Orgasmos laborales

Soy una chica normal. O eso es lo que piensa todo el mundo. Mi cara de niña buena, y mi timidez, son solo la superficie bajo la que se ocultan deseos pervertidos de toda clase. Debo confesar que esta habilidad de enmascarar mis verdaderas intenciones, me ha ayudado a lograr mis propositos y salir invicta de todo tipo de situaciones. Después de todo, ¿quién podría sospechar de mi?.

Trabajo hace 1 año en una prestigiosa multinacional, un buen trabajo para una chica que apenas cuenta con 24 años, y que aún no ha terminado su formación universitaria, pero, digamos, que supe encontrar la manera de quedarme con el puesto. En el trabajo, soy bastante responsable, puntual, ordenada, metódica, detallista, lo que no impide que me escape al baño a masturbarme cada vez que puedo. Como es un buen trabajo, decidi portarme bien, el sexo con compañeros laborales puede ser una situación incomoda, y encima estamos rodeados de camaras por todas partes, y aunque me da bastante morbo hacerlo en la oficina, no deseaba ofrecerle un espectaculo gratuito a los de las camaras de seguridad.
Sin embargo, no soy una persona que abandona facilmente sus objetivos ante un simple obstáculo, siempre hay alguna manera de alcanzar eso que se desea.

Lo primero, es elegir la "víctima". A través de mi experiencia, he aprendido que la mayoría de los hombres mienten. Si, ya sé, es una verdad obvia, y además las mujeres también mentimos. Pero a lo que me refiero es a que mienten con respecto a sus habilidades sexuales, la mayoría exageran o inventan, y más en Argentina, donde el chamuyo extremo es el deporte nacional. Si quisiera acostarme con cualquier boludo, saldría a la calle y me llevaria a la cama al primero que viese, pero eso no es lo que quiero. Me encanta el sexo, y se muy bien como complacer a un hombre, pero ese hombre podrá complacerme a mi? Muy pocos son los que han conseguido alcanzarme en mi perversión. Por eso me fijé en Martín.

Martín, tiene 40 años, no es muy alto, ni muy bajo, tampoco es gordo ni flaco, un tipo promedio. Cuando empecé a trabajar en la empresa, y al ser una mujer atractiva, muchos hombres se me insinuaron, me coqueteaban todo el tiempo, muchas veces noté un pene erecto a través del pantalon, pero los descarté a todos rapidamente porque no llenaban mis expectativas. A todos, excepto a Martín, el tiene ese no se que, en no se donde, no se como explicarlo, tengo una especie de intuición que me hace saber cuando un hombre me dará lo que necesito. El hecho de que esté casado y tenga dos hijas, me da mucho más morbo y me asegura también que no saldrá a contar nuestras aventuras a los cuatro vientos. Por eso decidí iniciar mi plan cuanto antes y provocarlo al máximo. Había descubierto hace poco, un pequeño espacio entre unos armarios donde se archiva documentación, fuera del rango de visión de las camaras, ya me había masturbado varias veces ahí y sabia que nadie podia verme así que era el lugar perfecto.

Sin embargo, Martín parecia no entender mis avances, lo que me exasperaba, y supe que era momento de jugarmela. Con la excusa de que me ayudara a alcanzar unos documentos de la parte alta del armario, lo atraje hacia ese lugar y en cuanto vi la oportunidad lo empujé al pequeño espacio. Eran más de las 19 hs y no quedaba nadie en la oficina.

-Paraaa, qué haces? casi me haces caer todos esos papeles encima- me dice Martín
-Perdona, es que tropecé y para no caerme me apoye en vos
-Bueno, no pasa nada, salí y dejame que te alcance los documentos
-salir? pero si estamos tan bien aquí- le dije mientras acariciaba su pene a través del pantalón, la tenía dormida, pero se notaba que era una buena pija

Se sorprendió, me dijo que no entendia que estaba pasando

-No tenes nada para entender, me gustas, te observo siempre, se que te peleas con tu mujer cada dos por tres y yo se lo que necesitas para sacarte la mala onda con la que vives todos los dias-Mi mano se aferro fuerte a su miembro invitandolo a seguirme el juego

-Entonces sabes que soy casado, esto esta mal, muy mal- Me dijo mientras empezaba a acariciar mis senos.

Entonces nos besamos, un beso delicioso, mi lengua recorrió toda su boca, el metió su mano por debajo de mi blusa y suspirando tocó mi pecho desnudo,abrí el cierre del pantalon y deje salir su verga, una linda pija con huevos muy grandes que hicieron que se me hiciera agua la boca.

-Te puedo chupar la pija? tranqui que acá en este espacio nadie nos ve, yo me he masturbado varias veces aquí

-Jjajajjaja, mira vos, no te conocia entonces, sos terrible, estas segura que nadie puede vernos?

-siiiiiiiiiiiiii

Me arrodille y empece a besarle el glande, le daba pequeñas lamiditas y rodeaba la cabeza de su pene con mi lengua, lentamente fui introduciendo toda su pija en mi boca, cada vez más y más, me encanta sentirla muy profunda en mi garganta y saborear todo el líquido pre seminal que sale, le apreté bien los huevos y un chorro fue directo a mi garganta, la situación me tenia muy mojada.

-PARAAAAAA me vas a hacer gritar con eso que hacess
-Lo hago bien? Te gusta?- Le dije, intentando poner cara de niña inocente, cosa que me sale muy bien
-Me encantaaaaaa- Martín se contenia para no gemir

Segui lamiendo y lamiendo, le dedicaba tiempo a seguir cada vena de su tronco, cada centimetro de esa verga deliciosa, luego chupe su glande compulsivamente, y empece a chupar sus testiculos, su pija sabia increible, y me encantaba tambien como olia, no era un olor muy fuerte, pero olia a hombre, a sexo, me ponen a mil esos olores. Sus huevos eran muy grandes y yo intentaba meterlos en mi boca sin desencajarme la mandibula.

-mmmmm, segui, que bien lo hacessssssss, seguiiii
-te gusta mucho? ahora volteate, dame la espalda
-eh? para qué queres eso?
-dalee Martín, te va a gustar

Me miró un poco receloso, y se volteó dandome la espalda. Ahora veia su culo. Tenia nalgas firmes, se notaba que de vez en cuando hacia ejercicio. Me arrodille y empece a acariciarlo.

-Saca un poco el culo para atras
-qué? qué vas a hacerme?
-obedeceme Martín, dale que tengo muchas ganas

Saco el culito para atras y entonces agarre a besos sus nalgas, luego meti mi lengua en su perineo y empece a lamer toda esa zona, sus gemidos iban en aumento y tuvo que taparse la boca, me encanta tener a un hombre así, a merced de mis deseos. Subi con mi lengua, y le hice un beso negro, lamia todo lo que podia, iba desde sus testiculos hasta su ano, y el se masturbaba freneticamente. También yo me tocaba, no podía más de lo mojada que estaba, sentia que mi clitoris iba a estallar.
Abri su culo con mis manos y se lo chupé con desesperación, Martin gemia muy fuerte.

-Callateee, silencioo que nos pueden descubrir
-Es que no aguanto másss, me encantaaaa

Seguí en mi tarea, y despacio fui introduciendo mi lengua en su culo, de vez en cuando, lo volteaba de nuevo y le chupaba la pija, haciendole garganta profunda. Cuando me di cuenta que no aguantaba más, me levanté, y me puse pegada a su cuerpo, le tape la boca con una de mis manos, y con la otra seguia tocandolo.

-Te gusta mucho Martín? Te gusta lo que te hago?

Asintio con la cabeza.

-Dalee, segui masturbandote

Le apreté los testiculos, y le meti uno de mis dedos en la boca.

-Chupalo, chupalo bien, te gusta ser mi putita?

-mmmm, siiii, mucho

Luego de que me hubiera ensalivado bien mi dedo, volvi a taparle la boca con una de mis manos, mientras con la otra, manoseaba su culo. Mi dedo buscó su agujerito, y se fué introduciendo lentamente. Lo tenía tan caliente, que apenas se resistió. Mientras, le besaba la oreja y le decía obcenidades.

-Así te gusta, no? puta, sos una puta, sos mi puta, y te voy a garchar todos las veces que quiera

Introduje bien mi dedo en su culo, y de repente senti que sus piernas temblaban, estaba eyaculando furiosamente, la leche chorreaba de su pija hasta el suelo, y formaba un charquito de semen.

-Que asqueroso que sos, mira como ensuciastes todo putita

- hija de puta, me violaste

- fué tu culpa, tenes un culito de putita al que no puedo resistirme

Nos besamos furiosamente, luego lo ayudé a vestirse, y limpiamos bien para que nadie se diera cuenta del desastre que hicimos. Pasaron muchas más cosas en ese pequeño rinconcito de libertad entre los armarios de documentación donde no llegan las camaras, pero eso lo dejaremos para otro día.


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Es mi primer relato, espero les guste, besos a todos.