La facultad habia comenzado hacía poco, era la segunda semana de cursada y decidimos entonces con algunos compañeros y compañeras salir a tomar algo al terminar la clase del viernes.
Elegimos ese dia porque terminábamos a las 20 hs y era ideal para salir a tomar algo. Éramos en total 8 flacos y 6 minas. Fuimos en algunos autos hasta una cervecería muy copada que hay en la ciudad.
Para alrededor de las 22 hs estábamos ya tomando a full y comiendo una zarpada picada. Nos divertimos y charlamos mucho. Algunas de las personas no las conocia, era la primera vez que cursaba con ellos, a otros sí.
Había una flaca (Daniela) con la que nunca había hablado. Era muy tímida, la típica que no habla mucho y cuando lo hace apenas se le escucha, andaba siempre con la cabeza medio agachada, muy mosquita muerta.
Al menos así era en la facultad porque al rato que empezó a tomar, se trasnformó del todo. Empezó a hablar mucho más alto, a reirse, a contar cosas, etc. Parece que el alcohol le pegaba lindo.
Las cervezas desfilaban en nuestra mesa. Continuamente el flaco que atendia nuestra mesa venia a reponer más y más. Y claro, llegada la 1 am estábamos bastante puestos.
Finalmente pedimos la cuenta y decidimos que era hora de dar por terminada la noche. Al salir nos organizamos entre los que teníamos auto. En el mío iba a llevar a Daniela y a otros 3 flacos: Franco (un pibe con el que he cursado algunas materias y con el que habíamos estado ya un par de veces el año pasado), Lisandro y Agustín.
Mientras arrancaba el auto para marcharnos, Franco dijo:
- Che cero ganas de volverme a mi casa la verdad!
- Yo tampoco! Dijo Daniela respondiendo enseguida. Mi novio me debe estar esperando como loco, es re tarde.
- Ah! Tenés novio? Le dijo Lisandro
- Sí sí, no le gusta que salga mucho, dijo riéndose. Pero yo igual siempre me hago la buenita con él y lo termino convenciendo. Pobrecito es re cornudo mi novio, jaja.
Nos quedamos todos helados, e inmediatamente nos empezamos a morir de la risa. Claro, Daniela super puesta se habia ido de boca mal y ni cuenta se daba.
Daniela seguia hablando sin parar, pareciendo incluso que disfrutaba contarlo. Como si por primera vez contara al mundo cómo era.
Mientras tanto, Lisandro, que estaba sentado al lado de ella en el asiento de atrás (junto con Agustín) aprovechó la situación para hacerle algunas preguntas: con quiénes estaba, qué cosas hacía, etc. De esa manera la conversación se iba poniendo terriblemente caliente.
Al rato la voz de Daniela no se escuchó más. Era Lisandro que le estaba comiendo la boca. Yo miraba todo por el espejo retrovisor, sin tratrar de chocar. Se comian la boca con una ganas increíbles. Mientras tanto, Agustín le acariciaba las piernas.
Al ratito nomás, tras avanzar un par de cuadras, ya la estaban tocando por todos lados. Le manoseban las tetas, las piernas, y ella ya con las piernas un poquito abiertas: la concha.
Mientras tanto Daniela se comia primero a uno, luego a otro. Y así iba intercambiando entre uno y otro. Y yo que pensaba que era tímida...
Franco estaba sentado en el asiento del al lado mío, miraba esa situación como loco. Se calentó y mientras yo avanzaba con mi auto, empezó a acariciarme las piernas muy cerquita de mi concha. Sabía que yo agarraba viaje enseguida y se aprovechó.
"Che, vamos todos para mi casa?", me pregunta Franco.
Yo no llegué a contestar, enseguida Daniela sacó la lengua de la boca de Agustín y contestó.
"Sí boludo, vayamos vayamos!! Vamos a coger". Todos nos cagamos de la risa con esa respuesta. Estaba desesperada la flaca! Enseguida doblé a la izquierda rumbo a la casa de Franco...
Ni bien llegamos Daniela, que no habia parado un segundo de apretar con los otros dos flacos, se arrodilló en el piso y empezó a bajarle el cierre del pantalón a Lisandro y Agustín.
Los dos tenian la pija al palo, y mientras pajeaba a uno con una mano, se la chupaba a otro. Franco al ver esa situación, sacó su pija afuera y me la hizo comer también.
Empezamos entonces a chuparles las pija a los tres violentamente. Daniela se comia primero una de las pijas, y luego la otra. Las escupía, las agarraba con fuerza, los pajeaba, se la volvía a comer.
Yo empecé la chupada a la pija de Franco más a mi manera: paja primero, succión después. Se la agarré y apretándola bien le succionaba la cabeza.
Al rato de estar así, Daniela quiso probar la de Franco y empezó a chuparla, mientras ahora yo se la chupaba a los otros dos. Un rato a uno, otro rato a otro.
Tras un par de minutos más, Franco me hizo levantar y me empezó a poner en bolas en frente de todos. Primero me dejó desnuda de arriba y empezó a chuparme las tetas. Daniela, que seguia chupando las pijas con total dedicación, hizo una pausa para mirarme las tetas.
"Son enormes", me dijo sin dejar de mirarlas. Franco mientras tanto me las chupaba, apretaba, mordía, amasaba. Yo empecé a gemir de la calentura que tenia, estaba toda mojada super desesperada porque me la pongan.
Luego Franco me hizo sentar, y en un segundo me dejó completamente en bolas. Mientras los chicos se ponian los forros para empezara a garchar, Daniela se puso en bolas también y se acercó a mí.
Si la noche habia sido rara hasta ahora, ésto empeoró todo. Porque Daniela, sin decir ni una palabra, se acercó y me comió la boca. Yo me quedé helada. "Esta flaca esta llena de sorpresas".
Al principio fue raro, luego empezamos a besarnos con ganas, con mucha lengua, entrelazándolas y mostrándoles a los chicos cómo nos besábamos y llenábamos de saliva toda la boca.
Los flacos estaban todos mirando, gritando, saltando y pajeándose. Todo al mismo tiempo. Estaban como locos viendo cómo nos estábamos comiendo la boca.
Luego Daniela empezó a bajar y me abrió las gambas. Empezó entonces a chuparme la concha con una delicadeza típica de una flaca. Ahi los flacos explotaron de calentura.
Lisandro se acercó a Daniela que la chupaba semi arrodillada en cuatro, y le apoyó la pija en la concha. Lentamente empezó a empujar y yo podia ver en primer plano la carita de placer de mi compañera.
Empezaron entonces los bombeos. Así nomás en cuatro, mientras me chupaba y tocaba la concha, Lisandro empezó a cogérsela violentamente, agarrándola de la cintura y metiéndola hasta el fondo.
Franco se acercó a mí y me puso la pija en la boca, aprovechando que aún no se habia puesto el forro. Agustín se puso al costado mío y me la ponia cuando Franco la sacaba.
Luego me tomó de la cabeza y empezó cogerme por la boca. Me la metia hasta el fondo, haciendo que tosiera y me atragantara. Pero sin piedad me la seguia metiendo para que la comiera por completo.
Tras un rato así, a Daniela se la llevaron para la pieza Lisandro y Franco. Yo me quedé en el sillón con Agustín, que empezo a disfrutar de mis lolas como lo habia hecho Franco antes.
Luego me puso boca arriba ahi en el sillón, y agarrándome las piernas por la parte interna del muslo, empezó a penetrarme. "Al fin", le dije excitadísima. No podía más, necesitaba sentir una pija adentro! Empecé a gemir como una puta en celo, mezclándose mis gemidos con los que venian de la pieza. "Se la deben estar re contra re garchando", pensé mientras no paraba de gemir y disfrutar.
Luego Agustín me puso en cuatro y agarrándome de la cintura volvíó a ponérmela. Luego me tomó del pelo (lo tengo muuuuy largo, me llega hasta la cintura) y me lo tiraba para atrás, le dije que me hacia doler, pero cada vez que se lo decia me lo tiraba más y más.
"Te hago lo quiera tetona", me decia mientras no paraba de penetrarme.
No aguanté mucho más, un par de bombazos y acabé como una trola. Grité muchísimo, me tembló todo y apreté con mis manos los almohadones del sillón como una forma de decarga. "Te gustó putita?", me dijo Agustín que aún no habia parado de ponérmela.
"Sí, seguí así, seguí cogiéndome", le ordené.
Enseguida sacó su pija y me puso boca abajo, con él arriba mío logró una penetración profunda que me hizo ver las estrellas. Su pija se enterraba hasta el fondo y yo gritaba como una loca. Cada tanto con mis manos me apretaba los pechos hasta el punto que me hacia doler a mí misma.
Luego me llevó a la mesa y con las piernas abiertas casi 180 grados, nuevamente la pija adentro.
"Puta mirá cómo te garcho, mirá cómo te garcho!", empezó a decirme mientras la mesa hacia un ruido muy grande de los bombazos que me daba. "En cualquier momento esto se rompe todo", pensé.
Pero ese pensamiento enseguida se esfumó cuando empecé a sentir que llegaba mi segundo orgasmo. La intensidad fue aún mucho mayor, grité aún más y me retorcí toda, temblándome todo el cuerpo otra vez.
Fue un orgasmo sumamente largo y placentero. Al terminar de acabar, Agustín sacó su pija dentro mío y se sacó el forro. Me la puso entonces en la boca, mientras me agarraba la cabeza. Yo logré soltarme y se la agarré para pajearlo bien fuerte. Abrí mi boca y con la lengua afuera, lo estaba pajeando apoyando la cabeza del pene en mi lengua.
"Dale dame todo, dame todo!", empecé a gritarle muy desesperada por tomarme toda la leche caliente. Al instante un chorro muy espeso de leche me inundó la boca. La lengua, toda blanca del semen, la mantenia afuera mientras todos los chorros de leche iban adentro de mi boca.
"Acá hay demasiado", pensé. Tuve que tragarla en vos veces de la cantidad de leche que me habia dado.
Lo miré saboreándome todo su semen, mientras él no podia terminar de creer lo que veia.
Tras terminar con él, me fui a la pieza a ver en qué andaban los demás. Daniela aún seguia gritando, pero parecia que más que garchar, la estaban matando. "Mirala vos a la pendeja que puta resultó, pensé.
Cuando llegué a la pieza no lo podia creer. A mi compañera la tenian en la cama, haciéndole doble penetración. "Con razón gritaba tanto", pensé.
Cuando aparecí, me miró sin para de gemir, la carita de dolor que tenia era impagable. Los flacos encima no se la estaban cogiendo doble pero serenamente, le estaban dando unos bombazos por la cola y la concha que la estaban haciendo mierda.
Al rato de eso gritó aún más y más, habia tenido un (otro) orgasmo.
"Cuántos vas?"; le pregunté. "Tres, no puedo más boluda", me dijo.
Los flacos sacaron sus pijas para darle un respiro. Me miraron y me dijeron: "Te animás?".
Intenté hacerme la boluda pero no pude. Cuando quise acordar me estaban poniendo lubricante en la cola. El que primero me penetró la cola fue Franco (que ya me la habia hecho mil veces).
Me tuvo un buen rato en cuatro haciéndomela, mientras el resto de las personas estaban ahi paradas mirándome. Mi excitación, no sólo porque me estaba rompiendo el orto sino porque todos miraban eso, era enorme. Todos me miraban cómo me hacian de la cola.
Al toque nomás se acercó Lisandro y entre los dos se acomodaron para hacerme la doble. A los dos o tres bombazos (fue casi algo instantáneo) volví a acabar. Esa situación era demasiado!
La cola y la concha empezaron tras mi tecer orgasmo a dolerme, sobre todo por la doble penetración. Encima quien me hacia la cola ahora Lisandro, era e más pijudo de los tres.
Me tuvieron ratazo así, mientras yo no paraba de gritar y gemir. A los 15 o 20 minutos, sacaron sus pijas, se sacaron los forros y empezaron a pajearse para darnos la leche.
Daniela, que estaba mirando todo como en primera fila de un cine, se acercó a mí para recibir la leche también.
Mientras los dos flacos se pajeban ahi parados, Agustín ya tenia la pija de nuevo parada y se pajeba también. "Listo, la leche de los tres a la vez", les dije a los chicos.
El primero que acabó fue Franco. Todo fue a parar a Daniela. La flaca mantenia la boca abierta con todo el semen de él. Luego fue Agustín, que me acabó por segunda vez en la boca. Luego Lisandro nos largó toda la leche en la cara de las dos.
Fueron encima como 5 chorros de leche bastante líquida, haciendo que nos llenaran la cara de leche.
Daniela me miró con la boca semiabierta, y se acercó a darme un beso. La leche que teniamos las dos se mezclaron en nuestras bocas, y mientras nos besábamos e intercambiábamos leche, una buena parte iba cayendo al piso y a nuestros cuerpos.
Finalmente, nos tragamos lo que quedó.
"Que pedazos de putas que son", nos dijo Agustín. Nosotras nos reímos, yo estaban tan sorprendida como ellos de lo trola que era la "tímida" Daniela.
Al rato nos vestimos y yo llevé a Lisandro y Agustín a sus casas.
Cuando estábamos llegando a la casa de Daniela era más de las 5 am.
- Mi novio me va a matar, estoy borracha y me cogieron toda la noche. Encima me va a querer coger. Mañana voy a andar renga. Me dice riéndose.
- Bueno tranqui, le digo, ya fue, lo pasaste re bien. Decile que no querés coger, que estás cansada o te duele la cabeza, jaja. Le respondo yo.
- Seguramente le diga eso, jaja.
- Pensé que era tranqui nena! Sos terrible!
- Y vos? Sos más puta que yo. En la facultad todos saben eso.
- Jaja quién dice eso?
- Todos Delfi! Están todos re alzados con vos.
- Porque no saben lo puta que sos vos! Jaja
-Jaja y yo cojo todo el tiempo con distintos flacos, soy re ninfómana. Jaja mirá las cosas que te cuento y ni te conozco, es porque estoy borracha, jaja.
- Somos dos nena, tenemos que salir juntas! Lo vamos a pasar genial...
Elegimos ese dia porque terminábamos a las 20 hs y era ideal para salir a tomar algo. Éramos en total 8 flacos y 6 minas. Fuimos en algunos autos hasta una cervecería muy copada que hay en la ciudad.
Para alrededor de las 22 hs estábamos ya tomando a full y comiendo una zarpada picada. Nos divertimos y charlamos mucho. Algunas de las personas no las conocia, era la primera vez que cursaba con ellos, a otros sí.
Había una flaca (Daniela) con la que nunca había hablado. Era muy tímida, la típica que no habla mucho y cuando lo hace apenas se le escucha, andaba siempre con la cabeza medio agachada, muy mosquita muerta.
Al menos así era en la facultad porque al rato que empezó a tomar, se trasnformó del todo. Empezó a hablar mucho más alto, a reirse, a contar cosas, etc. Parece que el alcohol le pegaba lindo.
Las cervezas desfilaban en nuestra mesa. Continuamente el flaco que atendia nuestra mesa venia a reponer más y más. Y claro, llegada la 1 am estábamos bastante puestos.
Finalmente pedimos la cuenta y decidimos que era hora de dar por terminada la noche. Al salir nos organizamos entre los que teníamos auto. En el mío iba a llevar a Daniela y a otros 3 flacos: Franco (un pibe con el que he cursado algunas materias y con el que habíamos estado ya un par de veces el año pasado), Lisandro y Agustín.
Mientras arrancaba el auto para marcharnos, Franco dijo:
- Che cero ganas de volverme a mi casa la verdad!
- Yo tampoco! Dijo Daniela respondiendo enseguida. Mi novio me debe estar esperando como loco, es re tarde.
- Ah! Tenés novio? Le dijo Lisandro
- Sí sí, no le gusta que salga mucho, dijo riéndose. Pero yo igual siempre me hago la buenita con él y lo termino convenciendo. Pobrecito es re cornudo mi novio, jaja.
Nos quedamos todos helados, e inmediatamente nos empezamos a morir de la risa. Claro, Daniela super puesta se habia ido de boca mal y ni cuenta se daba.
Daniela seguia hablando sin parar, pareciendo incluso que disfrutaba contarlo. Como si por primera vez contara al mundo cómo era.
Mientras tanto, Lisandro, que estaba sentado al lado de ella en el asiento de atrás (junto con Agustín) aprovechó la situación para hacerle algunas preguntas: con quiénes estaba, qué cosas hacía, etc. De esa manera la conversación se iba poniendo terriblemente caliente.
Al rato la voz de Daniela no se escuchó más. Era Lisandro que le estaba comiendo la boca. Yo miraba todo por el espejo retrovisor, sin tratrar de chocar. Se comian la boca con una ganas increíbles. Mientras tanto, Agustín le acariciaba las piernas.
Al ratito nomás, tras avanzar un par de cuadras, ya la estaban tocando por todos lados. Le manoseban las tetas, las piernas, y ella ya con las piernas un poquito abiertas: la concha.
Mientras tanto Daniela se comia primero a uno, luego a otro. Y así iba intercambiando entre uno y otro. Y yo que pensaba que era tímida...
Franco estaba sentado en el asiento del al lado mío, miraba esa situación como loco. Se calentó y mientras yo avanzaba con mi auto, empezó a acariciarme las piernas muy cerquita de mi concha. Sabía que yo agarraba viaje enseguida y se aprovechó.
"Che, vamos todos para mi casa?", me pregunta Franco.
Yo no llegué a contestar, enseguida Daniela sacó la lengua de la boca de Agustín y contestó.
"Sí boludo, vayamos vayamos!! Vamos a coger". Todos nos cagamos de la risa con esa respuesta. Estaba desesperada la flaca! Enseguida doblé a la izquierda rumbo a la casa de Franco...
Ni bien llegamos Daniela, que no habia parado un segundo de apretar con los otros dos flacos, se arrodilló en el piso y empezó a bajarle el cierre del pantalón a Lisandro y Agustín.
Los dos tenian la pija al palo, y mientras pajeaba a uno con una mano, se la chupaba a otro. Franco al ver esa situación, sacó su pija afuera y me la hizo comer también.
Empezamos entonces a chuparles las pija a los tres violentamente. Daniela se comia primero una de las pijas, y luego la otra. Las escupía, las agarraba con fuerza, los pajeaba, se la volvía a comer.
Yo empecé la chupada a la pija de Franco más a mi manera: paja primero, succión después. Se la agarré y apretándola bien le succionaba la cabeza.
Al rato de estar así, Daniela quiso probar la de Franco y empezó a chuparla, mientras ahora yo se la chupaba a los otros dos. Un rato a uno, otro rato a otro.
Tras un par de minutos más, Franco me hizo levantar y me empezó a poner en bolas en frente de todos. Primero me dejó desnuda de arriba y empezó a chuparme las tetas. Daniela, que seguia chupando las pijas con total dedicación, hizo una pausa para mirarme las tetas.
"Son enormes", me dijo sin dejar de mirarlas. Franco mientras tanto me las chupaba, apretaba, mordía, amasaba. Yo empecé a gemir de la calentura que tenia, estaba toda mojada super desesperada porque me la pongan.
Luego Franco me hizo sentar, y en un segundo me dejó completamente en bolas. Mientras los chicos se ponian los forros para empezara a garchar, Daniela se puso en bolas también y se acercó a mí.
Si la noche habia sido rara hasta ahora, ésto empeoró todo. Porque Daniela, sin decir ni una palabra, se acercó y me comió la boca. Yo me quedé helada. "Esta flaca esta llena de sorpresas".
Al principio fue raro, luego empezamos a besarnos con ganas, con mucha lengua, entrelazándolas y mostrándoles a los chicos cómo nos besábamos y llenábamos de saliva toda la boca.
Los flacos estaban todos mirando, gritando, saltando y pajeándose. Todo al mismo tiempo. Estaban como locos viendo cómo nos estábamos comiendo la boca.
Luego Daniela empezó a bajar y me abrió las gambas. Empezó entonces a chuparme la concha con una delicadeza típica de una flaca. Ahi los flacos explotaron de calentura.
Lisandro se acercó a Daniela que la chupaba semi arrodillada en cuatro, y le apoyó la pija en la concha. Lentamente empezó a empujar y yo podia ver en primer plano la carita de placer de mi compañera.
Empezaron entonces los bombeos. Así nomás en cuatro, mientras me chupaba y tocaba la concha, Lisandro empezó a cogérsela violentamente, agarrándola de la cintura y metiéndola hasta el fondo.
Franco se acercó a mí y me puso la pija en la boca, aprovechando que aún no se habia puesto el forro. Agustín se puso al costado mío y me la ponia cuando Franco la sacaba.
Luego me tomó de la cabeza y empezó cogerme por la boca. Me la metia hasta el fondo, haciendo que tosiera y me atragantara. Pero sin piedad me la seguia metiendo para que la comiera por completo.
Tras un rato así, a Daniela se la llevaron para la pieza Lisandro y Franco. Yo me quedé en el sillón con Agustín, que empezo a disfrutar de mis lolas como lo habia hecho Franco antes.
Luego me puso boca arriba ahi en el sillón, y agarrándome las piernas por la parte interna del muslo, empezó a penetrarme. "Al fin", le dije excitadísima. No podía más, necesitaba sentir una pija adentro! Empecé a gemir como una puta en celo, mezclándose mis gemidos con los que venian de la pieza. "Se la deben estar re contra re garchando", pensé mientras no paraba de gemir y disfrutar.
Luego Agustín me puso en cuatro y agarrándome de la cintura volvíó a ponérmela. Luego me tomó del pelo (lo tengo muuuuy largo, me llega hasta la cintura) y me lo tiraba para atrás, le dije que me hacia doler, pero cada vez que se lo decia me lo tiraba más y más.
"Te hago lo quiera tetona", me decia mientras no paraba de penetrarme.
No aguanté mucho más, un par de bombazos y acabé como una trola. Grité muchísimo, me tembló todo y apreté con mis manos los almohadones del sillón como una forma de decarga. "Te gustó putita?", me dijo Agustín que aún no habia parado de ponérmela.
"Sí, seguí así, seguí cogiéndome", le ordené.
Enseguida sacó su pija y me puso boca abajo, con él arriba mío logró una penetración profunda que me hizo ver las estrellas. Su pija se enterraba hasta el fondo y yo gritaba como una loca. Cada tanto con mis manos me apretaba los pechos hasta el punto que me hacia doler a mí misma.
Luego me llevó a la mesa y con las piernas abiertas casi 180 grados, nuevamente la pija adentro.
"Puta mirá cómo te garcho, mirá cómo te garcho!", empezó a decirme mientras la mesa hacia un ruido muy grande de los bombazos que me daba. "En cualquier momento esto se rompe todo", pensé.
Pero ese pensamiento enseguida se esfumó cuando empecé a sentir que llegaba mi segundo orgasmo. La intensidad fue aún mucho mayor, grité aún más y me retorcí toda, temblándome todo el cuerpo otra vez.
Fue un orgasmo sumamente largo y placentero. Al terminar de acabar, Agustín sacó su pija dentro mío y se sacó el forro. Me la puso entonces en la boca, mientras me agarraba la cabeza. Yo logré soltarme y se la agarré para pajearlo bien fuerte. Abrí mi boca y con la lengua afuera, lo estaba pajeando apoyando la cabeza del pene en mi lengua.
"Dale dame todo, dame todo!", empecé a gritarle muy desesperada por tomarme toda la leche caliente. Al instante un chorro muy espeso de leche me inundó la boca. La lengua, toda blanca del semen, la mantenia afuera mientras todos los chorros de leche iban adentro de mi boca.
"Acá hay demasiado", pensé. Tuve que tragarla en vos veces de la cantidad de leche que me habia dado.
Lo miré saboreándome todo su semen, mientras él no podia terminar de creer lo que veia.
Tras terminar con él, me fui a la pieza a ver en qué andaban los demás. Daniela aún seguia gritando, pero parecia que más que garchar, la estaban matando. "Mirala vos a la pendeja que puta resultó, pensé.
Cuando llegué a la pieza no lo podia creer. A mi compañera la tenian en la cama, haciéndole doble penetración. "Con razón gritaba tanto", pensé.
Cuando aparecí, me miró sin para de gemir, la carita de dolor que tenia era impagable. Los flacos encima no se la estaban cogiendo doble pero serenamente, le estaban dando unos bombazos por la cola y la concha que la estaban haciendo mierda.
Al rato de eso gritó aún más y más, habia tenido un (otro) orgasmo.
"Cuántos vas?"; le pregunté. "Tres, no puedo más boluda", me dijo.
Los flacos sacaron sus pijas para darle un respiro. Me miraron y me dijeron: "Te animás?".
Intenté hacerme la boluda pero no pude. Cuando quise acordar me estaban poniendo lubricante en la cola. El que primero me penetró la cola fue Franco (que ya me la habia hecho mil veces).
Me tuvo un buen rato en cuatro haciéndomela, mientras el resto de las personas estaban ahi paradas mirándome. Mi excitación, no sólo porque me estaba rompiendo el orto sino porque todos miraban eso, era enorme. Todos me miraban cómo me hacian de la cola.
Al toque nomás se acercó Lisandro y entre los dos se acomodaron para hacerme la doble. A los dos o tres bombazos (fue casi algo instantáneo) volví a acabar. Esa situación era demasiado!
La cola y la concha empezaron tras mi tecer orgasmo a dolerme, sobre todo por la doble penetración. Encima quien me hacia la cola ahora Lisandro, era e más pijudo de los tres.
Me tuvieron ratazo así, mientras yo no paraba de gritar y gemir. A los 15 o 20 minutos, sacaron sus pijas, se sacaron los forros y empezaron a pajearse para darnos la leche.
Daniela, que estaba mirando todo como en primera fila de un cine, se acercó a mí para recibir la leche también.
Mientras los dos flacos se pajeban ahi parados, Agustín ya tenia la pija de nuevo parada y se pajeba también. "Listo, la leche de los tres a la vez", les dije a los chicos.
El primero que acabó fue Franco. Todo fue a parar a Daniela. La flaca mantenia la boca abierta con todo el semen de él. Luego fue Agustín, que me acabó por segunda vez en la boca. Luego Lisandro nos largó toda la leche en la cara de las dos.
Fueron encima como 5 chorros de leche bastante líquida, haciendo que nos llenaran la cara de leche.
Daniela me miró con la boca semiabierta, y se acercó a darme un beso. La leche que teniamos las dos se mezclaron en nuestras bocas, y mientras nos besábamos e intercambiábamos leche, una buena parte iba cayendo al piso y a nuestros cuerpos.
Finalmente, nos tragamos lo que quedó.
"Que pedazos de putas que son", nos dijo Agustín. Nosotras nos reímos, yo estaban tan sorprendida como ellos de lo trola que era la "tímida" Daniela.
Al rato nos vestimos y yo llevé a Lisandro y Agustín a sus casas.
Cuando estábamos llegando a la casa de Daniela era más de las 5 am.
- Mi novio me va a matar, estoy borracha y me cogieron toda la noche. Encima me va a querer coger. Mañana voy a andar renga. Me dice riéndose.
- Bueno tranqui, le digo, ya fue, lo pasaste re bien. Decile que no querés coger, que estás cansada o te duele la cabeza, jaja. Le respondo yo.
- Seguramente le diga eso, jaja.
- Pensé que era tranqui nena! Sos terrible!
- Y vos? Sos más puta que yo. En la facultad todos saben eso.
- Jaja quién dice eso?
- Todos Delfi! Están todos re alzados con vos.
- Porque no saben lo puta que sos vos! Jaja
-Jaja y yo cojo todo el tiempo con distintos flacos, soy re ninfómana. Jaja mirá las cosas que te cuento y ni te conozco, es porque estoy borracha, jaja.
- Somos dos nena, tenemos que salir juntas! Lo vamos a pasar genial...
32 comentarios - La tímida (#54)
Me parece que hicieste una nueva mejor amiga para siempre jajajaj
Las que parecen tímidas pueden ser las peores jajajaj
Van puntos
muy excitante el relato!
saludos, besos nena
Besos Calientes. 😃