Seguimos con la historia, para aquellos que no han seguido la historia al hilo aquí los links de los anteriores capítulos.
http://www.poringa.net/posts/relatos/2840171/Apartamento-de-universitarios-y-ellas.html
http://www.poringa.net/posts/relatos/2842059/Apartamento-de-universitarios-2-Lucia.html
Lucía rápidamente se levantó del piso con el celular en la mano, extrañamente Sonia no la miraba a ella, me miraba a mí, directo a los ojos con una expresión plana no podía adivinarse que pensaba al verla, bien podía estar furiosa, bien triste, bien alegre, nadie podría asegurarlo, sin embargo esos segundos que parecieron eternos en los que me miraba yo estaba desnudo y con la verga erguida, al fin y al cabo hasta hace instantes recibía la mejor mamada que había disfrutado para entonces, Sonia dio un paso atrás alejándose de la habitación tras la puerta pero hoy puedo jurar que la última mirada se la dedicó a mi miembro, fue una milésima de segundo a mi parecer pero fue suficiente, la miró con decisión y desapareció de la escena, Lucía por el contrario ni me miro, se dirigió a la puerta y salió tras su amiga, pero que suerte de mierda.
El resto del día se dio de lo más extraño, con el ambiente cargado, no supe de Lucía y Sonia, no las escuché discutir que era lo que pensé sucedería dada la situación de temporal invitada de Lucía y lo que conocía de Sonia, una mujer muy seria, quizás demasiado, pero no, nada paso, aunque no las ví el resto del día y solo escuche desde mi habitación eventuales visitas al refrigerador provenientes de la habitación de Sonia, no me animé a salir en esas oportunidades, no quería cruzarme con Sonia y recibir algún reclamo, así que también me abstuve de salir de mi habitación, con mil imágenes de la experiencia de la tarde y excitado a más no poder, le dedique repetidas pajas a Lucía y esperaba tener la oportunidad de nuevo, aunque de momento y con lo apenada que parecía al salir de mi habitación tras Sonia me parecía una posibilidad lejana, muy lejana.
Alrededor de las 11 de la noche escuché llegar al apartamento a Miguel, poco tiempo después yo caí dormido, en la madrugada salí hacia el baño, todo era oscuridad, entré, hice lo mío, la sacudí tres veces porque más es jugar con ella y en ese estado entre dormido y despierto salí del baño pero me fije que ahora la luz de la cocina estaba encendida, intuitivamente giré hacia la habitación de Sonia que era la de la puerta continua al baño estaba entre abierta a diferencia de hace minutos, así que con la esperanza que Lucía estuviera allí entré decidido y sin dudar en la cocina pero así mismo mi esperanza por terminar lo iniciado se desvaneció, estaban las dos, Sonia y Lucía, bebiendo agua.
Sonia: Andrés y eso tu a esta hora despierto!, que pasa no puedes dormir? Necesitas que Lucía te ayude?
Yo: no pensé que fueran ustedes, creí que era Miguel.
Sonia: Sí, como no, no conociera mi gente... y diciendo eso me paso por el lado y atravesando la puerta dijo a Lucía
Sonia: Vamos nena a dormir que tengo que madrugar...siguió su camino
Lucía dejó el vaso en el lavaplatos y suavemente caminó hacia mí, se detuvo muy cerca y me dijo:
Lucía: Mañana hablamos Andy... Y me dio un ligero apretón en la verga antes de caminar tras sonia...el cielo.
Bebí agua, me fui a mi habitación, pajazo pensando en Lucía y a dormir, a soñar con esa hembra que enloquecería a cualquiera...desperté al sonido de la alarma de mi celular, tenía clase de siete, todo lo del día anterior no me dejó concentrar, era imposible no pensar en Lucía, en ese par de tetas que había podido disfrutar, eran enormes, naturales, deliciosas, imposible era olvidar la clase mamada que me dispensó, ni la tocada de verga con que se despidio en la madrugada, era un diosa, una diosa puta.
Así pasó la mañana y se fueron mis clases, sabiendo que en el apartamento no habría nadie pues Miguel y Camilo tenían clases esparcidas por el día y ya que la sedes universitarias de los dos están ubicadas prácticamente fuera de la ciudad sabía que no estarían, igual Sonia que pasaba todo el día en la oficina y no había ido al apartamento a hora de almuerzo nunca en lo que llevábamos viviendo con ella, así tomé rumbo al apartamento, pero para mi sorpresa estaba equivocado y tanto Sonia como Lucía estaban allí, al entrar al apartamento.
Sonia: Andrés hola, como te fue en la U?
Yo: bien Sonia, normal y a ustedes?
Sonia: Bien, estuvimos con Lucía haciendo sus diligencias y en una entrevista.
Yo: ah bueno, me alegra que les fuera bien...no podía quitar la mirada de Lucía, pantalón de vestir ceñido al cuerpo, ahora veía que su culo era tan suculento como sus tetas, blusa blanca, tacones altos en fin el sueño de todo joven universitario, Sonia no estaba mal, para nada, pero era de otro perfil, sus ropas menos sugerentes, Lucía más exuberante, en fin, yo no podía pensar en otra cosa que en comerme a Lucía, no podía dejar pasar tremenda oportunidad que la vida me había puesto delante, Pero ni idea como lo haría con la marca al hombre que le tenía Sonia a Lucía, de alguna forma iba a darme el gusto...Lo que no imaginaba era que la oportunidad se daría sola y tan rápido.
Sonia tendría que regresar a su oficina y ya venía siendo tiempo, esperaba que se fueran juntos como había sido la rutina de los días anteriores, pero no, Sonia de repente se levantó, entró a su habitación por no más de un minuto y salió llevando una carpeta con documentación, tomó su chaqueta y despidiéndose salió del apartamento pero no sin antes decirle a Lucía lo siguiente.
Sonia: Lucía nos vemos después, juiciosos y en lo que quedamos!!!
Lucía: Sí amiga, chao que te vaya bien.
Salió Sonia y por fin me quedaba a solas con Lucía, yo ni corto ni perezoso me le abalancé encima a besarla pero la Vieja me lo impidió
Lucía: quieeeto Nene, así no, calmate Andy que me gustas y todo pero tampoco, además te apuesto lo que quieras a que Sonia se devuelve ahorita, no confía en mi.
Yo: No confía en qué? Ya sabe lo de Fernando?
Lucía: No, como se te ocurre, sí supiera ya me habría echado de aquí, no confía en que me pueda controlar con un tipo que me guste, ella me conoce y sabe que no me pongo con bobadas, sí me gusta un tipo pues me lo como, ella sabe, ella era igual.
Yo: Qué? Como así? Sonia?
Lucía: Sí Andy, total, Sonia ahora se las da de muy juiciosa pero ella antes era tremenda, sí yo te contará.
Justo en ese momento se escuchó como alguien intentaba abrir la cerradura de la puerta del apartamento y efectivamente era Sonia,
Sonia: ay que pena dejé unos papales importantes y entró a la habitación con rapidez, dejándonos en la sala,
Lucía: ves, te lo dije, no la conociera...me dijo casi susurrando.
Aparentemente Lucía sabía lo que hacía y conocía a Sonia como nadie, interesante.
Al cabo de tres o cuatro minutos y mientras Lucía había entrado al baño social Sonia salió, yo estaba en la sala sentado en el sofá encendiendo mi portátil.
Sonia: Bueno Andy ahora sí me voy y Lucía?
Yo: en el baño.
Sonia: ok, chao...chao Lucía dijo gritando, chao Sonia cuídate respondía Lucía.
Andy? Sonia nunca me había llamado Andy!!! Y definitivamente me había sorprendido saber que Sonia tenía también algo de puta, está bien que siempre dicen que cada mujer tiene de dama y de puta, pero algunas nunca lo dejan ver y pensé que esa era Sonia, imagino que depende del tipo igual.
Lucía: Andy ven. Estoy en tu habitación.
Escuche eso y me olvide de Sonia, de la Vieja Sonia y la nueva Sonia, me olvidé de todo y corrí a mi habitación y oh la visión, Lucía junto a mi cama, Solo en ropa interior, una invitación a la lujuria, las tetas que se le salían del sostén negro y tanga del mismo color, me acerqué lentamente a ella, mientras ella se quitaba la prenda que presionaba esos melones que tenía por senos, enormes redondos y firmes, parecian operados pero no lo eran yo podía dar fe de eso, ya los había tenido entre manos y boca, allí de pie junto a ella intentaba recordar cuando había tenido si acaso una mujer así de buena tan cerca y desnuda esperando por mí, nunca, debía dejar de pensar huevonadas, me acerque y me arrojé a esas tetas, ella acariciaba mi cabeza, jugaba con mi pelo entre sus dedos a la par que le dedicaba las mejores lamidas de las que eras capaz a cada una de sus turgentes tetas, acariciaba una y besaba la otra, mordía sus pezones ya sabiendo que lo disfrutaba y le gustaba, me erguí y la bese con ganas de que el momento no terminara nunca, era esclavo de esos labios carnosos y esos ojos que me miraban mientras me daba pequeños mordiscos, sus manos dedicaban a mi verga caricias sobre el Jean, seguro la sentía ya dura y lista para ella, respirabamos fuerte, lujuriosos, con ganas el uno del otro, la tomé del culo y levantándola no dejé de besarla y caí sobre la cama con ella en brazos, Chupé más esas tetas y bajé hacia su cadera explorando el vientre plano de Lucía, lentamente retiré la tanga deslizándola a la vez que besaba sus muslos, para calentarla, tenía que aprovechar el momento y sobre todo hacerlo bien, dejarla con ganas, tenia un plan para poder seguir sin pedir permiso de ahora en adelante, cogiendomela cuando pudiera, la Despojé de la ropa interior, Abrí sus piernas y disfruté de esa cuca, Lamí esa concha rasurada y rosa, tomé su clitoris entre los labios y lo oprimí con suavidad al tiempo que lo rosaba con mi lengua, había aprendido el truquito con una exnovia y esperaba que funcionara, lo hizo
Lucía: Andy que rico lo haces, quien te ve, eso, sigue así, que riiiico, mierda que rico.
No paré, lamía esa vagina de arriba a abajo y de abajo a arriba, movía mi lengua con rapidez apena rosando su clitoris y después pasaba toda la extensión de mi lengua por esa cuca húmeda y sentía como lo disfrutaba, yo estaba extasiado, no miento si les digo que podía quedarme ahí el resto de mis días escuchando gemir esa hembra exuberante disfrutando del sexo y del placer que yo le estaba dando, yo me estaba comiendo ese fruto maduro , era mi verga la que estaba pidiendo esa escultura de mujer.
Lucía: no pares Andy siento que me voy a llegar no pares, sí, ahí, sí no pares que rico mierda (me daría cuenta que repetía mientras estaba excitada mucho esa palabra, mierda)
Lucía: Ven Andy metela ya, porfa, no aguantó más dame con ese chimbo, no espera espera te lo quiero chupar.
Estaba claro lo caliente que estaba esa mujer, no tanto como yo seguramente, pero sí bastante.
No me hice de rogar y me levante de la cama ella se sentó en el borde y con su mirada en mis ojos con rapidez buscaba soltar mi cinturón y cremallera liberándome de los pantalones que estorbaban, lo logro y me mordió la verga por encima del bóxer con cara de viciosa, ávida de verga, deseando satisfacción, de un sólo tirón descubrió aquello por lo que pedía, mi verga, dura e hinchada, parecía un ser aparte, palpitaba y se estiraba buscando la boca de Lucía, pero sí la montaña no va a Mahoma pues Mahoma va a la montaña, empuje mi verga en dirección de la boca de Lucía y ella la tragó, me follaba la boca de Lucía, ella ensalivaba el Inhiesto palo cada vez que entraba llegando hasta su garganta, tenía arcadas cada vez que con mi verga tocaba lo más profundo de su garganta, por momentos me obligaba a parar, pero seguía, tomaba aire y continuaba tragando y chupando, estaba como un poseso, la tomé del pelo y lo metí con rapidez en su boca, me la comía por la boca, ella no chisto, nada me dijo, sólo tragaba y respiraba cuando podía, tenía los ojos rojos pero no paraba, quien se detuvo temiendo venirse sin disfrutar el momento como se debía fui yo, me detuve porque ya casi que me venía y no quería tener que parar por una eyaculación.
La hice recostar sobre la cama la tomé de la cadera y la hice dar vuelta, ella, intuyendo guiada por la experiencia imagino yo, levantó el culo y arqueó la espalda ofreciéndome una visión absolutamene delirante, los labios de esa cuca rojos de excitación y de tanto que los Lamí, húmedos y a mi disposición, tal dulce debía comerse y me dispuse a lamer de nuevo, recorría la vulva de Lucía en toda su dimensión pero no pare ahí, les repito que soy de los que prefiero pedir perdón que permiso así que sin conocer de los gustos de Lucía le dedique una buena lamida al agujero de su culo, pasé mi lengua a lo redondo y escuche el más profundo gemido que había escuchado en esta hembra, aún lo recuerdo, lujuria pura fue ese gemido, le encantaba, no dijo detente ni dijo sigue...así que seguí y no me detuve, no lo hice ni siquiera cuando pasando mi lengua por su cuca y alargando la lamida hasta su culo sentí que tuvo el primer orgasmo de mi autoría, paró de gemir y respirar, contrajo su cadera hacia adelante y me premió con una venida, era la primera vez para mí, no había tenido una hembra tan conocedora de si misma y de su sexo que se viniera en mi cara y la bañara en sus fluidos, sería la primera vez pero no fue para nada desconcertante, lo sentí como misión cumplida, me Aplaudí interiormente, bravo viejo bien hecho, pulgar arriba... queria lamer ese culo otro rato pero no me lo permitió, se dio vuelta y me halo hacia ella, me beso y lamió su fluidos de mi cara sin más y también sin más le metí la verga, ardía por dentro esa cuca, empapada, el divino terciopelo que hace de hombres esclavos, máquinas pelvicas desbocadas y me convertí en uno y una, no había sido más feliz, nunca, me movía al ritmo de la música que escuchaba cuando veía a Lucía, era algo así como aquella canción de Edwyn Collins - a girl like you, sí, ese era el ritmo con el que movía mi cadera buscando el placer de Lucía, quizás tenía que pensar en canciones noventeras para no venirme de una vez, así era la calentura que me poseía teniendo la verga dentro de ese pedazo de mujer, perfecta, del tipo que ves en las calles y que paran el tráfico y te hacen respirar acelerado fantaseando con tenerlas, esas que generalmente están fuera de alcance, pero no ese día, ese día tenía a esa hembra y era mía, disfrutaba como un loco en su locura y me esmeraba por volverla loca y al parecer aplicarse a la tarea funciona por que Lucía gemía y se movía a mi ritmo, -mieeerda que rico, mieeeerda no pares, Andy siii así, más duro, sí- y para mi sus deseos eran órdenes y más duro le daba, más profundo y más duro, le dí vuelta nuevamente sin sacarla y en cuatro como a una perra en celo le dí lo quería, a falta de gimnasio, cardio, sudaba por el esfuerzo que resultaba dar y recibir placer, Lucía ahora gritaba, -Mierda, mierda, mierda que riiiico, que rico chimbo tienes Andy, siiii-, gritaba y yo recibía aquello como porras, como si me exhortara a tratarla como la veía, como una puta sedienta de verga y satisfacción, Lamí la yema de mi pulgar, llené de saliva la superficie y se la puse en el culo y lo masajeé, oprimí el agujero y al buscar introducir el dedo Lucía estalló en un nuevo orgasmo, sentí como humedecía mis piernas en sus fluidos, sin parar de darle verga como pedía hace instantes reposé mi cuerpo en ella, corrí el pelo de su espalda y le dije
Yo: eres la mujer más hermosa de la que he disfrutado
Lucía: Tu no estás nada mal, no se ve por encima pero como culeas de rico!!!
Yo: me voy a venir Lu.
Lucía: dale, llega adentro, no pasa nada yo me cuido, quiero sentirla adentro, dale porfa.
No podía más, era un milagro que no me hubiera venido en cuanto me llamó y entré a la habitación, era mucho lo que quería estar así con esa hembra, demasiada visión verla desnuda, gimiendo y pidiendo, rogando por mí verga, era demasiado y no pude más, con un grito ahogado me vine dentro de Lucía, fue un chorro potente, no recordaba uno parecido en mí, fue de récord, me deje caer sobre ella, sin sutileza, sólo caí y quede sobre ella, se dejó caer igual, respirabamos acelerados, por inercia seguía moviendo mi pelvis aún dentro de ella, sabía que era cuestión de minutos para volver a estar duro y dispuesto, no tarde ni dos en volver a estar empalmado y listo para otro round, ella lo sintió y movió las caderas buscando sentirla, así duramos algunos minutos, moviéndonos suavemente, combinando el sudor mutuo y preparándonos para otra sesión, volvía a estar mi verga en su máxima expresión me apoye sobre mis puños me levante un poco y reinicié el bombeo, Lucía otra vez con su grito de batalla, -Mierda, mierda, dale que me gusta, duro, duro, dale Andy duro-, se separó se dio vuelta y me empujó contra el espaldar de la cama, se sentó sobre mi y me beso con rudeza, delicioso, acto seguido se clavo nuevamente mi miembro, se movía como una maestra, como una licuadora, como exprimidora de jugo de macho, se acercó a mi y me beso esta vez con ternura, se deslizo a mi oido y me soltó la bomba
Lucía: Sabes Andy... A Sonia también le gustas, le gustó tu verga, te gusta Sonia, Andy?
Lucía seguía moviéndose como un torbellino sobre mi, se retiró un poco mientras lo hacia, halo su pelo hacia su espalda y dejó a mi vista el par de tetas que me habían enloquecido tanto como esas recientes palabras ¿me estaría probando? ¿Sería en serio? Ver a Lucía sonriendo, sabiendo lo que había logrado en mi con esa frase y al mismo tiempo dándose placer con mi todavía dura tranca era glorioso y la música invadió mi cerebro, la promesa de la posibilidad futura, el morbo de una situación que dos días antes era descabellada y que ahora era realidad era éxtasis puro, sonaban las notas, armonias y melodia de la canción de Collins con todo su poder, Lucía "a girl like you".
🎶🎶I've never known a girl like you before
Now just like in a song from days of yore
Here you come a knockin', knockin' on my door
And I've never met a girl like you before 🎶🎶
Quedo atento a sus comentarios, sigo o me rindo en el intento por contar la historia de Lucía, Sonia y este servidor. Puntos y comentarios serán siempre bienvenidos.
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Lucía rápidamente se levantó del piso con el celular en la mano, extrañamente Sonia no la miraba a ella, me miraba a mí, directo a los ojos con una expresión plana no podía adivinarse que pensaba al verla, bien podía estar furiosa, bien triste, bien alegre, nadie podría asegurarlo, sin embargo esos segundos que parecieron eternos en los que me miraba yo estaba desnudo y con la verga erguida, al fin y al cabo hasta hace instantes recibía la mejor mamada que había disfrutado para entonces, Sonia dio un paso atrás alejándose de la habitación tras la puerta pero hoy puedo jurar que la última mirada se la dedicó a mi miembro, fue una milésima de segundo a mi parecer pero fue suficiente, la miró con decisión y desapareció de la escena, Lucía por el contrario ni me miro, se dirigió a la puerta y salió tras su amiga, pero que suerte de mierda.
El resto del día se dio de lo más extraño, con el ambiente cargado, no supe de Lucía y Sonia, no las escuché discutir que era lo que pensé sucedería dada la situación de temporal invitada de Lucía y lo que conocía de Sonia, una mujer muy seria, quizás demasiado, pero no, nada paso, aunque no las ví el resto del día y solo escuche desde mi habitación eventuales visitas al refrigerador provenientes de la habitación de Sonia, no me animé a salir en esas oportunidades, no quería cruzarme con Sonia y recibir algún reclamo, así que también me abstuve de salir de mi habitación, con mil imágenes de la experiencia de la tarde y excitado a más no poder, le dedique repetidas pajas a Lucía y esperaba tener la oportunidad de nuevo, aunque de momento y con lo apenada que parecía al salir de mi habitación tras Sonia me parecía una posibilidad lejana, muy lejana.
Alrededor de las 11 de la noche escuché llegar al apartamento a Miguel, poco tiempo después yo caí dormido, en la madrugada salí hacia el baño, todo era oscuridad, entré, hice lo mío, la sacudí tres veces porque más es jugar con ella y en ese estado entre dormido y despierto salí del baño pero me fije que ahora la luz de la cocina estaba encendida, intuitivamente giré hacia la habitación de Sonia que era la de la puerta continua al baño estaba entre abierta a diferencia de hace minutos, así que con la esperanza que Lucía estuviera allí entré decidido y sin dudar en la cocina pero así mismo mi esperanza por terminar lo iniciado se desvaneció, estaban las dos, Sonia y Lucía, bebiendo agua.
Sonia: Andrés y eso tu a esta hora despierto!, que pasa no puedes dormir? Necesitas que Lucía te ayude?
Yo: no pensé que fueran ustedes, creí que era Miguel.
Sonia: Sí, como no, no conociera mi gente... y diciendo eso me paso por el lado y atravesando la puerta dijo a Lucía
Sonia: Vamos nena a dormir que tengo que madrugar...siguió su camino
Lucía dejó el vaso en el lavaplatos y suavemente caminó hacia mí, se detuvo muy cerca y me dijo:
Lucía: Mañana hablamos Andy... Y me dio un ligero apretón en la verga antes de caminar tras sonia...el cielo.
Bebí agua, me fui a mi habitación, pajazo pensando en Lucía y a dormir, a soñar con esa hembra que enloquecería a cualquiera...desperté al sonido de la alarma de mi celular, tenía clase de siete, todo lo del día anterior no me dejó concentrar, era imposible no pensar en Lucía, en ese par de tetas que había podido disfrutar, eran enormes, naturales, deliciosas, imposible era olvidar la clase mamada que me dispensó, ni la tocada de verga con que se despidio en la madrugada, era un diosa, una diosa puta.
Así pasó la mañana y se fueron mis clases, sabiendo que en el apartamento no habría nadie pues Miguel y Camilo tenían clases esparcidas por el día y ya que la sedes universitarias de los dos están ubicadas prácticamente fuera de la ciudad sabía que no estarían, igual Sonia que pasaba todo el día en la oficina y no había ido al apartamento a hora de almuerzo nunca en lo que llevábamos viviendo con ella, así tomé rumbo al apartamento, pero para mi sorpresa estaba equivocado y tanto Sonia como Lucía estaban allí, al entrar al apartamento.
Sonia: Andrés hola, como te fue en la U?
Yo: bien Sonia, normal y a ustedes?
Sonia: Bien, estuvimos con Lucía haciendo sus diligencias y en una entrevista.
Yo: ah bueno, me alegra que les fuera bien...no podía quitar la mirada de Lucía, pantalón de vestir ceñido al cuerpo, ahora veía que su culo era tan suculento como sus tetas, blusa blanca, tacones altos en fin el sueño de todo joven universitario, Sonia no estaba mal, para nada, pero era de otro perfil, sus ropas menos sugerentes, Lucía más exuberante, en fin, yo no podía pensar en otra cosa que en comerme a Lucía, no podía dejar pasar tremenda oportunidad que la vida me había puesto delante, Pero ni idea como lo haría con la marca al hombre que le tenía Sonia a Lucía, de alguna forma iba a darme el gusto...Lo que no imaginaba era que la oportunidad se daría sola y tan rápido.
Sonia tendría que regresar a su oficina y ya venía siendo tiempo, esperaba que se fueran juntos como había sido la rutina de los días anteriores, pero no, Sonia de repente se levantó, entró a su habitación por no más de un minuto y salió llevando una carpeta con documentación, tomó su chaqueta y despidiéndose salió del apartamento pero no sin antes decirle a Lucía lo siguiente.
Sonia: Lucía nos vemos después, juiciosos y en lo que quedamos!!!
Lucía: Sí amiga, chao que te vaya bien.
Salió Sonia y por fin me quedaba a solas con Lucía, yo ni corto ni perezoso me le abalancé encima a besarla pero la Vieja me lo impidió
Lucía: quieeeto Nene, así no, calmate Andy que me gustas y todo pero tampoco, además te apuesto lo que quieras a que Sonia se devuelve ahorita, no confía en mi.
Yo: No confía en qué? Ya sabe lo de Fernando?
Lucía: No, como se te ocurre, sí supiera ya me habría echado de aquí, no confía en que me pueda controlar con un tipo que me guste, ella me conoce y sabe que no me pongo con bobadas, sí me gusta un tipo pues me lo como, ella sabe, ella era igual.
Yo: Qué? Como así? Sonia?
Lucía: Sí Andy, total, Sonia ahora se las da de muy juiciosa pero ella antes era tremenda, sí yo te contará.
Justo en ese momento se escuchó como alguien intentaba abrir la cerradura de la puerta del apartamento y efectivamente era Sonia,
Sonia: ay que pena dejé unos papales importantes y entró a la habitación con rapidez, dejándonos en la sala,
Lucía: ves, te lo dije, no la conociera...me dijo casi susurrando.
Aparentemente Lucía sabía lo que hacía y conocía a Sonia como nadie, interesante.
Al cabo de tres o cuatro minutos y mientras Lucía había entrado al baño social Sonia salió, yo estaba en la sala sentado en el sofá encendiendo mi portátil.
Sonia: Bueno Andy ahora sí me voy y Lucía?
Yo: en el baño.
Sonia: ok, chao...chao Lucía dijo gritando, chao Sonia cuídate respondía Lucía.
Andy? Sonia nunca me había llamado Andy!!! Y definitivamente me había sorprendido saber que Sonia tenía también algo de puta, está bien que siempre dicen que cada mujer tiene de dama y de puta, pero algunas nunca lo dejan ver y pensé que esa era Sonia, imagino que depende del tipo igual.
Lucía: Andy ven. Estoy en tu habitación.
Escuche eso y me olvide de Sonia, de la Vieja Sonia y la nueva Sonia, me olvidé de todo y corrí a mi habitación y oh la visión, Lucía junto a mi cama, Solo en ropa interior, una invitación a la lujuria, las tetas que se le salían del sostén negro y tanga del mismo color, me acerqué lentamente a ella, mientras ella se quitaba la prenda que presionaba esos melones que tenía por senos, enormes redondos y firmes, parecian operados pero no lo eran yo podía dar fe de eso, ya los había tenido entre manos y boca, allí de pie junto a ella intentaba recordar cuando había tenido si acaso una mujer así de buena tan cerca y desnuda esperando por mí, nunca, debía dejar de pensar huevonadas, me acerque y me arrojé a esas tetas, ella acariciaba mi cabeza, jugaba con mi pelo entre sus dedos a la par que le dedicaba las mejores lamidas de las que eras capaz a cada una de sus turgentes tetas, acariciaba una y besaba la otra, mordía sus pezones ya sabiendo que lo disfrutaba y le gustaba, me erguí y la bese con ganas de que el momento no terminara nunca, era esclavo de esos labios carnosos y esos ojos que me miraban mientras me daba pequeños mordiscos, sus manos dedicaban a mi verga caricias sobre el Jean, seguro la sentía ya dura y lista para ella, respirabamos fuerte, lujuriosos, con ganas el uno del otro, la tomé del culo y levantándola no dejé de besarla y caí sobre la cama con ella en brazos, Chupé más esas tetas y bajé hacia su cadera explorando el vientre plano de Lucía, lentamente retiré la tanga deslizándola a la vez que besaba sus muslos, para calentarla, tenía que aprovechar el momento y sobre todo hacerlo bien, dejarla con ganas, tenia un plan para poder seguir sin pedir permiso de ahora en adelante, cogiendomela cuando pudiera, la Despojé de la ropa interior, Abrí sus piernas y disfruté de esa cuca, Lamí esa concha rasurada y rosa, tomé su clitoris entre los labios y lo oprimí con suavidad al tiempo que lo rosaba con mi lengua, había aprendido el truquito con una exnovia y esperaba que funcionara, lo hizo
Lucía: Andy que rico lo haces, quien te ve, eso, sigue así, que riiiico, mierda que rico.
No paré, lamía esa vagina de arriba a abajo y de abajo a arriba, movía mi lengua con rapidez apena rosando su clitoris y después pasaba toda la extensión de mi lengua por esa cuca húmeda y sentía como lo disfrutaba, yo estaba extasiado, no miento si les digo que podía quedarme ahí el resto de mis días escuchando gemir esa hembra exuberante disfrutando del sexo y del placer que yo le estaba dando, yo me estaba comiendo ese fruto maduro , era mi verga la que estaba pidiendo esa escultura de mujer.
Lucía: no pares Andy siento que me voy a llegar no pares, sí, ahí, sí no pares que rico mierda (me daría cuenta que repetía mientras estaba excitada mucho esa palabra, mierda)
Lucía: Ven Andy metela ya, porfa, no aguantó más dame con ese chimbo, no espera espera te lo quiero chupar.
Estaba claro lo caliente que estaba esa mujer, no tanto como yo seguramente, pero sí bastante.
No me hice de rogar y me levante de la cama ella se sentó en el borde y con su mirada en mis ojos con rapidez buscaba soltar mi cinturón y cremallera liberándome de los pantalones que estorbaban, lo logro y me mordió la verga por encima del bóxer con cara de viciosa, ávida de verga, deseando satisfacción, de un sólo tirón descubrió aquello por lo que pedía, mi verga, dura e hinchada, parecía un ser aparte, palpitaba y se estiraba buscando la boca de Lucía, pero sí la montaña no va a Mahoma pues Mahoma va a la montaña, empuje mi verga en dirección de la boca de Lucía y ella la tragó, me follaba la boca de Lucía, ella ensalivaba el Inhiesto palo cada vez que entraba llegando hasta su garganta, tenía arcadas cada vez que con mi verga tocaba lo más profundo de su garganta, por momentos me obligaba a parar, pero seguía, tomaba aire y continuaba tragando y chupando, estaba como un poseso, la tomé del pelo y lo metí con rapidez en su boca, me la comía por la boca, ella no chisto, nada me dijo, sólo tragaba y respiraba cuando podía, tenía los ojos rojos pero no paraba, quien se detuvo temiendo venirse sin disfrutar el momento como se debía fui yo, me detuve porque ya casi que me venía y no quería tener que parar por una eyaculación.
La hice recostar sobre la cama la tomé de la cadera y la hice dar vuelta, ella, intuyendo guiada por la experiencia imagino yo, levantó el culo y arqueó la espalda ofreciéndome una visión absolutamene delirante, los labios de esa cuca rojos de excitación y de tanto que los Lamí, húmedos y a mi disposición, tal dulce debía comerse y me dispuse a lamer de nuevo, recorría la vulva de Lucía en toda su dimensión pero no pare ahí, les repito que soy de los que prefiero pedir perdón que permiso así que sin conocer de los gustos de Lucía le dedique una buena lamida al agujero de su culo, pasé mi lengua a lo redondo y escuche el más profundo gemido que había escuchado en esta hembra, aún lo recuerdo, lujuria pura fue ese gemido, le encantaba, no dijo detente ni dijo sigue...así que seguí y no me detuve, no lo hice ni siquiera cuando pasando mi lengua por su cuca y alargando la lamida hasta su culo sentí que tuvo el primer orgasmo de mi autoría, paró de gemir y respirar, contrajo su cadera hacia adelante y me premió con una venida, era la primera vez para mí, no había tenido una hembra tan conocedora de si misma y de su sexo que se viniera en mi cara y la bañara en sus fluidos, sería la primera vez pero no fue para nada desconcertante, lo sentí como misión cumplida, me Aplaudí interiormente, bravo viejo bien hecho, pulgar arriba... queria lamer ese culo otro rato pero no me lo permitió, se dio vuelta y me halo hacia ella, me beso y lamió su fluidos de mi cara sin más y también sin más le metí la verga, ardía por dentro esa cuca, empapada, el divino terciopelo que hace de hombres esclavos, máquinas pelvicas desbocadas y me convertí en uno y una, no había sido más feliz, nunca, me movía al ritmo de la música que escuchaba cuando veía a Lucía, era algo así como aquella canción de Edwyn Collins - a girl like you, sí, ese era el ritmo con el que movía mi cadera buscando el placer de Lucía, quizás tenía que pensar en canciones noventeras para no venirme de una vez, así era la calentura que me poseía teniendo la verga dentro de ese pedazo de mujer, perfecta, del tipo que ves en las calles y que paran el tráfico y te hacen respirar acelerado fantaseando con tenerlas, esas que generalmente están fuera de alcance, pero no ese día, ese día tenía a esa hembra y era mía, disfrutaba como un loco en su locura y me esmeraba por volverla loca y al parecer aplicarse a la tarea funciona por que Lucía gemía y se movía a mi ritmo, -mieeerda que rico, mieeeerda no pares, Andy siii así, más duro, sí- y para mi sus deseos eran órdenes y más duro le daba, más profundo y más duro, le dí vuelta nuevamente sin sacarla y en cuatro como a una perra en celo le dí lo quería, a falta de gimnasio, cardio, sudaba por el esfuerzo que resultaba dar y recibir placer, Lucía ahora gritaba, -Mierda, mierda, mierda que riiiico, que rico chimbo tienes Andy, siiii-, gritaba y yo recibía aquello como porras, como si me exhortara a tratarla como la veía, como una puta sedienta de verga y satisfacción, Lamí la yema de mi pulgar, llené de saliva la superficie y se la puse en el culo y lo masajeé, oprimí el agujero y al buscar introducir el dedo Lucía estalló en un nuevo orgasmo, sentí como humedecía mis piernas en sus fluidos, sin parar de darle verga como pedía hace instantes reposé mi cuerpo en ella, corrí el pelo de su espalda y le dije
Yo: eres la mujer más hermosa de la que he disfrutado
Lucía: Tu no estás nada mal, no se ve por encima pero como culeas de rico!!!
Yo: me voy a venir Lu.
Lucía: dale, llega adentro, no pasa nada yo me cuido, quiero sentirla adentro, dale porfa.
No podía más, era un milagro que no me hubiera venido en cuanto me llamó y entré a la habitación, era mucho lo que quería estar así con esa hembra, demasiada visión verla desnuda, gimiendo y pidiendo, rogando por mí verga, era demasiado y no pude más, con un grito ahogado me vine dentro de Lucía, fue un chorro potente, no recordaba uno parecido en mí, fue de récord, me deje caer sobre ella, sin sutileza, sólo caí y quede sobre ella, se dejó caer igual, respirabamos acelerados, por inercia seguía moviendo mi pelvis aún dentro de ella, sabía que era cuestión de minutos para volver a estar duro y dispuesto, no tarde ni dos en volver a estar empalmado y listo para otro round, ella lo sintió y movió las caderas buscando sentirla, así duramos algunos minutos, moviéndonos suavemente, combinando el sudor mutuo y preparándonos para otra sesión, volvía a estar mi verga en su máxima expresión me apoye sobre mis puños me levante un poco y reinicié el bombeo, Lucía otra vez con su grito de batalla, -Mierda, mierda, dale que me gusta, duro, duro, dale Andy duro-, se separó se dio vuelta y me empujó contra el espaldar de la cama, se sentó sobre mi y me beso con rudeza, delicioso, acto seguido se clavo nuevamente mi miembro, se movía como una maestra, como una licuadora, como exprimidora de jugo de macho, se acercó a mi y me beso esta vez con ternura, se deslizo a mi oido y me soltó la bomba
Lucía: Sabes Andy... A Sonia también le gustas, le gustó tu verga, te gusta Sonia, Andy?
Lucía seguía moviéndose como un torbellino sobre mi, se retiró un poco mientras lo hacia, halo su pelo hacia su espalda y dejó a mi vista el par de tetas que me habían enloquecido tanto como esas recientes palabras ¿me estaría probando? ¿Sería en serio? Ver a Lucía sonriendo, sabiendo lo que había logrado en mi con esa frase y al mismo tiempo dándose placer con mi todavía dura tranca era glorioso y la música invadió mi cerebro, la promesa de la posibilidad futura, el morbo de una situación que dos días antes era descabellada y que ahora era realidad era éxtasis puro, sonaban las notas, armonias y melodia de la canción de Collins con todo su poder, Lucía "a girl like you".
🎶🎶I've never known a girl like you before
Now just like in a song from days of yore
Here you come a knockin', knockin' on my door
And I've never met a girl like you before 🎶🎶
Quedo atento a sus comentarios, sigo o me rindo en el intento por contar la historia de Lucía, Sonia y este servidor. Puntos y comentarios serán siempre bienvenidos.
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