Como sabrán los que me siguen hace un tiempo, fui relatando hechos que sucedieron un tiempo atrás. Desde mi primer relato, donde era aun alumna del colegio secundario, hasta estos últimos con 27 años. En los últimos meses (hace poco cumplí 28), empecé una relación que voy a ir contando en tiempo real, casi.
Un par de meses atrás, el estudio para el cual trabajo solicitó cotización para renovar todo el equipamiento informático. Así fue que llegó un técnico a ver la oficina para hacer el presupuesto. El día que llegó, se dio la casualidad que estaba yo sola, por lo que me tocó atenderlo a mi.
Luego de mostrarle el lugar, se quedó charlando conmigo un rato más y se fue. Noté cierta química desde el primer momento aunque no pasó nada. Segunda visita, miradas, sonrisas y facebook. En la oficina el trato era formal, pero afuera empezamos a agarrar más confianza.
Este chico, que para nosotros será "Christian", tiene 33 años. No es de Capital; sino de un pueblo/ciudad de la provincia de Buenos Aires. Está viviendo acá con la hermana, que está estudiando desde hace unos años.
Un día, me invitó a salir a tomar algo, luego del trabajo. Acepté sin problemas. Seguimos las charlas que habíamos tenido por chat, pero ahora cara a cara. Si bien el chico no era tímido, no era un lanzado y se notaba que pensaba cada movimiento. Desde una mirada, una sonrisa, hasta un calculado roce de su mano con la mía.
Cuando salimos del bar, me acompañó hasta mi departamento caminando (no era lejos). En una esquina, esperando cruzar, me agarró de la cintura y me besó. Con fuerza. Con pasión. Me aprisionó contra su cuerpo de manera que no podía escapar.
Como si nada seguimos charlando hasta que llegamos a mi departamento. "Hoy no va a poder ser", le dije señalando hacia arriba. Esa semana, estaba "en mis días", y por más que me moría de calentura (hacía bastante tiempo venía atendiendome solita), no daba para la primera vez.
Nos cruzamos un par de veces en la oficina, las charlas por chat se espaciaron; hasta que un fin de semana me decidí a mover una ficha yo. Estaba con mis amigas en un boliche y le mandé un mensaje, inocente, preguntando que estaba haciendo, que yo estaba en un boliche aburrida.
A la media hora estaba adentro buscándome. Cuando me encontró, nos pusimos a bailar hasta que empezamos a chapar con ganas. De a poco, me fue llevando hasta un rincón. Me apoyó contra la pared y metió sus manos por debajo de mi remera. Rozó mi espalda, apenas con la punta de sus dedos, haciéndome erizar la piel.
Lo separé de mi, lo apoyé contra la pared, y mirándolo con mi mejor cara de puta me di vuelta apoyándole el culo en la pija. Habían empezado a pasar reggaeton, así que aproveché para perrear lo más cerca suyo posible.
No era el típico pibe con el que elegiría garchar, pero en ese momento de abstinencia realmente me calentaba. En ese momento era lo que estaba a mano, así que no lo dudé.
Me agarró de la cintura y me besó el cuello, mientras yo seguía moviendo mis caderas al ritmo de la música. Sentí como su pija estaba por explotar, al igual que yo. "Vamos", le dije desesperada. Me despedí rápido de mis amigas y salimos.
En el auto nos comíamos la boca en cada semáforo. Mi calentura se había multiplicado por mil. Subimos al departamento lo más rápido posible, y al cerrar la puerta nomás lo abracé besándolo fuerte y empujándolo hacia mi dormitorio. Mientras lo tiraba a la cama, me saqué la remera. Le desabroché el jean y le bajé el boxer casi en un mismo movimiento.
Me puse encima suyo, refregando mi concha contra su verga mientras seguíamos besándonos. Yo me imaginaba una de esas noches donde iba a tener que hacer todo yo (cosa que no me molestaba).
Hasta que me agarró las manos por detrás de mi cintura y con un movimiento rápido me tumbó sobre la cama quedando ahora él encima mío. Yo seguía con las manos atrapadas, y él besándome despacio por cada rincón de mi cuerpo.
De a poco fue bajando, se quedó un rato largo en mis pechos, jugó con mis pezones mientras con sus dedos rozaban el costado de mis tetas. Me encantaba la previa, pero yo estaba re caliente y quería pija! Lo volví a sacar de encima mío y lo puse boca arriba a él.
Le pasé mis uñas sobre su cuerpo (la verdad, me sorprendió el pibe, buen lomo) hasta llegar a su pija. La agarré y le pasé la lengua desde la base a la cabeza. Me aseguré que esté bien dura y me trepé arriba. Estaba (muy) necesitada.
"Te quiero chupar la concha", me dijo casi como un suplicio. Yo también lo deseaba, pero en ese momento no podía pensar en otra cosa que no sea la pija abriéndome la concha. "Después", le dije mientras apuntaba la cabeza de su verga en mi vagina. Me senté despacio, hasta que se fue clavando por completo. Largué un suspiro largo de desahogo cuando la sentí hasta el fondo.
Me empecé a mover despacio, aunque no aguanté mucho tiempo hasta que me descontrolé por completo. Subía y bajaba desesperada sobre la pija de Christian, hasta que acabó. No había aguantado ni 10 minutos, pero yo no había colaborado mucho.
Igualmente, él se levantó, me acostó y sin decir nada (como entendiendo que ese era su deber) abrió mis piernas y me chupó la concha de manera excepcional. Su lengua recorrió todo lo que tenía cerca, me besó, lamió, chupó. Me hizo acabar en menos de un minuto.
Descansamos un rato y después vino un segundo polvo que lo disfrutamos más. Se hicieron las 5 de la mañana y se fue. Hasta aca, nada de otro mundo. Salimos otras veces más, garchamos bien; pero siempre hasta ahi.
Era un buen pibe, pero daba más al perfil de "novio" que de amante salvaje que te deja de cama. Sí era terrible chupándola, y tal vez por eso le seguía dando otras oportunidades.
Pero todo cambió una noche, cuando después del garche se estaba yendo, y vio sobre la mesa un libro que me había prestado una amiga. "50 sombras de Grey". Me lo prestó porque dijo que no podía ser que no lo haya leído. Para no generar problemas lo acepté y lo dejé sobre la mesa tirado. No había llegado a leer ni un capítulo. Cuando él lo vio, se frenó y lo agarró.
- Te gusta este libro?
- Es de una amiga. No lo leí todavía
- Pero sabés de que se trata
- Si, más o menos... vos lo leíste?
- No. Pero se de qué se trata. Hiciste alguna de las cosas que cuentan ahi?
- Algunas, no muchas
- Te gustaría experimentarlas?
Yo tenía cierta idea de que se trataba el libro. De hecho, varias cosas que se relatan las había ya probado y me habían gustado. Aunque no tan extremo. Sentí cierta curiosidad, morbo y calentura, todo al mismo tiempo. Hasta dónde querría experimentar él?
"Si, porqué no", le respondí. Cuando estábamos en la puerta del edificio, me dio un beso mientras acariciaba tiernamente mis mejillas. Todavía tenía una sonrisa en su rostro. Se dio vuelta y fue hacia el auto. A mitad de camino se frenó, me miró y me dijo "la próxima empezamos a jugar".
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La historia completa:
#1 Sometida y entregada
#2 Pagando deudas
#3 Atame y haceme tuya
#4 Suplicando que me hagan la cola
#5 Sacandome las ganas acumuladas
#6 Buscando el 10
#7 Recibiendo regalos navideños
#8 Festejando San Valentín
#9 Polvazo inesperado con algo de morbo
#10 Nena con juguete nuevo
#11 Hasta el eXtremo
#12 Porno Star
#13 Esclava y sumisa
#14 Disfrutando el mundial
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Indice
Un par de meses atrás, el estudio para el cual trabajo solicitó cotización para renovar todo el equipamiento informático. Así fue que llegó un técnico a ver la oficina para hacer el presupuesto. El día que llegó, se dio la casualidad que estaba yo sola, por lo que me tocó atenderlo a mi.
Luego de mostrarle el lugar, se quedó charlando conmigo un rato más y se fue. Noté cierta química desde el primer momento aunque no pasó nada. Segunda visita, miradas, sonrisas y facebook. En la oficina el trato era formal, pero afuera empezamos a agarrar más confianza.
Este chico, que para nosotros será "Christian", tiene 33 años. No es de Capital; sino de un pueblo/ciudad de la provincia de Buenos Aires. Está viviendo acá con la hermana, que está estudiando desde hace unos años.
Un día, me invitó a salir a tomar algo, luego del trabajo. Acepté sin problemas. Seguimos las charlas que habíamos tenido por chat, pero ahora cara a cara. Si bien el chico no era tímido, no era un lanzado y se notaba que pensaba cada movimiento. Desde una mirada, una sonrisa, hasta un calculado roce de su mano con la mía.
Cuando salimos del bar, me acompañó hasta mi departamento caminando (no era lejos). En una esquina, esperando cruzar, me agarró de la cintura y me besó. Con fuerza. Con pasión. Me aprisionó contra su cuerpo de manera que no podía escapar.
Como si nada seguimos charlando hasta que llegamos a mi departamento. "Hoy no va a poder ser", le dije señalando hacia arriba. Esa semana, estaba "en mis días", y por más que me moría de calentura (hacía bastante tiempo venía atendiendome solita), no daba para la primera vez.
Nos cruzamos un par de veces en la oficina, las charlas por chat se espaciaron; hasta que un fin de semana me decidí a mover una ficha yo. Estaba con mis amigas en un boliche y le mandé un mensaje, inocente, preguntando que estaba haciendo, que yo estaba en un boliche aburrida.
A la media hora estaba adentro buscándome. Cuando me encontró, nos pusimos a bailar hasta que empezamos a chapar con ganas. De a poco, me fue llevando hasta un rincón. Me apoyó contra la pared y metió sus manos por debajo de mi remera. Rozó mi espalda, apenas con la punta de sus dedos, haciéndome erizar la piel.
Lo separé de mi, lo apoyé contra la pared, y mirándolo con mi mejor cara de puta me di vuelta apoyándole el culo en la pija. Habían empezado a pasar reggaeton, así que aproveché para perrear lo más cerca suyo posible.
No era el típico pibe con el que elegiría garchar, pero en ese momento de abstinencia realmente me calentaba. En ese momento era lo que estaba a mano, así que no lo dudé.
Me agarró de la cintura y me besó el cuello, mientras yo seguía moviendo mis caderas al ritmo de la música. Sentí como su pija estaba por explotar, al igual que yo. "Vamos", le dije desesperada. Me despedí rápido de mis amigas y salimos.
En el auto nos comíamos la boca en cada semáforo. Mi calentura se había multiplicado por mil. Subimos al departamento lo más rápido posible, y al cerrar la puerta nomás lo abracé besándolo fuerte y empujándolo hacia mi dormitorio. Mientras lo tiraba a la cama, me saqué la remera. Le desabroché el jean y le bajé el boxer casi en un mismo movimiento.
Me puse encima suyo, refregando mi concha contra su verga mientras seguíamos besándonos. Yo me imaginaba una de esas noches donde iba a tener que hacer todo yo (cosa que no me molestaba).
Hasta que me agarró las manos por detrás de mi cintura y con un movimiento rápido me tumbó sobre la cama quedando ahora él encima mío. Yo seguía con las manos atrapadas, y él besándome despacio por cada rincón de mi cuerpo.
De a poco fue bajando, se quedó un rato largo en mis pechos, jugó con mis pezones mientras con sus dedos rozaban el costado de mis tetas. Me encantaba la previa, pero yo estaba re caliente y quería pija! Lo volví a sacar de encima mío y lo puse boca arriba a él.
Le pasé mis uñas sobre su cuerpo (la verdad, me sorprendió el pibe, buen lomo) hasta llegar a su pija. La agarré y le pasé la lengua desde la base a la cabeza. Me aseguré que esté bien dura y me trepé arriba. Estaba (muy) necesitada.
"Te quiero chupar la concha", me dijo casi como un suplicio. Yo también lo deseaba, pero en ese momento no podía pensar en otra cosa que no sea la pija abriéndome la concha. "Después", le dije mientras apuntaba la cabeza de su verga en mi vagina. Me senté despacio, hasta que se fue clavando por completo. Largué un suspiro largo de desahogo cuando la sentí hasta el fondo.
Me empecé a mover despacio, aunque no aguanté mucho tiempo hasta que me descontrolé por completo. Subía y bajaba desesperada sobre la pija de Christian, hasta que acabó. No había aguantado ni 10 minutos, pero yo no había colaborado mucho.
Igualmente, él se levantó, me acostó y sin decir nada (como entendiendo que ese era su deber) abrió mis piernas y me chupó la concha de manera excepcional. Su lengua recorrió todo lo que tenía cerca, me besó, lamió, chupó. Me hizo acabar en menos de un minuto.
Descansamos un rato y después vino un segundo polvo que lo disfrutamos más. Se hicieron las 5 de la mañana y se fue. Hasta aca, nada de otro mundo. Salimos otras veces más, garchamos bien; pero siempre hasta ahi.
Era un buen pibe, pero daba más al perfil de "novio" que de amante salvaje que te deja de cama. Sí era terrible chupándola, y tal vez por eso le seguía dando otras oportunidades.
Pero todo cambió una noche, cuando después del garche se estaba yendo, y vio sobre la mesa un libro que me había prestado una amiga. "50 sombras de Grey". Me lo prestó porque dijo que no podía ser que no lo haya leído. Para no generar problemas lo acepté y lo dejé sobre la mesa tirado. No había llegado a leer ni un capítulo. Cuando él lo vio, se frenó y lo agarró.
- Te gusta este libro?
- Es de una amiga. No lo leí todavía
- Pero sabés de que se trata
- Si, más o menos... vos lo leíste?
- No. Pero se de qué se trata. Hiciste alguna de las cosas que cuentan ahi?
- Algunas, no muchas
- Te gustaría experimentarlas?
Yo tenía cierta idea de que se trataba el libro. De hecho, varias cosas que se relatan las había ya probado y me habían gustado. Aunque no tan extremo. Sentí cierta curiosidad, morbo y calentura, todo al mismo tiempo. Hasta dónde querría experimentar él?
"Si, porqué no", le respondí. Cuando estábamos en la puerta del edificio, me dio un beso mientras acariciaba tiernamente mis mejillas. Todavía tenía una sonrisa en su rostro. Se dio vuelta y fue hacia el auto. A mitad de camino se frenó, me miró y me dijo "la próxima empezamos a jugar".
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La historia completa:
#1 Sometida y entregada
#2 Pagando deudas
#3 Atame y haceme tuya
#4 Suplicando que me hagan la cola
#5 Sacandome las ganas acumuladas
#6 Buscando el 10
#7 Recibiendo regalos navideños
#8 Festejando San Valentín
#9 Polvazo inesperado con algo de morbo
#10 Nena con juguete nuevo
#11 Hasta el eXtremo
#12 Porno Star
#13 Esclava y sumisa
#14 Disfrutando el mundial
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Indice
26 comentarios - #0 Mis 50 sombras
gracias por pasar
¡Buen relato!
gracias por pasar
gracias por pasar
Van 9 puntos
Además ya has contado en otros relatos que te gusta que te den chirlos en el trasero hasta que te lo pongan colorado jajajaja
gracias por pasar
gracias por pasar
exelente relato como siempre!
Hacia rato q no te comentaba!
ahora voy a esperar la secuencia de relatos! 😉
gracias por pasar, y espero disfrutes los proximos 😉
gracias por pasar!
saludos y puntos,