Agustina
Previusly
Después de esta noche con Sofía, no podía dejar de pensar en su propuesta de estar las dos con un chico. Mi cabeza daba vueltas imaginando como sería, qué haría, qué me harían. Hasta alguna que otra noche me toqué imaginando ese momento.
Pero el llamado de Sofi no fue tan rápido como yo pensaba, pensé que se había olvidado, que solo lo había dicho como una expresión de deseo y nada más. Con ella me crucé varias veces y nos saludábamos como si nada hubiese pasado.
Hasta que un día yo había ido a hacerle unas compras a mi vieja al almacén del barrio y me la crucé. Cuando yo salía, Sofi entraba. "Me esperás?", me dijo. Yo no estaba apurada, asi que me quedé con ella hasta que terminó las compras.
"Escuchame... que hacés el viernes a la noche?", me preguntó. En esa época yo recién empezaba a salir, y sólo me dejaban 2 veces al mes (esas tontas restricciones, pero bueno). Ese fin de semana no me tocaba, solo había arreglado con mis amigas del colegio para juntarnos a comer a la noche del sábado.
- Te acordás lo que hablamos... ese día? Bueno... tengo un amigo que te quiere conocer. - Yo me quedé helada. Era lo que había estado esperando e imaginando pero ahora sonaba distinto. No se porqué. Pero era como que ya no podía escaparme.
- Agus... si no querés, no te sentís segura, no hay drama. No estás obligada. - me dijo en un tono maternal, sabiendo que yo era un poco más chica que ella y poca experiencia en el sexo.
A pesar de todas las dudas, le dije que iba a ir. Le inventé una excusa a mi vieja, que salía a comer con Sofi y sus amigas y volvía temprano. Si iba con Sofía, mi vieja se quedaba tranquila. Lo errada que estaba. Fue la peor (o mejor, depende del lado que lo mires) influencia que tuve.
Salí de mi casa, re nerviosa y crucé a la casa de Sofi. Nos tomamos un taxi y nos fuimos a un bar por una zona donde hay varios boliches en Rosario. Nunca había ido yo, porque era para gente más grande.
Llegamos y me presentó con su amigo, Iván, un morocho hermoso grandote, físico trabajado por el gimnasio. Me encantó en cuanto lo vi, y me quedé mirándolo embobada por un rato, hasta que mi amiga me lo hizo notar entre risas. Era más grande que el hermano de Juli, que hasta ese entonces era el chico más grande con el que había estado.
Charlamos un rato, tomamos algo y nos fuimos para el departamento de Iván. Llegamos y me senté con él en el sofá. Sofi se fue a la cocina a "preparar algo de tomar". Ese momento, lo aprovechó Iván para besarme, sin decir ni una palabra. Era obvio para qué había ido. Estuvimos tranzando un rato, él se tiró encima mío y metió su mano por debajo de mi remera.
Yo con miedo, lo agarraba de sus hombros. Iván se levantó y se sacó la remera, dejando a mi vista un físico espectacular. Me mordí los labios sin poder dejar de mirar esos abdominales y brazos marcados.
"Te gusta?" me dijo mientras se acercaba a mi; sabiendo de lo fuerte que estaba y de cómo me calentaba. Agarró una de mis manos y la fue llevando por su pecho bajando por su panza, sintiendo cada lomita y huequito. Era una piedra. Fue bajando más hasta que llegó al cinto del jean, y ahí me soltó la mano. Lo miré y empecé a desabrocharlo, sin despegar mis ojos de los suyos.
De a poco fui bajando el cierre. Podía sentir su pija creciendo adentro. Mi respiración se aceleraba mientras se acercaba el momento de sacar esa verga al aire. De un solo movimiento, bajé jean y boxer hasta los tobillos. La pija de Iván caía sobre dos grandes huevos, medía flácida aún. Me quedé mirándola, hasta que él agarró mis manos y las apoyó una agarrando las bolas y la otra agarrando la pija.
Dormida tenía un buen tamaño. La agarraba con mi mano y aun caía otro buen pedazo. Abrí mi boca y empecé a chuparle despacio la cabeza de la verga, como si estuviera tomando un helado. En poco tiempo, la tenía como una piedra.
La agarré con las dos manos, una arriba de la otra, y todavía podría poner otra mano más. Mis ojos se desorbitaron. Sin dudas, era la pija más grande que me iba a comer en mi corta carrera sexual.
Al pete lo empecé a acompañar con mi mano, siguiendo el movimiento de mi cabeza. Fui mojando el tronco y la mano corría cada vez más fácil. Me frené y saqué mi cabeza. Junté saliva y la escupí en la punta de su pija, para luego pasarle la mano por toda su extensión. "Probá más adentro", me dijo. Seguramente ya había tenido una charla con Sofi y le había contado de "mi especialidad".
Lo miré desafiante, abrí mi boca y metí lo más que pude en mi boca. Casi hasta la mitad. Tomé aire, y empecé a chupar ahora llevando mi cabeza hasta que la punta de la pija chocara contra mi garganta. De a poco, noté que con cada embestida la iba metiendo más.
Iván estaba cada vez más caliente. Respiré profundo y me la mandé. Cuando llegó a la garganta, aguanté la arcada y abrí más grande la boca. Seguí empujando y sentía como ese pijón me iba clavando cada vez más adentro dejándome sin aire.
Mis ojos lagrimearon un poco; no aguanté más y la solté toda de golpe. Me faltaban dos o tres dedos nomás para conseguir mi objetivo. Tosí un poco, sin dejar de pajear la pija que ahora chorreaba mi saliva. "Terrible!" exclamó Iván haciéndome parar. Me comió la boca con una desesperación que no había tenido minutos antes.
Me agarró suave de mis pelos y volvió a arrodillarme frente a él. Tragué saliva y volví a lo que había ido. Otra vez, empecé a chupar despacio, desde la punta metiendo cada vez más carne dentro de mi boca. Mientras intentaba volver a metermela toda, sentí que me acomodaban el pelo y me abrazaban por la espalda.
Me había olvidado de Sofi. "Y? Qué tal la nena?", le dijo a Iván. "Increíble... mirá... dale hacelo de vuelta", me dijo. Parecía que me estaban testeando. Esa sensación hizo que corriera un escalofrío por mi espalda y me calentara aún más.
Solté el tronco de la pija de Iván y abriendo la boca volví a meterla hasta el fondo... y después, un poco más. Empecé a toser, con la poronga atravesada en la garganta aunque no me detenía, al contrario, me daban ganas de seguir. Sentía como se escapaba saliva por mi boca pero no podía hacer nada por controlarlo.
Cuando llegué hasta la misma posición que antes, solté un poco de aire y volví a agarrar fuerzas y empujé. Mi nariz chocó contra la panza de Iván, y apenas sentí que chocaba me tiré para atrás tosiendo. Abrí mis ojos llenos de lágrimas pero terriblemente excitada por lo que había hecho. Un hilo de saliva goteaba de mis labios.
"Hija de putaaaa!!! como hacés!" me gritó Sofi. Yo no sabía como explicarlo... Ella se tiró encima mío y me besó. Luego, fue hasta la pija de Iván y se la empezó a chupar. Ella era un poco más violenta que yo. Metía apenas la mitad, pero a un ritmo más fuerte. Se notaba que sabía lo que hacía.
Mientras, su mano lo pajeaba moviíndola como si estuviese acelerando una moto. Con toda la saliva que le había dejado, resbalaba con mucha facilidad. La metía de golpe, y la sacaba por completo dejando la lengua rozar el glande. Le pasaba la lengua por el tronco, la volvía a meter. Yo estaba estupefacta mirando y anotando en mi mente todas esas cosas.
"Vení", me llamó Sofi sin soltar la pija. Me puse a su lado. Nos besamos y volvió a chuparla. Me la dio, mientras ella bajó su cabeza y empezó a chuparle las bolas. Iván estaba parado sin hacer nada, disfrutando de nuestras bocas. Después de un rato intercambiamos y fui yo a chuparle las bolas mientras mi amiga se encargaba del tronco.
Iván nos agarró a las dos de la cabeza y nos puso a cada lado de su verga. Nuestras caras estaban enfrentadas, pero entre nuestras bocas estaba su pija. Luego de lamer pasando nuestras bocas y lengua por toda la extensión de su poronga, nos empezamos a besar desaforadamente. Nos tiramos al piso y empezamos a desvestirnos. Iván nos levantó y nos llevó a su habitación.
Nos tiramos en la cama y terminamos de sacarnos toda la ropa. Sofi tenía una tanguita diminuta que se le perdía en la cola. Se puso en 4 y sin dudarlo Iván le abrió los cachetes y empezó a chupársela.
Yo me quedé a un costado mirando la escena, hasta que Sofi me llamó y me puso frente a ella. Abrió mis piernas y empezó a chuparme la concha. Me dejé caer sobre la cama y llevé mis manos a mis tetas. Cerré los ojos y disfruté de la chupada de Sofi, que ahogaba sus gemidos en mi concha.
Iván salió de atrás de mi amiga y se puso donde estaba yo. Corrió a Sofi de mi concha y se tiró en la cama a chupármela. Metió dos dedos, sin ningún tipo de problemas. Creo que hasta mojé la sábana de como estaba chorreando. Sofía se puso al lado mío y me besó mientras tocaba mis pechos.
Iván se incorporó y se tiró sobre mi. Acomodó su pija y me penetró despacio sintiendo lo cerrada que estaba aun. "Estás re apretadita nena" me decía mientras empujaba su vergón cada vez más adentro. Cuando entró la mitad, la sacó y de golpe la clavó toda provocando un grito de dolor.
Ni me preguntó si estaba bien, se limitó a empezar a taladrarme, aumentando más el ritmo de la garchada. De a poco me acostumbré y seguí gritando pero de placer. Cada vez que me la enterraba al fondo sentía como su cuerpo golpeaba contra el mío con fuerza.
La cama se movía y golpeaba con fuerza contra la pared, de la bestial garchada de Iván. Abrí mis ojos y vi a Sofi arrodillada junto a él con sus manos acariciando las bolas y la cola de Iván. Él tenía los ojos cerrados disfrutando mi conchita y las manos de mi amiga.
De golpe, Iván sacó toda su pija y me largó toda la leche en la panza. Se quedó arrodillado sobre la cama, con la pija aún apuntando al techo, recuperando el aire. Sofi me corrió y se puso a limpiarle la verga. Yo me senté, sin saber que hacer con toda la leche chorreando por mi cuerpo. "Después te limpiás, no pasa nada... vení", me decía Iván invitándome a que me sume a Sofía.
Me acosté al lado de ella. Sacó la pija de su boca y la metió en la mía. Tenía un gusto raro, entre semen y látex que mucho no me gustó. Chupamos un rato más, hasta que Iván nos paró y se fue a limpiar. Sin embargo, su pija nunca había perdido dureza.
Estaba más empalmado que al principio. Sofi me abrazó desparramando la leche ya casi seca de mi cuerpo en el suyo. Nos besamos un rato y me puso arriba de ella. "Hacé lo que te enseñé", me dijo mientras empujaba mi cabeza hacia su entrepierna. Despacio, fui bajando hasta que llegué a su conchita.
Abrí mi boca y empecé a chupársela. "Aaayyy siiii... chupás tan bien la concha como la pija putita... que bien la chupás", gritaba Sofi alentándome. En eso, volvió a entrar Iván, que no se aguantó a mi posición. Yo estaba tirada en la cama, boca abajo chupándosela a Sofi... con la colita levantada.
Sentí dos manos fuertes agarrarme de las caderas y casi al instante otra vez el terrible pijón clavarse en mi. Pegué un grito que se ahogó en la concha de Sofi. El movimiento de la garchada hacía que mi cabeza subiera y bajara en la concha de mi amiga.
Yo ya estaba totalmente entregada, en 4, con la cola parada.. La pija ya entraba más fácil. Iván se paró, me hizo a un lado y empezó a cogerse a Sofi. Mi amiga pegaba unos gritos de satisfacción terribles. Iván le agarró las piernas y las levantó en sus hombros.
Se aferró fuerte a ella y le dio una cogida salvaje que me dolía a mi de solo mirarla. Me imaginaba siendo garchada con esa violencia por ese pijón. Sentía que me partiría al medio. Mi amiga no solo que se aguantó la terrible embestida sino que pedía que se la cogiera más fuerte.
Iván sacó la pija de adentro de Sofi y me hizo acostar a su lado. Se puso entre mis piernas y me penetró. Hizo lo mismo que con ella. Puso mis piernas sobre sus hombros. Estaba a punto de descubrir hasta donde era capaz de soportar ese pijón.
"Despac... ahhhhh" no terminé la frase que empezó una garchada bestial. Los movimientos eran cortos, pero profundos y bien rápido. Trataba de agarrarme de las sábanas porque sentía que salía volando. Esa pija no podía estar más adentro.
Cuando se frenó, Sofi lo besó y sentí como puso sus manos sobre sus bolas nuevamente mientras ahora me cogía a un ritmo más pausado. Sacó su pija, y la hizo acostar a Sofi encima mío. Mientras nos besábamos, sentí que me penetraba nuevamente.
Luego la sacó, y por la cara que puso mi amiga, imaginé que había empezado a cogerla a ella. Estuvo así un rato, eligiendo que concha penetrar, hasta que Sofi le pidió que le chupara la cola.
Me corrí para dejarles espacio. Ella se puso en 4 con las piernas bien abiertas y la cola levantada. Iván puso su cara entre las nalgas de mi amiga y empezó a chuparle el ano. Después de un rato, probó con los dedos. Uno, dos, tres... Mi amiga estaba fuera de si, gritando y pidiendo más.
Y ese más, llegó. Se acomodó encima de ella, y de a poco se empezó a comer toda la pija por la cola. Después de un rato de adaptación, se la culeaba sacando casi toda la extensión de la poronga y metiéndola entera. Así como a ella le sorprendía que yo me la metiera toda en la boca, a mi me sorprendía como le entraba todo eso en la cola.
Luego de un rato, Sofía pidió que parara. Iván se cambió el forro, y se la siguió cogiendo por la concha como si nada. Ahora volvió a su ritmo animal habitual. Me acerqué a Iván e hice lo mismo que mi amiga.
Le toqué las bolas mientras se la cogía. "Subí más", me decía mientras yo con miedo rozaba su cola y bajaba hasta sus bolas. "Aprenden rápido los chicos hoy en día", le decía Iván a Sofi, que estaba en otra disfrutando la pija del pibe.
"Vení nenita, te quiero coger de nuevo", me dijo tirándome en la cama. Me re calentaba como los dos, más grandes y con más experiencia, me trataban de nena o nenita. Me puso en 4 y se subió encima mío. Se agarró de mis caderas y prácticamente me levantaba y empujaba contra su cuerpo. Estaba totalmente fuera de sí el chabón, pegándome una cogida salvaje como si fuese la última.
Sacó la pija y se empezó a pajear sobre mi cola, pero Sofi la agarró y se la metió en la boca recibiendo toda la descarga. Cuando sintió el primer chorro abrió la boca y le mostró como la leche iba entrando a su boca. Tragaba un poco y escupía. Ahora si, la pija de Iván se durmió.
Nos fuimos a la cocina a tomar algo. Descansamos un rato, y volvimos a la habitación. "Quiero que me la chupes de nuevo", me dijo Iván. Se tiró en la cama y yo me acosté entre sus piernas. Su pija estaba flácida y gomosa, y caía sobre sus bolas. Me excitaba mucho ver el bulto así dormido.
Sofía se acercó y se puso a mi lado. "Mirá, así se les para al toque". Agarró la pija con una mano y con la otra empezó a tocarle las bolas y la cola. Iván cerró los ojos y empezó a gemir. Su pija empezó a levantarse "Viste??" me decía riendo.
Siguió pajeando. Me hacía señas para que lo tocara. Le empecé a pasar mis manos por todo su cuerpo. Me mordía los labios, estaba re fuerte. "Qué lomazo tiene este hijo de puta!" pensaba. No solo él se estaba calentando, yo también. "Sentate arriba de él", me dijo Sofía.
Yo me quedé mirándola sin entender qué quería. "Así, encima... como si cabalgaras la pija. Pero ahí". Me senté sobre su pecho. dándole la espalda a Sofi. "Más arriba... ponele la concha en la cara!". Yo me di vuelta y me quedé mirándola sorprendida por lo que me había pedido.
Pero antes que pudiera reaccionar, sentí como los brazos de Iván me agarraban de las piernas y me sentaban sobre su boca. Su lengua se clavó en mi concha y yo instintivamente empecé a moverme como si fuese una pija.
Iván me agarraba fuerte de la cola moviendo mis caderas para refregar su lengua contra mi concha. Sofi seguía trabajando en la verga hasta que estuvo al palo. "Vení", me ordenó, haciéndome salir del trance que estaba teniendo.
Esa chupada me volvió loca. Era todo nuevo. Sentirme arriba aplastando la cara de mi macho de turno entre mis piernas me hizo sentir... no se, poderosa tal vez. Y me calentaba manejar a mi esa situación. Me sentía cada vez más puta y me encantaba.
Sofi se corrió y me dejó el lugar a mi. Ahora, el tronco de Iván estaba erecto apoyado sobre su panza. Pasaba largamente el ombligo. No podía creer como había hecho desaparecer todo eso en mi garganta. Y ahora iba por más.
Me acomodé y sin preámbulos agarré la pija y me la metí en la boca. Empecé a bajar y subir mi cabeza al ritmo que mi mano iba subiendo y bajando por su tronco. Me detuve con la cabecita entre mis labios y dejé caer un poco de saliva. Iván largaba gemidos de aprobación, lo que me invitaba a seguir mamando.
Sofi estaba arrodillada al lado mío, sin perderse detalles, acariciando las piernas de su amigo. "Así mirá", dijo Sofi agarrándome la cabeza y acompañándola de abajo hacia arriba, provocando un leve movimiento como asintiendo. Enterraba casi la mitad y subía para frenar casi en la punta.
Volví a repetir ese movimiento hasta que las manos de Sofi me fueron metiendo más adentro la pija y no me dejaba salir. Me hizo acordar a cuando me lo hicieron la primera vez, y como me había calentado.
Esa vez, estaba con dos chicos. Ahora, compartía un chongo con mi amiga. "Dale que podés... dale" me animaba Sofi. Fui parando para respirar. Siempre con la pija en la garganta. De a poco fui bajando. Abría la boca y un pedazo más de carne desaparecía entre mis labios. Las manos de Sofía me empujaban cada vez más abajo. Yo sentía que me ahogaba pero la excitación era tan grande que quería seguir tragando carne.
Hice fuerzas para salir, porque no aguanté más. Respiré agitada, y ante la pregunta de Sofi si quería parar, solo moví mi cabeza negando y volví a la pija. Me tiré de boca arriba de aquel pijón al que ya le había ganado dos veces... y no iba a perder esta vez.
Abrí grande la boca, bajé la lengua y abrí bien la garganta. De a poco, la pija fue entrando cada vez más profundo. Cerré mis ojos, llenos de lágrimas y tosiendo bajé lo más que pude casi hasta ahogarme. Me relajé un instante y di el último empujón hasta que mi nariz se aplastó nuevamente contra la panza de Iván.
De a poco, le iba agarrando la mano a esa terrible verga. Sin las manos, empecé a subir y bajar por completo cada vez con más ritmo. Sacaba toda la pija y la hacía desaparecer, llegando mi cara hasta el fondo. Abrazaba con mis labios el tronco y mientras subía, escupía toda la saliva que me generaba tener esa barra caliente en la boca.
Estaba tan lubricada, que ya pasaba fácil. "Mirá Iván.. mirá! que hija de puta!" gritaba Sofía para que viera como mi boca hacía desaparecer la pija. La imagen de toda esa verga apareciendo de adentro de mi boca, lo volvía loco al pibe, que desesperado me pedía que volviera a hacerlo.
Por más que yo estaba domando ese pijón, la que manejaba la situación era Sofía. Me sacó de la pija, y me hizo poner encima de él. Ahora si, me puso para cabalgarle la pija. Ella la agarró de la base y me la apuntó a mi conchita. Ya se había cerrado un poco, pero estaba chorreando jugos intensamente.
De a poco, fui sentándome en la verga. Si la había metido toda en mi garganta, tenía que poder entrar en mi concha pensaba. Pero fue más difícil de lo que imaginé. Sentía que se iba clavando cada vez más profunda y no paraba de entrar nunca.
"Ay Dioooss... la siento en el estómago.. no puedo más!!", gritaba mientras con cuidado empezaba a moverme. De a poco me fui acostumbrando y mi concha cedió ante el troncazo de Iván y me la clavé hasta abajo. No podía ni gritar, tenía la boca abierta pero no emitía sonido.
Sofía sin perder tiempo, se sentó en la boca de Iván, de frente a mi. Se tumbó un poco para besarme y abrazarme. Yo me movía despacio, sin desenterrar la pija de adentro. Ella estaba quieta, supuse que él era quien movía la lengua.
Mi amiga lo incitaba a que siguiera chupándosela con más ganas. A veces, me besaba para ahogar los gritos que le provocaba la lengua de Iván. Yo me excitaba al sentir esto y aceleraba el ritmo.
Ella empezó a temblar y me agarró fuerte, clavándome las uñas en la espalda. Después de eso, se bajó y yo empecé a cabalgar con más ritmo. Iván me agarró de las caderas y me mantuvo fija, mientras él se levantaba violentamente pegándome una cogida bestial. Hasta estando yo arriba me cogía como una bestia. Cuando se detuvo, yo me tumbé sobre la cama. No nada más, mi concha me ardía.
Iván me agarró las piernas para penetrarme. "No no, por favor basta me duele... te la chupo si querés pero basta..." le supliqué. Sofi no dejó pasar la oportunidad y lo acostó boca arriba. Con un movimiento rápido, se sentó sobre la pija.
Estaba re abierta la guacha para que le entrara tan fácil, pensaba yo. Mi amiga saltaba desesperada arriba de la pija de Iván. Podía ver como la hacía salir casi en su totalidad para luego enterrarla hasta que su cuerpo golpeara con el de él. Cada embestida hacía gemir a mi amiga bien fuerte, como si la estuvieran matando.
De hecho, creo que ese pijón la estaba destruyendo por dentro. Pero lo estaba disfrutando. Sus caderas se movían al compás de cada descenso y elevación. Él solo miraba y le tocaba los pechos. Luego de una cabalgata intensa, se detuvo ya sin fuerzas. Iván la sacó, también estaba por acabar.
Me miró, como pidiendo que se la chupe otra vez antes de eyacular. Me acerqué y de una me la mandé adentro. Abrí mi boca y la comí toda, en un solo movimiento. La saqué y empecé a petearlo cada vez más fuerte y rápido. "Ahhh siii", empezó a gritar. Me la saqué de la boca y lo pajeaba con la mano.
"No te la tragás, Agus?" me preguntó agarrándome de la nuca, queriéndomela meter de nuevo. Hice una mueca de asco mientras movía mi cabeza, sin soltar la poronga. "Acostate", me dijo. Apoyó su pija en mis tetas y empezó a pajearse. Yo las junté para apretar su verga, casi al mismo tiempo que Iván largó lo poco que le quedaba de leche sobre mi pecho.
Sofi se acercó y le limpió la pija hasta que Iván le pidió que parara, porque estaba muy sensible. Yo me levanté y me fui a lavar. Cuando volví, para mi sorpresa, Sofía e Iván estaban ya vestidos. "Dale, que tu vieja te mata", me dijo haciéndome volver a mi realidad de nena sobreprotegida.
Me dio un poco de vergüenza ser la única que estaba desnuda, aunque ellos se lo tomaron con total naturalidad. Empezaron a charlar de sus cosas, que me hizo suponer eran compañeros de la facultad o algo asi.
Me terminé de vestir y nos despedimos. "Después te llamo", le dijo Iván a Sofi. "Dale lindo, nos vemos!". Cerró la puerta y nos fuimos. Yo estaba en shock, repasando con la mente la noche. No había sido mucho tiempo, pero a mi me pareció una eternidad. "Ey.. reaccioná" me decía Sofi en el taxi. "La pasaste bien?", preguntaba. Solo atiné a decir un si, tampoco quería dar muchos detalles en el taxi.
"No puedo creer lo que hiciste! sos re zarpada! te re envidio!", me dijo Sofi cuando bajamos. "En serio... la pasaste bien?", me insistía. Algo en mi rostro le hacía suponer que me había arrepentido... pero en realidad era el shock del momento. Porque la había pasado de diez.
La abracé y le dije que la había pasado genial, que solo estaba un poco confundida. Entré rápido a mi casa y me fui directo a mi habitación. Me tiré en la cama. Mi cabeza funcionaba a mil.
Hasta se me ocurrían cosas que podría haber hecho o hacerlas de manera diferente. Cerré mis ojos y empecé a masturbarme. Estaba super excitada por la experiencia que había vivido. Mi segundo trio, en menos de 2 meses. La primera vez que compartí un chico con una amiga. Y no tenía dudas que no iba a ser la última.
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Previusly
Después de esta noche con Sofía, no podía dejar de pensar en su propuesta de estar las dos con un chico. Mi cabeza daba vueltas imaginando como sería, qué haría, qué me harían. Hasta alguna que otra noche me toqué imaginando ese momento.
Pero el llamado de Sofi no fue tan rápido como yo pensaba, pensé que se había olvidado, que solo lo había dicho como una expresión de deseo y nada más. Con ella me crucé varias veces y nos saludábamos como si nada hubiese pasado.
Hasta que un día yo había ido a hacerle unas compras a mi vieja al almacén del barrio y me la crucé. Cuando yo salía, Sofi entraba. "Me esperás?", me dijo. Yo no estaba apurada, asi que me quedé con ella hasta que terminó las compras.
"Escuchame... que hacés el viernes a la noche?", me preguntó. En esa época yo recién empezaba a salir, y sólo me dejaban 2 veces al mes (esas tontas restricciones, pero bueno). Ese fin de semana no me tocaba, solo había arreglado con mis amigas del colegio para juntarnos a comer a la noche del sábado.
- Te acordás lo que hablamos... ese día? Bueno... tengo un amigo que te quiere conocer. - Yo me quedé helada. Era lo que había estado esperando e imaginando pero ahora sonaba distinto. No se porqué. Pero era como que ya no podía escaparme.
- Agus... si no querés, no te sentís segura, no hay drama. No estás obligada. - me dijo en un tono maternal, sabiendo que yo era un poco más chica que ella y poca experiencia en el sexo.
A pesar de todas las dudas, le dije que iba a ir. Le inventé una excusa a mi vieja, que salía a comer con Sofi y sus amigas y volvía temprano. Si iba con Sofía, mi vieja se quedaba tranquila. Lo errada que estaba. Fue la peor (o mejor, depende del lado que lo mires) influencia que tuve.
Salí de mi casa, re nerviosa y crucé a la casa de Sofi. Nos tomamos un taxi y nos fuimos a un bar por una zona donde hay varios boliches en Rosario. Nunca había ido yo, porque era para gente más grande.
Llegamos y me presentó con su amigo, Iván, un morocho hermoso grandote, físico trabajado por el gimnasio. Me encantó en cuanto lo vi, y me quedé mirándolo embobada por un rato, hasta que mi amiga me lo hizo notar entre risas. Era más grande que el hermano de Juli, que hasta ese entonces era el chico más grande con el que había estado.
Charlamos un rato, tomamos algo y nos fuimos para el departamento de Iván. Llegamos y me senté con él en el sofá. Sofi se fue a la cocina a "preparar algo de tomar". Ese momento, lo aprovechó Iván para besarme, sin decir ni una palabra. Era obvio para qué había ido. Estuvimos tranzando un rato, él se tiró encima mío y metió su mano por debajo de mi remera.
Yo con miedo, lo agarraba de sus hombros. Iván se levantó y se sacó la remera, dejando a mi vista un físico espectacular. Me mordí los labios sin poder dejar de mirar esos abdominales y brazos marcados.
"Te gusta?" me dijo mientras se acercaba a mi; sabiendo de lo fuerte que estaba y de cómo me calentaba. Agarró una de mis manos y la fue llevando por su pecho bajando por su panza, sintiendo cada lomita y huequito. Era una piedra. Fue bajando más hasta que llegó al cinto del jean, y ahí me soltó la mano. Lo miré y empecé a desabrocharlo, sin despegar mis ojos de los suyos.
De a poco fui bajando el cierre. Podía sentir su pija creciendo adentro. Mi respiración se aceleraba mientras se acercaba el momento de sacar esa verga al aire. De un solo movimiento, bajé jean y boxer hasta los tobillos. La pija de Iván caía sobre dos grandes huevos, medía flácida aún. Me quedé mirándola, hasta que él agarró mis manos y las apoyó una agarrando las bolas y la otra agarrando la pija.
Dormida tenía un buen tamaño. La agarraba con mi mano y aun caía otro buen pedazo. Abrí mi boca y empecé a chuparle despacio la cabeza de la verga, como si estuviera tomando un helado. En poco tiempo, la tenía como una piedra.
La agarré con las dos manos, una arriba de la otra, y todavía podría poner otra mano más. Mis ojos se desorbitaron. Sin dudas, era la pija más grande que me iba a comer en mi corta carrera sexual.
Al pete lo empecé a acompañar con mi mano, siguiendo el movimiento de mi cabeza. Fui mojando el tronco y la mano corría cada vez más fácil. Me frené y saqué mi cabeza. Junté saliva y la escupí en la punta de su pija, para luego pasarle la mano por toda su extensión. "Probá más adentro", me dijo. Seguramente ya había tenido una charla con Sofi y le había contado de "mi especialidad".
Lo miré desafiante, abrí mi boca y metí lo más que pude en mi boca. Casi hasta la mitad. Tomé aire, y empecé a chupar ahora llevando mi cabeza hasta que la punta de la pija chocara contra mi garganta. De a poco, noté que con cada embestida la iba metiendo más.
Iván estaba cada vez más caliente. Respiré profundo y me la mandé. Cuando llegó a la garganta, aguanté la arcada y abrí más grande la boca. Seguí empujando y sentía como ese pijón me iba clavando cada vez más adentro dejándome sin aire.
Mis ojos lagrimearon un poco; no aguanté más y la solté toda de golpe. Me faltaban dos o tres dedos nomás para conseguir mi objetivo. Tosí un poco, sin dejar de pajear la pija que ahora chorreaba mi saliva. "Terrible!" exclamó Iván haciéndome parar. Me comió la boca con una desesperación que no había tenido minutos antes.
Me agarró suave de mis pelos y volvió a arrodillarme frente a él. Tragué saliva y volví a lo que había ido. Otra vez, empecé a chupar despacio, desde la punta metiendo cada vez más carne dentro de mi boca. Mientras intentaba volver a metermela toda, sentí que me acomodaban el pelo y me abrazaban por la espalda.
Me había olvidado de Sofi. "Y? Qué tal la nena?", le dijo a Iván. "Increíble... mirá... dale hacelo de vuelta", me dijo. Parecía que me estaban testeando. Esa sensación hizo que corriera un escalofrío por mi espalda y me calentara aún más.
Solté el tronco de la pija de Iván y abriendo la boca volví a meterla hasta el fondo... y después, un poco más. Empecé a toser, con la poronga atravesada en la garganta aunque no me detenía, al contrario, me daban ganas de seguir. Sentía como se escapaba saliva por mi boca pero no podía hacer nada por controlarlo.
Cuando llegué hasta la misma posición que antes, solté un poco de aire y volví a agarrar fuerzas y empujé. Mi nariz chocó contra la panza de Iván, y apenas sentí que chocaba me tiré para atrás tosiendo. Abrí mis ojos llenos de lágrimas pero terriblemente excitada por lo que había hecho. Un hilo de saliva goteaba de mis labios.
"Hija de putaaaa!!! como hacés!" me gritó Sofi. Yo no sabía como explicarlo... Ella se tiró encima mío y me besó. Luego, fue hasta la pija de Iván y se la empezó a chupar. Ella era un poco más violenta que yo. Metía apenas la mitad, pero a un ritmo más fuerte. Se notaba que sabía lo que hacía.
Mientras, su mano lo pajeaba moviíndola como si estuviese acelerando una moto. Con toda la saliva que le había dejado, resbalaba con mucha facilidad. La metía de golpe, y la sacaba por completo dejando la lengua rozar el glande. Le pasaba la lengua por el tronco, la volvía a meter. Yo estaba estupefacta mirando y anotando en mi mente todas esas cosas.
"Vení", me llamó Sofi sin soltar la pija. Me puse a su lado. Nos besamos y volvió a chuparla. Me la dio, mientras ella bajó su cabeza y empezó a chuparle las bolas. Iván estaba parado sin hacer nada, disfrutando de nuestras bocas. Después de un rato intercambiamos y fui yo a chuparle las bolas mientras mi amiga se encargaba del tronco.
Iván nos agarró a las dos de la cabeza y nos puso a cada lado de su verga. Nuestras caras estaban enfrentadas, pero entre nuestras bocas estaba su pija. Luego de lamer pasando nuestras bocas y lengua por toda la extensión de su poronga, nos empezamos a besar desaforadamente. Nos tiramos al piso y empezamos a desvestirnos. Iván nos levantó y nos llevó a su habitación.
Nos tiramos en la cama y terminamos de sacarnos toda la ropa. Sofi tenía una tanguita diminuta que se le perdía en la cola. Se puso en 4 y sin dudarlo Iván le abrió los cachetes y empezó a chupársela.
Yo me quedé a un costado mirando la escena, hasta que Sofi me llamó y me puso frente a ella. Abrió mis piernas y empezó a chuparme la concha. Me dejé caer sobre la cama y llevé mis manos a mis tetas. Cerré los ojos y disfruté de la chupada de Sofi, que ahogaba sus gemidos en mi concha.
Iván salió de atrás de mi amiga y se puso donde estaba yo. Corrió a Sofi de mi concha y se tiró en la cama a chupármela. Metió dos dedos, sin ningún tipo de problemas. Creo que hasta mojé la sábana de como estaba chorreando. Sofía se puso al lado mío y me besó mientras tocaba mis pechos.
Iván se incorporó y se tiró sobre mi. Acomodó su pija y me penetró despacio sintiendo lo cerrada que estaba aun. "Estás re apretadita nena" me decía mientras empujaba su vergón cada vez más adentro. Cuando entró la mitad, la sacó y de golpe la clavó toda provocando un grito de dolor.
Ni me preguntó si estaba bien, se limitó a empezar a taladrarme, aumentando más el ritmo de la garchada. De a poco me acostumbré y seguí gritando pero de placer. Cada vez que me la enterraba al fondo sentía como su cuerpo golpeaba contra el mío con fuerza.
La cama se movía y golpeaba con fuerza contra la pared, de la bestial garchada de Iván. Abrí mis ojos y vi a Sofi arrodillada junto a él con sus manos acariciando las bolas y la cola de Iván. Él tenía los ojos cerrados disfrutando mi conchita y las manos de mi amiga.
De golpe, Iván sacó toda su pija y me largó toda la leche en la panza. Se quedó arrodillado sobre la cama, con la pija aún apuntando al techo, recuperando el aire. Sofi me corrió y se puso a limpiarle la verga. Yo me senté, sin saber que hacer con toda la leche chorreando por mi cuerpo. "Después te limpiás, no pasa nada... vení", me decía Iván invitándome a que me sume a Sofía.
Me acosté al lado de ella. Sacó la pija de su boca y la metió en la mía. Tenía un gusto raro, entre semen y látex que mucho no me gustó. Chupamos un rato más, hasta que Iván nos paró y se fue a limpiar. Sin embargo, su pija nunca había perdido dureza.
Estaba más empalmado que al principio. Sofi me abrazó desparramando la leche ya casi seca de mi cuerpo en el suyo. Nos besamos un rato y me puso arriba de ella. "Hacé lo que te enseñé", me dijo mientras empujaba mi cabeza hacia su entrepierna. Despacio, fui bajando hasta que llegué a su conchita.
Abrí mi boca y empecé a chupársela. "Aaayyy siiii... chupás tan bien la concha como la pija putita... que bien la chupás", gritaba Sofi alentándome. En eso, volvió a entrar Iván, que no se aguantó a mi posición. Yo estaba tirada en la cama, boca abajo chupándosela a Sofi... con la colita levantada.
Sentí dos manos fuertes agarrarme de las caderas y casi al instante otra vez el terrible pijón clavarse en mi. Pegué un grito que se ahogó en la concha de Sofi. El movimiento de la garchada hacía que mi cabeza subiera y bajara en la concha de mi amiga.
Yo ya estaba totalmente entregada, en 4, con la cola parada.. La pija ya entraba más fácil. Iván se paró, me hizo a un lado y empezó a cogerse a Sofi. Mi amiga pegaba unos gritos de satisfacción terribles. Iván le agarró las piernas y las levantó en sus hombros.
Se aferró fuerte a ella y le dio una cogida salvaje que me dolía a mi de solo mirarla. Me imaginaba siendo garchada con esa violencia por ese pijón. Sentía que me partiría al medio. Mi amiga no solo que se aguantó la terrible embestida sino que pedía que se la cogiera más fuerte.
Iván sacó la pija de adentro de Sofi y me hizo acostar a su lado. Se puso entre mis piernas y me penetró. Hizo lo mismo que con ella. Puso mis piernas sobre sus hombros. Estaba a punto de descubrir hasta donde era capaz de soportar ese pijón.
"Despac... ahhhhh" no terminé la frase que empezó una garchada bestial. Los movimientos eran cortos, pero profundos y bien rápido. Trataba de agarrarme de las sábanas porque sentía que salía volando. Esa pija no podía estar más adentro.
Cuando se frenó, Sofi lo besó y sentí como puso sus manos sobre sus bolas nuevamente mientras ahora me cogía a un ritmo más pausado. Sacó su pija, y la hizo acostar a Sofi encima mío. Mientras nos besábamos, sentí que me penetraba nuevamente.
Luego la sacó, y por la cara que puso mi amiga, imaginé que había empezado a cogerla a ella. Estuvo así un rato, eligiendo que concha penetrar, hasta que Sofi le pidió que le chupara la cola.
Me corrí para dejarles espacio. Ella se puso en 4 con las piernas bien abiertas y la cola levantada. Iván puso su cara entre las nalgas de mi amiga y empezó a chuparle el ano. Después de un rato, probó con los dedos. Uno, dos, tres... Mi amiga estaba fuera de si, gritando y pidiendo más.
Y ese más, llegó. Se acomodó encima de ella, y de a poco se empezó a comer toda la pija por la cola. Después de un rato de adaptación, se la culeaba sacando casi toda la extensión de la poronga y metiéndola entera. Así como a ella le sorprendía que yo me la metiera toda en la boca, a mi me sorprendía como le entraba todo eso en la cola.
Luego de un rato, Sofía pidió que parara. Iván se cambió el forro, y se la siguió cogiendo por la concha como si nada. Ahora volvió a su ritmo animal habitual. Me acerqué a Iván e hice lo mismo que mi amiga.
Le toqué las bolas mientras se la cogía. "Subí más", me decía mientras yo con miedo rozaba su cola y bajaba hasta sus bolas. "Aprenden rápido los chicos hoy en día", le decía Iván a Sofi, que estaba en otra disfrutando la pija del pibe.
"Vení nenita, te quiero coger de nuevo", me dijo tirándome en la cama. Me re calentaba como los dos, más grandes y con más experiencia, me trataban de nena o nenita. Me puso en 4 y se subió encima mío. Se agarró de mis caderas y prácticamente me levantaba y empujaba contra su cuerpo. Estaba totalmente fuera de sí el chabón, pegándome una cogida salvaje como si fuese la última.
Sacó la pija y se empezó a pajear sobre mi cola, pero Sofi la agarró y se la metió en la boca recibiendo toda la descarga. Cuando sintió el primer chorro abrió la boca y le mostró como la leche iba entrando a su boca. Tragaba un poco y escupía. Ahora si, la pija de Iván se durmió.
Nos fuimos a la cocina a tomar algo. Descansamos un rato, y volvimos a la habitación. "Quiero que me la chupes de nuevo", me dijo Iván. Se tiró en la cama y yo me acosté entre sus piernas. Su pija estaba flácida y gomosa, y caía sobre sus bolas. Me excitaba mucho ver el bulto así dormido.
Sofía se acercó y se puso a mi lado. "Mirá, así se les para al toque". Agarró la pija con una mano y con la otra empezó a tocarle las bolas y la cola. Iván cerró los ojos y empezó a gemir. Su pija empezó a levantarse "Viste??" me decía riendo.
Siguió pajeando. Me hacía señas para que lo tocara. Le empecé a pasar mis manos por todo su cuerpo. Me mordía los labios, estaba re fuerte. "Qué lomazo tiene este hijo de puta!" pensaba. No solo él se estaba calentando, yo también. "Sentate arriba de él", me dijo Sofía.
Yo me quedé mirándola sin entender qué quería. "Así, encima... como si cabalgaras la pija. Pero ahí". Me senté sobre su pecho. dándole la espalda a Sofi. "Más arriba... ponele la concha en la cara!". Yo me di vuelta y me quedé mirándola sorprendida por lo que me había pedido.
Pero antes que pudiera reaccionar, sentí como los brazos de Iván me agarraban de las piernas y me sentaban sobre su boca. Su lengua se clavó en mi concha y yo instintivamente empecé a moverme como si fuese una pija.
Iván me agarraba fuerte de la cola moviendo mis caderas para refregar su lengua contra mi concha. Sofi seguía trabajando en la verga hasta que estuvo al palo. "Vení", me ordenó, haciéndome salir del trance que estaba teniendo.
Esa chupada me volvió loca. Era todo nuevo. Sentirme arriba aplastando la cara de mi macho de turno entre mis piernas me hizo sentir... no se, poderosa tal vez. Y me calentaba manejar a mi esa situación. Me sentía cada vez más puta y me encantaba.
Sofi se corrió y me dejó el lugar a mi. Ahora, el tronco de Iván estaba erecto apoyado sobre su panza. Pasaba largamente el ombligo. No podía creer como había hecho desaparecer todo eso en mi garganta. Y ahora iba por más.
Me acomodé y sin preámbulos agarré la pija y me la metí en la boca. Empecé a bajar y subir mi cabeza al ritmo que mi mano iba subiendo y bajando por su tronco. Me detuve con la cabecita entre mis labios y dejé caer un poco de saliva. Iván largaba gemidos de aprobación, lo que me invitaba a seguir mamando.
Sofi estaba arrodillada al lado mío, sin perderse detalles, acariciando las piernas de su amigo. "Así mirá", dijo Sofi agarrándome la cabeza y acompañándola de abajo hacia arriba, provocando un leve movimiento como asintiendo. Enterraba casi la mitad y subía para frenar casi en la punta.
Volví a repetir ese movimiento hasta que las manos de Sofi me fueron metiendo más adentro la pija y no me dejaba salir. Me hizo acordar a cuando me lo hicieron la primera vez, y como me había calentado.
Esa vez, estaba con dos chicos. Ahora, compartía un chongo con mi amiga. "Dale que podés... dale" me animaba Sofi. Fui parando para respirar. Siempre con la pija en la garganta. De a poco fui bajando. Abría la boca y un pedazo más de carne desaparecía entre mis labios. Las manos de Sofía me empujaban cada vez más abajo. Yo sentía que me ahogaba pero la excitación era tan grande que quería seguir tragando carne.
Hice fuerzas para salir, porque no aguanté más. Respiré agitada, y ante la pregunta de Sofi si quería parar, solo moví mi cabeza negando y volví a la pija. Me tiré de boca arriba de aquel pijón al que ya le había ganado dos veces... y no iba a perder esta vez.
Abrí grande la boca, bajé la lengua y abrí bien la garganta. De a poco, la pija fue entrando cada vez más profundo. Cerré mis ojos, llenos de lágrimas y tosiendo bajé lo más que pude casi hasta ahogarme. Me relajé un instante y di el último empujón hasta que mi nariz se aplastó nuevamente contra la panza de Iván.
De a poco, le iba agarrando la mano a esa terrible verga. Sin las manos, empecé a subir y bajar por completo cada vez con más ritmo. Sacaba toda la pija y la hacía desaparecer, llegando mi cara hasta el fondo. Abrazaba con mis labios el tronco y mientras subía, escupía toda la saliva que me generaba tener esa barra caliente en la boca.
Estaba tan lubricada, que ya pasaba fácil. "Mirá Iván.. mirá! que hija de puta!" gritaba Sofía para que viera como mi boca hacía desaparecer la pija. La imagen de toda esa verga apareciendo de adentro de mi boca, lo volvía loco al pibe, que desesperado me pedía que volviera a hacerlo.
Por más que yo estaba domando ese pijón, la que manejaba la situación era Sofía. Me sacó de la pija, y me hizo poner encima de él. Ahora si, me puso para cabalgarle la pija. Ella la agarró de la base y me la apuntó a mi conchita. Ya se había cerrado un poco, pero estaba chorreando jugos intensamente.
De a poco, fui sentándome en la verga. Si la había metido toda en mi garganta, tenía que poder entrar en mi concha pensaba. Pero fue más difícil de lo que imaginé. Sentía que se iba clavando cada vez más profunda y no paraba de entrar nunca.
"Ay Dioooss... la siento en el estómago.. no puedo más!!", gritaba mientras con cuidado empezaba a moverme. De a poco me fui acostumbrando y mi concha cedió ante el troncazo de Iván y me la clavé hasta abajo. No podía ni gritar, tenía la boca abierta pero no emitía sonido.
Sofía sin perder tiempo, se sentó en la boca de Iván, de frente a mi. Se tumbó un poco para besarme y abrazarme. Yo me movía despacio, sin desenterrar la pija de adentro. Ella estaba quieta, supuse que él era quien movía la lengua.
Mi amiga lo incitaba a que siguiera chupándosela con más ganas. A veces, me besaba para ahogar los gritos que le provocaba la lengua de Iván. Yo me excitaba al sentir esto y aceleraba el ritmo.
Ella empezó a temblar y me agarró fuerte, clavándome las uñas en la espalda. Después de eso, se bajó y yo empecé a cabalgar con más ritmo. Iván me agarró de las caderas y me mantuvo fija, mientras él se levantaba violentamente pegándome una cogida bestial. Hasta estando yo arriba me cogía como una bestia. Cuando se detuvo, yo me tumbé sobre la cama. No nada más, mi concha me ardía.
Iván me agarró las piernas para penetrarme. "No no, por favor basta me duele... te la chupo si querés pero basta..." le supliqué. Sofi no dejó pasar la oportunidad y lo acostó boca arriba. Con un movimiento rápido, se sentó sobre la pija.
Estaba re abierta la guacha para que le entrara tan fácil, pensaba yo. Mi amiga saltaba desesperada arriba de la pija de Iván. Podía ver como la hacía salir casi en su totalidad para luego enterrarla hasta que su cuerpo golpeara con el de él. Cada embestida hacía gemir a mi amiga bien fuerte, como si la estuvieran matando.
De hecho, creo que ese pijón la estaba destruyendo por dentro. Pero lo estaba disfrutando. Sus caderas se movían al compás de cada descenso y elevación. Él solo miraba y le tocaba los pechos. Luego de una cabalgata intensa, se detuvo ya sin fuerzas. Iván la sacó, también estaba por acabar.
Me miró, como pidiendo que se la chupe otra vez antes de eyacular. Me acerqué y de una me la mandé adentro. Abrí mi boca y la comí toda, en un solo movimiento. La saqué y empecé a petearlo cada vez más fuerte y rápido. "Ahhh siii", empezó a gritar. Me la saqué de la boca y lo pajeaba con la mano.
"No te la tragás, Agus?" me preguntó agarrándome de la nuca, queriéndomela meter de nuevo. Hice una mueca de asco mientras movía mi cabeza, sin soltar la poronga. "Acostate", me dijo. Apoyó su pija en mis tetas y empezó a pajearse. Yo las junté para apretar su verga, casi al mismo tiempo que Iván largó lo poco que le quedaba de leche sobre mi pecho.
Sofi se acercó y le limpió la pija hasta que Iván le pidió que parara, porque estaba muy sensible. Yo me levanté y me fui a lavar. Cuando volví, para mi sorpresa, Sofía e Iván estaban ya vestidos. "Dale, que tu vieja te mata", me dijo haciéndome volver a mi realidad de nena sobreprotegida.
Me dio un poco de vergüenza ser la única que estaba desnuda, aunque ellos se lo tomaron con total naturalidad. Empezaron a charlar de sus cosas, que me hizo suponer eran compañeros de la facultad o algo asi.
Me terminé de vestir y nos despedimos. "Después te llamo", le dijo Iván a Sofi. "Dale lindo, nos vemos!". Cerró la puerta y nos fuimos. Yo estaba en shock, repasando con la mente la noche. No había sido mucho tiempo, pero a mi me pareció una eternidad. "Ey.. reaccioná" me decía Sofi en el taxi. "La pasaste bien?", preguntaba. Solo atiné a decir un si, tampoco quería dar muchos detalles en el taxi.
"No puedo creer lo que hiciste! sos re zarpada! te re envidio!", me dijo Sofi cuando bajamos. "En serio... la pasaste bien?", me insistía. Algo en mi rostro le hacía suponer que me había arrepentido... pero en realidad era el shock del momento. Porque la había pasado de diez.
La abracé y le dije que la había pasado genial, que solo estaba un poco confundida. Entré rápido a mi casa y me fui directo a mi habitación. Me tiré en la cama. Mi cabeza funcionaba a mil.
Hasta se me ocurrían cosas que podría haber hecho o hacerlas de manera diferente. Cerré mis ojos y empecé a masturbarme. Estaba super excitada por la experiencia que había vivido. Mi segundo trio, en menos de 2 meses. La primera vez que compartí un chico con una amiga. Y no tenía dudas que no iba a ser la última.
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24 comentarios - Compartiendo macho con mi amiga
Mañana regreso con puntos...
gracias!! me alegro que te haya gustado
gracias por pasar
Creo que no habías mencionado la diferencia de edad hasta ahora. Con la edad acutal 4 años no son nada, pero de jovencitas ¿como es que te juntaste con una bebe? Los caminos de la amistad son inescrutables jajajajaj
Van pts 🙂
Nos van a hacer mal a los corazones y a varios van a dejar más que secos, jejeje
Las dos publican relatos el mismo día.. y terribles ambos.
Julii, siempre prefiero que los relatos sean tuyos, pero con este me mataste mal
Y le tengo unas ganas a Agus jajajaja, en verdad a las dos juntas (alto trio, envidia sana a los q lo lograron).
te dejo +5
besote grandee
si buscas, hay algunos trios que hice con agus. fijate en el link que puse arriba en el nombre "agustina", esta toda la lista 🙂
gracias por pasar
Sería una bomba poder conocerlas a ambas jajaja
Se deben llevar muy bien
gracias por pasar!
gracias por pasar
Que se trague toda mi pija, ummm.