Tu cuerpo es el festejo de la vida.
Cojerte debe ser mi misa casi diaria. Tus fluídos, tus aromas, tus sudores, tus sabores.
Cojerte debe ser mi misa casi diaria. Llena de sorpresas y placeres conocidos.
Robarte día a día otro orgasmo que da vida.
Hacer correr mi sangre por las venas y la leche por la pija. Aterrizar en tu rostro angelado y llenarte de mi semen deseando que ese segundo sea eterno y al momento de acabar ya estar listo para empezar de nuevo.
A cojerte, que debe ser mi misa casi diaria.
De festejo y de religiosa fruición. De rezo ante tu clítoris. Dios pagano de mi devoción y fuente de tu volcán siempre dispuesto a estallar en otra erupción de calentura.
Tu cuerpo es el festejo de mi vida. Juntos revolcarnos otra vez como si fuese la primera. O la última. O la vez quichicientas que es lo mismo porque este gozo siempre es único dentro tuyo. Dentro mío.
Metiéndonos uno adentro del otro para volver a meternos adentro nuestro una y otra vez, más adentro, mas profundo, hasta el centro del huracán de nuestro sexos.
Chuparnos, lamernos, mordernos, dejarnos, apretarnos, cojernos, penetrarnos, introducirnos, empujarnos, bombearnos, arrastrarnos, levantarnos, pirovarnos, enfiestarnos, mandarnos, obedecernos, acabarnos, enlecharnos, entremezclarnos, ensalivarnos para finalmente abrazarnos y volver a empezar.
Círculo viscoso de tu sexo endemoniado.
Termino mi misa casi diaria lleno de sudores, sabores, olores, fluidos. Y ruego por tener un poco más de fuerzas para volver a empezar, adentro tuyo.
Termino de escribir éste mail en el celular y dudo millones de veces en mandarlo. Me parece ñoño, vil, un poco pretencioso, un poco sin gracia. Lo leo y releo y de todas maneras me gusta la forma en que está escrito. Debe ser que salió de un tirón y no dejo de ser yo el que lo escribe. Es de alguna manera verse al espejo y confontar con las propias imperfecciones y destrezas.
Dudo además porque no sé cuál será la respuesta del otro lado.
Se que a ella un poco le gusta la literatura, pero no mucho más. Nos cruzamos en un bar de noche. Yo venía con unos amigos y ella con su prima. Resultó ser que la prima era conocida de uno de mis amigos y confluímos todos en una mesa larga. Por cuestiones del destino quedamos frente a frente y enseguida pegamos onda. A la segunda pinta ya nada del mundo exterior se podía interponer entre nosotros. Su risa, sus labios, su escote prominente, su mirada entre tierna y salvaje. Todo en ella me gustaba y veía que respondía. Nuestro amigos se levantaron al rato. Nosotros nos disculpamos, pero preferíamos quedarnos charlando un rato más. Chistes y miradas cómplices se cruzaron y allí seguimos por cinco minutos hasta que desaparecieron de nuestra vista. Salimos corriendo y tomamos el primer taxi que pasó. Dije en voz alta la dirección de un telo que conocía y después nos besamos por primera vez. Algo alocados, algo ebrios. Disfrutando del primer contacto con su lengua, su saliva, su olor, su calentura.
Se pegaba a mi y sentía sus tetas contra mi pecho. Llegamos rápido, justo en el momento que ya no soportaba más sin desvestirla ahí mismo.
Nos dieron una habitación modesta. Ella repitió un verso de una canción de Sabina ("de estufa corazón te tengo a ti") y se abalanzó sobre mi. Me desvistió entero sin siguiera sacarse la camperita de jean. Desnudo me entregué a su boca que ya tenía mi verga dentro. Me la chupó y masajeó los huevos haciéndome delirar de placer. Buscó mi culo con su dedo índice y fue haciendo círculos alrededor de mi ano. No podía más de calentura. Le pedí por favor que me cogiera.
Se levantó y se sacó la campera. Buscó en su cartera un forro, me lo puso. Después se levantó la pollera y corriéndose la bombacha a un costado se ensartó con mi pija hasta el fondo empezándome a coger como loca. Mirándola a los ojos me sentia entrar y salir de su vagina que ardía de placer y chorreaba flujos sobre mis huevos. Cerró los ojos y acabó mordiéndose el labio inferior. Se levantó y poniéndose en cuatro me dijo que la siguiera cogiendo. Lo hice y empecé a bombearla viéndole el culo precioso y un tatuaje encima que aumentó mi calentura. Mientras la cogia de esa manera me ensalivé el dedo pulgar y lo fuí introduciendo en su orto de a poco. Le gustó y empezó a gemir caliente nuevamente. Seguí bombeándola un rato así hasta que acabé en un orgasmo violento y satisfactorio.
Como ella estaba en llamas, le empecé a chupar la concha. Se sacó la remera y ahora quedó en corpiño y pollera. Me zambullí en su clítoris chupandola todo lo rápido que me pedía. Agarré sus tetas mientras tanto liberándolas del corpiño. Enormes y suculentas se movían entre mis manos. sus pezones muy grandes y rosados. Unos pezones como pocas veces he visto y me encanta pellizcar y chupar. Al rato de lamerla se me puso la pija dura nuevamente y poniéndome otro forro la seguí cogiendo, ella ahora debajo mío. Se agarraga las tetas y se chupaba los pezones mientras la cogía.
Se me dió por meterle la pija entre las tetas. Acepto y me monté sobre ella y me la agarró entre sus hermosas mamas. Veía mi cabeza que se acercaba y alejaba de su boca. Ella acercó la lengua y la iba lamiendo en cada vaivén. Acabé así, derramándome en su boca y labios, dejándola llena de leche. Ella me atrajo hacia sí y me besó profudamente y compartimos mi acabada.
Luego se puso boca abajo y me pidió que la acariciara el clítoris desde atrás. Mi mano se metía entre sus piernas agarrándole el culo y sentía la humedad de su concha que seguí lanzando flujos sin parar. Después le metí dos dedos adentro de la concha. Ella empezó a masajearse el cl´toris con violencia. Gemía y gozaba sin parar. Le escupí en el ogete y fuí metiendo también el dedo pulgar. así, cogiendola en el culo y la concha solo con mi mano acabó ruidosamente y quedó exhausta, tirada en la cama.
Algo raro ocurrió después. Quedó dormida. No desmayada, simplemente dormida, a medio desvestir, con las botas puestas y la cara llena de leche entró en un sueño profundo. No quise despertarla. Llamé a la recepción y le dije que nos quedaríamos otro turno y me senté a verla dormir y a escribir el mail que no sé si mandar o no.
O mejor le empiezo a chupar el culo y despertarla con mi lengua para seguir cogiéndola.
Cojerte debe ser mi misa casi diaria. Tus fluídos, tus aromas, tus sudores, tus sabores.
Cojerte debe ser mi misa casi diaria. Llena de sorpresas y placeres conocidos.
Robarte día a día otro orgasmo que da vida.
Hacer correr mi sangre por las venas y la leche por la pija. Aterrizar en tu rostro angelado y llenarte de mi semen deseando que ese segundo sea eterno y al momento de acabar ya estar listo para empezar de nuevo.
A cojerte, que debe ser mi misa casi diaria.
De festejo y de religiosa fruición. De rezo ante tu clítoris. Dios pagano de mi devoción y fuente de tu volcán siempre dispuesto a estallar en otra erupción de calentura.
Tu cuerpo es el festejo de mi vida. Juntos revolcarnos otra vez como si fuese la primera. O la última. O la vez quichicientas que es lo mismo porque este gozo siempre es único dentro tuyo. Dentro mío.
Metiéndonos uno adentro del otro para volver a meternos adentro nuestro una y otra vez, más adentro, mas profundo, hasta el centro del huracán de nuestro sexos.
Chuparnos, lamernos, mordernos, dejarnos, apretarnos, cojernos, penetrarnos, introducirnos, empujarnos, bombearnos, arrastrarnos, levantarnos, pirovarnos, enfiestarnos, mandarnos, obedecernos, acabarnos, enlecharnos, entremezclarnos, ensalivarnos para finalmente abrazarnos y volver a empezar.
Círculo viscoso de tu sexo endemoniado.
Termino mi misa casi diaria lleno de sudores, sabores, olores, fluidos. Y ruego por tener un poco más de fuerzas para volver a empezar, adentro tuyo.
Termino de escribir éste mail en el celular y dudo millones de veces en mandarlo. Me parece ñoño, vil, un poco pretencioso, un poco sin gracia. Lo leo y releo y de todas maneras me gusta la forma en que está escrito. Debe ser que salió de un tirón y no dejo de ser yo el que lo escribe. Es de alguna manera verse al espejo y confontar con las propias imperfecciones y destrezas.
Dudo además porque no sé cuál será la respuesta del otro lado.
Se que a ella un poco le gusta la literatura, pero no mucho más. Nos cruzamos en un bar de noche. Yo venía con unos amigos y ella con su prima. Resultó ser que la prima era conocida de uno de mis amigos y confluímos todos en una mesa larga. Por cuestiones del destino quedamos frente a frente y enseguida pegamos onda. A la segunda pinta ya nada del mundo exterior se podía interponer entre nosotros. Su risa, sus labios, su escote prominente, su mirada entre tierna y salvaje. Todo en ella me gustaba y veía que respondía. Nuestro amigos se levantaron al rato. Nosotros nos disculpamos, pero preferíamos quedarnos charlando un rato más. Chistes y miradas cómplices se cruzaron y allí seguimos por cinco minutos hasta que desaparecieron de nuestra vista. Salimos corriendo y tomamos el primer taxi que pasó. Dije en voz alta la dirección de un telo que conocía y después nos besamos por primera vez. Algo alocados, algo ebrios. Disfrutando del primer contacto con su lengua, su saliva, su olor, su calentura.
Se pegaba a mi y sentía sus tetas contra mi pecho. Llegamos rápido, justo en el momento que ya no soportaba más sin desvestirla ahí mismo.
Nos dieron una habitación modesta. Ella repitió un verso de una canción de Sabina ("de estufa corazón te tengo a ti") y se abalanzó sobre mi. Me desvistió entero sin siguiera sacarse la camperita de jean. Desnudo me entregué a su boca que ya tenía mi verga dentro. Me la chupó y masajeó los huevos haciéndome delirar de placer. Buscó mi culo con su dedo índice y fue haciendo círculos alrededor de mi ano. No podía más de calentura. Le pedí por favor que me cogiera.
Se levantó y se sacó la campera. Buscó en su cartera un forro, me lo puso. Después se levantó la pollera y corriéndose la bombacha a un costado se ensartó con mi pija hasta el fondo empezándome a coger como loca. Mirándola a los ojos me sentia entrar y salir de su vagina que ardía de placer y chorreaba flujos sobre mis huevos. Cerró los ojos y acabó mordiéndose el labio inferior. Se levantó y poniéndose en cuatro me dijo que la siguiera cogiendo. Lo hice y empecé a bombearla viéndole el culo precioso y un tatuaje encima que aumentó mi calentura. Mientras la cogia de esa manera me ensalivé el dedo pulgar y lo fuí introduciendo en su orto de a poco. Le gustó y empezó a gemir caliente nuevamente. Seguí bombeándola un rato así hasta que acabé en un orgasmo violento y satisfactorio.
Como ella estaba en llamas, le empecé a chupar la concha. Se sacó la remera y ahora quedó en corpiño y pollera. Me zambullí en su clítoris chupandola todo lo rápido que me pedía. Agarré sus tetas mientras tanto liberándolas del corpiño. Enormes y suculentas se movían entre mis manos. sus pezones muy grandes y rosados. Unos pezones como pocas veces he visto y me encanta pellizcar y chupar. Al rato de lamerla se me puso la pija dura nuevamente y poniéndome otro forro la seguí cogiendo, ella ahora debajo mío. Se agarraga las tetas y se chupaba los pezones mientras la cogía.
Se me dió por meterle la pija entre las tetas. Acepto y me monté sobre ella y me la agarró entre sus hermosas mamas. Veía mi cabeza que se acercaba y alejaba de su boca. Ella acercó la lengua y la iba lamiendo en cada vaivén. Acabé así, derramándome en su boca y labios, dejándola llena de leche. Ella me atrajo hacia sí y me besó profudamente y compartimos mi acabada.
Luego se puso boca abajo y me pidió que la acariciara el clítoris desde atrás. Mi mano se metía entre sus piernas agarrándole el culo y sentía la humedad de su concha que seguí lanzando flujos sin parar. Después le metí dos dedos adentro de la concha. Ella empezó a masajearse el cl´toris con violencia. Gemía y gozaba sin parar. Le escupí en el ogete y fuí metiendo también el dedo pulgar. así, cogiendola en el culo y la concha solo con mi mano acabó ruidosamente y quedó exhausta, tirada en la cama.
Algo raro ocurrió después. Quedó dormida. No desmayada, simplemente dormida, a medio desvestir, con las botas puestas y la cara llena de leche entró en un sueño profundo. No quise despertarla. Llamé a la recepción y le dije que nos quedaríamos otro turno y me senté a verla dormir y a escribir el mail que no sé si mandar o no.
O mejor le empiezo a chupar el culo y despertarla con mi lengua para seguir cogiéndola.
6 comentarios - Festejo
Por favor!!! Qué sensaciones!! Lo dicho... Tus relatos me dejan muchas sensaciones a flor de piel...
Altere el orden pero no afectó al producto...