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Un verano caliente. Capítulo 12

Un verano caliente. Capítulo 12

Esta es la historia de Julián, un chico de 23 años que después de pasar el mejor verano de su vida nos cuenta las historias que vivió y nos mantiene calientes en este invierno frío. Esta historia es ficción, eso no quiere decir que algunos hechos no sean reales…


Capítulo 12: El regreso de la tetona
Era obvio que empezaba a sentir algo por Cecilia. A la mañana siguiente cuando me levanté me quedé mirando como dormía por unos minutos hasta que suavemente empecé a tocarle el pelo y ella se despertó con una gran sonrisa. Desayunamos juntos, entre besos y abrazos. Pero cuando se fue me entró un poco el pánico y como suele hacerlo, mi cabeza empezó a maquinar.
“No me voy a poner de novio ahora” pensaba y era lo más lógico. “El verano recién arranca y tengo 3 minas que tienen ganas de coger conmigo” me decía una y otra vez. “El problema es que a Cecilia no le gusta que lo haga con Noelia” me dijo una parte de mi cerebro. “Sí, pero a Noe tampoco le copa que lo hagas con Cecilia” me decía la otra mitad. Parecía esas escenas de películas en las que el ángel y el diablo aparecen en el hombro del protagonista y no sabe qué hacer. Por lo que decidí ponerle paños fríos a mi relación con Ceci, aunque después me iba a dar cuenta de que no era la mejor alternativa.
Lo que yo no sabía es que Noelia estaba bastante molesta conmigo y con el hecho de que me haya cogido a la niña bonita del club y esa tarde me di cuenta. Cuando llegué vi que Ema estaba con Tati metidos en la pileta, su relación avanzaba a una velocidad extrema cada día, por lo que nos parecía raro que no se pusieran de novios. Al fondo del área de la pileta estaban Santi y Fernando, pero cuando empecé a caminar hacia ellos alguien me agarró del brazo.
- Hola.- Me dijo. Cuando me di vuelta me di cuenta que era Noe.
Estaba en malla y recién salida de la pileta, completamente mojada y sonriendo. La miré de arriba abajo y no pude evitar posarme un segundo en sus tetas. Sus hermosas e increíbles tetas que tantas veces habían recibido mi leche después de una buena cogida. Ese día tenía una malla celeste, que le resaltaba el color.
- Hola.- Le digo.- ¿Qué haces?
- Acá ando.- Me dice riendo.- Me fui a refrescar un poquito. ¡Hace un calor!- Agrega apretándose las tetas para sacarse el agua de la malla, pero lo que logró es que me quedara como un nabo mirándole las gomas.- ¿Quieren venir a tomar una cerveza con nosotras?- Agrega señalando a donde estaban Mariana, Luciana y Estefanía.
- Dale.- Le contesté.- Le digo a los chicos y vamos.
Pero con una simple señal de “vengan” con la mano alcanzó. Los chicos se levantaron y nos fuimos a sentar con las tetonas. Miré hacia todos lados a ver si Cecilia o alguna de sus amigas estaba cerca, pero a la única que vi es a Tatiana y estaba concentrada en la boca de Emanuel. Por lo que sin problema nos sentamos con las chicas y después de comprar unas cervezas empezamos a tomar.

La tarde fue pasando lo más tranquila posible. Charlamos un buen rato, compramos dos porrones más, nos reíamos de cómo Santi arrancó año nuevo (su padre se puso muy en pedo y él lo tuvo que llevar), y así la tarde se fue pasando.
- ¿Quieren quedarse a comer?- Preguntó Luciana después de un rato.- Nosotras íbamos a cocinar una piza al horno.
- Mejor hacemos unas hamburguesas o unos choripanes.- Sugirió Fer.
Una vez que nos pusimos de acuerdo en el menú nos organizamos. Con Santi fuimos al súper a comprar las cosas y las chicas y Fernando se fueron a bañar y a cambiar. Cuando volvimos, Fer se ocupó de ir prendiendo el fuego y con Santiago fuimos a las duchas. Le conté un poco de mi situación, y después de resumirle como iba mi verano lo único que se le ocurrió decirle a él fue:
- ¡Sos un hijo de puta! Yo de pedo que me estoy moviendo a la minita esa que conocí en el boliche hace unos meses.- Me dijo riéndose.- ¿Sabés lo que tenés que hacer? Cogetelas a las dos sin que se enteren. Esta noche, como lo hicieron todo el año pasado, te vas con Noe por ahí y le pegas una buena garchada y mañana te cogés a Cecilia. Y así hasta que te quede el pito hecho una pasa de uva.
No pude evitar reírme con ese comentario, pero tampoco pude evitar quedarme pensando. Lo que decía Santi tenía mucho sentido. Esa noche estaba con Noe, a la noche siguiente con Ceci. Podía hacerlo en mi casa, y así ninguna de las dos se enteraba. Tenía que dejar de hacerlo en fiestas, donde los demás podían ver, o en el club donde podían agarrarnos. ¡Lo tenía decidido! Yo no estaba de novio con nadie y no quería perder la oportunidad de meterla. Esa noche, le tocaba a Noelia.

Después de comer nos quedamos tomando un rato más y hablando al pedo. Las hermanas fueron las primeras en irse. Después se fueron Fernando y Pauala, aprovechando que viven a una cuadra de distancia. Santi se quedó, con el fin de disimular un poco, pero empezó a mensajearse con la piba esta y enseguida se fue diciéndonos: “Hoy tengo suerte”, dejándonos a Noe y a mi, solos.
- Hace mucho que no estamos solos.- Me dijo de entrada.
- Noe…- Empecé yo pero enseguida me frené.
- Ya hablamos.- Me interrumpió ella.- Ya se que vos solo querés coger y de hecho yo también. No quiero que seas mi novio. Pero hace 1 semana que estoy caliente y vos te estabas cogiendo a la pelotudita esa. Entonces si vamos a coger solo cuando vos estés caliente, no me conviene.
- Pará.- Le digo.- Con Cecilia estuve una sola vez,- Pensé que mentirle era lo mejor.- y vos nunca me dijiste en estos días que querías.- Me miró con cara de odio, pero como no dijo nada seguí hablando.- Vamos a casa, mis viejos están de viaje, y hacemos lo que vos quieras.
Aparentemente fue suficiente para ella, porque en menos de 15 minutos estábamos los dos tirados en mi cama besándonos. Noe estaba muy caliente, no tardó ni dos segundos en sacarme toda la ropa y en desnudarse ella. Se acostó boca arriba y yo me puse encima de ella. Le fui besando todo el cuerpo, los labios, el cuello, los brazos, la panza y obviamente las tetas. Se las chupé un buen rato y a ella le encantaba cuando lo hacía. Después se eso fui bajando.
La abrí las piernas y metí mi cabeza entre sus muslos. La concha ya la tenía completamente mojada, pero decidí chupársela un poco para darle algo de placer, después de todo la última vez que estuvimos lo único que hicimos fue que ella me chupó la verga hasta sacarme toda la leche. Noe enseguida empezó a revolcarse de placer. Le movía la lengua por toda la concha, chupándole cada centímetro y después le saboreaba el clítoris mientras ella se retorcía y se apretaba bien fuerte las gomas. Ninguno de los dos daba mucho más.
Me acomodé encima de ella y sin dar muchas vueltas se la metí hasta el fondo. Noelia me abrazó y me besó con ganas. Yo me la empecé a coger lo más rápido que podía y ella me miraba y se mordía la boca para no gritar. Me acomodé un poco arrodillado y le levanté las piernas para apoyarlas en mis hombros, así la agarré de la cintura (ella todavía acostada boca arriba) y seguí cogiéndomela lo más rápido que pude. La calentura era demasiada.
Logré sacarle la pija dos segundos antes de que el primer chorro de leche saliera disparando a sus muslos, su cola y su concha. Ella bajó rápido las piernas y yo como pude me fui acomodando encima de ella para que los siguientes chorros de semen fueran a parar a su panza y un poco a sus tetas. Nos quedamos así un rato, ella acostada y yo arrodillado encima de ella con la leche que me colgaba de la verga, jadeando los dos de la excitación.
- ¿Nos pegamos una ducha?- Le pregunto al ver que ambos estábamos completamente sucios.
- Dale.- Me dijo ella sonriendo.
Nos paramos y fuimos al baño, ella entró enseguida, yo después de acomodar un poquito la ropa y la cama me metí atrás de ella. Al principio nos limpiamos un poco, en especial ella que se enjuagó todo el semen que tenía. Pero enseguida volvimos a los besos. Me empujó contra una de las paredes de la ducha y me abrazó para besarme bien fogosamente. La verga, que todavía no se había calmado, volvió a ponerse dura como una roca sabiendo lo que se venía.
Noelia se arrodilló abajo del agua y se dedicó a mamar como tanto le gustaba. Ya había cogido debajo de la ducha, y era algo excelente y refrescante a la vez. Ella movía su cabeza para adelante y para atrás y yo simplemente disfrutaba de eso. Con una mano me manoseaba las bolas y con la otra me tocaba el pecho y las abdominales, a Noe la volvía loca mis abdominales.
Después de un rato se paró y se dio media vuelta para darme la espalda y me apoyó el culo en la chota. Yo la abrasé y puse mis manos sobre sus gomas y ella empezó a mover la cintura refregándome el orto por toda la pija. Nuevamente la calentura total me invadió. Le pedí que se corriera y apunté mi verga a su conchita y se la metí de una. Noe volvió a tirar su cuerpo hacia atrás y yo volví a agarrarla de las gomas. Así empezamos a coger otra vez.
Ella meneaba su cintura para todos lados, para arriba y para abajo, para la derecha y para la izquierda, en círculos. Era una cosa de locos. Mis manos le apretaban cada vez mas fuerte las tetas y ella decidió apoyar las suyas sobre las mías para hacer aún más presión. Mi pija se movía para todos lados y ella no paraba de darnos placer. De a poquito la fui empujando para abajo, hasta que pudo apoyar sus manos en el piso de la bañera, ahí tomé el control y agarrándola de la cintura la empecé a coger bien duro. Le metía y le sacaba la verga con ganas, bien rápido y de vez en cuando le pegaba un buen chirlo en la cola.
- Arrodillate.- Le dije después de un rato al ver que estaba a punto de acabar otra vez. Ella obedeció.
Para mi sorpresa largué una buena cantidad de semen a pesar de que acababa de hacerlo. La gran mayoría fue a parar a las gomas de Noe, que como solía hacerlo, se las apretó y las puso bien duritas para que quedaran en primer plano.
Una vez que nos volvimos a limpiar salimos y decidimos ir a la cama. Eran casi las 2 de la mañana por lo que nos quedamos dormidos enseguida. Al día siguiente al despertarme no sentí esa sensación de cariño que me había pasado con Cecilia, pero en vez de pensar que estaba enamorado de la chica del culito lindo, solo pude pensar que estaba enamorado de las ganas de coger.


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1 comentarios - Un verano caliente. Capítulo 12

Masturbadaro +1
Para cuando el próximo?
HistoriasDe
Ya está el capítulo 13: http://www.poringa.net/posts/relatos/2880956/Un-verano-caliente-Capitulo-13.html
Hoy subimos el 14!