La verdad no tenía ni idea de cómo afrontar el tema, si se lo decía abiertamente igual me daba un corte y se iba o me decía que me lo había inventado o que se yo. Entonces ideé un plan y se presentó la ocasión una vez que Bea salió de su habitación apresuradamente por algo del móvil y yo me colé, me fije en la pantalla el Chat que tenía y el Nick de su amiga y de ella.
Me traje del trabajo una tablet que no usaba para nada y me dediqué a recorrer los chats buscando a alguna de ellas.
Al principio me costo que me contestaran y me admitieran como amigo, pero con insistencia y dando grandes rodeos llegaron a consultarme, en confianza de hombre (por supuesto joven como ellas) las cosas que más nos gustaban a los hombres y nuestras debilidades…
Yo casi salto de alegría, pues ya estaba en el club aun sin estar invitado. Pero fui dándoles ideas por donde debían actuar, a la vez me di cuenta de que la amiga si tenía bastante experiencia pero Bea era bastando inocente en el tema y se dejaba llevar.
Me enteré de que Bea ya no era virgen (aunque lo daba por hecho) pero fue de una forma totalmente ruda en un wc. de una discoteca y con alguien que ni siquiera conocía y que ni se molesto en despedirse y lo hizo por no hacer el ridículo ante las amigas.
Por ese motivo estaba tan “verde”, yo estaba allí, confiaba conmigo y no la comprometería, o sea el plan ideal para coger experiencia.
Yo desde el chat le iba dirigiendo, a la vez que aconsejando de los peligros de salir sin precauciones y eso le daba más confianza porque notaba que yo no quería hacer nada con ella.
Todo esto la confió y una tarde lluviosa que no salimos estaba yo en el sofá, vino ella y se sentó a mi lado y viendo la película aburrida se apoyo en mí, yo me hice el desentendido y al rato se levanto de golpe y me pregunto si podía confiar conmigo… yo le dije que si, claro y me insistió que era muy intimo el tema. Yo juré y perjuré, entonces me conto que no tenía experiencia con los chicos y que…. ya no era virgen pero me conto los detalles como justificación, en fin de como sus amigas se reían de ella y al primero que paso se lo propuso, se fueron al servicio de chicas, se subió la falda hasta los riñones y el chico se puso un condón, la cogió de las caderas se la metió, se corrió, tiró el condón a la papelera y se fue, así que ella ni se la vio, ni se la tocó, ni se enteró. Un desastre, entonces me dijo que le podía explicar lo que era el sexo en realidad, pues cada uno con los que habla le decía una cosa.
Yo vi el cielo abierto, y me dije… vamos a empezar por el principio y bien. Le pregunte que me pusiera al corriente de lo que ya sabia y me dijo que casi nada.
Me tuve que armar de paciencia y explicarle en principio los órganos sexuales, como son y cómo funcionan y me escuchaba con los ojos como platos, como la conversación se prolongaba bastante ella se fue acomodando y se tumbo a lo largo del sofá y apoyo la cabeza en mi pierna que estaba en un lado, me miraba hacia arriba y yo le explicaba lo mejor posible la teoría,
En un momento dado tuvo un momento de regocijo y como estaba a gusto me cogió una mano y se la puso sobre su estomago, yo con la otra le explicaba.
Tanto hablar, preguntar y responder su mano con la mía bajo la suya, fue subiendo hasta primero rozar la base de sus pechos, yo notaba la separación entre los dos pero ella ni empujaba ni soltaba, solo apoyaba y yo pues quieto.
El tema daba para mucho, que si los chicos que si sus intenciones, etc., parecía que con sus padres no había tenido ninguna conversación...
En un momento dado dio un respingo y subió su mano, siempre con la mía debajo hasta ponerla sobre su pecho izquierdo…ahhh yo notaba toda la redondez dura, suave y a la vez áspera en la zona del pezón, pero allí se quedo, yo apenas movía un poco los dedos abarcando todo el pecho, para demostrarle que sabía que le estaba cogiendo la teta, pero como única reacción solo note que en un principio las piernas las tenia cruzadas y poco a poco las iba abriendo.
Yo como iba con el pantalón corto de esta por casa y tenía su cabeza sobre mi pierna derecha notaba que se me estaba poniendo una erección más que anormal. Además como ella tenía el pelo largo caia en mi regazo y de vez en cuando se lo arreglaba con lo cual su mano pasaba rozando mi polla.
Yo sufria una incomodidad grande pues la polla aumentaba considerablemente y dentro del slip no se podía estirar, con lo que en en momento aproveche que levanto la cabeza pera arreglármelo y ponerlo recto, claro que entoncer rozaba su cabeza.
Ella lo noto y aunque no dijo nada, yo me di cuenta porque se pezón se puso duro como un garbanzo, parecía mentira que normalmente no se le notaban y ahora se clavaba en mi palma de la mano.
En uno de los movimientos de su mano el pezón quedo entre mis dedos con lo que fue mi excusa para pellizcárselo levemente, a lo cual respondió piniendose la areola como papel de lija y un leve suspiro se le escapo de los labios.
Parece que ella también se animó a progresar y en uno de los movimientos de arreglo del pelo puso su mano sobre mi polla caliente y dura.
Me miro a los ojos y sonriendo un poco me dijo…
--- Esto es lo que me explicabas que ocurría?
Yo con una sonrisa de oreja a oreja le dije siiii y me dijo… me gusta.
Retuvo la mano sobre mi polla y de vez en cuando movía los dedos como para medirla, yo ya no pudiendo aguantar más le pregunte ¿quieres verla de cerca? Y ella bajando los ojos me dijo…
--- Si quieres tú!!!
Yo como tenía su teta con la mano y el pezón entre los dedos, no me arriesgue a perderlos y le dije…
--- Sácala si quieres, pero con cuidado.
Ella busco lentamente los botones del pantalón y no tardo en encontrar la cabeza que ya se había salido sola del slip, separo el pantalón y la dejo al descubierto a lo largo del lado de su cabeza, el glande le llegaba a la altura del ojo, ladeo la cabeza, lo miro de cerca y le dio un beso tierno y lo apretó con la mano para no soltarlo ya.
Mi mano tenía su teta mas oprimida que un sujetador deportivo y entonces suspiró, tanto de alivio por tener la polla en una mano, como para poder respirar, me cogió la mano de la teta y me la fue bajando por el estomago, después al vientre hasta dejármela en el monte de Venus, yo no me lo esperaba, intuía una maraña de vellos, pero no, tampoco estaba depilada, solo tenía el vello recortado a una altura como la barba de tres días con un corte horizontal arriba los otros haciendo un triangulo hasta antes de llegar a las ingles. Me gustó mucho, pues no demostraba la “picardía” de ir toda lisa.
Contuve el impacto que me produjo el tener la mano apoyada en su pubis, pues ella retiro la suya, dejándome hacer, y sin demostrar impaciencia hablando y hablando afloje el cordón que ataba el pantalón a su cintura.
Como dije en un principio, Bea tenía las piernas cruzadas al comienzo, pero después las dejo reposar a lo largo del sofá, entonces fui pasando la mano sin ninguna dirección definida a lo largo de sus muslos, sobre todo por la parte interior y llegaba justo a las ingles donde retrocedía para subir otra vez, lentamente ella recogió los pies y fue abriendo las rodillas de forma que yo tenía más acceso a su sexo, pero no lo demostré, sino que seguí llegando como limite a las ingles.
Cuando estaba con las piernas abiertas completamente y notaba que al acercarme a las ingles levantaba un poco las caderas, volví a su pubis y tras juguetear un poco con su medio rasurado vello, baje la mano pero separando mis dedos al llegar a sus labios, con lo cual seguía masajeando sus íngles, cada vez levantaba mas las caderas al llegar a ese punto.
Siempre llegaba a la zona del perineo antes de llegar al ano y en una de esos viajes de retorno pase la mano cerrada cobre sus labios notando como estaban húmedos y tibios,
Al cabo de varias pasadas mi dedo corazón se introdujo entre sus labios mojados y los separo metiendo la yema del dedo entre sus labios menores completamente mojados, así lubricado seguí hacia arriba pero siempre sin llegar a tocar el clítoris,
Su cadera parecía una montaña rusa subiendo y bajando, yo poco a poco fui introduciendo un poco más la punta del dedo dentro de su empapada vagina y volvía cerca del ano, después de profundizar bastante acompañe al dedo corazón también el anular, los agradeció bastante pues aun abrió las piernas si cabe más aun.
Ya estaban los dedos completamente mojados cuando deslice uno más abajo y rodee el ano aprovechando la humedad, inmediatamente cerro las piernas atrapándome la mano y me miro, yo le sonreí y como desagravio al volver roce con el dedo el clítoris por la parte de encima, lo que le hizo suspirar.
Después de esos leves roces volvió a mojarme el dedo, pase alrederor del ano a una distancia mayor el dedo, ya no hizo tanta reacción, lo que me animo a seguir mojándome los dedos y acercarme mas al agujero.
Como es normal lo tenia pequeño y muy apretado pero al notar que no tenia intención de hacerle daño, noté como se distendía y poco a poco se hacia mas suave, yo como premio acariciaba de pasada el clítoris o lo apresaba con dos dedos descubriéndole la piel, la situación era muy placentera en parte por el clima de confianza que reinaba en el ambiente. Mis incursiones por el ano eran cada vez mas osadas y detenia el dedo suavemente sobre el agujero hasta que notaba que distendía el esfínter y al estar mojado no me costaba mucho introducirlo algún milímetro cada vez.
Ahora la situación ya era el paseo de la mano desde el monte de Venus entrada en la vagina y masaje en el ano y al volver, roce al clítoris, mientras con la otra mano le acariciaba el pelo, la cara, el cuello y el principio de los senos, mientras ella asía sin soltar mi pene duro.
Como estábamos en la misma posición mucho rato nos acomodamos mejor y al incorporarse aproveche para quitarme el pantalón y los slips, entonces ella se animo y se quito la camiseta y el pantalon que ya llevaba a media pierna. Y volvimos a sentarnos más cómodos y mas al medio del sofá.
Yo me sente mas recostado, con lo cual apoyaba el culo en el borde del asiento y ella apoyo su cabeza sobre mi vientre.
La verdad es que la visión de un cuerpo tan joven y tan “virginal” me producía un desasosiego, que me hacia pensar a toda velocidad, para no romper la magia.
Al recostarse sobre mí, su cabeza ya no estaba tan baja y mi polla y compañia estaban a la altura de su hombro a cierta distancia, yo a la vez mejore la postura ya que mi mano no tenía que alargarse tanto, con lo cual estábamos más a gusto aun si cabe.
Naturalmente ya al acostarse separó la piernas, pero esta vez una dejada llegar hasta el suelo y la otra sobre el respaldo del sofá.
Yo a la vez le veía mejor la cara y las expresiones y tenia sus dos tetas completamente al alcance de mi mano izquierda. Mientras la suya cogía mi polla y le iba descubriendo el glande alternativamente despacio.
Me cogió mi mano derecha y me la beso en la palma y me la guio otra vez hacia su vientre, yo naturalmente rodee cariñosamente el ombligo y seguí hasta llegar a la alfombra recortada y seguí con mis dedos hasta mojármelos en el húmedo coño.
En esta ocasión ya esperaba el dedo porque ya no hizo extrañeza y al notar el segundo que entraba lo agradeció, incluso cuando volví a insistí con el dedo sobre su ano ya no estaba rugoso sino suave como el de una niña.
Para probar elegí el dedo anular, más fino y mojado como estaba empecé a empujar suavemente, pero costaba en entrar, con lo que metí mi dedo corazón en su vagina hasta el fondo y con el pulgar acariciaba al clítoris, con lo que parece que se olvidó un poco del otro dedo, hasta que cuando quiso darse cuenta, ya lo tenía dentro hasta la mitad. Después comprobó que no era tan malo como esperaba y aun se relajo mas con lo que lo enterré hasta el fondo, acariciandole las paredes intestinales sedosas mientras con el corazón lo notaba dentro de la vagina con sus rugosidades y se masajeaban entre ellos, pero el más efectivo era el pulgar que ya había descubierto del todo el clítoris y lo rodeaba completamente hinchado y rosado.
Sus labios mayores estaban totalmente abiertos enrojecidos y hinchados y los menores mojadísimos y abiertos como una flor. Mis dedos aparecían y desaparecían dentro de ellos al compás de sus caderas y de su mano sobre mi polla. Mi otra mano rodeaba sus tetas indistintamente y las levantaba cogidas de los pezones con cuidado de no dañarlos pero que no ofrecían resistencia, sino que parecían servir de asidero dado el tamaño que presentaban.
Su mirada estaba perdida gozando del momento y entonces intente añadir al dedo del ano el dedo corazón, la sorpresa fue mía pues casi no lo noto, incluso yo diría que absorbía los dos desde dentro, poco a poco fui acelerando hasta que volví a meterlos en la vagina esta vez solo uno, después dos y el tercero siguió sin más, lo cual animo al cuarto, mientras el pulgar se encargaba del clítoris masajeándolo de lado a lado o circularmente.
Llego un momento que cogió mi polla, se la acerco a los labios y le dio un largo beso en el tronco para después levantar las cadera tanto que se quedo haciendo un arco con el culo elevado y dejando de lado mi polla, giro la cabeza hacia mi pecho y con un quejido parecido a un lamento seguido de dos o tres convulsiones se quedo unos instantes quieta en el aire y cayó sobre el sofá completamente extenuada. Al estar un momento respirando agitadamente estuve quieto, hasta que lentamente se relajo y quedo dormida.
Yo me escurrí a su lado, le puse una almohada bajo la cabeza y una sabanita sobre su cuerpo y me fui a la ducha para rebajar la erección brutal que llevaba y asimilar un poco lo que había pasado.
Continuará…
Me traje del trabajo una tablet que no usaba para nada y me dediqué a recorrer los chats buscando a alguna de ellas.
Al principio me costo que me contestaran y me admitieran como amigo, pero con insistencia y dando grandes rodeos llegaron a consultarme, en confianza de hombre (por supuesto joven como ellas) las cosas que más nos gustaban a los hombres y nuestras debilidades…
Yo casi salto de alegría, pues ya estaba en el club aun sin estar invitado. Pero fui dándoles ideas por donde debían actuar, a la vez me di cuenta de que la amiga si tenía bastante experiencia pero Bea era bastando inocente en el tema y se dejaba llevar.
Me enteré de que Bea ya no era virgen (aunque lo daba por hecho) pero fue de una forma totalmente ruda en un wc. de una discoteca y con alguien que ni siquiera conocía y que ni se molesto en despedirse y lo hizo por no hacer el ridículo ante las amigas.
Por ese motivo estaba tan “verde”, yo estaba allí, confiaba conmigo y no la comprometería, o sea el plan ideal para coger experiencia.
Yo desde el chat le iba dirigiendo, a la vez que aconsejando de los peligros de salir sin precauciones y eso le daba más confianza porque notaba que yo no quería hacer nada con ella.
Todo esto la confió y una tarde lluviosa que no salimos estaba yo en el sofá, vino ella y se sentó a mi lado y viendo la película aburrida se apoyo en mí, yo me hice el desentendido y al rato se levanto de golpe y me pregunto si podía confiar conmigo… yo le dije que si, claro y me insistió que era muy intimo el tema. Yo juré y perjuré, entonces me conto que no tenía experiencia con los chicos y que…. ya no era virgen pero me conto los detalles como justificación, en fin de como sus amigas se reían de ella y al primero que paso se lo propuso, se fueron al servicio de chicas, se subió la falda hasta los riñones y el chico se puso un condón, la cogió de las caderas se la metió, se corrió, tiró el condón a la papelera y se fue, así que ella ni se la vio, ni se la tocó, ni se enteró. Un desastre, entonces me dijo que le podía explicar lo que era el sexo en realidad, pues cada uno con los que habla le decía una cosa.
Yo vi el cielo abierto, y me dije… vamos a empezar por el principio y bien. Le pregunte que me pusiera al corriente de lo que ya sabia y me dijo que casi nada.
Me tuve que armar de paciencia y explicarle en principio los órganos sexuales, como son y cómo funcionan y me escuchaba con los ojos como platos, como la conversación se prolongaba bastante ella se fue acomodando y se tumbo a lo largo del sofá y apoyo la cabeza en mi pierna que estaba en un lado, me miraba hacia arriba y yo le explicaba lo mejor posible la teoría,
En un momento dado tuvo un momento de regocijo y como estaba a gusto me cogió una mano y se la puso sobre su estomago, yo con la otra le explicaba.
Tanto hablar, preguntar y responder su mano con la mía bajo la suya, fue subiendo hasta primero rozar la base de sus pechos, yo notaba la separación entre los dos pero ella ni empujaba ni soltaba, solo apoyaba y yo pues quieto.
El tema daba para mucho, que si los chicos que si sus intenciones, etc., parecía que con sus padres no había tenido ninguna conversación...
En un momento dado dio un respingo y subió su mano, siempre con la mía debajo hasta ponerla sobre su pecho izquierdo…ahhh yo notaba toda la redondez dura, suave y a la vez áspera en la zona del pezón, pero allí se quedo, yo apenas movía un poco los dedos abarcando todo el pecho, para demostrarle que sabía que le estaba cogiendo la teta, pero como única reacción solo note que en un principio las piernas las tenia cruzadas y poco a poco las iba abriendo.
Yo como iba con el pantalón corto de esta por casa y tenía su cabeza sobre mi pierna derecha notaba que se me estaba poniendo una erección más que anormal. Además como ella tenía el pelo largo caia en mi regazo y de vez en cuando se lo arreglaba con lo cual su mano pasaba rozando mi polla.
Yo sufria una incomodidad grande pues la polla aumentaba considerablemente y dentro del slip no se podía estirar, con lo que en en momento aproveche que levanto la cabeza pera arreglármelo y ponerlo recto, claro que entoncer rozaba su cabeza.
Ella lo noto y aunque no dijo nada, yo me di cuenta porque se pezón se puso duro como un garbanzo, parecía mentira que normalmente no se le notaban y ahora se clavaba en mi palma de la mano.
En uno de los movimientos de su mano el pezón quedo entre mis dedos con lo que fue mi excusa para pellizcárselo levemente, a lo cual respondió piniendose la areola como papel de lija y un leve suspiro se le escapo de los labios.
Parece que ella también se animó a progresar y en uno de los movimientos de arreglo del pelo puso su mano sobre mi polla caliente y dura.
Me miro a los ojos y sonriendo un poco me dijo…
--- Esto es lo que me explicabas que ocurría?
Yo con una sonrisa de oreja a oreja le dije siiii y me dijo… me gusta.
Retuvo la mano sobre mi polla y de vez en cuando movía los dedos como para medirla, yo ya no pudiendo aguantar más le pregunte ¿quieres verla de cerca? Y ella bajando los ojos me dijo…
--- Si quieres tú!!!
Yo como tenía su teta con la mano y el pezón entre los dedos, no me arriesgue a perderlos y le dije…
--- Sácala si quieres, pero con cuidado.
Ella busco lentamente los botones del pantalón y no tardo en encontrar la cabeza que ya se había salido sola del slip, separo el pantalón y la dejo al descubierto a lo largo del lado de su cabeza, el glande le llegaba a la altura del ojo, ladeo la cabeza, lo miro de cerca y le dio un beso tierno y lo apretó con la mano para no soltarlo ya.
Mi mano tenía su teta mas oprimida que un sujetador deportivo y entonces suspiró, tanto de alivio por tener la polla en una mano, como para poder respirar, me cogió la mano de la teta y me la fue bajando por el estomago, después al vientre hasta dejármela en el monte de Venus, yo no me lo esperaba, intuía una maraña de vellos, pero no, tampoco estaba depilada, solo tenía el vello recortado a una altura como la barba de tres días con un corte horizontal arriba los otros haciendo un triangulo hasta antes de llegar a las ingles. Me gustó mucho, pues no demostraba la “picardía” de ir toda lisa.
Contuve el impacto que me produjo el tener la mano apoyada en su pubis, pues ella retiro la suya, dejándome hacer, y sin demostrar impaciencia hablando y hablando afloje el cordón que ataba el pantalón a su cintura.
Como dije en un principio, Bea tenía las piernas cruzadas al comienzo, pero después las dejo reposar a lo largo del sofá, entonces fui pasando la mano sin ninguna dirección definida a lo largo de sus muslos, sobre todo por la parte interior y llegaba justo a las ingles donde retrocedía para subir otra vez, lentamente ella recogió los pies y fue abriendo las rodillas de forma que yo tenía más acceso a su sexo, pero no lo demostré, sino que seguí llegando como limite a las ingles.
Cuando estaba con las piernas abiertas completamente y notaba que al acercarme a las ingles levantaba un poco las caderas, volví a su pubis y tras juguetear un poco con su medio rasurado vello, baje la mano pero separando mis dedos al llegar a sus labios, con lo cual seguía masajeando sus íngles, cada vez levantaba mas las caderas al llegar a ese punto.
Siempre llegaba a la zona del perineo antes de llegar al ano y en una de esos viajes de retorno pase la mano cerrada cobre sus labios notando como estaban húmedos y tibios,
Al cabo de varias pasadas mi dedo corazón se introdujo entre sus labios mojados y los separo metiendo la yema del dedo entre sus labios menores completamente mojados, así lubricado seguí hacia arriba pero siempre sin llegar a tocar el clítoris,
Su cadera parecía una montaña rusa subiendo y bajando, yo poco a poco fui introduciendo un poco más la punta del dedo dentro de su empapada vagina y volvía cerca del ano, después de profundizar bastante acompañe al dedo corazón también el anular, los agradeció bastante pues aun abrió las piernas si cabe más aun.
Ya estaban los dedos completamente mojados cuando deslice uno más abajo y rodee el ano aprovechando la humedad, inmediatamente cerro las piernas atrapándome la mano y me miro, yo le sonreí y como desagravio al volver roce con el dedo el clítoris por la parte de encima, lo que le hizo suspirar.
Después de esos leves roces volvió a mojarme el dedo, pase alrederor del ano a una distancia mayor el dedo, ya no hizo tanta reacción, lo que me animo a seguir mojándome los dedos y acercarme mas al agujero.
Como es normal lo tenia pequeño y muy apretado pero al notar que no tenia intención de hacerle daño, noté como se distendía y poco a poco se hacia mas suave, yo como premio acariciaba de pasada el clítoris o lo apresaba con dos dedos descubriéndole la piel, la situación era muy placentera en parte por el clima de confianza que reinaba en el ambiente. Mis incursiones por el ano eran cada vez mas osadas y detenia el dedo suavemente sobre el agujero hasta que notaba que distendía el esfínter y al estar mojado no me costaba mucho introducirlo algún milímetro cada vez.
Ahora la situación ya era el paseo de la mano desde el monte de Venus entrada en la vagina y masaje en el ano y al volver, roce al clítoris, mientras con la otra mano le acariciaba el pelo, la cara, el cuello y el principio de los senos, mientras ella asía sin soltar mi pene duro.
Como estábamos en la misma posición mucho rato nos acomodamos mejor y al incorporarse aproveche para quitarme el pantalón y los slips, entonces ella se animo y se quito la camiseta y el pantalon que ya llevaba a media pierna. Y volvimos a sentarnos más cómodos y mas al medio del sofá.
Yo me sente mas recostado, con lo cual apoyaba el culo en el borde del asiento y ella apoyo su cabeza sobre mi vientre.
La verdad es que la visión de un cuerpo tan joven y tan “virginal” me producía un desasosiego, que me hacia pensar a toda velocidad, para no romper la magia.
Al recostarse sobre mí, su cabeza ya no estaba tan baja y mi polla y compañia estaban a la altura de su hombro a cierta distancia, yo a la vez mejore la postura ya que mi mano no tenía que alargarse tanto, con lo cual estábamos más a gusto aun si cabe.
Naturalmente ya al acostarse separó la piernas, pero esta vez una dejada llegar hasta el suelo y la otra sobre el respaldo del sofá.
Yo a la vez le veía mejor la cara y las expresiones y tenia sus dos tetas completamente al alcance de mi mano izquierda. Mientras la suya cogía mi polla y le iba descubriendo el glande alternativamente despacio.
Me cogió mi mano derecha y me la beso en la palma y me la guio otra vez hacia su vientre, yo naturalmente rodee cariñosamente el ombligo y seguí hasta llegar a la alfombra recortada y seguí con mis dedos hasta mojármelos en el húmedo coño.
En esta ocasión ya esperaba el dedo porque ya no hizo extrañeza y al notar el segundo que entraba lo agradeció, incluso cuando volví a insistí con el dedo sobre su ano ya no estaba rugoso sino suave como el de una niña.
Para probar elegí el dedo anular, más fino y mojado como estaba empecé a empujar suavemente, pero costaba en entrar, con lo que metí mi dedo corazón en su vagina hasta el fondo y con el pulgar acariciaba al clítoris, con lo que parece que se olvidó un poco del otro dedo, hasta que cuando quiso darse cuenta, ya lo tenía dentro hasta la mitad. Después comprobó que no era tan malo como esperaba y aun se relajo mas con lo que lo enterré hasta el fondo, acariciandole las paredes intestinales sedosas mientras con el corazón lo notaba dentro de la vagina con sus rugosidades y se masajeaban entre ellos, pero el más efectivo era el pulgar que ya había descubierto del todo el clítoris y lo rodeaba completamente hinchado y rosado.
Sus labios mayores estaban totalmente abiertos enrojecidos y hinchados y los menores mojadísimos y abiertos como una flor. Mis dedos aparecían y desaparecían dentro de ellos al compás de sus caderas y de su mano sobre mi polla. Mi otra mano rodeaba sus tetas indistintamente y las levantaba cogidas de los pezones con cuidado de no dañarlos pero que no ofrecían resistencia, sino que parecían servir de asidero dado el tamaño que presentaban.
Su mirada estaba perdida gozando del momento y entonces intente añadir al dedo del ano el dedo corazón, la sorpresa fue mía pues casi no lo noto, incluso yo diría que absorbía los dos desde dentro, poco a poco fui acelerando hasta que volví a meterlos en la vagina esta vez solo uno, después dos y el tercero siguió sin más, lo cual animo al cuarto, mientras el pulgar se encargaba del clítoris masajeándolo de lado a lado o circularmente.
Llego un momento que cogió mi polla, se la acerco a los labios y le dio un largo beso en el tronco para después levantar las cadera tanto que se quedo haciendo un arco con el culo elevado y dejando de lado mi polla, giro la cabeza hacia mi pecho y con un quejido parecido a un lamento seguido de dos o tres convulsiones se quedo unos instantes quieta en el aire y cayó sobre el sofá completamente extenuada. Al estar un momento respirando agitadamente estuve quieto, hasta que lentamente se relajo y quedo dormida.
Yo me escurrí a su lado, le puse una almohada bajo la cabeza y una sabanita sobre su cuerpo y me fui a la ducha para rebajar la erección brutal que llevaba y asimilar un poco lo que había pasado.
Continuará…
5 comentarios - El chat me ayudo con mi sobrina 2
No se si será verdada, pero ojo..... cuando metes un dedito en el culito, nunca uses el mismo para la conchita. Le podes contagiar muchas cosas
Van otros 10 puntines y voy por el tercer relato