PRIMERA PARTE ACÁ
"Dame algo para limpiarme", le dije a Vanesa que habia estado mirando todo con su cubano al lado.
Antonio mientras tanto mantenia su mano en mis pechos sin dejarme levantar de la mesita de luz, como diciendo: "De lo que sigue no te salvás".
Yo quería limpiarme el enchastre de leche que me habian dejado pero me di cuenta que ya era demasiado tarde.
De repente, Antonio sacó su mano en el mismo momento en que el otro cubano se acercó a mí. Sin pausa, sin un "Hola" y sin siquiera mirarme, me penetró.
"Ah bueno!", pensé. Todo ese morbo de ser tan pero tan puta me calentó a más no poder. No conocia ni siquiera la voz del tipo pero aún así habia venido directo a mí a ponérmela.
Mientras empezó a bombearme arriba de la mesita de luz, que se movia toda haciendo terrible ruido, me limpié la cara así nomás con mi propia mano. Con el semen del pelo ya no podia hacer nada y me resigné.
El cubano (al que no le conocia tampoco el nombre) me tenia abiertas de gambas y su pene no hacia otra cosa que entrar y salir una y otra vez.
Como la verga del flaco era normal, y por lo tanto más chica que la de los negros, podia disfrutar del placer de la penetración sin que me doliera. Aunque claro, el morbo de que te metan una pija grande es otro.
Enseguida empecé a gemir como una puta en celo otra vez. Empecé a morderme los labios, apretarme las lolas, mirar para todos lados. Sentia que en cualquier momento volvia a acabr otra vez y no quería.
"Delfi la puta madre, esta noche no vas aguantar"; pensaba mientras intentaba no acabar. Iba a ser mi tercer orgasmo y sabia que la noche no iba a terminar ahí.
Pese a mis esfuerzos, no pude contenerme y todos se dieron cuenta cuando empecé realmente a gritar.
"Ay la puta! Ay! Ay! Ay!", empecé a gemir, gritar y putear mientras comenzaba a acabar.
En el punto de máximo placer de mi tercer orgasmo empecé a retorcerme y temblar como pocas veces. Durantes los segundos que estuve acabando sentia cómo la pija de mi macho entraba y salia todo el tiempo a ritmo constante, no pudiendo contener mis gemidos.
Exploté de placer en todo mi cuerpo. Tras unos cuántos segundos, más, un escalofrío me invadió y me tembló todo nuevamente, incluso hasta dejé de gemir. Sólo se sentia el ruido de la pija que seguia entrando y saliendo sin pausa. "Clap! Clap! Clap!"
El cubano me hizo luego levantar de la mesita de luz y me puso en cuatro. En ese momento empecé a rogar que estuviera por acabar rápido porque ya no podía más.
A los 10 o 15 minutos, quizás menos, se sacó el forro y me hizo abrir la boca. No me preguntó tampoco si quería o no tomarla, sólo me la metió en la boca.
Como buena puta, me dejé llevar para que me diera todo. Al rato me llenó de yogurt toda la boca, con lo que habia largado parecia que no habia tenido sexo en un mes. Me lo tragué todo sin problemas.
Tras ésto me acosté en otra cama para descansar, una cama alejada como para dar a entender que necesitaba reponerme. Estaba agotada. Habíamos estado cogiendo sin pausa por casi dos horas y habia acabado tres veces.
Cerré los ojos un instante, no sé si llegué a dormirme, pero cuando los abrí Vane jugaba con la pija de Juan Carlos y con la de Antonio.
Cerré los ojos de nuevo y esta vez sí me dormí, pero por unos minutos. Cuando los abrí de nuevo mi amiga estaba chupándole la pija a los dos negros a la vez.
El primero que se la puso fue Antonio, mi cubano. La puso en cuatro arriba de la cama y empezó a penetrarla con total violencia mirando su cara hacia mi.
Mientras tanto Juan Carlos se acerca a ella y poniéndole la poronga en la boca empieza a cogerla. Anotnio habia quedado ahora de espaldas a mí, parado en la cama meténdole y sacándola la pija en la boca a mi amiga.
Al ratito de estar así Juan Carlos sacó su pija de la boca y poniéndose un forro se acercó a mí. "Sonamos", pensé.
Tampoco me preguntó si queria o no, o si estaba recuperada o no. Se puso arriba mio y con toda su fuerza me abrió las piernas del todo y me penetró.
La pija de Juan Carlos era ligeramente más grande que la de Antonio. No tuve en absoluto piedad de mí y me embistió logrando quesu pija entrara de una hasta el fondo.
A esa altura mi conchita ya se habia acostumbrado a esos tamaños pero aún así, me hizo ver las estrellas haciéndome doler mucho. El grito que pegué no tiene nombre.
Empezó enseguida a garcharme tocándome las tetas y apretándolas, de la misma forma que Antonio lo habia hecho antes. Cada tanto ponia las manos en mi cuello embistiéndome con todas sus fuerzas.
Vane estaba ahora saltando arriba de Antonio gritando como una puta desesperada. Pero la cosa subió aún más de tono cuando el otro cubano (el de la pija normal) se puso lubricante en sus manos y empezó a meterle a mi amiga un dedo en la cola.
Vane se sorprendió y rió al mismo tiempo, entendiendo que tarde o temprano iba a llegar ese momento: el momento de la cola.
El cubano seguia atrás de ella metiéndole ahora dos dedos mientras al mismo tiempo la pija del negro entraba y salia de su concha. Digamos que era una doble penetración algo soft.
Vane gritaba como una perra, totalmente excitada y sacada. Al cabo de unos segundos de esa doble penetración la hicieron acabar de nuevo.
Sin embargo, ningunos de los dos cubanos frenaron. Tras un rato más de seguir haciéndole eso el cubano se subió arriba de la cama y le preguntó si se animaba.
"Metela toda", le respondió enseguida Vanesa sin siquiera pensar en lo que le habia preguntado. O al menos, sin tener conciencia.
Lentamente el cubano empezó a apuntar su pija hacia la cola de Vane. Lo que siguió luego de eso fueron gritos de intenso dolor.
"No pará, despacito, despacito!", le dijo Vane intentando acomodar el cuerpo.
Pero el cubano totalmente embalado por lo que iban a hacer, y sin ninguna delicadeza, empezó a empujar sin importarle nada y lentamente la pija comenzó a entrar en la cola de Vane.
"Ay! Ay! Ay! Ay!", empezó a gritar Vane mientras la pija llegaba hasta el fondo de su cola.
Por suerte, Antonio habia tenido algo de piedad y mantenia su pija adentro de la concha de mi amiga pero sin movimientos.
Cuando la pija del cubano empezo a entrar y salir de la cola con mayor facilidad, Antonio comenzó también a meterla y sacarla. Las dos pijas empezaron entonces a penetrarla doble a mi amiga.
Es difícil describir los gritos que empezó a pegar Vanesa. Verla ahí, con los enormes cuerpos de los cubanos penetrándola doble era muy excitante.
Realmente no sabía cómo iba a hacer para aguantar eso, pero no pude pensar demasiado en el asunto. Yo estaba demasiado ocupada y preocupada porque Juan Carlos me tenia dándome pija en cuatro mientras empezaba ahora a meterme los dedos en el orto.
"No sé cómo carajo va a entrar esa pija en mi cola", pensé.
Cuando hizo eso empecé a excitarme de una manera inexplicable. Su pija entraba y salia y ahora eran dos los dedos de su mano que entraban y salian de mi cola. Al toque nomás volví a acabar, otra vez. Era mi cuarto orgasmo.
Al rato de meterme los dedos, Juan Carlos apoyó su poronga en mi cola y empezó a empujar. La verga era demasiado grande y gruesa y no lograba que entre en mi cola. Ni siquiera lográbamos que entre la cabeza del pene.
La sacó entonces y empezó de nuevo a meterme los dedos. Al rato otra vez apoyó su pija y empujó aún con más fuerzas que antes.
Cuando mi cla empezó a ceder y su verga comenzó a entrar, me hizo ver las estrellas y constelaciones juntas.
Muy lentamente la pija me iba agrandando la cola e iba entrando. Mientras tanto yo moria de dolor y gritaba como una puta pidiéndole que lo haga despacio. "Despacio! Despacio por favor!", le suplicaba con una inmensa cara de dolor.
Al rato (o ratazo más bien) su pija empezó a entrar y salir con más ritmo mientras mi cola se iba agrandando y acomodando a semejante verga. Recién a los 10 minutos mínimo, empecé a gozar y el dolor se fue yendo de a poco.
La poronga de Juan Carlos empezó a entrar a y salir de mi cola a pleno, me estaba rompiendo el orto del todo. Miré para un costado y vi Vane sólo de la garchaba uno de los cubanos por la cola, el de la pija normal.
Al rato le dice a Antonio que venga a la cama. Le dice que se acueste boca arriba así yo podia montarlo. Enseguida me di cuenta lo que se venia. Era obvio que tampoco iba a salvarme de eso.
Yo me subi arriba de Antonio y me comi su pija. Juan Carlos entonces se paró en la cama y empezó de nuevo a meterla en la cola.
Tras un par de intentos logramos que la pija de los dos negros entraran en mi concha y en mi cola. Era la primera vez que dos negros me hacian una doble penetración. Si bien tenia experiencia en dobles, nunca con dos negros y dos porongas de semejante tamaño.
Los dos negros cubanos empezaron a penetrarme con una violencia que sentia que me estaba matando. No sé cuánto tiempo me tuvieron así, sólo sé que en ese rato el otro cubano ya le habia acabado a Vane en las tetas y ellos ahora nos miraban a nosotros.
"Ay! Ay! Ay! Ay! No puedo más, acaben la puta madre!", empecé a gritar con bronca.
Vane se cagaba de la risa disfrutando de lo que veia y yo la odiaba en ese instante.
"Ay boluda posta que no puedo más!", le decia a Vane para que se cope y se garche a algunos de ellos. Pero ella ni bola, sólo me miraba cómo me estaban haciendo la doble, disfrutando a más no poder.
"Bueno basta, basta no puedo más", empecé a decirles a los dos negros. Intenté salirme pero no me dejaban. Y parecia que cuanto más me molestaba en decirles que me estaban haciendo de goma, más se excitaban y más fuerte me penetraban.
Estuvieron un buen rato así, yo toda colorada, con dolor y gritando como una puta pensé que me iba a morir. Si bien estaba excitaba, no lograba acabar otra vez porque el dolor era muy fuerte.
Finalmente los dos sacaron sus pijas dándome un respiro. Juan Carlos y Antonio se sacaron los forros empezaron a pajearse al lado de mi cara sin dejarme que se las chupara. Al toque primero uno y después el otro, me llenaron de nuevo toca la boca y cara de leche.
Mi carita era un colador. Toda llena de semen por todos lados y el pelo, hecho un desastre. Tras esto me metí una de las pijas en la boca, mientras terminaba de tragar. Luego me metí la otra terminando de sacar hasta la última gota que quedaba.
Tras eso Vane se acercó a mí y comenzó a besarme tratando de sacarme la poca leche que quedaba en mi boca.
Llegó a saborear apenas algo ante la mirada de los cubanos que tenian los ojos como dos monedas de oro, sin terminar de creer todo lo que había pasado en esa habitación.
Mi amiga luego comenzó a vestirse para volver de nuevo a nuestra habitación, mientras yo me limpiaba asi nomás con mi remera. Salí de la habitación sólo con un short puesto, de arriba totalmente en bolas. No daba para ponerme la remera toda llena de semen.
En el camino a nuestra habitación ninguna de las dos dijo nada. Caminábamos en silencio pensando sólo en una cosa: dormir.
Ella caminaba renga y yo, aún mucho más. Me dolia absolutamente todo. Las piernas, la concha y mucho la cola. Estaba muerta de sed, muerta de calor y exhausta.
El sol comenzaba a salir y ya estaba aclarando. Entramos a la pieza y las chicas dormian. Me acosté en mi cama pensando en la sed que tenia pero mi cansancio fue mayor.
"Tan puta puedo ser?", pensé por un instante y me dormí profundamente.
"Dame algo para limpiarme", le dije a Vanesa que habia estado mirando todo con su cubano al lado.
Antonio mientras tanto mantenia su mano en mis pechos sin dejarme levantar de la mesita de luz, como diciendo: "De lo que sigue no te salvás".
Yo quería limpiarme el enchastre de leche que me habian dejado pero me di cuenta que ya era demasiado tarde.
De repente, Antonio sacó su mano en el mismo momento en que el otro cubano se acercó a mí. Sin pausa, sin un "Hola" y sin siquiera mirarme, me penetró.
"Ah bueno!", pensé. Todo ese morbo de ser tan pero tan puta me calentó a más no poder. No conocia ni siquiera la voz del tipo pero aún así habia venido directo a mí a ponérmela.
Mientras empezó a bombearme arriba de la mesita de luz, que se movia toda haciendo terrible ruido, me limpié la cara así nomás con mi propia mano. Con el semen del pelo ya no podia hacer nada y me resigné.
El cubano (al que no le conocia tampoco el nombre) me tenia abiertas de gambas y su pene no hacia otra cosa que entrar y salir una y otra vez.
Como la verga del flaco era normal, y por lo tanto más chica que la de los negros, podia disfrutar del placer de la penetración sin que me doliera. Aunque claro, el morbo de que te metan una pija grande es otro.
Enseguida empecé a gemir como una puta en celo otra vez. Empecé a morderme los labios, apretarme las lolas, mirar para todos lados. Sentia que en cualquier momento volvia a acabr otra vez y no quería.
"Delfi la puta madre, esta noche no vas aguantar"; pensaba mientras intentaba no acabar. Iba a ser mi tercer orgasmo y sabia que la noche no iba a terminar ahí.
Pese a mis esfuerzos, no pude contenerme y todos se dieron cuenta cuando empecé realmente a gritar.
"Ay la puta! Ay! Ay! Ay!", empecé a gemir, gritar y putear mientras comenzaba a acabar.
En el punto de máximo placer de mi tercer orgasmo empecé a retorcerme y temblar como pocas veces. Durantes los segundos que estuve acabando sentia cómo la pija de mi macho entraba y salia todo el tiempo a ritmo constante, no pudiendo contener mis gemidos.
Exploté de placer en todo mi cuerpo. Tras unos cuántos segundos, más, un escalofrío me invadió y me tembló todo nuevamente, incluso hasta dejé de gemir. Sólo se sentia el ruido de la pija que seguia entrando y saliendo sin pausa. "Clap! Clap! Clap!"
El cubano me hizo luego levantar de la mesita de luz y me puso en cuatro. En ese momento empecé a rogar que estuviera por acabar rápido porque ya no podía más.
A los 10 o 15 minutos, quizás menos, se sacó el forro y me hizo abrir la boca. No me preguntó tampoco si quería o no tomarla, sólo me la metió en la boca.
Como buena puta, me dejé llevar para que me diera todo. Al rato me llenó de yogurt toda la boca, con lo que habia largado parecia que no habia tenido sexo en un mes. Me lo tragué todo sin problemas.
Tras ésto me acosté en otra cama para descansar, una cama alejada como para dar a entender que necesitaba reponerme. Estaba agotada. Habíamos estado cogiendo sin pausa por casi dos horas y habia acabado tres veces.
Cerré los ojos un instante, no sé si llegué a dormirme, pero cuando los abrí Vane jugaba con la pija de Juan Carlos y con la de Antonio.
Cerré los ojos de nuevo y esta vez sí me dormí, pero por unos minutos. Cuando los abrí de nuevo mi amiga estaba chupándole la pija a los dos negros a la vez.
El primero que se la puso fue Antonio, mi cubano. La puso en cuatro arriba de la cama y empezó a penetrarla con total violencia mirando su cara hacia mi.
Mientras tanto Juan Carlos se acerca a ella y poniéndole la poronga en la boca empieza a cogerla. Anotnio habia quedado ahora de espaldas a mí, parado en la cama meténdole y sacándola la pija en la boca a mi amiga.
Al ratito de estar así Juan Carlos sacó su pija de la boca y poniéndose un forro se acercó a mí. "Sonamos", pensé.
Tampoco me preguntó si queria o no, o si estaba recuperada o no. Se puso arriba mio y con toda su fuerza me abrió las piernas del todo y me penetró.
La pija de Juan Carlos era ligeramente más grande que la de Antonio. No tuve en absoluto piedad de mí y me embistió logrando quesu pija entrara de una hasta el fondo.
A esa altura mi conchita ya se habia acostumbrado a esos tamaños pero aún así, me hizo ver las estrellas haciéndome doler mucho. El grito que pegué no tiene nombre.
Empezó enseguida a garcharme tocándome las tetas y apretándolas, de la misma forma que Antonio lo habia hecho antes. Cada tanto ponia las manos en mi cuello embistiéndome con todas sus fuerzas.
Vane estaba ahora saltando arriba de Antonio gritando como una puta desesperada. Pero la cosa subió aún más de tono cuando el otro cubano (el de la pija normal) se puso lubricante en sus manos y empezó a meterle a mi amiga un dedo en la cola.
Vane se sorprendió y rió al mismo tiempo, entendiendo que tarde o temprano iba a llegar ese momento: el momento de la cola.
El cubano seguia atrás de ella metiéndole ahora dos dedos mientras al mismo tiempo la pija del negro entraba y salia de su concha. Digamos que era una doble penetración algo soft.
Vane gritaba como una perra, totalmente excitada y sacada. Al cabo de unos segundos de esa doble penetración la hicieron acabar de nuevo.
Sin embargo, ningunos de los dos cubanos frenaron. Tras un rato más de seguir haciéndole eso el cubano se subió arriba de la cama y le preguntó si se animaba.
"Metela toda", le respondió enseguida Vanesa sin siquiera pensar en lo que le habia preguntado. O al menos, sin tener conciencia.
Lentamente el cubano empezó a apuntar su pija hacia la cola de Vane. Lo que siguió luego de eso fueron gritos de intenso dolor.
"No pará, despacito, despacito!", le dijo Vane intentando acomodar el cuerpo.
Pero el cubano totalmente embalado por lo que iban a hacer, y sin ninguna delicadeza, empezó a empujar sin importarle nada y lentamente la pija comenzó a entrar en la cola de Vane.
"Ay! Ay! Ay! Ay!", empezó a gritar Vane mientras la pija llegaba hasta el fondo de su cola.
Por suerte, Antonio habia tenido algo de piedad y mantenia su pija adentro de la concha de mi amiga pero sin movimientos.
Cuando la pija del cubano empezo a entrar y salir de la cola con mayor facilidad, Antonio comenzó también a meterla y sacarla. Las dos pijas empezaron entonces a penetrarla doble a mi amiga.
Es difícil describir los gritos que empezó a pegar Vanesa. Verla ahí, con los enormes cuerpos de los cubanos penetrándola doble era muy excitante.
Realmente no sabía cómo iba a hacer para aguantar eso, pero no pude pensar demasiado en el asunto. Yo estaba demasiado ocupada y preocupada porque Juan Carlos me tenia dándome pija en cuatro mientras empezaba ahora a meterme los dedos en el orto.
"No sé cómo carajo va a entrar esa pija en mi cola", pensé.
Cuando hizo eso empecé a excitarme de una manera inexplicable. Su pija entraba y salia y ahora eran dos los dedos de su mano que entraban y salian de mi cola. Al toque nomás volví a acabar, otra vez. Era mi cuarto orgasmo.
Al rato de meterme los dedos, Juan Carlos apoyó su poronga en mi cola y empezó a empujar. La verga era demasiado grande y gruesa y no lograba que entre en mi cola. Ni siquiera lográbamos que entre la cabeza del pene.
La sacó entonces y empezó de nuevo a meterme los dedos. Al rato otra vez apoyó su pija y empujó aún con más fuerzas que antes.
Cuando mi cla empezó a ceder y su verga comenzó a entrar, me hizo ver las estrellas y constelaciones juntas.
Muy lentamente la pija me iba agrandando la cola e iba entrando. Mientras tanto yo moria de dolor y gritaba como una puta pidiéndole que lo haga despacio. "Despacio! Despacio por favor!", le suplicaba con una inmensa cara de dolor.
Al rato (o ratazo más bien) su pija empezó a entrar y salir con más ritmo mientras mi cola se iba agrandando y acomodando a semejante verga. Recién a los 10 minutos mínimo, empecé a gozar y el dolor se fue yendo de a poco.
La poronga de Juan Carlos empezó a entrar a y salir de mi cola a pleno, me estaba rompiendo el orto del todo. Miré para un costado y vi Vane sólo de la garchaba uno de los cubanos por la cola, el de la pija normal.
Al rato le dice a Antonio que venga a la cama. Le dice que se acueste boca arriba así yo podia montarlo. Enseguida me di cuenta lo que se venia. Era obvio que tampoco iba a salvarme de eso.
Yo me subi arriba de Antonio y me comi su pija. Juan Carlos entonces se paró en la cama y empezó de nuevo a meterla en la cola.
Tras un par de intentos logramos que la pija de los dos negros entraran en mi concha y en mi cola. Era la primera vez que dos negros me hacian una doble penetración. Si bien tenia experiencia en dobles, nunca con dos negros y dos porongas de semejante tamaño.
Los dos negros cubanos empezaron a penetrarme con una violencia que sentia que me estaba matando. No sé cuánto tiempo me tuvieron así, sólo sé que en ese rato el otro cubano ya le habia acabado a Vane en las tetas y ellos ahora nos miraban a nosotros.
"Ay! Ay! Ay! Ay! No puedo más, acaben la puta madre!", empecé a gritar con bronca.
Vane se cagaba de la risa disfrutando de lo que veia y yo la odiaba en ese instante.
"Ay boluda posta que no puedo más!", le decia a Vane para que se cope y se garche a algunos de ellos. Pero ella ni bola, sólo me miraba cómo me estaban haciendo la doble, disfrutando a más no poder.
"Bueno basta, basta no puedo más", empecé a decirles a los dos negros. Intenté salirme pero no me dejaban. Y parecia que cuanto más me molestaba en decirles que me estaban haciendo de goma, más se excitaban y más fuerte me penetraban.
Estuvieron un buen rato así, yo toda colorada, con dolor y gritando como una puta pensé que me iba a morir. Si bien estaba excitaba, no lograba acabar otra vez porque el dolor era muy fuerte.
Finalmente los dos sacaron sus pijas dándome un respiro. Juan Carlos y Antonio se sacaron los forros empezaron a pajearse al lado de mi cara sin dejarme que se las chupara. Al toque primero uno y después el otro, me llenaron de nuevo toca la boca y cara de leche.
Mi carita era un colador. Toda llena de semen por todos lados y el pelo, hecho un desastre. Tras esto me metí una de las pijas en la boca, mientras terminaba de tragar. Luego me metí la otra terminando de sacar hasta la última gota que quedaba.
Tras eso Vane se acercó a mí y comenzó a besarme tratando de sacarme la poca leche que quedaba en mi boca.
Llegó a saborear apenas algo ante la mirada de los cubanos que tenian los ojos como dos monedas de oro, sin terminar de creer todo lo que había pasado en esa habitación.
Mi amiga luego comenzó a vestirse para volver de nuevo a nuestra habitación, mientras yo me limpiaba asi nomás con mi remera. Salí de la habitación sólo con un short puesto, de arriba totalmente en bolas. No daba para ponerme la remera toda llena de semen.
En el camino a nuestra habitación ninguna de las dos dijo nada. Caminábamos en silencio pensando sólo en una cosa: dormir.
Ella caminaba renga y yo, aún mucho más. Me dolia absolutamente todo. Las piernas, la concha y mucho la cola. Estaba muerta de sed, muerta de calor y exhausta.
El sol comenzaba a salir y ya estaba aclarando. Entramos a la pieza y las chicas dormian. Me acosté en mi cama pensando en la sed que tenia pero mi cansancio fue mayor.
"Tan puta puedo ser?", pensé por un instante y me dormí profundamente.
25 comentarios - Recuerdos de Cuba: Habitación 13 - Parte 2 (#59)
Besos
Nos van a hacer mal a los corazones y a varios van a dejar más que secos, jejeje
Las dos publican relatos el mismo día.. y terribles ambos.
Vos delfi q puta hermosa q soss jajajjaa
te dejo +5
besote grandee
la excepción a la regla de las segundas partes.....
sin desperdicio.....
"Tan puta puedo ser?", pensé por un instante y me dormí profundamente.
seeeeeeeeeeeee.... +10 por puta!!!!!!
gracias bebe, besitoooooo
nonononononono.....
es la escepción a la regla.....
de verdad, le para la píja al mas huevo duro y moja toda a la más frígida....
una maravilla de relato....(ni hablar de la festichola, jajajajajajajaja)
Van 9 puntos
X OTRO LADO Q BUEN MORBO DE ESTAR CON ALGUIEN A QUIEN NI LE ESCUCHASTE LA VOZ NI LE SABES EL NOMBRE. ES UNA FANTASIA Q AUN ME QDA POR CUMPLIR. OJALA ALGUN DIA LE PONGA EL TILDE. UN BESO GRANDE Y SABES Q SIEMPRE ESPERO MUCHOS RELATOS MAS.. MUY ANSIOSO ESPERANDO PARA DARTE TODOS MIS PUNTOS
pd : van 10 puntines