Siempre fui medio renegado para las fiestas de cumpleaños. Pero bueno, se trataba de mi cuñada y de compromiso es que fui.
Estaba en la racha que No!! todo lo que tocaba, era cogible.
Son etapas, no es siempre así (hoy mismo, llevo mas de dos meses sin sexo con otra persona que no sea mi pareja). Pero en ese momento, venía con un ritmo poco creíble.
La cuestión fue que en medio del cumpleaños me sientan justo al lado de una morocha tremendamente desinhibida. Unos treinta y pocos años (yo 26 o 27), madre de uno de los nenes del jardín donde mi cuñada era maestra.
Empezamos histeriqueando tranqui. Cosa de no llamar la atención, ya que era un cumple familiar, en una casa chica, donde todos comíamos apretados.
Nada del otro mundo, pero era obvio q la cosa era mutua.
Cuando Laura dice que se va porque iba a bailar a un boliche de barrio, yo ni lento ni perezoso, le ofrezco llevarla (y aclaro que andaba en una motito 110 cc. que hacía la recreación de ¨tonto y retonto¨ cada vez q llevaba a alguien).
Pero la intención es la q cuenta (y las ganas), porque Laura se subió a esa moto en menos de lo que tardé en arrancarla.
Fue así como en el camino le invito a tomar una cerveza a mi casa ya que estaba sola.. y su respuesta fue positiva.
Entramos y no hubo que charlar mucho. La cerveza murió calentándose porque ni la abrimos.
Laura era hermosa. De cara flaca, chiquita de cuerpo. No tenía tetas pero una cola de ensueño (un culito divino, se diría). Pelo enrulado y cara de come hombres.
Nunca en mi vida me habían y me volvieron a chupar la pija de esa manera. Era la primera vez que gozaba de una tirada de goma super delicada.
Parecía que le tenía devoción al miembro masculino. Se tomaba su tiempo y la gozaba de muchas maneras.
Con la lengua la recorría entera. La babeaba mucho y volvía a tomar su baba. La metía hasta hacer arcadas. Todo lo imaginable, en cámara lenta.
En ese entonces, contaba con un fluorescente que no tuve la mejor idea q pintarlo de negro para que cuando se prendiese diera la situación bien de bulo.
Así que ver como una belleza de mujer, se esmeraba de tal manera para hacer un tremendo pete, haciendo que te olvides del mundo, con luz tenue fue maravilloso.
Como también desnudarla, bajar a besarla (debo confesar que su modo, me incitó a desacelerar el mio. O a lo que estaba acostumbrado a hacer) y pretendí copiarla, besándola muy despacio.
Cuando al fin empecé a penetrarla, no pude evitar impresionarme por como se retorcía de placer. Ya no era el ego machista. Era el hecho de ver como una mujer podía
gozar de tal manera. Disfrutando tremendamente del sexo en si.
Su cintura, que era muy definida, se contorneaba de un lado al otro. La pancita chata se doblaba de placer. Y sus pezones muy parados no dejaban de moverse.
Lo bueno vino cuando me pidió ir arriba. Su delgada silueta era felina en un punto. Sus tetitas se volvían deliciosas la verla moverse. Era todo un espectáculo de placer.
Por un momento te olvidas del goce personal, para volverte testigo de una experiencia plena sexual, donde ves a una persona gozando de cada cm de placer que te brinda el sexo.
Laura fue delicada y completa. Nos vimos un par de veces mas, donde la experiencia era igual de sublime.
Pero como siempre, cuando andas saltando de cama en cama, terminas encontrando otro hueso que roer y dejamos de vernos
Mi cuñada ni se entero que me había levantado a su amiga (y mi pareja sospecho algo por la demora pero todo aclarado por las calles malas y el trafico...),jaja
Nunca más fue a un cumpleaños de mi cuñada.
Estaba en la racha que No!! todo lo que tocaba, era cogible.
Son etapas, no es siempre así (hoy mismo, llevo mas de dos meses sin sexo con otra persona que no sea mi pareja). Pero en ese momento, venía con un ritmo poco creíble.
La cuestión fue que en medio del cumpleaños me sientan justo al lado de una morocha tremendamente desinhibida. Unos treinta y pocos años (yo 26 o 27), madre de uno de los nenes del jardín donde mi cuñada era maestra.
Empezamos histeriqueando tranqui. Cosa de no llamar la atención, ya que era un cumple familiar, en una casa chica, donde todos comíamos apretados.
Nada del otro mundo, pero era obvio q la cosa era mutua.
Cuando Laura dice que se va porque iba a bailar a un boliche de barrio, yo ni lento ni perezoso, le ofrezco llevarla (y aclaro que andaba en una motito 110 cc. que hacía la recreación de ¨tonto y retonto¨ cada vez q llevaba a alguien).
Pero la intención es la q cuenta (y las ganas), porque Laura se subió a esa moto en menos de lo que tardé en arrancarla.
Fue así como en el camino le invito a tomar una cerveza a mi casa ya que estaba sola.. y su respuesta fue positiva.
Entramos y no hubo que charlar mucho. La cerveza murió calentándose porque ni la abrimos.
Laura era hermosa. De cara flaca, chiquita de cuerpo. No tenía tetas pero una cola de ensueño (un culito divino, se diría). Pelo enrulado y cara de come hombres.
Nunca en mi vida me habían y me volvieron a chupar la pija de esa manera. Era la primera vez que gozaba de una tirada de goma super delicada.
Parecía que le tenía devoción al miembro masculino. Se tomaba su tiempo y la gozaba de muchas maneras.
Con la lengua la recorría entera. La babeaba mucho y volvía a tomar su baba. La metía hasta hacer arcadas. Todo lo imaginable, en cámara lenta.
En ese entonces, contaba con un fluorescente que no tuve la mejor idea q pintarlo de negro para que cuando se prendiese diera la situación bien de bulo.
Así que ver como una belleza de mujer, se esmeraba de tal manera para hacer un tremendo pete, haciendo que te olvides del mundo, con luz tenue fue maravilloso.
Como también desnudarla, bajar a besarla (debo confesar que su modo, me incitó a desacelerar el mio. O a lo que estaba acostumbrado a hacer) y pretendí copiarla, besándola muy despacio.
Cuando al fin empecé a penetrarla, no pude evitar impresionarme por como se retorcía de placer. Ya no era el ego machista. Era el hecho de ver como una mujer podía
gozar de tal manera. Disfrutando tremendamente del sexo en si.
Su cintura, que era muy definida, se contorneaba de un lado al otro. La pancita chata se doblaba de placer. Y sus pezones muy parados no dejaban de moverse.
Lo bueno vino cuando me pidió ir arriba. Su delgada silueta era felina en un punto. Sus tetitas se volvían deliciosas la verla moverse. Era todo un espectáculo de placer.
Por un momento te olvidas del goce personal, para volverte testigo de una experiencia plena sexual, donde ves a una persona gozando de cada cm de placer que te brinda el sexo.
Laura fue delicada y completa. Nos vimos un par de veces mas, donde la experiencia era igual de sublime.
Pero como siempre, cuando andas saltando de cama en cama, terminas encontrando otro hueso que roer y dejamos de vernos
Mi cuñada ni se entero que me había levantado a su amiga (y mi pareja sospecho algo por la demora pero todo aclarado por las calles malas y el trafico...),jaja
Nunca más fue a un cumpleaños de mi cuñada.
2 comentarios - Me coji a la mejor amiga de mi Cuñada en su cumpleaños!