Vicios Profundos

VICIOS PROFUNDOS

PRIMERA PARTE - Descubrimientos

Aviso a los hombres impacientes: soy muy descriptiva y esta es una historia con detalles y no va directo al sexo, paciencia! J

Otro aviso: esta historia, incluyendo las siguientes partes que vendrán, es verdad, aunque me permití hacer algunas desviaciones y agregar algunos detalles.

Mi nombre es Valeria, morocha, 1.75 de altura, ojos marrones claros, lolas normales a grandes y cola paradita. Esta historia empezó cuando tenía 18 años (hoy tengo 35) y vivía en San Isidro, Buenos Aires, pero también voy a contar algunos hechos anteriores para que se entienda mejor como nacieron mis vicios profundos, que aún tengo.

Mi familia estaba compuesta por mi papá y mamá, mi hermana Macarena -un año menor, parecida a mí, pero un poco menos alta y bastante mas tetona- y mi hermano Facundo -dos años menor y muy fachero el enano.

Desde que empecé a desarrollarme tengo mucha curiosidad por los hombres, mejor dicho, todo lo relacionado a sus miembros y su comportamiento en relación a ellos. Cuando en Secundaria las profesoras nos explicaban qué eran y cómo funcionaban las erecciones, me maravillaba pensar que los chicos no tuvieran control o dominio alguno sobre una parte de sus cuerpos, la cual encima creían y repetían jocosamente que era la más importante. Cómo era eso de que se les paraba sin que quisieran, aun en público? Al principio fui alimentando esta curiosidad (que siempre mantuve en secreto absoluto) con comentarios e historias de las hermanas mayores de mis amigas y después con mis amigas más “rapiditas”, además de fotos de revistas que algunas traían (en esa época casi no había internet). Me fascinaba escuchar historias de cómo cuando tranzaban con un chico, sentían como se les ponía super dura y los apoyaban mas para sentirla mejor y hacerlos sufrir mas. O como las mas zarpadas se las toqueteaban sobre el pantalón y los pobres chicos acababan en sus boxers, teniendo que quedarse manchados el resto de la tarde o noche. Obviamente que ya mas grandes las historias eran sobre pajas o mamadas hechas y derechas, en las que los chicos acababan en el piso o en la mano o ropa de la protagonista. Si bien las historias me encantaban (y calentaban muchísimo, aunque lo ocultaba muy bien), me sorprendía que las chicas las contaran tan abiertamente, con el riesgo de que todas piensen que eran putas. Por la educación que recibía y cómo era mi familia, ni se me ocurría hacer algo así (al menos por el momento; como ya verán en próximas entregas, eso eventualmente cambió, y mucho).

Tengo que admitir que mi primera experiencia con el sexo opuesto tuvo que ver con mi hermano Facu. Como comenté, Facu era muy lindo, también muy popular y conquistador – un banana. Todas mis amigas morían por él y siempre me hacían preguntas sobre él y se arreglaban mucho cuando venían a casa a visitarme, y eso que él era 2 años más chico! A mí me parecía lindo, pero era mi hermano, así que para mí era el enano con el que peleábamos por el mejor lugar en el auto o por usar el teléfono o el ICQ en la computadora.

Un fin de semana (quinto año de secundaria para mí, cuarto para Maca y tercero para Facu) que mis papás se fueron de viaje, mi hermana y yo aprovechamos para salir. Mi papá era muy estricto con las salidas y aunque salíamos seguido, usualmente era hasta temprano o sólo podíamos ir a ciertos lugares. Obviamente que a Facu lo dejaban hacer lo que quisiera. Eran las 9pm del sábado y mi hermana ya había salido con sus amigas, sin que la vea porque yo estaba en la computadora. Empecé a arreglarme; como mis viejos no estaban, iba a permitirme salir un poco mas “sueltita” que otras veces y no quería que Maca me vea porque era bastante buchona. Me puse una pollera negra cortita y una musculosa gris clarito bastante escotada que había comprado para esa noche y ya había planeado lavarla por mi cuenta y esconderla después para que mamá no la vea. Aunque no se veía, se notaba bastante bien mi sugestivo corpiño negro. Me miré al espejo y me gusté (en esa época todavía estaba aprendiendo a llevarme bien con mi cuerpo - hoy me encanta y me llevo bárbaro). Probé distintos ángulos y posiciones, cuando me agachaba se notaban mucho mis lolas, apenas contenidas por el corpiño. Toda esta producción se debía, como no podía ser de otra forma, a un chico que me gustaba, Federico, compañero del colegio, quien iba a ir a la misma fiesta en la casa de una amiga.

Para salir esperé a que Facu fuera al baño (por razones que entendí del todo mas adelante, pasaba siglos ahí), así no me veía. Le toqué la puerta y le avisé que salía y le pregunté qué hacía él. Me contestó que iba a quedarse en casa y que tal vez venían unos amigos. Me despedí y salí. Mientras esperaba en la esquina que me buscara una amiga que ya manejaba (salí 15 minutos antes de la hora convenida), una rubia alta más o menos de mi edad y bien vestida pasa por al lado mío y cuando me ve, trata de esconder su cara. No la reconocí. Como me pareció raro, la seguí con la mirada y veo que entra a mi casa! Así que esta son “los amigos” que invitaba Facu! Pensé que seguro era una putita del colegio, pero al final que Facu haga lo que quiera. Yo estaba concentrada en mi noche con el divino de Fede y mi amiga ya estaba llegando.

Después de un rato en la fiesta, finalmente empiezo a charlar con Fede. El nabo no paraba de mirarme las tetas. Me sorprendió que eso me encantara y calentara. Lo que mas me ratoneaba era pensar lo que provocaba en él, tal vez aunque él no quisiera. Obviamente él a mi me atraía, y mucho; pero como aprendí mas tarde, los chicos no pueden disimularlo, y eso era divertido. Con el paso de las horas y sabiendo lo que provocaba en él, fui ganando confianza en mí misma y por lo tanto me hacía cada vez mas la canchera pensando que tenía a Fede muerto y la situación controlada. Eventualmente terminamos en un rincón oscuro del patio, tranzando. Hasta esa noche nos habíamos dado besos y alguna que otra tranzada, pero nada demasiado intenso. Esta vez fue diferente, yo estaba apoyada contra la pared y él encima mío, comiéndome la boca. Sentía mis lolas bien apretadas rozando contra su pecho y las sentía bien duras. Pensé que por suerte no estábamos mas distantes y con mas luz, sino se me hubieran notado muy bien los pezones. A los pocos minutos, en un movimiento que hacemos, siento claramente su pija híper-dura contra mi pierna. La sensación me encantó. Tanto había escuchado de esto en historias de otras y ahora por fin lo experimentaba yo. Primero la sentí de punta y después acerqué mas mis piernas y la sentí a lo largo y entera. Me fascinaba, me hacía sentir sexy. No me sorprendí demasiado cuando Fede empezó a tocarme la cola, al principio pensé en pararlo pero después decidí dejarlo. Al final era sólo la cola y yo era de las únicas de mis amigas que no había hecho nada, además yo le estaba sintiendo la pija en todo su esplendor. Sentir su mano tocándome arriba de la bombacha, con la pollera que se me subía hasta la cintura y su pija en la pierna me estaba poniendo a mil. Después de un rato, Fede sube una mano y trata de agarrarme una teta. No pude evitar que algo en mí hiciera un click y lo paré, deshaciendo nuestro beso y apartándolo.

Vale: Pará Fede, qué hacés?

Fede: Pensé que te gustaba…

Vale: Me hubieras preguntado antes, no?

Fede: Es que como no dijiste nada cuando te toqué el culo, pensé que no había problema…

Vale: (enojándome) Pensaste mal. No quiero ir tan rápido

Fede: (frustrado) Rápido?? Si te vengo bancando desde hace meses (resaltó “bancando”).

Vale: (camino a status histérica) Bancándome?? Sos tarado? En qué me bancás?

Fede: (todavía sin darse cuenta de que había elegido las palabras equivocadas) Es que sos una santurrona, todos lo dicen. Mis amigos hacen lo que quieren con tus amiguitas y la verdad es que vos me gustás pero al final si no querés hacer nada, la paso mejor con otras minas.

Vale: (status histérica alcanzado) Entonces andá con esas minas y de paso morite, idiota.

Me di vuelta y acomodándome la pollera, me fui. Tenía tanta rabia y vergüenza que no volví con mis amigas, sino que me fui de la fiesta, saliendo a la calle. No me daba rabia que haya tratado de tocarme una goma, lo cual era natural y si él hubiera jugado las cartas de otras manera tal vez lo dejaba, sino su reacción posterior y falta de comprensión. Caminé a casa (estaba a solo 6 o 7 cuadras) y lloré como loca. Se me mezclaron varias cosas: Fede para mí era un divino total y terminó siendo un imbécil cualquiera, me daba vergüenza haber pensando que estaba en control, no sólo no lo estaba sino que no tenía idea de lo que estaba haciendo. Además Fede hablaba con otros/as de que yo era una santurrona. Lo odié. Mucho.

Llegué a casa mas calmada pero todavía afectada. Eran como las 2am y estaba todo oscuro. Abrí la puerta sin hacer ruido y fui directo a mi cuarto para sacarme esa ropa cuanto antes; quería quemarla porque me sentía una estúpida pensando que estaba sexy con ella. Mi hermana todavía no había vuelto (dormíamos juntas), me desvestí y metí la pollera y la musculosa debajo de mi colchón. Cuando me saqué la bombacha, me di cuenta de que estaba mojadísima. Obviamente yo me había calentado y masturbado varias veces (no era taaaaan santurrona) pero me impresionó lo mojada que estaba. Instintivamente me toqué la concha y confirmé la tremenda humedad y calentura que tenía. Con el episodio y la caminata me había olvidado de lo mucho que había disfrutado antes con Fede. Sonreí al imaginar a Fede volviendo con sus amigos, con una erección tremenda; que se joda por imbécil! Me miré desnuda en el espejo y me gusté de nuevo. Pensé en aprovechar que Maca no estaba para meterme desnuda en la cama y tocarme como una perra; era una buena manera de terminar una noche para el olvido. Estaba por acostarme cuando escuché un ruido que venía del pasillo. Me había olvidado que Facu estaba en casa, y con una mina!! Me dio curiosidad saber quién era y qué estaban haciendo, así que me puse una bombacha y un camisón y en silencio total salí de mi cuarto. No había nadie y todo seguía oscuro, claramente estaban en su cuarto, que estaba en el mismo lado del pasillo que el mío y separado por el baño. En puntitas de pie caminé hasta su cuarto, la puerta estaba entreabierta y se veía que había una luz no muy fuerte encendida. Me asomé por el espacio chiquito que quedaba entre la puerta y el marco, conteniendo la respiración, y no pude creer lo que vi.

Facu estaba solo, acostado en su cama (los pies de la cama estaban enfrentados al espacio de la puerta donde estaba yo), leyendo una revista que le tapaba toda la cara. Sólo el velador junto a su cama estaba encendido. Facu estaba completamente desnudo, con las piernas abiertas y con la pija parada en su mano. Desde mi escondite pude ver como las bolas le caían sobre la ingle y como su pija subía perpendicular a su cuerpo, rodeada por su mano. Me pareció grande y lindísima. Venosa y cabezona. Claro que no tenía mucha comparación porque esa era la primera que veía en vivo y en directo, pero me encantó. Su mano subía y bajaba despacio. Subí la mirada hasta su revista, que tenía un par de chicas en tetas en la tapa. Facu estaba viendo pornografía y haciéndose una paja, pensé que probablemente su amiga se había ido sin dejarlo hacerle nada y lo había dejado re caliente. Claramente ya no era mi hermanito, el bebé consentido de la casa. Era un hombre hecho y derecho. Como estaba concentrado en su revista, que le tapaba completamente la vista hacia mi escondite, decidí quedarme a mirar, aunque con mucha cautela y en silencio. A los pocos minutos empezó a acelerar el ritmo, sus bolas subían y bajaban al compás de su paja y la cabeza de su pija aparecía y desaparecía de su mano. Yo la miraba hipnotizada. Me encantaba. Él cada tanto movía las piernas o hacía algún gemido, pero se lo veía tranquilo y con todo el tiempo del mundo, pensando que estaba solo en casa.

Parada en la oscuridad del pasillo, empecé a calentarme mas y mas. Esta visión, sumado a lo que había pasado antes con Fede, eran demasiado. Llevé mi mano izquierda a mis lolas. Estaban duras y mis pezones mas. Empecé a tocarlas y a jugar con mis pezones, como hacía cuando me masturbaba. Obviamente se me marcaban mucho contra el camisón, que después de unos minutos, me subí para liberarlas. Mi mano derecha no tardó en llegar a mi concha, sobre la bombacha. Si la anterior había estado mojada, estaba parecía recién lavada. Me encantó sentir mis dedos contra la tela, sobre mi clítoris. No tardé en meter la mano adentro para tocarme mejor. Mi clítoris estaba salido, duro y muy mojado. Mientras con una mano me tocaba las tetas, con la otra me masturbaba. Y todo esto parada en el pasillo y mirando a mi hermano(nito) pajeándose su tremenda pija dura. Aunque mi cuerpo me reclamaba mas atención, no quería perderme ni un detalle de la paja de Facu, así que no apartaba la vista de esa pija, mientras me tocaba. Noté que su cabeza estaba blanca, pero era difícil verla en detalle porque Facu estaba aumentando la intensidad de su paja y la cabeza salía y se escondía demasiado rápido. Hasta que finalmente Facu acabó. Yo obviamente sabía que cuando los chicos acababan les salía semen, pero no me había imaginado semejante fuente. Facu se acabó en el pubis, la panza, el pecho y la revista. Eso fue demasiado para mí, mi orgasmo llegó enseguida y fue muy intenso. De hecho, casi me caigo y tuve que agarrarme de la pared. Claramente había sido el mejor orgasmo de mi vida, hasta el momento. Parada en el pasillo, en tetas, con la mano adentro de mi bombacha y llena de jugos, me sentí super puta; y me gustó.

Facu seguía inmerso en su revista, como si no le importara estar bañado en semen (un chancho). Su pija ya había perdido dureza y se la movía de un lado a otro, como jugando. También me gustó verla así, al natural. Me bajé el camisón y cuando giro para volver sigilosamente a mi cuarto, veo que la puerta de entrada estaba abierta (estaba justo enfrente del pasillo, así que cuando se entra a la casa, se ve todo el pasillo, hasta la puerta del fondo, que era el cuarto de mis viejos) y desde el living aparece una amiga de mi hermana, llevándola apoyada en su hombro. Tratando de no hacer ruido, me apuré en socorrerlas preguntándome si habían visto algo.

Mi hermana estaba completamente borracha e inconsciente. La amiga también, pero no tanto. Me la entregó en la puerta de mi cuarto diciendo que se habían divertido un montón y que Maca era una genia. La miré tratando que no se note que pensaba que eran dos boludas, le di las gracias por traerla y la despaché. A todo esto Facu, que seguro había escuchado las voces y los ruidos, apareció en el pasillo usando unos boxers (de los apretados, obvio). Tenía cara de sorprendido y parecía haberse limpiado el semen de su pecho. No pude evitar bajar la mirada a su entrepierna, que no se notaba; pensé que ya debía estar en estado normal. La amiga de Maca también lo vio en boxers desde la puerta y ni se esforzó en ocultar la cara de pajera que tenía; después saludando se fue al taxi que estaba enfrente y cerró la puerta.

Facu: qué pasó? todo bien?

Vale: (metiendo a mi hermana el cuarto y cerrando la puerta) Si, no te preocupes. Maca se siente un poco mal pero ahora se va a dormir y se le pasa.

Facu no pareció muy preocupado por el tema y se fue volvió a su cuarto. Acosté a mi hermana en su cama. Tenía un olor a alcohol tremendo y la ropa sucia -una mini cortita blanca y un strapless verde, que le dejaba afuera la mitad de las tetasas que tenía. La llegaban a ver los viejos papá y la mataban. Como no sabía hasta que hora iba a dormir y cuando volvían los viejos, le saqué el strapless y la mini y los escondí con mi ropa. Después le saqué el corpiño para ponerle el camisón y que ya se acueste. Me impresioné lo grandes que tenía las tetas. Nunca se las había visto directamente porque ella era muy pudorosa (o eso creía yo) y se cambiaba en el baño. Yo no me quedaba atrás pero las de ella eran muy grandes y redonditas, con pezones chiquitos y bien rosas. Pensé que cualquier tipo se moriría por ella y me alegré por mi hermanita. Terminé de vestirla, le di un beso en la cabeza y la tapé. Claramente los tres estábamos creciendo, y mucho.

Me acosté pensando en la pija de Fede apoyándose en mi pierna, Facu pajeándose como loco y acabando como fuente, la cara de pajera de la amiga de Maca y las tetas de Maca. Claramente había sido una noche debeladora, lo que no sabía era que esto fue solo una introducción de lo que pasaría en los próximos meses…

FIN DE LA PRIMERA PARTE