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su jefe aprovecho que mi esposo no estaba

Hola como estan les cuento que ya habia pasado tres dias que mi marido viajo por trabajo , realmente estaba y estoy muy caliente, por suerte ayer llamo el jefe de mi marido que ya habiamos tenido algo y el sabiendo que mi esposo no estaba porque viajo por trabajo , llamo para venir a cogerme a mi casa , yo estaba tan caliente que no lo dude y acepte .Caminaba por el departamento desnuda y me miraba en los espejos que encontraba… seguía caliente a pesar de la paja… Luego me vestí lo más sexy que pude, con una tanga pequeñísima, un sostén que apenas contenía mis grandes tetas, una blusa muy escotada y una falda apretada y muy corta. Medias oscuras a medio muslo y tacones altos. Quería parecer una dama por fuera, pero una puta por dentro. Me peiné y maquillé y lo esperé.

Puntualmente a las siete sonó el timbre de la puerta. Allí estaba mi amante de turno, vestido en forma informal, con pantalón claro y polera oscura. Se veía hermoso con su cabello rebelde en la frente, sin la formalidad de la vez anterior. Pasó y me dio un beso en la mejilla, me entregó un ramo de flores, poniendo su mano en mi cintura atrayéndome, lo que hizo que mis tetas se apretaran en su pecho, produciéndome el primer escalofrío. Lo invité a sentarse y me entregó una botella de licor muy fino.

-Esto es para que brindemos por este encuentro -me dijo sonriendo.

-Muchas gracias -respondí- adelante pase por favor -lo invité.



Nos sentamos en el sofá, mi falda por supuesto muy arriba y él mirando mis gruesos muslos.

-¡Salud! -dijo levantando la copa- por este encuentro! -¡Salud! -respondí con entusiasmo- por este encuentro!Sin tener mucho que hablar, él me tomó las manos, diciéndome que lo lo calentaba mucho , quer soy una madre muy sexi.

Nos abrazamos y nos besamos apasionadamente. El con mucha suavidad me despojó de mi blusa y del sostén. Saltaron desnudas mis dos grandes tetas, y él se prendió a ellas, sobándolas y besándolas, chupando mis pezones, lo que produjo en mí una serie de escalofríos de calentura… ¡Por fin estaba en sus brazos! Yo le despojé de su polera besando y acariciando su torso desnudo. Me recostó en el sofá y comenzó a sacarme la falda, una vez solamente con la tanga, me pidió que me levantara, pues su sueño era verme así caminando yo estaba mas que caliente con mi tanga cubriendo solamente la mitad de mis grandes nalgas y apenas mi conchita mojada , comencé a pasear delante de él, levantando mis senos con las manos y moviendo las caderas y el culo, provocando en él una serie de sensaciones.



Me sentía como la puta que llevaba adentro. Se levantó también y se desnudó. Quedó al aire una verga totalmente erecta, grande, y más gruesa que la de mi marido… y la de Carlos… era realmente hermosa.

-¡Ohhhhhhhhhhhhhh que hermosa la tienes…es muy grande! -exclaméNos abrazamos y él me decía que ese era el cuerpo que siempre soñó y con sus manos recorrió cada centímetro de mis tetas, mi espalda, mis nalgas y mis muslos. Lo tomé de la mano y lo conduje al dormitorio matrimonial, mientras le sobaba su pico.



Me recostó en la cama y me abrió de piernas, sin sacarme la tanga empezó a lamerme todo el cuerpo. Comenzó desde los pies, subiendo lentamente por mis piernas, produciéndome escalofríos con su lengua, besó y lamió la parte de mis muslos desnudos y luego corrió un poco la tanga y se dedicó a besar y lamer mi concha, que empapada de jugos latía ansiosa. Me metió su lengua en busca del clítoris, haciéndome una comida de concha que hacía mucho no experimentaba, resultó ser un experto en sexo oral, que es lo que más me gusta… yo gemía, daba grititos y me movía gozaba y acababa como yegua en celo, como una verdadera puta caliente… era demasiado…. Me tenía desesperada, hasta que como en el cuarto orgasmo, logré zafarlo de allí y lo atraje a mí besándonos apasionadamente, en una lucha de nuestras lenguas. Luego, me ubiqué para dejar su rica verga en mi cara, la acaricié con mis manos y mis mejillas… Cielos! Era demasiado grande, pero me di maña para lamerla y meterla en mi boca, dándole una de las mejores mamadas de mi vida se lo chupé con toda mi alma, logrando que acabara tan abundantemente, que su leche llenó mi boca, pero saltó hacia mi cara y tetas, dejándome salpicada ricamente por todos lados.

Él se levantó a servir dos vasos de champaña, los que bebimos totalmente, conversando y acariciándonos todo el tiempo, hasta que nuevamente se recuperó y después de chupárselo otro ratito, lo monté para cabalgarlo. ¡Cielos! Las mujeres que tienen experiencia en cabalgar a sus machos, saben que las vergas entran mucho más profundamente en esa posición… la de el era muy grande y cuando logré ensartármela toda, creí que me partía… la sentí casi hasta mi garganta… pero la gocé tanto pero el sabía usarla, de modo que los gritos que yo lanzaba eran más de placer que de dolor… lo cabalgué por varios minutos, hasta que comencé a acabar de nuevo… uno… dos… tres orgasmos seguidos entre gritos y gemidos, hasta que él se envaró y empujando hacia arriba, me lanzó una andanada de caliente y abundante leche que me dejó casi desmayada…

Nuevamente nos servimos más champaña y nos fumamos un cigarrillo… Estaba agotadísima. mi amante parece que tenía energías todavía, pues volvió a besarme y lamerme todo el cuerpo luego que nos duchamos juntos… cuando llegó a mi concha, él levantó mis piernas y comenzó a lamerme y comerme el agujero posterior, tenia ganas de hacerme la cola , no paraba de besarmela y de meterme su lengua dentro de ella



Me preparó con mucha saliva y luego me untó el agujero y la concha con champaña y después de comerme mucho, puso la cabeza a la entrada de mi culo, yo en cuatro… me dio mucho miedo, pero apreté los dientes y decidí resistir… Con mucha delicadeza, como hombre experimentado, fue metiéndomela poco a poco,,, el dolor fue dando al placer y no me di cuenta cuando tenía la mitad adentro… cuando con un suave, pero firme empujón lo metió todo, un solo grito mío de dolor y placer se sintió, pero comencé a moverme a su ritmo y comencé a gozar tanto que cada embestida de él era un placer para mí… me tuvo taladrando el culo por varios minutos, mientras me agarraba las tetas con sus manos y yo me pajeaba el clítoris con mis dedos… fue fabuloso… hasta que nuevamente logré acabar entre gritos y una andanada de semen inundó mi trasero, en medio de un goce tremendo… No sé cuantos orgasmos llevaba, pero eran muchos… Quedamos los dos , tendidos en la cama matrimonial, con la respiración entrecortada y acariciándonos. Nos duchamos y a instancias mías él se vistió y se fue, no sin antes darle la última mamada y tragarme nuevamente su leche caliente…. Estaba agotada, cansada, pero tan satisfecha, que me tendí en la cama desnuda con mi boca con sabor a semen y dormí como angelito hasta el día siguiente.

4 comentarios - su jefe aprovecho que mi esposo no estaba

Blues_Local1
Riquisimo! Si estas sola y caliente puedo ir a hacerte compañia 😉
AlejandroMillo14
El único detalle, es q faltaron fotos tuyas putita ( sin la cara al menos )
chelocabito +1
Muy buen relato como siempre!!!estas cada ves mas putita y eso me encanta,ll q si tu marido va a vivir de viaje ahora y el jefe lo va a aprovechar muy bien a esos viajes jajaja,+10
alisurfskate +1
Me dejaste caliente hermosa saludos desde mexico