El sábado mi mujer se fue a almorzar con las amigas, eran las 16.00hs y ni noticias de ella, 18, 18,30 y nada, recién llega a las 19.00hs, algo me sospeche, tanto para hablar…
Ni bien entro me saludo con un beso, se fue a preparar los mates y…
(Ella): Sentate, tomemos unos mates y te cuento…el almuerzo fue una porquería, me aburrí enseguida así que le mande un whatsapp a Daniel a ver si estaba al pedo.
Me respondió al toque…
(El) Vení, te espero abajo. (la guacha se había guardado el mensaje para mostrármelo).
El la estaba esperando abajo tal como le había dicho, mientras subían hasta el séptimo piso apretaban en el ascensor, ni bien entran al depto se ponen a apretar nuevamente.
Ella con una mini bien cortita asi que a el no le costo nada levantársela y acariciarle con fuerza esa parte tan rica, todo sobre la tanga, ella no demoro mucho en estar toda mojada.
(Ella) Hoy quiero hacer algo que hago con mi marido… a ver cuantas poses hacemos sin sacarla de dentro mío.
Se fueron a la habitación, cuando llegaron ya estaban totalmente desnudos.
(Ella) Acostate, relajate...
El obedeció, ella se arrodilla y empieza a acariciarle el cuerpo mientras se la chupa, Daniel cierra los ojos y se deja llevar por el placer, ella se sube sobre él, toma el pene erecto, lo masturba, con las yema de los dedos acaricia la cabeza, Daniel sonríe y disfruta.
Lo pone en posición y se sienta sobre él, siente como la llena toda, la tiene más grande y también aguanta mucho más que yo, su vagina se adapta al tamaño y se lo va comiendo sin detenerse, solo se detiene cuando ya no puede descender más, cuando sus nalgas se frenan contra el cuerpo tonificado de nuestro amigo.
Se queda quieta, disfruta mucho tenerla toda adentro, con una mano le acaricia el pecho y con la otra los testículos, cuando él comienza a hacer pequeños movimientos ella se dobla hacia adelante, sus labios se rozan y se entrelazan en unos besos apasionados y calientes, esta pose la despega unos cuantos centímetro y permite que Daniel se mueva con más libertad, ahora sí su miembro entra y sale con movimientos lentos y continuos.
El ya la conoce y sabe que a ella la vuelve loca que la coja así.
Ahora ella se reincorpora, pasa sus pies para adelante y comienza lentamente a girar su cuerpo hacia la izquierda, como un molino, cuanto cruza piernas sigue girando hasta quedar de espalda, se deja caer sobre ese cuerpo marcaado, el empieza a moverse nuevamente mientras le besa el cuello y con sus manos acaricia con fuerza sus tetas., lo deja hacer unos instantes más…
Nuevamente se reincorpora, esta vez pone los pies hacia atrás, y hace que el vaya también pasando sus piernas hacia atrás hasta quedar en posición para poder levantarse ambos y quedar en el clásico perrito.
Ahora Daniel tiene más control de la situación, con una mano le acaricia la espalda y con la otro le toma los pechos, los aprieta, los masajea, sus sexos se golpean con ganas, la toma del pelo le tira su cabeza hacia atrás, se detiene, la gira un poco hasta que él puede bajar los pies al piso y estar parado, ella sigue en cuatro, él no deja de cogerla…ella no para de gemir, el placer que siente es total.
La toma de las caderas y lentamente la empieza a acostar hacia la derecha, ahora la toma de las piernas y la hace girar un poco más hasta que ella queda mirando el techo, la coge patitas al hombro, deja caer su peso sobre ella hasta llegar a sus labios y se vuelven a besar, en ningún momento deja de penetrarla.
Ella baja sus piernas y le rodea las caderas, las cierra con fuerza, con sus brazos lo rodea del cuello, él se reincorpora con ella a cuestas, la apoya contra la pared, con sus manos fuertes la toma de las nalgas, mientras se besan con furia el comienza a acelerar el paso, cada vez la penetra con más fuera, más rápido, ella no lo puede besar más, los gemidos de placer no la dejan, lo abraza con fuerza, apoya su cabeza sobre los hombres sus hombros, ella sabe que todo está por terminar, ella ya tuvo varios orgasmos pero quiere que esto siga, que no acabe nunca, él se mueve cada vez más rápido, a ella la vuelve loca sentir como ese miembro duro y grande la penetra con fuerza,una y otra vez.
Un movimiento fuerte y seco…y todo se detiene, ambos respiran con cansados, agotados, a Daniel le tiemblan las piernas, también a ella, pero él no se mueve hasta haber lanzado dentro de ella su última gota de semen…
Ni bien entro me saludo con un beso, se fue a preparar los mates y…
(Ella): Sentate, tomemos unos mates y te cuento…el almuerzo fue una porquería, me aburrí enseguida así que le mande un whatsapp a Daniel a ver si estaba al pedo.
Me respondió al toque…
(El) Vení, te espero abajo. (la guacha se había guardado el mensaje para mostrármelo).
El la estaba esperando abajo tal como le había dicho, mientras subían hasta el séptimo piso apretaban en el ascensor, ni bien entran al depto se ponen a apretar nuevamente.
Ella con una mini bien cortita asi que a el no le costo nada levantársela y acariciarle con fuerza esa parte tan rica, todo sobre la tanga, ella no demoro mucho en estar toda mojada.
(Ella) Hoy quiero hacer algo que hago con mi marido… a ver cuantas poses hacemos sin sacarla de dentro mío.
Se fueron a la habitación, cuando llegaron ya estaban totalmente desnudos.
(Ella) Acostate, relajate...
El obedeció, ella se arrodilla y empieza a acariciarle el cuerpo mientras se la chupa, Daniel cierra los ojos y se deja llevar por el placer, ella se sube sobre él, toma el pene erecto, lo masturba, con las yema de los dedos acaricia la cabeza, Daniel sonríe y disfruta.
Lo pone en posición y se sienta sobre él, siente como la llena toda, la tiene más grande y también aguanta mucho más que yo, su vagina se adapta al tamaño y se lo va comiendo sin detenerse, solo se detiene cuando ya no puede descender más, cuando sus nalgas se frenan contra el cuerpo tonificado de nuestro amigo.
Se queda quieta, disfruta mucho tenerla toda adentro, con una mano le acaricia el pecho y con la otra los testículos, cuando él comienza a hacer pequeños movimientos ella se dobla hacia adelante, sus labios se rozan y se entrelazan en unos besos apasionados y calientes, esta pose la despega unos cuantos centímetro y permite que Daniel se mueva con más libertad, ahora sí su miembro entra y sale con movimientos lentos y continuos.
El ya la conoce y sabe que a ella la vuelve loca que la coja así.
Ahora ella se reincorpora, pasa sus pies para adelante y comienza lentamente a girar su cuerpo hacia la izquierda, como un molino, cuanto cruza piernas sigue girando hasta quedar de espalda, se deja caer sobre ese cuerpo marcaado, el empieza a moverse nuevamente mientras le besa el cuello y con sus manos acaricia con fuerza sus tetas., lo deja hacer unos instantes más…
Nuevamente se reincorpora, esta vez pone los pies hacia atrás, y hace que el vaya también pasando sus piernas hacia atrás hasta quedar en posición para poder levantarse ambos y quedar en el clásico perrito.
Ahora Daniel tiene más control de la situación, con una mano le acaricia la espalda y con la otro le toma los pechos, los aprieta, los masajea, sus sexos se golpean con ganas, la toma del pelo le tira su cabeza hacia atrás, se detiene, la gira un poco hasta que él puede bajar los pies al piso y estar parado, ella sigue en cuatro, él no deja de cogerla…ella no para de gemir, el placer que siente es total.
La toma de las caderas y lentamente la empieza a acostar hacia la derecha, ahora la toma de las piernas y la hace girar un poco más hasta que ella queda mirando el techo, la coge patitas al hombro, deja caer su peso sobre ella hasta llegar a sus labios y se vuelven a besar, en ningún momento deja de penetrarla.
Ella baja sus piernas y le rodea las caderas, las cierra con fuerza, con sus brazos lo rodea del cuello, él se reincorpora con ella a cuestas, la apoya contra la pared, con sus manos fuertes la toma de las nalgas, mientras se besan con furia el comienza a acelerar el paso, cada vez la penetra con más fuera, más rápido, ella no lo puede besar más, los gemidos de placer no la dejan, lo abraza con fuerza, apoya su cabeza sobre los hombres sus hombros, ella sabe que todo está por terminar, ella ya tuvo varios orgasmos pero quiere que esto siga, que no acabe nunca, él se mueve cada vez más rápido, a ella la vuelve loca sentir como ese miembro duro y grande la penetra con fuerza,una y otra vez.
Un movimiento fuerte y seco…y todo se detiene, ambos respiran con cansados, agotados, a Daniel le tiemblan las piernas, también a ella, pero él no se mueve hasta haber lanzado dentro de ella su última gota de semen…
1 comentarios - Mi mujer, el otro y yo... (fantasía) IV