Después de tanto tiempo vuelvo a relatar mis experiencias…
Esto va a ser muy breve, porque lo escribo desde la pc de mi trabajo cuando tengo tiempo de sobra.
En esta historia la protagonista es Irma. Una señora de unos 35/40 años. Ella para nada tiene un cuerpo escultural, más bien diría que es de lo más normal: morena de pelo negro, algo rellenita, pero con un culo bastante generoso.
Irma es una señora que limpia las oficinas de la empresa en la que trabajo entre las 12 del mediodía y las 15 hs.
Rara vez me quedo fuera de hora y almuerzo en la oficina para aprovechar el tiempo y rendir más en el trabajo.
Nunca habré tenido una conversación con ella de más de 10 minutos. Pero un día todo comenzó a fluir desde la nada. Comenzamos a hablar de nuestras familias, ella me conto que estaba por separarse. Luego de la 3ª o 4ª charla (en dos meses) me comencé a dar cuenta que su cuerpo había comenzado a cambiar y que estaba poniéndose más linda y atractiva para una señora de su edad.
Más o menos al tercer mes de empezar a conocernos intento de entablar una conversación sexual con ella.
Yo – Como te sentís estando sola después de tantas semanas?
Ella – Se hace lo que se puede. No tengo nadie en vista, pero la verdad que extraño el calor de las sabanas
Yo – Pero ningún hombre… Nada de nada?
Ella – No, no quiero ningún compromiso.
Yo – Yo, lo mismo.
Luego de varios días de charlas nos volvimos a cruzar, pero en esta oportunidad no estábamos solos en las oficinas. Se encontraba con nosotros el técnico en informática, un pibe con una pinta de pajero bárbaro.
Para este tiempo, Irma, ya estaba muy bien. Había adelgazado mucho (iba todos los días a correr y si podía al GYM) y su cuerpo estaba mucho más formado que antes. Ya no era la rellenita de meses atrás, sino que se convirtió en una perra en potencia.
Durante el tiempo de estadía del pibe de informática, él hacia lo posible para mirarla y calentarse con ella.
Luego de que él se retiró fui a hablar con ella.
Ya teníamos mucha confianza así que le dije.
Yo – Si no fuese porque estaba yo ese pibe te viola!!
Ella – Vos decís? (haciéndose la desentendida)
Yo – Claro, no viste como te miraba?
Ella – No, ni cuenta. Estás loco!. Que me va a mirar un pendejo.
Yo – Que no? Yo te estoy mirando y cada día estas más linda. Jeje. Ahora que estas sola te volviste una mujer sexy.
Ella – Deja de mentir!. Vos me quieres levantar el ánimo nada más.
Yo – Te quiero levantar que es distinto. (Le tire con toda la artillería sin filtro)
Ella – Mmm (pensando).
Me miro de pies a cabeza
Ella – La verdad que no estas mal. Pero no quiero compromiso. Aunque….
Yo – Si mi amor. Desde que te separaste que quiero hacerte cositas.
Ella – Mira, no seas tierno, ni mimoso. NO ME DIGAS AMOR!. QUIERO SEXO, QUIERO QUE ME COGAS. QUIERO QUE ME PARTAS AL MEDIO. EL AMOR EN MI YA TERMINO, NO AMO MAS A LAS PERSONAS AHORA QUIERO AMAR EL PLACER.. LA PIJA..
No podía creer lo que estaba escuchando. Esa mujer común y corriente se había desatado. Yo que siempre la vi como normal. Ahora se había convertido en una ninfómana. No pude responder por unos segundos.
Ni se me había parado cuando Ella se abalanzo sobre mí. Me abrió la camisa rompiendo los botones de la misma con sus manos. Me comenzó a besar bruscamente por todo el cuerpo. Agarro mi pija con fuerza. Me quito el pantalón y el bóxer juntos y me comenzó a chupar desaforadamente; la cabeza, el tronco, los huevos… Me dio vuelta y me lamio el culo, me lo lleno de saliva. Me dio vueltas nuevamente y siguió con el sexo oral. Con una mano me masturbaba y con la otra se puso a jugar con mi culo abriéndolo de apoco hasta que pudo introducir un dedo. Yo para esto seguía sin emitir palabras.
Se paró y se desvistió rápidamente (no recuerdo que tenía puesto, creo que era un uniforme enterizo)
Se dirigió hasta uno de los escritorios y se inclinó con los codos sobre la mesa y arrodillada en una de las sillas.
Ella – Rómpeme el culo Papi!
La agarre de sus nalgas y comencé a llenarle de saliva el culo… No estaba listo y ella me dijo…
Ella – Dale que no aguanto más!!!
Le cole un dedo, entro muy fácil. Luego fueron dos. Ya estaba preparada.
Moje un poco mi pija y sin más se la puse hasta el fondo. Su culo estaba bien dilatado. Me pedía más más y más.
Ella – Cógeme por todos lados! Quiero en la concha, por el culo… Quiero volver a acabar con una pija adentro.
La levante de la silla y la puse arriba de la mesa, de costado. Se la comencé a meter por la concha que estaba súper mojada y caliente… mientras tanto le colaba un pulgar en la cola… me pidió más, así que le comencé a meter un dedo atrás del otro… le metí toda la mano (solo el pulgar afuera)… Ella se retorcía de placer… Gemía como loca. Se movía como una profesional.
Estuvimos así un rato más hasta que los dos no podíamos seguir..
Nos fundimos en unos gritos de placer que pocas veces se habrán escuchado. Yo acabando, ella acabando, se mezclaron nuestros jugos, se unieron…
Escuchamos unos ruidos a puertas.
Nos cambiamos así como estábamos, con magnifico olor a sexo… y cada uno por su lado se fue.
Esto va a ser muy breve, porque lo escribo desde la pc de mi trabajo cuando tengo tiempo de sobra.
En esta historia la protagonista es Irma. Una señora de unos 35/40 años. Ella para nada tiene un cuerpo escultural, más bien diría que es de lo más normal: morena de pelo negro, algo rellenita, pero con un culo bastante generoso.
Irma es una señora que limpia las oficinas de la empresa en la que trabajo entre las 12 del mediodía y las 15 hs.
Rara vez me quedo fuera de hora y almuerzo en la oficina para aprovechar el tiempo y rendir más en el trabajo.
Nunca habré tenido una conversación con ella de más de 10 minutos. Pero un día todo comenzó a fluir desde la nada. Comenzamos a hablar de nuestras familias, ella me conto que estaba por separarse. Luego de la 3ª o 4ª charla (en dos meses) me comencé a dar cuenta que su cuerpo había comenzado a cambiar y que estaba poniéndose más linda y atractiva para una señora de su edad.
Más o menos al tercer mes de empezar a conocernos intento de entablar una conversación sexual con ella.
Yo – Como te sentís estando sola después de tantas semanas?
Ella – Se hace lo que se puede. No tengo nadie en vista, pero la verdad que extraño el calor de las sabanas
Yo – Pero ningún hombre… Nada de nada?
Ella – No, no quiero ningún compromiso.
Yo – Yo, lo mismo.
Luego de varios días de charlas nos volvimos a cruzar, pero en esta oportunidad no estábamos solos en las oficinas. Se encontraba con nosotros el técnico en informática, un pibe con una pinta de pajero bárbaro.
Para este tiempo, Irma, ya estaba muy bien. Había adelgazado mucho (iba todos los días a correr y si podía al GYM) y su cuerpo estaba mucho más formado que antes. Ya no era la rellenita de meses atrás, sino que se convirtió en una perra en potencia.
Durante el tiempo de estadía del pibe de informática, él hacia lo posible para mirarla y calentarse con ella.
Luego de que él se retiró fui a hablar con ella.
Ya teníamos mucha confianza así que le dije.
Yo – Si no fuese porque estaba yo ese pibe te viola!!
Ella – Vos decís? (haciéndose la desentendida)
Yo – Claro, no viste como te miraba?
Ella – No, ni cuenta. Estás loco!. Que me va a mirar un pendejo.
Yo – Que no? Yo te estoy mirando y cada día estas más linda. Jeje. Ahora que estas sola te volviste una mujer sexy.
Ella – Deja de mentir!. Vos me quieres levantar el ánimo nada más.
Yo – Te quiero levantar que es distinto. (Le tire con toda la artillería sin filtro)
Ella – Mmm (pensando).
Me miro de pies a cabeza
Ella – La verdad que no estas mal. Pero no quiero compromiso. Aunque….
Yo – Si mi amor. Desde que te separaste que quiero hacerte cositas.
Ella – Mira, no seas tierno, ni mimoso. NO ME DIGAS AMOR!. QUIERO SEXO, QUIERO QUE ME COGAS. QUIERO QUE ME PARTAS AL MEDIO. EL AMOR EN MI YA TERMINO, NO AMO MAS A LAS PERSONAS AHORA QUIERO AMAR EL PLACER.. LA PIJA..
No podía creer lo que estaba escuchando. Esa mujer común y corriente se había desatado. Yo que siempre la vi como normal. Ahora se había convertido en una ninfómana. No pude responder por unos segundos.
Ni se me había parado cuando Ella se abalanzo sobre mí. Me abrió la camisa rompiendo los botones de la misma con sus manos. Me comenzó a besar bruscamente por todo el cuerpo. Agarro mi pija con fuerza. Me quito el pantalón y el bóxer juntos y me comenzó a chupar desaforadamente; la cabeza, el tronco, los huevos… Me dio vuelta y me lamio el culo, me lo lleno de saliva. Me dio vueltas nuevamente y siguió con el sexo oral. Con una mano me masturbaba y con la otra se puso a jugar con mi culo abriéndolo de apoco hasta que pudo introducir un dedo. Yo para esto seguía sin emitir palabras.
Se paró y se desvistió rápidamente (no recuerdo que tenía puesto, creo que era un uniforme enterizo)
Se dirigió hasta uno de los escritorios y se inclinó con los codos sobre la mesa y arrodillada en una de las sillas.
Ella – Rómpeme el culo Papi!
La agarre de sus nalgas y comencé a llenarle de saliva el culo… No estaba listo y ella me dijo…
Ella – Dale que no aguanto más!!!
Le cole un dedo, entro muy fácil. Luego fueron dos. Ya estaba preparada.
Moje un poco mi pija y sin más se la puse hasta el fondo. Su culo estaba bien dilatado. Me pedía más más y más.
Ella – Cógeme por todos lados! Quiero en la concha, por el culo… Quiero volver a acabar con una pija adentro.
La levante de la silla y la puse arriba de la mesa, de costado. Se la comencé a meter por la concha que estaba súper mojada y caliente… mientras tanto le colaba un pulgar en la cola… me pidió más, así que le comencé a meter un dedo atrás del otro… le metí toda la mano (solo el pulgar afuera)… Ella se retorcía de placer… Gemía como loca. Se movía como una profesional.
Estuvimos así un rato más hasta que los dos no podíamos seguir..
Nos fundimos en unos gritos de placer que pocas veces se habrán escuchado. Yo acabando, ella acabando, se mezclaron nuestros jugos, se unieron…
Escuchamos unos ruidos a puertas.
Nos cambiamos así como estábamos, con magnifico olor a sexo… y cada uno por su lado se fue.
1 comentarios - Quiero volver a acabar con una pija adentro