Hola lectores, ante todo gracias por los comentarios que escribieron, espero que este nuevo encuentro con Carlos les guste. También les adjunto una foto, ustedes entenderán porque tapé mi cara.
Como les había comentado en el relato anterior le había confesado a Carlos que me había dado la mejor sesión de sexo de mi vida, ese chico había sacado algo mío que ni yo sabia que lo tenia dentro, y por un lado sabia que esto era una locura, que soy casada y también él es muy menor que yo, pero ya no podía negarlo, este chico había aparecido en mi vida y me había dado vuelta, en todo sentido, como había dicho me costo unos días recuperarme de ese día, afortunadamente el día que volvió mi marido de su viaje ya estaba digamos que bien, no del todo pero por lo menos lo podía disimular.
Mi encuentro con él fue el lunes 12 de este mes, mi marido volvió el viernes de esa semana, y todo fue como si nada, por alguna razón no sentí gran culpa, solo me pasaba por la mente si mi marido no era uno de los responsables de lo que había pasado, quizás si hubiera sido él quien sacara eso dentro mío, nunca hubiera estado con Carlos, y lo que si aseguro es que mientras estuvo mi marido en casa y no poder conectarme casi, y no verlo aunque sea conectado a Carlos, sentía que lo extrañaba, quería saber de él, conozco el amor y esto no era ese sentimiento, es otra cosa, algo que ni yo le encuentro explicación. Mi marido se volvió a ir el lunes de viaje y volvía el miércoles de esta semana, ese lunes apenas se fue a la mañana me conecté, ansiando encontrarlo, y no estaba, lo espere toda esa mañana y nunca se conecto.
Me volví a conectar ese día a la tarde y lo espere hasta que por fin se conecto, fui yo la que fue con prisa a saludarlo.
Hola Carlos! – le dije.
Hola Susana, no te vi mas conectada, pensé que me habías borrado del Messenger y que no querías saber mas nada de mi – me dijo.
No, estaba mi marido por eso no podía conectarme, igual entre cuando podía pero no estabas conectado – le dije.
Ah, esta bien, y decime ¿Qué te pareció nuestro encuentro? – me dijo.
Te voy a ser sincera, y no es para aumentar tu ego ni nada de eso, me diste la mejor cogida de mi vida Carlos, es tal como te lo digo, nunca nadie me había hecho sentir lo que vos lograste, me di cuenta que a mi edad hay cosas que no conozco, o conocía, y vos me mostraste algo de eso – le dije.
Me di cuenta de eso, en serio, y ahora estoy seguro que tu marido no sabe atenderte – me dijo.
Prefiero no hablar de eso, de mi marido, fui muy sincera y clara en lo que te dije, y vos no sos tonto, con eso te dije muchas cosas – le dije.
Esta bien, sabes que quiero de vos? – me dijo.
¿Qué? – le dije.
Tu celular, quiero que me lo des – me dijo.
Ok – le dije.
Solo te pido una cosa Carlos, que respetes los momentos que este mi marido en casa, nada mas que eso – le dije.
Ok, no hay drama – me dijo.
Susana quiero invitarte el viernes a una fiesta ¿Vas a poder? – me dijo.
Si, mi marido vuelve el miércoles pero el viernes a la mañana se vuelve a ir para el sur, ¿Dónde es la fiesta? – le dije.
Es en la casa de un amigo, solo te voy a pedir algo, mejor dicho te lo obligo jajaja – me dijo.
¿Qué cosa? – le dije.
Que esa noche te pongas lo mas sensual que tengas – me dijo.
Ok, veré que me pongo – le dije.
Ahora me tengo que ir Susana, no sé si voy a poder conectarme en estos días, pero te voy a mandar mensajes o te llamo – me dijo.
Ok, acordate que el miércoles hasta el viernes va a estar mi marido – le dije.
Listo – me dijo.
Chau – me dijo.
Chau Carlos – le dije.
Esa noche me acosté y cuando me estaba por dormir me llego un Sms, era él, diciéndome que agendaza su numero, lo agende como "Karina", por las dudas, igualmente mi marido jamás me reviso el celular, pero prefería prevenir, y le contesté el mensaje diciéndole que ya lo tenia agendado y que estaba acostada a punto de dormir, y me contesto diciéndome que el también ya estaba acostado y que me preparara para el viernes que la iba a pasar muy bien, le conteste diciendo que no tenia dudas que así seria, y que tuviera buenas noches y se cuidara, contestándome lo mismo.
Los días que prosiguieron no tuvimos ningún tipo de contacto, hasta el viernes al mediodía que me mando un mensaje al celular preguntándome si mi marido ya se había ido, le conteste que si, y me pregunto hasta cuando estaba sola, y le dije que hasta el lunes, me pregunto si no me había arrepentido de la decisión de ir con él a la fiesta, y le dije que para nada, que todavía seguía con la misma decisión, por ultimo me mando un mensaje diciéndome que no me olvidara de cómo me tenia que vestir, le dije que no me iba a olvidar pero todavía no había decidido que ponerme, me mando otro mensaje diciéndome si yo lo podía pasar a buscar esa noche, le dije que si, que no había problemas, me dio su dirección y me dijo que me esperaba a las 23:00 hs.
El día transcurrió y cené liviano temprano, y a las 21 tenia la bañadera lista para darme una ducha, me recosté en la bañadera y eso me relajo todo el cuerpo, estuve un rato largo hasta que pensé que se me haría tarde, cuando llego la hora de elegir lo que me iba a poner se me hizo bastante difícil, no sabia si ponerme pollera o vestido, dado que eso se vería sensual como me había pedido Carlos, tire varias opciones sobre la cama y no me decidía por nada, y cuando volví a mirar mi placard vi un vestido que me había regalado mi mejor amiga para mi cumpleaños, y que nunca había usado, por varias razones, una porque mi marido me decía que con ese vestido me vería como una cualquiera, y por un lado tenia razón, era demasiado sugerente, lo saque del placard y lo mire un rato, no sabia ni como me quedaría, decidí probármelo, y cuando me mire en el espejo pensé "si saliera a la calle con este vestido y revolear la cartera, me vería como una autentica prostituta"
El vestido era de color negro, ajustado, en la parte de adelante es todo abierto, quedando al descubierto parte de mis tetas y mi ombligo, atado con dos tiras en mi nuca, si bien es un vestido largo, tiene dos tajos que dejan ver bien mis piernas, y gran parte de mi espalda al descubierto, mientras daba vueltas para mirarme bien en el espejo, desistí de usar ese vestido, ya que de verdad me parecía extravagante, en ese momento suena mi celular, voy a atenderlo y era Carlos.
Hola Carlos – le dije.
Hola Susana ¿Estas lista? – me dijo.
No aun no, me falta un poco – le dije.
Ok ya me estoy imaginando lo que te pondrás, y me excita – me dijo.
Jaja la verdad no te imaginas, creo que te sorprenderás – le dije.
Eso espero, te espero – me dijo.
Dale en 30 minutos paso por ahí – le dije.
Llegue hasta la dirección que me había dado y le mande un mensaje a su celular diciéndole que estaba en la puerta, al instante salio y subió al auto
Hola Susana – me dijo y sin dejarme contestarle el saludo se abalanzó sobre mi y comenzó a besarme.
Vaya que me sorprendiste, que vestido te pusiste, estas hecha una perra jajaja – me dijo.
Siempre tan cordial vos nene – le dije.
Jaja parece que no te desagrada porque te tengo acá y para lo que yo quiera – dijo pasando su mano por mi pierna descubierta
Bueno vamos, es en la otra cuadra la fiesta – me dijo.
Llegamos al lugar, estacione y bajamos, cuando me vio, me observo de arriba abajo, y sin ningún pudor me apretó el culo con la mano
Que rica que estas hija de puta, este vestido que elegiste te hace ver bien lo que sos – me dijo.
No le conteste nada, y lejos de enojarme de cómo me trataba, me gustaba, entramos a la fiesta, y me presento a su amigo, que también me miro de arriba abajo, y sin importarle que yo estuviera allí le dijo al amigo que buena vieja que se estaba comiendo, y se largaron a reír los dos, cuando observe para los costados vi que eran todos jóvenes, chicos y chicas que me miraban y se decían cosas, y yo me imaginaba que seria, porque me di cuenta que todos allí iban vestido informalmente, de jeans, remeras, ninguna de las chicas llevaba vestido, yo era la única, y me sentí una tarada, como un sapo de otro pozo.
Carlos me agarro de la mano y me llevo hasta donde estaban las bebidas, me pregunto que quería tomar, y le dije que una cerveza estaba bien, me dio una botellita y él tomaba fernet, cuando miraba hacia los costados seguía viendo las mismas miradas que se clavaban en mi, tanto chicos como chicas, Carlos en ese momento me propuso de bailar, acepte y estuvimos bailando mientras él de vez en cuando me agarraba de la cintura apegándome a él y besarme, y yo respondiéndole a sus besos, estuvimos bailando un rato hasta que me dijo que iba al baño.
Cuando tomo rumbo hacia el baño yo me quede en un costado viendo como los jóvenes bailaban y se divertían, al rato veo que sale Carlos del baño y saluda a una chica, y se ponen a hablar, en ese momento se me pusieron los pelos de punta, no sabia si era amiga, conocida, o que, pero no me importaba, me molestaba que estuviera hablando con esa pendeja, quería ir y sacarlo ya de ahí, espere un momento y intentar calmarme, paso un rato y los veía reírse y hablarse al oído, eso me puso mas furiosa y fui hacia ellos.
¿No me vas a presentar a tu amiga Carlos? – le dije pasándole mi brazo por su espalda.
No es amiga Susana, solo es hermana de un conocido – me dijo.
Igual me la podes presentar ¿No? – le dije.
O mejor me presento yo sola – dije.
Hola me llamo Susana – le dije.
Hola soy Camila – me dijo.
Un gusto nena – le dije despectivamente.
Lo de nena se te habrá escapado – me dijo.
No, para nada, si sos una nena – le dije.
Pero mira vos a la viejita, aparte de ser atorranta es mal hablada – me dijo.
Seré atorranta, pero a vos te falta mucho para tener un hombre como éste – le dije abrazando a Carlos.
Que puta que sos, debería darte vergüenza – me dijo.
Si re puta, pero no de cualquiera nena, te podes ir yendo, quiero estar con mi macho – le dije con una sonrisa.
La pendeja enojada se fue, lo mire a Carlos a los ojos y le sonreí, el respondió mi sonrisa con la suya, pase mis brazos por su cuello y él me tomo de la cintura.
Nunca imaginé que ibas a reaccionar así – me dijo.
Vos tenes la culpa por dejarme sola y ponerte a hablar con esa pendeja chirusa, tengo que defender lo mío – le dije.
Ahí fui yo la que lo beso apasionadamente metiéndole mi lengua bien adentro de su boca jugando con la suya, comencé a acariciarle la nuca con mi mano mientras nuestro beso era cada vez mas apasionado, yo sentí como él me acariciaba la espalda y la suavidad de sus manos fueron encendiéndome de a poco, fui yo la que se apego mas a su cuerpo y seguir acariciándole la nuca y agarrándole los pelos, en ese momento sentí como sus manos bajaban y me empezaba a acariciar el culo, agarrándome con cada mano mis nalgas y las apretaba, o me aprisionaba mas contra suyo, en ese momento no me importaba si alguien estuviera mirando o donde estábamos, me apoyo contra la pared y nos comíamos salvajemente nuestras bocas, mi cuerpo a esa altura estaba en llamas, mi excitación me hacia dar pequeños gemidos ahogados por el beso que nos estábamos dando, o mejor dicho la comida de boca que no estábamos dando.
Entre abrí los ojos y pude ver a varios chicos y chicas mirándonos asombrados por el espectáculo que estábamos dando, algunos se decían cosas y se reían, otros miraban con una cara de no poder creer lo que estaban viendo, en ese momento Carlos dejo mi boca para ocuparse de mi cuello, y yo me ocupe de cerrar los ojos y dejarlo hacer, acercarme a su oído y que oyera mis gemidos cada vez mas agitados
Como me tenes pendejo, como me gusta lo que me haces, me volves loca mmmmmm – le dije entre gemidos
Puso una de sus piernas entre las mías y yo me abrí un poco de piernas para facilitarle lo que quería, sus manos no dejaban de amasar y apretar mis nalgas, yo sentía un fuego crecer en mi vientre y mi respiración se aceleraba cada vez mas, mientras él seguía lamiendo mi cuello intercalando con mi boca.
Necesito que me cojas pendejo, te necesito dentro mío, no aguanto mas, por favor – le dije entre gemidos
Mete la mano entre mis piernas y fijate como me tenes pendejo – le dije.
Con su mano derecha dejo de acariciarme el culo y la paso por delante, yo ayude abriendo un poquito mas mis piernas y metió la mano, sentí sus dedos rozar mis labios vaginales y casi me hace acabar ahí mismo, sentí un escalofrío que invadió todo mi cuerpo, luego sentí uno de sus dedos meterse en mi concha mojada y caliente. Saco el dedo y mis ojos que brillaban de excitación en ese momento, mi cara debe haber sido el retrato perfecto de una perra en celo esperando ser cogida por su macho.
Estas re mojada puta de mierda – me dijo.
Vos me tenes así, vos me tenes que sacar esta calentura, solo vos y tu verga – le dije con voz entre cortada, bajando mi mano y apretándole la verga.
¿Te gusta eso puta? – me dijo haciendo referencia a su verga.
Sabes que me encanta tu verga – le dije apretándosela fuerte.
Ok puta vamos a tu casa – me dijo.
No por favor, no me pidas eso – le dije.
Dale perra, me vas a decir que no te calienta que te coja en la cama que dormís con el carnudo de tu marido – me dijo.
Por favor no me hagas esto – le dije.
Dale puta, agarrame de la mano y llevame, quiero que vean que la puta me lleva a mi a coger – me dijo.
Le agarre la mano y empecé a caminar mirando hacia delante y sintiendo como las miradas se clavaban en mi, y lo que estarían pensando de mi, poco me importaba, solo quería que me cogiera como él sabia hacerlo, y calmara la excitación que tenia en mi cuerpo. Subimos al auto y emprendimos rumbo hacia mi casa, en ese momento se me paso por la cabeza si esto ya no era demasiado, justo en ese momento sentí la mano de Carlos en mis tetas, las acariciaba y las saco del vestido pellizcándome los pezones, y otra vez me hacia suspirar de placer, el viaje a casa solo fue manoseo y hacerme mojar aun mas, hasta que llegamos a casa, le pedí que no se bajara del auto hasta meterlo dentro del garage, por las dudas que algún vecino pudiera mirar, me acomode las tetas dentro del vestido y baje. Una vez dentro del garage entramos a mi casa y él miraba todo conociendo la casa, me agarro de las nalgas y me levanto, alzándome y yo me agarre de su cuello, me pregunto donde quedaba mi cuarto y le dije la ultima puerta a la derecha.
Entramos y me tiro sobre la cama, haciéndome rebotar, se tiro encima mío y comenzó a besarme con la misma pasión que lo habíamos hecho en la fiesta, y yo le respondía con mi boca y lengua acariciándole y apretándole la espalda, bajo hasta mi cuello y comenzó a lamerlo y chuparlo, me desprendió las tiras atadas en mi nuca del vestido y me lo fue bajando a quedar mis tetas al desnudo, con mis pezones duros como piedra, empezó a chuparlos con fuerza causándome placer y dolor a la vez, me los mordía, los estiraba con su boca, yo me retorcía con su cuerpo encima mío mientras me agarraba con sus dos manos mis tetas y las juntaba para chupar un pezón y luego otro, yo tiraba mi cabeza hacia atrás y gemía sin cesar.
Después de chuparme las tetas fue bajando y sacándome el vestido, levante mi cola para ayudarle a terminar de sacar el vestido, quedando desnuda, se arrodillo entre mis piernas y mientras se sacaba la remera yo le desabrochaba el cinto y le desprendía el pantalón con desesperación, una vez que quedo desnudo se tiro entre mis piernas y esta vez yo sola le entregue mi concha abriéndome lo mas que podía, y como la primera vez me empezó a comer la concha de una manera espectacular, mis gemidos cada vez eran mas fuertes y mi cuerpo se arqueaba del placer que me estaba propinando, lo agarre del pelo y le acariciaba la cabeza mientras respiraba fuerte y gemía al sentir su lengua invadiendo mi interior, sentía esa lengua gruesa y larga recorrer las paredes de mi concha, cuando sentí uno de sus dedos penetrarme abrí mi boca para tomar aire y con mis manos apretarme las tetas
Que rica concha tenes puta, mírate como gozas solo con mi dedo – me dijo.
Mmmmmm todo de vos me hace gozar pendejo – le dije entre gemidos.
¿Así te la chupa el cornudo putita? – me dijo mientras me metió el dedo entero en mi concha.
Aaaaahhhhh mmmmmm no pendejo, sos el único que me saca la puta de adentro y me encanta! – le dije gritándole.
Toma mis dedos puta, gózalos – me dijo metiéndome otro dedo mas y acelerando el ritmo.
Hijo de puta me vas a hacer acabar!!! – le grite.
Así puta acaba dale, grita como buena puta que sos! – me grito.
Aaaaahhhhhh aggghssshhhiii ahhhhh – gritaba mientras mi cuerpo se arqueaba por el orgasmo tan intenso que me había dado.
Mis piernas que estaban un poco elevadas cayeron en seco sobre la cama, me temblaban, mi respiración sumamente agitada y mis quejidos se hacían escuchar en mi habitación, había mojado las sabanas y su mano con mis flujos y un poco de orina que no pude retener en mi éxtasis.
Que rico acabaste puta, mira como te orinaste encima jajaja – me dijo.
Mira como me tenes pendejo, a tu disposición, me podes hacer lo que quieras, déjame chupártela – le dije recuperando mi agitación.
Se sentó con las piernas separadas en la cama apoyando su espalda en el espaldar, yo fui gateando y lo bese en la boca, solo con los labios, saque mi lengua y se la pase por los labios, le lamí la boca, su cara, volví a su boca y le metí la lengua lo mas adentro que pude, la movía adentro jugando con la suya, fui bajando lamiéndole su cuello, dándole pequeños mordiscos con mis dientes, darle suaves chupones con mis labios, para seguir bajando recorriendo con mi lengua y lamerle el pecho, el sabor a su sudor me excitaba aun mas, le lamí sus tetillas, dándole chupones que lo hacían suspirar, seguí recorriendo con mi lengua su panza, hasta llegar a su ombligo, jugaba con mi lengua alrededor de su ombligo y metí mi lengua y comencé a moverla, mirándolo a los ojos, y ver como lo disfrutaba, así como yo.
Baje con mi lengua rozando su cuerpo hasta su pelvis, vi su verga semi erecta apoyada en su pelvis, la agarre con mi mano haciéndola a un costado y darle besos húmedos en su pelvis, en sus piernas, me hice un poco mas atrás y me encargue de darle placer a sus testículos, pasándoles mi lengua, dándole chupones, esos huevos del tamaño de un huevo de gallina tenían un sabor exquisito, por su respiración cada vez mas agitada y sus gemidos ahogados, y al verlo cerrar los ojos y cuando me metí uno de sus huevos en mi boca y luego el otro, succionándolos, le abrí un poco mas las piernas con mis manos y fui a pasarle mi lengua debajo de sus huevos, cuando levante mi cabeza para verlo, vi su verga en todo su esplendor a pocos centímetros de mi nariz, su verga era del largo de mi cara, se veía increíble desde ese ángulo, grande, gruesa, como el grosor de mi muñeca, saque mi lengua y le recorrí desde el tronco hasta la punta, que comenzaba a salir esas gotas ricas preseminales, le agarre la verga con mi mano y mirándolo a los ojos lamí ese jugo, dejándolo en mi lengua para posteriormente tragarlo.
¿Te gusta lo que te hace tu puta pendejo? – le dije.
Si putita, me gusta mucho, no pares, chupame bien la verga – me dijo.
Comencé a lamerle la cabeza dándole círculos con mi lengua, apretándola para que saliera mas jugo, abrí mi boca para meterme la cabeza y succionarla, mirándolo como lo gozaba, como cerraba los ojos y ponía una mano en mi cabeza, intentaba meterla mas adentro de mi boca, no podía, no entraba por lo gruesa que es, hacia el intento una y otra vez mientras lo masturbaba con mi mano, con mucha fuerza y abriendo lo mas que pude mi boca, y con la ayuda de su mano haciendo fuerza sobre mi cabeza pude meterla un poco mas, pero al poco tiempo sentía que me faltaba el aire y la sacaba, y volvía a repetir el acto.
Respira por la nariz y no por la boca, así no te quedas sin aire – me dijo.
Y fue así, era tal cual me había dicho, empecé a respirar por mi nariz cuando la metía en mi boca y así podía estar chupándosela y lamiéndole la cabeza dentro de mi boca, la saque de mi boca quedando su verga mojada por mi saliva, la volví a meter en mi boca pero esta vez para meterla bien al fondo de mi boca, la sentí chocar mi garganta, él me empujaba con su mano para meterla mas adentro, yo lo miraba y mis ojos se iban llenando de lagrimas, y comenzó a moverme la cabeza cogiendo mi boca, como pude la saque de mi boca dando bocanadas para tomar aire, viendo su verga mojada hasta la mitad, hasta la mitad me la había tragado.
Que rica verga tenes pendejo, no me cansaría de chupártela – le dije mirándolo.
Es toda tuya puta, ahora te quiero coger bien cogida – me dijo.
Saca un preservativo del cajón de la mesita – le dije mientras lo masturbaba y le daba las ultimas lamidas a su verga.
Saco el preservativo del cajón y me lo dio con la intención de que yo se lo pusiera, rompí el envoltorio y lo apoye en la punta de su verga, comenzando a bajarlo con mi mano, costaba por lo gruesa de su verga, saque el preservativo, deje caer saliva sobre la cabeza y la lubrique toda con ella, volví a poner el preservativo en la punta y esta vez fue deslizándose por su verga, aunque no cubría toda su verga, él se recostó en la cama y yo fui arrodillada hasta ponerme a la altura de su verga, lo agarre de la cara y lo bese con pasión, matándonos con nuestras lenguas, pase mi mano por debajo y agarre su verga y la apoye en la entrada de mi concha, mirándolo a la cara fui haciéndome para atrás para ir metiéndomela despacio, como la primera vez empezaba a sentir que me abría la concha y me quemaba, me hice para adelante y volví para atrás para meterla un poco mas.
Comencé a moverme despacio y sentir como entraba y salía dentro mío, como las paredes de mi concha apretaban ese pedazo de carne caliente, mirándolo a los ojos con mi boca abierta buscando aire, gimiendo de placer y un poco de dolor, aunque nada comparado como la primera vez, apoye mis manos en su pecho y comencé a moverme un poco mas rápido, sabia que esa verga no me estaba entrando ni a la mitad, y sin embargo me estaba proporcionando un placer enorme, sus manos que me apretaban las piernas fueron a mis tetas, apretándolas y pellizcando mis pezones, en ese momento mis gemidos eran casi gritos de placer, el dolor de esa verga abriéndome la concha me era placentero, y sentía que cada vez me metía mas su verga en mis movimientos, sentía sus manos en mis tetas y eso me excitaba aun mas, cuando sentí ese calor que quema en mi vientre y comenzar a bajar por mi pelvis y sentí un escalofrío por mi espalda y mi cuerpo que se tensaba, era mi segundo orgasmo en la noche, lo sentía venir a gran velocidad, aumente lo mas que pude el ritmo y sentí mi concha estremecerse y como mi flujo se revolvía dentro de mi concha, y comencé a gemir como loca apretándole sus manos que estaban en mis tetas y caí rendida en su pecho.
Con mi cabeza en su hombro respiraba agitada, me faltaba el aire, mi cuerpo estaba convulsionado, temblaba entera, mis gemidos no terminaban, eran como quejidos por no aguantar mi cuerpo tanto placer, en ese momento me agarro del pelo y me levanto la cabeza, mi mirada perdida y nubosa buscando sus ojos
Vamos puta no te creas que esto es todo, seguí dale – me dijo.
Como pude me fui incorporando, entre tanto placer seguía con su verga dentro mío, me fui parando como pude, al sacar la verga de mi concha cayo un chorro de flujo mezclado con orina sobre su verga, mojando aun mas la cama, ya de pie en la cama fui bajando hasta sentir la punta de su verga en mi concha, la acomode y baje un poco, entro con mas facilidad, estaba en cuclillas y empecé a subir y bajar, poco a poco empecé a retomar el placer que me provocaba este pendejo, y a gemir como una perra, sentía el pelo en mi cara, toda despeinada, moviendo mi cabeza hacia atrás, hacia delante, gemidos atragantados salían de mi boca, en cada bajada me metía un poco mas su verga, él me agarraba de los tobillos, me los apretaba, eso me indicaba que estaba gozando, y me excitaba mas aun, en una de mis bajadas sentí como mis nalgas chocaban con sus huevos, me había metido todo ese pedazo dentro, y en cada subida y bajada ya entraba entera.
Mira como te la metes toda puta, que placer me da esa concha mmmm – me dijo entre gemidos.
Agghhhmmmm aaaahhhhhhh ahhhhhhhh – gemía yo.
Así puta goza, goza puta de mierda! ¿De quien sos puta? – me dijo.
Ahhhgggmmmmmm tuya soy ahhhhhh – le dije entre gritos.
GRITALO PUTA! – me grito.
TUYYYYAAAA HIJO DE PUTA!!! TUYA SOY!!! SOY TU PUTA PARA LO QUE QUIERAS CABRON DE MIERDA! AAAAHAHHHHHH – gritaba como loca.
Mis gritos retumbaban por toda la casa, en ese momento comencé a sentir que venia un nuevo orgasmo, esa quemazón en mi concha que me causaba esa verga me estaba matando, lo sentí venir, mi tercer orgasmo, mi cuerpo se desvaneció, grité como si me estuvieran matando y caí en la cama boca arriba, caí sobre sus piernas, mi cuerpo no reaccionaba, abrí bien mis ojos pero veía todo nubloso, mi corazón saltaba de mi pecho, me quejaba como nunca me había quejado antes, sentí miedo, no sabia lo que me pasaba, nunca había sentido tal cosa, mi cuerpo hervía, estaba sudada y temblaba entera, me retorcía en la cama, cuando sentí sus manos que me daban vuelta, me ponía boca abajo, me puso la almohada en mi pelvis, y sentí su cuerpo aplastar el mío, y como me penetraba, me hacia una penetración profunda, estaba lejos de reaccionar por mi anterior orgasmo, mis brazos a los costados de mi cuerpo, no podía hacer nada, me costaba hasta abrir los ojos, él se movía rápido, salvajemente, me estaba matando pensaba, pero con mi semi inconciencia no podía casi sentir su penetración bestial, se sentía el ruido del espaldar chocar contra la pared y hasta las patas de la cama arrastrarse con el piso, era un animal como me estaba cogiendo, mi cama matrimonial nunca había tenido una sesión de sexo como esta.
Puta de mierda mira como quedaste, hasta desmayada te voy a reventar la concha – me dijo agarrándome del pelo.
AHHHH PUTA VOY A ACABAR!!! – gritó.
Eso es lo ultimo que recuerdo, no sé si tuve un nuevo orgasmo que me hizo perder totalmente la conciencia, pero cuando desperté estaba en la cama de una de mis hijas, desnuda, boca abajo, al moverme me dolía todo, pero sentía fresco entre mis piernas, cuando me fije había puesto un trapo con hielos entre mis piernas, a pesar de que el trapo estaba empapado con agua fresca aun quedaban restos de hielo, a pesar de la noche que había pasado no me dolía tanto la concha, solo sentía una molestia, solo mis labios vaginales estaban hinchados y rojos, vi el reloj que había sobre la mesa de luz y eran las 12 del mediodía, me pare y sentí un mareo, fui a mi habitación y estaba Carlos durmiendo en mi cama, desnudo, vi las consecuencias de nuestra noche en las sabanas, todas manchadas, fui al baño y oriné, me di una ducha y me calmo mucho eso, me puse un camisón sin hacer ruido para que no se despertara.
Fui a la cocina y prepare algo para almorzar, cuando estaba pelando unas papas sentí como me abrazo de atrás dándome un beso en la nuca.
Te despertaste – le dije
Si – me dijo.
¿Por mi culpa? – le pregunté.
No, ya dormí bastante y estoy bien descansado – me dijo.
¿Qué paso anoche Carlos? Recuerdo que estabas encima mío cogiendome y de ahí no me acuerdo mas, ni cuando me llevaste a la cama de mi hija. – le dije.
Jajaja Si te desmayaste, solo diste un respiro profundo cuando acabe, y acabaste por ultima vez, te measte entera – me dijo.
No recuerdo cuando acabe esa vez – le dije.
¿Y que tal te pareció? – me preguntó.
Creo que la respuesta es obvia Carlos – le dije.
Quiero escucharlo de tu boca putita – me dijo.
Si la primera vez me habías dado la mejor cogida, esta vez te pasaste, me hiciste desmayar, no pude aguantar tanto placer – le dije mirándolo a los ojos.
Jajaja En un momento dijiste que eras mi puta, para lo que yo quisiera – me dijo.
Si eso lo recuerdo – le dije.
¿Así que puedo usarte para lo que quiera? – me preguntó.
Si, ya es tarde para dar marcha atrás, soy tuya – le dije.
Quiero algo de vos – me dijo.
¿Qué cosa? – le pregunté.
Tu culo puta – me dijo.
En ese momento se me erizo la piel, mi culo era virgen, nadie me había penetrado por ahí, ni mi marido, que nunca le gustaron esas cosas, y mas por el tamaño de su verga.
Pero Carlos… - le dije.
Si ya se puta, ya se que nunca lo hiciste por ahí, lo tenes bien cerrado, de eso ya me di cuenta – me dijo.
Si, pero también… - le dije.
¿Te asusta mi verga no? – me preguntó.
Si Carlos, me harías daño seguramente – le dije.
¿Entonces donde esta la puta que va a hacer lo que yo quiera? – me dijo.
Pe…pero Carlos, no sé – le dije agachando mi mirada.
A ver puta, si queres seguir con esto es la hora que te decidas, si o no, es tu decisión – me dijo enojado tirándome del pelo.
Essssta bien Carlos, voy a hacer lo que quieras, soy tuya, de nadie más – le dije.
Esta bien puta, hoy va a ser el día, seguí preparando la comida que tengo hambre – me dijo.
Este fue nuestro segundo encuentro, ese sábado almorzamos y él se quedo hasta el domingo en casa, el sábado por la noche no me lo voy a olvidar nunca mas en mi vida, ustedes se imaginaran porque, solo les diré que escribí este relato y apenas que puedo estar sentada, y de costado, y mi marido llega en unas horas…Continuará…
http://subefotos.com/ver/?8be25b00542bd9f64791e7079f6005f0o.jpg
Como les había comentado en el relato anterior le había confesado a Carlos que me había dado la mejor sesión de sexo de mi vida, ese chico había sacado algo mío que ni yo sabia que lo tenia dentro, y por un lado sabia que esto era una locura, que soy casada y también él es muy menor que yo, pero ya no podía negarlo, este chico había aparecido en mi vida y me había dado vuelta, en todo sentido, como había dicho me costo unos días recuperarme de ese día, afortunadamente el día que volvió mi marido de su viaje ya estaba digamos que bien, no del todo pero por lo menos lo podía disimular.
Mi encuentro con él fue el lunes 12 de este mes, mi marido volvió el viernes de esa semana, y todo fue como si nada, por alguna razón no sentí gran culpa, solo me pasaba por la mente si mi marido no era uno de los responsables de lo que había pasado, quizás si hubiera sido él quien sacara eso dentro mío, nunca hubiera estado con Carlos, y lo que si aseguro es que mientras estuvo mi marido en casa y no poder conectarme casi, y no verlo aunque sea conectado a Carlos, sentía que lo extrañaba, quería saber de él, conozco el amor y esto no era ese sentimiento, es otra cosa, algo que ni yo le encuentro explicación. Mi marido se volvió a ir el lunes de viaje y volvía el miércoles de esta semana, ese lunes apenas se fue a la mañana me conecté, ansiando encontrarlo, y no estaba, lo espere toda esa mañana y nunca se conecto.
Me volví a conectar ese día a la tarde y lo espere hasta que por fin se conecto, fui yo la que fue con prisa a saludarlo.
Hola Carlos! – le dije.
Hola Susana, no te vi mas conectada, pensé que me habías borrado del Messenger y que no querías saber mas nada de mi – me dijo.
No, estaba mi marido por eso no podía conectarme, igual entre cuando podía pero no estabas conectado – le dije.
Ah, esta bien, y decime ¿Qué te pareció nuestro encuentro? – me dijo.
Te voy a ser sincera, y no es para aumentar tu ego ni nada de eso, me diste la mejor cogida de mi vida Carlos, es tal como te lo digo, nunca nadie me había hecho sentir lo que vos lograste, me di cuenta que a mi edad hay cosas que no conozco, o conocía, y vos me mostraste algo de eso – le dije.
Me di cuenta de eso, en serio, y ahora estoy seguro que tu marido no sabe atenderte – me dijo.
Prefiero no hablar de eso, de mi marido, fui muy sincera y clara en lo que te dije, y vos no sos tonto, con eso te dije muchas cosas – le dije.
Esta bien, sabes que quiero de vos? – me dijo.
¿Qué? – le dije.
Tu celular, quiero que me lo des – me dijo.
Ok – le dije.
Solo te pido una cosa Carlos, que respetes los momentos que este mi marido en casa, nada mas que eso – le dije.
Ok, no hay drama – me dijo.
Susana quiero invitarte el viernes a una fiesta ¿Vas a poder? – me dijo.
Si, mi marido vuelve el miércoles pero el viernes a la mañana se vuelve a ir para el sur, ¿Dónde es la fiesta? – le dije.
Es en la casa de un amigo, solo te voy a pedir algo, mejor dicho te lo obligo jajaja – me dijo.
¿Qué cosa? – le dije.
Que esa noche te pongas lo mas sensual que tengas – me dijo.
Ok, veré que me pongo – le dije.
Ahora me tengo que ir Susana, no sé si voy a poder conectarme en estos días, pero te voy a mandar mensajes o te llamo – me dijo.
Ok, acordate que el miércoles hasta el viernes va a estar mi marido – le dije.
Listo – me dijo.
Chau – me dijo.
Chau Carlos – le dije.
Esa noche me acosté y cuando me estaba por dormir me llego un Sms, era él, diciéndome que agendaza su numero, lo agende como "Karina", por las dudas, igualmente mi marido jamás me reviso el celular, pero prefería prevenir, y le contesté el mensaje diciéndole que ya lo tenia agendado y que estaba acostada a punto de dormir, y me contesto diciéndome que el también ya estaba acostado y que me preparara para el viernes que la iba a pasar muy bien, le conteste diciendo que no tenia dudas que así seria, y que tuviera buenas noches y se cuidara, contestándome lo mismo.
Los días que prosiguieron no tuvimos ningún tipo de contacto, hasta el viernes al mediodía que me mando un mensaje al celular preguntándome si mi marido ya se había ido, le conteste que si, y me pregunto hasta cuando estaba sola, y le dije que hasta el lunes, me pregunto si no me había arrepentido de la decisión de ir con él a la fiesta, y le dije que para nada, que todavía seguía con la misma decisión, por ultimo me mando un mensaje diciéndome que no me olvidara de cómo me tenia que vestir, le dije que no me iba a olvidar pero todavía no había decidido que ponerme, me mando otro mensaje diciéndome si yo lo podía pasar a buscar esa noche, le dije que si, que no había problemas, me dio su dirección y me dijo que me esperaba a las 23:00 hs.
El día transcurrió y cené liviano temprano, y a las 21 tenia la bañadera lista para darme una ducha, me recosté en la bañadera y eso me relajo todo el cuerpo, estuve un rato largo hasta que pensé que se me haría tarde, cuando llego la hora de elegir lo que me iba a poner se me hizo bastante difícil, no sabia si ponerme pollera o vestido, dado que eso se vería sensual como me había pedido Carlos, tire varias opciones sobre la cama y no me decidía por nada, y cuando volví a mirar mi placard vi un vestido que me había regalado mi mejor amiga para mi cumpleaños, y que nunca había usado, por varias razones, una porque mi marido me decía que con ese vestido me vería como una cualquiera, y por un lado tenia razón, era demasiado sugerente, lo saque del placard y lo mire un rato, no sabia ni como me quedaría, decidí probármelo, y cuando me mire en el espejo pensé "si saliera a la calle con este vestido y revolear la cartera, me vería como una autentica prostituta"
El vestido era de color negro, ajustado, en la parte de adelante es todo abierto, quedando al descubierto parte de mis tetas y mi ombligo, atado con dos tiras en mi nuca, si bien es un vestido largo, tiene dos tajos que dejan ver bien mis piernas, y gran parte de mi espalda al descubierto, mientras daba vueltas para mirarme bien en el espejo, desistí de usar ese vestido, ya que de verdad me parecía extravagante, en ese momento suena mi celular, voy a atenderlo y era Carlos.
Hola Carlos – le dije.
Hola Susana ¿Estas lista? – me dijo.
No aun no, me falta un poco – le dije.
Ok ya me estoy imaginando lo que te pondrás, y me excita – me dijo.
Jaja la verdad no te imaginas, creo que te sorprenderás – le dije.
Eso espero, te espero – me dijo.
Dale en 30 minutos paso por ahí – le dije.
Llegue hasta la dirección que me había dado y le mande un mensaje a su celular diciéndole que estaba en la puerta, al instante salio y subió al auto
Hola Susana – me dijo y sin dejarme contestarle el saludo se abalanzó sobre mi y comenzó a besarme.
Vaya que me sorprendiste, que vestido te pusiste, estas hecha una perra jajaja – me dijo.
Siempre tan cordial vos nene – le dije.
Jaja parece que no te desagrada porque te tengo acá y para lo que yo quiera – dijo pasando su mano por mi pierna descubierta
Bueno vamos, es en la otra cuadra la fiesta – me dijo.
Llegamos al lugar, estacione y bajamos, cuando me vio, me observo de arriba abajo, y sin ningún pudor me apretó el culo con la mano
Que rica que estas hija de puta, este vestido que elegiste te hace ver bien lo que sos – me dijo.
No le conteste nada, y lejos de enojarme de cómo me trataba, me gustaba, entramos a la fiesta, y me presento a su amigo, que también me miro de arriba abajo, y sin importarle que yo estuviera allí le dijo al amigo que buena vieja que se estaba comiendo, y se largaron a reír los dos, cuando observe para los costados vi que eran todos jóvenes, chicos y chicas que me miraban y se decían cosas, y yo me imaginaba que seria, porque me di cuenta que todos allí iban vestido informalmente, de jeans, remeras, ninguna de las chicas llevaba vestido, yo era la única, y me sentí una tarada, como un sapo de otro pozo.
Carlos me agarro de la mano y me llevo hasta donde estaban las bebidas, me pregunto que quería tomar, y le dije que una cerveza estaba bien, me dio una botellita y él tomaba fernet, cuando miraba hacia los costados seguía viendo las mismas miradas que se clavaban en mi, tanto chicos como chicas, Carlos en ese momento me propuso de bailar, acepte y estuvimos bailando mientras él de vez en cuando me agarraba de la cintura apegándome a él y besarme, y yo respondiéndole a sus besos, estuvimos bailando un rato hasta que me dijo que iba al baño.
Cuando tomo rumbo hacia el baño yo me quede en un costado viendo como los jóvenes bailaban y se divertían, al rato veo que sale Carlos del baño y saluda a una chica, y se ponen a hablar, en ese momento se me pusieron los pelos de punta, no sabia si era amiga, conocida, o que, pero no me importaba, me molestaba que estuviera hablando con esa pendeja, quería ir y sacarlo ya de ahí, espere un momento y intentar calmarme, paso un rato y los veía reírse y hablarse al oído, eso me puso mas furiosa y fui hacia ellos.
¿No me vas a presentar a tu amiga Carlos? – le dije pasándole mi brazo por su espalda.
No es amiga Susana, solo es hermana de un conocido – me dijo.
Igual me la podes presentar ¿No? – le dije.
O mejor me presento yo sola – dije.
Hola me llamo Susana – le dije.
Hola soy Camila – me dijo.
Un gusto nena – le dije despectivamente.
Lo de nena se te habrá escapado – me dijo.
No, para nada, si sos una nena – le dije.
Pero mira vos a la viejita, aparte de ser atorranta es mal hablada – me dijo.
Seré atorranta, pero a vos te falta mucho para tener un hombre como éste – le dije abrazando a Carlos.
Que puta que sos, debería darte vergüenza – me dijo.
Si re puta, pero no de cualquiera nena, te podes ir yendo, quiero estar con mi macho – le dije con una sonrisa.
La pendeja enojada se fue, lo mire a Carlos a los ojos y le sonreí, el respondió mi sonrisa con la suya, pase mis brazos por su cuello y él me tomo de la cintura.
Nunca imaginé que ibas a reaccionar así – me dijo.
Vos tenes la culpa por dejarme sola y ponerte a hablar con esa pendeja chirusa, tengo que defender lo mío – le dije.
Ahí fui yo la que lo beso apasionadamente metiéndole mi lengua bien adentro de su boca jugando con la suya, comencé a acariciarle la nuca con mi mano mientras nuestro beso era cada vez mas apasionado, yo sentí como él me acariciaba la espalda y la suavidad de sus manos fueron encendiéndome de a poco, fui yo la que se apego mas a su cuerpo y seguir acariciándole la nuca y agarrándole los pelos, en ese momento sentí como sus manos bajaban y me empezaba a acariciar el culo, agarrándome con cada mano mis nalgas y las apretaba, o me aprisionaba mas contra suyo, en ese momento no me importaba si alguien estuviera mirando o donde estábamos, me apoyo contra la pared y nos comíamos salvajemente nuestras bocas, mi cuerpo a esa altura estaba en llamas, mi excitación me hacia dar pequeños gemidos ahogados por el beso que nos estábamos dando, o mejor dicho la comida de boca que no estábamos dando.
Entre abrí los ojos y pude ver a varios chicos y chicas mirándonos asombrados por el espectáculo que estábamos dando, algunos se decían cosas y se reían, otros miraban con una cara de no poder creer lo que estaban viendo, en ese momento Carlos dejo mi boca para ocuparse de mi cuello, y yo me ocupe de cerrar los ojos y dejarlo hacer, acercarme a su oído y que oyera mis gemidos cada vez mas agitados
Como me tenes pendejo, como me gusta lo que me haces, me volves loca mmmmmm – le dije entre gemidos
Puso una de sus piernas entre las mías y yo me abrí un poco de piernas para facilitarle lo que quería, sus manos no dejaban de amasar y apretar mis nalgas, yo sentía un fuego crecer en mi vientre y mi respiración se aceleraba cada vez mas, mientras él seguía lamiendo mi cuello intercalando con mi boca.
Necesito que me cojas pendejo, te necesito dentro mío, no aguanto mas, por favor – le dije entre gemidos
Mete la mano entre mis piernas y fijate como me tenes pendejo – le dije.
Con su mano derecha dejo de acariciarme el culo y la paso por delante, yo ayude abriendo un poquito mas mis piernas y metió la mano, sentí sus dedos rozar mis labios vaginales y casi me hace acabar ahí mismo, sentí un escalofrío que invadió todo mi cuerpo, luego sentí uno de sus dedos meterse en mi concha mojada y caliente. Saco el dedo y mis ojos que brillaban de excitación en ese momento, mi cara debe haber sido el retrato perfecto de una perra en celo esperando ser cogida por su macho.
Estas re mojada puta de mierda – me dijo.
Vos me tenes así, vos me tenes que sacar esta calentura, solo vos y tu verga – le dije con voz entre cortada, bajando mi mano y apretándole la verga.
¿Te gusta eso puta? – me dijo haciendo referencia a su verga.
Sabes que me encanta tu verga – le dije apretándosela fuerte.
Ok puta vamos a tu casa – me dijo.
No por favor, no me pidas eso – le dije.
Dale perra, me vas a decir que no te calienta que te coja en la cama que dormís con el carnudo de tu marido – me dijo.
Por favor no me hagas esto – le dije.
Dale puta, agarrame de la mano y llevame, quiero que vean que la puta me lleva a mi a coger – me dijo.
Le agarre la mano y empecé a caminar mirando hacia delante y sintiendo como las miradas se clavaban en mi, y lo que estarían pensando de mi, poco me importaba, solo quería que me cogiera como él sabia hacerlo, y calmara la excitación que tenia en mi cuerpo. Subimos al auto y emprendimos rumbo hacia mi casa, en ese momento se me paso por la cabeza si esto ya no era demasiado, justo en ese momento sentí la mano de Carlos en mis tetas, las acariciaba y las saco del vestido pellizcándome los pezones, y otra vez me hacia suspirar de placer, el viaje a casa solo fue manoseo y hacerme mojar aun mas, hasta que llegamos a casa, le pedí que no se bajara del auto hasta meterlo dentro del garage, por las dudas que algún vecino pudiera mirar, me acomode las tetas dentro del vestido y baje. Una vez dentro del garage entramos a mi casa y él miraba todo conociendo la casa, me agarro de las nalgas y me levanto, alzándome y yo me agarre de su cuello, me pregunto donde quedaba mi cuarto y le dije la ultima puerta a la derecha.
Entramos y me tiro sobre la cama, haciéndome rebotar, se tiro encima mío y comenzó a besarme con la misma pasión que lo habíamos hecho en la fiesta, y yo le respondía con mi boca y lengua acariciándole y apretándole la espalda, bajo hasta mi cuello y comenzó a lamerlo y chuparlo, me desprendió las tiras atadas en mi nuca del vestido y me lo fue bajando a quedar mis tetas al desnudo, con mis pezones duros como piedra, empezó a chuparlos con fuerza causándome placer y dolor a la vez, me los mordía, los estiraba con su boca, yo me retorcía con su cuerpo encima mío mientras me agarraba con sus dos manos mis tetas y las juntaba para chupar un pezón y luego otro, yo tiraba mi cabeza hacia atrás y gemía sin cesar.
Después de chuparme las tetas fue bajando y sacándome el vestido, levante mi cola para ayudarle a terminar de sacar el vestido, quedando desnuda, se arrodillo entre mis piernas y mientras se sacaba la remera yo le desabrochaba el cinto y le desprendía el pantalón con desesperación, una vez que quedo desnudo se tiro entre mis piernas y esta vez yo sola le entregue mi concha abriéndome lo mas que podía, y como la primera vez me empezó a comer la concha de una manera espectacular, mis gemidos cada vez eran mas fuertes y mi cuerpo se arqueaba del placer que me estaba propinando, lo agarre del pelo y le acariciaba la cabeza mientras respiraba fuerte y gemía al sentir su lengua invadiendo mi interior, sentía esa lengua gruesa y larga recorrer las paredes de mi concha, cuando sentí uno de sus dedos penetrarme abrí mi boca para tomar aire y con mis manos apretarme las tetas
Que rica concha tenes puta, mírate como gozas solo con mi dedo – me dijo.
Mmmmmm todo de vos me hace gozar pendejo – le dije entre gemidos.
¿Así te la chupa el cornudo putita? – me dijo mientras me metió el dedo entero en mi concha.
Aaaaahhhhh mmmmmm no pendejo, sos el único que me saca la puta de adentro y me encanta! – le dije gritándole.
Toma mis dedos puta, gózalos – me dijo metiéndome otro dedo mas y acelerando el ritmo.
Hijo de puta me vas a hacer acabar!!! – le grite.
Así puta acaba dale, grita como buena puta que sos! – me grito.
Aaaaahhhhhh aggghssshhhiii ahhhhh – gritaba mientras mi cuerpo se arqueaba por el orgasmo tan intenso que me había dado.
Mis piernas que estaban un poco elevadas cayeron en seco sobre la cama, me temblaban, mi respiración sumamente agitada y mis quejidos se hacían escuchar en mi habitación, había mojado las sabanas y su mano con mis flujos y un poco de orina que no pude retener en mi éxtasis.
Que rico acabaste puta, mira como te orinaste encima jajaja – me dijo.
Mira como me tenes pendejo, a tu disposición, me podes hacer lo que quieras, déjame chupártela – le dije recuperando mi agitación.
Se sentó con las piernas separadas en la cama apoyando su espalda en el espaldar, yo fui gateando y lo bese en la boca, solo con los labios, saque mi lengua y se la pase por los labios, le lamí la boca, su cara, volví a su boca y le metí la lengua lo mas adentro que pude, la movía adentro jugando con la suya, fui bajando lamiéndole su cuello, dándole pequeños mordiscos con mis dientes, darle suaves chupones con mis labios, para seguir bajando recorriendo con mi lengua y lamerle el pecho, el sabor a su sudor me excitaba aun mas, le lamí sus tetillas, dándole chupones que lo hacían suspirar, seguí recorriendo con mi lengua su panza, hasta llegar a su ombligo, jugaba con mi lengua alrededor de su ombligo y metí mi lengua y comencé a moverla, mirándolo a los ojos, y ver como lo disfrutaba, así como yo.
Baje con mi lengua rozando su cuerpo hasta su pelvis, vi su verga semi erecta apoyada en su pelvis, la agarre con mi mano haciéndola a un costado y darle besos húmedos en su pelvis, en sus piernas, me hice un poco mas atrás y me encargue de darle placer a sus testículos, pasándoles mi lengua, dándole chupones, esos huevos del tamaño de un huevo de gallina tenían un sabor exquisito, por su respiración cada vez mas agitada y sus gemidos ahogados, y al verlo cerrar los ojos y cuando me metí uno de sus huevos en mi boca y luego el otro, succionándolos, le abrí un poco mas las piernas con mis manos y fui a pasarle mi lengua debajo de sus huevos, cuando levante mi cabeza para verlo, vi su verga en todo su esplendor a pocos centímetros de mi nariz, su verga era del largo de mi cara, se veía increíble desde ese ángulo, grande, gruesa, como el grosor de mi muñeca, saque mi lengua y le recorrí desde el tronco hasta la punta, que comenzaba a salir esas gotas ricas preseminales, le agarre la verga con mi mano y mirándolo a los ojos lamí ese jugo, dejándolo en mi lengua para posteriormente tragarlo.
¿Te gusta lo que te hace tu puta pendejo? – le dije.
Si putita, me gusta mucho, no pares, chupame bien la verga – me dijo.
Comencé a lamerle la cabeza dándole círculos con mi lengua, apretándola para que saliera mas jugo, abrí mi boca para meterme la cabeza y succionarla, mirándolo como lo gozaba, como cerraba los ojos y ponía una mano en mi cabeza, intentaba meterla mas adentro de mi boca, no podía, no entraba por lo gruesa que es, hacia el intento una y otra vez mientras lo masturbaba con mi mano, con mucha fuerza y abriendo lo mas que pude mi boca, y con la ayuda de su mano haciendo fuerza sobre mi cabeza pude meterla un poco mas, pero al poco tiempo sentía que me faltaba el aire y la sacaba, y volvía a repetir el acto.
Respira por la nariz y no por la boca, así no te quedas sin aire – me dijo.
Y fue así, era tal cual me había dicho, empecé a respirar por mi nariz cuando la metía en mi boca y así podía estar chupándosela y lamiéndole la cabeza dentro de mi boca, la saque de mi boca quedando su verga mojada por mi saliva, la volví a meter en mi boca pero esta vez para meterla bien al fondo de mi boca, la sentí chocar mi garganta, él me empujaba con su mano para meterla mas adentro, yo lo miraba y mis ojos se iban llenando de lagrimas, y comenzó a moverme la cabeza cogiendo mi boca, como pude la saque de mi boca dando bocanadas para tomar aire, viendo su verga mojada hasta la mitad, hasta la mitad me la había tragado.
Que rica verga tenes pendejo, no me cansaría de chupártela – le dije mirándolo.
Es toda tuya puta, ahora te quiero coger bien cogida – me dijo.
Saca un preservativo del cajón de la mesita – le dije mientras lo masturbaba y le daba las ultimas lamidas a su verga.
Saco el preservativo del cajón y me lo dio con la intención de que yo se lo pusiera, rompí el envoltorio y lo apoye en la punta de su verga, comenzando a bajarlo con mi mano, costaba por lo gruesa de su verga, saque el preservativo, deje caer saliva sobre la cabeza y la lubrique toda con ella, volví a poner el preservativo en la punta y esta vez fue deslizándose por su verga, aunque no cubría toda su verga, él se recostó en la cama y yo fui arrodillada hasta ponerme a la altura de su verga, lo agarre de la cara y lo bese con pasión, matándonos con nuestras lenguas, pase mi mano por debajo y agarre su verga y la apoye en la entrada de mi concha, mirándolo a la cara fui haciéndome para atrás para ir metiéndomela despacio, como la primera vez empezaba a sentir que me abría la concha y me quemaba, me hice para adelante y volví para atrás para meterla un poco mas.
Comencé a moverme despacio y sentir como entraba y salía dentro mío, como las paredes de mi concha apretaban ese pedazo de carne caliente, mirándolo a los ojos con mi boca abierta buscando aire, gimiendo de placer y un poco de dolor, aunque nada comparado como la primera vez, apoye mis manos en su pecho y comencé a moverme un poco mas rápido, sabia que esa verga no me estaba entrando ni a la mitad, y sin embargo me estaba proporcionando un placer enorme, sus manos que me apretaban las piernas fueron a mis tetas, apretándolas y pellizcando mis pezones, en ese momento mis gemidos eran casi gritos de placer, el dolor de esa verga abriéndome la concha me era placentero, y sentía que cada vez me metía mas su verga en mis movimientos, sentía sus manos en mis tetas y eso me excitaba aun mas, cuando sentí ese calor que quema en mi vientre y comenzar a bajar por mi pelvis y sentí un escalofrío por mi espalda y mi cuerpo que se tensaba, era mi segundo orgasmo en la noche, lo sentía venir a gran velocidad, aumente lo mas que pude el ritmo y sentí mi concha estremecerse y como mi flujo se revolvía dentro de mi concha, y comencé a gemir como loca apretándole sus manos que estaban en mis tetas y caí rendida en su pecho.
Con mi cabeza en su hombro respiraba agitada, me faltaba el aire, mi cuerpo estaba convulsionado, temblaba entera, mis gemidos no terminaban, eran como quejidos por no aguantar mi cuerpo tanto placer, en ese momento me agarro del pelo y me levanto la cabeza, mi mirada perdida y nubosa buscando sus ojos
Vamos puta no te creas que esto es todo, seguí dale – me dijo.
Como pude me fui incorporando, entre tanto placer seguía con su verga dentro mío, me fui parando como pude, al sacar la verga de mi concha cayo un chorro de flujo mezclado con orina sobre su verga, mojando aun mas la cama, ya de pie en la cama fui bajando hasta sentir la punta de su verga en mi concha, la acomode y baje un poco, entro con mas facilidad, estaba en cuclillas y empecé a subir y bajar, poco a poco empecé a retomar el placer que me provocaba este pendejo, y a gemir como una perra, sentía el pelo en mi cara, toda despeinada, moviendo mi cabeza hacia atrás, hacia delante, gemidos atragantados salían de mi boca, en cada bajada me metía un poco mas su verga, él me agarraba de los tobillos, me los apretaba, eso me indicaba que estaba gozando, y me excitaba mas aun, en una de mis bajadas sentí como mis nalgas chocaban con sus huevos, me había metido todo ese pedazo dentro, y en cada subida y bajada ya entraba entera.
Mira como te la metes toda puta, que placer me da esa concha mmmm – me dijo entre gemidos.
Agghhhmmmm aaaahhhhhhh ahhhhhhhh – gemía yo.
Así puta goza, goza puta de mierda! ¿De quien sos puta? – me dijo.
Ahhhgggmmmmmm tuya soy ahhhhhh – le dije entre gritos.
GRITALO PUTA! – me grito.
TUYYYYAAAA HIJO DE PUTA!!! TUYA SOY!!! SOY TU PUTA PARA LO QUE QUIERAS CABRON DE MIERDA! AAAAHAHHHHHH – gritaba como loca.
Mis gritos retumbaban por toda la casa, en ese momento comencé a sentir que venia un nuevo orgasmo, esa quemazón en mi concha que me causaba esa verga me estaba matando, lo sentí venir, mi tercer orgasmo, mi cuerpo se desvaneció, grité como si me estuvieran matando y caí en la cama boca arriba, caí sobre sus piernas, mi cuerpo no reaccionaba, abrí bien mis ojos pero veía todo nubloso, mi corazón saltaba de mi pecho, me quejaba como nunca me había quejado antes, sentí miedo, no sabia lo que me pasaba, nunca había sentido tal cosa, mi cuerpo hervía, estaba sudada y temblaba entera, me retorcía en la cama, cuando sentí sus manos que me daban vuelta, me ponía boca abajo, me puso la almohada en mi pelvis, y sentí su cuerpo aplastar el mío, y como me penetraba, me hacia una penetración profunda, estaba lejos de reaccionar por mi anterior orgasmo, mis brazos a los costados de mi cuerpo, no podía hacer nada, me costaba hasta abrir los ojos, él se movía rápido, salvajemente, me estaba matando pensaba, pero con mi semi inconciencia no podía casi sentir su penetración bestial, se sentía el ruido del espaldar chocar contra la pared y hasta las patas de la cama arrastrarse con el piso, era un animal como me estaba cogiendo, mi cama matrimonial nunca había tenido una sesión de sexo como esta.
Puta de mierda mira como quedaste, hasta desmayada te voy a reventar la concha – me dijo agarrándome del pelo.
AHHHH PUTA VOY A ACABAR!!! – gritó.
Eso es lo ultimo que recuerdo, no sé si tuve un nuevo orgasmo que me hizo perder totalmente la conciencia, pero cuando desperté estaba en la cama de una de mis hijas, desnuda, boca abajo, al moverme me dolía todo, pero sentía fresco entre mis piernas, cuando me fije había puesto un trapo con hielos entre mis piernas, a pesar de que el trapo estaba empapado con agua fresca aun quedaban restos de hielo, a pesar de la noche que había pasado no me dolía tanto la concha, solo sentía una molestia, solo mis labios vaginales estaban hinchados y rojos, vi el reloj que había sobre la mesa de luz y eran las 12 del mediodía, me pare y sentí un mareo, fui a mi habitación y estaba Carlos durmiendo en mi cama, desnudo, vi las consecuencias de nuestra noche en las sabanas, todas manchadas, fui al baño y oriné, me di una ducha y me calmo mucho eso, me puse un camisón sin hacer ruido para que no se despertara.
Fui a la cocina y prepare algo para almorzar, cuando estaba pelando unas papas sentí como me abrazo de atrás dándome un beso en la nuca.
Te despertaste – le dije
Si – me dijo.
¿Por mi culpa? – le pregunté.
No, ya dormí bastante y estoy bien descansado – me dijo.
¿Qué paso anoche Carlos? Recuerdo que estabas encima mío cogiendome y de ahí no me acuerdo mas, ni cuando me llevaste a la cama de mi hija. – le dije.
Jajaja Si te desmayaste, solo diste un respiro profundo cuando acabe, y acabaste por ultima vez, te measte entera – me dijo.
No recuerdo cuando acabe esa vez – le dije.
¿Y que tal te pareció? – me preguntó.
Creo que la respuesta es obvia Carlos – le dije.
Quiero escucharlo de tu boca putita – me dijo.
Si la primera vez me habías dado la mejor cogida, esta vez te pasaste, me hiciste desmayar, no pude aguantar tanto placer – le dije mirándolo a los ojos.
Jajaja En un momento dijiste que eras mi puta, para lo que yo quisiera – me dijo.
Si eso lo recuerdo – le dije.
¿Así que puedo usarte para lo que quiera? – me preguntó.
Si, ya es tarde para dar marcha atrás, soy tuya – le dije.
Quiero algo de vos – me dijo.
¿Qué cosa? – le pregunté.
Tu culo puta – me dijo.
En ese momento se me erizo la piel, mi culo era virgen, nadie me había penetrado por ahí, ni mi marido, que nunca le gustaron esas cosas, y mas por el tamaño de su verga.
Pero Carlos… - le dije.
Si ya se puta, ya se que nunca lo hiciste por ahí, lo tenes bien cerrado, de eso ya me di cuenta – me dijo.
Si, pero también… - le dije.
¿Te asusta mi verga no? – me preguntó.
Si Carlos, me harías daño seguramente – le dije.
¿Entonces donde esta la puta que va a hacer lo que yo quiera? – me dijo.
Pe…pero Carlos, no sé – le dije agachando mi mirada.
A ver puta, si queres seguir con esto es la hora que te decidas, si o no, es tu decisión – me dijo enojado tirándome del pelo.
Essssta bien Carlos, voy a hacer lo que quieras, soy tuya, de nadie más – le dije.
Esta bien puta, hoy va a ser el día, seguí preparando la comida que tengo hambre – me dijo.
Este fue nuestro segundo encuentro, ese sábado almorzamos y él se quedo hasta el domingo en casa, el sábado por la noche no me lo voy a olvidar nunca mas en mi vida, ustedes se imaginaran porque, solo les diré que escribí este relato y apenas que puedo estar sentada, y de costado, y mi marido llega en unas horas…Continuará…
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11 comentarios - Lo conoci en un chat (2)
Moni estas hermosa