Siempre tuve una fantasía, estar con un hombre de esos que se ven en las películas con esos penes enormes. Solo para ver como son y que se siente. Obvio que no me voy a poner a hacer casting porno para conseguir eso, pero si vi que hay páginas como soytuyo. Ahí tienes todos los tamaños y formas y, además, le ves la cara al chico, cosa que te permite elegir.
Lo que hice fue elegir a uno, lo llamé por teléfono y combinamos vernos en su departamento. Para ello debo ir a la ciudad y por ello, y para que no coincidiera con los horarios de mi marido ni de mi hijastro, arreglé para las 13 horas y una semana después de la llamada. Recuerdo que cuando terminé de hablar quedé en un estado es excitación tremenda y temblaba de los nervios. Pero bueno, ya estaba y tenía que enfrentar lo que había hecho. Al pasar de los días los nervios iban en aumento y una sensación de miedo me entró a invadir. No por el hecho en sí, yo ya había tenido experiencias extramatrimoniales con tres vecinos del barrio, por lo que no es nuevo esto de estar con otra persona, lo que sucede es que hay otras cosas, como que vas a otro sitio, que no sabes cómo es el lugar que no sabes si la foto del tipo al que contrataste es trucha o no, en fin hay muchas cosas que comenzaron a trabajarme la cabeza. Por otra parte, una vez que había tomado la decisión no quería perder la oportunidad que tenía de cumplir mi fantasía que la tenía casi desde que fui desflorada, hace ya mucho tiempo. Pero los nervios iban en aumento y llegó un momento que no sabía qué hacer, así que crucé la calle y fui a lo de Bety, mi amiga y le conté todo. Bety me miró fijo primero, puso una cara medio rara y de pronto comenzó a reírse de una forma tal que también yo reía y no sabía por qué. Eso me distendió un poco y ella me dijo, así de pronto; que tal si vamos juntas? Quedé paralizada y sentí algo interior que me daba sensación como de alivio, y enseguida dijo, lo hago con una condición, que este secreto nos lo llevemos a la tumba, a lo que le respondí que le iba a plantear lo mismo. Luego le pregunté si estaba segura de lo que me había dicho y concretamos ir juntas dos días después de nuestra conversación. Yo quedé en que hablaría con el chico para saber si podíamos ir juntas y si había algún cambio de las condiciones. Llegué a mi casa y lo llamé para preguntarle eso y me dijo que no había problema y que el cobraría una vez y media y esperaba que el trío anduviera bien.
Al otro día vino Bety a mi casa y nos fuimos a comprar algo de ropa interior más sexi de la que usamos normalmente. En este pueblo hay poca cosa, pero compramos algo que nos gustó a las dos, nada del otro mundo, pero lindas prendas (recordemos que ambas tenemos 40 años)y al otro día salimos para la ciudad. Yo al ir con Bety me sentía más segura así que fuimos tranquilas conversando todo el tiempo sobre el que, el cómo y especulando de cómo sería al chico, que a mí me había dicho que tenía 22 años. Así como damas inglesas a la una de la tarde tocamos el timbre del departamento 501 A.
Mientras subíamos por el ascensor a mi me temblaban las piernas y Bety, que iba más tranquila que yo, me animaba a que me tranquilizara. Llegamos al piso y el chico estaba en el corredor esperándonos, nos dio un beso en la mejilla a cada una y nos acompaño a su departamento. Era un apartamento de un ambiente, muy bien arreglado, con música funcional, un bar con barra, algunos cuadros, una pantalla plana de tele, un ventanal enorme a la calle. El ambiente estaba repartido en una parte con una cama matrimonial y el otro sector con dos sillones y una mesa ratona, tenía además una kitchenette y un baño, todo muy limpio y prolijo. Eso me dio casi inmediata confianza, agregando a esto que la cara que vi en el aviso era la de este chico, al cual le vi cara de nene y me pareció incluso menor de 22 años como me había dicho.
Cuando entramos nos dijo que nos pusiéramos cómodas y nos sentamos en el sofá, mientras él fue a su bar y nos ofreció algo de tomar. Solo refrescos le pedimos. Y se sentó frente a nosotras en la mesita ratona. Entonces nos preguntó como nos sentíamos, si estábamos bien y que queríamos hacer. Bety tomó la iniciativa y le dijo que nosotras no teníamos experiencia con este tipo de encuentros, así que le pidió a él que nos fuera guiando. Entonces el chico nos dijo que conversaramos un poco sobre nosotras, que nos gustaba en el sexo, que hablaramos sin problema que él quería conocernos, y bueno, fundamentalmente Bety dijo algunas cosas, yo unas pocas y el chico se paró y nos dijo bueno vamos a sacarnos la ropa, para ello les propongo que yo las desnudo a ustedes y luego ustedes a mi. Y nos paramos y él se acercó u nos comenzó a acariciar y a besar y a sacarnos lentamente prendas. Cuando quedamos en ropa interior nos empezó a tocar las partes sensibles y a besarnos los senos. Yo ya estaba excitadísima y vi que Bety también estaba así. El se dio cuenta de nuestra excitación y no dijo que le sacaramos la ropa. La verdad tenía solo camisa y pantalón, sin ropa interior ni zapatos. Cuando le sacamos la camisa vimos un físico muy bien trabajado y lo besamos mientras Bety comenzaba con el pantalón. Yo mientras lo besaba en su pecho y en su boca hasta que sentí un ahhh!! que hizo Bety . El chico tenía su pantalón bajo y apareció ante nuestros ojos lo que nunca habíamos visto, un pene bien grande, diría desproporcionado, con unos testículos que me parecieron como huevos de gallina, y con un color que no tenía que ver con el chico, porque era casi negro todo y el chico era bien blanco. Mientras yo seguí besando su pecho Betiy comenzó a besar su pene y éste comenzó a ponerse duro. Luego me lo prestó a mi y ella comenzó a besar al chico en la boca, Seguimos así hasta que él nos invitó a la cama, que estaríamos mas cómodos. Con un control remoto cerró las cortinas y fuimos a la cama donde él nos besó y nos dio masajes en la vagina. El tenía una mano en cada una y cambiaba su boca de lugar. Yo parecía que iba a explotar de placer. Luego él se acostó en la cama boca arriba y dijo quien empieza? Bety se puso sobre él yy empezó avi como su pene entraba suavemente en Bety mientras ella emitia gemidos, no se si de dolor o de placer hasta que paró de entrar y comenzó el movimiento de vaivén. Yo por mi parte lo besaba por todos lados mientras ellos lo hacían. Un par de minutos después me tocó a mi y sentí como eso entraba suavemente y me iba llenando la vagina de una forma increíble, y me tomó de la cintura y me llevaba de abajo hacia arriba y bajaba hasta que comenzó a moverse él muy rápido y yo temblaba y tenía una mezcla de placer y dolor que era totalmente increíble y placentero. Luego nos hizo poner en cuatro sobre la cama y nos dijo que nos besaramos en la boca, mientras él se puso un condón, no se lo había puesto al principio, y comenzó a darnos por detrás, primero a mi liego a Bety y volvía de nuevo a mi y así siguió. Luego paró y nos pidió que se lo besaramos de nuevo . Luego nos puso a ambas boca arriba y se montó sobre Bety mientras yo le acariciaba y besaba la espalda. Luego vino sobre mi y yo lo abracé con mis piernas y brazos. Ya no me importaba que me doliera, solo quería que me diera duro y me hiciera gritar.
Cuando decidió parar nos preguntó donde queríamos que acabara, parecía que tenía el control de cuando acabar, y nos dijo en los pechos en la cara en la boca, donde, mientras se sacó el preservarivo y comenzó como a masturbarse, yo abrí la boca, nunca lo había hecho pero vi que era la manera de hacerlo y Bety hizo lo mismo. El se acercó a nosotras y me tomó de la cabeza y apuntó a m i boca y me entró un chorro que casi me atora y y efocó a Bety y le mandó otro y luego nos dejó para que lo chuparamos de nuevo.
Quedamos tirados en la cama y nos mirábamos sin hablar. Yo le seguía acariciando su pene magnífico. Al rato le dije, muchas gracias, y él se rió y me dijo, la pasé muy bien con ustedes. Bety se fue a bañar y quedamos los dos solos desnudos en la cama y le pregunté, cuan grande es? Cuando está bien erecto mide 21 centímetros y tiene un diámetro de 6 centímetros, cuando llegué a casa lo dibujé y me pareció increible que eso me hubiera entrado. Le conté que no me animaba hasta que decidimos venir juntas y él me dijo que muchas mujeres hacen lo mismo. Le pregunté porqué era negro si el resto del cuerpo era blanco y me dijo que esra por la irrigación de sangre, ademá le saqué unas fotos con mi teléfono.Le pagué los mil quinientos pesos y luego me fui a bañar y nos vestimos y él nos acompañó hasta la calle.
Cuando miramos el reloj sobre el taxi que nos llevaba a la estación para tomar el tren de regreso, ya eran las 3 de la tarde. En el viaje comentamos las dos lo mismo, lo bien que lo habíamos pasado.
Lo que hice fue elegir a uno, lo llamé por teléfono y combinamos vernos en su departamento. Para ello debo ir a la ciudad y por ello, y para que no coincidiera con los horarios de mi marido ni de mi hijastro, arreglé para las 13 horas y una semana después de la llamada. Recuerdo que cuando terminé de hablar quedé en un estado es excitación tremenda y temblaba de los nervios. Pero bueno, ya estaba y tenía que enfrentar lo que había hecho. Al pasar de los días los nervios iban en aumento y una sensación de miedo me entró a invadir. No por el hecho en sí, yo ya había tenido experiencias extramatrimoniales con tres vecinos del barrio, por lo que no es nuevo esto de estar con otra persona, lo que sucede es que hay otras cosas, como que vas a otro sitio, que no sabes cómo es el lugar que no sabes si la foto del tipo al que contrataste es trucha o no, en fin hay muchas cosas que comenzaron a trabajarme la cabeza. Por otra parte, una vez que había tomado la decisión no quería perder la oportunidad que tenía de cumplir mi fantasía que la tenía casi desde que fui desflorada, hace ya mucho tiempo. Pero los nervios iban en aumento y llegó un momento que no sabía qué hacer, así que crucé la calle y fui a lo de Bety, mi amiga y le conté todo. Bety me miró fijo primero, puso una cara medio rara y de pronto comenzó a reírse de una forma tal que también yo reía y no sabía por qué. Eso me distendió un poco y ella me dijo, así de pronto; que tal si vamos juntas? Quedé paralizada y sentí algo interior que me daba sensación como de alivio, y enseguida dijo, lo hago con una condición, que este secreto nos lo llevemos a la tumba, a lo que le respondí que le iba a plantear lo mismo. Luego le pregunté si estaba segura de lo que me había dicho y concretamos ir juntas dos días después de nuestra conversación. Yo quedé en que hablaría con el chico para saber si podíamos ir juntas y si había algún cambio de las condiciones. Llegué a mi casa y lo llamé para preguntarle eso y me dijo que no había problema y que el cobraría una vez y media y esperaba que el trío anduviera bien.
Al otro día vino Bety a mi casa y nos fuimos a comprar algo de ropa interior más sexi de la que usamos normalmente. En este pueblo hay poca cosa, pero compramos algo que nos gustó a las dos, nada del otro mundo, pero lindas prendas (recordemos que ambas tenemos 40 años)y al otro día salimos para la ciudad. Yo al ir con Bety me sentía más segura así que fuimos tranquilas conversando todo el tiempo sobre el que, el cómo y especulando de cómo sería al chico, que a mí me había dicho que tenía 22 años. Así como damas inglesas a la una de la tarde tocamos el timbre del departamento 501 A.
Mientras subíamos por el ascensor a mi me temblaban las piernas y Bety, que iba más tranquila que yo, me animaba a que me tranquilizara. Llegamos al piso y el chico estaba en el corredor esperándonos, nos dio un beso en la mejilla a cada una y nos acompaño a su departamento. Era un apartamento de un ambiente, muy bien arreglado, con música funcional, un bar con barra, algunos cuadros, una pantalla plana de tele, un ventanal enorme a la calle. El ambiente estaba repartido en una parte con una cama matrimonial y el otro sector con dos sillones y una mesa ratona, tenía además una kitchenette y un baño, todo muy limpio y prolijo. Eso me dio casi inmediata confianza, agregando a esto que la cara que vi en el aviso era la de este chico, al cual le vi cara de nene y me pareció incluso menor de 22 años como me había dicho.
Cuando entramos nos dijo que nos pusiéramos cómodas y nos sentamos en el sofá, mientras él fue a su bar y nos ofreció algo de tomar. Solo refrescos le pedimos. Y se sentó frente a nosotras en la mesita ratona. Entonces nos preguntó como nos sentíamos, si estábamos bien y que queríamos hacer. Bety tomó la iniciativa y le dijo que nosotras no teníamos experiencia con este tipo de encuentros, así que le pidió a él que nos fuera guiando. Entonces el chico nos dijo que conversaramos un poco sobre nosotras, que nos gustaba en el sexo, que hablaramos sin problema que él quería conocernos, y bueno, fundamentalmente Bety dijo algunas cosas, yo unas pocas y el chico se paró y nos dijo bueno vamos a sacarnos la ropa, para ello les propongo que yo las desnudo a ustedes y luego ustedes a mi. Y nos paramos y él se acercó u nos comenzó a acariciar y a besar y a sacarnos lentamente prendas. Cuando quedamos en ropa interior nos empezó a tocar las partes sensibles y a besarnos los senos. Yo ya estaba excitadísima y vi que Bety también estaba así. El se dio cuenta de nuestra excitación y no dijo que le sacaramos la ropa. La verdad tenía solo camisa y pantalón, sin ropa interior ni zapatos. Cuando le sacamos la camisa vimos un físico muy bien trabajado y lo besamos mientras Bety comenzaba con el pantalón. Yo mientras lo besaba en su pecho y en su boca hasta que sentí un ahhh!! que hizo Bety . El chico tenía su pantalón bajo y apareció ante nuestros ojos lo que nunca habíamos visto, un pene bien grande, diría desproporcionado, con unos testículos que me parecieron como huevos de gallina, y con un color que no tenía que ver con el chico, porque era casi negro todo y el chico era bien blanco. Mientras yo seguí besando su pecho Betiy comenzó a besar su pene y éste comenzó a ponerse duro. Luego me lo prestó a mi y ella comenzó a besar al chico en la boca, Seguimos así hasta que él nos invitó a la cama, que estaríamos mas cómodos. Con un control remoto cerró las cortinas y fuimos a la cama donde él nos besó y nos dio masajes en la vagina. El tenía una mano en cada una y cambiaba su boca de lugar. Yo parecía que iba a explotar de placer. Luego él se acostó en la cama boca arriba y dijo quien empieza? Bety se puso sobre él yy empezó avi como su pene entraba suavemente en Bety mientras ella emitia gemidos, no se si de dolor o de placer hasta que paró de entrar y comenzó el movimiento de vaivén. Yo por mi parte lo besaba por todos lados mientras ellos lo hacían. Un par de minutos después me tocó a mi y sentí como eso entraba suavemente y me iba llenando la vagina de una forma increíble, y me tomó de la cintura y me llevaba de abajo hacia arriba y bajaba hasta que comenzó a moverse él muy rápido y yo temblaba y tenía una mezcla de placer y dolor que era totalmente increíble y placentero. Luego nos hizo poner en cuatro sobre la cama y nos dijo que nos besaramos en la boca, mientras él se puso un condón, no se lo había puesto al principio, y comenzó a darnos por detrás, primero a mi liego a Bety y volvía de nuevo a mi y así siguió. Luego paró y nos pidió que se lo besaramos de nuevo . Luego nos puso a ambas boca arriba y se montó sobre Bety mientras yo le acariciaba y besaba la espalda. Luego vino sobre mi y yo lo abracé con mis piernas y brazos. Ya no me importaba que me doliera, solo quería que me diera duro y me hiciera gritar.
Cuando decidió parar nos preguntó donde queríamos que acabara, parecía que tenía el control de cuando acabar, y nos dijo en los pechos en la cara en la boca, donde, mientras se sacó el preservarivo y comenzó como a masturbarse, yo abrí la boca, nunca lo había hecho pero vi que era la manera de hacerlo y Bety hizo lo mismo. El se acercó a nosotras y me tomó de la cabeza y apuntó a m i boca y me entró un chorro que casi me atora y y efocó a Bety y le mandó otro y luego nos dejó para que lo chuparamos de nuevo.
Quedamos tirados en la cama y nos mirábamos sin hablar. Yo le seguía acariciando su pene magnífico. Al rato le dije, muchas gracias, y él se rió y me dijo, la pasé muy bien con ustedes. Bety se fue a bañar y quedamos los dos solos desnudos en la cama y le pregunté, cuan grande es? Cuando está bien erecto mide 21 centímetros y tiene un diámetro de 6 centímetros, cuando llegué a casa lo dibujé y me pareció increible que eso me hubiera entrado. Le conté que no me animaba hasta que decidimos venir juntas y él me dijo que muchas mujeres hacen lo mismo. Le pregunté porqué era negro si el resto del cuerpo era blanco y me dijo que esra por la irrigación de sangre, ademá le saqué unas fotos con mi teléfono.Le pagué los mil quinientos pesos y luego me fui a bañar y nos vestimos y él nos acompañó hasta la calle.
Cuando miramos el reloj sobre el taxi que nos llevaba a la estación para tomar el tren de regreso, ya eran las 3 de la tarde. En el viaje comentamos las dos lo mismo, lo bien que lo habíamos pasado.
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