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Esposada a la lujuría

Es el típico jueves noche en la laguna, los de primer curso salen a la noche con la ilusión intancta queriendo comerse el mundo que contrastan con la veteranía de último año, solo con el deseo de tomarse algo e irse a sus casas. Tu noche se avecina monótona, salir con tus amigas, escuchar las mismas canciones, ver la misma gente, pero igualmente sales, necesitas respirar aire fresco, aún siendo el de la laguna. Tu noche se tuerce nada más salir, has perdido a tus amigas, a comenzado a llover y todo el mundo se está yendo a sus casas, tu con cierta resignación pero tampoco molesta, comienzas tu camino de vuelta, sola, intentando ir por debajo de los balcones, poco a poco te vas notando más sola por la calle y comienzas a notar una punzada de inseguridad, muchos borrachos por la calle pensaste, de repente a tus oídos llega el ruido de unos zapatos mojados pisando cerca de ti, incluso a más velocidad que la tuya, tu pulso se acelera, los pasos se acercan más y más, hasta el punto de que realmente piensas salir corriendo, y justo cuando ibas a actuar, una mano se posa en tu brazo, una de sus piernas se intercala entre la tuyas, y te arrastra hasta la pared, tu, inyectada en miedo, quedas paralizada, hasta que a tu nariz llega una colonia que a tu subconsciente le recuerda muchas situaciones embarazosas y muy morbosas, de repente te asustas al notar unos labios mordiéndote suavemente el lóbulo del oído y con casi un susurro te digo: Vaya, vaya, que tengo qué hacer contigo? Rondando sola por la laguna con la que está cayendo. Reconoces mi box al momento, y toda esa tensión que habías acumulado se disipa, comienzas a recuperar la movilidad de tu cuerpo, intentando liberarte la mano que te tengo atrapada en la pared mientras que con la otra te rodeo la cintura y te pego a mi, intentas safarte, a lo que te digo: Vaya, otra vez tendré que atarte para que no te rebeles? Dentro de ti aparece esa picardía y aceptas el juego de intentar escaparte de mi.: Vaya, vaya, nunca aprendes. Con un gesto llevo tu brazo atrás con mi otra mano te esposo ambas muñecas, pegándote más a mi, ya el cinturón y la porra comienzan a estorbar, y comienzas a notar lo que no es la porra, con una mirada fugaz te percatas que le hago una seña a mi compañero de que todo va bien y se retira con el coche, me giro hacia ti: Tenemos un par de horas para nosotros, así que vamos a tu casa. No puedes hacer otra cosa sino obedecer, te tengo agarrada por el codo y con cada movimiento que querer escaparte te produce dolor, pero placentero, así que te portas bien y llegamos hasta el portón de tu edificio, has notado mi mirada penetrante mirándote de arriba a abajo, tu llevas ese vestido negro con escote y tus mejores tacones, y da gracias haberte vestido así porque esta ocasión inesperada lo merece, al percatarte de que no puedes abrir la puerta, te pegas esta vez tu a mi y me dices muy sensualmente: La llaves las tengo en el bolso. Tu bolso casualmente se encuentra pegado a tu cintura, así que mi manos se deslizan por tu cintura hasta llegar a tu bolso, una vez ahí no le presto atención sino que me fijo lo bien que te queda ese vestido, y mis manos se deslizan por tus piernas subiendo suavemente hasta llegar al final de tus mallas y al principio de tu ropa interior, tu episodio de miedo anterior ha dejado residuos en tu cuerpo que ahora se convierte en una oleada de placer, solamente por el morbo y la situación, mis manos comienzan a subirte el vestido hasta que dejo al descubierto tu culo con ese precioso tanga, que no tardo nada a pegarme a ti, notando mi erección entre tus nalgas, mientras mis manos siguen subiendo hasta tus pechos, notas como mis manos se meten en tu vestido , notando mis manos fríos agarrando tus tetas. llegando hasta tus pezones, mientras tu boca se coloca en tu cuello y mis labios comienzan a pasearse hasta tu oído. Tu pulso se ha acelerado por completo y quieres liberarte de tus esposas que te apricionan, y en tu oído: Tranquila, tendrás tiempo de pasarlo bien sin esposas, y si te portas realmente bien, podrás esposarme. Al escuchar estas palabras tu cuerpo se pone rígido, completamente quieto, soñando con ese momento. Ves como consigo abrir la puerta del portón, y llegamos en un momento a tu piso, tus amigas aún no han llegado, así que te llevo a la primera mesa que nos encontramos, , a pocos centímetros, notas algo que no esperabas, notas como las esposas comienzan a soltarse para finalmente caer al suelo, en ese momento quieres darte la vuelta pero no te dejo: No tengas prisa, recorreré cada centímetro de tu cuerpo a su debido momento. Voy por tu espalda hasta llegar a tu cremallera, bajándola despacio, tu acto instintivo es mirarme una mirada fugaz a través del hombro, donde llegas a relucir mi placa, tu vestido acabo donde mis las esposas y finalmente te dejo darte la verte, y consigues quedarte frente a mi, por primera vez en la noche, nos besamos como si nos fuera la vida en ella, nuestros labios se fusionan mientras nuestras lenguas juegan a quien domina a quien, comienzas a desabrocharme la camisa, que rápidamente acaba donde el resto, y mis pantalones poco duran en mi cintura, en pocos segundos nos encontramos en ropa interior uno enfrente del otro, momento en el que aprovecho para subirte a la mesa, tus besos poco a poco van bajando por tu cuello, hasta llegar a la clavícula, llegando hasta el borde de tu sujetador, mientras que mis manos te lo quitan y vuelven para comenzar a jugar con tus tetas, mientras saboreo tus pezones, pero mi siguiente parada está más abajo, sigo hasta tu ombligo y a la altura de tu cintura, agarro con ambas manos tus tanga y tu con un movimiento levantas la cintura para poder permitir quitártelas, dejando vía libre hacia ese precioso coño tuyo, empiezo a besarte tus piernas, que justamente las tengo en mis hombros, sigo bajando beso a beso, hasta llegar a tus labios, tu respiraciones comienzan a ser entrecortadas, mientras mis labios se pasean de lado a lado, tus labios comienzan a humedecerse e hincharse, mi lengua se encuentra con tu clitoris, saboreándolo, unas de mis manos pasa por encima de tu cintura y se coloca por encima y abro más tus labios, mientras que la otra se cuela por mi barbilla hasta llegar a lo adentro de ti, notando como se adentran dentro de ti, dejándolos completamente húmedos, comienzo a sacarlos y meterlos mientras mi lengua no para por toda la zona, saboreando tus fluidos, tus respiraciones comienzan a ser gemidos y a medida que la velocidad de mis dedos aumenta tus gemidos en pequeños gritos, el ritmo se va haciendo frenético, hasta que una oleada recorre tu cuerpo, en una explosión de extasis rodeado de un orgasmo que ha llenado la habitación entera... Un minuto después cuando las últimas ondas residuales de tu orgasmo te permite pensar, notas mi mirada lasciva desde tu entrepierna, retándote, tu pillas la indirecta y te levantas de la mesa y me empujas hasta la primera silla que ves y agachándote coges las esposas, me haces sentarme y me atas por detrás de la silla, sin posibilidad de moverme, mis calzoncillos vuelan de mi cuerpo con cierta facilidad por tu parte, notando tus deseos de jugar conmigo, ves mi polla dura y completamente hinchada, mientras te acercas a mi cara con tu mano comienzas a acariciarla, me das un beso fugaz dejándome con las ganas y te sitúas de rodillas ante mi, ahora es tu momento de poder, me miras desde abajo y aún así notas tu poder en el ambiente, comienzas a pasar lengua por el tronco, subiendo y llegando hasta el glande, lo repites varias veces mientras no dejas de mirarme a los ojos, hasta que te la metes en la boca, poco a poco vas profundizando más y más, notando como mi cuerpo se contrae de placer y ahora es mi momento de la respiraciones entrecortadas, ahora mientras me haces una mamada con una de tus manos empiezas a masajear todo el tronco, cada vez más rápido, hasta que vez que ya no puedo más, te separas, te levantas, te colocas encima de mi, me la agarras y te la vas metiendo poco a poco, hasta notar nuestras caderas juntas, y soltamos una respiración de puro placer, momento que aprovechas para soltarme las esposas y dejarme libre, mis manos se sitúan en tus caderas y comienzo a levantarte, notando como mi polla te penetra, presionando tus paredes vaginales, la velocidad y la fuerza de la penetraciones van aumentando, nuestros gemidos emergen y se ahogan en nuestro besos, la velocidad sigue aumentando, notando como tu coño chapotea en mi cintura, la silla no va a aguantar mucha más, así que me levanto, aún con mi polla dentro de ti, y te llevo en peso hasta el sofá, nos tumbamos, yo encima de ti, y seguimos donde lo dejamos, fuerte, mientras tus piernas se abrazan en mi espalda, la sensación de follarte mientras tus gemidos devoran mi oído se me hace irresistible e insoportable, y dentro de ti comienzo a notar como tu coño comienza a tener contracciones y en tu cuerpo regresa una oleada de placer, tus gemidos se ahogan en un grito afónico mientras yo me corro dentro de ti en una sensación de felicidad y desahogo inimaginable... Pasamos un par de minutos tumbados en el sofá, intentando recuperar el aliento, con una cierta sonrisa notas aún mi polla dentro de ti, sin perder ápice de rigidez, pero ya es tarde, mi compañero está esperando porque han emitido un aviso, necesito vestirme rápido y el frío de la laguna una vez más te hace despertar de ese sueño vivido, regresas de tu cuarto y te apoyas en el sofá disfrutando como me voy poniendo el uniforme, cuando vez que estoy casi completo, notas que comienzo a tocarme el cinturón, al girarme hacia ti, me enseñas las esposas, nuestas miradas bastan para decirlo todo, me acerco a ti, las recojo, y te beso, al separarme de tus labios: La próxima vez jugaremos más tiempo, y sobre todo con éstas, señalando a las esposas, por un momento el fuego vuelve a nuestras miradas, pero un nuevo aviso por radio lo eha todo a perder, desde la lejanía hacia la puerta te mando un beso, cuando de repente las chicas entran por la puerta, extrañadas, me despido y salgo por la puerta. Las chicas absortas, no salen de su asombro, y como ves que no dicen nada, acabas por decirles: menos mal que me lo he encontrado, porque han intentado violarme en la calle...

2 comentarios - Esposada a la lujuría

luismiguelito78 +1
POST a FAVORITOSEsposada a la lujuría

Tremendo reencuentro Amigo @huguito9220!!! obvio que si se repite queremos saber como te fue 😉

sexo+10 para VOS
narutito87
Que lindo cuando tenes esa amiga juguetona y fogosa 😀 muy buen relato