No podía esperar a escribir este sueño que tuve añoche.
Estábamos una grupo de ex compañeros de secundaria en una habitación muy luminosa. La luz venía desde abajo o desde atrás de mi ubicación. Era tan intensa que no había sombras por ningún lado. Una especie de mesa baja gigante y blanca era el centro de todo. Algunos estábamos sentados sobre ella, otros en el piso y un par mas en una especie de cómoda; no había sillas.
Describo al grupo: Marialé: mi novia de la secundaria, con quien terminé muy mal; Susi: la rubia veterana del grupo; Mirta: la única diferente: pelo corto rubio, casi platinado (en realidad tiene su cabello negro); Mariana: ex novia de Iván; Gregorio: un amigo casi de descarte. No se porque estaba allí. Iván: mi mejor amigo de la secu, ex de Mariana; Jose María: había sido mi amigo desde la primaria y yo.
Supongo que el sueño tiene que ver con situaciones anteriores, así que cuento: Marialé que fue mi novia, rompió conmigo porque yo le metía los cueronos con otra minita. No tuvo mejor idea que ponerse de novio con un tipo mas grande que finalmente..., la cuerneó tambien. Yo no le hablé por tres años, hasta que Mariana intercedió y comenzamos a charlar nuevamente. Pero nunca mas pasó nada. Aunque ella quería y yo también... Yo quería cojerla solamente.
Ivan y Mariana eran de esas parejas acarameladas todo el tiempo. Como él era mi mejor amigo, ella para mí tenía barba y bigotes.
Terminada la secu, ella se fue a estudiar; al tiempo el la va a visitar y la encuentra con un tipo. Bajón, pelea y final. Ivan nunca la perdonó. Está en pareja pero siempre la quiere recuperar. Para ella, que se casó y se divorció, él es un caso terminado.
Como yo le debía una a Mariana, me puse a mediar entre ellos en este último tiempo, con resultados que luego contaré.
El resto de los chicos: Susi: mas grande que todos nosotros, era casi nuestra madre. Siempre presente; Gregorio: poeta enamorado y sin suerte. El único que sabía de mis andanzas. José María el bufón del grupo y Mirta: la extravertida a la que nunca me animé.
En mi afán de lograr que mis amigos Mariana e Iván pudieran al menos soportarse, comencé a charlar con ambos. Al final, supe de los pormenores de esa frustrada relación y de que a ella no le interesaba en lo mas mínimo mi amigo. En una oportunidad, hace una semana la invitá a tomar un café y estuvimos un par de horas donde lo dejó claro y adverti que algo mas podía haber entre nosotros.
Pero vayamos al sueño:
Sentados en redondo en ese espacio luminoso. Algo se hablaba. Había unos dibujos tipo planos de obra. Alguien hablaba, pero yo no escuchaba nada.
Mariana a mi lado, con un vestido sencillo a media pierna, pelo a media espalda algo rojizo, destacaba por su blancura y cuando se paraba por su extraordinario culo. Tetas chiquitas se advertían sostenidas orgullosamente en alto. Su cara siempre fue una mezcla de inocencia y provocación y sus ojos me miraban intensamente.
En un instante me mira y me dice: "solo vine aquí por vos". Yo la miré, rápidamente le dí un pico en la boca. Los demás parecían no ver ni interesarse de nada mas que en esos papeles.
De golpe ese lugar onírico se transformó: la mesa ahora era una cama. Todos ubicados igual que en la escena anterior: Mariana acostada delante mío. Yo haciendo cucharita. Ivan acostado en el suelo; Mariale en la cabecera tambien acostada y sobre la cómoda Su y Mirta (no me pregunten como estaban allí).
Yo la apoyo a Mariana que hace para atras su culito hasta casi ensartarse en mi verga erecta.
Paso mi mano por encima de ella para tomar sus tetas. Advierto sus pezones parados. Con mi otro mano empiezo a manipular sobre su conchita.
Los dos estamos vestidos, pero de pronto estamos totalmente en bolas!!!
Y le estoy cogiendo..., de costado entro y salgo rápidamente mientras estiro sus pezones. Ella gime suave hasta que acaba largo con un grito gutural y profundo.
Pienso en los demás que allí están. Ivan y Mariale nos mirán sin mirar y Mirta con sus chispeantes ojos me dice: "yo sabía que ustedes cogían!"
El sueño terminó. Reviví al detalle con mi mujer a la que cojí de inmediato.
Ahora estoy escribiendo y mandándole un whatsapp a Mariana: Anoche soñé contigo le digo y la invito a un café para hoy mismo.
Estoy seguro que terminaremos en un motel.
Estábamos una grupo de ex compañeros de secundaria en una habitación muy luminosa. La luz venía desde abajo o desde atrás de mi ubicación. Era tan intensa que no había sombras por ningún lado. Una especie de mesa baja gigante y blanca era el centro de todo. Algunos estábamos sentados sobre ella, otros en el piso y un par mas en una especie de cómoda; no había sillas.
Describo al grupo: Marialé: mi novia de la secundaria, con quien terminé muy mal; Susi: la rubia veterana del grupo; Mirta: la única diferente: pelo corto rubio, casi platinado (en realidad tiene su cabello negro); Mariana: ex novia de Iván; Gregorio: un amigo casi de descarte. No se porque estaba allí. Iván: mi mejor amigo de la secu, ex de Mariana; Jose María: había sido mi amigo desde la primaria y yo.
Supongo que el sueño tiene que ver con situaciones anteriores, así que cuento: Marialé que fue mi novia, rompió conmigo porque yo le metía los cueronos con otra minita. No tuvo mejor idea que ponerse de novio con un tipo mas grande que finalmente..., la cuerneó tambien. Yo no le hablé por tres años, hasta que Mariana intercedió y comenzamos a charlar nuevamente. Pero nunca mas pasó nada. Aunque ella quería y yo también... Yo quería cojerla solamente.
Ivan y Mariana eran de esas parejas acarameladas todo el tiempo. Como él era mi mejor amigo, ella para mí tenía barba y bigotes.
Terminada la secu, ella se fue a estudiar; al tiempo el la va a visitar y la encuentra con un tipo. Bajón, pelea y final. Ivan nunca la perdonó. Está en pareja pero siempre la quiere recuperar. Para ella, que se casó y se divorció, él es un caso terminado.
Como yo le debía una a Mariana, me puse a mediar entre ellos en este último tiempo, con resultados que luego contaré.
El resto de los chicos: Susi: mas grande que todos nosotros, era casi nuestra madre. Siempre presente; Gregorio: poeta enamorado y sin suerte. El único que sabía de mis andanzas. José María el bufón del grupo y Mirta: la extravertida a la que nunca me animé.
En mi afán de lograr que mis amigos Mariana e Iván pudieran al menos soportarse, comencé a charlar con ambos. Al final, supe de los pormenores de esa frustrada relación y de que a ella no le interesaba en lo mas mínimo mi amigo. En una oportunidad, hace una semana la invitá a tomar un café y estuvimos un par de horas donde lo dejó claro y adverti que algo mas podía haber entre nosotros.
Pero vayamos al sueño:
Sentados en redondo en ese espacio luminoso. Algo se hablaba. Había unos dibujos tipo planos de obra. Alguien hablaba, pero yo no escuchaba nada.
Mariana a mi lado, con un vestido sencillo a media pierna, pelo a media espalda algo rojizo, destacaba por su blancura y cuando se paraba por su extraordinario culo. Tetas chiquitas se advertían sostenidas orgullosamente en alto. Su cara siempre fue una mezcla de inocencia y provocación y sus ojos me miraban intensamente.
En un instante me mira y me dice: "solo vine aquí por vos". Yo la miré, rápidamente le dí un pico en la boca. Los demás parecían no ver ni interesarse de nada mas que en esos papeles.
De golpe ese lugar onírico se transformó: la mesa ahora era una cama. Todos ubicados igual que en la escena anterior: Mariana acostada delante mío. Yo haciendo cucharita. Ivan acostado en el suelo; Mariale en la cabecera tambien acostada y sobre la cómoda Su y Mirta (no me pregunten como estaban allí).
Yo la apoyo a Mariana que hace para atras su culito hasta casi ensartarse en mi verga erecta.
Paso mi mano por encima de ella para tomar sus tetas. Advierto sus pezones parados. Con mi otro mano empiezo a manipular sobre su conchita.
Los dos estamos vestidos, pero de pronto estamos totalmente en bolas!!!
Y le estoy cogiendo..., de costado entro y salgo rápidamente mientras estiro sus pezones. Ella gime suave hasta que acaba largo con un grito gutural y profundo.
Pienso en los demás que allí están. Ivan y Mariale nos mirán sin mirar y Mirta con sus chispeantes ojos me dice: "yo sabía que ustedes cogían!"
El sueño terminó. Reviví al detalle con mi mujer a la que cojí de inmediato.
Ahora estoy escribiendo y mandándole un whatsapp a Mariana: Anoche soñé contigo le digo y la invito a un café para hoy mismo.
Estoy seguro que terminaremos en un motel.
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