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Mi esposa y su sobrino II

Saludos comunidad poringuera

Como les dije, con Amelia nunca habíamos tenido ningún tipo de problema en nuestras relaciones sexuales, al contrario, nuestra fogosidad siempre nos llevó a explotar conjuntamente nuestras fantasías, hasta que un día y sin previo aviso, Amelia inició un romance con Rodrigo quién es su sobrino y que además es un mocoso de dieciséis años, a quién de paso hemos educado y criado conjuntamente ya que nuestra relación siempre fue muy cercana.

Rodrigo y yo siempre nos llevamos muy bien, el padre del chico por cuestiones de trabajo siempre está de viaje, es por esta razón que muchas veces me ha tocado enfrentar a mí temas relacionados con su crecimiento. Por ejemplo fui yo quién lo rescató la primera vez de la comisaría de policía cuando el mocoso se enfrentó a los puños con otro adolescente por "el amor" de una muchacha, evidentemente nunca dijimos nada de lo ocurrido a sus padres; lo mismo ocurrió cuando en un recorrido entre nuestra casa y la escuela la maleta de Rodrigo estaba abierta y en un frenazo todas sus pertenencias escolares, incluyendo un poco de marihuana y una pipa terminaron en el piso del automóvil, esta escena fue patéticamente divertida porque me reí tanto con él por su joven estupidez, sin embargo le "confisque" la pipa y la marihuana y los disfruto alegremente en mi casa de vez en cuando.

El asunto es que el muchacho y yo mantenemos una relación muy estrecha. Y es evidente que lo que está ocurriendo de alguna manera nos había distanciado mucho. En lo personal a mí me afectaba lo que ocurría ya que, como les dije en el relato anterior, a Rodrigo lo quiero como si fuese mi propio hijo.

Así que decidí que debía armar un plan de acción para enfrentar a Rodrigo y saber detalladamente lo que estaba pasando, cómo había llegado a seducir a Amelia, cómo se sentía cada vez que follaba con ella, si tenía intención de mantener la relación con mi esposa o si estaba simplemente explorando las posibilidades.

Pero para lograrlo, antes quería hacerlo sufrir un poco. Bueno, la verdad es que sufrió mucho.

Como casi todos los adolescentes de esta época, Rodrigo tiene un celular de alta gama, mucho más sofisticado de lo que necesita realmente, selfies, fotos para el Facebook, Snap, WhatsApp, twitter y muchísimos juegos son todas las aplicaciones que tiene; y como casi todo adolescente, su seguridad para la protección de datos es mínima. No me costó nada deducir el patrón de seguridad de su teléfono, bastó simplemente ir a dos funciones de cine y un partido de fútbol para poder descubrir y recordar su patrón de seguridad. Una vez hecho esto, programé un pequeño troyano que introduje en su teléfono a través de un mensaje de correo electrónico con varios archivos que descargó, irónicamente, el mensaje era que debía descargar esos archivos para mejorar su seguridad, y una vez hecho esto no fue difícil espejear en un servidor todo el contenido del disco duro de su dispositivo móvil y también de su memoria externa.

Cuando tuve todo el material en mis manos, me impresionó la cantidad de babosadas que este tipo había creado a partir de su relación con mi esposa.

Para empezar el muy idiota había creado un grupo de Whatsapp con los pervertidos de sus amigos en donde había empezado a compartir toda la información de las cosas que habían ocurrido con Amelia. Desde el inicio de su aventura sexual en las clases de yoga, incluso invitándolos para que participaran en sus ejercicios y pudieran apreciar el pedazo de hembra que se estaba follando. Fotos, videos, grabaciones de audio, eran regulares en este grupo. Con los consabidos comentarios de niños del tipo "Uy, que buena vieja te estás comiendo hermano, ojalá que nos la compartas un día", "Si yo fuera tu me la llevaría lejos de aquí, así me paga la universidad y me chupa la polla cuando se lo pida", "El orto de esa mamasita no se merexxx tu verga tan minúscula, dámela para que sienta lo que es un varón de verdad" y muchísimas más tonterías por el estilo.

Entre las fotos y videos la protagonista principal, claro, era Amelia. Los primeros videos, de hace unas cuantas semanas atrás, son de las clases de Amelia, en las que Rodri participaba, se nota que cuando Amelia estaba concentrada en los ejercicios Rodrigo se enfocaba en conseguir la mejor toda de su culo, sus tetas, sus piernas y sus poses, que por cierto son muy sugestivas.

Había un audio, que no se porqué ni cómo logró registrar, que es cuando Amelia descubre la perversión de su sobrino, se nota claramente a una Amelia muy molesta y enojada con Rodrigo, en donde le reclama por su forma de actuar y éste muestra mucho arrepentimiento. El muchacho dice en el audio que de alguna manera debe comprender que es una mujer que está muy guapa, que tiene un cuerpo muy seductor y que además no estaba haciendo nada estrictamente malo, solamente obteniendo un registro para sus pajas nocturnas, ya que hace tiempo que no había logrado coger con nadie. -¿Con nadie?- preguntó Amelia, -Con nadie- respondió Rodrigo. Y el audio terminó ahí.

Los siguientes ya son videos estrictamente pornográficos. Amelia chupando la verga de Rodri en el baño del gimnasio, Rodri manoseando a Amelia en el automóvil, el culo de Amelia en primer plano siendo azotado por las manazas del muchacho en lo que parecía un parque, un video estático de cuando estuvieron en mi casa y los descubrí follando en mi cama, más videos de Amelia pajeando a Rodrigo en el metro, un video muy perturbador de los dos follando en un supermercado, mientras dos hombres mayores se masturban frente a ellos, otro que casi no se podía ver, pero era claramente un concierto en el que Amelia está abrazada y apoyada sobre el pecho de Rodri, mientras detrás de ella unas cinco manos se dan gusto metiendo los dedos en el culo y vagina de mi mujer mientras ella gime y sus gemidos se escuchan por sobre la música.

En resumen: mi sobrino había convertido a mi mujer en su puta particular.

Esto me provocaba una sensación dicotómica. Por un lado lo odiaba por hacer esto con ella y los odiaba a los dos por querer mantener esto oculto, y por otro lado me proporcionaba un inmenso placer ya que yo también había convertido a Amelia en una puta avezada, ya que con su sentimiento de culpa había accedido a hacer realidad mis más secretos deseos. Hace algunos días pagué a cinco prostitutas para que sean parte de mi Harém particular, y Amelia era quién debía comandar las cosas que debían hacerme, escenas de actos lésbicos, juguetes, cadenas, esposas, látigos, máscaras, cocaína, alcohol y muchísimo sexo fue una de mis fantasías que nunca había podido lograr con mi mujer porque ella no concebía que podía estar con más de dos mujeres en la cama; aquella noche mi venerada Amelia no solo folló conmigo, sino que ordenó a todas las putas que estaban en la habitación lo que debían hacer y yo también les ordené todo lo que debían hacer con Amelia; después de esa noche no me habló todo un día, hasta la siguiente noche, donde la llevé a un sauna, donde se dedicó a mamar la verga de 3 viejos que estaban en la habitación, tragarse su leche y hacer un beso negro a cada uno de ellos, mientras yo la cogía indiscriminadamente por el culo y su apretado coño.

En todo caso y volviendo a mi conversación con Rodrigo; metí toda la información del disco que había espejeado y cité a mi sobrino a una reunión en un bar cercano a su preparatoria. Cuando llegó el muchacho, era obvio que estaba algo nervioso ya que nunca lo había citado sin una razón aparente, siempre había un partido de fútbol, una película, una comida de por medio. Dejó su mochila en el espaldar de la silla y se sentó frente a mí.

-Rodri, tenemos que hablar

-¿Que pasa pap.... tío?

-Mira lo que tengo...

Encendí mi MacBook Pro que tenía frente a mí y presioné la barra espaciadora para que el video se empiece a reproducir, era el video de Amelia en el gimnasio chupando la verga de Rodri con los pantalones de yoga por las rodillas, su blanco culo al aire y la imagen de fondo era el reflejo de Rodri con una cara de éxtasis monumental. No pasaron cinco segundos y el rostro del sobrino de mi mujer se había puesto blanco como la leche amarga, a los diez segundos las primeras gotas de sudor frío empezaron a aparecer en su frente y el vello de sus brazos se había erizado como si una corriente de viento helado lo hubiese atravesado en toda la espalda.

Bingo. El chico estaba asustado de muerte.

Y yo quería usar eso a mi favor.

-¿Có... có... cómo obtuviste eso? Eso... eso.. es personal

-Mocoso hijo de las mil putas. ¿Te follas a mi esposa, y tienes el puto descaro de decirme que eso es personal? ¿Quién mierda te crees que eres?

No respondió nada, solamente había abierto esos lindos ojos verdes tanto que parecía que se iban a salir de sus órbitas. Tenía la boca tan abierta, que no pude resistir y le di un sonoro golpe en la quijada, que cerró brutalmente su mandíbula y se mordió la lengua. Un chorrito de sangré manó inmediatamente de su boca y se escapó por la comisura de sus labios.

-Afuera te están esperando tres matones, van a desfigurar tu linda carita de cerdo putito que tienes, con una navaja van a arrancarte un ojo. Y para que nunca vuelvas a ir metiéndote con las mujeres de otros, van a usar esa misma navaja para cercenarte un testículo, cuando te haya pasado el desmayo por el dolor que vas a sentir, van a hacer lo mismo con el otro y finalmente van a cortar esa verguita perfecta que te cargas y se la van a dar de comer a las cabras.

Efectivamente, fuera del establecimiento estaban tres amigos míos de una compañía de guardaespaldas a quienes había invitado una botella de tequila para que se pararan con esa cara única de matones que tienen y espantaran al niño que era mi sobrino.

En la cara de Rodri ya no había sorpresa, sino auténtico terror. Sus ojos estaban rojos y llenos de lágrimas, su boca se había convertido en un puchero tembleque y se había meado en los pantalones, el olor a ácido único había impregnado nuestra esquina del local.

-¡No por favor tío! Amelia me dijo que lo sabías todo, que lo aprobabas todo, yo solamente quería aprender a tener sexo

-Y una mierda, te hubieras acostado con una puta.

-¡Nunca quise acerte daño!- Las lágrimas empezaron a correr a través de sus mejillas y los mocos colgaban de su nariz

-Me has decepcionado Rodrigo, yo te quise como un hijo. Ahora estás muerto para mí.

-¡No tío! ¡No me hagas daño!

-Este disco lo voy a dejar en tu casa, lo va a ver tu madre, tu padre y olvídate de nosotros. Nos largamos de este país.

Cerré mi computador y lo guardé en mi portafolio, luego me levanté ruidosamente de la mesa

-¡Tío, haré lo que quieras, pero no le enseñes esto a mi mamá!- gritó Rodrigo.

Los rostros de las personas en las mesas aledañas se volvieron hacia el niño llorón que sangraba profusamente por la boca y que se había meado encima.

Me dí la vuelta, lo miré con odio, aunque por adentro en realidad estaba disfrutando como nadie la situación.

-¿Lo que quiera?

-Sí, lo que quieras tío, pero por favor no hagas público esos videos

-Quiero que sigas follando con Amelia

Tuve que hacer un esfuerzo sobrehumano por no reír ahí mismo. La cara de Rodrigo se había convertido en una escultura a la estupefacción. Había pasado del terror más puro a la incertidumbre más atónita en apenas un microsegundo

-¿¡Que quieres que yo que... pero... pero...!?

-Que sigas follando con Amelia. Y que no le digas nada de lo que ocurrió aquí. Tampoco puedes resetear tu teléfono, seguirás registrando todo lo que hagas con ella. Te vas a convertir en mi informante, quiero saber todo lo que hacen, a dónde van, con quién, si vas a seguir como el amante de Amelia, quiero saberlo todo y ella no sabrá nada.

-¿No me quieres partir la madre?

-También, pero no ahora. Además vas a hacer absolutamente todo lo que quiero que hagas. Si te digo te vas al carrusel com Amelia, tu vas al carrusel con Amelia. Si te digo, esta noche eres una barbie para Amelia, no me interesa como carajo lo haces, pero te convierte en una barbie para Amelia, si te digo que eres homosexual, te vuelves homosexual... En resumen te conviertes en mi muñeco

-...

Rodrigo no dijo nada por cinco segundos, por un breve momento pensé que todo mi plan se venía abajo, pero lo tenía agarrado por los guevos y no tenía otra opción que aceptar lo que le estaba ofreciendo, de lo contrario, toda su vida conocida se iría al garete.

-Vale, me convierto en tu muñeco

CONTINUARA...

4 comentarios - Mi esposa y su sobrino II

ultramiron +1
como diria el sr burns: Excelente.
AngerB +1
Como seguirá esta historia?...