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La visita inesperada a la tía favorita

Hola amigos. Les contaré esta historia, ocurrió en el 2013. Era en invierno, cuando fui a visitar a mi tía de nombre ─cambiado─ Cecilia Alejandra, en ese entonces ella tenía 40 años, y yo 19, ella bien conservada
Ella es algo llenita, tez clara, cabello ondulado corto, de pechos 36 c bien proporcionados, piernuda, culoncita, ojos un poco rasgados, labios sensuales algo carnositos, divorciada por cierto.
Normalmente le gusta arreglarse mucho. Cuando la visité, quería llover. Imaginen el frío, toco la puerta de su casa.

-Hola preciosa tía ¿cómo estás? -Le saludé alegremente.
-Hola amor, bien, pasa... Mira que guapo te ves -Me responde dulcemente.

Al momento de saludarla de beso, me pego a ella, mis labios tocan la mitad de los suyos. Ella sonríe. Me invita a pasar.
Me siento en el sillón, y me pregunta.

-Amor, ¿tienes hambre? te hago una cena
-Sí, un poco, me sentaré para comer

En eso ella, que la veía bien arreglada, maquillada, tenía unos pantalones de vestir, una blusa rosa. Peinadita, y después de servirme la cena, comienzo a comer. Al terminar, comienza la lluvia, y ni para poder salir.

-Amor, no me digas que vas a salir, quiere llover, mejor quédate conmigo.
-Cierto, me quedaré contigo, te quiero mucho, eres tan linda.
-Gracias cariño. Vamos a sentarnos en el sillón, te extrañaba amorcito.

Mientras nos sentamos, saca de su bolso su maquillaje, y comienza a aplicárselo suavemente, pues a veces le gusta maquillarse un poco más de la cuenta, pero lo sabe lucir bien: Se retocó poniéndose su polvo, sobras negras con rojizo, labios delineados también en un tono chocolate, cejas y ojos incluso. Pasa un rato, y en eso ella decide levantarse.

-Amor, ¿me esperas? voy a mi recamara.
-Claro, te espero -Le respondo sonriendo.

Pasan unos minutos, pero la sorpresa que me llevo. la vi cambiada, con unos zapatos de tacón aguja 15 cm y con plataforma, tenía también una minifalda de piel negra, pantimedias negras, una blusa escotada roja, pegadita que se marcaba la forma de su sostén de media copa, que por cierto era una de esas que levantan más el busto. Muy maquillada, delineada, y labios con tono bronce. Se escuchan los taconeos que da al caminar sensualmente. Me excitan sus zapatos negros.

-Hola de nuevo, ¿te gusta cómo me veo?
-wow tía de verdad me encanta, te ves hermosa tía ¿cómo es que no tienes pareja? -Le pregunto asombrado.
-Es que no llega el indicado, pero ojalá llegue algún día -Me responde con un tono triste.
-tía hermosa no te preocupes, tú eres muy linda de verdad. -Le digo abrazándola sutilmente

No dejaba de verle sus piernas y sus pechos, que se movían al caminar por la casa. Su culo redondito moviéndose también. Se sienta en el sofá, y veo que se relaja hasta dormirse. Me levanto de mi lugar sin hacer ruido, y como tenía sus piernas abiertas, pasaba a ver su tanguita, negra, que cubría rico su vagina carnosa. Noto que tiene algo de vellito, ver sus piernas así, me daban ganas de acariciarlas y besarlas rico.

Me siento a su lado, veo sus pechos redondos, le digo al oido, ¿puedo abrazarte? es que está lloviendo mucho.

-Sí amor, siéntate conmigo bb.

En eso al abrazarla, me dieron ganas de apretar esos hermosos pechos, por lo cual, no dudé, y puse mi mano en uno de sus senos. Sintiendo la forma de su sostén de media copa. Y mi erección comenzaba a notarse demasiado por mi pantalón. Acaricio también sus piernas lentamente, y al llegar mis dedos a su vagina, ella despierta sorprendida:

-Pero qué haces sobri? -Pregunta espantada.
-umm este.. tía, perdona, es que yo... -Hablaba yo titubeando, pero era tanto mi deseo, que la abrazé más y besaba su boca.

-Pero umm... ¡qué haces, no puedes hacer esto!
-Te deseo, eres la mujer de mis sueños...
ella intentaba resistirse, pero se ponía más nerviosa y seguía exclamando
-No, ¡no por favor! no lo hagas amor, soy tu tía... no lo hagas amor... ¡NO!¡no toques mi vagina!
-Te amo, me provocas, eres muy sensual, sueño contigo desde hace años amor.
Puse su mano en mi pene, mientras besaba su cuello, ella seguía diciendo que no lo hiciera, que no debo hacerlo.

Pero enseguida desabrocho su blusa, y sus sostén, hasta apretar mas sus tetas y saboreo sus pezones. Y es cuando saca unos ricos gemidos.

─Bebé qué haces.... ¡no! soy tu tía no lo hagas ahhh
─Eres lo que he soñado, serás mi mujer
─¡¡¡No amor noo, no puedoo!!! Soy tu tía, no podemos hacer esto amor, noo, por favor amor...

Seguía besando su cuello, acariciando sus piernas con esas pantimedias, hasta llegar a la entrepierna, le quité el puente de algodón, haciendo de lado su tanga para poder penetrarla.

─amor, noo, uhh soy tu... soy tu...
─¡shh! Eres mi mujer de ahora en adelante, ─Poniendole mi dedo índice en medio de sus labios ─te haré mía, siempre tendré disponible tu culo, tus tetas, tu boca.

Y es cuando ella besa mis labios, nos dejamos llevar por la pasión, en la sala solo se escuchan los besos. Y enseguida comienzo a entrar en su vagina, abriéndola de piernas, ella sentada en el sofá, estaba nerviosa al inicio, pero después me sujetó con sus piernas.

─Bb toma mi culito, es tuyo todo tuyo, hazme tu mujer mi sobrino...Hazme tu putita rica.
─Con todo gusto entro en ti, ahora eres mía.

Y sin dudarlo, hice a un lado su tanga para penetrarla duro. Mientras lo hacía, mordía sus pechos lentamente, succionaba como loco. Me besaba el cuello, llenaba de labial todo mi cuello, y me movía más duro, escuchando sus ricos gemidos me decía:

─Amor, soy tu putita ¿verdad que lo soy amor? ─Me preguntaba con una lujuria extrema.
─Sí, eres mía, solo mi putita rica. Tu culo ahora me pertenece.
─más mi amor, ¡¡¡dame más maaas maaas!!! quiero tu lechita dentro de mi amor, la quiero todaa...Soy toda tuya bebé... ahh toma mi culo, es tdo tuyo bebé, ahh mi sobrino

Y era tanto mi deseo de tenerla, que eyaculé dentro de su vagina, todos mis fluidos se mezclaron rico con los suyos.

─¡¡¡ AY BEBÉ!!! TE AMOOOO, te amooo, eres mío, eres mi hombre.

y terminamos mojadisimos, no podía creer que pude cogérmela rico. y al descansar unos minutos, le pregunté

─¿Quieres ser mi novia? ─Le pregunté con tono sensual
─Sí amooor, acepto ser tu novia, de ahora en adelante seré tu novia, tu tía putita, que te coges a cada rato amor, te amo. Quiero tu verga amor, dámela. ¡dámela!

Y comenzaba a chupármela, así de manera lujuriosa viéndome a los ojos, no podía creer que ella, que me cuidaba, me consentía mucho, ahora sería mi mujer. Seguía chupeteando alocadamente, hasta que eyaculé su cara, llenándola de mi lechita, que pasaba a correr su maquillaje.
Y terminamos descansando, abrazados... Desde entonces es mi novia, cuando la visito, al sentarme en el sofá, ella se sienta en mi entrepierna, meneando su culito para decirme que quiere amor.
Si les gustó, pueden dar punto, y comentar.

6 comentarios - La visita inesperada a la tía favorita

jhon_hatcher +1
muy bueno una preguntita ¿Continua?
gablop69
claro, continuará. Y Gracias, que bueno que te haya gustado.
Isco_53 +1
Esta ardiente tu relato
Consigue fotos de tu tía y por si ella sabe esto dile que me pone al palo pensarla
gablop69
Gracias, y pues publicare mas.