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antes era una esposa fiel, pero ?

ESPERAMOS PUNTOS Y COMENTARIOS



Era una esposa fiel. Mi marido me brindaba todo cuanto podía desear a excepción de buen y abundante sexo. En ese punto me fallaba. A veces pasaba mucho tiempo sin atenderme y eso me llevaba a la masturbación para poder bajar mis calores.

Ezequiel es un compañero de trabajo. Durante mucho tiempo me hizo el entre y entré. Me traía una flor en el día de la mujer, o en el del amigo, o en el día de la secretaria… Sus atenciones para conmigo, su delicadeza, su forma de ser y expresarse me fueron cautivando… Pero eso no le servía para conquistarme. Tampoco lo intentaba. Jamás una palabra de más o haciendo referencia alguna a una posible relación. Un día… Fuimos todos los del trabajo al cumpleaños de una amiga. Lo hacíamos en un bar-Pool.

-¿Jugamos una partida de pool? – preguntó uno de los muchachos…

– ¡¡Eso!! Hagamos un torneo por parejas… – acotó otro

– Yo no se jugar… – argüí tímidamente…

-¡¡No se preocupe… le enseño!! – acotó rápidamente Ezequiel

– Listo entonces… -dijeron los demás del grupo y se formaron 15 parejas

Así empezó todo… Tronca tronca, a la hora de usar el taco no entendía las instrucciones que con mucha paciencia me daba teóricamente mi compañero… Eso llevó a que la teoría se transformara en práctica…

Mientras no nos tocaba el turno Ezequiel alquilo otra mesa lejana y apartada de todos y ahí en solitario se dispuso a enseñarme…

Los primeros intentos fallidos llevaron a que el muchacho se colocara detrás de mí y tomara mis manos con sus manos en tanto su pecho se apoyaba en mi espalda y su rostro se colocaba al lado del mío.

– El taco debe ser tomado con suavidad… con las puntas de los dedos… así…

Trataba de explicarme como apuntar y donde darle a la bola, cuando sin intención su bajo vientre entró en contacto con mi trasero.

Al sentirlo perdí la concentración… E instintivamente fui echando mi cuerpo hacia delante obligando al muchacho a “apoyar” aún más su bajo vientre contra mi cola… Me gustaba sentir esa “presencia” apoyada sobre mí… Su respiración en mi oído comenzó a hacerse agitada…ergo… el no era de madera y al sentir mi culo apretado contra su falo no pudo evitar la erección, y yo no pude evitar sentir la erección…

Al sentir que el bulto se agrandaba cerré las rodillas y al hacerlo le permití la entrada a mi raya y el apoyo a mi vagina de su pedazote…

El comenzó a respirar más agitadamente. Y yo me mojé toda. El trataba de hilvanar dos frases seguidas y yo no le prestaba la menor atención a lo que decía… Mi mente estaba bloqueada. Tanto fue el cántaro a la fuente… Cuando ya no pudo más Ezequiel busco la forma de hacerme sentir su verga bien entre los labios de concha… Cuando lo logro no pude contener un gemido, un temblor y un empujoncito hacia atrás para terminar de acomodarla… Había perdido la cordura. Y el había encontrado el momento y el lugar.

– Vení… – me dijo bajito al oído y tomándome del brazo me llevo a una puertita del fondo del local… por un pasillito desembocamos en los baños y me metió en el de damas entrando el conmigo. Sin mediar palabra alguna Me hizo apoyar las manos contra la pared. En segundos mi tanga estaba en el suelo, mi vestido sobre mis hombros, su pantalón y su slip haciéndole compañía a mi tanga y su verga haciendo esfuerzos por entrar en mi concha empapada… Ante la embestida me di cuenta que lo que me iba a comer no era nada chiquito… pero estaba ansiosa por sentirlo dentro de mi. Los labios se abrieron a full y aún así le costó trabajo mandar la cabeza adentro. Cuando entró se me aflojaron las piernas…

– Espe… ra, me… está… abriendo… toda… es… muy… gruesa… -dije entrecortada

– Y larga… -jadeo el en mi oído dando un violento empujón que me enterró más de la mitad…

– uuuyyy… se… fue… para… adentro… uuuyyy – repetí ante un nuevo empujón…

La verga me taladro la concha partiéndome al medio… mis piernas se negaron a sostenerme. Eso hizo que reculara cayendo hacia atrás. El apoyó su espalda en la puerta del bañito y aguanto mi caída enterrándome toda la verga en la argolla. Un gemido escapo de mi garganta.

A partir de ese momento me destrozó. Para cuando terminó y llenó mi concha con su leche yo ya estaba fundida… entregada.

– ¡¡que cogida me estas dando!! Exclame asombrada…

– Vení, dame ese culito hermoso que tenes…

– No… El culito no… no… no… no… sigas… – trataba de oponer resistencia a la penetración de sus dedos en mi culo sin lograrlo…

Primero uno y luego dos dedos con abundante lubricación se habían enterrado en mi culo y me masajeaban por dentro provocando una inmensas y extrañas ondas de placer… hasta entonces desconocidas. La caricia, acompañada de besos y chupones o mordiscones me llevaron al sumun de la calentura y no me pude resistir más. Casi gritando le dije…

– Si… esta… bien… ¡¡carajo!! ¡¡¡Rompeme el culo de una vez!!! ¡¡¡no me aguanto más!!! Necesito sentir tu pija en mi ortooo…

Y era cierto. Necesitaba sentirme profundamente penetrada.

El me acomodo la cabeza en la puerta y de un empellón me enterró el glande abriéndome el culo…

– Aaahhh… Me… lo… rompis… teee

No pude decir más. Tuve que apretar los dientes y cerrar fuerte los ojos porque los empujones siguientes me la mandaron hasta el fondo sin darme tiempo a nada… Me destrozo el culo y me quito las pocas fuerzas de oposición que me quedaban… Hecha un trapo me deje coger a su antojo. Y el cretino me regarcho…

Perdí contacto con la realidad… solo gozaba… gozaba y gozaba… y me deje llevar y me deje hacer… El me dio vuelta y me hizo sentar en el inodoro. Su verga un tanto forzada entro a mi boca. La mame… mame…mame…Extasiada. Con los ojos cerrados espere su explosión y cuando su leche inundo mi boca y garganta trague y saboree…

Paso un rato. Durante el cual nos repusimos del momento vivido… Y tras arreglar nuestra presencia salimos nuevamente al salón. El resto de la gente seguía en el juego y ni cuenta se habían dado de nuestra ausencia. El me tomo por el brazo y me llevo hasta la salida. Una vez en la calle fuimos a su coche y en el mismo hasta el primer albergue que encontró. Me pego otra cogida impresionante. Maravillada y dolorida, tenía el culo y la concha destruidos de tanta carne toda junta, me dejo en la puerta de mi casa a la seis de la mañana.

2da. Parte

Veinte días después de ocurrido lo del pool el muchacho no hizo mención alguna a lo ocurrido. Tampoco volvió a invitarme a salir. Yo estaba desesperada. Caliente. Y el nada.

– ¿No pensas invitarme a salir? – le pregunté cuando ya no me pude aguantar…

– No te decía de hacerlo para que no me mal interpretarás… Tal vez lo ocurrido no te gusto… – comento como respuesta…

– ¿Qué no me gusto? ¿La cogida que me pegaste? Mira. – le dije tomándole la mano e introduciéndola por debajo de mi falda y mi tanga la puse en mi mojada concha…

– Hummm… que rica… – dijo el en un murmullo y me enterró dos dedos en la vulva iniciando un mete y saca rápido…

– Ohhh… no… sigas… no… no… si… si… me voooyyy… – Sus dedos magistralmente usados me hicieron acabar… estaba descontrolada. El paso su otra mano por mi cintura y levantando mi falda desde atrás me enterró dos dedos en el culo. Me desmorone en sus brazos. Tan solo con sus dedos me llevo a gozar sin freno en varias oportunidades. Cuando me vio desfalleciente me dejo y sonriéndome salio de la oficina.

Una semana después se repitió. Y volvió a ocurrir quince días más tarde. Yo reclamaba su atención y el me masturbaba haciéndome gozar como una perra alzada. Tan solo de verlo me mojaba toda.

– ¿Querés venir a mi departamento esta noche? – me preguntó

– Siii, por supuesto.

– Vienen unas amigas y amigos…

– Pero… ¿vas a tener tiempo para mí?

– Si, por supuesto…

– Entonces voy…

Y fui.

Tras la “picada” organizada como cena, con abundante cerveza, todos estaban desenfrenados. Eze me tomó de la mano y me condujo hasta el dormitorio donde tras una serie de caricias besos y abrazos me penetro profundamente… Hacia tanto tiempo que no me penetraba que fue sentirlo entrar y acabar… dos bombazos… y nuevo orgasmo…

Lo miraba incrédula, extasiada…

– ¡Acariciatela conchita! me dijo tiernamente…

– Si mi ángel… – mis dedos fueron en busca de mi clítoris y comencé a masturbarme mientras el me miraba… Me provoque tres orgasmos más… Estaba fundida. Me pesaban las piernas y los brazos. Se me cerraban los ojos del cansancio. Fue entonces cuando a la habitación entró una pelirroja de enormes pechos, ampulosas caderas, y una concha por demás de grandota… Se subió a la cama se puso a horcadas sobre mi cara y me dijo…

– ¡Chupame la concha, mamita! iba a negarme cuando la voz de Eze me paralizo…

– Buena idea Cleo… hacelo mi amor… – Lo mire largamente… El me mostró su verga al palo y me dio a entender que mientras yo le chupaba la concha a la gorda el me enterraría su pija… Deseosa de su miembro me prendí de la concha de la gorda. Diez minutos después estaba totalmente entregada… Sin poder ver por tener a la gorda encima mío no se cuantos me pasaron por sus vergas. Se que fueron muchos.

Me desperté al mediodía siguiente. El sabor a sexo de mujer y hombre en mi boca me hizo recordar lo ocurrido. Tenía esperma por donde buscara. En las tetas, la concha y el culo. Sobre todo el culo despedía aún pingajos de leche de hombre. Me dirigí al baño. Me duché. Me vestí. Salí rumbo a mi casa… No tenía fuerzas para ir a trabajar. Di parte de enferma. Cuando volví a la oficina dos días después Ezequiel se acerco hasta mi escritorio y tras saludarme me dijo…

– Esta noche te voy a presentar un tipo que viene de EEUU quiero que te acuestes con el y le hagas toda una linda fiestita…

– ¿Vos estás loco?

– No… Para nada… – y arrojo un sobre en mi escritorio – A las nueve te espero abajo en mi coche para llevarte hasta el hotel donde esta alojado…

– ¿Qué? – No entendía que estaba pasando.

El salió de mi oficina. Tome el sobre y el mundo se me vino encima… Un montón enorme de fotografías mías teniendo sexo con distintos hombres y mujeres eran su tema… Mi cara se veía a la perfección mientras “chupaba” pijas o conchas… A partir de ese instante supe que me tenía en su poder…

A partir de ese momento deje de ser su amante para ser su esclava… Y deje ser la “esposa fiel” para ser una vulgar “puta fina” cuyo “gigoló” la vive. Hoy tengo sexo cada vez que el lo dispone con distintos personajes… ¿Habrá muchas con mi misma suerte?

12 comentarios - antes era una esposa fiel, pero ?

nazaynacho +1
Excelente relato putitaa divina 😘😘😘😘 !!!
kramalo +1
muy bueno...!! te olvidaste de tu marido..? o pasó a ser el ex..? sigue..?
josemanuel602003
Un sorete hijo de puta,una cosa es.cogerte y enfiestarte otra muy distinta y baja es cafishearte,mandalo a la concha de.su madre y avisame yo te hago el aguante
mdqpablo +1
muy buen relato , fantasia o realidad nos gustó , vasn pts
exiliado39 +1
tremendo nena tremendo y caliente +2
neuquelino +1
que lindo en el baño del pool...
mirandopaso +1
que trolaza!!! cuanto goce , exelente