Regalo de casamiento (#53)

Hace alrededor de dos semanas, me encontré a la salida del gimnasio con el novio de una compañera mia de la facultad.

Para los que no recuerdan , esta chica fue mi compañera desde que comenzamos la facultad, y el año pasado me juntaba con ella bastante seguido a hacer trabajos para entregar.

Nunca hicimos una gran amistad entre nosotras, más bien éramos muy buenas compañeras. Si bien nos contábamos algunas cosas, ella era más bien reservada con sus cosas privadas y me contaba poco y nada. Sólo sabía que tenía novio desde hace ml años.

En una de nuestras juntadas, conocí a su novio cuando la fue a buscar a mi depto. En una oportunindad nos quedamos en la casa de ella con el novio, a solas, porque ella se estaba bañando para irse juntos a un cumpleaños, y le terminé haciendo un pete.

Después de eso, me enteré que el flaco vivía muy cerca de mi barrio, así que arreglamos un día y nos vimos. Por supuesto nos re cogimos con unas ganas increíbles. Luego de eso nos vimos una vez más.

Como les contaba, ese día, cuando yo estaba entrando al gym, él justo estaba saliendo:

- Delfi! Qué hacés tanto tiempo?
- Hola! Todo bien, a entrenar un rato. Vos?
- Lo mismo pero ya terminé, jaja. Che los otros días te toqué timbre en tu depto, pero no me atendió nadie.
- Me mudé boludo! Jaja. En enero.
- No sabía nada! Por?? Qué lástima, ya no somos más vecinos
- Porque se vino mi hermana a vivir acá, así que estamos juntas en otro depto más grande
- Qué bueno!!

Seguimos hablando de un par de cosas más y me dice:

- Che nos casamos!
- Awww! En serio??? No sabía nadaaaaaaa! Felicitaciones!!!
- Gracias gracias!
- Cuándo es la fecha??
- El 29 de marzo, falta poco! Unos nervios, jaja. Che cuándo me hacés mi regalito de despedida?
- Perdón?
- Jaja te estoy jodiendo!
- Si querés fiesta te la hago...
- No, eso pasó una vez y nunca más
- Fueron dos más el pete
- Bueno esas tres y nada más
- Como quieras! Entro a entrenar!
- A qué hora terminás?
- En 45 min, me esperás acá afuera y vamos al depto?
- Bueno... me voy a casa a bañarme y vengo

Más o menos a la hora y pico ya estábamos en mi depto.

Estábamos los dos bastante desesperados. Un encuentro con ese nivel de adrenalina calienta mucho. No llegamos ni al depto, en el ascensor empezamos a apretar violentamente, él me tenía arrinconada tocándome por todos lados, mientras no parábamos de besarnos.

Yo le manoteaba la pija por arriba del pantalón, que la tenía re contra dura. Como no aguanté le metí la mano adentro y se la empecé a tocar toda, piel a piel, sólo rogaba no cruzarnos con nadie. Finalmente la puerta del ascensor de abrió, y sin parar de besarnos, entramos al depto.

Miré y escuché durante un instante: Cami al parecer no estaba.

"Tu hermana?", me dijo un poco preocupado, otro poco como con ganas de que en realidad estuviera en el depto. "No debe estar", le respondo.

Ahi nomás me sacó la remera y corpiño al toque, y como es costumbre con cualquier flaco con el que estoy, comenzó a tocarme y chuparme desesperadamente las lolas.

Me tenía contra contra la pared mientras me las apretaba, chupaba, succionaba y mordía. Yo empecé a morderme los labios y gemir, sin dejar de mirar cómo su cabeza estaba enterrada en mis tetas. Que me toquen y amasen de esa manera me excita mucho.

Luego comenzó a besarme mientras me tocaba la concha por encima de la calza que tenia. Como la calza era súper apretaba y no tenia tanga, la concha se me marcaba toda y podia agarrármela bien y apretarla. Eso me volvió loquita! Empezamos a besarnos con mucha lengua totalmente calientes!

Enseguida lo frené, me agaché y le desabroché el pantalón. Agarré con mi mano su pija y se la saqué afuera. Empecé entonces lentamente a pajearlo, sin sacarle la mirada de encima. "Te voy a dejar seco", le dije sin dejar de pajearlo.

Finalmente me mandé toda la pija de una adentro de mi boca. "Que lindo como te la comés de una", me dice mientras yo no paraba de comérmela. De un bocado, le empecé a hacer garganta profunda, metiéndome su pija entera adentro.

Luego se la agarré de nuevo con la mano y comencé a chuparle bien la cabeza, succionándola bien fuerte. Ahí comenzó a retorcerse del placer, mientras me decia que era una puta. "Como te gusta la pija por favor!", me decia sin dejar de mirar toda la situación.

Luego de jugar otro rato más con su pene, me hizo levantar y me bajó la calza hasta la altura de las rodillas. Yo aún tenia hasta las zapatillas puestas. Me dió vuelta y tirándome contra la pared empezó desde atrás a tocarme la concha, mientras me agarraba y tiraba el pelo para atrás. "Te gusta puta?", me decia mientras no paraba de frotarme toda la concha.

Yo empecé a gemir y le pedia que me la pusiera, pero el flaco seguía frotándomela, haciendo que mi desesperación por ser penetrada aumentara más y más. "Cogeme boludo, metela ya que no puedo más", le rogué.

Finalmente llegó el momento, se puso un forro y apoyó la punta del pene en mi concha, yo estaba aún de espaldas a él. Bien despacito empezó a empujar y su pija comenzó a entrar. Tras meterla toda, comenzaron los bombeos.

Yo empecé a gemir como una puta mientras el flaco me daba a un ritmo constante y sin pausa. "Puta, puta, te voy a garchar toda la tarde", me gritaba mientras no paraba de ponérmela.

Yo tenia las lolas apoyadas contra la pared, con la espalda ligeramente arqueada y la cabeza hacia atrás, porque el flaco me tironeaba de la cola del pelo. MIs piernas, un poquito separadas y con la calza aún por las rodillas.

Tras tenerme un rato así, me sacó la calza del todo y me hizo sentar en el sillón. Ahí me agarró las gambas y me las abrió todo lo que se podía. Empujó y su pene entró de nuevo.

Yo estaba totalmente en bolas, con las zapatillas aún puestas. El flaco me agarró de las lolas mientras no paraba de penetrarme y mirarme fijo a los ojos. "Ay! Ay! Dale segui así que acabo", le dije girtando y gimiendo a la vez.

Ya no podía más, estaba re contra caliente y excitaba, a punto de acabar. Finalmente tras un par de metidas, llegué al orgasmo. Habré gritado ese orgasmo por más de un minuto. "Al fin, no daba más", le dije sonriendo mientras él me preparaba para otra posición.

Sin movernos del sillón, me puso esta vez en cuatro. De nuevo me agarró la colita del pelo pero esta vez su grado de violencia aumentó, me la hizo demasiado para atrás, haciéndome realmente doler. Grite, pero de dolor, mientras al msmo tiempo me la ponia en cuatro. "Putita, te duele?", me dijo mientras empezó a garcharme violentamente.

El flaco estaba como loco, poniéndomela a pleno sin soltarme del pelo. A mí me dolía que me hiciera tanta fuerza, pero la excitación era aún mayor así que lo dejé pasar. Me calientan esas cosas.

Luego soltó mi pelo y me agarró con sus dos manos de la cintura, viendo cómo su pija entraba y salía. Yo gemia como una trola, pidiéndole que me cogiera más y más fuerte, y él respondia ante eso cogiéndome en forma más violenta. Empezó a darme cachetazos en la cola, mientras me decia que era la más puta.

En medio de toda esa situación, sentí como además de su pija, entraba un dedo en mi cola. "Ay despacito", le dije. Pero el flaco creo que ni me escuchó. Cuando quise acordar habia metido todo el dedo adentro de mi cola. "Te voy a romper el culo", me dijo.

Yo no le respondí, sólo gemia de la excitación que tenia. Su dedo empezó a entrar y salir más rápido, a medida que mi cola se iba acostumbrando. La cosa cambió cuando quiso meter dos dedos. "Donde entran dos dedos, entra la pija". Eso costó más, además sólo me estaba lubricando con saliva.

Le pedí que me dejara buscar el lubricante, así que accedió y fui a buscarlo a mi pieza. Antes de volver al living el flaco estaba en mi pieza. Empezó entonces a ponerme lubricante en la cola mientras, de nuevo en cuatro, me seguia garchando.

Tras un par de bombazos más, y totalmente caliente porque me estaban por hacer la cola, volví a acabar. Este orgasmo fue aún más intenso. Mis piernas temblaron un rato, pero no tuvo piedad y enseguida siguió cogiéndome.

Al toque nomás, sacó su pija y empezó a empujarla para que entrara en mi cola. Yo agarré con mis manos las sábanas, empecé a apretarlas por el dolor que me estaba generando que me penetrara la cola.

Finalmente logró meter su pija hasta el fondo. Ahí estaba yo, con mucha carita de dolor, en cuatro, con la pija entera adentro de la cola.

Tras meterla toda, la pija empezó a entrar y salir. Al principio lentamente, luego con la cola más abiertas empezóa bombearme rapidito. Yo empecé a gritar más que gemir, estaba como loca. Me vuelve loca que me rompan el orto.

El flaco no aguantó mucho. Tras unos pocos minutos de meterla en la cola, me dijo que me acababa. Le hice sacar la pija de la cola, se sacó el forro y empecé a chuparla.

Luego comenzó a pajearse mientras yo tenia la boca abierta esperando toda la leche.

Tras un ratito de paja, me agarró la cabeza por atrás y me largó un espeso chorro de leche adentro de la boca. Otros dos chorros bastante abundantes entraron tras ese a mi boca. Y otros dos más, ya con poca leche, fueron a mi cara.

Lo miré entonces fijo a los ojos, con la boquita abierta, mostrándole cómo tenia toda su leche en mi boca, y sin dejar de mirarlo me la tragué toda.

Los dos nos acostamos luego en mi cama, necesitábamos descansar un poco. Estábamos en bolas, y aún habia ganas de seguir garchando. Nos habremos quedado unos 10 min tranqui, y luego comencé a tocarle la pija. Queria más.

Al toque nomás se le puso re dura. Le di a la paja un rato y luego de eso me puse arriba de él.

De a poco me fui sentando sobre su pija, metiéndomela toda. Con la pija toda adentro, empecé a frotarme el clítoris, mientras comenzaban de nuevo mis gemidos.

Luego, poniendo mis lolas justo a la altura de su boca, empecé a moverle bien rapidito, de arriba hacia abajo, haciendo que toda su pija entrara y saliera casi por completo. Luego con movimientos circulares de mi cadera, mientras él me chupaba todas las tetas. Cada tanto me mordía los pezones.

Tras tenerlo un buen rato así, cogiéndomelo sin parar, me di vuelta, y aún estando arriba y dándole la espalda a él, empecé de nuevo con movimiento de arriba hacia abajo. Mientras tanto él me agarraba los cachetes del culo, apretándomelos todo.

Me hizo entonces levantar y ahora yo boca arriba y con las piernas de costado, comenzó a penetrarme. A los 5 minutos volví a acabar de nuevo. Le pedí que frenara un poco, que sacara su pija porque yo estaba ya temblando todo por mi tercer orgasmo. Ni pelota me dió. Me puso las patitas al hombro y siguió poniéndomela.

Tras otro rato así, llegó la cola de nuevo. Sacó su pija, y yo estando aún en la misma posición, empezó a hacerme la cola de nuevo, A mí ya me dolia y ardía todo a esa altura. Habia acabado 3 veces y mi conchita necesitaba un descando. Por eso, me vino bien que me haga la cola de nuevo.

Su pene entraba y salia de mi cola, yo lo miraba y él me repetía una y otra vez: "Te estoy rompiendo el orto puta, te estoy rompiendo el orto".

Luego sacó su pija de mi cola y se sacó el forro. Yo pensé que iba a acabarme en las tetas o la panza, pero no. Acercó su pija a mi cola y me preguntó si me la podia meter sin forro. No lo dudé. Le dije que sí y al instante enterró su pija en mi cola sin forro. La sensación de la carne de su pene fue algo de locos.

Y la situación fue demasiado para él. Tras algunos bombazos, empezó a acelerar el ritmo mientras me decia que me acababa. Finalmente me terminó acabando adentro de la cola. Yo pude sentir cómo todo el semen entraba en mi cola.

Tras acabar, estuvo un buen rato más, metiendo su pija ya medio muerta, mientras no dejaba de mirarme la cola toda llena de leche.

Tras ésto fui al baño a limpiarme mientras él se tiró en la cama. En el piso de mi pieza estaban los dos forros que habiamos usado.

El flaco estaba con el celular en la mano, contestando mjes de la novia que le estaba preguntando qué estaba haciendo. Él aprovechó a contarme y le dijo que le habia dicho que estaba en la casa, por irse a bañar.

Nos quedamos un buen rato en la cama hasta que escuchamos el sonido de la puerta del depto que se abria. Era Cami. Yo me levanté al toque, y mientras ella me vió en bolas con las zapas puesta, arrimé un poco la puerta para que no se viera tanto.

"Que raro vos cogiendo", me dijo riéndose.

Al rato empecé a jugar de nuevo con la pija del loco. Esta vez costó más que se parara. Tras un poco de chupada con mucha saliva y mucha paja, logré que se ponga toda dura. Pero mis planes eran otros.

Empecé a chuparla con total dedicación, hasta que pude que ver mi hermanita se acercó a la pieza y abrió la puerta. Ahí se quedó, con la puerta abierta pero sin entrar en la pieza, sólo mirando cómo yo le chupaba la pija al flaco.

El novio de mi compañera no entendia nada. Estaba un poco rojo por la verguenza de que mi hermana nos estuviera viendo.

Mientras yo la chupaba y la chupaba como un heladito de agua, Cami seguia ahi mirando en forma fija la pija del loco.

El flaco me miraba a mi y la miraba a Cami. Luego me empezó a decir que estaba por acabar, que no iba a durar mucho más. Me hablaba a mí, pero no hacia otra cosa que mirar a mi hermanita.

Ahi nomás cuando dijo eso, Cami se acercó a mí y me pidió si la podía tomar. Lo hicimos levantar al flaco, y estando las dos agachadas, segui chupándola mientras Cami a pocos centímetros veia todo.

"Ay Dios no puedo más", dijo el flaco. Yo agarré entonces la pija de él y empezando a pajearlo, apunté la punta del pene a la boca de Cami, que ya la tenia toda abierta.

Tras un poquito de paja, largó unos dos chorros de leche directos a la boca de ella mientras otros dos (con menos leche) llegaron a rozarle la cara, otro poco cayó en el suelo.

Cami se levantó y mirándolo con la boca abierta, se tragó todo. Ella se fue entonces al baño y nosotros con el flaco comenzamos a vestirnos. "Que gauchita tu hermanita.", me dijo riéndose. "Una copada!", le dije yo riéndome.

Una vez vestidos, lo acompañé abajo a despedirlo. Cuando se estaba yendo, me gritó:

"En estos días mi novia te alcanza la invitación para nuestro casamiento!"