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Asumiendo mi papel de cornudo V

Gracias a todos los que disfrutan mis relatos, al igual que los agradecimientos y puntos. Es un placer saber que se excitan mucho leyendo los relatos de las experiencias cornudas que tenemos con mi mujer.
Después del último encuentro entre mi mujer y Nicolás, estuvimos un mes más sin tener contacto con él y seguíamos recordando todo lo vivido con nuestro amante cada vez que cogíamos. En nuestra máxima excitación nos confesábamos mutuamente las ganas de repetir un encuentro con Nicolás.
Una tarde recibí un llamado de Nicolás. Nos invitaba a pasar un fin de semana en una quinta de un amigo, aclarándome que también estaría su amigo Juan (a quien ya conocíamos individualmente) y el dueño de la propiedad, Fernando, de quien me aclaró que le gustaban mucho más los hombres que las mujeres (esto último lo dijo con una risita jocosa)
Juan nuevamente intentaba hacernos atravesar nuestros propios límites. Ahora nos proponía estar con tres hombres, y la verdad es que la idea me encantó.
Le dije que lo consultaba con Mariana y le contestaba.
¿“Crees que dirá que no? jaja” me dijo, nuevamente con ese tono burlón.
Lo consulté con mi esposa, quien no se animaba a decirme que sí, pero se notaba que se moría de ganas.
“No se”, me decía Mariana haciéndose la boluda “¿vos queres?”
“Si no estás muy convencida le digo que no, no hay problema” le dije para tantear su reacción…
“¡No, no es eso! Simplemente no quiero que esto se nos vaya de las manos o que te sientas mal. Vayamos y cualquier cosa, si no estamos cómodos, nos venimos” me respondió, dejando en evidencia las ganas que tenia de fiesta….
Yo no paraba de reírme de su reacción mientras le decía, “ha, pensé que no estabas muy segura, jaja”
El sábado a la mañana dejamos a nuestros hijos con los abuelos y partimos para la quinta de “nuestros amigos”. Era enero, así que nos fuimos preparados con mallas porque había pileta en la quinta.
Cuando llegamos, Nicolás nos dio la bienvenida abriendo el portón de la quinta. Era un terreno amplio y verde, con una casa mediana, y una pileta no muy grande.
Juan estaba sentado en una reposera al costado de la pileta, solo con una malla y lentes de sol. Desde la puerta de la casa apareció Fernando, el anfitrión, de 43 años, castaño, fachero, de cuerpo atlético. Enseguida se acercó a nosotros y nos saludó con calidez, Juan también se paró para saludarnos afectuosamente y todos elogiaron a Mariana que llevaba un vestido ligero, de bambula, que la hacia muy sensual.
Tanto Mariana como yo estábamos bastante tensos, de alguna manera éramos nuevos en este ambiente, y nos provocaba cierta incomodidad la situación. Yo no podía dejar de observar con cierto recelo los acercamientos y galanterías de nuestros tres amigos hacia Mariana, y se notaba que ella se sentía halagada, pero algo incomoda.
Fernando preparó daikiris para todos, lo que ayudó a distendernos un poco, mientras nos acomodábamos en las reposeras para tomar sol.
De a poco fui relajándome, y permitiéndome disfrutar del día. Tanto Nicolás, como Juan Y Fernándo, son personas agradables, de esos tipos que intentan hacerte sentir bien todo el tiempo, así que un rato después, ayudados por los tragos, conversábamos divertidos de temas variados.
Mariana se sacó el vestido y quedó en tanga y corpiño, despertando todo el tiempo las miradas de nuestros amigos. Cuando saco el protector solar, Juan se ofreció al instante para colocárselo, preguntando si no me molestaba, a lo que respondí que no había problema.
Muy lentamente le fue desparramando la crema por la espalda, realizándole un suave masaje que le arrancó más de un gemido de disfrute a Mariana. Juan desprendió el corpiño (Mariana estaba boca abajo) para tener más liberad en el masaje y siguió bajando hasta llegar a las nalgas (el punto débil de mi mujer).
Cuando sus manos se posaron suavemente en la cola de Mariana, ella no pudo evitar suspirar, y fue separando un poco las piernas mientras Juan seguía bajando por sus piernas y el interior de los muslos y las ingles, casi rozando sus labios vaginales.
Se notaba que Mariana estaba calentándose, y yo ni les cuento, la verga se me había puesto en semi erección y ya estaba toda mojada por el líquido pre seminal.
Juan le pidió a Mariana que se diera vuelta para aplicarle el protector en la parte de adelante. Ella se acostó boca arriba, sosteniendo el corpiño con las manos, ya que lo tenía desabrochado.
“¿No queres hacer toples para estar más cómoda?” le preguntó Juan “Total Nicolás y yo te conocemos desnuda, y Fernando te va a ver en bolas antes de que temine el día, ja,ja”
Mariana lo pensó unos segundos, me miró como consultándome, y ante un gesto de asentimiento mío se sacó el corpiño dejando sus lindas tetas al aire y a disposición de Juan, quien poniéndose una buena cantidad de protector en la mano, aprovechó para desparramarlo a gusto y piacere por sus tetas, continuando por todo el cuerpo, como un masaje relajante.
Esa situación terminó ahí, Mariana continuó tomando sol, totalmente relajada y nosotros seguimos conversando de todo un poco, con unas buenas erecciones que calmamos tirándonos cada tanto a la pileta.
Fernando fue adentro a buscar más bebidas y algo para picar, y me ofrecí a ayudarlo. Mientras preparábamos todo en una bandeja, comencé a observar por la ventana que Juan se acercaba mas a Mariana y le hacía bromas mientras le acariciaba discretamente la pierna.
Esa situación no dejaba de generarme cierta tensión, o celos. Fernando me hablaba y yo no podía prestar mucha atención a lo que decía y miraba cada dos segundos por la ventana para ver que pasaba entre Juan y mi esposa.
De pronto siento las manos de Fernando que se posan en mis hombros, masajeándome, lo que me genero un suspiro como de relajo.
“Relajate un poco Dario” Dijo Fernándo mientras seguía con su masaje, que a decir verdad, me hacía muy bien……
“Acá no hay nada que ocultar” contituó Fernándo, “todos estamos acá para disfrutar de un fin de semana con mucho sexo…..” y mientras pronunciaba esto último me apoyo todo el bulto en la cola, provocándome sorpresa y un escalofrío que me recorrió todo el cuerpo. Y continuó refregando lentamente toda su verga parada por todo mi culo, mientras seguía hablándome al oído.
“¿Acaso no te gusta que otros disfruten de tu mujer? ¿ver cómo la acarician, la besan, como se estremece en los brazos de otro hombre? ¿Vas a negar que no te excita a morir verla saborear otra verga y que no te vuelve loco de calentura el momento en que es penetrada por otro?
“Si, claro que me gusta todo eso” le respondí casi con un suspiro, “pero es todo nuevo para nosotros ¡¡Claro que me encanta que se cojan a mi mujer, me gusta verlo, que me lo cuente, me excita decirlo…..!! pero no deja de resultarme difícil, hace poco tiempo que asumí esto, y no es muy común escuchar que a un hombre le guste que se cojan a su esposa.”
“Socialmente, este deseo es considerado como despreciable, y de alguna manera yo también estoy atravesado por esa moral. Pero claro que me gusta, y cada vez me gusta más, solo que todo esto es muy nuevo para mi y al igual que me da mucho placer, también me da miedo y angustia….”
“No te preocupes”, dijo Fernando, Casi todos los hombres que disfrutan de lo mismo pasan por eso al principio, pero vas a ver que cada vez lo vas a vivir con mayor naturalidad y a la vez mayor placer”.
Dicho esto, Fernando se separó de mi y nos dirigimos hacia el jardín con las bebidas donde estaban los demás.
Ni bien nos acercamos se notaba que el ambiente se estaba calentando entre Mariana, Nicolás y Juan. El sol estaba muy fuerte y Juan seguía junto a mi mujer hablándole casi al oído y acariciándola suavemente con un dedo.
Terminamos las bebidas y Fernando nos invitó a entrar a su casa para empezar a “jugar un poco”
Juan acompañó a mi mujer tomándola de la cintura y nos dirigimos directamente a la habitación de Fernando que era bastante amplia, con una cama matrimonial King size y un sillón tipo futón muy amplio también.
Fernando puso música suave, Juan se acercó desde atrás a mi mujer y comenzó a acariciarle muy suavemente los hombros mientas le daba besos en el cuello y le apoyaba el bulto en la cola sutilmente. Ella empezó a suspirar despacio, con los ojos cerrado, disfrutando de las caricias de Juan.
Nicolás se desnudó y se acomodó en el sillón acariciándose la verga, mientras miraba como Juan calentaba a mi mujer.
Juan fue bajando con las caricias, manoseándole las tetas a mi mujer con una mano, frotandole descaradamente el bulto contra su cola, y con la otra mano comenzó a pajearla debajo de la tanga. Mi mujer suspiraba y gemía suavemente mientras acompañaba con la cola los movimientos de Juan que seguía refregándole su verga parada por las nalgas.
Fernando se acercó desde atrás y me empezó a apoyar y acariciar de la misma forma en que juan lo hacía con mi mujer. Me manoseaba el pecho como si tuviera tetas y yo sentía su verga re parada frotándose en el centro de mis nalgas.
Juan la dio vuelta a mi mujer y se empezaron a besar apasionadamente, como dos amantes. Se manoseaban como locos besándose con mucha calentura. Esa imagen me provocó un impacto primero y una calentura ¡terrible!
Nicolás se acercó desde atrás a mi mujer y se sumó a las caricias de Juan, mientras Mariana se daba vueltas besándose con uno y otro ¡manoseándole las vergas con calentura!
Juan la agarró de la nuca y la fue guiando hasta su verga. Mi mujer estaba re caliente y se prendió enseguida lamiéndola y chupándola como desesperada. Nicolás se puso al lado y ella empezó a alternar entre una verga y otra.
Fernando me dijo, “¿no queres imitar a tu mujercita?”
Yo, con la calentura que tenía a esa altura, automáticamente me arrodillé y empecé a devorarme la verga de Fernando ¡A esa altura no podía más de la calentura! y chupaba esa pija como si se fuera a acabar el mundo, mientras cada tanto miraba de reojo como mi adorada mujercita ¡
chupaba dos vergas!
Juan me miraba con una sonrisa burlona, mientras mi mujer le devoraba la verga y yo mamaba como una trola la pija de Fernando.
Juan y Nicolás acomodaron a mi mujer en la cama, en cuatro, y Juan fue el primero en penetrarla luego de ponerse un forro. “¡MMMMMM! ¡Que pijaaaaa!” dijo mi mujer, que a esa altura estaba mucho más desinhibida que los primeros encuentros, e inmediatamente se tragó por completo la vega de Nicolás que se había puesto adelante.
“Mirá que putona que se puso tu mujer, Darío”, me dice Nicolás, “Y pensar que cuando los conocí no sabían si se iba a animar a probar otra verga, jaja”
“¿Te gusta como nos cogemos a tu mujer, cornudito?”
Yo lo miraba, con la verga de Fernando en mi boca, y asentía con la cabeza.
“Ahora te toca a vos, putita”, me dijo Fernándo, guiándome a la cama y haciéndome poner en cuatro, quedando de frente a mi mujer, y me empezó a lamer el culo de una forma que me hacía gemir. Y después de un rato me lubricó y comenzó a penetrarme lentamente hasta que sus huevos chocaron con mi culo ¡Esa sensación me encantaba, sentir mi culo lleno de verga caliente mientras veía a mi dulce y tímida mujercita totalmente emputecida comiéndose a dos machos como la mejor de las putas!
Fernando dejó la verga metida hasta el fondo un rato mientras me masajeaba las nalgas. “Que culo de putita tiene el cornudo”, dijo Fernando mirando a todos. “Dale, movelo y cometela solita…… Asííí putita, haaa!!” yo empecé a mover el culo muy despacio, avanzando y retrocediendo. Me daba cuenta de que el hecho de que me trataran de putita me provocaba un morbo impresionante, que me llevaba a comportarme realmente como una puta. Arqueaba todo lo posible mi espalda para dejar mi cola en popa, con las piernas y las nalgas abiertas como trola, y gozaba como una loca recibiendo los pijazos de macho caliente de Fernando.
Juan y Nicolás se intercalaban para cogerse a mi mujer y hacerle chupar pija, y Juan comenzó a lubricarle el culo mientras me decía, “cornudito, pedime que le rompa el culo a tu mujercita”
“mmmmm, sii ¡gozale el orto a mi esposa, Juan! Y como pude me estiré hasta su verga y se la empecé a chupar ¡con devoción! Abriéndole las nalgas a mi mujer con mis manos, y recibiendo la verga de Fernándo que me estaba pegando la culeada de mi vida.
Mariana giró la cabeza y me miraba como diciendo que no podía ser tan cornudo y puta a la vez, y como desafiándome en el juego de quien era más trola, le dijo a Juan: “quiero que me la metas sin forro……….”
Al oír eso ¡casi acabo sin tocarme! Y Juan casi se viene en mi boca.
Cuando el culo de mi mujer estuvo listo guié la verga de Juan hasta su agujero y disfruté viendo como se tragaba cada centímetro de verga de nuestro amigo en mi propia cara.
Fernando me acomodó al lado de mi mujer y quedamos los dos en cuatro, recibiendo verga por el orto y chupando entre los dos la verga de Nicolás, mientras gemíamos como putas y lamíamos esa pija como desesperadas.
Luego de unos minutos, Nicolás se colocó debajo de mi mujer y la penetró por la concha, haciéndole una doble con Juan. A Mariana le dolía, pero gozaba como una trola con tanta pija adentro, y mientras observaba como se comía las dos vergas a la vez, me percaté de que Nicolás también se la estaba metiendo sin forro.
En todo ese enredo mi mujer acabó dos veces, y con el segundo orgasmo ¡Nicolás descargó toda la leche adentro de su concha!
“Ahí te dejé un regalito, cornudo” dijo Nicolás, y yo sin pensarlo demasiado me saqué la verga de Fernando del culo, me puse debajo de mi mujer, en 69, y empecé a lamer toda su concha llena de leche, hasta dejarla limpita.
Lamía la leche de la concha de mi mujer mientras veía como la verga de Juan le taladraba el culo a un centímetro de mi nariz, y Mariana se prendió de mi verga mamandomela de maravilla.

Juan se la sacó del culo, fue lavarse la verga, porque estaba sin forro, y cuando volvió hizo acostarse boca arriba a mi mujer y se la metió hasta los huevos, comenzando una serruchada para el campeonato, se la estaba cogiendo como para partirle la cocha. Mariana pasó de gemir a gritar por la cogida que estaba recibiendo, y Juan le dijo Fernándo, “vení, dale verga vos a esta putita hermosa, vamos a intercalarnos para darle la cogida de su vida”
Enseguida cambiaron, y Fernando penetró por primera vez a mi mujer, continuando con el ritmo que llevaba Juan, quien sin de decir palabra alguna, me agarró de la nuca y me puso a chuparle la pija, cosa que obedecí inmediatamente…….
A NIcolas se le volvió a parar la verga y se sumó a la fila para cogerse a mi mujercita. Yo también quise cogerla un poco pero Nicolás me paró en seco, y con su tono burlón característico me dijo, “no cornudito, ahora es el turno de los machos, se un buen cornudo y chupanos bien la pija mientras esperamos para darle pija a tu mujer como no se la dieron en su vida”.
La cogida en ronda que le dieron a mi mujer duró como 45 minutos, gimió y gritó hasta quedarse afónica. Aprovechándose de la calentura que tenía le hicieron decir infinidad de guarradas. Le hacían decir que era una puta regalada, que adoraba la pija, que le gustaba que la llenaran de pija delante del cornudo, que le rompieran el culo las veces que quisieran y no se cuantas guasadas más que nunca hubiera imaginado escuchar de la boca de princesa de mi amada esposa, entre orgasmo y orgasmo, hasta que pidió por favor que acabaran porque ya no aguantaba tanta verga.
De a uno comenzaron a acabar en la boca de Mariana, haciendo que me besara con la boca llena de lecha después de que acababa cada uno, hasta que acabó Nicolás, que fue el último. Mientras saboreábamos su leche se la quise meter a Mariana para acabar, pero Nicolás me dijo, “no cornudito, te dije que hoy los machos somos nosotros y vos aceptaste el jueguito. Vos estás en el equipo de las putitas, y tenes que acabar como una, así que me hizo poner en cuatro y Fernando me la volvió a meter hasta el fondo. Imagino que abrían tomado viagra porque se recuperaban enseguida después de acabar, y me dieron una cogida similar a la que le pegaron a Mariana, intercalándose los tres, y dándome pija hasta que me dejaron el culo como en carne viva. Ahí no aguanté más y les pedí por favor que acabaran.
Los tres se sacaron los forros, se pajearon sobre las tetas de Mariana llenándola de leche, y me hicieron pajearme mientras la limpiaba. Y así acabé como un animal, haciéndome una paja mientras lamía la leche de tres machos que nos acaban de coger a mi mujer y a mi como dos putas a su servicio.

8 comentarios - Asumiendo mi papel de cornudo V

meliton235
QUE RICO Y MI NICOLAS QUE HUMILLADA Y COJIDOTAS LES DA A ESTA PAREJA A COMO VA LA PROXIMA SERA UNA RICA ORGIA
kramalo
muy caliente....!! y siendo la pareja cojida junta, le dá más morbo....sigue, no..?
mam1906
Que buen relato que buena fiesta
pepelepew2001
Que bueno que sigas con la serie...es tremendo como pierden el control de sus voluntades y se emputecen cada vez más.
shiwwo
que relato por favor , como me gustaria vivir esa experiencia!!!