Les recomiendo leer la primera parte para entender bien el relato.
Martes 4 de la tarde me meto al baño a darme una ducha, limpiar bien mis partes, con el miembro al máximo pensando en lo que estaba por acontecer.
A las 5 en punto estaba nuevamente tocando el timbre de su casa, me atendió vestida normalmente; en el fondo me desilusioné un poco, pensaba ir derecho al dormitorio. Debió verlo en mi cara
- Primero estudiemos un rato, sino van a sospechar en tu casa, y yo no soy de regalar notas, ni venderlas (eso lo entendería después)
- Esta bien, acá tengo todo
Estuvimos más de una hora, abocados a la física cuando
- Querés tomar algo?, hoy te quiero bien fuerte para que me lleves al cielo.
Ni que decir que largue los lápices y las carpetas lejos en la mesa para levantarme de la silla y abrazarme a ella, besádola. Ante tanta iniciativa, la note sorprendida, había aprendido bien las lecciones de vida que me dió la semana anterior. Acariciando su espalda sobre el sweater, note que no llevaba sujetador (corpiño), lo que hizo que mi amigo de abajo llegara al máximo, ella bajando una de sus mano lo tanteo sobre la ropa.
- mmmmmm como estas hoy
- Me estuve masturbando mucho el fin de semana, no me podía sacar las imágenes de tu cuerpo de la cabeza. Pero desde ayer no hago nada reservándome para hoy.
- Hoy vamos a hacer otras cositas ¿querés?
-Por supuesto ¿que me vas a hacer?
-Que "nos" vamos a hacer - me contesto
Y nuevamente nos enfilamos hacia el dormitorio, allí nos volvimos a besar; yo ya no era un títere, había pensado en darle rienda suelta a mis manos, así que comencé a desabrocharle el pantalón, pase mis manos por sus caderas, y llegue al borde del sweater, lo levante, roce mis manos con la piel desnuda de su torso, ella se estremeció.
-Tenés las manos frías,
-Perdoname - atine a decir
Termine de sacarle con cuidado el sweater y con el me lleve la remera que llevaba debajo, quedando su torso desnudo, con sus pechos apretados contra el mío. Carina comenzó a desvestirme, besándome mucho entre prenda y prenda. Esta mujer era lo mejor que me había pasado en la visa, muy bella, arrojada y sobre todo caliente; ya estando como llegue al mundo, me arrodillo para terminar de sacar sus pantalones, ella colaboro levantando alternadamente los pies quedando muy cerca de su monte de Venus, me acerco y le doy un húmedo beso sobre sus calzoncitos, mas bien le pase la lengua bien mojada con mi saliva. Un gemido broto desde el fondo de su garganta, lo que me indico que le estaba gustando; la recosté en la cama y yo seguía arrodillado al borde, Carina con sus piernas separadas colgando una a cada lado de mi cuerpo respiraba agitadamente, señal inequívoca de su excitación.
- Como sabías que hoy hacíamos algo así?
- No lo adivine, solamente me deje llevar por tu aroma a mujer.
- Pero no solamente yo voy a disfrutar, te lo voy avisando.
Mi cabeza empezó a volar, imaginándome que todo lo que había visto en las revistas porno que tenia escondidas en casa, lo estaba por hacer realidad.
- Juan dale, dame unos besitos por acá. Señalando su vagina.
Yo muy obediente comencé a besar y mordisquear sobre su calzoncito, entre gemidos me pidió que se lo sacara; lo deslice con cuidado, y por primera vez pude ver una concha en vivo y directo, los labios apenas separados, emanando el mas sensual de los perfumes, invitándome a comerme ese manjar. Y no dude en hacerlo, pasando la punta de mi lengua por toda su intimidad, de arriba a abajo. Carina se estremecía ante mis orales caricias, luego me tomo la cabeza por los lados, la ubicó en donde mas placer le producía, en esa bolita de carne que se encuesta en la parte superior de los labios internos. Comencé a pasar mi lengua por ahí a gran velocidad, y me corrigió diciéndome que esa parte es muy sensible y que tenia que hacerlo con suavidad; haciéndole caso sus gemidos en constante aumento, me indicaron que estaba haciendo bien las cosas.
Después de unos minutos en esta labor, llego su orgasmo, gimiendo, retorciéndose en la cama, aprisionando mi cabeza con sus piernas; y luego empujándome para que no siguiera. Carina agitada, me señala que me acueste a su lado, y nuevamente nos besamos como si no hubiera un mañana, puse mis manos en su culo, que me llamo la atención lo firme y lo suave que lo tiene. Me fui en busca de ese magnifico trasero para besarlo y morderlo, pero Carina adivinando mis intensiones se posiciona sobre mi, formando un 69, quedando su boca a escasos centímetros de mi verga, que apuntaba al techo, no tardo un segundo en meterla en su boca produciéndome mil sensaciones que se estrellaban en mi cerebro, esto me llevo a un estado de excitación tal que sin dudarlo fui por su apetitosa concha que seguía destilando jugos. No dure mucho con la chupada que me estaba haciendo, entre jadeos le dije que estaba por soltar mi leche y dejo de chuparme para masturbar el objeto de su deseo. Segundos después mi descarga salto por los aires, manchando su cara y hasta su espalda.
Agitados después de tremenda contienda, nos tomamos un descanso en el cual ella se limpio mi esperma de su cara y me dice:
- Estabas cargadito ¿no?
- Desde el viernes que estoy pensando en este momento y desde antes de ayer que no me masturbo, preparándome para hoy.
- jajajaja ¿vas a tener bastante para hoy?, mira que esto recién empieza.
- Con lo que me excitas, creo que hasta me voy a ir con ganas de seguir
- Tenemos una semana mas, mi marido llega el fin de semana que viene, así que por lo menos tres clases más vamos a tener.
- Por cuanto tiempo se queda?
- 10 días, de descanso por 20 de trabajo, así que aprovechemos antes que llegue
Nos abrazamos y Carina comenzó a masturbar mi verga a media erección, con lo que se puso totalmente dura otra ves.
- Déjame a mí ahora
Se puso encima mío con las piernas abiertas, y se fue bajando poco a poco sobre mi mástil, y una vez que nuestros vellos púvicos se encontraron, comenzó un lento movimiento de adelante-atrás transportándome al mismo paraíso. Esta posición me hace durar mucho, por lo que tuvo 4 orgasmos sin dejar de cabalgarme.
-aaaaaayyyyyyyy que placer, como aguantas!!!!!!!!!
-Dale Cari dame un orgasmo mas
Por mi parte sentía todos los muslos mojados, producto de sus orgasmos. Cuando Carina aumento el ritmo de su cabalgada, me esforcé en poner mi miembro lo mas duro posible y esto desemboco en una cadena interminable de orgasmos, que la dejaron tirada sobre mi pecho, su agitación no dejaba que hablara; con mi verga aun dura dentro de su vagina, comencé a mover mi cadera de manera casi imperceptible, pero su concha sintió ese vaivén. Giramos en la cama quedando yo encima y comencé mi cadencioso bombeo.
Después de semejante cabalgada no me faltaba nada para acabar y así fue que me hundí lo más que pude en su interior y descargue todo lo que quedaba en mis huevos, que no fue poco. Después de unos minutos Carina se levanto al baño y por sus piernas corría el fruto de nuestra unión.
Cuando volvió, me dice:
- Juan me has dejado nuevamente cansadísima, creo que mañana no voy a ir a dar clases.
- Entonces ya se que tengo que hacer
- No ni se te ocurra, me has dejado toda la vagina irritada, perdí la cuenta de los orgasmos que he tenido.
- Bueno, vengo igual a pasar un rato con vos y si se da algo de acción mejor.
- Sabes que no te puedo decir que no, pero entendeme algo, esto que nos esta pasando es muy lindo, pero no quiero que te vayas a enamorar de mi, esto es sexo y nada mas.
- Si esta bien, te entiendo. Respondí, mintiendo, ya que sabía que no iba olvidar a esa mujer mientras viviera; y así ha pasado, hasta el día de hoy, más de 20 años después aún tengo los más lindos recuerdos de esa hermosa mujer.
Al día siguiente como me había comentado, no fue a dar clases, yo me escape de la escuela y me fui a su casa, cuando estaba esperando, una vecina me miró con muy mala cara, lo que me dio mala espina. Me atendió con una bata diminuta y casi transparente, con un hermoso conjunto de ropa interior como única vestimenta, mi cara reflejó la alegría, ya que Carina me dijo:
- Te estaba esperando.
- Me escape de la escuela, cuando vi que no llegabas y no pude aguantar la tentación de venir a estar con vos. Además avise en mi casa que me quedaba en casa de un amigo a estudiar hasta la noche.
-¿Así que te tengo todo el día para mí?
- Quiero que estemos todo el día en la cama, ¿puede ser?
- Es más, sabiendo que ibas a venir, anoche prepare algo de comida para hoy al mediodía, así que no perdamos tiempo y vení.
Caminamos hasta su habitación, yo por detrás, admirando sus sinuosas curvas y me di cuenta que se había subido el calzoncito mas de lo normal, asiendo que se perdiera en su precioso culito, al que nunca le había prestado demasiada atención. Cuando estuvimos al lado de la cama, comenzó a besarme y a desvestirme; mis manos no se estaban quietas tocando todos los rincones del cuerpo de Carina; quien suspirando me dijo:
- aaaahhhhhhhhh, que placer me das!!!!!!!!!
Siguiendo con mis caricias, llegue hasta el elástico del calzoncito, y con mis dedos la fui bajando hasta sus tobillos, al estar arrodillado de frente a ella, su pubis, quedo muy cerca de mi nariz y aspire ese perfume a hembra en celo que embriagó todos mis sentidos. Acerque mi boca degusté ese maravilloso elixir que solo aquellos que lo han probado saben a que me refiero; Carina suspiraba cada vez mas fuerte, sus dedos se perdían entre mi cabello, forzándome a renovar mis esfuerzos orales sobre su vagina.
En su interior se iba gestando un fuerte orgasmo, que se anunciaba; ese orgasmo llegó, e hizo que Carina, cayera sobre su cama de espaldas con las piernas abiertas, mi cara estaba toda mojada con sus jugos, con sus manos me apartaba de su centro de placer, su pecho subía y bajaba muy rápido, ese orgasmo había sido brutal.
Yo, así como estaba empapado en sus jugos, fui subiendo, besando muy suavemente el camino hacia su boca, pasando por su estomago y pechos, en los que me entretuve unos momentos, cuando llegue a su boca, pensé que iba a tener una reticencia a besarme, teniendo sus jugos en mi cara, pero me equivoque, y me beso con mucha pasión.
Mi amiguito ya me dolía de la excitación que mantenía desde que llegue a su puerta. Ella lo tomo en su mano y comenzó una lenta masturbación, moviéndose en la cama se ubicó encima de mí y me hizo la mejor felación que recuerdo hasta hoy, pude sentir sus labios en la base de mi verga, lo que me hizo soltar una gran cantidad de semen en el interior de su boca. A todo esto mi miembro no se bajo en lo más mínimo, Carina siguió chupando hasta que mis estertores pasaron.
-Juan, ha sido maravilloso, me has hecho disfrutar mucho.
Con mi verga pidiendo guerra nuevamente, Carina me sorprendió con su iniciativa. Me tomo de la mano y me llevo hacia el baño, abriendo las llaves del agua, nos metimos juntos en la ducha, era la primera vez que estaba en esa situación.
Con todo el cariño del mundo, tomo una esponja con jabón y me lavo todo el cuerpo, poniendo especial cuidado en mi verga, que nunca dejó de estar apuntando al techo; me dio vuelta y enjabonó toda mi espalda y mis glúteos, pasando la esponja por el interior, una rara sensación me invadió y mi verga dio un par de saltos de la excitación que me estaba produciendo, se lo comenté y ella con una sensual sonrisa se sintió victoriosa. Ahora era mi turno, repetí la operación como ella me lo hizo a mí, teniendo especial cuidado en sus pechos, su estomago y su vagina, cuando pase por allí la esponja ella se estremeció, porque todavía estaba sensible, luego, tal como ella lo había hecho, la di vuelta, y comencé por sus perfectos hombros, sus laterales, acariciando los costados de los pechos, su baja espalda.
Me arrodille para prestarle la atención que se merecía ese perfecto culito, lo repase a conciencia, pasando mi mano por toda la entrepierna, llegando hasta su apetitosa vagina que ya estaba hecha un mar; en una de las pasadas que le hice, pase por su ano, Carina soltó un profundo gemido que me envalentonó a seguir, pero la esponja perdió protagonismo, con mis dedos muy suavemente comencé a acariciar ese rosado asterisco.
Carina ya gemía fuerte; lo que estaba haciendo, lo estaba haciendo bien; así que seguí, pero ahora deslice mi lengua hasta su ano, a Carina, ya no le respondían las piernas, y empujándola contra los azulejos, la mantuve de pie. Besando su espalda subí hasta la nuca, ubicando mi verga entre esas nalgas que me invitaban a hundirme entre ellas.
Carina giro su cabeza y nos besamos nuevamente, con mi mano le subí la pierna hasta el borde de la bañera, dejando sus nalgas algo separadas, y en esa posición arrime mi verga a ese culito que pedía a gritos que lo desvirgaran (de esto me enteré después).
Como todo adolescente inexperto e impetuoso, mi primer empujón, fue demasiado fuerte, y Carina se quejó del dolor; yo pare, para no perder la excitación del momento y apuntando mas abajo llegue a la entrada de su vagina y ahí si me hundí hasta el fondo de una sola estocada. Carina suspirando me dijo:
-Dale dame fuerte, que estoy a punto de acabarme. Aaaaahhhhhhhhhhhhhhhh
Yo me movía como loco detrás de ella. Fue un momento único, el agua caliente mojando nuestros cuerpos que resbalosos se unían en un perpetuo movimiento. El único sonido que se escuchaba era el del nuestros cuerpos chocando, mis huevos cargados de semen, golpeaban incesantemente su clítoris aumentando su placer; en un determinado momento con sus manos en mis muslos, me detiene y me dice que pare, que vamos a ir a la cama, que ya no se puede tener en pie.
Nos secamos mutuamente, compartiendo el toallon, cuando me estaba secando la cara, me perdí en sus ojos verdes que me miraban con una inusual ternura. Fuimos a la cama, ella se sienta en el borde y mi verga queda a la altura de su boca, con calidos besos en mi ingle, comienza una nueva mamada antológica, veía mi verga desaparecer completamente en su boca, en un determinado momento me agarra las piernas y me empuja hacia su boca, para que le bombee la boca como si estuviera cogiéndola oralmente.
Como ya era casi una costumbre acabe en su boca, Carina al sentir el primer chorro de semen se clavo mi verga hasta la garganta y allí la dejo hasta que yo deje de tiritar como una hoja.
Estuvimos todo el día desnudos por la casa, almorzamos mirándonos y riendo de la locura que estábamos haciendo. Por el frío nos fuimos nuevamente a la cama y allí estuvimos dos horas hablando de todo:
Ella apoyada en mi pecho, mis manos acariciando su bellísimo cuerpo, se podría decir que fue unos de los momentos más románticos de mi corta vida. Le pregunte si había llegado al cielo, como me pidió apenas llegué.
-Me has mostrado algo que no conocía, pensé que el placer tenia un límite, pero me estas sorprendiendo pendejo.
Me encantaba que me llamara pendejo,
Martes 4 de la tarde me meto al baño a darme una ducha, limpiar bien mis partes, con el miembro al máximo pensando en lo que estaba por acontecer.
A las 5 en punto estaba nuevamente tocando el timbre de su casa, me atendió vestida normalmente; en el fondo me desilusioné un poco, pensaba ir derecho al dormitorio. Debió verlo en mi cara
- Primero estudiemos un rato, sino van a sospechar en tu casa, y yo no soy de regalar notas, ni venderlas (eso lo entendería después)
- Esta bien, acá tengo todo
Estuvimos más de una hora, abocados a la física cuando
- Querés tomar algo?, hoy te quiero bien fuerte para que me lleves al cielo.
Ni que decir que largue los lápices y las carpetas lejos en la mesa para levantarme de la silla y abrazarme a ella, besádola. Ante tanta iniciativa, la note sorprendida, había aprendido bien las lecciones de vida que me dió la semana anterior. Acariciando su espalda sobre el sweater, note que no llevaba sujetador (corpiño), lo que hizo que mi amigo de abajo llegara al máximo, ella bajando una de sus mano lo tanteo sobre la ropa.
- mmmmmm como estas hoy
- Me estuve masturbando mucho el fin de semana, no me podía sacar las imágenes de tu cuerpo de la cabeza. Pero desde ayer no hago nada reservándome para hoy.
- Hoy vamos a hacer otras cositas ¿querés?
-Por supuesto ¿que me vas a hacer?
-Que "nos" vamos a hacer - me contesto
Y nuevamente nos enfilamos hacia el dormitorio, allí nos volvimos a besar; yo ya no era un títere, había pensado en darle rienda suelta a mis manos, así que comencé a desabrocharle el pantalón, pase mis manos por sus caderas, y llegue al borde del sweater, lo levante, roce mis manos con la piel desnuda de su torso, ella se estremeció.
-Tenés las manos frías,
-Perdoname - atine a decir
Termine de sacarle con cuidado el sweater y con el me lleve la remera que llevaba debajo, quedando su torso desnudo, con sus pechos apretados contra el mío. Carina comenzó a desvestirme, besándome mucho entre prenda y prenda. Esta mujer era lo mejor que me había pasado en la visa, muy bella, arrojada y sobre todo caliente; ya estando como llegue al mundo, me arrodillo para terminar de sacar sus pantalones, ella colaboro levantando alternadamente los pies quedando muy cerca de su monte de Venus, me acerco y le doy un húmedo beso sobre sus calzoncitos, mas bien le pase la lengua bien mojada con mi saliva. Un gemido broto desde el fondo de su garganta, lo que me indico que le estaba gustando; la recosté en la cama y yo seguía arrodillado al borde, Carina con sus piernas separadas colgando una a cada lado de mi cuerpo respiraba agitadamente, señal inequívoca de su excitación.
- Como sabías que hoy hacíamos algo así?
- No lo adivine, solamente me deje llevar por tu aroma a mujer.
- Pero no solamente yo voy a disfrutar, te lo voy avisando.
Mi cabeza empezó a volar, imaginándome que todo lo que había visto en las revistas porno que tenia escondidas en casa, lo estaba por hacer realidad.
- Juan dale, dame unos besitos por acá. Señalando su vagina.
Yo muy obediente comencé a besar y mordisquear sobre su calzoncito, entre gemidos me pidió que se lo sacara; lo deslice con cuidado, y por primera vez pude ver una concha en vivo y directo, los labios apenas separados, emanando el mas sensual de los perfumes, invitándome a comerme ese manjar. Y no dude en hacerlo, pasando la punta de mi lengua por toda su intimidad, de arriba a abajo. Carina se estremecía ante mis orales caricias, luego me tomo la cabeza por los lados, la ubicó en donde mas placer le producía, en esa bolita de carne que se encuesta en la parte superior de los labios internos. Comencé a pasar mi lengua por ahí a gran velocidad, y me corrigió diciéndome que esa parte es muy sensible y que tenia que hacerlo con suavidad; haciéndole caso sus gemidos en constante aumento, me indicaron que estaba haciendo bien las cosas.
Después de unos minutos en esta labor, llego su orgasmo, gimiendo, retorciéndose en la cama, aprisionando mi cabeza con sus piernas; y luego empujándome para que no siguiera. Carina agitada, me señala que me acueste a su lado, y nuevamente nos besamos como si no hubiera un mañana, puse mis manos en su culo, que me llamo la atención lo firme y lo suave que lo tiene. Me fui en busca de ese magnifico trasero para besarlo y morderlo, pero Carina adivinando mis intensiones se posiciona sobre mi, formando un 69, quedando su boca a escasos centímetros de mi verga, que apuntaba al techo, no tardo un segundo en meterla en su boca produciéndome mil sensaciones que se estrellaban en mi cerebro, esto me llevo a un estado de excitación tal que sin dudarlo fui por su apetitosa concha que seguía destilando jugos. No dure mucho con la chupada que me estaba haciendo, entre jadeos le dije que estaba por soltar mi leche y dejo de chuparme para masturbar el objeto de su deseo. Segundos después mi descarga salto por los aires, manchando su cara y hasta su espalda.
Agitados después de tremenda contienda, nos tomamos un descanso en el cual ella se limpio mi esperma de su cara y me dice:
- Estabas cargadito ¿no?
- Desde el viernes que estoy pensando en este momento y desde antes de ayer que no me masturbo, preparándome para hoy.
- jajajaja ¿vas a tener bastante para hoy?, mira que esto recién empieza.
- Con lo que me excitas, creo que hasta me voy a ir con ganas de seguir
- Tenemos una semana mas, mi marido llega el fin de semana que viene, así que por lo menos tres clases más vamos a tener.
- Por cuanto tiempo se queda?
- 10 días, de descanso por 20 de trabajo, así que aprovechemos antes que llegue
Nos abrazamos y Carina comenzó a masturbar mi verga a media erección, con lo que se puso totalmente dura otra ves.
- Déjame a mí ahora
Se puso encima mío con las piernas abiertas, y se fue bajando poco a poco sobre mi mástil, y una vez que nuestros vellos púvicos se encontraron, comenzó un lento movimiento de adelante-atrás transportándome al mismo paraíso. Esta posición me hace durar mucho, por lo que tuvo 4 orgasmos sin dejar de cabalgarme.
-aaaaaayyyyyyyy que placer, como aguantas!!!!!!!!!
-Dale Cari dame un orgasmo mas
Por mi parte sentía todos los muslos mojados, producto de sus orgasmos. Cuando Carina aumento el ritmo de su cabalgada, me esforcé en poner mi miembro lo mas duro posible y esto desemboco en una cadena interminable de orgasmos, que la dejaron tirada sobre mi pecho, su agitación no dejaba que hablara; con mi verga aun dura dentro de su vagina, comencé a mover mi cadera de manera casi imperceptible, pero su concha sintió ese vaivén. Giramos en la cama quedando yo encima y comencé mi cadencioso bombeo.
Después de semejante cabalgada no me faltaba nada para acabar y así fue que me hundí lo más que pude en su interior y descargue todo lo que quedaba en mis huevos, que no fue poco. Después de unos minutos Carina se levanto al baño y por sus piernas corría el fruto de nuestra unión.
Cuando volvió, me dice:
- Juan me has dejado nuevamente cansadísima, creo que mañana no voy a ir a dar clases.
- Entonces ya se que tengo que hacer
- No ni se te ocurra, me has dejado toda la vagina irritada, perdí la cuenta de los orgasmos que he tenido.
- Bueno, vengo igual a pasar un rato con vos y si se da algo de acción mejor.
- Sabes que no te puedo decir que no, pero entendeme algo, esto que nos esta pasando es muy lindo, pero no quiero que te vayas a enamorar de mi, esto es sexo y nada mas.
- Si esta bien, te entiendo. Respondí, mintiendo, ya que sabía que no iba olvidar a esa mujer mientras viviera; y así ha pasado, hasta el día de hoy, más de 20 años después aún tengo los más lindos recuerdos de esa hermosa mujer.
Al día siguiente como me había comentado, no fue a dar clases, yo me escape de la escuela y me fui a su casa, cuando estaba esperando, una vecina me miró con muy mala cara, lo que me dio mala espina. Me atendió con una bata diminuta y casi transparente, con un hermoso conjunto de ropa interior como única vestimenta, mi cara reflejó la alegría, ya que Carina me dijo:
- Te estaba esperando.
- Me escape de la escuela, cuando vi que no llegabas y no pude aguantar la tentación de venir a estar con vos. Además avise en mi casa que me quedaba en casa de un amigo a estudiar hasta la noche.
-¿Así que te tengo todo el día para mí?
- Quiero que estemos todo el día en la cama, ¿puede ser?
- Es más, sabiendo que ibas a venir, anoche prepare algo de comida para hoy al mediodía, así que no perdamos tiempo y vení.
Caminamos hasta su habitación, yo por detrás, admirando sus sinuosas curvas y me di cuenta que se había subido el calzoncito mas de lo normal, asiendo que se perdiera en su precioso culito, al que nunca le había prestado demasiada atención. Cuando estuvimos al lado de la cama, comenzó a besarme y a desvestirme; mis manos no se estaban quietas tocando todos los rincones del cuerpo de Carina; quien suspirando me dijo:
- aaaahhhhhhhhh, que placer me das!!!!!!!!!
Siguiendo con mis caricias, llegue hasta el elástico del calzoncito, y con mis dedos la fui bajando hasta sus tobillos, al estar arrodillado de frente a ella, su pubis, quedo muy cerca de mi nariz y aspire ese perfume a hembra en celo que embriagó todos mis sentidos. Acerque mi boca degusté ese maravilloso elixir que solo aquellos que lo han probado saben a que me refiero; Carina suspiraba cada vez mas fuerte, sus dedos se perdían entre mi cabello, forzándome a renovar mis esfuerzos orales sobre su vagina.
En su interior se iba gestando un fuerte orgasmo, que se anunciaba; ese orgasmo llegó, e hizo que Carina, cayera sobre su cama de espaldas con las piernas abiertas, mi cara estaba toda mojada con sus jugos, con sus manos me apartaba de su centro de placer, su pecho subía y bajaba muy rápido, ese orgasmo había sido brutal.
Yo, así como estaba empapado en sus jugos, fui subiendo, besando muy suavemente el camino hacia su boca, pasando por su estomago y pechos, en los que me entretuve unos momentos, cuando llegue a su boca, pensé que iba a tener una reticencia a besarme, teniendo sus jugos en mi cara, pero me equivoque, y me beso con mucha pasión.
Mi amiguito ya me dolía de la excitación que mantenía desde que llegue a su puerta. Ella lo tomo en su mano y comenzó una lenta masturbación, moviéndose en la cama se ubicó encima de mí y me hizo la mejor felación que recuerdo hasta hoy, pude sentir sus labios en la base de mi verga, lo que me hizo soltar una gran cantidad de semen en el interior de su boca. A todo esto mi miembro no se bajo en lo más mínimo, Carina siguió chupando hasta que mis estertores pasaron.
-Juan, ha sido maravilloso, me has hecho disfrutar mucho.
Con mi verga pidiendo guerra nuevamente, Carina me sorprendió con su iniciativa. Me tomo de la mano y me llevo hacia el baño, abriendo las llaves del agua, nos metimos juntos en la ducha, era la primera vez que estaba en esa situación.
Con todo el cariño del mundo, tomo una esponja con jabón y me lavo todo el cuerpo, poniendo especial cuidado en mi verga, que nunca dejó de estar apuntando al techo; me dio vuelta y enjabonó toda mi espalda y mis glúteos, pasando la esponja por el interior, una rara sensación me invadió y mi verga dio un par de saltos de la excitación que me estaba produciendo, se lo comenté y ella con una sensual sonrisa se sintió victoriosa. Ahora era mi turno, repetí la operación como ella me lo hizo a mí, teniendo especial cuidado en sus pechos, su estomago y su vagina, cuando pase por allí la esponja ella se estremeció, porque todavía estaba sensible, luego, tal como ella lo había hecho, la di vuelta, y comencé por sus perfectos hombros, sus laterales, acariciando los costados de los pechos, su baja espalda.
Me arrodille para prestarle la atención que se merecía ese perfecto culito, lo repase a conciencia, pasando mi mano por toda la entrepierna, llegando hasta su apetitosa vagina que ya estaba hecha un mar; en una de las pasadas que le hice, pase por su ano, Carina soltó un profundo gemido que me envalentonó a seguir, pero la esponja perdió protagonismo, con mis dedos muy suavemente comencé a acariciar ese rosado asterisco.
Carina ya gemía fuerte; lo que estaba haciendo, lo estaba haciendo bien; así que seguí, pero ahora deslice mi lengua hasta su ano, a Carina, ya no le respondían las piernas, y empujándola contra los azulejos, la mantuve de pie. Besando su espalda subí hasta la nuca, ubicando mi verga entre esas nalgas que me invitaban a hundirme entre ellas.
Carina giro su cabeza y nos besamos nuevamente, con mi mano le subí la pierna hasta el borde de la bañera, dejando sus nalgas algo separadas, y en esa posición arrime mi verga a ese culito que pedía a gritos que lo desvirgaran (de esto me enteré después).
Como todo adolescente inexperto e impetuoso, mi primer empujón, fue demasiado fuerte, y Carina se quejó del dolor; yo pare, para no perder la excitación del momento y apuntando mas abajo llegue a la entrada de su vagina y ahí si me hundí hasta el fondo de una sola estocada. Carina suspirando me dijo:
-Dale dame fuerte, que estoy a punto de acabarme. Aaaaahhhhhhhhhhhhhhhh
Yo me movía como loco detrás de ella. Fue un momento único, el agua caliente mojando nuestros cuerpos que resbalosos se unían en un perpetuo movimiento. El único sonido que se escuchaba era el del nuestros cuerpos chocando, mis huevos cargados de semen, golpeaban incesantemente su clítoris aumentando su placer; en un determinado momento con sus manos en mis muslos, me detiene y me dice que pare, que vamos a ir a la cama, que ya no se puede tener en pie.
Nos secamos mutuamente, compartiendo el toallon, cuando me estaba secando la cara, me perdí en sus ojos verdes que me miraban con una inusual ternura. Fuimos a la cama, ella se sienta en el borde y mi verga queda a la altura de su boca, con calidos besos en mi ingle, comienza una nueva mamada antológica, veía mi verga desaparecer completamente en su boca, en un determinado momento me agarra las piernas y me empuja hacia su boca, para que le bombee la boca como si estuviera cogiéndola oralmente.
Como ya era casi una costumbre acabe en su boca, Carina al sentir el primer chorro de semen se clavo mi verga hasta la garganta y allí la dejo hasta que yo deje de tiritar como una hoja.
Estuvimos todo el día desnudos por la casa, almorzamos mirándonos y riendo de la locura que estábamos haciendo. Por el frío nos fuimos nuevamente a la cama y allí estuvimos dos horas hablando de todo:
Ella apoyada en mi pecho, mis manos acariciando su bellísimo cuerpo, se podría decir que fue unos de los momentos más románticos de mi corta vida. Le pregunte si había llegado al cielo, como me pidió apenas llegué.
-Me has mostrado algo que no conocía, pensé que el placer tenia un límite, pero me estas sorprendiendo pendejo.
Me encantaba que me llamara pendejo,
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