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Me follé a mi cuñado...

Mi marido pensó que mi cuñado podía cuidarme... Que equivocado estaba.


Mi nombre es Sandra, soy una mujer normal de contextura delgada, cabello largo y liso, ojos negros, de labios provocativos y sexis, senos un poco grandes y muy duritos, trasero redondito, firme, durito y muy bien paradito, mis piernas son largas, torneaditas y suaves al igual que el resto de mi piel, me considero hermosa, que cualquier tío le gustaría echarme mano, me mantengo en buena forma pues todas las mañanas voy a gym y me gusta hacer aeróbicos con frecuencia, es decir estoy como quiero, tengo 25 años y hace 2 años me case con Carlos, él es un ejecutivo gerente de área de Ventas, tiene 30 años, buen cuerpo y rostro varonil, llevamos una vida de pareja digamos normal. Vivimos en un apartamento en el tercer piso con una vista muy linda.

Les contare lo que pasó cuando mi marido tuvo que ausentarse por dos meses de casa por el trabajo, le pidieron que viajara a una ciudad de otra provincia por unos contratos, y tuve que quedarme sola, nos despedimos muy tristes y yo me preocupaba como haríamos por tanto tiempo separados, yo soy muy fogosa y tuve que aceptar resignada su ausencia.

La primera semana no tuve muchos problemas, entre el gym y algunos pasatiempos que me busque, el tiempo se pasaba y casi no pensaba en sexo, pero al llegar la segunda semana me ocurrió algo que nunca pensé llegar a vivir, yo pienso que en gran parte fue culpa de mi marido, pues se presentó en mi puerta un vecino del edificio contiguo el cual siempre me andaba piropeando y al parecer quería algo más que una amistad conmigo, el tío no estaba mal, es más me parecía atractivo, pero no por eso me iba a enredar con él, me dijo que había visto que mi marido había salido de viaje, pues le vio subir con maletas al auto y que seguro yo me sentía sola por lo que había venido a charlar y hacerme compañía.

Yo notaba la doble intención con que me decía todo esto por lo que le dije que no necesitaba ninguna compañía y que podía irse tranquilo, pero el insistía, hasta que decidí cerrar mi puerta, él no me dejo y hubo un pequeño forcejeo, pero al final se rindió y se fue diciéndome, ya me buscarás.

Cerré la puerta de golpe muy molesta por lo que había pasado, pero me puse a pensar que en verdad algo de razón tenía este tío, yo necesitaba compañía y aún faltaba mucho tiempo para que regresara mi marido, ufff era una eternidad. Para consolarme un poco lo llame y estuvimos charlando sobre muchas cosas, en medio de ello le conté lo que había pasado y él se enfadó muchísimo, estuvo a punto de cancelar su viaje y se quería regresar, pero yo lo calme le dije que no valía la pena echar a perder su trabajo por culpa de un extraño, que ya pronto estaríamos juntos, pero él no se tranquilizaba, me dijo por ultimo hagamos algo, le voy a decir a Ronald que vaya al depa para que te cuide de ese tipo que puede seguir molestándote.

Quedé muy sorprendida, Ronald era mi cuñado, él tenía 28 años, y era muy atractivo, se notaba que hacía mucho ejercicio pues tenía un cuerpo muy bien cuidado, lo pude notar un día que fuimos a la playa con mi marido los tres, pero él también se quedó idiota con mi figura, no dejaba de lanzarme miradas cuando mi marido no se daba cuenta, podía ver en sus ojos que yo le gustaba muchísimo pero nunca se atrevería a nada por ser mi cuñado, mejor así me dije aquella vez. Pero ahora que mi marido quería que el venga al depa y estaríamos los dos solos por tanto tiempo, no sé qué podría pasar, para ser sincera él también me atraía físicamente, por eso le dije a mi marido que no era necesario que venga su hermano, que ya estaba yo grandecita para que pueda cuidarme sola, pero el insistía, por ultimo me dijo o lo mando o me regreso.

Lo note muy decidido por lo que termine por aceptar, además me dije a mi misma ¿Qué puede pasar? Es cierto que Ronald está buenísimo, pero es mi cuñado, no hay peligro de que pase algo, por ultimo si me siento incomoda le pediré que se vaya sin que mi marido se entere, con esas ideas dimos por terminada la conversación.

De eso paso dos días, cuando Ronald llego a mi depa, me saludo muy afectuosamente, él siempre se portaba como todo un caballero, yo le recibí muy alegre como una buena cuñada, y le indique el cuarto donde él se quedaría, pues así fue que estuvimos allí por espacio de unos días, ocupados cada uno en nuestras cosas, yo con el gym y el en su trabajo de publicista, prácticamente no nos veíamos toda la mañana, en la tarde almorzábamos juntos y luego en la noche mirábamos alguna peli o el salía a tomarse algunos tragos.

Fue a la tercera semana de haberse ido mi marido que un día mi cuñado regreso un poco pensativo del trabajo, yo lo noté y le pregunté “¿qué pasa cuñado?” Él me dijo “nada Sandrita cosas del trabajo”, “uff pues vaya −le dije− sí que te vez preocupado”, “no te preocupes −me dijo− ya se me pasará”, no quise dejarlo así, y le dije “que te parece si para despejarte nos tomamos unas copas así me cuentas y te sientes mejor”, “bueno −me dijo el sonriente−, no te voy a despreciar unas copas”. Me dirigí al bar y saqué una botella de whisky y empezamos a conversar, él era muy gracioso me hacía reír mucho y siempre me hablaba con dulzura, me hacía sentir como una reina, y no perdía ocasión para mostrarse galante, yo me sentía muy bien con él. Pero aun podía notar cierta mirada preocupada en él, por lo que dije, “a ver cuñado ya que yo te he contado mis cosas, es justo que tú me digas lo que te pasa, no te cortes dímelo”.

El me miro y me dijo:

—está bien cuñadita te voy a decir, sucede que tuvimos algunos problemas en el trabajo, una de las modelos del comercial que estamos haciendo nos dejó, pues la tía subió sus honorarios y no podíamos pagarle lo que pide, pues era muy por encima del presupuesto, y sucede que mañana tengo que presentar las fotos que la chica debía haber hecho.

Yo me quedé pensativa.

—uy que mal —le dije— que poco profesional resulto ser.

Al poco rato recordé que cuando yo era adolescente había llevado clases de modelaje, y le dije:

—mira cuñado ya que eres tan bueno y dulce conmigo te propongo una cosa ¿qué tal si yo soy tu modelo y hacemos la sesión de fotos conmigo?

El me miro sorprendido y me dijo:

—jajaja no bromees Sandrita ¿en serio harías eso por mí?

—Claro —le dije— y además gratis jajaja —reímos.

—Vale —me dijo— voy a mi cuarto allí tengo la ropa que debía usar la modelo para que te la pongas y te hago las fotos.

Al poco vuelve y me entrega una caja.

—allí esta —me dijo— cámbiate y empezamos.

La recibí y me fui a mi cuarto para cambiarme, en la caja había una camiseta algo ceñida, pero muy bonita, una minifalda muy chiquita y unos tacones preciosos que hacían juego con el conjunto, se me ilumino al rostro, la ropa es una de mis debilidades, al poco rato estuve lista, me maquillé muy bien para salir mucho más provocativa y salí.

Cuando mi cuñado me vio quedo con la boca abierta.

—te ves lindísima, que hermosura, deberías trabajar de modelo —me dijo.

—Jajaja no exageres cuñadito —le dije.

—No, es en serio ¿por qué no haces de modelo? podrías ganar buen dinero.

—Bueno —dije— a ver cómo me va en esta, quizá me anime.

Me acomodé y empecé a modelar para mi cuñado, me ponía en varias posiciones, muchas sexis y provocativas, a pesar de los años no había olvidado mis clases de modelaje, mi cuñado estaba embelesado.

—sigue sigue —me decía— no te detengas.

Y yo cada vez más segura de mi misma, me ponía más sensual a cada pose que hacía, estaba feliz. Al rato terminamos.

—Wowww —dijo— quedaste preciosa.

Enseñándome la cámara, pude ver que en verdad me veía muy bien, por lo que mi ego subió al tope.

—jajaja que bueno que te haya gustado, bueno descansemos —le dije.

Nos tomamos unos tragos más y entre broma y broma el siguió halagando mi belleza, al rato me dijo:

—sabes Sandrita ¿qué te parece si para matar el aburrimiento jugamos algo entretenido que tengo, así?

—qué es? —le dije curiosa.

—Es un juego de esos que son medio picantes, pero nos reiremos de lo lindo.

—Mmm picantes? —dije un poco extrañada.

—Bueno no es que sea picante si no que tiene algunas cosillas medio entrometidas jajaja.

—Ahhh —le dije— bueno suena interesante.

Él se fue a su cuarto y volvió con una caja, dentro había un mazo de cartas y unas tarjetas de color rojo, las mire muy intrigada.

—Bien cuñadita —me dijo— es muy sencillo se trata de un juego de póker, el que pierde tiene que coger una tarjeta y responder y obedecer la orden que le indique, así de simple.

—Bien —le dije— suena muy interesante seguro que te gano.

Nos recostamos en la alfombra y él puso las tarjetas en el centro, empezamos la partida y me fue muy bien, ligue un trio de reinas y mi cuñado a la justa un par de cincos, por lo que él tuvo que empezar a levantar la primera tarjeta, la orden que le salió fue:

—“Dile a tu acompañante cual es la parte más sexi de su cuerpo”, —él la leyó en voz alta y yo me ruboricé al sentir su mirada que me recorría de arriba abajo, pude notar que se detenía en mis pechos, riendo me dijo— pues tienes unos pechos bellísimos cuñadita.

Al oír eso sentí que se me pusieron duritas y le dije:

—gracias cuñado la verdad no es para tanto.

—no, en serio —me dijo con una sonrisa pícara.

—bueno —le dije— sigamos jugando.

La segunda ronda la perdí yo.

—¡No vale! —dije poniendo cara de niña mala.

—jejeje —rio mi cuñado— no pues cuñadita no te puedes arrepentir ahora te toca a ti.

Hice un gesto de resignación con la boca y pude notar la expectativa de él, en la tarjeta decía “¿Con cuantas personas has follado?”.

—Nooo —dije— no puedo responder esto.

—vamos vamos cuñada no hagas berrinche y responde.

—pero eso no se lo conté ni a tu hermano —le dije.

—pero tendrás que confesarlo ahora —me dijo el— además no te preocupes que todo lo que digas quedara en secreto.

—bueno —le dije— antes de estar con tu hermano tuve algunos novios, pero me llevaron a la cama cinco. Uno a los 17, otro a los 18, otro a los 19, a los 20, y a los 22, luego conocí a tu hermano con quien me casé a los 23 y llevamos 2 años de casados.

—Uy cuñadita sí que la pasaste bien antes jejeje.

Y reímos juntos, por un momento nos miramos a los ojos y quedamos en silencio, pude ver que él se mordía los labios imaginándome quizá como follaba con mis otros novios.

—Ya está bien —dije— que esta la gano yo…

Pues así fue ligue dos pares y mi cuñado nada de nada, jajaja dije:

—ahora me vengaré, venga coge coge la tarjeta.

Él estiro su mano al sobre y leyó:

—“¿Cuál es tu pose favorita?”

—Uy —dije— esa sí que esta fuerte a ver, a ver cuñadito ¿cómo te gusta?

Él mirándome el culo dijo:

—me fascina el perrito.

—¿así? —le dije— así que te gusta a cuatro patas.

—si!!! —me dijo— es riquísima, —al mismo tiempo cogió la botella de whisky y sirvió dos vasos, me dio uno y dijo— vamos sigamos.

Yo ya estaba sonrojada por la bebida que habíamos tomado antes, pero eso mismo hacia que me sintiera más suelta y dispuesta a seguir con el jueguito por lo que me bebí medio vaso de golpe.

La siguiente partida no me fue muy bien, porque mi cuñado pudo ligar trio de reyes y yo un par, esta vez solo lo mire y sin decir nada estire la mano para buscar mi tarjeta, en ella decía: “¿Te gusta el sexo anal?” Me puse colorada… y él dijo:

—ahhhhh no hay necesidad que respondas por tu cara veo que te encanta que te den por atrás, que envidia me da mi hermano.

Bajando la mirada le dije:

—pues si me encanta, aunque tu hermano en dos años de casada no me lo ha hecho.

—¿Queeé? —dijo mi cuñado muy sorprendido— pues vaya desperdicio pues tienes un culito divino, jajaja —echó a reír.

—calla, espabilado —le dije riendo, y terminé el vaso que tenía— vamos vamos sírveme otro, no tuve que insistir, inmediatamente tenía el vaso lleno.

El licor y las preguntas me estaban haciendo efecto pues me sentía mucho más suelta y desinhibida, quería seguir hasta el final, y a la vez vengarme de mi cuñado en la siguiente ronda, por desgracia para mí, volví a perder, por lo que tuve que sacar la quinta tarjeta, en ella decía: “¿Te gusta el porno?”.

—jijiji —reí llevando mi mano a mi boca reía nerviosamente— nooo no puede ser —dije.

—anda cuñada dime te gusta o no te gusta.

—bueno —le dije— te contaré, fue mi tercer novio el que me hizo ver porno cuando tenía 19 años, a él le gustaba que lo viéramos antes de hacerlo, al principio solo lo miraba con él y por darle gusto, pero poco a poco me fue gustando, mirando esas pelis aprendí a chuparla como las chicas de esos videos, a jugar con mi lengua sobre la polla, como succionar y tragar semen, aprendí muchas poses deliciosas, en fin todo lo que veía que las chicas hacían lo imitaba, mi novio estaba encantado, él fue el que me enseñó a hacer los anales, me abrió el culo por primera vez, me da vergüenza decirle a tu hermano que me gustaría ver una buena peli de esas.

Mi cuñado se quedó pasmado y me miraba con deseo como si frente a él tuviera a una completa experta en el arte de follar y no pudo evitar tocarse su polla que se notaba dura por lo que le había contado.

—¿Qué haces? —le dije mirándolo.

—disculpa es que lo que me contaste me puso cachondo y no pude evitarlo.

—bueno —le dije— traer a mi mente esos recuerdos también me puso caliente, bueno sigamos a ver que más hay.

Él me dijo:

—bueno a partir de ahora se trata de castigos, cada vez que uno pierda debe quitarse una prenda.

—¿Queeee? —le dije— que va, eso no es para mí.

—No seas anticuada cuñada —me dijo— hoy en día es muy común jugar a esto y si es entre familia mejor porque se evitan malos rollos además cuando vas a la playa sales en bikini ¿o no?

—Bueno si, pero…

—Es igual —me dijo.

—Sí, pero en la playa es diferente.

—Que diferente ni que nada —me dijo— es lo mismo, yo como profesional de fotografía he visto modelos en bikini, hilos y desnudas a diario, esto es algo que pasa todos los días, venga no seas cortada que nos echaremos unas risas y si te sientes incomoda lo paramos inmediatamente y ya.

Sus palabras me parecieron razonables, además recordé que suelo ir a la playa con diminutos bikinis y de aquellas veces que fuimos con mi marido y mi cuñado, recordé lo bien que se veía su atlético cuerpo y frente a la posibilidad de verlo desnudo en su máximo esplendor me dio un cosquilleo, además esto nunca se repetiría y mi marido nunca se enteraría de nada.

—Vale —le dije vale—, pero si corto, ¿es todo ok?

—Ok —me dijo.

Empezamos a jugar, y yo gane.

—Jajaja —le dije— muy animada y riendo venga venga, prenda prenda.

Él sonrió y dijo.

—ya ves y tú que no querías.

Se puso de pie y poco a poco se fue quitando la camisa haciendo movimientos sexis, yo aplaudía y reía.

—bien bien que bueno estas —dije mirando su bien trabajado torso—. Venga sigamos —dije animada por haber ganado— otra vez tuve suerte, Yeeeaa otra vez, uy cuñado si esto sigue así terminaras en pelotas jajaja.

Él me miraba sonriendo y dijo:

—venga venga no cantes victoria —y se quitó los zapatos dejándolos a un costado.

—mmm —le dije— bueno seguro que esta también te gano. Siiiii volví a ganar —dije gritando casi.

—vaya cuñada que racha llevas —dijo quitándose las medias.

—Nooo no vale —le dije.

—no vale, ¿por qué? —me dijo— es una prenda.

—Bueno bueno —le dije muy segura de mi suerte— seguro que al final quedas en pelotas.

La siguiente tirada la perdí.

—jejeje se acabó la racha.

—que va —dije sonriendo— solo te estoy dando consuelo, venga —dije me puse en pie, y contoneándome me empecé a sacar la blusa poco a poco primero un botón, luego otro hasta que desabroche todos, cogí mi blusa y con ademan sexi la lance a un lado...

—Bravo, bravo —aplaudió el, al ver que se miraba mi lindo sostén relleno de mis tetas que eran de tamaño considerable, además el sostén era pequeño y un poco transparente por lo que se miraba un poco mis tetas dentro de la lycra. Él se quedó con la boca abierta.

—ya ya no babosees tanto —le dije riendo— que eso será todo lo que veas.

Volvimos a jugar y nuevamente perdí.

—Jajaja —rio triunfal— venga venga, que esto está bueno abajo la mini, abajo la mini, —pero yo me sonreí y me empecé a quitar los tacones, el cambio de cara— Noooo no es justo.

—jajaja —le dije como no, si hace un rato hiciste lo mismo. Venga —le dije— ahora si me pongo seria y ya no ganas… pues así fue ganeeee —dije— ahora si ya no hay zapatitos jajajaja.

Él sonreía y se puso en pie nuevamente frente a mi algarabía se fue sacando los jeans poco a poco primero bajo el cierre y yo miraba atentamente, luego fue bajando la prenda hasta que se la termino de sacar, quedo solo en bóxer.

Él tenía solo una prenda y a mí me quedaban 3 (la mini, el sostén y el tanga) si el perdía estaría totalmente en pelotas y seguro muy avergonzado.

—jajaja ¿no ves? —le dije— te advertí que no te metieras conmigo —dije divertida.

Él me miro y me dijo:

—aun no ganas cuñadita, esto no ha terminado.

—que va —le dije— es imposible que me ganes yo tengo 3 y tu solo 1.

—en verdad es difícil pero no imposible, jugamos.

Perdí.

—Noooo —dije— no puede ser.

—nada nada de berrinches cuñada, fuera el sostén, el sostén, —dijo.

—Estás loco, aún tengo la mini, —me pare y poco a poco empecé a deslizarla hacia abajo.

—Yeeee —dijo— ¡que piernas y que caderas!!!

—Gracias cuñadito —le dije dándome algunas vueltas y posando para él— pero es todo lo que veras, mira cómo te gano en esta.

Volví a perder….

—Nooooo —dije— esto es demasiado hasta aquí llego no me quitare el sostén.

Él me miro muy serio y me dijo:

—no seas tramposa.

—Pero tú me dijiste que si quería podía salirme cuando quiera.

—pues sí, pero no te puedes ir así, si quieres cumple tu castigo y luego lo dejamos.

—Mmmm —suspire resignada— me parece justo.

Me puse en pie y dirigí mis manos hacia mi espalda buscando los broches de mi sostén, los desaté e inmediatamente cayo la prenda por lo que mis pechos quedaron al aire en toda su belleza.

—Wuauuu —dijo el— que hermosos, son divinos.

—gracias cuñadito me halagas.

—ya ves —me dijo el— no pudiste conmigo, al final empatamos jajaja, y tú que decías que me ganarías, pero tienes miedo y te acobardaste, Jejejeje.

Lo mire haciendo un gesto de reprobación y dentro de mi sentí impotencia y rabia, entonces quise vengarme y arriesgarme con tal de hacer que se tragara sus palabras.

—anda —le dije— sigamos ya verás cómo tú quedas totalmente desnudo y me senté entre nerviosa y ansiosa— jugamos, —y le dije— bien ¿que tienes?

—Jajaja —dijo el— ¿qué tienes tú?

—Trio de reyes —le dije contenta.

—ohhhh muy buenos, pero no mejor que los míos —y puso las cartas sobre la mesa— Trio de Ases ganeeeee jajaja.

—Noooo —quede helada— ¿y ahora? No me pedirás que quede totalmente desnuda frente a ti ¿verdad?

—que va cumple tu castigo como una buena perdedora.

Suspire resignada pensando que sería casi lo mismo que la playa, me puse en pie y empecé a bajarme la tanga dejando ver mi depilado coñito, él estaba idiotizado mirándome.

—que hermosa eres cuñadita de verdad eres un bombón, regia, regia.

—Me halagas cuñado —le dije sintiéndome contenta por sus piropos.

Nos sentamos y seguimos conversando, la vergüenza inicial que sentía había desaparecido ya que pensé que en la playa yo siempre usaba diminutos bikinis que casi no tapaban nada, así que mucha diferencia no había, además estaba dentro de mi casa y con mi cuñado, no había riesgo de nada, el no perdía oportunidad de halagarme y yo me sentía muy bien con ello, sin darme cuenta empezaba a soltarme con los whiskis que tomamos, y no advertía que me sentaba de lo más normal como si estuviera vestida por lo que no cuidaba de tapar mis partes íntimas, hasta que lo sorprendí mirándome el coño, entonces reaccioné y me lo tape con las manos.

—eaaa —le dije— que miras mirón.

—lo hermoso de tus atributos cuñada, eres preciosa y así desnuda eres divina.

Sus palabras y halagos me envolvían y querían escuchar más.

—¿así? —le dije y quité las manos de mi coño y poco a poco fui abriendo las piernas, pero no mucho, mientras lo miraba a los ojos, y luego las cerré rápidamente— ¿y que tal? —Le dije.

—ufff lo dicho divina —me dijo.

—Pero hay algo que no me gusta —le dije— llevas buen rato mirándome y tu aún llevas una prenda, no es justo, debemos estar iguales.

Él me miró y dijo:

—bueno cuñada como has sido una buena perdedora te voy a complacer.

Y se empezó a quitar el bóxer hasta que lo dejo en el suelo, dejando su polla al aire, estaba entre flácida y erecta.

—ahora si —le dije— yo también puedo disfrutar del paisaje jajaja.

Y me quede encandilada mirándole la polla, aunque trataba que él no se diera cuenta, pero mientras seguíamos conversando más la miraba de reojo y suspiraba, si así flácida era de un tamaño considerable, ¿cómo sería erecta? Pensaba.

Continuamos hablando, el me preguntaba sobre mi relación con mi esposo, sobre nuestras cosas y poco a poco dirigía la conversación hacia el sexo, terminamos hablando de varias cosas intimas mías, me sentía totalmente confiada y dueña de la situación y no me interesaba que él me lanzaba miradas a ratos ya demasiado evidentes por lo que yo empecé a hacer lo mismo, por lo que noté como iba creciendo su polla y poco a poco se puso erecta, apuntaba hacia arriba.

—uff —le dije— como la tienes.

—jajaja, lo siento —me dijo— no puedo evitarlo al estar ante una mujer tan bella como tú. —Lo mire con los ojos brillosos—Tengo una idea —me dijo— que te parece si te hago una pequeña sesión de fotos similar a la anterior pero esta vez así desnuda con ese cuerpazo que luces, así te podré recordar ya que de seguro no se repetirá esto. —Me puse pensativa— te aseguro que nunca se las mostrare a nadie solo serán para mí —me dijo para terminar de convencerme.

—jejeje pillo seguro te vas a pajear mirándolas, jajaja —reí.

—bueno —dijo— no te voy a negar que quizá lo haga, pero al fin y al cabo en nada te afecta.

—jajaja eres un guarro —le dije.

—Bueno —le dije poniéndome frente a él— te daré el gusto porque me complaciste con lo del bóxer, ¿empezamos?

—Venga —me dijo él poniéndose de pie y tomando la cámara y tomando ángulo para captarme, empecé a modelar, hice varias poses primero de pie, cogiéndome el cabello, manos a la cintura, lanzando besos en fin estaba muy desinhibida y el flasheaba y flasheaba, yo me sentía complacida y venerada por las frases elogiantes que me lanzaba, me puse de espaldas, me volteaba, abría las piernas, en fin hice muchas poses provocativas, por último, me puse en el suelo y allí me puse a cuatro patas, echada, levantando las piernas, parecía una verdadera pornstar, y el no perdía detalle, mientras se tocaba la polla sin reparo, yo lo miraba y eso me incitaba a hacer poses más provocativas, me agarraba las piernas, las tetas, el coño, empecé a sentir que me humedecía de la excitación que estaba empezando a sentir y de mirar su polla erecta, hasta que le dije:

—bueno suficiente.

—unas cuantas más —me dijo él.

—no cuñadito al paso que vamos terminaras haciéndote una paja completa en mi delante y eso no estaría bien.

—jajaja, bueno —dijo el sentándose— gracias por el regalo, estas hecha una diosa.

Entonces recordé el juego y una idea maliciosa cruzo por mi mente, sonriendo le dije:

—pero recuerdo que hay más tarjetas —le dije buscando la revancha— la última me dejo un sabor a perdedora que no puedo soportar.

—pero te advierto que las siguientes son más fuertes, no te arrepentirás?

—No lo creo —le respondí y yo misma me sorprendí por la respuesta que di, pero la verdad me empezaba a calentar y mi cuerpo me pedía algo más, no sabía exactamente que era, pero solo sentía la necesidad de seguir con algo un más excitante, pensando en eso y que yo era una mujer muy centrada, le afirmé— si cuñado no te cortes sigamos adelante.

—Bien, pero esta vez no será al póker, cambiaremos las reglas, sacaremos tres cartas en forma alternada, el que sume más puntos gana la partida, ¿vale?

—Está bien —le dije.

—Además Sandrita déjame tomar algunas fotos para tener algo lindo que recordar.

Me pareció peligroso, pero él me dijo:

—no pasa nada solo serán para mí.

Entonces sin esperar mi permiso acomodó la cámara para que nos tomara sola, por lo visto ya poco importaba lo que le diga. De esas fotos tengo algunas, pero no sé cómo subirlas, si alguien me ayuda me vendría bien, así nos ven un poco.

La primera ronda la perdí por lo que tuve que sacar la primera tarjeta, en ella decía: “Poneos de pie y acérquense hasta pegarse pecho con pecho”. Quise tomar la iniciativa y tomar control de la situación.

—venga —le dije poniéndome en pie acércate, él se paró y se quedó mirando mis tetas— venga, que decía acercarse no mirar.

—jajaja —se rio el— vale.

Y se acercó despacio a mi hasta que su pecho hizo contacto con mis tetas que reaccionaron a pesar de que traté de controlarme, se pusieron duras y él se dio cuenta, nos quedamos mirándonos a los ojos unos instantes, vi como acercaba su polla totalmente tiesa a mi cuerpo, por lo que retrocedí y le dije:

—vamos solo dijo pechos.

Pero él siguió avanzando, por lo que me tire para atrás riendo entre nerviosa y juguetona.

—jajaja —rio el— vale solo quería tocarte un poquito con mi aparato.

—jajaja —reí y dije— vale ya está bien, mucho toqueteo jajaja —y me senté en el suelo de nuevo— Venga sigamos —dije, tratando de mantener control de la situación, aunque en el fondo había quedado un poco nerviosa por lo que estaba empezando a sentir.

Mi cuñado saco la siguiente tarjeta, decía: “Que la guarra se siente y abra las piernas, luego hacedle una buena mamada de tetas”. Palidecí, y quise negar, pero mi cuñado me cogió de las manos y me sentó en el sofá, ya no podía negarme, nerviosamente abrí un poquito mis piernas, y él se quejó.

—venga que no se ve nada jajaja —dijo riendo— no importa cuñadita —y se acercó agachándose acercando su boca a una de mis tetas, mientras que con una mano me manoseaba el otro pezón, al principio yo estaba muy nerviosa, pero poco a poco me deje llevar, jadeaba ligeramente mientras sentía su lengua recorrer mis pechos de uno a otro lado, me mordía los pezones y poco a poco me fui recostando para disfrutar mejor y dejarlo hacer, lo agarre de los cabellos y empecé a acariciar su cabeza mientras guiaba los movimientos y sin darme cuenta sentí las ganas de abrir mis piernas más, la iba abriendo cada vez más hasta que se veía completamente mi coño abierto, él se dio cuenta y rio— jajaja —dijo— ya ves que no era tan difícil abrirlas.

—¿Qué? —Dije reaccionando avergonzada y las cerré rápido, estaba colorada pero esa mamada de tetas había despertado la hembra que había dentro de mí y estaba ansiosa de más toqueteos—. Bueno cuñadito sigamos jugando que esto pinta bien —le dije fingiéndome muy segura.

Me toco sacar la siguiente tarjeta y decía: “Venga poneos de pie, ella delante y el detrás, juntad todo el cuerpo y abrazadla, sientan su piel caliente en contacto”.

Mi cuñado no pudo evitar sonreír, yo estaba un poco desconcertada y quise decir negarme, pero no pude, algo dentro de mí me detuvo, por lo que asentí y me puse de pie un poco nerviosa, él lo percibió y me dijo:

—vamos no te cortes que solo es un juego, solo serán toqueteos y no pasará nada más.

—vale —le dije creyendo lo que me decía.

Él se puso en pie pude ver que su polla seguía muy tiesa y bamboleaba con sus movimientos, ohh dije dentro de mí: ¡que aparato!!! Y lo mire lascivamente él lo notó y sonrió muy seguro, se dio cuenta que yo estaba perdiendo el control y que el tomaría la dirección de lo que allí pasara, se fue acercando por detrás, hasta que sentí su pecho fuerte en mi espalda, sentí un cosquilleo en el coño al sentir semejante macho pagadito a mí, el siguió acercando su cuerpo y me cogió de la cintura.

—¿toqueteos? —Le dije dudosa.

—si solo toqueteos —me dijo acercando su cintura a mi culo hasta que sentí su polla en contacto con mi culo, se pinchó en mi culo, por lo que instintivamente trate de separarme el, me abrazo, y me dijo— Calma que ahora lo acomodo.

Con una mano puso su polla apuntando para arriba, y la pego completamente a mi cuerpo, quise soltarme pero sus fuertes brazos me tenían muy sujeta, además yo ya estaba muy caliente, así que casi ni esfuerzo hice por librarme, como estaba desnuda me sentía desprotegida y totalmente expuesta, me relaje y empecé a disfrutar de ese roce, sin darme cuenta empecé a frotar mi culo contra su polla, y él la empezó a mover hacia arriba y abajo lentamente, a la vez que sus manos se posaron en mis tetas que estaban durísimas y las empezó a sobajear, las jalaba y me pellizcaba los pezones, no pude evitar suspirar y gemir, él siguió así por unos minutos, luego sin poder evitar las ganas, gire la cabeza ofreciendo mis labios, el entendió y acerco su cara, nos fundimos en un candente beso, donde nuestras lenguas se mezclaron, en eso sentí que una de sus manos bajaba lentamente y buscaba mi coño, estiro dos dedos, y sintió mi hueco húmedo, introdujo sus dedos y los saco mojaditos con un líquido viscoso, mirándome se lo llevo a la boca y lamio todito, yo suspiraba de gusto, pero reaccionando, dije:

—Nooooo ¿que estamos haciendo? Creo que nos hemos pasado solo iba a ser solo un roce.

Él me soltó y dijo:

—vamos cuñadita, sé que tú también lo disfrutaste.

—sí, pero…

—siempre creí que eras una mujer muy segura de ti misma y que tenías control total de ti misma —me dijo, al escuchar eso sentí herido mi orgullo.

—claro que tengo total control de mi misma, —dentro de mí me repetía que yo podía controlar mi cuerpo y suspender todo cuando quisiera—. Solo que me sorprendieron tus dedos inquietos —le dije riendo y tratando de bajar la tensión—. Bueno cuñadito sigamos.

Nuevamente me toco sacar la tarjeta a mí, en ella se leía: “A ver hay que medirle la polla al guarro en turno” decía la tarjeta.

—mmm —dije mirando a mi cuñado— ahora sabré exactamente el calibre de tu herramienta cuñadito, jajaja —reímos, me puse de pie lentamente dando tiempo a que admirara mi cuerpo desnudo, y le dije— voy a traer una cinta métrica, —me di la vuelta y camine lentamente hacia una esquina de la sala donde tenía un escritorio, caminada despacio y con movimientos sexis a fin para que mi cuñado pudiera verme, luego me puse a buscar en la parte de arriba del librero, estirándome y poniéndome de puntillas por lo que pudo apreciar mis torneadas piernas y culo en todo su esplendor, yo sabía que allí no estaba pero lo hice a propósito, luego lo busque en el centro y nada— ay Ronald creo que no está.

—noooo, —dijo el— cuñadita te falta buscarlo abajo.

Volteé la cara sonriéndole en forma lasciva, él me sonrió note que se mordía los labios sin reparo, me volví a buscar y me agache por lo que pudo ver todo mi culito respingón y mis labios vaginales que se marcaron.

—¡aquí esta!! —Dije volviéndome rápidamente y lo vi que se estaba masturbando— ¿Qué haces? —Le dije caminando hacia él.

—es que las pollas se miden completamente erectas.

—ahhh…

—por qué no lo haces tú?

—no jodas, como te voy a hacer eso.

—venga, que no pasa nada.

—y si te corres?

—jajaja —se rio— no creas con tan poca cosa.

—creo que eso ya sería demasiado.

—que va cuñada, si hemos llegado ya hasta aquí, esto no es nada.

—Bueno —le dije fingiendo dudas, en el fondo quería cogerla pues era mucho más grande que la de mi marido, vamos a ver hasta dónde llega tu aparato, me arrodille frente a él y se la cogí con la mano derecha, hice circulo con mi mano alrededor de la polla y se la empecé a jalar, arriba y abajo, la notaba a su máxima erección y como temblaba con cada uno de mis movimientos, se la estuve jalando durante unos minutos mientras no le quitaba el ojo a su enorme polla— bueno, basta mejor hasta acá no vaya a ser que termines corriéndote.

—jajaja, no cuñis eso lo tengo reservado para tu hermosa boquita.

—ohhh no bromees ni en sueños, que esto solo es un juego, no te atreverás a pasar de un toqueteo, recuerda que tu hermano te mando para cuidarme, bueno ahora la medimos —le dije, le puse la cinta desde la base de su depilada polla— uhmm mide 19 cm, ahora veremos su grosor, —le puse la cinta alrededor, daba 7 cm— wuaww estas hecho todo un semental (la de mi marido media 14 cm).

—gracias cuñadita me halagas.

—bueno, dejando la cinta a un lado, ¿y ahora?

—sigamos aún faltan algunas tarjetitas que leer.

—Mmmm —dije, dentro de mi estaba muy confundida, creí que con esto mi cuñado se iba a acobardar y terminaría por dejarlo, pero lo vi muy dispuesto a seguir, dentro de mi estaba indecisa por un lado quería detenerme y no terminar engañando a mi marido, pero por otro sentía que había atravesado una línea que ya no tenía vuelta atrás, además sentía mucho morbo por continuar.

Sabía que las siguientes tarjetas serían mucho más fuertes, por lo que dude, mi cuñado lo noto, y me dijo:

—vamos Sandra, sigamos que está muy bueno el juego, no harás nada que no quieras hacer, si dices no a algo, yo lo entiendo y no te voy a forzar a nada, puedes dejarlo cuando quieras.

Me tranquilicé con estas palabras y sintiendo que aún tenía el control de la situación decidí seguir.

Saque la siguiente tarjeta: “Vamos ahora haremos algo de adultos, haréis una penetración sugerente, la guarra sentada en el sofá y de piernas abiertas, el guarro la ensarta hasta la mitad, ¡¡¡pero nada de moveros!!!”.

—Joder —dije— esto es demasiado, no creo que lo pueda hacer.

—vamos Sandra que solo es sugerente no pasa nada ¿es que no te gusto lo que mide mi polla?

—Bueno no te voy a negar que esta divina, pero no quiero engañar a mi marido, además se supone que tú me cuidarías justamente para que no pase esto.

—Venga Sandra no pasa nada solo un ratito no niegues que tú también lo deseas, que quieres ver que se siente tener este aparato, aunque sea por un instante. Pero… vamos solo la meto, y luego la retiro que no pasa nada.

—está bien —dije, ya estaba excitada y casi no podía seguir controlándome, creo que había llegado al límite, traté de recomponerme y terminar con esto— está bien, pero será lo último que hagamos ¿vale?

—Ok —me dijo— bueno.

Me recosté en el sofá y poco a poco fui levantando las piernas hasta que quedaron arriba y flexionadas, el me miraba como hipnotizado, aquel coño que estaba deseando desde hace tiempo por fin se ponía a su alcance, se fue acercando apuntando la polla a la entrada de mi hueco yo agache la cabeza para mirar mejor la penetración, la cabecita de su pollón hizo toque con mis labios, mi coño estaba rojito rojito y abierto tenía ligeras contracciones por lo que iba a pasar, hasta que sentí como entraba, llego hasta la mitad, ahhhhh lance un suspiro que no pude evitar, el me miro a los ojos, “¿ya ves que te gusta?” yo lo mire con cara de guarra y no podía disimular que lo estaba gozando, ya que yo misma me mordía los labios y me tocaba las tetas buscando aumentar el placer, él me dijo “que caliente se siente tu coño, venga sé que te gusta mucho”, y sentí como penetraba hasta el fondo, “Noooo −le dije− solo hasta la mitad, sácalo sácalo”, “que va mi reina, sé que lo disfrutas tanto como yo”, “Siiii −le dije− es divino”, y quería que se empezara a mover, pero no lo hizo, solo la sentí unos minutos mientras yo misma masturbaba mi clítoris delante de él y lo miraba lascivamente a los ojos. “Venga” dijo sacándola, aunque sé que en el fondo él ya quería follarme y correrse allí mismo.

—Bueno espero que lo hayas disfrutado tanto como yo cuñadita.

—pues si, fue algo muy divertido y no voy a negar que lo disfrute mucho.

—Por qué no seguimos un poco más, se ve que en verdad no quieres dejarlo así.

Sentí que mi cuerpo empezaba a quemarme imaginando en cómo podría terminar aquello, la verdad es que estaba muy excitada y quería que me cojan hasta el cansancio, pero sabía que no estaba bien, me sentía culpable, pero pudo más las ganas de sexo los pocos escrúpulos que me quedaban, así que poniendo cara de morbosa le dije, bueno cuñadito si tu insistes.

Saque la siguiente tarjeta, decía: “Seguro que os gusto la sugerente ¿verdad? Pues os tengo mejores noticias que os parece una nueva penetración, pero con movimiento esta vez, ¡pero solo por 1 minuto!!!! Ni un segundo más ¿vale?” La leí y lo miré con deseo: Solo un minuto ¿está bien? Recuerda ¡solo un minuto!!! dentro de mi pensaba esto es lo último, ya que he llegado hasta aquí quiero ver cómo se siente el movimiento de ese aparato, solo eso, 1 minuto y es todo, Vamos Sandra contrólate. Mi cuñado se hecho de costado en el sofá y me dijo “ven échate acá”, adivine la postura que quería hacer, me eche de espaldas a él, y levante una de las piernas para que mi coño quedara abierto y listo a ser cogido, el cruzo un brazo por mi cuello y metió su dedo en mi boca, con la otra mano cogió su polla y la acomodo, introduciéndola poco a poco, luego me cogió las tetas y empezó a acariciarlas, yo chupaba su dedo como si fuera su polla lo lamia y mordía de lo excitada que estaba, entonces del empezó a moverse, mete y saca, mete y saca, “¡joder!!! –Dije− es divina”, empecé a seguir el ritmo de tamaño aparato y gemía fuerte, el seguía aumentando el ritmo poco a poco, y yo delirando de placer, “es divina, es divina, fóllame, mas, más –grite−“ hasta que pase el minuto y esperaba que él se detuviera pero no lo hizo al contrario empezó a subir el ritmo, “basta, basta para para –grite”, “vamos cuñadita sé que querías esto en el fondo eres una tremenda guarra, si no me crees mira como no dejas de moverte conmigo a pesar de que dices que no siga”.

Era verdad, estaba disfrutando tremendamente siendo follada por mi cuñado y aunque mi cabeza decía que no siguiera, mi cuerpo me gritaba que quería follar, por lo que calle, y seguí moviéndome gimiendo y jadeando de placer, creo que ya no podía negarlo estaba engañando a mi marido con su hermano, pero en el fondo él tenía la culpa me dije, ya que yo no quería que lo mandara a cuidarme, nada de esto hubiera pasado, así que pensando esto me quede más tranquila, y disfrute como nunca con esa follada, “¡Fóllame!! ¡Fóllame!!!” Le decía, y él me daba tremendas embestidas, que me hacían delirar como una perra, yo hubiera seguido así hasta correrme, pero el poco a poco fue bajando el ritmo hasta que se detuvo, saco su polla y nos sentamos, líquido seminal salía de su erecta polla, parecía que babeaba, “Mmmm” le dije mirándola como babea. “Siii −me dijo− es por tu coño zorrita preciosa” -me dijo sonriendo.

Lo miré y le dije:

—bueno, esto no puede quedar acá, sigamos que estoy súper caliente.

Mi cuñado fue el que tuvo que sacar la siguiente tarjeta, leyó:

—“Llegó la hora de mover la lengua, venga echaos y haced un buen 69”.

Mi cuñado me miro lascivamente de arriba abajo, deteniendo su mirada en mi coño, creo que ambos estábamos esperando algo así hace rato, yo me quede inmóvil sin saber que hacer por lo que mi cuñado tomo la iniciativa, y se hecho boca arriba en la alfombra estirando las piernas por lo que vi como su enorme polla quedaba tiesa apuntando hacia arriba y esperando que le prodigue unas gloriosa mamada, me le quede mirando sin saber que hacer por lo que él se incorporó y me cogió de la mano jalándome hacia abajo diciendo “vamos Sandra sé que tú también lo estas deseando, quieres comerte mi polla y que yo te haga llorar de gusto al enterrarte mi lengua en tu coño”, yo ya estaba sobre él y tenía su enorme polla delante de mi cara, y al escuchar sus palabras y mirar ese aparato en su máximo esplendor perdí todo control y ya no me importo nada lo que sucediera, me sentía una autentica puta y estaba dispuesta a que mi cuñado haga lo que quiera conmigo, por más que me había resistido y pensaba que me podía controlar mi cuñado hábilmente había ido seduciéndome y llevándome cada vez más cerca de volverme una puta.

Abrí las piernas ante su cara, dejando totalmente expuesto mi coño mojadito, abrí la boca y puse mis labios sobre la punta de su polla, inmediatamente por la presión brotaron sus líquidos seminales que me mojaron toda la boca, alce la cabeza y le dije “ufff estas súper caliente”, mientras me quitaba el líquido de mis labios y juntando en mi dedo me lo metí en la boca lentamente mirándolo, el me miraba y me dijo, “vamos cuñadita haz lo que sabes” y sentí la punta de su lengua en mi coño, por lo que volví a dirigirme a su polla esta vez la introduje lentamente chupando con mis labios haciendo el movimiento de arriba abajo y succionando por lo que empezaba a brotar más liquido lechoso que iba tragando de a pocos entre lamidas y gemidos que el daba, mi cuñado no perdía el tiempo y empezó a besarme el coño, pasando la lengua por cada uno de sus pliegues, lamia y lamia alrededor y yo sentía que me mojaba y deliraba de placer el hacía movimientos circulares con la lengua hasta que poso su lengua en el centro de mi coño, ahhhhhh deliré mientras el enterraba la lengua dentro de mi coño y jugaba con la punta de su lengua, era un experto y me estaba haciendo ver las estrellas como hace muchos años no sentía, continué comiéndole la polla y los huevos, se la chupaba y el empezó a mover su polla hacia adentro por lo que la sentía en el fondo de mi garganta me la metía hasta el fondo hasta que ya no podía entrar más, por lo que a ratos me faltaba el aire y la retiraba sintiendo arcadas pero una vez respiraba la volvía a coger, estaba hipnotizada por esa hermosa polla y solo quería mamarla y mamarla olvidándome de todo el mundo, el me succionaba y succionaba el coño metiendo su lengua y dedos, yo quería explotar de placer por lo que empecé a gemir como una perra, no me importaba si algún vecino escuchaba, gemía y gemía muy fuerte, pero fue mi cuñado quien no puedo soportar más y de pronto su polla empezó a temblar y sentí como expulsaba un tremendo chorro de semen espeso y caliente dentro de mi boca, como fue muy repentino hice un reflejo de retirar mi boca y todos mis labios se llenaron de semen, pero una gran parte me lo tuve que tragar, saque la polla de mi boca pero un segundo chorro de semen salió dando contra mi nariz y mejillas por lo que empezó a chorrear sobre mis tetas, mientras mi cuñado gemía como todo un perro, nunca me sentí tan puta pero mire con gusto como su tremenda polla brillaba con la leche que la cubría, me sentía en la gloria.

De pronto empezó a sonar mi celular con fuerza volviéndome a la realidad, me sentí muy sorprendida por lo que rápidamente estire la mano para coger el celular que estaba en el sofá al lado nuestro, al mirar el numero me asuste, “¡mi marido!!” dije, sin saber qué hacer, mi cuñado saco su cara de entre mis piernas y me dijo “responde”, lo mire sorprendida y sin decidirme, el celular seguía sonando por lo que respondí: “Alo amor?” dije, “Alo princesa −me dijo mi marido− como estas?”, “Bien cariño −le dije− acá estoy viendo la tele con Ronald”, “a que bien, −me dijo−, yo estoy bien esperando ansioso mi regreso, seguro que me extrañas mucho”, “si corazón −le dije− ya quisiera que estés acá”.

Mi cuñado mientras tanto hizo algo inesperado, volvió a introducir su lengua dentro de mi coño que a esas alturas estaba totalmente mojadito y caliente, y empezó a juguetear con mi clítoris mientras yo hablaba con mi marido, no lo podía creer, quería gemir pero me contenía para responder a mi marido y no se diera cuenta, mientras movía mis caderas al ritmo de las lamidas de mi cuñado, estuvimos así por espacio de varios minutos yo hablando con mi marido con la cara, tetas y labios mojaditos con la leche espesa que mi cuñado había vaciado sobre mí y respondiendo a mi marido, pero mi cabeza estaba en lo que pasaba en mi coño, pero mi cuñado no contento con eso empujo su polla introduciéndola en mi boca, mientras mi marido me hablaba, yo no lo rechace, me parecía súper morboso, tener la polla de otro hombre mientras escuchaba lo que mi marido me decía; estuve a punto de gemir pero me contenía, no podría aguantar mucho más, hasta que mi marido dijo, “bueno Sandra, pásame con Ronald que quiero saludarlo”, respire aliviada pues mi cuñado retiro su cabeza de entre mis piernas y saco la polla de mi boca. Se empezó a limpiar la boca de todos los líquidos que le había dejado, le pase el celular y el empezó a hablar con mi marido, fue entonces que se me ocurrió devolverle el favor, y mientras él hablaba volví a meter su polla en mi boca y a chupársela de manera furiosa, quería mi revancha jejje, él se revolvía y con una mano trataba de sujetarme y con otra tenía el celular, pero no podía evitar, se la chupaba, se la mordía extrayendo el semen que aún quedaba y a ratos volteaba con cara de niña traviesa para mirar su cara de placer e impotente de no poder hacer nada., finalmente se despidieron y deje de chupársela, “Ufff –dijo− vaya momento que me hiciste pasar cuñadita”, “a no te quejes que tu hiciste lo mismo. Bueno –dije− aún faltan 2 tarjetas, y ya no me importa nada −mientras me paraba− espera −le dije− voy por un trago”, al ponerme en pie sentí como mi coño correaba liquido vaginal y estaba súper caliente, el me siguió con la mirada y me dijo “tráeme otro para mí”.

Bebimos recostados en la alfombra, él me dijo:

—vamos cuñadita que aun te falta gozar lo mejor.

Lo miré y sonriendo le dije:

—es verdad quiero que me metas esa enorme polla, —por lo que me estire hasta su flácida polla y se empecé a mamar, me sorprendió lo rápido que se puso erecta—, vamos ¿qué más sigue?

Yo saqué la tarjeta, en ella leí, “¿Qué tal el 69? ¿Habéis disfrutado?” Por lo que le miré lascivamente y dije: “vaya que sí”, además decía: “Pues ahora viene lo mejor poneos en posición de perrito y follad”.

Mis ojos se iluminaron pues era mi posición favorita, el me agarro de la cintura y me puso a cuatro patas, me acomode y abrí las piernas mucho para verme lo más sexi posible vi como mis tetas colgaban como melones maduros y con la punta de los pezones totalmente erectos por lo que iba a pasar, él se acercó por atrás y se arrodillo frente a mi coño acomodándose para penetrarme con furia, en la sala teníamos un enorme espejo en una de las paredes donde podía ver todo lo que pasaba, mire como su enorme polla estaba totalmente tiesa y él la acercaba a la entrada de mi agujero, miraba por el espejo su cara de tremenda excitación al ver como mi coño se abría frente a su polla sin restricciones, sentí como la enorme cabeza de su polla toco mis labios vaginales y empezó a introducirse en mi coño, la metió todita, ahhhh delire, sintiendo sus 19 cm dentro, hizo tope con los huevos y se quedó quieto, gozando de abrigar completita su tremenda polla con mis paredes vaginales, yo cerraba los ojos para sentirla mejor, estaba nuevamente en la gloria, el empezó a moverse y yo lo seguí, iba subiendo poco a poco el ritmo y la fuerza del mete y saca, hasta que sus embestidas se hacían fuertísimas, me estaba dando con todo y yo empecé a gemir de gusto me estaba reventando el coño y yo moría de gusto, “vamos perra −me decía− esto es lo que esperabas toma, toma, trágatela se ve que hace tiempo no gozas como lo puta que eres”, “Siii −le decía− reviéntame, traspásame el coño mi rey, dame, dame, ahhhh, ahhhh” gemía y gemía, era indescriptible, el empujaba y empujaba, debido al tamaño de su aparato yo temblaba ante sus embestidas, yo respiraba agitadísima y solo quería que me la metiera hasta el fondo del alma, hasta que no pude soportar más y me empecé a correr... “¡Sigue sigue!!!” Gritaba mientras me corría y un líquido espeso salía de mi coño, lágrimas de placer salían de mis ojos y perdí el mundo de vista, me retorcía y hundí mis caderas lo más que pude contra su polla. Ufff dije aflojando el cuerpo, el saco la polla y quedamos tenidos por varios minutos, respirando ambos agitadamente y mirándonos con ansias.

Luego de unos minutos le dije:

—venga cuñadito que faltan sacar 2 tarjetas, mi marido siempre me dice que hay que terminar todo lo que empiezas.

—que perra eres —me dijo riendo.

Estaba dispuesta a hacer cualquier cosa que dijeran esas tarjetas, yo misma saque la siguiente y leí: “Ahora elegid una posición que os guste y seguid follando”.

Nos miramos a los ojos. Mi cuñado se sentó en el sofá y abrió las piernas, se empezó hacer una paja para recuperar la erección, su polla se puso erecta una vez más, entonces yo me acerque dándole las espaldas y me senté sobre sus piernas, el cogió mis nalgas y levanto un poco mi culo para poder penetrarme, yo me acomode mejor y se produjo el encontrón entre su polla y mi coño una vez más. Su polla entró enterita, esta vez la sentía más profunda por mi peso aplicado y suspiré, levante mis piernas y las abrí mucho, hasta poner mis pies sobre sus piernas, me recosté sobre él, y el cogió mis tetas desde atrás empezándolas a magrear y a pellizcar, nos acoplamos bien y empezó el movimiento, esta vez yo controlaba más y levantaba el coño hasta sacar la polla, y bajaba hasta enterrarla de nuevo, primero lo hacía despacio y luego fui subiendo el ritmo, el empujaba cada vez que mi coño bajaba, de tal manera que sentía unas terribles embestidas, mientras el me apretaba las tetas, una vez más mire al espejo la escena y me pude ver completita lo que estaba haciendo y era alucinante estaba completamente desnuda y con las piernas totalmente abiertas entregaba mi coño a otro hombre que no era mi marido, me miraba mientras follaba y follaba, yo tenía una cara de auténtica puta y gemía y gemía una vez más. Seguimos por muchos minutos, hasta que sentí a mi cuñado moverse más frenético por lo que pude adivinar que se venía, “vamos mi rey, dame de esa leche de nuevo, venga venga relléname de leche” le grite, baje el coño con fuerza y sentí como su polla explotaba dentro de mí, “ahhhh −grito el− ahhhh perra, recibe, recibe…”, sentí como se corría dentro de mí, y su leche se estrellaba contra el fondo de mi coño, deje de moverme mientras mi vagina tenia fuertes contracciones, ufff quedamos inmóviles un rato y en esa posición.

Luego retire la polla de mi coño, sacando una pierna y me puse en pie, voy al baño un rato le dije, pero al caminar sentí como corría la leche espesa por mis piernas, me voltee y le dije, mirad lo que has hecho, él se sonrió orgulloso de ver mis piernas con hilos de leche que bajaban de mi coño, y me dijo anda perra no tardes que falta lo mejor. Le sonreí y fui al baño.

Cuando volví le traje un vaso de whisky a mi cuñado y otro para mí, brindamos.

—ojalá que no sea la última vez.

—pues no lo creo tu hermano volverá aun en más de un mes y seré tu perra durante todo este tiempo que has venido a cuidarme, —jeje reímos.

Miré la última tarjeta y le dije:

—venga que ya me imagino que falta.

No me equivoque, en la tarjeta decía: “Seguro que a estas alturas estáis dispuestos a todo ¿verdad? ¡Pues venga haced un anal ahora y que les aproveche!!!”

—Lo sabía.

—¿Y lo querías? —Me dijo el, no pude negarlo.

Hace muchos años que no hacia un anal, aunque tenía un poco de miedo porque había pasado mucho tiempo.

—vale, pero déjame traer un poco de vaselina —le dije, y me dirigí a mi dormitorio, entre y busque en los cajones del velador la vaselina que usaba para limpiarme el cutis, luego un pensamiento cruzo por mi mente y me dije: ¿y si lo hacemos más divertido? Me sonreí a mí misma y de otro cajón saque el vibrador que tenía guardado, con esto será mucho mejor me dije, me voltee y me encontré con mi cuñado parado frente a mí, y mirándome como sostenía el vibrador.

—eres una autentica guarra.

—jejeje, vamos hagámoslo más interesante, —él se rio.

—pues mucho más interesante será si lo hacemos aquí, en tu cama matrimonial.

Lo mire y dude un poco, luego recordé que mi marido era el culpable de todo esto, yo le había insistido hasta el cansancio que no mandara a su hermano por lo que le dije: “está bien”. Lo cogí de las manos y lo senté en mi cama, me arrodillé frente a él, y se la comencé a mamar, su polla reacciono ante los cariños de mi lengua y labios, todo estaba listo.

Subí a mi cama me puse a cuatro patas con las piernas bien abiertas y con mi mano cogí un poco de vaselina y me la lleve dentro del culo empecé a dilatarlo haciendo círculos, mi cuñado no perdía el tiempo y empezó a masturbarse para que su polla llegara a su máxima erección, seguí dilatando, metí un dedo, luego dos, poco a poco el agujero de mi culo se estiraba y yo recordaba lo que se sentía, finalmente metí un dedo más mientras hacía círculos, mi culo se veía rojito y empezaba a tener pequeñas contracciones, “venga guarro creo que ya estoy lista” le dije, él se acercó, y se unto un poco de vaselina en la enorme cabeza de su polla y se la froto, “venga” me dijo, sentí su cabeza hacer tope con la entrada de mi hueco y como se iba introduciendo, poco a poco avanzaba y sentía como mi culo se abría y mi cuerpo se estremecía ante tamaña polla, mientras yo me tocaba y sobaba las tetas y me las lamia disfrutando como antes lo hacía, su polla avanzaba y avanzaba, hasta que hizo tope con los huevos, una vez más tenía todita la polla dentro de mí, nos quedamos quietos unos segundos y el empezó a sacarla, solo saco la mitad y volvió a meter, una vez más y así poco a poco sacaba más y volvía a meter, hasta que mi culo se acostumbró totalmente a su polla, por lo que él la sacaba totalmente y la volvía a penetrarme, cada vez más rápido, yo estaba en la gloria, había olvidado lo delicioso que era sentir aquello y empecé a seguir el ritmo de sus embestidas, estuvimos unos minutos así, hasta que le dije, esperad, que mi coño se pone celoso y también quiere gozar, él se detuvo y vio que yo cogía con una mano el vibrador y lo llevaba a la entrada de mi coño, era un vibrador de 25 cm y muy grueso, pero mi coño estaba totalmente dilatado por lo que entro con facilidad, el termino de acomodarlo y volvió a meter su polla, mientras yo sujetaba el vibrador y lo encendí, fue maravilloso, sentir las embestidas de mi cuñado y la acción del vibrador al mismo tiempo, me sentía una diosa del sexo y me entregue al placer, a ratos volteaba la cara y miraba a mi cuñado y con rostro de viciosa, le extendía la lengua que el recibía con la suya y me magreaba las tetas mientras allá abajo era un completo incendio, estuvimos así mucho rato, hasta que sentí que ya no podía aguantar más tiempo, mi cuñado estaba igual su cuerpo quemaba, y terminamos en un tremendo orgasmo simultáneo

Yo gemía sin importarme que alguien escuche y el igual, “Ahhh me vine”, mientras escuchaba que el deliró “Ohhhh”, mi coño expulso liquido vaginal a chorros mojando el vibrador y mi mano hasta caer sobre las sabanas, estaba súper mojadita, pero sentí como la polla de mi cuñado empujaba hasta lo máximo sin salir y se vino dentro de mi culo, la leche espesa y calientita penetro llenando todo mi culo, pero era tanta que empezó a brotar y caer sobre el vibrador juntándose con mis jugos y terminando de empapar mi mano hasta hacer un pequeño charco en las sabanas, mezcla de mis jugos y su leche. Fue divino poco a poco cesaron los jadeos y los gemidos y quedamos inmóviles por un rato muy cansados y satisfechos al fin, retiré el vibrador de mi coño y el saco su polla de mi culo, entonces yo mirándolo le dije:

—menudo charco hemos hecho…

—jajaja, es verdad y has quedado bien regadita.

—Bueno no es justo que yo tenga que limpiar esto, venga yo te limpio y tú me limpias.

Nos pusimos una vez más haciendo en 69 y empezamos a lamer, yo le limpiaba la polla succionando y lamiendo su leche y pasaba su lengua dentro de mi coño, causándome cosquilleos hasta que nos limpiamos totalmente.

—venga que aun te falta el culo.

—jajaja, no seas mala que el semen no es lo mío.

—cabrón ya déjalo así.

Me quede con el culo inundado de leche y así nos quedamos profundamente dormidos yo con la boca en su polla y el con la suya en mi coño.

Al día siguiente al despertar nos miramos sin creer lo que había pasado, lo que comenzó como un juego termino en semejante follada, fuimos a la cocina y desayunamos, a las 10 yo me fui al gym y el a su trabajo, pero como aún faltaba muchos días para que regresara mi marido, mi buen cuñadito se quedó pues tenía el encargo de cuidarme cosa que hizo muy bien y de muy cerca casi todos los días jajaja…

9 comentarios - Me follé a mi cuñado...

ellocoamor33 +1
muy bueno
El_abuelito
Gracias por comentar...
El_abuelito
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macoco25 +1
Tremendo!felicitaciones
El_abuelito
Umm que bueno que te gusto, gracias por comentar...
El_abuelito
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Isco_53 +1
Efectivamente excelente, joder sí que empalme con ello
El_abuelito
Muy bien, esa es la idea de excitarnos al máximo...
Isco_53
Y entonces eres nena o eres un @El_abuelito
El_abuelito
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gordopogo +1
Tu cuñado flor de vivo
El_abuelito
Jajaja... demasiado vivo diría yo, pero logro su objetivo con esas putas cartas...
El_abuelito
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josepirineo +1
que buena cuñada... felicidades muy buen relato. puntos
El_abuelito
Si ambos son buenos cuñados y llegaron a entenderse de la mejor manera, gracias por pasar, comentar y dejar puntos...
El_abuelito
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PAJAESVIDA
aplausos de pie!!! bueno aplaudo como puedo con las manos llenas de leche, ja! van 10 puntos!!!
Danex44
Excelente relato, lejos el mejor 🖐🖐🖐👏👏👏👏