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Descubrí que mi hija es actriz porno!

Les traigo un nuevo relato de mi autoría. Los personajes son ficticios y las fotos a modo de ejemplo o estimulo visual.

Descubrí que mi hija es actriz porno!

Las cosas con Nerea no estaban nada bien. Como le pasaba a muchos padres, en un momento entre la niñez y la adultez, perdía el rumbo de sus crianzas, las riendas de sus hijos y no tenían ni idea de sus sueños, ambiciones, logros, proyectos… ese día, ante él, su propia hija era una desconocida.

- Hola Neri…- Así le decía de chica, antes de que se mudara a vivir sola. Todo había sido gracias a él, Ivan era un hombre acaudalado, había echo una fortuna de joven y vivía de sus logros
personales. A su hija, siempre le había dado todo, el departamento fue su último obsequio.

- No me digas así, parece un apodo de jugador de fútbol.- Ella hablaba solo inglés, no era bilingüe como su padre. Tenía el pelo rubio enrulado, precioso, aunque su color original era el castaño. Siempre estuvo en desacuerdo con su cambio, sus cejas seguían castañas, y tenía pecas. Su rosto era un hermoso revoltijo de colores en el que resaltaba el rosado de su boca.

Contextualizando, Ivan tenía cuarenta, nació en Argentina, y tras recibirse de letras sin lujos ni beneficios, tuvo la infinita suerte de pegar en los mercados con novelas de fantasía juveniles. Su saga fantástica, a los seis años de nacer, fue vista por extranjeros con buenos ojos, se tradujo, y se volvió un éxito de ventas en Europa y Norteamérica.

Su segundo golpe de suerte fue cuando una empresa fílmica de renombre le compro por varios millones de dólares los derechos para adaptar sus dos novelas al cine, y él hasta se dio el lujo de dirigir la última parte, mientras seguía escribiendo y ganando dinero gracias a sus escritos.

Ahora vivían ambos en Jacksonville, Florida, en departamentos pequeños de la avenida Bond, de cara al canal Terminal, accesibles, viviendo de los réditos de la película, firmas de autógrafos, derechos de merchandising y sus últimas publicaciones más intrascendentes, solo ganaba dinero cuando publicaba o hacía algo referido a su obra cumbre o la adaptación fílmica.

Con ese contexto era difícil entender porqué ella se mostraba austera con el hombre que le dio todo, sin embargo, cada mes, necesitaban la clásica reunión por compromiso para saber si el otro seguía con vida.

- Estas bastante pálida Nerea ¿Seguís sin comer carne?

- ¿Qué tiene que ver una cosa con la otra?- Como siempre, hacía oído sordos a sus viejas enseñanzas, como “una pregunta no se contesta con otra pregunta” Y estaba a la defensiva como una gladiadora, armada con un horrible piercing en la lengua, que por supuesto, se puso ignorando su rechazo.

- No te me enojes ¿Está rico el café? El otro día leí que hace bien a los músculos. Será cierto hasta que descubra lo contrario, los científicos siempre se contradicen.

- Deja de leer boludeces, vos deberías tomar whisky y comer basura, si total vivís como rey. Al pedo te entrenas tanto y cuidas, si ni novia tenés.

- Vos sabes hija que no vivo como la gente cree. Mi departamento es un poco más grande que el tuyo, nada más. Si derrochara ya me hubiera fundido.

- Mira si te vas a fundir.- Tomando un trago de su tazón de Starbucks- Esos nerds virgos de las convenciones te compran cualquier cosa, con que vayas y les pidas vivís de arriba.

- Nerea, esos virgos, como les decís, son los que mantuvieron tu estilo de vida y el mío. Más respeto, son fans.

- Sí, ya sé… bla bla bla… Igual deberías al menos buscarte una mujer, esto es Florida, debes de ser el único extranjero acá que no la…ya sabés- Terminándose su café y mirando con cariño la puerta de salida. La muy forra ya se quería ir.

- Nerea, basta. Ya sabes que no soy como el resto. Esas parásitos chupasangre… me alaban, me quieren nomás por mi plata- Esa charla la había tenido montones de veces. - ¿Podemos hablar de otra cosa? ¿Seguís haciendo publicidades?

- Si pa, sigo con eso, por eso estoy tan arreglada.- Levantando con sus manos sus pechos esféricos perfectos- No sabes lo que vende esto.

- Si sabré de eso, fíjate en la primer película de mi novela, se buscaron a una actriz pechugona con tal de vender, aunque en el libro…

- … ella es plana como una tabla, sí, ya me lo contaste. No querías fomentar ese estereotipo y querías que tu personaje sea bella con otras características notorias, los ojos negros profundos contrastando con la blancura de su piel...- Y por primera vez en la mañana, se miraron y sus ojos se conectaron, marrones los de él, miel los de ella.

- Que lindo saber que alguna vez en la vida me prestaste atención. No sé qué cosa tan mala hice para que me odies, pero yo siempre te voy a dar lo que me pidas.

Ella se enterneció, el corazón en desuso que tenía de niña volvió a latir por unos segundos.

- Papa, yo te quiero también, somos distintos pero te quiero. No hiciste nada malo, son cosas que pasan.- Tocándole la mano, y despegándola al instante, como si fuera obsceno.- Conseguite una novia pa. Nos vemos.

- Espera hijita…

Nerea tomó su bolso y se marcho meneando esas caderas que cada masculino admiró. Ivan se sintió muy mal por no pode decirle lo que quería en aquella reunión. El otro mes sería.

- No. Se lo digo hoy, o nunca.- Así era Ivan, cuando se decidía a hace algo, quizás no lo hacía bien, pero lo hacía.

Hace un año, antes de que la relación padre e hija se derrumbara por completo, sus amigos desde skype le hablaron con ánimos muy bajos y un clima de velorio. Tenían un secreto que revelarle, perturbador, insoportable. Sus tres amigos, Claudio, Guillermo y Leandro se complotaron y afrontaron la difícil tarea de decirle a su amigo exiliado, que su hija era actriz porno.

Le enviaron una prueba irrefutable: una captura de pantalla de su hija Nerea en un sillón, aún vestida pero en un contexto pornográfico. No supo las causas, nunca se animó a confrontarlo con ella, pero siempre se culpo. Y también le enviaron su pésame.

Jamás verificó otro material ni se animó a indagar, confiaba en ellos, y por el aspecto de Nerea debía ser cierto. Lo peor es que fue como un tren embistiéndolo en una vereda, algo que nadie nunca en su sano juicio vería venir. Su primera sospecha, era que se debía a que ella era adoptada.

Así fue, tras vivir acomodadamente, soltero irrefutable, se decido a dejar su legado y enseñanza a alguien, y por ello inicio los trámites de adopción generando un vendaval mediático que presiono al gobierno para favorecerlo. La adoptó cuando ella tenía tres años, y no podía ser más distinta de lo que era su versión actual de veinte años. Era inteligente, agradecida, tierna, la hija que cualquiera desearía tener, y manejó la fama muy bien al igual que él, sin caer en excesos ni descontrol, al menos… hasta ahora.

Encerrado y solo, marcó el número de su teléfono para dejarle un mensaje de voz.

- Mira, Nerea, hija, me entere de todo, sé tú secreto… Hoy quise decirte que te cuides mucho de las enfermedades, pero no me animé, perdóname por ser tan mal padre.

Al final colgó, no podía más, se sentía devastado por la verdad. Al fin lo afrontaba, pero no sabía cómo continuaría todo eso, y lo único que quería, es que este feliz y sana, y por algún motivo o capricho, no lo era.

Después de la tristeza, en la tarde lo asoló la ira. Lo tenía todo, era privilegiado, había cumplido todos su sueños, y sin embargo, no podía hacer feliz a su hija, y para desquitarse, se vistió con ropa deportiva y comenzó a entrenar al sonido de la música pesada. Trasformar toda esa frustración en fuerza lo veía constructivo y el agotamiento físico lo relajaba en el final.

- Solo quise que tenga todo…- Y levantó la mancuerna con su brazo derecho.

- Solo quise que se formara y cumpliera sus sueños…- Siguiendo con el brazo izquierdo.

- ¿Qué ocurrirá cuando los medios se enteren? – Escorzando el brazo otra vez.

- Todos me echaran la culpa a mí, mi familia me repudiará.- Y de nuevo, con cada flexión de su músculo se sentía mejor. Siguió así por unas horas, hasta quedar agotado.

Repitió el proceso tantas veces que la mente se le agotó. Se preparó un licuado de banana y otras frutas y lo tomó mientras admiraba su portada de la revista Time encuadrada, en la que él estaba.

- Soy un triunfador, no tengo porqué preocuparme por nada… tengo que relajarme. – Pasó la mano por el marco del cuadro, quizás se había vuelto egocéntrico, sin embargo, eran cosas que pasaban cuando los medios te denominaban “El reinventor del género fantástico”

Volvió a marcar el número de su hija, y le dejó un nuevo mensaje.

- Mira, quizás soné enojado, no lo estoy. Lo que sea lo que elijas, mientras te haga feliz, yo te voy a apoyar. Solamente te pido que por favor, no se haga público, pensa en el infierno de los paparazzi ¿Si? Papa te quiere, papa te ama.

Ya más aliviado, y con hambre, se vistió adecuadamente con un chaleco gris sobre una camisa arremangada y salió al restaurant habitual de estilo italiano que quedaba a pocas calles, donde la comida se asemejaba a la comida argentina. En el camino, pasó algo que hacía tiempo no ocurría: Dos fans femeninas lo interceptaron y le pidieron autógrafos.

- ¡No lo puedo creer! ¡Te encontramos!- Ambas sacaron un libro edición especial y le pidieron que se lo firmara.

- Sabíamos que te encontraríamos, te buscamos por todos lados, pero acá estabas en Jacksonville. Se decía que vivías en Las Vegas.

- Las vegas no es para mí, no me gusta tirar la plata, solo ganar.

Eran mujeres jóvenes y atractivas, morocha una y castaña la otra, de vacaciones, se notaba por el bronceado y la ropa que eran ricachonas también. Y que lo miraban con lujuria, sus ojos claros lo degustaban como siempre que una fan conoce a su ídolo.

- Por supuesto, me alegro que les hay gustado, ya está por salir mi edición financiada con cuentos referidos a la trilogía ¿Lo sabían? Lo escribe autores latinoamericanos aficionados, es la primera vez que fanfics son publicadas dentro de un canon.

- ¡Obvio!- Exclamó la castaña.- Lo sabemos.

- ¿Gustado nomás? Nos encantó. Poné, con cariño para Cindy, y Laureen. - El hombre obediente les hizo la cariños dedicatoria con algunos corazones, su firma, y se dispuso a entrar, pero Laureen la de pelo oscuro lo detuvo.

- ¿Comes entras solo? ¿Son ciertos los rumores?

- Se han dicho tantos rumores, no sé de cuales podrás referirte.- La chica se le acercó y le susurró con malicia.

- Se dice que sos más virgen que el papa.

Ivan las miró ofendido, y les respondió una de sus frases características. “Mi vida íntima me pertenece solo a mi” Y aunque quisieron seguirlo y entrar con él, les pidió que se marcharan y así lo hicieron. Cindy le recriminó a su amiga el hecho de haberlo asustado, y no era cierto, no estaba asustado, sino molesto. Esos rumores le dolían porque eran ciertos, y nadie respetaba a los castos.

No solo nunca había tenido relaciones, sino que era muy resentido. ¿Si ninguna estuvo con él cuando era un don nadie, porque debía complacerlas ahora que tenía fama y dinero? Muchísimas lo habían intentado, pero él no se dejo llevar por la tentación, como un caballero templario, se contuvo de caer en la carne pecaminosa que quería engañarlo y hundirlo e l miseria a base de promesas de amor y engaños. Él no le dio ni dos centímetros de tela a las revistas del corazón que tanto detestaba.

Comió tarta de verduras y un helado de chocolate de postre, perturbado por la interrupción de aquellas fans, terminó antes de lo previsto, pagó con propina incluida, se despidió de la moza que lo conocía de hace tiempo, y se marchó.

Parecía una noche normal, quizás alguna charla en skype con parientes o amigos, y luego otra práctica onanista antes de dormir. Una lluvia suave y monótona repiqueteaba contra los cristales como llevándolo a dormir, invitándolo al sueño. Se sirvió refresco dietético mientras admiraba la ciudad desde la oscuridad de su departamento, viendo la lluvia caer, sintiendo unos brazos envolverlo…

Un cuerpo con una fragancia muy conocida lo envolvió, sus brazos se frotaron por su pecho, sintió unos senos portentosos contra su espalda, una cabeza apoyarse.

- No fue tu culpa. No tenes la culpa, deja de culparte por favor… yo solo quería sentir cosas.

- No es por victimizarme, pero yo se que nunca te hablé de esos temas importantes, no los traté con naturalidad y cuando más me necesitaste en tu adolescencia, nunca entendí que el dinero no lo es todo y te descuide.

- No me descuidaste, todo es mi culpa, soy una desagradecida.- Nerea se puso frente a él, en la oscuridad del departamento, con la lluvia de fondo abrazándolo.- Sos demasiado bueno, y tu figura siempre me absorbió, sos famoso, rico, te debo todo, encima re lindo…

- No pensé que eso te pondría presión, siempre te di a elegir todo, no tenías que superar expectativas, solo ser feliz.

- Es que nunca quise desilusionarte, pero me sentí una fracasada siempre, a tu sombra, siempre siendo la “hija dé” y supe que nunca podría lucirme en nada.

- Bueno, bueno, vamos a relajarnos, veni…- Ivan la llevó al futón, encendió las luces, cerró las cortinas y le preparó un licuado delicioso. Lo preparó con mucho amor como en los viejos tiempos, poniéndole una capa de crema sobre la fruta, lluvia de chocolate rayado y una fresa de remate.
Notó que estaba vestida bastante desentonada para la ocasión, quizás debía trabajar luego. Tenía una calza ajustadísima, azul, una remera de gimnasia bajo una musculosa holgada. No quiso seguir mirando porque ella también lo miraba sin quitarle los ojos. Muy extraño.

- Te propongo un pacto de paz, empezar de nuevo, olvidar todos los problemas, las falencias de cada uno, hacer de cuenta de que nacimos hoy…- Entregándole el vaso.- Me llamó Ivan, soy tu padre, escritor, director, padre fracasado ¿Empezamos de nuevo?

- Siempre amé tus licuados. – Sorbiéndolo con ahincó. – Te lo acepto, miremos la tele… papa.

El hombre subió la calefacción, se sacó el chaleco quedando en camisa y puso la aburrida televisión norteamericana. Pero ella tenía una idea mejor.

-Escuché todos tus mensajes, y quiero que sepas que me cuido mucho. Pero si vamos a empezar de nuevo, me tenes que conocer, y preguntar sobre mi trabajo.- Recomendó con la boca encremada.

- Entiendo, entiendo, tiene lógica, decime, después de tanto tiempo sin vernos, hija ¿De qué trabajas?

- Bueno, encontré un trabajo excitante, lleno de aventuras, bien pago y que no me consume mucho tiempo. Soy actriz porno.

El hombre quiso tomar el tema con madurez, pero casi escupió su gaseosa.

- ¿Desde hace cuanto? ¿Qué compañía te contrató?

- Vos sabes que desde hace bastante ¿Nunca me viste?- Eso lo hizo escupirla definitivamente, y la chica lo limpió con su remera holgada mientras reía, al menos reía, no la había visto reírse en años- No te asustes, solo pregunto, de alguna forma te enteraste.

- Solo me contaron y vi una sola imagen, ponete en mi lugar Neri ¿Cómo te voy a ver? Sos mi hija.

- Ya lo sé, igual, técnicamente… soy adoptada. Yo hubiera visto un poquito.

- No, para mí sos mi hija. No te olvides, si no te doy una patada en el culo ahora que sé de lo que trabajas, nunca te voy a rechazar.- El hombre la abrazó, y sin querer, derramó un poco del licuado de su hija sobre su camisa, sintiendo el contacto helado sobre su piel y estremeciéndose.

- La puta madre, está frío.- Entonces, Ivan hizo algo sin pensar, buscó un repasador y se sacó la camisa quedando con el torso desnudo, con tan solo sus colgantes entre los ojos de su hija y su piel. Se sentó mientras limpiaba la fruta de su pecho, sin darle importancia.- ¿Qué dan en la tele?

-Yo pensaba que la televisión argentina era mala, cuando llegué acá, te juro que cualquier cosa parece una película de Almodóvar, puras mierdas pasan.

Él no lo sabía, pero su hija no dejaba de mirar su torso. Lo miraba como nunca lo había hecho, y sin previo aviso, una mano descontrolada se posó sobre su espalda.

- ¿Qué haces amor?- Dijo al sentir sus manos frotando su espalda y pecho.

- Déjame hacerte un masaje, te noto tenso, con los músculos doloridos.- y la chica se puso en su espalda, bien pegada a él, y le masajeó los trapecios, hombros, y cuello, haciéndole ver las estrellas al apretarle los músculos más adoloridos.

- Como no nos conocemos, te cuento que entreno a diario, pero hoy me pasé, me duele todo y es que estoy en caliente, mañana lo voy a sentir.

- No te veo en cuero desde que fuimos a Miami hace siete años, y estabas blandito, me sorprende lo nudoso que estás…- Las manos de su hija viajaron de su cuello hasta el nacimiento de su trasero, frotando sus omóplatos y pulsando los músculos que había allí.- Tenes todo firme, estás mejor que los viejos con los que trabajo…

Era extraño oír esas palabras, y saber que su cerebro estaba al 100% concentrado en su sentido del tacto, no sabía lo que sus ojo veían en la televisión, el contacto ardiente de esa manos se robaba toda su atención, y por algún motivo, quizás curiosidad, o quizás búsqueda de placer, le siguió el juego.

- Me da un poco de cosa saber eso nena… - Sintiendo los dedos hundirse, dejando marca en él…- Masajéame el pecho un poco, me duelen bastante.

Increíblemente, ella lo puso boca arriba en el futón, mirando el cielo raso.

- Déjame buscar unas cosas, te voy a dar un masaje descontracturante. Así relajamos esos músculos.

La vio agacharse y poner un pendrive con música en el smart tv. Se sintió sucio al notar lo apretadita que le quedaba esa calza, marcándole cada centímetro de su sexo. La música que puso era relajante, algo entre lo asiático y el soundtrack de una película condicionada.

- Sé que no es tu estilo, pero en un rato vas sentir que te relaja.- Y le puso un visor oscuro, de tela, para que no viera.- Esto te va a ayudar porque así no me ves y trabajo tranquila.

- ¿Haces esto en tu trabajo?- Preguntó de golpe, invadido por una curiosidad insoportable.

- Bueno, sí. Pero con aceite, yo no voy a hacer eso, solo te voy a hacer sentir bien. Igual no
pienses, no veas, déjame todo a mi…

Lo siguiente que sintió fue el peso de su hija sobre su entrepierna, se sentó delicadamente, frotándose levemente, como encajando las piezas. Sintió el peso de su sexo contra el suyo y supo que eso no podía estar bien. ¿Por qué carajos se sentaba ahí con esas prendas tan ajustadas?

Sin embargo no dijo nada, ella en silencio, comenzó a masajear sus pectorales, oprimiendo desde la intersección con sus hombros hasta el centro, donde se encontraban entre vellos enrulados.

- Esa zona, me duele bastante…

- Bueno, te masajeó ahí entonces.

Y ella le oprimió con sus nudillos en los nudos musculosos donde parecía salir el músculo pectoral,
Luego, como si esparciera algo que no había, realzó círculos y semicírculos sobre todo su pecho, sin tener cuidado de tocar sus tetillas que se endurecieron al más mínimo roce. Ella por curiosidad o algo, se las apreso y acarició.

- Bueno, hijita, no necesitas masajear ahí…

- Lo sé ¿Pero no se siente rico?

Totalmente extrañado, ajeno de todo concepto de bien y del mal, le dijo que sí. Y ella siguió oprimiendo sus tetillas, luego bajó por los abdominales, discretos pero existentes. En un tris, le retiró el cinturón.

- Así trabajo más cómoda… me estoy clavando la hebilla en la concha- Y de a poco, le bajó el bóxer y el pantalón hasta dejarlos a pocos centímetros del nacimiento del tronco. Su vello púbico estaba expuesto ante su hija, ya no entendía nada, todo era muy confuso. De una reconciliación con Nerea pasó a una escena casi pornografía ¿O todo estaba en su mente y era un mal pensado? ¿y si se estaba haciendo ideas innecesarias y solo debía dejarse llevar?

- Tenes manos mágicas hija, se siente muy bien.

- ¿Ves que necesitas una mujer?- Apretando su tetillas nuevamente.

- Deja eso ¿Querés que te lo devuelva?- Y le pellizcó una teta con delicadeza. Ella ni se defendió.

- ¿Sabes que creo papa? Que sos demasiado prejuicioso con las mujeres, y con esos pensamientos nunca vas a estar contento.- Ella le corrió el visor, de esos que usan los ricos para dormir, y lo que vio, provocó reacciones insólitas en su cuerpo. Verla inclinada contra él, con semejantes melones colgando dentro de su remera, empezaba a generarle un extrañó calor en su zona baja. Igual, ni pensó en quitarla de encima.

- Un hombre como vos virgen es como un crimen contra natura, simplemente no puede ser.

- Cosas que pasan hija, no juzgues a las personas por su condición sexual…

- Todas excusas papi, para mí que tenes miedo… o será que no encontras la puerta del armario.

- No es miedo ni homosexualidad, me excito con mujeres nada más, pero no quiero tener relaciones con nadie ¿Es difícil de entender hijita?

- No papi, pero no quiero que sea así…- Y Nerea se acostó sobre su cuerpo, muy cariñosa.-
Quiero que tengas una primera vez especial, tengo miedo de que de alguna manera, terminas con cualquier perra.

- Es poco probable amor…- Se sinceró, totalmente seducido por ese tono de voz de Neri, algo era seguro, no era normal que este en esa posición, con esa música, hablando de ese tema, con esa vocecita endulzada, abrazada… y como todo escritor, encontró las palabras justas para sonsacarle la verdad.

- Yo no creo en la casualidad, sinó en la causalidad, quiero que hagas de cuenta que soy un completo desconocido, y me digas sin filtro, a dónde querés llegar.

Nerea se acomodó frente a él, acostada por completo sobre él, cruzada de brazos, le clavó esos hermosos ojos miel y se lo dijo sin filtro. “Quiero que la primera vez, la tengas conmigo”

Quedó catatónico. Su hija se acercó lentamente a sus labios, le retuvo los brazos, y su propia hija lo besó lentamente, envolviendo sus labios a los suyos. Hacía años que no sentía algo así, de algún modo inexplicable se dejó llevar y la envolvió con sus brazos para devolverle el beso francés en el que su piercing enorme era protagonista.

El sonido de la música se disolvió en el sonido de la excitación, sintiendo la respiración agitada de ella contra sus labios, su naricita raspando la suya con cada chupón de boca.

Entregado como un paquete de correo, acarició su cabello y besó el cuello de cisne de su hija con devoción, como si no hubiera un mañana, y por fin lo admitió, deseaba una mujer más que nada en su vida. Cualquier mujer, hasta su hija adoptada.

- Deberías saber que esto tiene nombre: Incesto.- Los labios de ella se despegaron y asintieron.

- Lo sé y me gusta. Pero me parece que estábamos jugando a ser desconocidos…

- ¿Hace cuanto que tenes estas ideas?

- Tres, cuatro años más o menos, desde que tome conciencia del tipo que sos papa… por favor, anímate.- Y lo volvió a besar. Le comió la boquita como en una de sus películas, o vídeos, o masajes, lo que fuera que hacía.

El pacto diabólico estaba sellado, firmado, archivado, y aceptado por Satán. Le devolvió el beso a su hija y después ella empezó a bajar besando su pecho, abdominales, y hundió su nariz en su vello púbico.

- Sos un pedazo de hombre papa, estás re bueno.- Y le bajó el bóxer para admirar su miembro- Tantas golfas quieren este pedazo adentro de ellas, y la primera en verlo soy yo… y voy a hacer más que mirarlo.

Y en el acto se lo llevó a la boquita comiendo todo el pene semi-erecto con devoción. Sorbiendo los juguitos pre-seminales que brotaban como helado derretido, pasando su lengua perforada por las venas y cada parte del tronco como una si fuera una paleta, había empezado el acto sexual.

- Mmmm hijita mía, el placer que le estás haciendo sentir a papito…

- Y recién empiezo.- Nerea tomó ambas manos del hombre entrecruzando sus dedos, y siguió con la felación, subiendo y bajando, entrando y sacando el pene de su boca, llevándolo sus labios desde el nacimiento del tronco hasta el extremo superior, donde el prepucio dejaba ver un poco del glande.

- ¿Es de los que tiene capuchita verdad? ¿De los que no se pelan?

- Me tendría que haber operado, pero siempre pensé que era al divino botón ¿Es un problema?

- Ninguno…- Y le dio un chupón a la punta, y pasó su lengua bien por la pielcita granulada del extremo, bañando el glande con forma de punta de cohete con su saliva.- Hasta en esto sos único pa, tenes un pene difícil de conseguir. – Y tras decir eso se abocó a un carpinterito mordaz, a una velocidad inusitada en la que le obsequiaba miradas de amante que lo volvieron loco. Sintió a su pistola cargar tres tiros de esperma, y cada vez le costaba más mentalizarse y dejar las balas dentro de sus huevos.

Al rato le lamió los testículos velludos, con los ojitos cerrados, como si fuera un postre exquisito. Quizás lo era para ella. Se los dejó ensopados como sacos de té, y no contenta con eso, fue bajando más abajo a la zona más peligrosa…

- ¿Sabes que es lo que más hago en mi trabajo papi?- Preguntó mientras le sacaba el pantalón y zapatos.

- ¿Qué cosa? ¿Sexo oral?

- Mejor… - Y descendió más allá de sus pelotas…

- Mmmm hija no lo puedo creer, esto es… demasiado bueno.

Su lengua perforada estaba en su culo, hurgando su centro, lamiendo y taladrando con el rostro perdido tras sus bolas, sus manos se soltaron para masturbarlo con ellas. Totalmente fuera de sí, levanto su cadera y abrió un poco las piernas para que se sirviera el bocado más a gusto.

- Por favor seguí... Seguí… mmm así, así, seguí… - Gimió sin poder controlarse al sentir esa lengua dentro de él, hasta sentir un extremo del piercing introducirse. Se corrió el pené y las bolas para vele la cara y estaba extasiada, con los ojos cerrados, muy concentrada en taladrarle el culito a su padre, en chuponear del anillo de cuero como si fuera un biberón.

- ¿En esto te especializas? ¿En el anilingus hijita?

Nerea emergió del abismo saboreándose los labios.

- Desde que chupé mi primer culo que quise probar el tuyo papito ¿Te gusta?

- Me encantó, vale la pena el infierno por esto. Me gustaría que siguieras pero en esta posición.- Y tomando las riendas del asunto, se puso en cuatro para servirle el ano en bandeja.

- Me encanta papa, así se hace, copate.- Y su boca se perdió de nuevo en su zona más recóndita e infecta, mientras lo masturbaba hábilmente con sus manos.

Como por diez minutos su lengua socavo el culo hasta que le dijo que no aguantaría más correrse, así que se dio vuelta como una tortilla, y tomándola de la cabeza se masturbó con su boca hasta que se corrió dentro de ella con fervor. Su primer disparo dentro de alguien, su primera eyaculación en un cuerpo ajeno, y se trataba de la boquita de su hija, la misma en al que alguna vez, le hizo el avioncito con cucharadas de cereal.

- Agggj Agggj cof, cof…- Tosió ahogada y dejó derramar un chorrito prolongado de semiente de su boca, estaba ahogada.

- Perdón hija, ya sabes, el tiempo sin actividad, no sé cómo no eyacule al instante.

- Me llenaste la boquita y la garganta pa, perdón, ahora te limpio…- Y sin despegar sus ojos miel de los de él, sorbió cada grumito de leche que cayó en sus abdominales.

Para no perder el calor ni empezar a razonar sobre la locura que estaba cometiendo, decidió devolverle el afecto a Nerea y empezó por liberarle las tetas de esa remera holgada y ese top de gimnasia. Ni sus tetas se salvaron de las perforaciones. Sus perfectos pezones marrones estaban perforados con piercings de bolita color blanco.

- ¿Me vas a retar por no pedirte permiso?

- Te voy a retar porqué no me enseñaste estas sorpresa antes… - Dijo tomándola de los accesorios sexuales- cuanto que crecieron…- Dándoles un chupón a cada pezón, y luego abocándose al izquierdo sin razón alguna, dado que ambos eran igual de redondos y perfectos.

Concentrado en su labor lactante, chupó con afecto esos pezones tan duros, los acaricio con la lengua, los succiono como si estuviera alimentándose de ellos, y hasta los escupió para saborizarlos.

- De virgen papa, no tenes nada.

- Por más virgen que sea, son años y años de porno mi amor, tu papi tiene la mente sucia.- Y atacó lengüetazos y besos el otro pecho, dejándole marcas de sus besos sopapa. – Esto es el aperitivo… quiero que mientras te chupo las tetas te confieses hijita, háblame de cosas chanchas que hiciste.

- Mmm papi chupas re rico… a ver… trabajo en Anal lick fest dónde se la chupo a hombres maduros… mmm le lengüeteo el culo, las bolas… ¿Eso queres escuchar morboso?

- Seguí contando…- Y volvió a mamarle las ubrecitas a su hija.

- Mi primera vez estuve nerviosa… hasta que se me sentó un hombre en la boca y supe que si no tenía que hablar no tendría problemas… pero lo que siempre quise fue que me dieran cariño a mí, pero dijeron que mi carita era ideal para esos vídeos. Quieren mujeres cara de nena, inocentes, flageladas por hombres en actos denigrantes.

- Mi amor si te parece denigrante ¿Por qué me lo hiciste?

- Porqué ahora me tenes que devolver el favor, tontito…

Nerea se retiró la calza, pare revelarle una tanguita rosa que apenas le cubría los labios. Estaba totalmente depilada, y por poco el hombre se desmaya al hacerse a la idea de que estaba a punto de verle la cara a dios, aunque no el dios que alguien normal esperaría.

Descontrolado, corrió la prenda para degustarla a ojos cerrados, sintiendo el gusto de su humedad, y el contacto de sus distintas partes en su lengua. Se la comió a lo chancho, dando bocanadas grandes y húmedas, muy ruidosas, casi como un lengüetazo de perro.

- Aca papi, chupá acá...- Y con los dedos le desplegó el clítoris para que lo manera y chupara con el mismo trato que se llevaron sus pezones.

- Mmm masajéalo como si fuera una palanquita… Muy bien… aprendes rápido papi. Uuuuhh nnnnsiiii

Al instante, hundió su boca entera en su vulva, para desplegar su lengua dentro de la cavidad húmeda. Era maravilloso como sus sentidos se apagaban y se concentraba en uno solo, en ese caso, el gusto. El sabor fuerte de su vagina lo enloquecía, los poros de su lengua estaban quedando borrachos con el flujo fuerte de su hijita.

¿Te gusta la concha de tu hijita? Espero que estés listo para rompérmela…

- Ya hice el reconocimiento – Y sorbió ese aceite de lujuria hasta dejarla casi seca- y ya te dije que siempre te voy a dar lo que quieres ¿Lista?

Presentando la polla frente a su vagina abierta.

- Yo nací lista… Métemela hasta el fondo- Y con sus dedos se la abrió lo más que pudo, hasta pudo ver el centro húmedo y allí, la metió hasta la pared viscosa.

- Mmmm sí

Como poseído por un demonio, la penetró de manera ascendente, incrementando la velocidad, sin dejar de mirarle la carita libidinosa de puta, y de sobarle las tetas. Las maderas del futón crujieron con cada embestida contra su sexo. Se sentía fenómeno esa carne prohibida, tan entregada, no se podía creer lo entregada que estaba. Se abrió de piernas dejándolas en forma de “V”

De todas las experiencias sexuales de esa noche, la penetración vaginal era la más completa de sentidos… la sensación húmeda y ardiente de su vulva abrazando su rabo… el sonido de su respiración agitada, la visión de esas tetas bamboleándose como cantos rodados cuesta arriba, cuesta abajo, y hasta el olor del semen y el flujo de ella que le quedó en la boca.

- Papi… me duele, te cuento… que es mejor un cortito bueno que un largo doloroso.

Tras varios minutos de bombeó vaginal, sintió que cada vez le quedaba más dilatada y la idea morbosa de embarazarla empezaba a corroerle aún más la mente. Debía luchar contra esa tentación, pero esa mirada color miel, lo dejaba indefenso, y perdido en esa mirada, perdió todo control y rastro de su ser para acabarse caudales de semiente que quedaron atiborrados en el fondo de su vulva viscosa.

Al retirar su pene, como si sacara un corcho de sidra, se derramo la espuma lechosa que era su semen del interior, ensuciando el curo del futón, hasta llegar al suelo.

-No pudo creerlo… yo… me vine dentro tuyo Neri.

Inmediatamente la mujer se incorporó y lo besó desenfrenada, consciente de que si lo dejaba pensar, lo perdía.

- Te amo papa, gracias por regalarme tu virginidad, ahora sos libre… ¿Te sentís bien?

- Es que no puedo entenderlo ¿Cómo llegue a esto? Nunca pensé que me dejaría llevar a rastras a algo así…

- No hay nada que entender amor, no le busques razón, esto fue solo emoción…

- No sabía esa veta de poetisa tuya… espera, ahora que lo pienso, vamos a la cama. Adelántate.

- ¿Qué tenes en mente?

- Vos anda…- Y la vio caminar portando esas nalgas de ensueño, tan preciosas. Al menos el pensamiento de que era adoptada lo consolaba, no era un caos terrible embarazarla, sin embargo se cuidaría, eso era seguro. Ver la lechita correr por entre sus piernas le estaba empalando el mástil de nuevo.

- Vos me hiciste un anilingus, y yo te tengo que devolver el gesto.

-¿No te parece avanzado para una primera noche papi? ¿Estás seguro?

- No seas boba, sentate en mi boca, dejame ese culito bien en mi boca.- Su hija aceptó, con los pies apoyados en el colchón, fue bajando la raba angosta hasta conectarla con sus labios, donde a ano le esperaba una andanada de chupones.

-Slurp sluuurp Shch sluurpch chssspp…- Y una sucesión de sónicos guarros.

- Hay papi, no vayas tan hondo… tan hondo no, es tu primera vez, te vas a ahogar.- Pero el hombre la empujó contra su boca para sentirla con más fuerza, con todo su peso contra sus labios, se envolvió de esa nalgas preciosas.

Cada tanto abría la cola para ver el ojo negro cada vez más brillante, para la tercera vez que revisó el estado del ano estaba muy colorado de tanta lengua pujando para adentro.

- Hija, nunca tuve una adicción, hasta hoy… soy adicto a tu culo, ya lo decidí.

- Bueno mmmm voy a tener que darte mi dosis diaria para ayudarte papi.

Ivan abrió las nalgas lo más que pudo y hundió su lengua casi entera dentro del ano, totalmente.Y hasta lo abrió con sus dedos para llegar más hondo de lo que nadie jamás llegaría Su obsesión por fin, la sintió satisfecha.

- Años y años de ver a los actores hacer esto… y gracias a vos supe lo que es un culo de verdad, una concha… todo.

-Todo no papi… Y la nena, sobre él, adelanto sus piernas para apuntar su cola al pene.- Todavía esta tieso como cuerno, y ya que estamos, ponemos otra virginidad al asador…

- ¿Me vas a entregar el orto?

- Si papi, te doy mi virginidad anal.- Y al decirlo, su anito tocó el extremo de su glande, como si le diera un besito con su boca opuesta.

- Baja despacito, no quiero lastimarte…

La nena obediente, como la puta que era, se fue sentando para ser apuñalada cada vez más hondo por el pene de su padre, todo sucio de flujo y en cambio ella, de saliva.

- Mmmm así que esto es una culeada… una culeada de mi papa…

Despacito, algo insegura a pesar de su experiencia en otros campos, fue bajando de a poquito para que su condón marrón se tragara el falo con precaución… hasta que Ivan le dio un empellón con la cadera llegando a fondo, sintiendo las paredes rectales friccionarse por su glande encubierto.

- ¡Oooooh papa! ¡Avísame la próxima ooohh mi culito!- Ella envalentonada subió y bajó a su ritmo, cada vez más veloz, mientras se masturbaba con sus manos. Era una chica fuerte, se sostenía con un brazo para dejarse caer en la pija prohibida tragada por su culo…

- Que putita sucia resultaste ser mi amor.

- TU putita sucia… solo tu putita sucia de ahora en más… reventame el orto… si si si… ohhh…

- ¿No vas a volver a trabajar de actriz porno?

- Mmm según… según… si cierto padre pervertido me da un techo…

- Depende, hay que ver que tanto me acepta este culo… capaz si llego hasta el fondo.

E increíblemente, se dejó caer por completo hasta sentir las bolas cerca de su vulva, asfixiándole la picha con su cavidad constrictora, de verdad estaba apretadísima, era como meterla en un escarpín lleno de carne. Después de gloriosos minutos de sexo anal sintió salpicaduras de flujo en sus piernas. Se había corrido por acción de sus dedos y del pene de su padre, él se corrió también, por tercera vez, bien en el fondo del recto.

- Mmmm me llenaste la pancita de leche papi... Me siento llenita, debiste tener le mejor debut de un virgen en la historia de la humanidad.

- Valió la pena esperar, es la única certeza que tengo… valió la maldita puta pena.

Nerea se bajó del toro mecánico y se recostó abrazado a él, y se tapó con las mantas lista para dormir con su papi.

- Siempre te ame papa, nunca te vi como un padre, fantaseé con vos desde chiquita.

- No lo puedo creer, veamos cómo evoluciona esto, de ahora en más, te quiero cerquita mi amor. Esto es el nacimiento de una nueva vida para los dos.

Y abrazados, los dos, mientras la música relajante sonaba en el living y la lluvia cascoteaba las ventanas, supo que había descendido a un abismo infernal del que no podría salir porque no quería salir, con Nerea a su lado, descendería al infierno cuantas veces ella se lo pidiera.


He aquí algunas fotos de Nerea, en una sesión hot tomada poco después de esta aventura ;););)
Famosos
anal
primera vez
incesto
actriz porno
Anilingus
cunilingus
rimming

padre e hija

first time


La modelo en realidad se llama Elizabeth Jean 😉 está que se parte sola ¿no? Ya saben, si les gusta apoyen comentando, puntuando, etc. Si les gustó este pasen por mis otros post!! Gracias por leer!

6 comentarios - Descubrí que mi hija es actriz porno!

emi_killua +1
Me inclino ante vos! Gran laburo como siempre, no se como haces para no matarte a pajas mientras lo escribis, muy bien desarrollado todo loco, bien armados los personajes, la verdad podrias escribir lo que quieras, porque ademas de calentar es un relato que interesa al toque..

Me quedo con " Mmmm así que esto es una culeada… una culeada de mi papa…"
El_Cochinoco +1
Muchas gracias! la verdad necesecitaria 4 brazos a veces JAJAJA pero estoy a full, me legro que te haya gustado! y eso que tenia errores ortograficos por todos lados, como hacia bastante que no subia algo, me apure jeje de nuevo gracias!
kabracan +1
Me gusto tu estilo narrativo, a mitad del relato ya no me importaba el final, tu prosa era hipnotica, sigue asi, en este tipo de relato o lo que se te ocurra
El_Cochinoco
Muchas gracias! es la idea mantener el estilo, y teinvito a mis otros relatos. 😃
hernanob +1
COMO NO TE VAS A COJER UNA HIJA ASI?
marandua +1
Que buen relato, muy bien escrito, poco a poco lo vas a uno queriendo saber que mas pasa, Felicitaciones, Mas, mas mas!
El_Cochinoco
Muchas gracias, me alegro que haya gustado. La verdad es de mis relatos mas viejitos y no lo hice pensando en una secuela.