Capítulo 3; Del paraíso a la puerta del infierno
Iba en taxi al departamento de Oscar, por primera vez lo hacía por mi cuenta, la adrenalina me invadia como una especie de alarma que me negué a escuchar.
Apenas llegué me dio un sobre con plata
-esto es tuyo, pero me gustaría que lo guardés y hagamos de cuenta que no existe eso entre nosotros
No quería admitirlo pero me derretía ante cada gesto suyo, no era sólo el buen sexo, ni el ambiente, mucho menos la plata, lo que lo hacía diferente era su buen trato, no me sentía humillada ni por un segundo cuando estaba con él.
Cada noche que pasábamos juntos era mejor, nos íbamos conociendo, entendiendo, descifrando. Nuestros cuerpos se buscaban ya instintivamente, se satisfacían. El ritual se repetía cada cuatro o cinco días, Oscar me escribía un mensaje al celular y yo apenas me liberaba del ya aborrecido trabajo, corría a refugiarme él.
-estoy saliendo con alguien...
Le dije a mi amiga para justificar el apuro que tenía cada unos cuantos días
-con quien? No será alguno de acá?
-Siempre con lo mismo vos, nada que ver! No lo conoces
-Yo te rompo las pelotas "siempre con lo mismo" como me decís, porque llevo más tiempo que vos en esto, y vi a unas cuantas enamorarse de algún forro que conoció acá y sabes cómo terminaron? Trabajando el triple para mantener al tipo...
No la dejé seguir con el sermón
-No es nadie de acá, es amigo de una amiga, ya te lo voy a presentar, quedate tranquila!
Llevábamos más de un mes viéndonos, después de una ducha y una cena que preparamos juntos, estábamos en su hermoso sofá, desnudos, yo encima suyo, dándonos besos y caricias, tomó una copa de vino tinto, bebió un sorbo y me dijo:
-tener mi mano en tu espalda, saborear este vino y mirarte de tan cerca, voy a morir de placer...
Me alcanzó la otra copa para que probara, era exquisito, alguien que sepa de vinos lo describiría mucho mejor, yo sólo podía decir que me gustaba mucho, casi tanto como me gustaba Oscar.
Un momento después me sentí mareada, me dio vergüenza demostrarlo pero no lo podía disimular, tan débil podía ser ante una copa de vino?
-perdón pero no se... Dije arrastrando las palabras
-está bien, tranquila
Me tumbó en el sofá y todo se nubló
Perdi toda nocion de tiempo pero sentí que alguien apretaba una de mis tetas y chupaba la otra, me agarró fuerte de la cadera y la espalda, me hizo sentar encima suyo penetrandome de una sola vez, alguien más hizo girar un poco mi cara y me atragantó con su miembro, quería rechazarlos pero no tenía fuerzas, sentí un golpe en mi cola, y cada tanto una luz, como un flash que me cegaba acrecentando el mareo.
El que estaba abajo mío me hacia mover mientras seguía ensañado con mis tetas que ya empezaban a dolerme, él otro me agarraba fuerte del pelo para llenarme la boca y un tercero me abría las nalgas y jugaba con los dedos en mi hoyito. Y el flash, una y otra vez, me sentía como atrapada en mi propio cuerpo, quería defenderme pero no podía.
Cambiaron de posiciones conmigo en el medio, rotaron sus lugares para someterme pero esta vez también invadieron mi cola, escuchaba como se reían y decían que les encantaba cojerme, era como un sonido que se percibía a lo lejos mezclado con sus gemidos, así lo percibía desde mi nebulosa.
No supe cuanto tiempo estuvieron, ni si sólo eran ellos tres, volví a caer en la oscuridad y cuando desperté con una especie de resaca estaba en la cama de Oscar, unos segundos después pude recordar algunos fragmentos de lo que había sucedido, él estaba sentado al lado mío
-que me hiciste, que mierda me hiciste?
-shh no, una chica tan linda hablando así?
-sos un hijo de puta!
Puso su mano en mi boca y me apretó contra la almohada
-vengo invirtiendo mucha plata en vos, ya llegó el momento de recuperarla, si me prometes que no gritas te suelto y hablamos tranquilos si?
Asentí con la cabeza y me soltó
Más que el cuerpo me dolía asumir que me había enamorado de ese monstruo, que había desoído a mi amiga y había caído en la trampa.
-Mira que linda saliste, me dijo mostrándome la pantalla de su computadora.
En las fotos se me veía desnuda, tirada en el sofá, después siendo penetrada por tres hombres a los que obviamente les había distorsionado la cara, pero a mi no, mi cara se veía perfectamente bien, cualquier persona me podía reconocer, hasta en las últimas fotos donde estoy de nuevo recostada y bañada en semen.
-Te cuento, estos amigos míos son de total confianza, y no tuvieron problemas en estar con vos así, borrachita como estabas, pero no lo podemos hacer más de esa manera sabes? Te necesito consciente y complaciente como fuiste siempre conmigo, así que te vas a portar como una nena buena y me vas a hacer caso.
Yo estaba totalmente aterrada, no sabía que hacer, ni como podía reaccionar este desgraciado que ahora mostraba su verdadera cara
-trata de dormir otro rato que más tarde te voy a llevar a tu nueva casa, me dijo y muy sinicamente me dio un beso en la frente
/b]
Iba en taxi al departamento de Oscar, por primera vez lo hacía por mi cuenta, la adrenalina me invadia como una especie de alarma que me negué a escuchar.
Apenas llegué me dio un sobre con plata
-esto es tuyo, pero me gustaría que lo guardés y hagamos de cuenta que no existe eso entre nosotros
No quería admitirlo pero me derretía ante cada gesto suyo, no era sólo el buen sexo, ni el ambiente, mucho menos la plata, lo que lo hacía diferente era su buen trato, no me sentía humillada ni por un segundo cuando estaba con él.
Cada noche que pasábamos juntos era mejor, nos íbamos conociendo, entendiendo, descifrando. Nuestros cuerpos se buscaban ya instintivamente, se satisfacían. El ritual se repetía cada cuatro o cinco días, Oscar me escribía un mensaje al celular y yo apenas me liberaba del ya aborrecido trabajo, corría a refugiarme él.
-estoy saliendo con alguien...
Le dije a mi amiga para justificar el apuro que tenía cada unos cuantos días
-con quien? No será alguno de acá?
-Siempre con lo mismo vos, nada que ver! No lo conoces
-Yo te rompo las pelotas "siempre con lo mismo" como me decís, porque llevo más tiempo que vos en esto, y vi a unas cuantas enamorarse de algún forro que conoció acá y sabes cómo terminaron? Trabajando el triple para mantener al tipo...
No la dejé seguir con el sermón
-No es nadie de acá, es amigo de una amiga, ya te lo voy a presentar, quedate tranquila!
Llevábamos más de un mes viéndonos, después de una ducha y una cena que preparamos juntos, estábamos en su hermoso sofá, desnudos, yo encima suyo, dándonos besos y caricias, tomó una copa de vino tinto, bebió un sorbo y me dijo:
-tener mi mano en tu espalda, saborear este vino y mirarte de tan cerca, voy a morir de placer...
Me alcanzó la otra copa para que probara, era exquisito, alguien que sepa de vinos lo describiría mucho mejor, yo sólo podía decir que me gustaba mucho, casi tanto como me gustaba Oscar.
Un momento después me sentí mareada, me dio vergüenza demostrarlo pero no lo podía disimular, tan débil podía ser ante una copa de vino?
-perdón pero no se... Dije arrastrando las palabras
-está bien, tranquila
Me tumbó en el sofá y todo se nubló
Perdi toda nocion de tiempo pero sentí que alguien apretaba una de mis tetas y chupaba la otra, me agarró fuerte de la cadera y la espalda, me hizo sentar encima suyo penetrandome de una sola vez, alguien más hizo girar un poco mi cara y me atragantó con su miembro, quería rechazarlos pero no tenía fuerzas, sentí un golpe en mi cola, y cada tanto una luz, como un flash que me cegaba acrecentando el mareo.
El que estaba abajo mío me hacia mover mientras seguía ensañado con mis tetas que ya empezaban a dolerme, él otro me agarraba fuerte del pelo para llenarme la boca y un tercero me abría las nalgas y jugaba con los dedos en mi hoyito. Y el flash, una y otra vez, me sentía como atrapada en mi propio cuerpo, quería defenderme pero no podía.
Cambiaron de posiciones conmigo en el medio, rotaron sus lugares para someterme pero esta vez también invadieron mi cola, escuchaba como se reían y decían que les encantaba cojerme, era como un sonido que se percibía a lo lejos mezclado con sus gemidos, así lo percibía desde mi nebulosa.
No supe cuanto tiempo estuvieron, ni si sólo eran ellos tres, volví a caer en la oscuridad y cuando desperté con una especie de resaca estaba en la cama de Oscar, unos segundos después pude recordar algunos fragmentos de lo que había sucedido, él estaba sentado al lado mío
-que me hiciste, que mierda me hiciste?
-shh no, una chica tan linda hablando así?
-sos un hijo de puta!
Puso su mano en mi boca y me apretó contra la almohada
-vengo invirtiendo mucha plata en vos, ya llegó el momento de recuperarla, si me prometes que no gritas te suelto y hablamos tranquilos si?
Asentí con la cabeza y me soltó
Más que el cuerpo me dolía asumir que me había enamorado de ese monstruo, que había desoído a mi amiga y había caído en la trampa.
-Mira que linda saliste, me dijo mostrándome la pantalla de su computadora.
En las fotos se me veía desnuda, tirada en el sofá, después siendo penetrada por tres hombres a los que obviamente les había distorsionado la cara, pero a mi no, mi cara se veía perfectamente bien, cualquier persona me podía reconocer, hasta en las últimas fotos donde estoy de nuevo recostada y bañada en semen.
-Te cuento, estos amigos míos son de total confianza, y no tuvieron problemas en estar con vos así, borrachita como estabas, pero no lo podemos hacer más de esa manera sabes? Te necesito consciente y complaciente como fuiste siempre conmigo, así que te vas a portar como una nena buena y me vas a hacer caso.
Yo estaba totalmente aterrada, no sabía que hacer, ni como podía reaccionar este desgraciado que ahora mostraba su verdadera cara
-trata de dormir otro rato que más tarde te voy a llevar a tu nueva casa, me dijo y muy sinicamente me dio un beso en la frente
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9 comentarios - El camino a la perdición (cap.3)
Gracias por compartir.
Angie te deja Besos y Lamiditas !!!
La mejor forma de agradecer la buena onda que se recibe es comentando, al menos al que te comenta. Yo comenté tu post, vos comentaste el mío?
Compartamos, comentemos, apoyemos, hagamos cada vez mejor esta maravillosa Comunidad !!!
muy buena historia dejo puntos
besos Misko