Los masajes de una amiga.

Hace algunos años cuando yo iba a la preparatoria tuve una compañera y amiga que era muy linda. Era una chica con bonita personalidad y siempre me cayó bien. Sin embargo nunca la vi como posible novia, ni siquiera pensaba que podriamos llegar a algo. No sé, simplemente era una buena amiga, de esas que te caen bien pero no despiertan necesariamente un instinto sexual.

Ella me trataba bien y yo a ella. Siempre atenta y curiosa conmigo. Era bajita de estatura y de complexión ligeramente robusta, pero tenia dos pechos grandes y bonitas piernas. Además su color de piel era muy claro, pálido lo que hacia que sus labios no necesitaran lápiz labial y siempre se veian rosáceos, de pelo castaño pero como dije lo mejor era su forma de ser. Siempre alivianada, contenta, graciosa, simpática y de un buen humor.

A veces cuando estabamos juntos en los recesos o en los patios ella se acercaba a mi y me tomaba las manos, o me acariciaba las mejillas inocentemente. Otras veces recuerdo que se acercaba a mi por detrás y me abrazaba, recargándome sus pechos en mi espalda y se quedaba asi por largos ratos.

Después de que terminamos la preparatoria yo descancé un año para hacer trámites a la facultad. Para eso yo tendría unos 19 años y ella también.

Era temporada de fut-bol, estaba en curso el mundial de Alemania. No recuerdo bien el año pues no soy tampoco un nerd de los deportes. Habia un partido de la selección Mexicana contra no sé quien. El caso que mis padres habian salido a visitar a un tío, que estaba enfermo y vivía en otra ciudad a unos 120 km de distancia. Yo por motivos de trabajo no pude ir. Me quedé en casa y al regresar del trabajo me disponia a ver el fut-bol. Al revisar en la alacena no habia nada para botanear. Asi que salí y fuí a la tienda.

A mi regreso de la tienda me econrte a Mary, mi amiga del bachillerato. Nos saludamos y charlamos unos diez minutos, nos pusimos al tanto respecto a nuestros planes y proyectos. Después de esa plática yo le dije a Mary que la dejaba porque iba a ver el fut bol.

-¿Y no me invitas?- me dijo ella, con su tono simpático.

-Eh... pero ¿haces tu la botana?

-¡Claro! yo te ayudo con todo.

-Jejeje

-Esque fuí con Karla, pero no hay nadie en su casa y no quiero irme a mi casa tan pronto. ¿Me dejas quedarme contigo un ratito? -cuando ví que iba en serio no supe a bien que pensar o que decir.

-Pero esque Mary... no hay nadie en mi casa.

-Hay mejor. No pasa nada, ¿o me tienes desconfianza?

-No, no como crees. Esque yo pensaba ver el partido "en pelotas" -haciendo alución a mirar la tele al desnudo- para airearme, tu sabes...

Ella se río y me dijo: -pero eso no es problema, para mi no. ¿Si me dejas?

Al sentir su insistencia me dio pena rechazarla. Y le dije esta bien, pero un ratito. Jajaja

Nos pasamos a la casa. Cerré la puerta, le puse el seguro. Siempre que estaba solo lo hacia. Una costumbre. Pasamos a la sala y ella dejó su bolso en un sillón y fuimos a la cocina. Comencé a preparar todo, ella me ayudaba y platicabamos mientras fuera el televisor hablaba de las estadisticas de ambos equipos. Yo disfrutaba la compañia de Mary, en verdad no me habia dado cuenta del tiempo que habia pasado solo justo hasta ahora que estaba acompañado de una buena amiga, cosas raras del ser humano.

En eso me sorprendió abrazándome por detrás, repegándome los pechos de manera suave, pude sentir su consistencia blanda presionando mi espalda, volteé y ella sólo sonrio. Agarró algo del plato y me dío a probar.

-¿Asi o más sal?

-Mmm esta perfecto.

No sé pero senti que me presionó más, y pude sentir el reborde de su brassiere. Comencé a tener una erección, pero luego empecé a pensar en otras cosas y se me bajó un poco el empalme. Nos fuimos para la sala y apagamos la luz de la cocina, en la sala sólo teniamos encendido el televisor. Yo prendí unas medias luces, para poder ver los platos. Nos sentamos y comenzamos a comer lo preparado. Ella me preguntó sobre mis expectativas del partido, le dije que no estaba muy optimista y que más bien esperaba una derrota digna.

El juego comenzó.

-Oye...

-¿Dime Mary?

-No dijiste que ibas a ver el partido "en pelotas"- Casi me atraganté, nos reimos.

-Pero ya vez... cambio de planes. Le dije yo.

-¿Asi por asi, o porque estoy yo aqui?

-Hay Mary, no me tortures... ya ves como eres.

-Por mi esta bien si quieres quitarte todo - me lo dijo mientras me tocaba el brazo y me sonrio mordisqueándose el labio y levantando las cejas sutilmente. Yo al sentir su tacto comencé a sentir como se me erizaba toda la piel, cada vello de mi cuerpo se tensaba y cobraba factura de mi soledad.

No supe que decirle y me quedé callado.

-Bueno -me dijo para romper ese silencio-, yo decia es tu casa. Tu tienes el derecho de hacer lo que sea. No porque yo este aqui tienes que cambiar de planes. Y se río. Ambos nos reimos.

Ella se sentó junto a mi y me pidió que me recargara en ella. Yo no tuve reparos en hacerle caso. Mientras veiamos el juego ella acariciaba mis brazos como cuando estabamos en el bachillerato, solo que esta vez sus pechos quedaban a la altura de mi nuca. Sentia su presión suave. Luego ella comenzó a acariciarme un poco el abdomen. Era todo en absoluta inocencia. Pero era suave. Comencé a sentir calor. Ella me levantó la camisa y me la sacó. Yo solo la miré hacerlo.

Sonó el teléfono y pegué un salto de susto. El timbrazo me sacó de la ensoñación y me hizo volver de tajo a la realidad. Fui a contestar.

-¿Qué paso?- me pregunto cuando yo regresé.

-Eran mis padres, que se van a tardar. Apenas suben a la carretera. O sea que llegarán como en una hora y veinte mínimo.

-Bueno, aún podemos estar asi hasta que se acabe el partido. Me dijo ella y me hizo un gesto para que me acomodara de nuevo. Yo lo hice.

Ella me comenzó a dar un masaje en forma. El partido se me olvido. Yo sentias sus manos acariciandome los hombros, bajando por los brazos, pasando al pecho y todo mientras sentia sus pechos en mi nuca y espalda.

-Hace tiempo he querido hacer esto. ¿Sabes?- Me dijo.

-¿Masajearme?

-Si, no. Bueno estar asi contigo.

-¿En serio?

-Mjum- me dijo ella. ¿Me dejas hacerte terminar?

Yo que no le entendí muy bien le pregunté: ¿Qué?

Y ella me dijo suave al oido, casi mordiendome la oreja -¿me dejas masturbarte?

A mi me tomo por sorpresa esa manera directa de preguntar. No lo esperaba de ella. Pero no conteste nada, ella bajo sus manos a mi jeans. Apreto donde estaba mi pene erectándose y luego se quito la blusa. Yo no entendí bien lo que paso hasta que ví la blusa caer al suelo, me reincorporé un poco y vi sus tetas -que parecian enormes-, metidas en un brassiere en color blanco y liso. Entonces ella repegó más sus tetas a mi y me acarició de nuevo, desabrochándome el jeans. Metio su mano y me agarro el pene sobre la ropa interior, entre el jeans. Era incómodo pero placentero. Yo voltee un poco y de nuevo vi sus tetas frente a mi.

-¿Te gustan?

-Si.

Ella me agarro la nuca y me empujó a sus tetas metiendome la nariz entre ellas. Olí el suave perfúme de su piel, olí el olor de la tela del brassiere bien limpio y senti la suavidad de sus dos grandes pechos golpeteándome en las mejillas. Como pude agarré uno de sus pechos y lo apreté un poco. Como si eligiera fruta y probara su madurez: senti su blandura.

Ella llevó una mano atrás y lo desabrochó. Yo le ayude a quitarselos.

Tenia unos pechos grandes,bonitos, apetecibles. Con la aureola bien estrellada, grande y el pesón duro y rosáceo al centro. Lo lamí. Ella gimío, suave y rico como si soltara el aire contenido hace mucho tiempo.

-Quitáte el pantalón y los zapatos... me pidió y yo me puse de pie y lo hice. Quedé solo en truza frente a ella, con el pene ya bien erecto. Ella con una mano agarro la truza y me jaló hacia ella. Di el paso. Se metió el pene -aun en la truza- en su boca, movio los labios, lamió y chupo. Todo a la vez. Sentí una marejada de sensaciones. Y veia sus pechos balanceándose, ella solo me miro desde abajo. Volvió a lamerme y chuparme, sentí un estertor violento y eyaculé dentro de la truza, la presión fue enorme y sentí un calor abrazador en todo mi glande. Ella gimió de sorpresa y se retiró casi de inmediato. No lo esperaba, era como si no comprendiera lo que habia pasado. Pensé que le habia dado asco Pero luego volvio a lamerme y chuparme.

-Perdón Mary... pero esque.

Se retiró y un hilillo de semen colgaba desde la truza con mi pene duro dentro, hasta sus labios. Luego el hilillo se desprendió y quedo colgando de sus labios. Ella lo limpió con sus manos.

-Perdón Mary...

-Esta bien, esta bien. Me dijo mirándome mientras se limpiaba, pensé que alli se habria terminado todo, me sentí estúpidamente precoz. Ella se puso de pie. Yo me retiré un poco.

-Ni siquiera te alcancé a ver el pene. Me dijo riéndose.

-Perdón...

-¿Cuánto falta para que lleguen tus papás?

Vi el reloj y le dije que como una hora. Pensé que iba a juntar su ropa. Pero se sentó y me jaló de nuevo a ella. Me bajó la truza lentamente, mi pene aún duro resorteó y salpicó un poco de semen que colgaba.

-Este todavia es para mí.Me dijo y lamío ese hilillo, remojándo todo mi glande, que por cierto todavia estaba dentro del prepucio -no estoy circuncidado-, lamio todo el semen y me miró. Se puso de píe. Y me pidió usar el baño. Yo le indiqué donde estaba.

Ella se fue, la vi como caminaba con los pechos balanceandose. Pero aún traia el jean puesto, vi como movia el culo. Me entristecí al pensar que habia sido precoz y no habia siquiera visto toda su desnudez. Mientras pensaba en eso jugué con su bassiere que estaba tirado en el piso. Lo olfateé.

-¿Te gusta como huele? Me dijo y la vi entre las sombras, ahora sin el jean. Llevaba solo una braga, también blanca y se acercó a mi. Dejó sus zapatos y el jean en el sillón y se acerco a mi. Me miró y sonrio. ¿Podemos seguir jugando?

-Si.

Ella se sento y me dijo:

-Juega. Mientras abria sus piernas. Comprendí que habria un segundo tiempo. El partido estaba empezando justo en el segundo tiempo, tantie que tendria esos 45 minutos para jugar con seguridad sin que llegaran mis padres y nos cacharan.

Le acaricié los pechos.

-Lamelos, me dijo.

Los lamí, senti su pesón erecto. Lo puse entre mis labios y con la lengua jugueteé.

-Mmm siii.

Toque su entrepierna. Sentí su carnosidad, sus labios húmedos y sensuales. Sentí que me esperaban. Baje entre sus pechos dandole mordisquitos. Ella se río. Lamí su ombligo que era una profunda depresión. Ella gimío. Después bajé y chupe su conchita sobre la braga. Sentí su olor y su sabor a limpio. Le di dos o tres mordiscos y ella pronto se reclinó para bajarselas. Se bajó las bragas y se las sacó. Yo vi su concha hermosa, con apenas un hilillo de vello púbico finamente recortado.

-Estas hermosa Mary...

-Mmm sigue.

La chupe otra vez y sentí su humedad, su carnosidad entre mis labios. Senti como movia su pelvis, empezó a moverla de manera descontrolada, me costaba trabajo lamerla y chuparla. Puso mi mano en su monte de venus y la presioné para que se calmara, con la otra mano abri bien sus labios y chupe suavecito su clitoris, ella gimío. Luego lo movi con la lengua arriba y abajo y de un lado al otro repetidas veces. Ella se movia y se movia.

-OOoohhhh siiiii. Sigueeee.

-Sigo?

-Siii ya me corro... me voy, ooooh- se retorció y senti un líquido suavemente manar de ella.

-¿La tienes dura?

-Si, le dije. En verdad estaba muy duro, como nunca. Y el glande aún estaba metido en el prepucio eso aumentaba la sensación de escosor.

-Metemela.

-¿En serio? Le pregunte.

-Si... yaaa metela.

-¿Quieres sentirla adentro? Le dije mientras le palmeaba suavecito la vulva.

-Siii dale, andale.

Me puse de pie y le abri las piernas las agarre ambas piernas y le puse mi pene al borde, le di dos o tres jaladas y pensé recorrer todo el escroto pero luego pensé que seria mejor sentir como se recorria al entrar en ella.

La puse al borde de su vagina y poco a poco la metí, senti como me apretaba y se recorria mi pepucio hacia abajo. Ella gemía suave, sentí su vagina pulsar estaba apretando y aflojando poco a poquito.

-¿Te gusta Mary?

-Mmmm siiii que rico. La tienes rica....

Apenas le habia metido la mitad cuando me dijo

-Metela toda, hasta adentro... vaaaa

Se la empujé poco a poco y sentí que golpee algo, ella gimió y apretaba su vagina y aflojaba.

-Uuuufs le dije yo

-¿Te gusta?

-Siii mija´ es riquisimo.

-¿Te gusta como te aprieto?

-Sii

Luego ella se empezó a mover y poco a poco entramos en una pasión desbocada.

Lo hicimos un ratito -yo aguante gracias a que ya habia eyaculado antes- luego ella grito y me comenzó a apretar la vagina, duro y más duro. Yo sentí que me venía y me sali...

Le salpiqué la pelvis y el abdomen un hilillo llegó hasta sus pechos.

Nos reimos...

-Guao, que rico. Me dijo ella.

-¿Te gustó?

-Si.

Me pidió el baño para limpiarse y yo comencé a vestirme. Ella salio del baño y se empezó a vestir. Se puso el jeans se puso el brassiere y luego la blusa.

-Las bragas te las dejo... te las regalo.

-Mmm gracias.

Mis padres no tardaban en llegar.

-Otro dia que estes solo. ¿Me llamas?

-Si, pronto van a volver a ir con mi tio. Esta muy enfermo.

-Ok. Avisame con tiempo para preparar unas cosas.

-Si.

Salió y se fué. Yo me quedé pensando en que carajos seria lo que querria preparar, pero esperaba ansioso a que volvieran a visitar a mi tío.

J.R. 2016