Rompiendole el culo

Estábamos los dos sentados en el sillón del telo. Desnudos y con las pijas paradas. Ella se acercaba hacia nosotros desde el baño gateando, también completamente desnuda, salvo por sus zoquetes color rosa.
Se acercaba moviendo el culo. A veces se daba vuelta para que pudiésemos ver en toda su inmensa hermosura su ojete a pleno. El agujero de su culo a medio abrir parecía llamarnos en cada movimiento de caderas. Sentía que la pija me empezaba a explotar.
Al caballero a mi lado parecía pasarle lo mismo.
Ella se acercó un poco más a nosotros y empezó a lamerme el pie derecho. Comenzo por el dedo gordo y siguió por los demás. Con su mano acercó el pie izquierdo de él y lo juntó al mío. Así iba lamiendo ambos de a uno por vez. Yo empecé a pajearme viéndola hacer su tarea. Mi compañero también.
Apoyó su mano sobre mi muslo, sin hacer ningún movimiento. Lo dejé.
Mientras ella empezó a lamer mi pierna, subiendo y bajando hasta la rodilla. A él le hizo lo mismo. Pero fue un poco más arriba, llegando hasta la parte interna del muslo. Lo veìa estremecerse al lado mío.
Ahora me tocaba a mi. Sentì su lengua subir desde el empeine, por la pantorrilla y llegar al muslo. No paró y siguió subiendo hasta casi llegar a los huevos, sin tocarlos, pero ésta vez no bajo. Se quedó lamiendome entre los muslos, cada vez más cerca y haciéndome calentar cada vez más. Con sus manos me hizo abrir las piernas. Apoyé los pies sobre el sillón y dejé que hiciese lo que quisiera.
El señor de al lado se pajeaba fuerte. Sentìa su respiración agitada. Miraba y no decía nada.
Ella empezó a pasarme la lengua debajo de los huevos. En esa zona que me hace delirar cada vez que lo hace. Me hizo soltar la pija para agarrarla. Lo hacía despacio mientras seguía con lo suyo y su lengua. De a poco fue llegando al culo. Lamìa despacio, apenas tocandolo. Yo sentìa el ojete abriéndose y cerrándose de calentura. Fue metiendo la lengua y pajeandome un poco más fuerte. Yo me retorcìa de placer. El señor de al lado apoyó su cabeza en mi hombro derecho para verla mejor.
Cuando ya había entrado bastante la lengua y el culo estaba dilatándose un poco, ella buscó un poco de gel, se lo puso en los dedos de la mano izquierda y me lo acarició, untàndome y preparándome para meterlos.
Y así lo hizo empezando por el mayor. De a poco, abriéndose camino delicadamente. Cuando ya había entradado la segunda falange me empezó a chupar la pija. Se la metía hasta tocar la campanilla y la dejaba ahí dentro. Yo sentìa su garganta apretarme la poronga y el dedo que entraba y salía del culo me hacía delirar cada vez mas.
-"Meteme otro.- Le dije. De la calentura quería tener su mano entera adentro, Ella introdujo delicadamente el dedo índice y me cogía con los dos cada vez más rápido. Mientras seguía metiéndose la pija hasta el fondo de su boca y la dejaba ahí unos momentos hasta que no aguantaba más. Su rimel corrido por las lágrimas que le producía hacer eso iba cayendo de a poco por sus mejillas que se enrojecían. Cada vez que volvía a meterse la pija hasta el fondo de la garganta me miraba fijo a los ojos.
Mi compañero seguía dándose duro. Lo sentía gemir con la cabeza apoyada en mi hombro.Ahora se estaba metiendo un dedo en el culo también mientras se pajeaba.
Sentìa la pija estallar.
-Ahora te voy a coger- dijo ella sacandome los dedos y parándose. Volvió a agarrar el gel y tiró un chorro bastante importante sobre la pija. Con ambas manos la fue embadurnando entera. Se dió vuelta y vi como se ponía también en el ogete. Se acercó de espaldas, me agarró la pija y la fue guiando hasta que quedó apoyada en su ano. La iba viendo de espaldas, como de a poco y moviendo en círculos el culo, mi poronga iba abriéndose camino y siendo deglutida por ese fenomenal agujero. Lo sentìa abrirse ante cada nuevo empujón de ella. Yo nada más me dejaba hacer.
El amigo de al lado estaba como loco viendo la escena. Se pajeaba duro y se metía el dedo medio de la otra mano casi entero. Lo sentí gemir cada vez más fuerte hasta que acabó casi en un grito en tres chorros abundantes de leche que cayeron sobre su panza y pecho. Cayó exhausto sobre el sillón y siguió viendo el espectáculo a nuestro lado, que obviamente era ese culo hermoso comiéndose mi pija entera hasta los huevos.
Una vez que entró toda la dejó ahí, sin sacarla, como para que se vaya haciendo espacio y los músculos del ano vayan cediendo de a poco. Se movía en círculos. Yo sentìa como me apretaba la pija y me hacía delirar de placer.
Cuando sintió que estaba lista, empezó a subir y bajar, metiéndose y sacando la pija poco a poco. La sentía caliente sobre mi bombeándome cada vez más fuerte. Yo deliraba de placer y ella gemía agarrándose las tetas y pellizcándose los pezones.
Se sentó sobre la pija, apoyó los pies en el sillón y se recostó sobre mi de manera que quedaba levantada y ahora el que bombeaba era yo.
- Vení, chupame la concha.- le dijo a mi compañero, que no dudó en satisfacer sus pedidos. Así que se arrodilló frente a nosotros para chupásela con ganas. Yo la cogía y de vez en cuando sentía mis huevos chocar con su barbilla que se movía al ritmo de su lengua sobre el clítoris. Ella gritaba de placer sobre mi. Acabó ruidosamente en varios espasmos. Yo sentì que me derramaba entero en su culo al mismo tiempo llenandoselo de mi esperma.
El colega le pidió que se ponga en cuatro. Ella lo hizo apoyando los antebrazos en el sillòn. El se puso a chuparle el culo lleno de leche con un hambre voraz. Se pajeaba y chupaba enloquecido hasta que acabó nuevamente, está vez sobre el piso. Ella le dió un pico tierno en su boca embardunada de leche y flujos.
Charlamos luego de la frase "romper el culo". Decía yo que era violenta y no tenía anda que vez con el placer, al contrario. Ella me cagaba como siempre por ser demasiado racional.
- No me lo rompiste, seguro, pero que quedó abierto, quedó...- dijo ella.