Una Noche en la Disco
Ya tenía decidido que ropa ponerme y en eso estaba, había elegido lo mas sexy y provocativo que podía usar, saque ese conjunto de ropa interior que tanto me gustaba, blanco y de encaje, lo deje sobre la cama y fui a ducharme. Ingresé al baño y comencé a desvestirme, ya estaba excitada, tenia claro que esa era la noche que estaba esperando. Habíamos quedado con mis amigas de ir a la Disco de siempre, pero esta noche tenía un ingrediente especial, ya que iba Rafael, con quien también quedamos en vernos ahí. Rafael es el chico que me quita el sueño, sexy, lindo, con un cuerpo bien trabajado, aproximado mide 1.80 mts, una sonrisa que enamora y siempre vistiendo elegante. Ya veníamos hablando hace días, a través de Facebook y whats App, charlas que cada vez se volvieron más y más hot. Llegando hasta intercambiar fotos, el suyas de su cuerpo esplendido, músculos marcados, en boxer, mostrando esa cola redondita y durita, pero por sobre todo un bulto considerable que me ponía loca de imaginármelo y se me mojaba la entrepierna. Yo le mande fotos mías, exhibiéndome sexy, en ropa interior, mostrando mis atributos, colita paradita y sobre todo mis grandes pechos. Las fotos no llegaban al desnudo total, pero insinuaban muchísimo, por ej de mi tanguita bajada en frente, mostrando que estaba totalmente depilada, pero sin llegar a mi conchita, o fotos de mis grandes pechos sin ropa pero cruzando un brazo para taparlos, también algunas con soutien bajándolas hasta mostrar el comienzo de la aureola en el limite del pezón, los cuales siempre se notaban a través de la tela duros. Mas de una charla terminaba tan excitada que me tocaba imaginándome con el.
Bajo la ducha no pude evitar excitarme, tocarme, pellizcar mis pezones y llevar la mano hasta mi conchita, para sentirla caliente, el solo roce me volvía loca. Me tuve que contener para no masturbarme en la ducha. Salí de ella, me seque y así fui hasta el dormitorio. Allí me observe frente al espejo, y hoy me sentía más bonita de costumbre. Mi carita es bonita, me lo han dicho, mi boca expresa sensualidad, varios me lo han dicho y fantaseado con ella. Mi figura es sexy, con mis 1.60 mt tengo una cintura formadita, unas caderas y cola bien formadas y mi arma de mayor seducción, mis pechos, que son grandes, redonditos y firmes, los cuales siempre los luzco con escotes para el infarto.
Me comencé a vestir, me puse el juego de lencería blanca de encaje, una tanguita diminuta que tapaba adelante apenas y atrás un hilito que se perdía en la colita, soutien que llegaba apenas a tapar mis pezones, medias hasta la mitad de mis muslos y portaligas. Una pollera color negra que tapaba apenas el final de las medias y una camisa manga tres cuarto roja, dejando un par de botones arriba desprendido mostrando mi escoté, a todo esto lo acompañé con unos zapatos de tacos que hacían que subiera unos centímetros. Me observé ya pronta, me encanto como me veía, me sentía sexy y una putita pronta para la acción, me puse un saquito negro por arriba para cubrirme un poco y no estar tan desabrigada y salí hasta la puerta a esperar a mis amigas que pasaban en remise a recogerme.
Llega el remise y me subi, venían las tres, Andrea, Mariela y Claudia, todas súper hermosas y producidas.
Llegamos a la disco e ingresamos. Ya era mas de la medianoche y estaba en pleno apogeo, luces, música y gente hermosa. Sonaba reggaetón y se veía a las chicas bailando, moviendo todo, provocando a los hombres y mas de una ya con caricias que llevaba la manos entre la ropa. Mire por todos lados buscando a Rafael pero no lo vi, saqué el móvil y le envíe un mensaje.
-*Ya estoy en la disco, vamos a la barra cerca del dj*-
Y hacía allí fuimos con mis amigas. Pedimos unos tragos y observamos toda la disco. Terminamos ese trago y pedimos otro más, y así otro y otro. Pasaron mas de 40 minutos y no sabía nada de Rafael, con mis amigas ya sentíamos el efecto del alcohol y eso nos desinhibía. Ya mas alegres nos dirigimos la pista de baile, allí comenzamos a bailar reggaetón moviéndonos muy sexy, provocando suspiros y miradas, bailábamos entre nosotros, rozándonos, tocando nuestros cuerpos, era muy excitante, todo provocado por el alcohol. Ya varios chicos quisieron bailar con nosotros, pero solo lo hacíamos entre nosotras, cruzábamos las piernas metiéndolas dentro de la entrepierna de la otra, lo cual al bajar un poco sentíamos la zona íntima de la otra, realmente me estaba excitando mucho, los roces se hacían mas frecuentes y yo ya comenzaba a mojar. Agarrábamos la cintura de la otra y nos apretábamos juntando los cuerpos.
En un momento siento que desde detrás de mí, unas manos me toman de la cintura, me giré para decirle que no lo haga a quien fuera y mi sorpresa fue mayúscula, era Rafael. Me sonreía y yo le respondí con otra, estaba hermoso como siempre, remera ajustada y jeans que le quedaban muy bien, en ese momento fue como que todo dejara de existir y solo estábamos en y yo. Se inclinó hacia mí, para saludarme y puso sus labios en mi mejilla, rozando parte de los labios, eso solo provocó que me recorriera algo como una electricidad por el cuerpo. Venía con un trago en la mano el cuál me convido, se acerco hacia mi oído para hablarme y alzando la voz para poder escucharnos.
-Estás muy hermosa, realmente sexy- me dijo
-Y tu también, como siempre- le respondí a la vez que le sonreía
-Querés ir a sentarnos y tomamos algo?-
- Dale - lo tome de la mano - Yo te sigo -
Y fuimos caminando entre la gente, me encantaba ser llevada de la mano por el, manos fuertes pero a la vez tiernas. Buscamos uno de los sillones mas alejados de todos y en la zona más oscura.
-Que vas a tomar?-
-Sorprendeme- le dije y se fue hasta la barra. Lo miraba irse y me encantaba, esa colita y cuerpo trabajados.
Yo ya estaba bastante desinhibida por lo que había consumido antes y el bailar, moviéndome tanto acrecentó ese estado. Regresó minutos después con los tragos, no supe exactamente lo que él tomaba, pero a mi me trajo un licor de frutilla, el sabe que esos me gustan. Me desabroché el saco y deje a su vista mi camisa y escote, de tanto moverme la camisa se había desprendido un botón más, dejando a la vista el comienzo del soutien, el me miró con una sonrisa pícara y de igual forma le respondí. Comenzamos a hablar pero debido al ruido nos escuchábamos poco, por lo que él se acerco a mi lado y comenzó a hablarme al oído.
-Sabes que me encantas? Me tenes como loco- me decía a la vez que apoyaba su mano derecha sobre mis rodillas acariciándome apenas. Todo de el me excitaba, y lo que hacia ahora lo lograba, sentía su voz tan cerca de mi que su respiración me provocaba escalofríos en el cuerpo.
-Y vos a mi- le respondí -Hace mucho que te miro, más allá de como amigos - terminando de decirle esto y dándole un beso en su cachete, muy lento, muy tierno, muy sensual.
Esto fue como una señal para el que enseguida busco mi boca. Ese beso lo había deseado hace mucho tiempo, su boca se apodero de la mía, una mezcla de ansiedad, deseo y lujuria. Sus labios eran gruesos, sus dientes se apoderaron de mis labios, mordiéndolos apenas, tirando de ellos, su lengua y la mía se entrelazaban como en una batalla que ambos querían ganar, sus manos sobre mis piernas iban subiendo, metiéndose por debajo de la falda, la respiración de ambos ya denotaba la excitación, mis manos recorrían su cintura, metiéndose debajo de su remera, tocando su cuerpo. Sus manos subían por mis piernas, no se hacían esperar, mis piernas instintivamente se separaron, su mano continuó su camino, cada vez mas arriba, su boca ya había abandonado la mía y bajaba por mi cuello, rumbo a mi escote, mi entrepierna ya comenzaba a mojarse y sus dedos llegaron hasta mi tanga, rozándome por sobre ella, esto me estremeció. Su boca ya estaba sobre mi escote, mordiendo mis pechos y besándolos, una de sus manos tomo la camisa y la desprendió mas aún, corriendo apenas el soutien liberando el pezón excitado que fue devorado por su boca. No me importaba el lugar, ya no controlaba la situación, mi lujuria mandaba en ese momento. Igualmente estábamos en el ultimo rincón y mas oscuro, ademas una mesa tapaba todo lo que pasaba debajo de la cintura, solo una pareja estaba cerca y estaban en lo suyo. Su boca devoraba mis pechos, sus dedos me acariciaban por sobre la tanga, totalmente mojada. Mis manos no se hicieron esperar y fueron directamente al cierre de su jeans, bajándolo y metiéndose por sobre el boxer, sentí su bulto ya excitado, duro, pujando por salir, la mano se deslizó por debajo y lo tomó con ganas, solo sentirlo logro un orgasmo en mi que mojo toda mi ropa interior, era tal cual lo había imaginado, grande, grueso, firme, mi mano apenas podía rodearlo. Comencé a mover la mano por sobre su pone, subiendo y bajando. Mis pechos ambos estaban afuera y se los devoraba, mi falda ya estaba en la cintura, mis piernas separadas y sus dedos corrieron mi tanga para tocar directamente mi conchita, caliente, húmeda y muy excitada. Uno de sus dedos se metió dentro haciéndome delirar. Mi mano continuaba en su pene, no quería soltarlo, pero deseaba ya tenerlo dentro de mi, pero antes quería tenerlo en mi boca. No pude esperar y me separé de el, me arrodille entre sus piernas, y liberé su pene de su boxer, ahí me di cuenta real de la dimensión de su miembro, no era exageradamente grande, pero si considerable, unos 20 cm y ancho, muy ancho. Lo tomé con mis manos y me lo lleve a la boca, saque la lengua y lo recorrí en toda su extensión, mojándolo, una y otra vez, me gustaba esa pija, abrí la boca y lo introduje, haciendo desaparecer su glande en mi boca, así y en penumbras, con el pene dentro de mi boca lo miré, eso le encantó, lo saqué y solté saliva sobre el y volví a metérmelo, esta vez hasta la mitad, comenzando a subir y bajar por su miembro, mi boca se extendía a su máximo, no me entraba mas que la mitad, llegaba a ahogarme y lo sacaba, cada vez con mas saliva, se la agarraba con ambas manos, no podía parar, mi excitación era extrema, tras varios minutos de sexo oral necesitaba sentirla adentro, la deseaba, en ese momento era todo lo que quería, me recompuse, me pare, giré dándole la espalda, separe mis piernas a los costados de él y suavemente fui bajando, hasta que sentí que ya estaba en la entrada de mi conchita, con los dedos la abrí más y me dejé caer suavemente sobre el. Sentía como ese tamaño instrumento se metía en mis entrañas, como se abría paso generando esa mezcla de placer y dolor, no terminaba mas de entrar, el me tenia tomada de la cintura, pero no ejercía presión, solo me dejaba hacer. Sentía un poco de dolor, pero el placer era mayor, hasta que entró totalmente y ahí me quedé unos instantes para que mi conchita se acostumbre a su miembro. Luego comencé a subir y bajar, apoyándome con las manos sobre la mesa, el movimiento era cada vez mayor, subía y bajaba en toda su extensión, lo dejaba salir y nuevamente me lo metía todo, mi conchita ya acostumbrada lo disfrutaba, sentirlo todo en mi interior era exquisito. El climax era sublimé, sentía que se me estremecía todo, no iba a aguantar mucho más, una de sus manos en mis pechos y la otra en mí clítoris, la pareja que estaba cerca estaban en lo mismo y eso mas me excitaba, el se aferro a mis caderas y comenzó un movimiento mas rápido, me volvía loca, quería mas y mas rápido, sentía que estaba a punto de explotar y el acelero más, entre quejidos me dijo
-Me vengo-
Esa palabra me hizo estremecer y sentir el chorro de su semen en mi interior desencadeno un orgasmo fabuloso, que provocó que emanara muchos jugos fe mi conchita, sentía cada vez que expulsaba y la conchita se estremecía, no paraba de subir y bajar hasta que se vacío en mi, los movimientos continuaron unos segundos más, hasta que me separé de el. Me senté en sofá y comencé a sentir su semen bajando y corriendo por el sillón, luego de un momento me reacomodé la tanga, baje la falda, cerré la camisa y el se acomodó el jeans. Nos miramos felices, nos dimos un hermoso beso, le dije.
-Me encanto-
-A mi también- me respondió -Ojalá se repita-
-Se va a repetir sin dudas- y nuevamente nos besamos.
Nos levantamos del sillón y nos retiramos en busca de mis amigas...
Ya tenía decidido que ropa ponerme y en eso estaba, había elegido lo mas sexy y provocativo que podía usar, saque ese conjunto de ropa interior que tanto me gustaba, blanco y de encaje, lo deje sobre la cama y fui a ducharme. Ingresé al baño y comencé a desvestirme, ya estaba excitada, tenia claro que esa era la noche que estaba esperando. Habíamos quedado con mis amigas de ir a la Disco de siempre, pero esta noche tenía un ingrediente especial, ya que iba Rafael, con quien también quedamos en vernos ahí. Rafael es el chico que me quita el sueño, sexy, lindo, con un cuerpo bien trabajado, aproximado mide 1.80 mts, una sonrisa que enamora y siempre vistiendo elegante. Ya veníamos hablando hace días, a través de Facebook y whats App, charlas que cada vez se volvieron más y más hot. Llegando hasta intercambiar fotos, el suyas de su cuerpo esplendido, músculos marcados, en boxer, mostrando esa cola redondita y durita, pero por sobre todo un bulto considerable que me ponía loca de imaginármelo y se me mojaba la entrepierna. Yo le mande fotos mías, exhibiéndome sexy, en ropa interior, mostrando mis atributos, colita paradita y sobre todo mis grandes pechos. Las fotos no llegaban al desnudo total, pero insinuaban muchísimo, por ej de mi tanguita bajada en frente, mostrando que estaba totalmente depilada, pero sin llegar a mi conchita, o fotos de mis grandes pechos sin ropa pero cruzando un brazo para taparlos, también algunas con soutien bajándolas hasta mostrar el comienzo de la aureola en el limite del pezón, los cuales siempre se notaban a través de la tela duros. Mas de una charla terminaba tan excitada que me tocaba imaginándome con el.
Bajo la ducha no pude evitar excitarme, tocarme, pellizcar mis pezones y llevar la mano hasta mi conchita, para sentirla caliente, el solo roce me volvía loca. Me tuve que contener para no masturbarme en la ducha. Salí de ella, me seque y así fui hasta el dormitorio. Allí me observe frente al espejo, y hoy me sentía más bonita de costumbre. Mi carita es bonita, me lo han dicho, mi boca expresa sensualidad, varios me lo han dicho y fantaseado con ella. Mi figura es sexy, con mis 1.60 mt tengo una cintura formadita, unas caderas y cola bien formadas y mi arma de mayor seducción, mis pechos, que son grandes, redonditos y firmes, los cuales siempre los luzco con escotes para el infarto.
Me comencé a vestir, me puse el juego de lencería blanca de encaje, una tanguita diminuta que tapaba adelante apenas y atrás un hilito que se perdía en la colita, soutien que llegaba apenas a tapar mis pezones, medias hasta la mitad de mis muslos y portaligas. Una pollera color negra que tapaba apenas el final de las medias y una camisa manga tres cuarto roja, dejando un par de botones arriba desprendido mostrando mi escoté, a todo esto lo acompañé con unos zapatos de tacos que hacían que subiera unos centímetros. Me observé ya pronta, me encanto como me veía, me sentía sexy y una putita pronta para la acción, me puse un saquito negro por arriba para cubrirme un poco y no estar tan desabrigada y salí hasta la puerta a esperar a mis amigas que pasaban en remise a recogerme.
Llega el remise y me subi, venían las tres, Andrea, Mariela y Claudia, todas súper hermosas y producidas.
Llegamos a la disco e ingresamos. Ya era mas de la medianoche y estaba en pleno apogeo, luces, música y gente hermosa. Sonaba reggaetón y se veía a las chicas bailando, moviendo todo, provocando a los hombres y mas de una ya con caricias que llevaba la manos entre la ropa. Mire por todos lados buscando a Rafael pero no lo vi, saqué el móvil y le envíe un mensaje.
-*Ya estoy en la disco, vamos a la barra cerca del dj*-
Y hacía allí fuimos con mis amigas. Pedimos unos tragos y observamos toda la disco. Terminamos ese trago y pedimos otro más, y así otro y otro. Pasaron mas de 40 minutos y no sabía nada de Rafael, con mis amigas ya sentíamos el efecto del alcohol y eso nos desinhibía. Ya mas alegres nos dirigimos la pista de baile, allí comenzamos a bailar reggaetón moviéndonos muy sexy, provocando suspiros y miradas, bailábamos entre nosotros, rozándonos, tocando nuestros cuerpos, era muy excitante, todo provocado por el alcohol. Ya varios chicos quisieron bailar con nosotros, pero solo lo hacíamos entre nosotras, cruzábamos las piernas metiéndolas dentro de la entrepierna de la otra, lo cual al bajar un poco sentíamos la zona íntima de la otra, realmente me estaba excitando mucho, los roces se hacían mas frecuentes y yo ya comenzaba a mojar. Agarrábamos la cintura de la otra y nos apretábamos juntando los cuerpos.
En un momento siento que desde detrás de mí, unas manos me toman de la cintura, me giré para decirle que no lo haga a quien fuera y mi sorpresa fue mayúscula, era Rafael. Me sonreía y yo le respondí con otra, estaba hermoso como siempre, remera ajustada y jeans que le quedaban muy bien, en ese momento fue como que todo dejara de existir y solo estábamos en y yo. Se inclinó hacia mí, para saludarme y puso sus labios en mi mejilla, rozando parte de los labios, eso solo provocó que me recorriera algo como una electricidad por el cuerpo. Venía con un trago en la mano el cuál me convido, se acerco hacia mi oído para hablarme y alzando la voz para poder escucharnos.
-Estás muy hermosa, realmente sexy- me dijo
-Y tu también, como siempre- le respondí a la vez que le sonreía
-Querés ir a sentarnos y tomamos algo?-
- Dale - lo tome de la mano - Yo te sigo -
Y fuimos caminando entre la gente, me encantaba ser llevada de la mano por el, manos fuertes pero a la vez tiernas. Buscamos uno de los sillones mas alejados de todos y en la zona más oscura.
-Que vas a tomar?-
-Sorprendeme- le dije y se fue hasta la barra. Lo miraba irse y me encantaba, esa colita y cuerpo trabajados.
Yo ya estaba bastante desinhibida por lo que había consumido antes y el bailar, moviéndome tanto acrecentó ese estado. Regresó minutos después con los tragos, no supe exactamente lo que él tomaba, pero a mi me trajo un licor de frutilla, el sabe que esos me gustan. Me desabroché el saco y deje a su vista mi camisa y escote, de tanto moverme la camisa se había desprendido un botón más, dejando a la vista el comienzo del soutien, el me miró con una sonrisa pícara y de igual forma le respondí. Comenzamos a hablar pero debido al ruido nos escuchábamos poco, por lo que él se acerco a mi lado y comenzó a hablarme al oído.
-Sabes que me encantas? Me tenes como loco- me decía a la vez que apoyaba su mano derecha sobre mis rodillas acariciándome apenas. Todo de el me excitaba, y lo que hacia ahora lo lograba, sentía su voz tan cerca de mi que su respiración me provocaba escalofríos en el cuerpo.
-Y vos a mi- le respondí -Hace mucho que te miro, más allá de como amigos - terminando de decirle esto y dándole un beso en su cachete, muy lento, muy tierno, muy sensual.
Esto fue como una señal para el que enseguida busco mi boca. Ese beso lo había deseado hace mucho tiempo, su boca se apodero de la mía, una mezcla de ansiedad, deseo y lujuria. Sus labios eran gruesos, sus dientes se apoderaron de mis labios, mordiéndolos apenas, tirando de ellos, su lengua y la mía se entrelazaban como en una batalla que ambos querían ganar, sus manos sobre mis piernas iban subiendo, metiéndose por debajo de la falda, la respiración de ambos ya denotaba la excitación, mis manos recorrían su cintura, metiéndose debajo de su remera, tocando su cuerpo. Sus manos subían por mis piernas, no se hacían esperar, mis piernas instintivamente se separaron, su mano continuó su camino, cada vez mas arriba, su boca ya había abandonado la mía y bajaba por mi cuello, rumbo a mi escote, mi entrepierna ya comenzaba a mojarse y sus dedos llegaron hasta mi tanga, rozándome por sobre ella, esto me estremeció. Su boca ya estaba sobre mi escote, mordiendo mis pechos y besándolos, una de sus manos tomo la camisa y la desprendió mas aún, corriendo apenas el soutien liberando el pezón excitado que fue devorado por su boca. No me importaba el lugar, ya no controlaba la situación, mi lujuria mandaba en ese momento. Igualmente estábamos en el ultimo rincón y mas oscuro, ademas una mesa tapaba todo lo que pasaba debajo de la cintura, solo una pareja estaba cerca y estaban en lo suyo. Su boca devoraba mis pechos, sus dedos me acariciaban por sobre la tanga, totalmente mojada. Mis manos no se hicieron esperar y fueron directamente al cierre de su jeans, bajándolo y metiéndose por sobre el boxer, sentí su bulto ya excitado, duro, pujando por salir, la mano se deslizó por debajo y lo tomó con ganas, solo sentirlo logro un orgasmo en mi que mojo toda mi ropa interior, era tal cual lo había imaginado, grande, grueso, firme, mi mano apenas podía rodearlo. Comencé a mover la mano por sobre su pone, subiendo y bajando. Mis pechos ambos estaban afuera y se los devoraba, mi falda ya estaba en la cintura, mis piernas separadas y sus dedos corrieron mi tanga para tocar directamente mi conchita, caliente, húmeda y muy excitada. Uno de sus dedos se metió dentro haciéndome delirar. Mi mano continuaba en su pene, no quería soltarlo, pero deseaba ya tenerlo dentro de mi, pero antes quería tenerlo en mi boca. No pude esperar y me separé de el, me arrodille entre sus piernas, y liberé su pene de su boxer, ahí me di cuenta real de la dimensión de su miembro, no era exageradamente grande, pero si considerable, unos 20 cm y ancho, muy ancho. Lo tomé con mis manos y me lo lleve a la boca, saque la lengua y lo recorrí en toda su extensión, mojándolo, una y otra vez, me gustaba esa pija, abrí la boca y lo introduje, haciendo desaparecer su glande en mi boca, así y en penumbras, con el pene dentro de mi boca lo miré, eso le encantó, lo saqué y solté saliva sobre el y volví a metérmelo, esta vez hasta la mitad, comenzando a subir y bajar por su miembro, mi boca se extendía a su máximo, no me entraba mas que la mitad, llegaba a ahogarme y lo sacaba, cada vez con mas saliva, se la agarraba con ambas manos, no podía parar, mi excitación era extrema, tras varios minutos de sexo oral necesitaba sentirla adentro, la deseaba, en ese momento era todo lo que quería, me recompuse, me pare, giré dándole la espalda, separe mis piernas a los costados de él y suavemente fui bajando, hasta que sentí que ya estaba en la entrada de mi conchita, con los dedos la abrí más y me dejé caer suavemente sobre el. Sentía como ese tamaño instrumento se metía en mis entrañas, como se abría paso generando esa mezcla de placer y dolor, no terminaba mas de entrar, el me tenia tomada de la cintura, pero no ejercía presión, solo me dejaba hacer. Sentía un poco de dolor, pero el placer era mayor, hasta que entró totalmente y ahí me quedé unos instantes para que mi conchita se acostumbre a su miembro. Luego comencé a subir y bajar, apoyándome con las manos sobre la mesa, el movimiento era cada vez mayor, subía y bajaba en toda su extensión, lo dejaba salir y nuevamente me lo metía todo, mi conchita ya acostumbrada lo disfrutaba, sentirlo todo en mi interior era exquisito. El climax era sublimé, sentía que se me estremecía todo, no iba a aguantar mucho más, una de sus manos en mis pechos y la otra en mí clítoris, la pareja que estaba cerca estaban en lo mismo y eso mas me excitaba, el se aferro a mis caderas y comenzó un movimiento mas rápido, me volvía loca, quería mas y mas rápido, sentía que estaba a punto de explotar y el acelero más, entre quejidos me dijo
-Me vengo-
Esa palabra me hizo estremecer y sentir el chorro de su semen en mi interior desencadeno un orgasmo fabuloso, que provocó que emanara muchos jugos fe mi conchita, sentía cada vez que expulsaba y la conchita se estremecía, no paraba de subir y bajar hasta que se vacío en mi, los movimientos continuaron unos segundos más, hasta que me separé de el. Me senté en sofá y comencé a sentir su semen bajando y corriendo por el sillón, luego de un momento me reacomodé la tanga, baje la falda, cerré la camisa y el se acomodó el jeans. Nos miramos felices, nos dimos un hermoso beso, le dije.
-Me encanto-
-A mi también- me respondió -Ojalá se repita-
-Se va a repetir sin dudas- y nuevamente nos besamos.
Nos levantamos del sillón y nos retiramos en busca de mis amigas...
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