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Me dejó renga de nuevo...

¡¡¡UUUUFFFFFFF...!!! Estoy tirada en el suelo del depósito, toda rota y fisurada. Me acaba de pasar por encima un camión con acoplado y todavía estoy viendo estrellitas girando alrededor de mi cabeza, como en los dibujitos animados.
¡Que alguien anote la patente, por favor!
Esta vez sí creo que me rompió algo, no sé, algún ligamento, tendón, o un hueso de la cadera.
Todavía estoy tratando de discernir que secuelas me dejó esta nueva incursión en la guarida del Ogro, cuando lo veo volver del baño, la pija bamboleándose pesadamente entre sus muslos, aún gomosa y con ganas de más. Yo también querría mas, si no fuese por que tengo adormecidas las piernas, entumecida la concha y, por como me arde el tujes, lo debo tener todo rojo como culo de mandril. ¡Que manera de coger, por favor! ¡Y de culear!
Esta vez fui el sábado, después de la oficina, tampoco puedo andar escapándome de casa todos los domingos, ¿no?
Al abrir la puerta del depósito y verme ahí parada (una vez mas), con las cervezas en una mano y los forros en la otra, el Ogro me recibe con esa mirada de "te voy a partir al medio" que tanto me puede.
-¿Volviste por mas verga, putita?- me pregunta, tocándose groseramente los genitales.
No tengo que responderle. ¿Por qué otra cosa estaría allí?
Entro y me entrego por completo a su lujuria, que también es la mía. Nos besamos y acariciamos como si buscáramos en el otro algún tesoro escondido. El mío, por supuesto, es esa poronga rebosante de morbo y vigor, por la que soy capaz de..., de..., bueno, de estar en ese depósito precisamente.
El Ogro me levanta, me carga con las piernas alrededor de su cintura y, así en upa, me lleva hacia un cuarto que está al fondo, en donde parece que duerme cuando se queda de guardia.
Me tira de espalda sobre el catre que está en un rincón y se zambulle entre mis piernas, arrancándome de un tirón la bombacha. Al hacerlo me araña la piel con el elástico. Una marca mas y van...
Me olfatea como si fuera un perro y abriéndome de gambas, mete su lengua como un puñal, lamiéndome toda, sorbiendo con avidez el flujo que me brota de adentro. Me muerde el clítoris, me lo sacude y estira como si fuera de goma, poniéndome en un estado de tensión que me hace sacudir las piernas como si estuviera teniendo un ataque.
Sin darme ningún respiro, se levanta y se baja el pantalón, liberando el vergón que ya tantos estragos había causado en mí.
Se pone el forro, se acomoda de rodillas en el catre y apoyando la gruesa tubería en mi concha, me la refriega por sobre los gajos, permitiéndome notar tanto su peso como su volumen. ¡Es enorme! Incluso me parece mucho mas grande que la vez pasada. Aún así no pienso desistir. Estoy allí por una razón, y esa es sacarle el mayor provecho posible a tal prodigio, y si para ello debo quedarme renga de nuevo, pues, que así sea.
Le agarro la pija con una mano y la dirijo hacia la abertura de mi concha. La cabeza, gruesa, húmeda y enrojecida se ensarta entre mis labios y luego se hunde entre ellos cuando él empuja su pelvis hacia delante. Me agarro de los bordes del catre para soportar ese envión que me atraviesa profundamente, que parece que me desgarra, pero no.
Tendré mil y un cogidas encima, pero así y todo, tengo la concha apretadita, por lo que cuando me meten algo tan grande, me duele como si fuera la primera pija de mi vida. Claro que después del dolor viene lo mejor, y eso es un placer sin fin, el goce mas supremo e intenso que pueda existir. Y lo disfruto mas que a nada, sobre todo cuando el Ogro se me echa con todo su peso encima y empieza a bombearme como si se le fuera la vida en ello. Me sacude y estremece con cada embiste, haciendo chocar el catre contra la pared, con mas violencia cada vez.
Me la mete toda, y cuando digo toda, quiero decir TODA, hasta los pelos, llenándome hasta el último rincón con su generoso portento.
El PLOP-PLOP-PLOP de nuestros cuerpos chocando y mis ¡Ayhhhh...! ¡Ayhhhh...! ¡Ayhhhh...! es lo único que se escucha en el depósito, ya que él ni siquiera gime, apenas resopla, acompañando sus embistes con una expresión que pondría los pelos de punta a cualquiera.
Hosco, huraño, los ojos inyectados en sangre, los labios deformados en un rictus que pretende ser una sonrisa, pero que mas bien parece una amenaza, salpicándome con sus babas. Así y todo las embestidas de su verga me vuelven loca.
Con la urgente necesidad de un polvo, levanto las caderas para acudir a sus envites, pero cada vez que lo hago, me vuelve a sepultar contra los resortes del catre. Me hundo debajo de la mole de su cuerpo, toda abierta y empalada, disfrutando esas ráfagas de placer que me remecen hasta el alma.
Impactada, convulsionada por la serruchada que me está pegando, me sumerjo en una agonía sin fin, me siento desfallecer y mojarme como si me estuviera meando la vida.
Es un polvo violento, electrizante, me sacudo como si hubiese tocado un cable pelado, hasta creo que se me ponen los ojos en blanco debido a la fuerza imperativa de ese orgasmo.
Cuando me la saca, siento como se me queda de abierta la cachucha, reclamando porque me la vuelva a meter. Por suerte lo hace, pero antes me da la vuelta y me pone en cuatro.
Todavía grogui, apoyo las manos en la pared y me dispongo a aguantar el ataque a mi retaguardia. Sin demorarse demasiado, el Ogro me agarra de la cintura y enfila aquel Pedazo de Gloria hacia mi tajo todavía abierto y pulsante. Me la ensarta de una, haciéndome soltar un conmocionado alarido.
Bien sujeto a mis ancas, me empieza a dar duro y parejo, una vez mas, haciendo que me sacuda con catre y todo. Desde atrás, y sin dejar de moverse, me agarra las tetas y me las acaricia con sus ásperas manos. Aunque en realidad, "acariciar" es lo que menos hace, ya que me las aprieta y retuerce como si quisiera desintegrarlas entre sus dedos. Los moretones que me deja son fiel testimonio de ello.
Luego de un rato de buen y meritorio TRAKA TRAKA, parece cansarse de mi conchita, (que jamás se cansaría de su verga), y arremete contra mi ojete. Que te metan semejante pijazo por atrás no es un juego de niños, se trata de cirugía mayor y enfáticamente recomiendo que no hagan esto en sus casas.
Antes de que arremeta con su inefable entusiasmo, me empapé los dedos índice y medio de la mano derecha con mi propia saliva y me los metí bien profundo en el orto, hasta los nudillos, dándoles vueltas y vueltas, para estirar y lubricar esa parte de mi cuerpo que pronto habría de recibir una intrusión mucho mas traumática e impactante.
Cuando finalmente apoyó la punta de su verga en el agujero en cuestión, sentí que se me bajaba la presión, incluso la circunferencia de la cabeza era mucho mas amplia que la de mi culito. Pero la Naturaleza es sabia en ese aspecto, y cuando de sexo se trata, David siempre vence a Goliat.
El Ogro enfiló a su fiero guerrero hacia su endeble objetivo y lo enterró hasta donde pudo. Ya una vez que la cabeza, gruesa, imponente, endurecida, hubo superado esa primera barrera, lo demás entraría por inercia, solo era cuestión de un poco de empuje, dilatación y los dos saldríamos ganando. Claro que no hay triunfo sin dolor, y lo que me dolió cuando empezó a culearme fue lo mas parecido a un calvario. Hasta me sacó sangre, me daría cuenta luego, ya hacia el final, cuando vi el forro tirado en el suelo, cargado de semen por dentro y manchado de sangre por fuera. Ahí recién tomé conciencia de la masacre. Por suerte lograba atemperar ese sufrimiento, metiéndome los dedos por adelante y haciéndome una paja de lo mas brutal y salvaje, acorde a lo que sucedía en mi retaguardia.
Sin dejar de romperme el culo, el Ogro me aferra fuerte de la cintura, y manteniéndome bien abrochada a él, se levanta y se echa en el suelo, la espalda apoyada contra la pared.
-¡Arre putita, arre...!- me incentiva, dándome unas fuertes palmadas en las nalgas.
Aunque tengo las piernas entumecidas de tanto estar en cuatro y de aguantar su peso, empiezo a moverme, arriba y abajo, haciendo que el vergón del Ogro se deslice por todo mi recto, dentro y fuera, llenándome, vaciándome y volviéndome a llenar con su privilegiado volumen.
No puedo aguantar mucho mas, las piernas no me responden, pero justo en ese momento y antes de que tire la toalla, el Ogro acaba entre bufidos y exclamaciones. Puedo sentir la tensión del látex al llenarse de leche. Entonces, sin delicadeza alguna, me hace a un lado de un empujón y se levanta. Caigo deshecha a un costado, incapaz de moverme. Siento el PLOP del forro al caer al suelo. Es entonces que me doy cuenta de las manchas de sangre.
Cuando regresa del baño, el Ogro todavía parece querer mas, pero yo ya estoy para terapia intermedia.
Se sienta en el catre y de solo mirarme, la pija se le levanta hasta volver a ostentar ese tamaño mas propio de un burro que de un hombre. Si no lo complazco, es capaz de descuartizarme a puro pijazo. Así que me las arreglo para ir gateando hacia él, dispuesta a hacer uso y abuso de toda mi habilidad bucal para dejarlo satisfecho.
Empiezo por lamerle los huevos, tierna y suavemente, provocándole unos plácidos estremecimientos cada vez que toco algún punto neurálgico. Subo con la lengua por todo lo largo de su verga, besándolo aquí y allá, mordiéndolo y chupándolo, lo cual sigo haciendo al llegar a la punta, untando con la lengua los gotones de flujo preseminal que le brotan por aquel omnipotente tercer ojo.
Me meto la pija en la boca, hasta donde me entra y entro a chupársela con gula y frenesí, tratando de comerme la mayor porción de carne posible. Obvio que no llego a comérmela toda, pero por lo menos lo intento, conteniendo una que otra arcada cuando siento el glande rebotando en mi garganta. Le envuelvo los huevos con mis manos, y le doy una de esas mamadas que te hacen sentir orgullosa de ser mujer.
Pese a su tamaño, le manejo la pija con soltura. Se la chupo un rato, me la saco de la boca para lamerla y besarla por los lados, se la unto de saliva y sigo chupando, poniéndosela tan dura que la acabada de hace un rato parece apenas un aperitivo.
Cuando siento que la carne empieza a temblar y él a rebuznar, intensifico el pete lo mas que puedo, ahora sí, ayudándome con las manos para pajearlo al ritmo que marcan mis labios. Está cerca, puedo sentirlo, lo siento en mis labios que captan la vibración y en mis manos que apenas pueden contener semejante bestialidad. Cuando suelta el primer chorro, tengo casi la mitad de la pija bien adentro de mi boca, por lo que me da de lleno en la garganta. Para no ahogarme con el semen, se la suelto, de modo que los demás lechazos me impactan en la cara. Cierro los ojos, para que no se me meta la leche adentro, y dejo que la descarga sea completa, hasta la última gota. Cuando los abro, veo la leche salpicándome hasta las tetas con su densa efusividad.
El Ogro tiene un semen bien espeso, pesado, cargado de virilidad. Me resulta delicioso untarlo con mis dedos y comérmelo, pese a haber disfrutado ya de una buena dosis de leche de Ogro, la cual todavía siento derramándose por mi garganta.
Cuando me levanto, las piernas apenas me sostienen. No me caigo redonda al suelo por poco. Al dirigirme al baño, me doy cuenta que volvió a dejarme renga. No es la primera vez, ni tampoco sería la última. De eso estoy mas que segura.

32 comentarios - Me dejó renga de nuevo...

roddy28
sos una genia muero por conocerte algun dia
avispa257
Marita, sos la reconocida gauchita, sos la mina perfecta. Estaria bueno q subas algunas fotos tuyas actuales.
ldrja
Aplauso , Medalla y Beso para la reina del garche
Diegodi35
excelente como siempre!!!!! una grosaaaaaaaaa
fersicilanus
Impresionante fueron 10 esperamos fotos
voyeur18
como .. extraño tus relatos putita tan solo de leer que eres lechera se me para la pija quiero un pete tuyo
Desert-Foxxx
Yo ya estoy esperando el relato de cuando te haga un hijo el ogroy lo cuide tu marido.
MIsko-Jones
si necesitas que te hagan sana sana colita de rana chifla

besos Misko
JCNTOP
relato espectacular como siempre me encantaria ser uno de los suertudos que se crusan en tu camino. Besos
chikabisex
Espectacular relato!!!! Que bien redactas!!!! Te dejop 10 puntines.
Te sigo desde hace meses, pero no recibo aviso de tus relatos, no se porque será!!!
MODERADORESSSSSS...... tomen nota!!!
kramalo
muy bueno....!!! me gustaria saber, qué carajo le decis a tu dorima...jaja...!! que te pateó un camello..? (por la renguera...). Qué buena puta debes ser arriba del mueble...!!
WaltWhite
Asombrosa tu redacción!!!!
mdqpablo
terrible relato , , que manera de garchar , si hay fiestita nos sumamos , van pts
borracho_tuerto
Además de dejarme re caliente como siempre Mary, también me hicistes reir a carcajadas, con aquello de "El Ogro todavía parece querer más, pero yo ya estoy en terapia intermedia" y "Recomiendo que no hagan esto en sus casas"...jajaja BUENISIMO LINDA!!
Van los más que bien merecidos puntines querida!! +10
Y como siempre te digo, quedo ansioso a la espera del próximo post preciosa, porque sin dudas TU ERES LA MEJOR!! Besos linda!!


Me dejó renga de nuevo...
gust7387
Impresionante tu relato como siempre te pasas. Gracias por compartir
Pervberto
Me da alegría ver que la apariencia de ogro no detiene (más bien alienta) a quien puede ver más allá. ¡Brindo por vos, @maritainfiel!
el_bolita
siempre que paso por tus relatos es una paja en tu honor asegurada jajaja che ¿Que tal vas con el Cholito, seguis o nada? 😛 Bueno, te deje 10 preciosa
chelocabito
Como siempre excelente relato y me dejas una vez mas a full,el ogro este no se olvida mas de la princesa mas putita q se encontro gracias a unas pelotas
impuresoul
Tendrías que tomar mas "leche" para que no se te debiliten tanto las piernas 😉. Gran relato, epico como siempre.
nanoknight
que putita increible!!!
que ganas de romperte toda asi como lo describis!!!
terrible garche y tremenda come verga... me encantan tus relatos...
cada vez me calientan mas
Excelente!!
te dejo puntos preciosa!
lucas789
Es un placer exquisito leerte. Espero lo vuelvas a ver y lo compartas con nosotros.
lucas789
Cuándo vas a volver con el ogro???
Elpndjomacho
excelente relato!! muy caliente.... no lo habia leído, gracias por compartir +10