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Obsesión por la cola de mi mujer - Parte 2 de 2.

Continúo con el relato.
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Ver a mi mujer sometida frente a un desconocido con un juguete metido profundamente en el culo me generaba un morbo indescriptible.

Mientras esperaba que la cola de Lucia se acostumbre al dilatador inflable. El masajista me dice:

M - que linda cola tiene tu mujer, tenes mucha suerte amigo.
M - Mira como tengo la pija de mirarle y tocarle el orto (se levanta el delantal mostrando claramente su erección debajo del pantalón). Discúlpame, sé que es poco profesional de mi parte.

Yo - no hay problema te entiendo. Estoy igual que Vos y a LU no creo que le moleste que estemos así ¿no mi amor?

Lu - para nada, pero les aviso que ustedes no son los únicos que están excitados (lo dijo bajito como no dando más de la calentura)

M - mmm que divina que es. Bueno me parece que este culito ya se acostumbro (terminó de decirlo y apretó otras 4 o 5 veces la bomba haciendo que Lucia pegue un pequeño grito intentando con una mano frenar la acción del masajista)

Lu - haayy me dueleee espera un poco me partís al mediooo

M - quedate quietita, ya casi esta falta muy poco preciosa. Te voy a acariciar un rato para que no pienses en tu cola. Así se te pasa el dolor.

Se quito un guante y llevo su mano directamente a la conchita de mi mujer.

M - uuuff estas empapada (le decía mientras le acariciaba sus labios vaginales)

Ella empezó a suspirar y en unos minutos sus suspiros se volvieron gemidos

LU - siii daleee asiiii me gusta como me tocasss aaahhh mee encantaaa...

Empezó a tocarla rápidamente mientras con la otra mano intentaba sacar el aparato de su cola.

M – Vení acercate. Mira como le esta quedado el orto a tu esposa.
Se podía ver como el ano de Lu se estiraba hacia afuera como si tuviese una pelota de golf adentro o tal vez algo más grande intentando salir agarrada a la fina manguera.
Era una imagen extraña (algo bizarra pensé).
Ella directamente gritaba y se retorcía.
Se comenzó a ver como salía el plug inflado, abriendo su ano a un diámetro de unos 5 o 6 cm. era Increíble!!
Nunca había visto algo así en mi vida. Los bordes de su ano se veían estirados. Sentí una mezcla de impresión, celos y calentura a la vez que no puedo explicar.
El seguía tocándola, metiéndole dos dedos en la vagina. Dejando el plug a mitad de camino y volviéndolo a empujar haciendo que ella grite aún más fuerte.
Hasta que llego su orgasmo, fuerte, intenso. Sus gritos invadieron el lugar. Justo en ese momento le saco el plug de un tirón.
Lucia grito más fuerte que antes mientras seguía inmersa en su orgasmo retorciéndose en la camilla.

M - ufff mira como te quedo el culito. Hermoso (mete dos dedos de cada mano y se lo abre mostrándome).
M – mira bien a tu mujer, es una genia. Le quedó perfecto, acá le van a entrar dos pijas juntas fácil jaja

Le había quedado el agujero del culo súper abierto.

Yo - ¿como estas Lu?
Lu - que guacho como me hizo acabar mmmm estoy muy caliente amor. Siento la cola vacía. Me había acostumbrado a tener algo adentro y ahora como que me falta algo (lo dijo metiéndose un dedo en la boca haciéndose la putita inocente)

M - Luci quedate un rato acostada hasta que te recuperes y te puedas vestir.
M - Flaco ¿me haces un favor? porque no vas hasta la estación de combustible que está a una cuadras de acá y me compras un paquete de cigarros (lo mire con cara de ¿qué decís?)
M - Mira loco me tiemblan las manos, necesito fumar un cigarrillo y se me terminaron, haceme la guachada dale.

Yo - Bueno, está bien (me indico que marca comprarle, a donde ir y salí. Antes le di un beso a Lu que todavía estaba boca abajo con al culito parado por la almohada que llevaba debajo)
Yo - ya vuelvo.

Cuando salí a la calle mire la hora, eran casi la 1 de la madrugada. Salí en la dirección que me había indicado hasta que llegue a la estación. Había 3 o 4 personas esperando.
Se podía sentir olor a café. Me tenté y me pedí uno, total por 5 minutos más no iba a pasar nada. Seguro que cuando regrese ella iba a estar vestida y lista para volver al hotel.
Compre los cigarros, me dieron el café y me senté mirando hacia afuera. No recuerdo de ver algo, estaba en mi mundo.
Termine mi café y me encaminé hacia el lugar a buscar a Lu.

Llegue a la puerta y mire nuevamente la hora. 1:20 había pasado poco más de 20 minutos.
Toque timbre y espere. No me atendía nadie. Volví a tocar, nada.
Espere un rato más y me colgué del timbre algo desesperado sin respuesta. Me puse muy nervioso así que tomé el celular y llame al celu del masajista pero me atiende la casilla de mensajes, la puta madre!!
Llamo a Lucia y tampoco contesta. No sabía qué hacer. Pensé en tocar el timbre de otro dpto. para ver si alguien me abría pero era tarde y tampoco sabía que decir, podrían pensar que soy un chorro. No creo que nadie le abra a un desconocido.
Me senté en las escaleras del frente del edificio pensando en que estarían haciendo, enviándoles mensajes de texto a los 2 a ver si uno se dignaba a contestar.
En un momento me tranquilice intentando creer que podrían tener sus celulares en modo vibrador y que con la música no llegarían a escuchar. Seguramente ya se iban a dar cuenta y me iban a abrir.
De repente escucho las puertas del ascensor, me doy vuelta y veo a Lucia caminar hacia mí algo despeinada, con cara de cansada, el maquillaje corrido y descalza con sus zapatitos en la mano.
Abre la puerta, la miro con mi mejor cara de orto y me dice con ternura:

Lu - perdóname amor, cuando te fuiste él empezó con la ultima parte del tratamiento. Me explico que en realidad no fuma y que lo hizo para que vos no veas lo que iba a pasar así después no me lo reprochabas.
Lu – ni bien te fuiste saco su pija, me bajo de la camilla para ponerme en 4 sobre el sillón y me cogió por la cola hasta recién sin piedad. Es un animal, no sabes el pedazo de pija que tiene, como de actor porno. Te juro que nunca había visto una así de gruesa en vivo.

(Yo estaba furioso pero a la vez re caliente, tenía la pija a mil pero mi orgullo por el piso)
Yo - no te puedo creer!! (Le dije casi gritando sin importar si alguien pasaba) me estás diciendo que te quedaste entregándole el culo al boludo éste y me dejaste afuera como un tarado?

Lu - espera amor no te enojes, tiene su lado bueno. No nos cobro nada y yo todavía tengo ganas de que me llenen el culito de lechita. Llevame al hotel por fi que quiero que veas cómo me lo dejó…

Yo - Que tremenda trola que sos Lucia!! me re calentas pero no está bien lo que hiciste.

Lu – si lo sé mi vida. Me tomo por sorpresa y me deje llevar. Mira amor ahí llegó el taxi que llame cuando estaba arriba. Volvamos al hotel mi vida.

En el camino no hablamos nada. Se me fue pasando el enojo porque la calentura y curiosidad de ver cómo le había quedado la cola era más fuerte.

Una vez dentro de la habitación me dice:

Lu - espérame que paso al tocador a lavarme, me olvide la tanguita y me estoy chorreando toda jiji

Cuando sale del baño la miro y estaba vestida solo con sus medias transparentes y su portaligas.
Se me tira encima y empezamos a revolcarnos en la cama. En un momento la puse en cuatro, le separe las nalgas y puede ver su ano dilatadísimo. Todavía me acuerdo de esa imagen y me pongo nervioso!
Se lo escupí, le pegue dos fuertes nalgadas dejando uno de sus cachetes bien rojo.
Le di una cogida increíble por el culo, pude por primera vez disfrutar de darle por el orto hasta que caí rendido sin escuchar que se queje o que me pida que se la saque.
¡Y todo gracias a nuestro nuevo amigo el masajista!

Fin.

5 comentarios - Obsesión por la cola de mi mujer - Parte 2 de 2.

landeroxxx +1
Excelente nada es gratis en esta vida!!!
edudalio +1
uhhh que bajon, o sea q no fuiste el primero en hacerle el orto a tu mujer...
mirandopaso -1
que bueno!!! y sigue entregando facl la cola!!??
Sebastian2002 +1
la verdad que no le duro mucho el tratamiento.. tendria que volver a llevarla 😉 fue hace un par de años hay que ver si el flaco se sigue dedicando a lo mismo
cumpala
Me encanto y me quemo la cabeza con imágenes... Creo que con la calentura del momento, camino a la est de servicio si me aparece el inspector de billeteras yo también se la hubiese mostrado.