Por más que he insistido nunca he logrado que mi esposa acepte estar con otro hombre. Siempre quise ver a alguien más cojiendose a mi mujer, disfrutando de sus hermosas tetas y de su buen culo, que a mas de uno le gusta, ya que llaman tanto la atención y además poder oír los gemidos que siempre da mientras acaba pero producidos por una persona que no fuera yo, pero nunca tuve éxito para que ella accediera. Sólo logré que aceptara a sacarle algunas fotos desnuda para poder mirarlas cuando estuviera fuera de casa. Formé un pequeño álbum con varias fotos...
Hace unas semanas me junte con Marcelo un compañero trabajo quien también es mi mejor amigo, y ya entrados en copas salió el tema de las fantasías sexuales. Marcelo es muy caliente, se ha divorciado dos veces y se acuesta todo el tiempo con mujeres nuevas, yo le dije: te aseguro que ninguna de tus putas tiene el culo que tiene mi mujer. Marcelo aprovechando la confianza me dijo, que era cierto, que la verdad mi mujer estaba muy buena, y que se veía que tenía un buen culo y unas buenas gomas. Yo le dije que sin ropa eran aún mas lindas y envalentonado saque mi netbook y busque mi álbum de fotos y se lo enseñe. Me gusto mucho ver el brillo en sus ojos mientras veía las diferentes fotos de mi esposa desnuda. ¿Te gusta? le pregunte, y el dijo claro, que estaba para darle sin parar. Yo le conté mi fantasía y le propuse intentar hacerla realidad e hicimos un plan para el siguiente sábado. Yo arreglé que mis hijos no estuvieran y le propuse a mi esposa tener una cena intima en casa, solo los dos. Preparó un rico pollo al horno con papas y yo abrí un par de cervezas, ya que la falta de costumbre al no tomar se le sube a la cabeza y la desinhibe bastante, después de varias copas y conversación un poco morbosa y caricias por todas partes estando un poco mareada le dije que se fuera a acostar y que me esperará en la cama que yo ordenaba un poco y subía. Mientras ella se fue a acostar y después de que paso como media hora llame al celular de Marcelo que ya esperaba afuera de casa y le dije que entrará...
Subimos en silencio y dejé a Marcelo afuera de la habitación esperando. Yo bien caliente entre al cuarto y encontré a mi esposa acostada súper cansada y con sueño, vestida solo con la tanguita que se le metía por medio de sus lindas nalgas, entonces me subí a la cama y empecé a acariciarla y besarla, ella respondió a las caricias con bastante calentura y riéndose de lo borrachita que estaba, yo le metí los dedos en la vagina para ir preparándola y saber si estaba bien lubricada, después me agache y comencé hacerle sexo oral a esa rica conchita por largo rato, como a ella le gusta, vi como se retorcía de placer, hasta que me dijo: cojeme, le dije que tenía que ir al baño y que me esperara, apague la luz y salí...
Entonces le dije a Marcelo que estaba en el pasillo ya caliente después de haber visto la escena anterior que entrara despacio conmigo, Marcelo comenzó a desvestirse y es ahí que pude ver debido a la situación su pene bien erecto, pene dos veces mas grande y grueso que el mío, mi pija mide unos 19cm pero la de Marcelo era mucho mas grande, en fin el trato que habíamos acordado era que cojiera a mi mujer sin hablarle, para que ella no se diera cuenta, aun sorprendido con semejante erección, entramos a la habitación sin hacer ruido, solo tatie la situación y le pregunte a mi mujer si estaba despierta, ella con una voz sin fuerzas y casi dormitando me respondió que no, pero que ya tenia sueño, me acerque a la cama y la puso semi en cuatro y empecé a mamarle su hermosa conchita, una vez ya lubricada, me corrí lentamente y deje que Marcelo ocupara mi lugar, el coloco una almohada en la cintura de mi mujer ya que ella estaba media dormida y borrachita con pocas fuerzas para levantar su colita, yo me senté en una silla que tenemos para poder oír y espiar desde ahí...
Marcelo sin hablar le abrió las piernas y comenzó a meterle la cabeza de su enorme pija en la conchita apretadita de mi mujer, en la penumbra vi como ella se tiro para atrás para clavarse toda la verga de un tirón y al hacerlo dio un grito de sorpresa, ay, no se que hiciste pero esta riquísima hasta parece mas grande mi amor decía ella, mientras Marcelo empezaba a moverse en círculos dejándole la pija bien adentro, ella en medio de su borrachera empezó a pedir: métemela mas duro, métemela más duro amor y Marcelo ni corto ni perezoso comenzó a metérsela y sacársela a toda velocidad, yo podía oír el ruido de su conchita bien mojada que recibía ese tronco con gran entusiasmo. Ella empezó a apretar las nalgas con la fuerza que tantas veces he sentido cuando esta apunto de acabar y la oí comenzar a quejarse y después a gritar ahhh, ahhh, mmm... que rico, que buena pija que tenes, mientras acababa...
Cuando terminó, Marcelo la levanto para ponerla en cuatro nuevamente y volvió a metérsela toda, ella enterró la cabeza en la almohada y siguió recibiendo la poderosa verga de mí amigo que le daba palmadas que me parecieron muy fuertes en las ya coloradas nalgas de mi esposa...
Yo me animé a acercarme más para ver más de cerca y puede sentir el delicioso olor de sexo que emanaban los dos. Marcelo volteo a verme y levanto el pulgar como diciéndome que estaba buenísima. Para hacer completo el engaño abrí la boca y dije: te amo mi amor, mi voz me sonó aguda y temblorosa, es que estaba súper caliente aunque con una sensación de celos que no había esperado tener, mi pija parecía estar a punto de reventar. Marcelo me hizo señas de que ya estaba por acabar metiéndole los dedos por delante para tocar su clítoris y ella se volvió a mojar con unos gritos muy fuertes como nunca. Mientras lo hacía vi como Marcelo se aferró más fuerte a sus deliciosas caderas y pude intuir que el también estaba a punto de acabar, de un momento a otro y después de un buen tiempo Marcelo le lleno la conchita a mi mujer de leche, recostado los dos hasta dejar su ultima gota de semen Marcelo salio de ella y con un movimiento rápido se bajó de la cama y salió de la habitación. Angélica tirada en la cama dijo con una voz débil ¿a donde vas? veni y dame un beso a lo cual contesté que quería un vaso de agua y que enseguida regresaba, temblando espere a que Marcelo se vistiera y saliera, el estaba feliz y me dijo que luego hablábamos...
Yo fui otra vez temblando al cuarto y encontré a Angélica dormitando. Me desnudé y comencé a besarla y acariciarla, metí mis dedos en su entrepierna y encontré que de su conchita salía la leche de Marcelo, no se que me impulso pero no pude resistir la tentación Angélica medio que despertó y me dijo ¿seguís caliente? y yo le dije que si, ella perezosamente se volteo y abrió las piernas, yo enloquecido me metí en su vagina que me pareció más rica y mojada que nunca, no pasó ni un minuto antes de que mi leche fuera a unirse con la de Marcelo dentro de mi mujer...
Después dormimos abrazados toda la noche. Al día siguiente Angélica me despertó con un beso diciéndome que la noche anterior había sido maravillosa, que yo había estado mejor que nunca y que aunque la cola aún le dolía por las nalgadas, que le había dado Marcelo.
Hace unas semanas me junte con Marcelo un compañero trabajo quien también es mi mejor amigo, y ya entrados en copas salió el tema de las fantasías sexuales. Marcelo es muy caliente, se ha divorciado dos veces y se acuesta todo el tiempo con mujeres nuevas, yo le dije: te aseguro que ninguna de tus putas tiene el culo que tiene mi mujer. Marcelo aprovechando la confianza me dijo, que era cierto, que la verdad mi mujer estaba muy buena, y que se veía que tenía un buen culo y unas buenas gomas. Yo le dije que sin ropa eran aún mas lindas y envalentonado saque mi netbook y busque mi álbum de fotos y se lo enseñe. Me gusto mucho ver el brillo en sus ojos mientras veía las diferentes fotos de mi esposa desnuda. ¿Te gusta? le pregunte, y el dijo claro, que estaba para darle sin parar. Yo le conté mi fantasía y le propuse intentar hacerla realidad e hicimos un plan para el siguiente sábado. Yo arreglé que mis hijos no estuvieran y le propuse a mi esposa tener una cena intima en casa, solo los dos. Preparó un rico pollo al horno con papas y yo abrí un par de cervezas, ya que la falta de costumbre al no tomar se le sube a la cabeza y la desinhibe bastante, después de varias copas y conversación un poco morbosa y caricias por todas partes estando un poco mareada le dije que se fuera a acostar y que me esperará en la cama que yo ordenaba un poco y subía. Mientras ella se fue a acostar y después de que paso como media hora llame al celular de Marcelo que ya esperaba afuera de casa y le dije que entrará...
Subimos en silencio y dejé a Marcelo afuera de la habitación esperando. Yo bien caliente entre al cuarto y encontré a mi esposa acostada súper cansada y con sueño, vestida solo con la tanguita que se le metía por medio de sus lindas nalgas, entonces me subí a la cama y empecé a acariciarla y besarla, ella respondió a las caricias con bastante calentura y riéndose de lo borrachita que estaba, yo le metí los dedos en la vagina para ir preparándola y saber si estaba bien lubricada, después me agache y comencé hacerle sexo oral a esa rica conchita por largo rato, como a ella le gusta, vi como se retorcía de placer, hasta que me dijo: cojeme, le dije que tenía que ir al baño y que me esperara, apague la luz y salí...
Entonces le dije a Marcelo que estaba en el pasillo ya caliente después de haber visto la escena anterior que entrara despacio conmigo, Marcelo comenzó a desvestirse y es ahí que pude ver debido a la situación su pene bien erecto, pene dos veces mas grande y grueso que el mío, mi pija mide unos 19cm pero la de Marcelo era mucho mas grande, en fin el trato que habíamos acordado era que cojiera a mi mujer sin hablarle, para que ella no se diera cuenta, aun sorprendido con semejante erección, entramos a la habitación sin hacer ruido, solo tatie la situación y le pregunte a mi mujer si estaba despierta, ella con una voz sin fuerzas y casi dormitando me respondió que no, pero que ya tenia sueño, me acerque a la cama y la puso semi en cuatro y empecé a mamarle su hermosa conchita, una vez ya lubricada, me corrí lentamente y deje que Marcelo ocupara mi lugar, el coloco una almohada en la cintura de mi mujer ya que ella estaba media dormida y borrachita con pocas fuerzas para levantar su colita, yo me senté en una silla que tenemos para poder oír y espiar desde ahí...
Marcelo sin hablar le abrió las piernas y comenzó a meterle la cabeza de su enorme pija en la conchita apretadita de mi mujer, en la penumbra vi como ella se tiro para atrás para clavarse toda la verga de un tirón y al hacerlo dio un grito de sorpresa, ay, no se que hiciste pero esta riquísima hasta parece mas grande mi amor decía ella, mientras Marcelo empezaba a moverse en círculos dejándole la pija bien adentro, ella en medio de su borrachera empezó a pedir: métemela mas duro, métemela más duro amor y Marcelo ni corto ni perezoso comenzó a metérsela y sacársela a toda velocidad, yo podía oír el ruido de su conchita bien mojada que recibía ese tronco con gran entusiasmo. Ella empezó a apretar las nalgas con la fuerza que tantas veces he sentido cuando esta apunto de acabar y la oí comenzar a quejarse y después a gritar ahhh, ahhh, mmm... que rico, que buena pija que tenes, mientras acababa...
Cuando terminó, Marcelo la levanto para ponerla en cuatro nuevamente y volvió a metérsela toda, ella enterró la cabeza en la almohada y siguió recibiendo la poderosa verga de mí amigo que le daba palmadas que me parecieron muy fuertes en las ya coloradas nalgas de mi esposa...
Yo me animé a acercarme más para ver más de cerca y puede sentir el delicioso olor de sexo que emanaban los dos. Marcelo volteo a verme y levanto el pulgar como diciéndome que estaba buenísima. Para hacer completo el engaño abrí la boca y dije: te amo mi amor, mi voz me sonó aguda y temblorosa, es que estaba súper caliente aunque con una sensación de celos que no había esperado tener, mi pija parecía estar a punto de reventar. Marcelo me hizo señas de que ya estaba por acabar metiéndole los dedos por delante para tocar su clítoris y ella se volvió a mojar con unos gritos muy fuertes como nunca. Mientras lo hacía vi como Marcelo se aferró más fuerte a sus deliciosas caderas y pude intuir que el también estaba a punto de acabar, de un momento a otro y después de un buen tiempo Marcelo le lleno la conchita a mi mujer de leche, recostado los dos hasta dejar su ultima gota de semen Marcelo salio de ella y con un movimiento rápido se bajó de la cama y salió de la habitación. Angélica tirada en la cama dijo con una voz débil ¿a donde vas? veni y dame un beso a lo cual contesté que quería un vaso de agua y que enseguida regresaba, temblando espere a que Marcelo se vistiera y saliera, el estaba feliz y me dijo que luego hablábamos...
Yo fui otra vez temblando al cuarto y encontré a Angélica dormitando. Me desnudé y comencé a besarla y acariciarla, metí mis dedos en su entrepierna y encontré que de su conchita salía la leche de Marcelo, no se que me impulso pero no pude resistir la tentación Angélica medio que despertó y me dijo ¿seguís caliente? y yo le dije que si, ella perezosamente se volteo y abrió las piernas, yo enloquecido me metí en su vagina que me pareció más rica y mojada que nunca, no pasó ni un minuto antes de que mi leche fuera a unirse con la de Marcelo dentro de mi mujer...
Después dormimos abrazados toda la noche. Al día siguiente Angélica me despertó con un beso diciéndome que la noche anterior había sido maravillosa, que yo había estado mejor que nunca y que aunque la cola aún le dolía por las nalgadas, que le había dado Marcelo.
6 comentarios - Deje que le hicieran la cola a mi mujer
Mirá si queda embarazada de mellizos, uno se parece a tu amigo y el otro a vos...ja!!
Es verdad un hombre sueña con un mundo de fantasías como son los tríos, orgías y un putanal de cosas. Para sentirnos los macho alfa.
Pero no se hasta que tanto te pudo llenar el ego hacerle esto a tu señora, Según tu relato dices que siempre has tratado de convencerla hacer esto. Yo me pregunto si tu señora se entera o si ya se entero, Pana tu estas dispuesto a cargar con esta cruz si es o no es con tu consentimiento, pasara una, dos hasta tres vuelvo y repito con tu consentimiento.
Y después...??
Todas las personas al ver esto me acabaran con sus palabras diciendo que soy un cerrado o un pendejo al no saber nada de confianza de pareja.
Yo también tengo pareja y seria mentiroso al decir que no eh tenido este tipo de fantasías pero si lo hiciera que me ganaría yo al hacerlo ego..?? ser un macho..?? gusto..o tal vez morbo y la boca llena de decir yo deje que le hicieron esto a mi esposa.
Y lo peor que dices fue tu mejor amigo..?? Y cuando tu no estés presente como sabes que tu amigo después de esto va ser te fiel.
Solo lo dejo en ti pana recapacita. Pues si esto te llena de ego o de morbo y te sientes bien al hacerlo hazlo pana.
Pero sino pana todavía tienes tiempo de recapacitar.