Me acosté desnuda boca abajo y esperé. Él estaba en el baño y yo no pensaba, solo escuchaba sus ruidos. La puerta del baño. La puerta del dormitorio. Cómo cerró esta puerta y cómo estaba parado junto a la cama. Era una sombra en la penumbra. Yo ya estaba muy caliente y no quería juego previo. Pero él ya lo sabía. Me conocía. No era la primera vez. Lo veía casi de reojo ponerse el forro. Si hay algo que me excita mucho es el olor a forro. Hace que me sienta con otro hombre que no sea mi esposo. De hecho era así. Estaba con otro hombre y negro. Cuando me sentía aburrida y el sexo se me subía a la cabeza lo llamaba. Él me atendía ya como si esbozara una sonrisa. Hola trolita me decía. Y yo me descomponía de placer, ya quería estar bajo suyo, siendo penetrada, teniendo los orgasmos que no había tenido en mi vida. Él se me tiró encima y me penetró. Me dolió como siempre, y como siempre, de inmediato tuve un orgasmo. Eso siempre facilita las cosas. Enteramente mojada, su verga entraba y salía entera. Una y otra vez. Me gusta que me agarre de los pelos y me diga trolita. Me sacuda durante todo el tiempo hasta que me pregunta. Siempre me preguna. Dónde querés la leche trolita. Si no fuera por el forro le diría que me llene toda. Pero como me gusta el forro, me gusta vérlo sacárselo. Olerlo. Yo le digo que me la de en la boca. Y él me llena hasta la arcada. La saboreo y la trago. Entre la leche y el forro me voy impregnada. No me importa si mi esposo se da cuenta
autor: Por dariofil
autor: Por dariofil
8 comentarios - relato corto pero...infiel
Van los pocos puntos que tengo .
Suerte
besos linda