Antes de comenzar el relato, les aviso que solo va para gente con mente abierta, ya que el morbo que acá cuento no es para todos.
Después de muchas charlas a través de internet...
Nos enganchamos por el contenido de nuestros morbos en las conversaciones calientes, esas que te empalan la pija y terminan en toda la cabeza mojada, a medida que hablábamos, nos atrevíamos un poco mas y parece que la apuesta era fuerte, pero como ya se lo que pasa con esas charlas de anonimato, solo quedaba en eso.
Un día siguiendo con la temática, quedamos que cuando nos encontremos personalmente, al menos deberíamos estar sin lavarnos los genitales al menos por tres días, buscando olores fuertes de pija y huevos y la consigna también incluía usar el mismo bóxer.
Ganaba el que mas olor a macho sucio tuviera y ese sería el que debería limpiar primero al otro.
Y resulta que luego de tanta charla, un día se dió.
Cómo soy casado la cosa era o que tuviera lugar él o bien ir a un telo.
Un día martes a la noche, me dice por skype:
El sábado a la mañana voy a estar solo en el negocio, si venís temprano, voy también antes de abrir y nos damos con todo; sabía que era de zona sur pero no exactamente dónde, cuando me da la ubicación me quedaba un poco lejos pero bueno, se había dado.
Y así fue, cero jabón y agua (como laburo) usé tres boxers para no apestar a nadie, cada día que pasaba y concentraba la baranda, me ponía mas caliente y mi morbo crecía, lo mismo le pasaba a él, de hecho hasta intercambiamos fotos de los boxers en esa parte, sin mostrar nada mas, la idea era tenerlo presente...
Hasta que llegó el día.
A las 7:30 estaba en la puerta del negocio (Kiosko) no muy grande, pero tenía de todo, incluso una parte que no se veía desde afuera, una cocina de un metro cuadrado y un baño aún mas chico.
Conversamos un poco pero sin mucha vuelta, se arrodilló a la altura de mi bragueta y le dije, olé... imaginate cuando esté mi verga al aire libre!!!
El flaco se copó tanto que quería sacarme todo rápido, pero lo frené y le dije que esperara así disfrutábamos un poco mas de esos olores que con tanto morbo habíamos juntado, me hizo caso y obvio me arrodillé yo, no salía tanto olor con la ropa puesta, pero... me engañó
Cuando finalmente expusimos la mercadería debo reconocer que había hecho bien los deberes, no solo tenía olor a verga penetrante, sino que también había queso, y ni hablar del olor a huevos y culo, casi me desmayo (el placer obvio)
Así estuvimos un buen rato hasta que luego de tanto olernos nos limpiamos en un gran 69.
No cogimos, pero no hizo falta, el morbo vivido fué único.
Es factible que dentro de unos días se repita, así que bueno, tendremos que juntar otra vez masculinidad representada en suciedades y otra vez a morbosear.
Un flaco re copado, pijudo y tan sucio como yo.
Historia real.
SmegmaSeeker
Después de muchas charlas a través de internet...
Nos enganchamos por el contenido de nuestros morbos en las conversaciones calientes, esas que te empalan la pija y terminan en toda la cabeza mojada, a medida que hablábamos, nos atrevíamos un poco mas y parece que la apuesta era fuerte, pero como ya se lo que pasa con esas charlas de anonimato, solo quedaba en eso.
Un día siguiendo con la temática, quedamos que cuando nos encontremos personalmente, al menos deberíamos estar sin lavarnos los genitales al menos por tres días, buscando olores fuertes de pija y huevos y la consigna también incluía usar el mismo bóxer.
Ganaba el que mas olor a macho sucio tuviera y ese sería el que debería limpiar primero al otro.
Y resulta que luego de tanta charla, un día se dió.
Cómo soy casado la cosa era o que tuviera lugar él o bien ir a un telo.
Un día martes a la noche, me dice por skype:
El sábado a la mañana voy a estar solo en el negocio, si venís temprano, voy también antes de abrir y nos damos con todo; sabía que era de zona sur pero no exactamente dónde, cuando me da la ubicación me quedaba un poco lejos pero bueno, se había dado.
Y así fue, cero jabón y agua (como laburo) usé tres boxers para no apestar a nadie, cada día que pasaba y concentraba la baranda, me ponía mas caliente y mi morbo crecía, lo mismo le pasaba a él, de hecho hasta intercambiamos fotos de los boxers en esa parte, sin mostrar nada mas, la idea era tenerlo presente...
Hasta que llegó el día.
A las 7:30 estaba en la puerta del negocio (Kiosko) no muy grande, pero tenía de todo, incluso una parte que no se veía desde afuera, una cocina de un metro cuadrado y un baño aún mas chico.
Conversamos un poco pero sin mucha vuelta, se arrodilló a la altura de mi bragueta y le dije, olé... imaginate cuando esté mi verga al aire libre!!!
El flaco se copó tanto que quería sacarme todo rápido, pero lo frené y le dije que esperara así disfrutábamos un poco mas de esos olores que con tanto morbo habíamos juntado, me hizo caso y obvio me arrodillé yo, no salía tanto olor con la ropa puesta, pero... me engañó
Cuando finalmente expusimos la mercadería debo reconocer que había hecho bien los deberes, no solo tenía olor a verga penetrante, sino que también había queso, y ni hablar del olor a huevos y culo, casi me desmayo (el placer obvio)
Así estuvimos un buen rato hasta que luego de tanto olernos nos limpiamos en un gran 69.
No cogimos, pero no hizo falta, el morbo vivido fué único.
Es factible que dentro de unos días se repita, así que bueno, tendremos que juntar otra vez masculinidad representada en suciedades y otra vez a morbosear.
Un flaco re copado, pijudo y tan sucio como yo.
Historia real.
SmegmaSeeker
6 comentarios - El kiosco.
Hay que respetar el morbo de cada uno!
Al que le moleste, que ni opine...listo