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Remember 1 (donde hubo fuego...)

El siguiente relato está dividido en 4 partes, las cuales voy a postear todas juntas. Lo hago así porque en un solo post sería muy largo y no quiero resumir ni acortar algo que para mí fue muy importante. Espero que les resulte cómodo leerlo y lo disfruten... Besos.



PRIMERA PARTE:

Hace rato le venía dando vuelta a la idea. Desde mucho antes de lo del depósito. Pero apareció el Ogro y lo fui dejando para mas adelante, hasta que volví a pensar en lo mismo.
Se trata de un remember, pero no uno cualquiera, sino de un REMEMBER con Damián.
Lo nuestro fue demasiado intenso como para dejarlo ahí y no volver ni siquiera a hablarnos. Reconozco que fui yo la causante de la ruptura, la que dió el ultimatúm: un último polvo y nunca mas. Pero ahora, con la perspectiva que te da el tiempo, creo que fue algo precipitado. Es verdad que sentía por él algo que no llegué a sentir jamás por nadie.
¿Amor? ¿Deseo? ¿Lujuria? ¿Morbo?
Quizás fuera todo eso junto, o tal vez nada. Quizás sea solo una simple calentura, como con el Cholo. Pero si es así, se trata de una calentura de lo mas incitante. ¿Porque cortarla de forma tan abrupta? ¿Porque no mantener una relación de amantes a lo largo del tiempo? ¿Por qué no disfrutar de algo que me resulta tan adictivo y placentero? ¿Porque seremos tan complicadas las mujeres?
Lo que tenía en claro era que habiendo descubierto esa mina de oro que es el depósito, seguiría yendo hasta que el Ogro me hiciera saltar los empastes de las muelas a puro pijazo. Pero luego de dos incursiones prácticamente seguidas, necesitaba un descanso, sino iba a terminar lisiada, y con muletas se me va a complicar andar revoleando la chancleta. Así que con el Ogro en "stand by", pensar en Damián no fue tan difìcil.
No lo quise llamar por teléfono, tampoco mandarle un mensaje. Directamente fui a esperarlo en la puerta de su casa, en Mataderos, para sorprenderlo, pero la sorprendida fui yo, cuando lo veo llegar de la mano de una mina.
En ese momento no se me ocurre que hacer, si irme antes de que me vea, hacerme la boluda, o quedarme y enfrentarlo como si nada.
Él luce como siempre, desprolijo, desaliñado. ¿En serio me puede gustar tanto ese tipo?, me pregunto. Sí, me gusta tanto, me contesto.
Ella tiene pinta de flaca histérica. Ok, son los celos los que hablan. No sé si será histérica, pero sí es flaca, demasiado. Ni tetas tiene.
"Ésta flaca escopeta no tiene ni con qué hacerte las turcas que yo te hacía", pienso. Y aunque sea a ella a quien tiene de la mano, con solo una mirada me doy cuenta que lo que nos unió, sigue ahí, vivo, latente, esperando ser rescatado.
-Hola Damián- lo saludo cortésmente, como si la presencia de esa mujer no hubiera hecho mella en mí.
Me la presenta. Se llama Aurora, hasta nombre feo tiene.
Le digo que perdí su número y que por eso estoy ahí, que necesito pintar mi casa y quiero que me haga un presupuesto. Por suerte a la tal Aurora no se le ocurre preguntar como es que sé donde él vive, pero bueno, además de flaca histérica, quizás también sea idiota.
Quedamos en que pasa al día siguiente, por la mañana. Aunque sabe donde vivo, le anoto la dirección en un papel, para disimular frente a la mina.
-Por favor, vení temprano, a eso de las ocho, ¿puede ser? Después me tengo que ir a trabajar- le pido.
-A las ocho estoy ahí- me asegura.
En realidad no iba a ir a trabajar ni nada, solo quería que fuera temprano para pasarnos el día cogiendo.
¿Viste cuando estas ansiosa por algo y querés que llegue ese momento, pero aunque está ahí, a la vuelta de la esquina, parece que nunca llega? Eso me pasaba. La noche me pareció eterna. Creo que ni siquiera pegué un ojo, atenta a la ventana para cuando amaneciera. Cuando los primeros rayos de sol comenzaron a filtrarse por las persianas, me levanté de un salto y comencé a prepararme como si en verdad me fuese a la oficina. En realidad ya había pedido permiso el día anterior, aunque no se lo dije a mi marido, obvio. Lo que si le dije, fue que tenía que hacer unos trámites temprano, si por esa vez podía llevar al Ro a la guardería. Nos turnamos una semana cada uno, y esa semana me tocaba a mí, así que tendría que devolverle el favor para la próxima.
No tuvo problema, así que para cuando salieron, me quede sola en casa, mas ansiosa que una adolescente en su primera cita.
Para que no haya demoras, por el intercomunicador le aviso al portero que voy a recibir una visita, un pintor que va a presupuestarme un trabajo en mi departamento, que por favor lo haga pasar.
-Es uno de los que estuvo trabajando en el departamento de al lado- le informo para que lo reconozca.
El no lo sabe, pero ese departamento es el de la orgía, en donde conocí a Damián, y no puedo evitar pensar que lo que empieza con sexo, siempre deriva en mas sexo.
A las ocho con tres minutos tocan el timbre. Abro y ahí está él, jean gastado, camisa arremangada, el pelo engominado, la barba de tres días y la agenda de siempre en la mano.
Nos saludamos con un beso en la mejilla, muy cerca de nuestros labios. Después de todo, donde hubo fuego...
-¿Te sirvo algo?- le pregunto mientras lo invito a sentarse en el sofá.
-¿Tan temprano?- se sorprende.
-Bueno, me refería a agua o algo así- le aclaro -Pero si querés puedo servirte un whisky o..., lo que quieras-
Damián es muy afecto a la bebida, por lo que cuando le invité algo de tomar, lo primero en que pensó fue en alcohol.
-Un whisky está bien- asiente.
Le sirvo una medida de Old Smuggler, otra para mí y mientras me acerco con los dos vasos al sofá, le confieso:
-No sé si hice bien en buscarte-
-Hiciste bien, la verdad es que tenía ganas de verte- admite.
-No me imaginé que estarías de novio- le digo, no se trata de un reproche, pero...
-Novio, quién dice novio...- titubea -Estamos saliendo-
-Cogiendo, dirás- lo corrijo como una novia celosa.
¿Que es lo que me pasa?
-Sí, cogemos, como toda pareja, ¿acaso vos no cogés?- me replica.
-Sí, cojo, y mucho- enfatizo desafiante.
-No hace falta que me lo digas, me acuerdo como nos conocimos- me dice, en obvia alusión a la orgía con los pintores.
Que me lo recuerde así, como reprochándomelo, me produce cierto resquemor.
-Sabés que, creo que fue un error pedirte que vinieras- le digo de repente, dejando el vaso de whisky sobre la mesa y levantándome -Creo que mejor voy a llamar al otro pintor, el que era tu jefe-
-¿Con el que cogías antes de que nos conociéramos?- mas que una pregunta se trata de una afirmación.
-Sí, con ese, y quizás termine cogiendo con él y todos sus ayudantes de nuevo- le informo toda despechada.
-Si buscás un polvo, seguro que ellos te lo van a dar- me confirma.
Deja también su vaso y se levanta, enfilando hacia la puerta.
-Andá a cogerte a esa flaca anoréxica- le grito.
Ya ni me reconozco.
-Llamala como quieras, pero lo que no vas a poder decirle es puta, porque no lo es-
-¿O sea que yo sí...?-
Se queda mirándome, dándose recién cuenta de sus palabras. Puede que haya sonado a insulto, pero yo no lo siento así, porque es la verdad, soy puta.
-Perdoná, no quise...- trata de disculparse, pero antes de que lo haga, le recrimino:
-Pensé que yo era tu puta...-
Entonces todo fue tan rápido y vertiginoso, que no sabría decir quién dió el primer paso. Pero si en un momento estábamos discutiendo y a punto de alejarnos para siempre, al otro nos besábamos con pasión y sentimiento, trasladando a nuestros labios todo lo que nos habíamos guardado durante el tiempo que estuvimos separados.
-Siempre vas a ser mi puta...- me dice, entre besos, chupones y mordidas.
-¡Siempre, siempre, siempre...!- le insisto, lamiéndole la cara, áspera por la barba de días.
Restregándose contra mi entrepierna, ya puedo sentir esa anhelada pulsión que había echado tanto de menos. No tendrá la del Ogro, pero aún así me puede. Se lo hago notar al bajarle el pantalón y chupársela ahí mismo, de rodillas, con un entusiasmo que revela cuanto lo he extrañado.
Y ahí estoy, en el living de mi casa, postrada a sus pies, congraciándome con el máximo responsable de todos mis anhelos.
Junto saliva y se la escupo en el lomo de la pija, esparciéndola con la lengua atrás y adelante, jugando con esa espumita que forma mis babas con su leche.
Me acuerdo de su novia y decido hacerle una turca, ya que con lo que ella tiene, dudo de que haya disfrutado de alguna durante este último tiempo. Me pongo la pija entre las tetas y se la hago, sacándole chispas con el refriegue. Le pongo tanto entusiasmo, que el líquido que la recubre, me salpica por toda la cara.
-¡Como extrañaba esto!- me dice Damián, acariciándome dulcemente la cabeza -Esas tetas son impagables-
Me levanto, vuelvo a besarlo en la boca, y tomándolo de la mano, me lo llevo al dormitorio. La cama que acabo de compartir con mi marido, todavía esta deshecha. Caemos enredados sobre ella, besándonos, acariciándonos, metiéndonos manos por doquier. Nada está vedado, todo está permitido.
En un momento nos besamos de frente, y al otro, estamos invertidos, formando un incitante 69, yo chupándole la pija, y él chupándome la concha. No nos damos tregua, ni siquiera nos permitimos un mínimo respiro, es demasiado el tiempo que tenemos que recuperar.
Cuando me penetra, ahí en mi cama, en mi propio lecho conyugal, me siento mas que nunca su mujer, su hembra, su puta. Me coge en la pose del misionero, de frente, mirándome a los ojos, respirándome en la cara, mezclando su aliento con el mío.
Enlazo mis piernas en torno a su cintura y me dejo arrasar por la pasión, por esa incompresible locura que me instiga a coger con otro tipo en mi propia cama de matrimonio. Pero no se trata de un tipo cualquiera, se trata de Damián, y eso ya de por sí es el mejor aliciente.
Mientras nuestros sexos celebran la reconciliación, nuestras lenguas hacen lo propio, saboreándose sin respiro. La saliva pasa de una boca a la otra, y la que se derrama, la recojo lamiendo la comisura sus labios.
Le paso las piernas por encima de los hombros, abriéndome todavía mas, deseando sentir también sus huevos pulsando en mi interior. Soy toda suya y él es todo mío. Completa, absolutamente.
¿Como pude haberme mantenido alejada todo este tiempo? ¿Como me pude negar a mí misma lo que sentía?
El sexo con Damián trasciende lo físico, no se trata simplemente de echarse un polvo, es mucho mas que eso.
Creo que en la vida podés coger con mil tipos, pero siempre hay uno que te marca, el que hace la diferencia, y ese para mí es Damián. Me di cuenta de ello el mismo día de la orgía, cuando de entre los tres pintores, solo él me hacía sentir cosas que los otros no. No sé bien como explicarlo, porque con todos gozo, a todos los disfruto, y con todos acabo, pero cuando él me coge, es como si acabara con el alma.
No será el mas guapo ni el mas pijudo, pero cuando estamos juntos, todos mis sentidos se intensifican. Es como si mi cuerpo reconociera en el suyo, a su igual, su contraparte, su reflejo en el espejo. El es Adán y yo su costilla, un único cuerpo escindido en dos, que busca volver a ser uno, completo e indivisible. Y en eso estamos, tratando de entrar el uno en el otro, él en mí, para ser mas precisa.
Me coge sin forro, así que siento su orgasmo estallar en mi interior, un verdadero tsunami lácteo que me rebalsa con sus apoteóticas y vivificantes sensaciones. Acabo con él y durante ese voluptuoso instante, estamos tan íntimamente unidos, que ninguno quiere salirse. Si fuera otro, ya me hubiera ido a enjuagar, pero con Damián eso no pasa. Quiero tenerlo adentro hasta que la última gota de su semen quede guardada en mí.
-Nunca te voy a dejar de nuevo... Nunca, nunca, nunca- le prometo, rubricando mi promesa con un beso por demas apasionado...

CONTINUA...

6 comentarios - Remember 1 (donde hubo fuego...)

Pervberto
Voy a prolongar el placer leyendo uno por día...
maritainfiel +1
No hay nada mejor que prolongar el placer.... y hacerlo durar, o no?
Pervberto
@maritainfiel Claro que sí, Marita. Yo vengo intentando hacerlo durar desde hace unas cuantas décadas, así que estoy muy de acuerdo. Ahora, te confieso que un ocasional rapidito también tiene su gracia, especialmente si implica una travesura...
chikabisex
Que bien escribis, Marita!!!!!!!!!!!! Felicitaciones y te dejo 10 puntines.... Muy claro, muy contundente, muy caliente, vivo el relato como si fuera yo........
MIsko-Jones
Marita te estas superando relato tras relato , consiguiendo un estilo excelente tenes momentos muy graciosos es sumamente divertido leerte ademas de caliente claro

felicitaciones ,ya pasare por lo demas relatos ,cuatro relatos tuyos en un dia me puede hacer mal 😉

besos Misko
perroandante
excelente, es tan excitante que no aguanto en leer los otros
borracho_tuerto
Hummm...que excitante y muy caliente, reencontrarse con una pareja con la que el sexo los une más allá de una simple relación sentimental común y corriente! "El sexo con Damian trasciende lo físico, no se trata simplemente de echarse un polvo, es mucho más que eso" A eso es lo que yo me refiero Marita y es delicioso poder coger con "esa persona tan especial y única"
Buenisimo el relato como siempre querida, no sé si podré leerlos todos hoy mismo, porque voy a quedar enfermo de tanta calentura linda...jajaja FELICITACIONES!! Besos +10


Remember 1 (donde hubo fuego...)
clandestyna
Con razón lo recomendaban tanto! Derrama lujuria tu relato, te felicito. No es fácil encontrar buenos relatos últimamente. Más tarde vuelvo con puntos!