente.
Mis manos pasaron por sus espaldas hasta llegar hasta sus braguitas y pasaron por bajo del tejido cogiéndoles nalgas y apretándolas contra mí.
La reacción de las chicas fue proporcional y buscando la goma superior del bóxer, mientras una lo separaba de mi cuerpo la otra metía la mano hasta cogerme la polla, entonces la otra bajaba de golpe la goma, dejando mi polla al aire con los huevos pegados a ella, yo ya tenía entre mis dedos un surtido de pezones que reaccionaban enérgicamente a mis caricias y llenaban mis manos.
Se agacharon las dos y me sacaron el bóxer de los pies y al quedar mi polla a la altura de sus cabezas una cogió mis huevos y la otra con las dos manos haciendo el prepucio hacia atrás dejo mi glande al descubierto.
Yo veía sus cabezas desde arriba y vi como se juntaban, una morena y otra pelirroja y atrapaban con sus labios mi polla y mis huecos, yo no pude más que ayudarles más que juntando más aun sus cabezas…
Sus manos también se ocuparon de mis muslos y nalgas lo que me hizo que poco a poco me dejara caer y me tumbe sobre la alfombra.
Una se instaló entre mis piernas abiertas con mi polla dentro de la boca y las manos en mis huevos y la otra pasaba sobre mi boca una teta tras la otra solo dejándome atraparla después de varios pases.
Por fin pude orientarme… La polla era propiedad de Bea y los pezones que estaba saboreando eran de Carol.
Cuando estuvieron cansadas, se levantaron y se quitaron las braguitas y puede ver que Carol estaba un poco depilada y sus rizos rojizos dejaban entrever sus labios y su clítoris, me encanto ver el contraste de la blanca piel de Carol con los pelillos morenos casi rasurados de Bea.
Carol quiso probar en persona mi polla y le insinuó a Bea que se le cedía el tronco mientras ella quedaba con el glande y después cambiaban hasta que cedió y se quedo sola con todo, Bea no me dejo solo y se sentó sobre mi cara con lo que su coño abarcó mi boca y mi lengua entró en su vagina absorbiendo sus jugos, ella elegía o su vagina o su clítoris y variaba su posición a su gusto.
Carol se levantó y se sentó sobre mí y se abrazo a Bea estrechándose sus cuerpos, yo subí mis manos y les cogí las cuatro tetas a la vez y les uní los pezones por parejas, Carol se sentó sobre mi polla y se froto sobre ella poniéndomela mas dura si cabe.
Bea se levantó y se puso entre mis pies acariciándome las rodillas y subiendo hasta mis huevos.
Carol se tumbo sobre mí y apoyándome lentamente sus pechos sobre boca espero a que me metiera cada pezón como un fresón y después fue bajando hasta estar su boca junto a la mía y me beso muy sensualmente, sus piernas se extendían a los lados de mi cuerpo y mi polla estaba bajo su clítoris.
De pronto noté como Bea me cogía mi polla fuertemente con toda la mano y la levantaba y la ponía a la entrada de la vagina de Carol la cual bajaba suavemente metiéndose centímetro a centímetro todo mi miembro, luego suspiró hondamente, diciéndome al oído…
Llevo mucho tiempo esperando esto y de la manera que ha sucedido… Gracias.
Empezó a subir y bajar sobre mí hasta que acelerando cada vez y jadeando desesperadamente se corrió entre espasmos mientras Bea le cogía de la mano.
Cayó de costado y estuvo suspirando un rato mientras Bea me abrazaba dulcemente.
Yo me levante y con la excusa de ir al aseo busque el regalo que le guardaba a Carol.
Cuando volví Carol ya estaba repuesta sentada en un cojín y entonces le dije que me gustó desde que la vi por el monitor, pero que ella se merecía lo mejor y yo quería que lo disfrutara. Abrió el paquete y hasta el final no adivinó lo que contenía y abrió los ojos como platos al igual que Bea, que lo ignoraba también. Era un consolador de última generación que disponía de un cuerpo bastante grueso que alimentado por pilas tenía un movimiento oscilante o rotatorio y vibratorio y de su base salía otro cuerpo parecido a un dedo cuya punta vibraba y oscilaba.
Lo encendí y era muy silencioso y sugerente, le gusto de inmediato y quiso probarlo.
Le acerque un frasco con crema suavizante y lo untó generosamente y se introdujo en la vagina hasta la mitad y empezó a probar todas las opciones y luego lo introdujo todo mientras con el dedo pequeño frotaba y vibraba sobre el clítoris… su cara empezó a demostrar que en realidad funcionaba y que se excitaba rápidamente.
Se puso de rodillas y se agachó sobre su cabeza para que viéramos como se introducía el aparato.
Bea mirándome cogió el bote de crema y empezó a lubricar primero el consolador para ir metiéndolo más y después extendía mas crema entre las nalgas de Carol hasta llegar al agujero rosado y expuesto y con sumo cuidado fue acariciando y poniendo más crema hasta que apoyo el dedo en el centro del ano.
Carol hizo un extraño pero Bea le cogió el consolador y empezó a movérselo rápidamente mientras Carol ponía los brazos sobre su cabeza pegada a la alfombra.
Al subir la excitación poco a poco fue despreocupándose del dedo de Bea y poco a poco fue metiéndole uno y con más crema fue entrándole el segundo.
Cuando Carol ya no reaccionaba a los dos dedos me cogió la polla y me la acarició y me la puso durísima lubricándola desde la punta hasta la base y acelerando la velocidad del consolador y de la vibración me situó detrás y mientras sacaba sus dos dedos me apunto mi glande al agujero de Carol que de momento no notó el cambio, solo cuando el glande entró y notó el escalón dentro se volvió a su amiga y le grito sin fuerza….
--- Bea… Nooo… no lo he hecho nunca, me va a partir en dosssss.
Bea haciendo caso omiso, fue cogiendo mi polla y buscando la orientación del recto, la iba empujando hasta que apenas sin darse cuenta Carol recibió una buena polla ardiente dentro mientras en el coño le hacia estragos el consolador último modelo.
Yo cuando vi mas de la mitad de mi polla dentro, suavemente la hundí del todo hasta chocar mis huevos en el consolador, y cogiéndola por las caderas bombeé cada vez más rápido hasta que a punto de llenarle el culo de leche noté como Carol empezaba a temblar de pies de cabeza hasta que como en un ataque epiléptico gritando
--- Siiiii… Graciaaaaas.
Se derrumbo sobre si y quedé yo clavado en su culo notando como el consolador seguía vibrando al lado de mi polla.
Después de reponerse, se levanto y cogiendo las manos de los dos, nos dijo muy seria…
--- Sois unas personas maravillosas… Bea eres la mejor amiga que puede tener nadie…. Y tú… mirándome y apretando mi mano me has enseñado más y me has dado tanto placer que no me lo podría imaginar. Gracia a los dos… y nos abrazamos fuertemente.
Al día siguiente acompañamos a Carol al tren de vuelta a su casa, estaba radiante y bellísima y prometimos seguir viéndonos por el Skipe.
Continuará…
Un día Bea me contó el misterio de sus llamadas y que gracias a su amiga había superado sus recelos contra mí, pero que ahora era ella quien se sorprendía hasta el punto que creía que eran invenciones para darle envidia por lo que me insinuó si podría ayudarla a convencerla de la verdad.
Me quede sorprendido que pretendía Bea y que esto se salía del ámbito intimo, a lo que respondió que no quería comprometerme y solo me vería a medio cuerpo.
De todas formas podíamos probar y yo observaría desde lejos y vería su reacción, al final accedí y me puse cerca del ordenador pero sin que la cámara me captara.
La conversación empezó bien y a sus preguntas le iba respondiendo contándole las cosas que hacíamos, su amiga cada vez se notaba mas alterada y poco a poco empezó a quitarse ropa hasta que el sujetador se cayó de sus manos y vi dos hermosas tetas con forma de pera y con unos pezones grandes e hinchados, que me encantan y que nunca había probado. Le señale por señas que la provocara a enseñar las tetas cerca de la cámara y sin más cogió la cámara y la puso casi tocándoselas, vi los pezones con todo lujo de detalles y rugosidades, Me estaba calentando y le indique que se quitara las bragas y me enseñara el coño lo cual hizo viendo, que en realidad era pelirroja e iba casi sin depilar aunque con el color tan claro se notaba un abultado clítoris entre sus labios
Buscó un tubo que aprovechaba como consolador y abriéndose los labios y mojándolo con los jugos que ya brillaban desde dentro se lo fue introduciendo hasta dentro.
Entonces Bea me saco mi polla que gritaba por salir y cogiéndola con determinación me despojo de la piel y cogiendo la cámara la enfoco y le pregunto, ¿no preferirías esta polla dentro de ti? Esta dura, larga y caliente, a la vez que me pajeaba, la cámara solo me enfocaba a mi miembro y su amiga dejo el tubo a un lado y pego su cara a la pantalla diciendo ssiiii, me la comería toda ya. Y Bea le pregunto ¿y no te la beberías? A la vez que aceleraba su mano y me ponía la polla a toda presión hasta que viendo que iba a eyacular acerco su cara a mí y espero a que mis chorros de esperma llenaran su boca y sus mejillas.
Su amiga solo decía….
--- Ssiii…. me habría tragado toda su leche…. y le preguntaba…. ¿a qué sabe su leche?
Bea se reía y decía que a vainilla y se metía toda mi polla en la boca hasta ponérmela dura otra vez, después de levanto de la silla y poniéndose al perrito se abrió las nalga y sacando un tarro con crema se lubrica bien el ano y me indico que cogiera la cámara con la mano y enfocase mientras le iba entrando la polla. Así lo hice mientras miraba la pantalla y la amiga se metía tres dedos en el coño, jadeando en su habitación, diciendo…
--- Que maravillaaaa…… lo quiero para miii
Bea después de tenerlo clavado hasta los huevos enfocó la cámara al glande y cuando empecé a eyacular se vio como llenaba su cara de semen espeso como leche condensada. Después apago la cámara y el ordenador y nos estuvimos riendo un buen rato.
Me dio un gran beso y me dijo al oído…
--- Me encantaría que me comieras el coño…
Me quede perplejo pero así como estaba de pie se cogió los labios del coño y se los separo dejando el clítoris en primer plano al que mordí suavemente hasta hacerla temblar las piernas y cogiendo mi cabeza se la apretó contra sus sexo y tuvo un orgasmo fabuloso.
Después nos fuimos cada uno a nuestra habitación, donde no tarde en dormirme.
Pasaron dos días de lo más normales, con bromas y juegos pero sin sexo, hasta que una noche ya estaba yo en la cama cuando llamó con los nudillos en la puerta y preguntó…
--- Duermes?
Yo le contesté débilmente ….
--- Noo…
Y enseguida abrió y se coló en mi cama a mi lado, venía riéndose a carcajadas y me hizo gracia encendiendo la lamparita, pues no era muy normal… Al final se serenó y me dijo…
--- Te vas a reír…
Acabo de hablar con mi amiga Carol, estaba un poco enfadada porque le colgué el ordenador en el mejor momento y tuvo que acabar sola cara al monitor en negro, al final me confesó que yo había conseguido mucho más y mejor en unos días que ella en su vida.
Me hizo mucha gracia a la vez que me gustó oírlo, después Bea se quedó mas seria y se quedó mirándome…
Yo intuí algo y le pregunté…….
--- ¿y?
--- Bueno…. Me ha dicho que le gustaría mucho pasar un día con nosotros…… pero yo le dije que eso no era decisión mía y que te lo tendría que consultar…
Yo me quedé asustado, en otras circunstancias, yo soltero, antes de haber conocido a Bea, de no haber tenido esta experiencia “sana” con ella y estando solo, no habría dudado ni un momento la proposición. Estaría dando saltos de alegría, pero así… no sabía el cariz que podía tomar esta situación.
Bea me miraba expectante y sonriendo, definitivamente a ella le gustaba la idea… yo la mire serio y le dije.. Supongo que tienes claro las intenciones de Carol y no quisiera que te sintieras herida conmigo o con tu amiga.
--- No te preocupes, me contestó, la conozco y sé que es más la curiosidad y que solo quiere conocer lo que yo siento en tu compañía… solo sería un fin de semana.
--- Buuueno… dije al fin, no muy convencido, pero iremos con mucho cuidado.
Ella me abrazó y me beso y me dijo…
--- Eres ideal… y se acurrucó de espaldas a mí.
Me pareció un bonito gesto de agradecimiento por lo que me acerque a ella y le pase el brazo sobre su cuerpo a la vez que metía la mano bajo su camiseta. Arriba de su estomago empezaban a surgir sus pechos, esta vez uno descansando sobre el otro de lado con lo que no me costó con una misma mano coger los dos pezones a la vez. Estos inmediatamente se endurecieron y asomaron pudiéndolos pellizcar suavemente. Ella con su culo se apretó contra mí y se acoplo hasta tener mi polla entre sus nalgas y estuvo un rato notando como mi erección crecía y el miembro se salía entre los botones del pijama tocándole la piel. Se bajo lentamente sus braguitas hasta las rodillas y luego con un movimiento de piernas las soltó del todo, quedando una pierna plegada vertical.
Ante el hueco dejado por su muslo mi polla se adaptó en la entrada de su sexo y me humedeció el glande de forma que haciendo el culo hacia atrás se fue pegando a mi mientras yo la esperaba quieto.
Ella misma se fue metiendo mi glande primero y toda la polla después en su coño a la vez que con la mano se acariciaba el clítoris… no tuve que hacer nada... según se iba acariciando la almendrita pelada más rápido culeaba y más me encendía a mí, hasta que notando que mi polla palpitaba peligrosamente se adelantó y bajo la pierna atrapándome la polla entre ellas con lo que hizo que toda mi leche inundara su clítoris y su vello. Luego escurrió mi polla entre sus muslos y se levanto y dándome un beso al aire salió de la habitación.
Yo estaba un poco obsesionado por la visita de Carol y no sabía cómo reaccionar ante una chica así y con Bea de testigo podía ser peligroso, pero me arriesgué y entré en el primer Sex-Shop que encontré y pedí un consolador bastante completo. Me aconsejaron y con el juguetito bajo el brazo me fui a casa con la intención de regalárselo para cuando chateara.
Por supuesto no le dije nada a Bea por si le parecía mal y lo guardé envuelto para regalo hasta que llegara Carol.
Un día Bea me dijo si este fin de semana podría venir su amiga y no me pareció mal y acordamos que dormiría en su habitación de dos camas y así estarían más cómodas.
Cuando llegó el día fuimos a recogerla a la estación y al verla me quedé helado. De la imagen que había visto por el monitor a lo que veía ahora no tenia parecido.
Carol era algo mayor que Bea, 20 años, un poquitín más alta y con un cuerpo delgado, se apreciaba algo más de pecho y el culo mas respingón, eso a primera escaneada mía, pero sobre todo me llamó atención de que se había dejado su color de pelo natural o sea pelirrojo y destacaba aun más su piel blanquísima y sus pecas que asomaban por las mejillas y el pecho, hasta perderse por su canalillo.
La verdad es que me encantó esto más que todo lo demás pues estaba bien, pero no era una súper modelo tampoco.
Nos saludamos correctamente y ella con Bea se abrazaron efusivamente, se notaba que eran amigas de verdad y se alegraban mucho de volver a estar juntas.
Volvimos a casa y después de tomar un refresco las dejé a solas para que se instalara y se pusieran al día de los chismes de su ciudad. Yo salí un rato y me tome un café mientras leía un periódico en un bar, si bien no pude enterarme de lo que leí pues mi mente no estaba conmigo.
Al volver las llamé y al rato bajaron y me agradeció la invitación y entonces les propuse salir a cenar por ahí con lo cual nos pusimos a arreglarnos un poco y después las llevé a un restaurante hindú, ya que el dueño era amigo mío y nos explicó cada plato como estaba confeccionado.
Al parecer la cena les encanto y luego salimos a tomar unas copas por la parte antigua hasta bastante tarde. La vuelta fue muy divertida ya que estábamos bastante lanzados y entre ellas se miraban con cierta complicidad..
Al entrar en casa me dio la sensación de que entraba en un espació desconocido donde no sabía lo que podía esperar…….
Bea como “anfitriona” oficial, le enseño la casa dándole a entender la confianza que reinaba entre nosotros, aunque le dejo bien claro de que cada uno dormía en su habitación y no estábamos liados.
Luego nos sentamos en el sofá y en la alfombra rodeados de los cojines y estuvimos hablando de su ciudad y del ambiente que había allí, de las costumbres entre la juventud, la poca suerte que había tenido con sus parejas y de pasada, de la educación bastante austera de mi hermano hacia su familia, al parecer era bastante seco y se interesaba poco por tener un ambiente cordial en casa, su trabajo lo absorbía.
Por contraste se notaba eufórica de notar la libertad que reinaba en mi casa y sobre todo la confianza entre todos.
Al rato de estar hablando de anécdotas de Bea, nos dijo que en efecto estaba un poco marcada por su poco interés por los chicos que salían y sobre todo por el tema sexual y recordó el día de su desfloración forzada casi.
Eso casi la redimió de las bromas, pero en el fondo no cambió mucho.
Suspiro y alzando los brazos se desperezó y se quito los zapatos y el chal que cubría sus hombros con lo que pude ver el vestido azul eléctrico que llevaba.
Se sentó sobre la alfombra con las piernas cruzadas y como la falda del vestido era ancha cubría sus piernas.
Mis ojos se clavaron entre sus blancos pechos inmediatamente…. ya que el escote del vestido era de pico y enseñaba un canalillo muy sugerente.
La conversación era muy amena, pues contó cómo era Bea en la pandilla de amigos y que fue ella la que le incito para que perdiera de una vez la virginidad.
También conto la poca suerte que había tenido con sus novios, porque casi todos salían con ella por el físico y a la semana de estar haciendo vida en común se cansaban y desaparecían, lo que se sentía frustrada de no ser capaz de mantener ninguna relación estable.
Yo le animé y le dije que aún era jovencísima y seguro que la vida le guardaba un buen chico que le daría la felicidad que merecía.
Ella salto de alegría y arrodillándose vino hacia mí y me beso en la mejilla.
El impulso fue muy bonito, pero tuvo malas consecuencias pues al arrodillarse se pilló el vestido con las rodillas y al inclinarse sobre mí se oyó un desgarro en la tela que descosió un trozo de cintura. Ella quedo casi en shock y al mirarse se quedo deprimida, ya que había estrenado ente mismo día el vestido, pero al final se encogió de hombros y dijo….
--- Mala suerte… Pero en fin... Ya lo arreglaré…
Y sin pensarlo dos veces se abrió la cremallera de la espalda y abriéndolo lo dejo caer al suelo.
Yo quede paralizado… todo su cuerpo descubierto a la vez… llevaba un sujetador mínimo de color azul también y que recogían un par de tetas blancas como la nieve y unas braguitas con una sisa muy alta que le hacían unas piernas muy largas.
Luego se volvió a sentar con las piernas cruzadas. Yo miré de reojo a Bea y vi que le chocaba la situación con lo que después de un breve silencio tomó la iniciativa y levantándose dijo, es verdad… vamos demasiado encorsetados… vamos a ponernos mas cómodos... y acto seguido se soltó la falda y la dejó caer y después fue desabrochándose la blusa lentamente hasta abrirla y dejarla caer por detrás de los hombros.
Llevaba el conjunto de lencería que había comprado especialmente para mí y el sujetador de tul dejaba entrever sus pezones oscuros, la braguita era tipo bikini y le sentaba ideal.
Carol alabó el modelo de sujetador de Bea y dijo si se lo podía dejar para probárselo a lo que Bea accedió inmediatamente soltándolo y dándoselo en la mano.
Carol con una mano en la espalda se soltó el suyo y su sujetador saltó rodeándole el cuerpo y cayendo de una vez.
A la vez saltaron al aire sus dos tetas como un resorte…
Eran un poco mayores que las de Bea y además más duras, con la piel tirante y coronadas por dos abultados pezones rosados muy elevados que parecían pedir ser tragados con la boca abierta del todo.
Pude compararlos con los de Bea y no sabría cuales elegir, pues sus tetas mas redondas y separadas llamaban mucho la atención.
Las dos se me quedaron mirado y me dijeron… opina del cambio… Y se cambiaron los sujetadores de espaldas a mí.
Se dieron la vuelta a la vez y se quedaron esperando mis comentarios…
Yo a estas alturas todavía iba vestido de fiesta y mis pantalones me apretaban la entrepierna, por lo que no paraba de estirarme los camales, lo que hizo que se fijaran en mí y mi camisa sudada.
Se carcajearon a la vez y se echaron sobre mí y tumbándome de espaldas en un segundo aflojaron mi cinturón y me vi despojado de mi pantalón y mi camisa como una exhalación.
Yo protesté pero lo agradecí pues mi erección no cabía ya dentro del pantalón.
Ellas volvieron a ponerse frente a mí y dijeron a ver… que tal.
El sujetador de Carol en los pechos de Bea causaba un efecto diferente, era más rígido y presionaban sus tetas de forma que juntaban los pechos entre sí haciéndole un escote muy sexi.
El efecto en Carol era mortal… el tul se dejaba adaptar a la forma tan explosiva de la teta hinchada y aun se notaba mas el bulto del súper pezón.
Al oír mi opinión saltaban de alegría con lo que sus pechos parecían querer salirse. Y me rodearon y me abrazaron apretando sus tetas contra mí lo que me descolocaron pues no podía saborear el tacto de cada una.
Entre el abrazo cogí con mis manos cada cierre de cada sujetador y los solté a la vez con lo que note el cambio del tacto del tejido suave a la leve aspereza de los cuatro pezones rozándome a la vez.
Fue algo especial, ellas me rodeaban girando a mi alrededor frotando sus tetas contra mí, mientras sus manos rozaban mi cintura bajando cada vez mas y lo mismo notaba unas manos anónimas sobre mis nalgas que otras pasaban sobre mis calzoncillos tipo bóxer rozándome la erección cada vez más evidente.
Mis manos pasaron por sus espaldas hasta llegar hasta sus braguitas y pasaron por bajo del tejido cogiéndoles nalgas y apretándolas contra mí.
La reacción de las chicas fue proporcional y buscando la goma superior del bóxer, mientras una lo separaba de mi cuerpo la otra metía la mano hasta cogerme la polla, entonces la otra bajaba de golpe la goma, dejando mi polla al aire con los huevos pegados a ella, yo ya tenía entre mis dedos un surtido de pezones que reaccionaban enérgicamente a mis caricias y llenaban mis manos.
Se agacharon las dos y me sacaron el bóxer de los pies y al quedar mi polla a la altura de sus cabezas una cogió mis huevos y la otra con las dos manos haciendo el prepucio hacia atrás dejo mi glande al descubierto.
Yo veía sus cabezas desde arriba y vi como se juntaban, una morena y otra pelirroja y atrapaban con sus labios mi polla y mis huecos, yo no pude más que ayudarles más que juntando más aun sus cabezas…
Sus manos también se ocuparon de mis muslos y nalgas lo que me hizo que poco a poco me dejara caer y me tumbe sobre la alfombra.
Una se instaló entre mis piernas abiertas con mi polla dentro de la boca y las manos en mis huevos y la otra pasaba sobre mi boca una teta tras la otra solo dejándome atraparla después de varios pases.
Por fin pude orientarme… La polla era propiedad de Bea y los pezones que estaba saboreando eran de Carol.
Cuando estuvieron cansadas, se levantaron y se quitaron las braguitas y puede ver que Carol estaba un poco depilada y sus rizos rojizos dejaban entrever sus labios y su clítoris, me encanto ver el contraste de la blanca piel de Carol con los pelillos morenos casi rasurados de Bea.
Carol quiso probar en persona mi polla y le insinuó a Bea que se le cedía el tronco mientras ella quedaba con el glande y después cambiaban hasta que cedió y se quedo sola con todo, Bea no me dejo solo y se sentó sobre mi cara con lo que su coño abarcó mi boca y mi lengua entró en su vagina absorbiendo sus jugos, ella elegía o su vagina o su clítoris y variaba su posición a su gusto.
Carol se levantó y se sentó sobre mí y se abrazo a Bea estrechándose sus cuerpos, yo subí mis manos y les cogí las cuatro tetas a la vez y les uní los pezones por parejas, Carol se sentó sobre mi polla y se froto sobre ella poniéndomela mas dura si cabe.
Bea se levantó y se puso entre mis pies acariciándome las rodillas y subiendo hasta mis huevos.
Carol se tumbo sobre mí y apoyándome lentamente sus pechos sobre boca espero a que me metiera cada pezón como un fresón y después fue bajando hasta estar su boca junto a la mía y me beso muy sensualmente, sus piernas se extendían a los lados de mi cuerpo y mi polla estaba bajo su clítoris.
De pronto noté como Bea me cogía mi polla fuertemente con toda la mano y la levantaba y la ponía a la entrada de la vagina de Carol la cual bajaba suavemente metiéndose centímetro a centímetro todo mi miembro, luego suspiró hondamente, diciéndome al oído…
Llevo mucho tiempo esperando esto y de la manera que ha sucedido… Gracias.
Empezó a subir y bajar sobre mí hasta que acelerando cada vez y jadeando desesperadamente se corrió entre espasmos mientras Bea le cogía de la mano.
Cayó de costado y estuvo suspirando un rato mientras Bea me abrazaba dulcemente.
Yo me levante y con la excusa de ir al aseo busque el regalo que le guardaba a Carol.
Cuando volví Carol ya estaba repuesta sentada en un cojín y entonces le dije que me gustó desde que la vi por el monitor, pero que ella se merecía lo mejor y yo quería que lo disfrutara. Abrió el paquete y hasta el final no adivinó lo que contenía y abrió los ojos como platos al igual que Bea, que lo ignoraba también. Era un consolador de última generación que disponía de un cuerpo bastante grueso que alimentado por pilas tenía un movimiento oscilante o rotatorio y vibratorio y de su base salía otro cuerpo parecido a un dedo cuya punta vibraba y oscilaba.
Lo encendí y era muy silencioso y sugerente, le gusto de inmediato y quiso probarlo.
Le acerque un frasco con crema suavizante y lo untó generosamente y se introdujo en la vagina hasta la mitad y empezó a probar todas las opciones y luego lo introdujo todo mientras con el dedo pequeño frotaba y vibraba sobre el clítoris… su cara empezó a demostrar que en realidad funcionaba y que se excitaba rápidamente.
Se puso de rodillas y se agachó sobre su cabeza para que viéramos como se introducía el aparato.
Bea mirándome cogió el bote de crema y empezó a lubricar primero el consolador para ir metiéndolo más y después extendía mas crema entre las nalgas de Carol hasta llegar al agujero rosado y expuesto y con sumo cuidado fue acariciando y poniendo más crema hasta que apoyo el dedo en el centro del ano.
Carol hizo un extraño pero Bea le cogió el consolador y empezó a movérselo rápidamente mientras Carol ponía los brazos sobre su cabeza pegada a la alfombra.
Al subir la excitación poco a poco fue despreocupándose del dedo de Bea y poco a poco fue metiéndole uno y con más crema fue entrándole el segundo.
Cuando Carol ya no reaccionaba a los dos dedos me cogió la polla y me la acarició y me la puso durísima lubricándola desde la punta hasta la base y acelerando la velocidad del consolador y de la vibración me situó detrás y mientras sacaba sus dos dedos me apunto mi glande al agujero de Carol que de momento no notó el cambio, solo cuando el glande entró y notó el escalón dentro se volvió a su amiga y le grito sin fuerza….
--- Bea… Nooo… no lo he hecho nunca, me va a partir en dosssss.
Bea haciendo caso omiso, fue cogiendo mi polla y buscando la orientación del recto, la iba empujando hasta que apenas sin darse cuenta Carol recibió una buena polla ardiente dentro mientras en el coño le hacia estragos el consolador último modelo.
Yo cuando vi mas de la mitad de mi polla dentro, suavemente la hundí del todo hasta chocar mis huevos en el consolador, y cogiéndola por las caderas bombeé cada vez más rápido hasta que a punto de llenarle el culo de leche noté como Carol empezaba a temblar de pies de cabeza hasta que como en un ataque epiléptico gritando
--- Siiiii… Graciaaaaas.
Se derrumbo sobre si y quedé yo clavado en su culo notando como el consolador seguía vibrando al lado de mi polla.
Después de reponerse, se levanto y cogiendo las manos de los dos, nos dijo muy seria…
--- Sois unas personas maravillosas… Bea eres la mejor amiga que puede tener nadie…. Y tú… mirándome y apretando mi mano me has enseñado más y me has dado tanto placer que no me lo podría imaginar. Gracia a los dos… y nos abrazamos fuertemente.
Al día siguiente acompañamos a Carol al tren de vuelta a su casa, estaba radiante y bellísima y prometimos seguir viéndonos por el Skipe.
Continuará…
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