Sigo con el "PEQUEÑIN"
- Sígueme, hablaremos en privado -
Sin atreverse a mirarla a los ojos Sebastián la sigue y ambos entran a un parque y caminan hasta llegar detrás de un mirador donde hay unas bancas, es un sitio apartado, nadie viene aquí pero por lo visto Susana lo conoce.
Antes que ella le diga algo Sebastián se deshace en disculpas explicaciones, que no fue su intención, y eso es muy cierto, que fue un accidente, lo empujaron y cosas similares
- Ya veo" dice ella que esta cruzada de brazos.
- Pero hay algo que deseo comprobar –
Sebastián la mira a los ojos, nota un extraño brillo en ellos.
- Bájate los pantalones y muéstrame tu miembro -
Sebastián no cree lo que oye y por un momento cree haber escuchado mal.
- Escuchaste bien, ya me oíste, bájate los pantalones y muéstrame tu verga - insiste Susana. –
- Estás loca, no me los voy a bajar solo porque si - Le responde él
- Solo quiero salir de la duda – insiste ella
- ¿De qué duda me hablas? –
- Pues tus hermanos andan diciendo que tú tienes problemas de, como decirlo…..
- que lo tienes chico, muy chico, y lo que sentí en el bus hoy dista mucho de serlo, solo quiero salir de la duda"
- ¡Pues deberás quedarte con la duda, no lo voy a hacer - responde con firmeza Sebastián.
- Así que quieres jugar rudo - le dice Susana con una malévola sonrisa.
Ella se para frente a él, Sebastián no se intimida, o trata de no intimidarse.
- Pues si no lo haces, le diré a todos que en el bus te propasaste conmigo –
Sebastián pone cara de espanto
- No te atreverías a hacer eso –
-Tan solo pruébame - le responde Susana, en efecto ella si se atrevería.
Resignado a su suerte Sebastián decide ceder al chantaje
- juegas sucio –
- Demándame - Susana está ahí con sus manos en sus caderas, espera que Sebastián cumpla, él deja sus cosas a un lado y se desbrocha sus pantalones, se los baja un poco y después se baja sus calzoncillos.
Susana no lo puede creer, su cara lo dice todo.
- ¿Y tus hermanos dicen que lo tienes chico?
- Es que ellos no saben lo que tengo en realidad - responde él con orgullo.
Susana se le acerca para verlo mejor, esta algo flácido aun pero cuando ella se inclina un poco empieza a pararse y ante su atónita mirada se pone duro y erecto, en plena demostración de poder con su roja cabeza brillando.
Susana se hinca en el pasto y lo mira con más detalle, no sabe bien que hacer o que decir, nunca había visto algo así de grande en su vida, ella no es virgen y no es una santa tampoco, pero algo así, nunca.
- Si Francisco te viera se moriría de la envidia, es un desastre en la cama -
- Por qué no pruebas algo diferente - le dice él en una reacción instintiva casi un reflejo.
Susana lo piensa un instante. Con un sutil movimiento se aparta su cabello de su rostro, coge entre sus delicadas manos la verga de Sebastián, él reacciona de inmediato y darse cuenta, ella le sopla sobre el glande haciendo sobresaltarse un poco.
Antes que Sebastián diga algo siente los carnosos labios de Susana posándose sobre su miembro, ella lo envuelve por completo con su boca y se la chupa intensamente, solo en sus sueños había visto un momento así, pero ahora es toda una realidad.
A pesar de su edad Susana le demuestra que sabe muy bien cómo hacer una mamada, es casi tan buena como Isabel, aunque los años más de Isabel son de experiencia.
Susana no la saca de su boca en ningún momento, juguetea con su lengua y se la frota y la aprieta un poco a fin de estimularlo, Sebastián siente los movimientos de su lengua sobre su glande y como ella se lo masajea, él está en las nubes ahora.
- Es increíble - dice ella cuando la saca para tomar aire
- Nunca había mamado una verga así antes - pero Susana no alcanza a hacer más, Sebastián la jala con fuerza y la pone contra la pared y comienza a besarla apasionadamente, presionando sobre sus labios y deslizando sus manos por encima del uniforme de colegiala de la morena.
Susana casi no opone resistencia, el beso de Sebastián es intenso y sus manos se muestran hábiles y muy activas, le soba sus pechos suavemente, siente su tamaño y firmeza mientras su lengua se cruza con la de ella.
La morena está sorprendida, Sebastián es muy diferente a su novio, es más intenso y él se preocupa de acariciarla apropiadamente, le masajea sus pechos y le abre la blusa para sentirlos, le aparta el sostén con facilidad para chupárselos, succiona sus pezones con ganas y Susana separa sus piernas al sentir como él le frota suavemente su coño, presiona su pubis y después directamente sobre su sexo, son caricias que Susana no había sentido antes, todos los chicos con los que había tenido sexo eran mucho más rudos que Sebastián.
Los gemidos de Susana no se hacen esperar, en especial cuando siente los dedos de Sebastián recorriendo su coño y luego metiéndose bajo su ropa interior, juega con su clítoris y los desliza delicadamente sobre los labios de su vagina para luego presionar y hundir un dedo en ella. Susana esta con sus ojos cerrados y disfruta intensamente de este momento, de cómo él le chupa sus
pechos y le hace una paja.
- Estas bien mojada - le dice Sebastián que luego se hinca y mete su cabeza bajo la falda de Susana, la morena lo presiona contra su coño y con una mano se masajea sus pechos mientras
él comienza a hacerle sexo oral.
Sebastián pone una pierna de la morena sobre sus hombros y ella libera un fuerte gemido cuando él le pasa su lengua en su sexo, se la hunde por completo y la mueve vigorosamente. Susana se agita, se retuerce, gime y suspira profundamente, más aun cuando Sebastián le hunde un par de dedos en su coño, se los mete y saca rápidamente haciendo delirar a la morena.
- Espera, ¡espera un poco! - le dice ella cuando encuentra su voz.
Sebastián se detiene.
- ¡Quiero sentir tu verga!" le pide ella.
- ¡Pero a mi modo! –
Sebastián accede sin dudarlo. Susana le pide que se acueste en la banca y ella se le monta encima,
- A Francisco no le gusta así, siempre me tiene debajo -
- Es un idiota, no sabe nada - responde Sebastián.
- Mi me gusta tenerte así - agrega después.
La morena se yergue sobre él con sus pechos totalmente expuestos, Susana sujeta su miembro y se va dejando caer encima, a medida que se lo va metiendo ella gime y jadea, por su tamaño y grosor la siente recorrer todo su coño.
- ¡Aaaaah, es magnífica! - exclama ella al empalarse por completo.
Sebastián le toma los pechos y empieza a moverse, Susana le cabalga encima se descontrola por completo. Su cabello negro agitándose y sus pechos moviéndose mientras arremete sobre aquel enorme miembro.
Solo en sus pajas Sebastián había visto a Susana actuar así, pero ahora la tiene solo para él y le da la mejor cogida de su vida a la morena.
Sebastián se sienta en la banca y abraza a Susana con fuerza, le chupa sus pechos y la toma del culo apretando con fuerza sus nalgas mientras le sigue dando con todo.
Ella lo besa a Sebastián y solo le pide que le siga dando, que no pare y él no va a parar y la sorprende al meterle un dedo en el culo, eso la estremece aún más y Susana lo goza como nunca.
Susana siente un estremecimiento recorriendo su cuerpo, ella se corre y su coño se inunda de su flujo.
Susana se pone de pie y con sus pechos envuelve la verga de Sebastián y le hace una paja
- Quiero que acabes en mis pechos, siempre he querido hacer esto pero con un miembro bien grande como el tuyo –
Las caricias de Susana son demasiado, el sentir su miembro siendo acariciado por sus magníficos pechos pronto hace que Sebastián se corra cubriéndole sus pechos y el rostro con su semen.
Susana esta fascinada al ver que a pesar de todo el miembro de Sebastián aun esta duro y erecto.
Sin pensarlo dos veces la morena se le monta encima, se sienta sobre él dándole la espalda y le da con todo de nuevo, Susana actúa como toda una ninfómana, se muestra salvaje y más ardiente de lo que Sebastián hubiera imaginado, se empala una y otra vez, no se cansa de sentir su miembro y él se encarga de satisfacerla por completo.
Susana se lo monto con él hasta no poder más, la morena queda totalmente rendida y su ropa y su cuerpo manchados con semen, pero a ella eso no le molesta.
- Eres todo un semental - le dice.
Tras tomarse un tiempo para arreglarse y recuperar el aliento siguen camino a casa.
- Te quiero pedir un favor - le dice Sebastián a Susana.
- No le digas a nadie lo que ocurrió hoy - ella se sorprende un poco pero sonríe.
- Y negarle a mis amigas esto - dice ella apuntando al miembro de Sebastián.
- Lo voy a pensar – responde.
- Pero al menos a tus hermanos no les voy a decir nada - agrega después.
Con un tremendo beso Susana se despide y se aleja rumbo a su casa, Sebastián la mira embobado como sin creer lo que ocurrió, al darse media vuelta tropieza con la solera y cae a tierra.
- Al menos hay cosas que no han cambiado - dice él mientras se soba la rodilla.
Continuará...
- Sígueme, hablaremos en privado -
Sin atreverse a mirarla a los ojos Sebastián la sigue y ambos entran a un parque y caminan hasta llegar detrás de un mirador donde hay unas bancas, es un sitio apartado, nadie viene aquí pero por lo visto Susana lo conoce.
Antes que ella le diga algo Sebastián se deshace en disculpas explicaciones, que no fue su intención, y eso es muy cierto, que fue un accidente, lo empujaron y cosas similares
- Ya veo" dice ella que esta cruzada de brazos.
- Pero hay algo que deseo comprobar –
Sebastián la mira a los ojos, nota un extraño brillo en ellos.
- Bájate los pantalones y muéstrame tu miembro -
Sebastián no cree lo que oye y por un momento cree haber escuchado mal.
- Escuchaste bien, ya me oíste, bájate los pantalones y muéstrame tu verga - insiste Susana. –
- Estás loca, no me los voy a bajar solo porque si - Le responde él
- Solo quiero salir de la duda – insiste ella
- ¿De qué duda me hablas? –
- Pues tus hermanos andan diciendo que tú tienes problemas de, como decirlo…..
- que lo tienes chico, muy chico, y lo que sentí en el bus hoy dista mucho de serlo, solo quiero salir de la duda"
- ¡Pues deberás quedarte con la duda, no lo voy a hacer - responde con firmeza Sebastián.
- Así que quieres jugar rudo - le dice Susana con una malévola sonrisa.
Ella se para frente a él, Sebastián no se intimida, o trata de no intimidarse.
- Pues si no lo haces, le diré a todos que en el bus te propasaste conmigo –
Sebastián pone cara de espanto
- No te atreverías a hacer eso –
-Tan solo pruébame - le responde Susana, en efecto ella si se atrevería.
Resignado a su suerte Sebastián decide ceder al chantaje
- juegas sucio –
- Demándame - Susana está ahí con sus manos en sus caderas, espera que Sebastián cumpla, él deja sus cosas a un lado y se desbrocha sus pantalones, se los baja un poco y después se baja sus calzoncillos.
Susana no lo puede creer, su cara lo dice todo.
- ¿Y tus hermanos dicen que lo tienes chico?
- Es que ellos no saben lo que tengo en realidad - responde él con orgullo.
Susana se le acerca para verlo mejor, esta algo flácido aun pero cuando ella se inclina un poco empieza a pararse y ante su atónita mirada se pone duro y erecto, en plena demostración de poder con su roja cabeza brillando.
Susana se hinca en el pasto y lo mira con más detalle, no sabe bien que hacer o que decir, nunca había visto algo así de grande en su vida, ella no es virgen y no es una santa tampoco, pero algo así, nunca.
- Si Francisco te viera se moriría de la envidia, es un desastre en la cama -
- Por qué no pruebas algo diferente - le dice él en una reacción instintiva casi un reflejo.
Susana lo piensa un instante. Con un sutil movimiento se aparta su cabello de su rostro, coge entre sus delicadas manos la verga de Sebastián, él reacciona de inmediato y darse cuenta, ella le sopla sobre el glande haciendo sobresaltarse un poco.
Antes que Sebastián diga algo siente los carnosos labios de Susana posándose sobre su miembro, ella lo envuelve por completo con su boca y se la chupa intensamente, solo en sus sueños había visto un momento así, pero ahora es toda una realidad.
A pesar de su edad Susana le demuestra que sabe muy bien cómo hacer una mamada, es casi tan buena como Isabel, aunque los años más de Isabel son de experiencia.
Susana no la saca de su boca en ningún momento, juguetea con su lengua y se la frota y la aprieta un poco a fin de estimularlo, Sebastián siente los movimientos de su lengua sobre su glande y como ella se lo masajea, él está en las nubes ahora.
- Es increíble - dice ella cuando la saca para tomar aire
- Nunca había mamado una verga así antes - pero Susana no alcanza a hacer más, Sebastián la jala con fuerza y la pone contra la pared y comienza a besarla apasionadamente, presionando sobre sus labios y deslizando sus manos por encima del uniforme de colegiala de la morena.
Susana casi no opone resistencia, el beso de Sebastián es intenso y sus manos se muestran hábiles y muy activas, le soba sus pechos suavemente, siente su tamaño y firmeza mientras su lengua se cruza con la de ella.
La morena está sorprendida, Sebastián es muy diferente a su novio, es más intenso y él se preocupa de acariciarla apropiadamente, le masajea sus pechos y le abre la blusa para sentirlos, le aparta el sostén con facilidad para chupárselos, succiona sus pezones con ganas y Susana separa sus piernas al sentir como él le frota suavemente su coño, presiona su pubis y después directamente sobre su sexo, son caricias que Susana no había sentido antes, todos los chicos con los que había tenido sexo eran mucho más rudos que Sebastián.
Los gemidos de Susana no se hacen esperar, en especial cuando siente los dedos de Sebastián recorriendo su coño y luego metiéndose bajo su ropa interior, juega con su clítoris y los desliza delicadamente sobre los labios de su vagina para luego presionar y hundir un dedo en ella. Susana esta con sus ojos cerrados y disfruta intensamente de este momento, de cómo él le chupa sus
pechos y le hace una paja.
- Estas bien mojada - le dice Sebastián que luego se hinca y mete su cabeza bajo la falda de Susana, la morena lo presiona contra su coño y con una mano se masajea sus pechos mientras
él comienza a hacerle sexo oral.
Sebastián pone una pierna de la morena sobre sus hombros y ella libera un fuerte gemido cuando él le pasa su lengua en su sexo, se la hunde por completo y la mueve vigorosamente. Susana se agita, se retuerce, gime y suspira profundamente, más aun cuando Sebastián le hunde un par de dedos en su coño, se los mete y saca rápidamente haciendo delirar a la morena.
- Espera, ¡espera un poco! - le dice ella cuando encuentra su voz.
Sebastián se detiene.
- ¡Quiero sentir tu verga!" le pide ella.
- ¡Pero a mi modo! –
Sebastián accede sin dudarlo. Susana le pide que se acueste en la banca y ella se le monta encima,
- A Francisco no le gusta así, siempre me tiene debajo -
- Es un idiota, no sabe nada - responde Sebastián.
- Mi me gusta tenerte así - agrega después.
La morena se yergue sobre él con sus pechos totalmente expuestos, Susana sujeta su miembro y se va dejando caer encima, a medida que se lo va metiendo ella gime y jadea, por su tamaño y grosor la siente recorrer todo su coño.
- ¡Aaaaah, es magnífica! - exclama ella al empalarse por completo.
Sebastián le toma los pechos y empieza a moverse, Susana le cabalga encima se descontrola por completo. Su cabello negro agitándose y sus pechos moviéndose mientras arremete sobre aquel enorme miembro.
Solo en sus pajas Sebastián había visto a Susana actuar así, pero ahora la tiene solo para él y le da la mejor cogida de su vida a la morena.
Sebastián se sienta en la banca y abraza a Susana con fuerza, le chupa sus pechos y la toma del culo apretando con fuerza sus nalgas mientras le sigue dando con todo.
Ella lo besa a Sebastián y solo le pide que le siga dando, que no pare y él no va a parar y la sorprende al meterle un dedo en el culo, eso la estremece aún más y Susana lo goza como nunca.
Susana siente un estremecimiento recorriendo su cuerpo, ella se corre y su coño se inunda de su flujo.
Susana se pone de pie y con sus pechos envuelve la verga de Sebastián y le hace una paja
- Quiero que acabes en mis pechos, siempre he querido hacer esto pero con un miembro bien grande como el tuyo –
Las caricias de Susana son demasiado, el sentir su miembro siendo acariciado por sus magníficos pechos pronto hace que Sebastián se corra cubriéndole sus pechos y el rostro con su semen.
Susana esta fascinada al ver que a pesar de todo el miembro de Sebastián aun esta duro y erecto.
Sin pensarlo dos veces la morena se le monta encima, se sienta sobre él dándole la espalda y le da con todo de nuevo, Susana actúa como toda una ninfómana, se muestra salvaje y más ardiente de lo que Sebastián hubiera imaginado, se empala una y otra vez, no se cansa de sentir su miembro y él se encarga de satisfacerla por completo.
Susana se lo monto con él hasta no poder más, la morena queda totalmente rendida y su ropa y su cuerpo manchados con semen, pero a ella eso no le molesta.
- Eres todo un semental - le dice.
Tras tomarse un tiempo para arreglarse y recuperar el aliento siguen camino a casa.
- Te quiero pedir un favor - le dice Sebastián a Susana.
- No le digas a nadie lo que ocurrió hoy - ella se sorprende un poco pero sonríe.
- Y negarle a mis amigas esto - dice ella apuntando al miembro de Sebastián.
- Lo voy a pensar – responde.
- Pero al menos a tus hermanos no les voy a decir nada - agrega después.
Con un tremendo beso Susana se despide y se aleja rumbo a su casa, Sebastián la mira embobado como sin creer lo que ocurrió, al darse media vuelta tropieza con la solera y cae a tierra.
- Al menos hay cosas que no han cambiado - dice él mientras se soba la rodilla.
Continuará...
1 comentarios - El Pequeñín...... sera ? IV