Esta es la historia real de mi primera vez, y aunque parezca trillado fue con una hermosa profesora de física, a la que apodábamos gatubela por los ojazos verdes que hipnotizaban. Por esa época yo estaba cursando mi 2° año de la secundaria y no llevaba muy bien la materia, aunque siempre cumplía con los trabajos que me imponían.
Fue en un frío julio en que las temperaturas hacían muy difícil concentrarse en cualquier cosa. Un día jueves, la profe me dice que no voy bien en la materia y que si no le pongo ganas la tendría que rendir en diciembre. En ese momento con toda mi inocencia le pedí si no podría darme unas clases particulares, a lo que ella me respondió que eso no era muy ético.
Siempre fui de gran porte desde los 14 o 15 años ya estaba en 1,80 metros con 70 kilos, hoy con un poco mas de 40 estoy en 1,90 y 100 kilos, unos por aquí, otros por allí. Fue así que una semana después me cito en su casa a eso de las 5 de la tarde, pero me pidió absoluto secreto, porque si no, no iba a poder ayudarme.
Ese miércoles a las 5 en punto, me encontraba tocando el timbre de su casa, muy sencilla pero muy bien decorada; con una temperatura un poco mas alta de la normal. Fue así que después de un largo con el menester del estudio, fue cuando sentí algunos de los cabellos de mi profe sobre el lado izquierdo de mi cara; me giro y me encuentro la cara de Carina (axial llamare a esta diosa) muy cerca mío y cuando me vio por el rabillo del ojo mirándola embelesado, también se giro quedándonos a centímetros. Con mi respiración en un notable aumento, no lo pudo reprimir más y se acerco dándome el mejor beso que me habían dado hasta ese momento, yo me deje llevar. Me parecía estar en un sueño, solo en mi imaginación se me había pasado una situación semejante.
Besándonos mucho, la abrace y se dejo hacer también; cabe destacar que mi experiencia con mujeres era casi nula, exceptuando algunos besos nada mas; la acerque hasta mi y debió sentir mi erección en la parte baja de su estomago, así que separándose de mi me arrastro hasta su habitación, allí nos seguimos besado y ella con mucha destreza fue despojándome de mi ropa, agradecí haber sido pulcro y haberme bañado antes de salir.
Una vez solo en boxers, ella se alejo, desde el baño me pidió un segundo que ya venia. Cuando apareció creí morirme allí mismo, la mujer mas hermosa que había conocido se apareció ante mi con una diminuta bata que solo cubría hasta sus nalgas. Me quede embobado mirándola, una mujer de 1,70, con unos pechos del tamaño de pomelos con un pezón rosado, muy duro, esperando ser devorados, una cintura fina y unas caderas que eran el sueño de todo sultán arabe.
Entre mi inexperiencia y mis nervios, la erección que tenía era historia; ella nuevamente se acerco a mi me abrazo de la manera mas tierna y me susurro al oido
- dejame que te haga gozar, hace mucho que te tengo ganas pendejo.
Yo obediente, me deje hacer, de nuevo los besos y sentia que me iba bajando los boxer, cuando los tube por los tobillos, me empujo hacia la cama, trastabille y caí y ella encima besándome, nuestras lenguas estaban en un duelo en el que ninguna era la vencedora. Yo tome conciencia de semejante regalo que me estaba haciendo Carina y decidí comenzar a acariciarle la espalda subiendo su bata, la que al estar suelta, dejaba desnuda su piel a mis caricias.
De repente se levanto de encima mío y se quita la bata; y por fin puedo ver su monte de Venus, con apenas una fina línea de pelitos. Nuevamente se tendió encima mío, yo podía sentir como se frotaba su entrepierna en mi verga, la que ante tan magnifica visión volvió a esta en su máximo posible. Rodamos en la cama quedando yo encima de ella, y seguí moviéndome, casualmente rozando su clítoris con la punta de mi miembro, entre gemidos me pide que se la meta.
- Dale metémela, dale que estoy muy excitada.
Yo estaba a más no poder, pero realmente no le atinaba a la entrada y fue su mano la que tomo por primera vez mi verga y guiarla hacia la entrada. Cuando entro totalmente, las sensaciones que me producía su calido interior, y las paredes apretadas de su vagina, sin poderlo evitar acabe, soltando varios chorros contra el cuello del útero. Ella seguía mas caliente que al comienzo, y me miro con cierta desazón; me di cuenta de ello y comencé a bombear primero suave con algo de temor de hacerle daño, pero a medida que aumentaba la cadencia de mis movimientos sus gemidos se hicieron presentes.
- Dale ahhhhhhhh, que maravilla, sabia que no me equivocaba elijiéndote ahhhhhhhhhh
- Seguí así ahhhhhhhhh, que ganas te tenía
Mi orgullo con esas palabras llego a las nubes, la estaba haciendo gozar de lo lindo a la motivadora de muchísimas pajas. Carina en un trance orgásmico tremendo, arqueó la espalda dejándola en el aire, tensa y sin respirar durante unos segundos, luego me confesaría que fue el orgasmo mas fuerte que había tenido en toda su vida.
Mientras tanto yo no dejaba de bombear su interior, y su segundo orgasmo comenzaba a gestarse , levanto sus piernas en un abrazo sexual, obligándome a llegar mas adentro de su vagina, mis huevos, golpeaban contra sus abiertas nalgas, el anuncio de mi nueva descarga comenzó a hacerse sentir, se lo dije.
- Dale acábame adentro no hay problema tengo el DIU (ni idea de que lo que era)
No me reprimí más, hincándome hasta el fondo de su vagina solté una cantidad considerable de leche, en ese momento ella me grita.
-Movete más, movete más
La sensación en el glande era tremenda, estaba muy sensible, pero aun así le hice caso y ella tuvo otro orgasmo de lo mas ruidoso, creo que los vecinos nos escucharon claramente (después nos pasaría la factura). Tendidos en la cama abrazados, le pregunte:
-Lo he hecho bien?
- Más que bien he tenido dos orgasmos que me han dejado de cama ¿y vos?
- No sabía lo que era gozar hasta ahora,
Le confesé que me había masturbado infinidad de veces pensando en ella.
- Parece que se te hizo realidad jajajaja
´- Si es un sueño hecho realidad
- No me lo tomes a mal, yo estoy felizmente casada y amo a mi marido, pero su trabajo lo tiene lejos mucho tiempo y me siento muy sola.
- Por que me elegiste?
- Primero, me gustaste desde el primer día que te di clases. y segundo me pareciste lo suficientemente discreto como para guardar esto en secreto, Si esto se supiera tendría muchos problemas, no solo con el trabajo, sino con mi matrimonio.
-Quédate tranquila, no voy a decir nada te lo prometo.
Me invito a ducharme con ella, pero quería irme con sus aromas en mi cuerpo, ya vería en mi casa que pasaba.
- Te espero el martes a la misma hora
- Acá estaré, puntual
Fue en un frío julio en que las temperaturas hacían muy difícil concentrarse en cualquier cosa. Un día jueves, la profe me dice que no voy bien en la materia y que si no le pongo ganas la tendría que rendir en diciembre. En ese momento con toda mi inocencia le pedí si no podría darme unas clases particulares, a lo que ella me respondió que eso no era muy ético.
Siempre fui de gran porte desde los 14 o 15 años ya estaba en 1,80 metros con 70 kilos, hoy con un poco mas de 40 estoy en 1,90 y 100 kilos, unos por aquí, otros por allí. Fue así que una semana después me cito en su casa a eso de las 5 de la tarde, pero me pidió absoluto secreto, porque si no, no iba a poder ayudarme.
Ese miércoles a las 5 en punto, me encontraba tocando el timbre de su casa, muy sencilla pero muy bien decorada; con una temperatura un poco mas alta de la normal. Fue así que después de un largo con el menester del estudio, fue cuando sentí algunos de los cabellos de mi profe sobre el lado izquierdo de mi cara; me giro y me encuentro la cara de Carina (axial llamare a esta diosa) muy cerca mío y cuando me vio por el rabillo del ojo mirándola embelesado, también se giro quedándonos a centímetros. Con mi respiración en un notable aumento, no lo pudo reprimir más y se acerco dándome el mejor beso que me habían dado hasta ese momento, yo me deje llevar. Me parecía estar en un sueño, solo en mi imaginación se me había pasado una situación semejante.
Besándonos mucho, la abrace y se dejo hacer también; cabe destacar que mi experiencia con mujeres era casi nula, exceptuando algunos besos nada mas; la acerque hasta mi y debió sentir mi erección en la parte baja de su estomago, así que separándose de mi me arrastro hasta su habitación, allí nos seguimos besado y ella con mucha destreza fue despojándome de mi ropa, agradecí haber sido pulcro y haberme bañado antes de salir.
Una vez solo en boxers, ella se alejo, desde el baño me pidió un segundo que ya venia. Cuando apareció creí morirme allí mismo, la mujer mas hermosa que había conocido se apareció ante mi con una diminuta bata que solo cubría hasta sus nalgas. Me quede embobado mirándola, una mujer de 1,70, con unos pechos del tamaño de pomelos con un pezón rosado, muy duro, esperando ser devorados, una cintura fina y unas caderas que eran el sueño de todo sultán arabe.
Entre mi inexperiencia y mis nervios, la erección que tenía era historia; ella nuevamente se acerco a mi me abrazo de la manera mas tierna y me susurro al oido
- dejame que te haga gozar, hace mucho que te tengo ganas pendejo.
Yo obediente, me deje hacer, de nuevo los besos y sentia que me iba bajando los boxer, cuando los tube por los tobillos, me empujo hacia la cama, trastabille y caí y ella encima besándome, nuestras lenguas estaban en un duelo en el que ninguna era la vencedora. Yo tome conciencia de semejante regalo que me estaba haciendo Carina y decidí comenzar a acariciarle la espalda subiendo su bata, la que al estar suelta, dejaba desnuda su piel a mis caricias.
De repente se levanto de encima mío y se quita la bata; y por fin puedo ver su monte de Venus, con apenas una fina línea de pelitos. Nuevamente se tendió encima mío, yo podía sentir como se frotaba su entrepierna en mi verga, la que ante tan magnifica visión volvió a esta en su máximo posible. Rodamos en la cama quedando yo encima de ella, y seguí moviéndome, casualmente rozando su clítoris con la punta de mi miembro, entre gemidos me pide que se la meta.
- Dale metémela, dale que estoy muy excitada.
Yo estaba a más no poder, pero realmente no le atinaba a la entrada y fue su mano la que tomo por primera vez mi verga y guiarla hacia la entrada. Cuando entro totalmente, las sensaciones que me producía su calido interior, y las paredes apretadas de su vagina, sin poderlo evitar acabe, soltando varios chorros contra el cuello del útero. Ella seguía mas caliente que al comienzo, y me miro con cierta desazón; me di cuenta de ello y comencé a bombear primero suave con algo de temor de hacerle daño, pero a medida que aumentaba la cadencia de mis movimientos sus gemidos se hicieron presentes.
- Dale ahhhhhhhh, que maravilla, sabia que no me equivocaba elijiéndote ahhhhhhhhhh
- Seguí así ahhhhhhhhh, que ganas te tenía
Mi orgullo con esas palabras llego a las nubes, la estaba haciendo gozar de lo lindo a la motivadora de muchísimas pajas. Carina en un trance orgásmico tremendo, arqueó la espalda dejándola en el aire, tensa y sin respirar durante unos segundos, luego me confesaría que fue el orgasmo mas fuerte que había tenido en toda su vida.
Mientras tanto yo no dejaba de bombear su interior, y su segundo orgasmo comenzaba a gestarse , levanto sus piernas en un abrazo sexual, obligándome a llegar mas adentro de su vagina, mis huevos, golpeaban contra sus abiertas nalgas, el anuncio de mi nueva descarga comenzó a hacerse sentir, se lo dije.
- Dale acábame adentro no hay problema tengo el DIU (ni idea de que lo que era)
No me reprimí más, hincándome hasta el fondo de su vagina solté una cantidad considerable de leche, en ese momento ella me grita.
-Movete más, movete más
La sensación en el glande era tremenda, estaba muy sensible, pero aun así le hice caso y ella tuvo otro orgasmo de lo mas ruidoso, creo que los vecinos nos escucharon claramente (después nos pasaría la factura). Tendidos en la cama abrazados, le pregunte:
-Lo he hecho bien?
- Más que bien he tenido dos orgasmos que me han dejado de cama ¿y vos?
- No sabía lo que era gozar hasta ahora,
Le confesé que me había masturbado infinidad de veces pensando en ella.
- Parece que se te hizo realidad jajajaja
´- Si es un sueño hecho realidad
- No me lo tomes a mal, yo estoy felizmente casada y amo a mi marido, pero su trabajo lo tiene lejos mucho tiempo y me siento muy sola.
- Por que me elegiste?
- Primero, me gustaste desde el primer día que te di clases. y segundo me pareciste lo suficientemente discreto como para guardar esto en secreto, Si esto se supiera tendría muchos problemas, no solo con el trabajo, sino con mi matrimonio.
-Quédate tranquila, no voy a decir nada te lo prometo.
Me invito a ducharme con ella, pero quería irme con sus aromas en mi cuerpo, ya vería en mi casa que pasaba.
- Te espero el martes a la misma hora
- Acá estaré, puntual
5 comentarios - La historia de mi vida sexual 1