Si bien había dejado de jugar al hockey antes de mi venida a Buenos Aires, una vez instalada en la ciudad de la furia retomé el gimnasio. Hubo unos meses donde me metí en unas clase de ritmos; al final no me gustó y dejé; pero eso no tiene nada que ver con la historia.
El hecho es que la profe cumplía años e invitó a todas las alumnas. Llegada la fecha, pregunté entre mis compañeras si alguna iba y ninguna podía. Como lo festejaba en un boliche de Palermo, cerca de mi casa, ese sábado a la noche estaba entre quedarme como una abuela mirando tele o salir. Así que me cambié así nomás y me fui.
Cuando llegué, obvio no conocía a nadie salvo a la profe y a su novio (que trabajaba en el gimnasio también). Me puse un rato a charlar con el novio de mi profe y un amigo suyo.
Después me quedé sola con este chabón, Alejandro, típico chabón que a pesar que los años pasan, siguen de joda; cheto con su infaltable bronceado después de horas paseando en lancha.
Digo "a pesar de los años", pero tendría unos 34/35... tampoco era tan grande y además se mantenía físicamente impecable. Pero bueno, chabón de la noche a full.
Tipo 2 se armó el boliche y yo me quedé un rato con Ale y otro amigo de él en la barra tomando champagne. No pasó mucho tiempo y yo ya me lo estaba chapando a Alejandro. Cuando la burbujas empezaron a pegar, les dije que me iba. Alejandro se ofreció llevarme. Traté de decirle que no, pero la verdad es que estaba tan mareada que terminé aceptando.
En realidad, el auto era de su amigo, que no recuerdo el nombre, lo buscó y salimos los 3. Cuando me subí, planché. Me desperté al rato, y veo que estaba en un lugar que no conocía. Les pregunté donde íbamos y me dijeron que como estaba dormida y no me pudieron despertar a pesar que ellos me llamaban (cosa que lo dudo), me estaban llevando al depto de Ale.
"No te preocupes, te damos un vaso de agua así te baja un poco el pedo y te llevo a casa" me repetía Alejandro para que me tranquilizara. Yo me tiré en el asiento y me resigné a lo que venía. El chabón tenía un departamento de la puta madre con una vista espectacular de Buenos Aires aunque ni idea qué barrio era.
Me tomé un vaso de agua y me recosté en el sillón. Al rato, se sienta a mi lado Alejandro y empieza a besarme el cuello. Y como sabrán, los besos en el cuello son peligrosos. Y en mi caso muy!
Me le tiré encima y lo besé desesperadamente agarrándolo fuerte de la nuca. Quedé acostada con Ale arriba. Poco a poco, fue bajando besando mi cuerpo. Me tocaba por encima de la remera y cuando llegó a la cintura, desabrochó el jean para empezar a besarme la panza, mezclando besos con mordidas suaves. Me volvía loca.
Sus manos se metieron por debajo de la remera, amasando mis pechos. Ale se incorporó de golpe y me sentó para desvestirme. Quedé solo con la tanguita. Me dio vuelta para apreciar como mi cola hacía desaparecer la diminuta prenda entre mis cachetes. Me agarró fuerte las nalgas y me dio un cachetazo que resonó en toda la habitación.
Otra vez, se tiró encima mío. Ahora con sus manos y su boca recorría mi espalda. Yo me mojaba cada vez más. Mis gemidos eran cada vez más fuertes. Cuando llegó a mi cuello, me agarró de los pelos tirando mi cabeza hacia atrás y empezó a besarme la oreja. Fue suficiente.
Me levanté y lo senté en el sillón, mientras yo me acomodaba arriba. Le saqué la remera. Besé su cuerpo marcado hasta llegar a sus pantalones. Despacio lo desabroché y le bajé el cierre con los dientes. Lo dejé en bolas en segundos y me abalancé sobre su pija.
La tenía como una roca. Me metí la cabeza en la boca y jugué con la lengua un rato. Dejé caer un poco de saliva y la desparramé por todo el tronco con mis manos. Después, abrí mi boca y aprovechando que era una pija de tamaño normal, me la metí toda hasta que mi nariz golpeó contra su panza.
Despacio repetía el movimiento de subir y bajar mi cabeza hasta llegar a la punta y con la lengua rozar el glande. Me encantaba sentir como la pija pegaba saltitos cada vez que la rozaba.
La calentura del momento me había hecho olvidar del amigo de Ale, que seguía por ahí. Sin decir nada, se acercó y se sentó al lado de su amigo. Yo seguía peteando, mientras los miraba a los dos, de reojo. "Qué pasa", dije riéndome, sin soltar la pija. "Te cabe la fiesta, Juli?" me preguntó Ale sin vueltas.
Entre la calentura que tenía y el alcohol que todavía pegaba; además que ya estaba re jugada, hacía que todo me chupara un huevo realmente, solo pensaba en coger. "No sería la primera vez", dije volviendo a mi trabajo en la pija de Ale.
Los chabones se empezaron a reír y el amigo de Ale se desvistió a la velocidad de la luz. Su pija aún no estaba del todo dura, podía ver como se la pajeaba y se le caía en sus manos. Solté a Ale y me fui con su amigo. Le pasé la lengua desde las bolas hasta la puntita. La escupí y me la metí en la boca, acompañando con las manos el movimiento de la cabeza.
Al rato, ya tenía a los dos con sus pijas totalmente paradas y mojadas. Me levanté y me senté arriba de Ale. Agarré su pija y la guie hasta la entrada de mi concha.
Entró fácil de lo mojada que estaba. Levanté mi cabeza arqueando la espalda y dejé salir un gemido de placer al sentir esa pija caliente y dura penetrarme. Me empecé a mover despacio, con la verga clavada moviendo el culo en círculos mientras le metía las tetas en la boca a Ale.
Su amigo al lado se pajeaba con una mano y con la otra me tocaba la cola. Ale me hizo frenar, se levantó y se sentó en el borde del sillón, así su amigo se podía parar a mi lado.
Otra vez me senté sobre él, y agarré la otra pija con la boca. Me movía cada vez más rápido, hasta que Ale me agarró fuerte la cola y con violencia empezó a levantarse. Con tanta fuerza, que hacía volar mi cuerpo y lo dejaba caer contra el suyo clavándome la verga.
Era tan intensa la cogida de Ale, que no pude concentrarme en el pete y solté la pija para agarrarme a Ale, porque sino parecía que me caía. El amigo se sentó al lado. Yo me bajé de la pija y me subí a la de él. Otra vez, repetí lo mismo. Pero esta vez, Ale se puso atrás mío abriendo mi cola. Mientras cabalgaba a su amigo, él empezó a chuparme la cola.
Un escalofrío me recorrió la espalda y me empecé a mover más fuerte. "uhhh mirá como te pusiste!! te gusta que te rompan la cola putita?" me preguntaba Ale, que desencajado se había parado en el sillón para ponerme su pija en la boca. Literalmente me tenía agarrada de la cabeza y me garchaba la boca.
Con el tronco enterrado hasta la garganta, dije un "si" entre gemidos y gritos. Me bajé de encima del chabón y me acostaron en el sillón.
Ale se disponía a penetrarme de nuevo, pero le pedí que me la chupara un rato. Con una sonrisa, bajó hasta mi concha que a esta altura chorreaba flujos de la calentura. Me metió dos dedos en la concha y con su lengua golpeaba rápido mi clítoris. Yo me agarraba la cabeza del placer que me estaba dando.
El otro flaco se acercó y me puso la pija en la boca nuevamente. Solo lo pajeaba y movía mi lengua en su cabeza, no podía moverme mucho más.
Ale seguía su trabajo, cada vez con más fuerza. Cuando sentí que estaba por acabar empecé a gritar "no pares.. no pares" y agarrando fuerte su cabeza la apreté contra mi concha. Acabé con una violencia que hizo temblar todo mi cuerpo. El grito fue tapado por la pija del otro pibe.
"Vamos a la cama", me dijo Ale. Mis piernas aun temblaban. Los 3 nos fuimos a la habitación. Me pusieron en 4. Ale se había quedado con las ganas de mi cola.
Me tiré para adelante y levanté mi culo, para facilitarle la tarea. Sentí un salivazo caer sobre mi ano seguido de su lengua desparramando todo. Mi cola se dilataba de placer.
"Dejame un poco a mi", le dijo el amigo. Estuvieron un rato turnándose chupándome la cola y la concha, colándome dedos por todos lados. Hasta que el otro chabón tomó la iniciativa y me la clavó de una por la concha.
Sacaba su verga despacio y la metía rápido, pero a un ritmo lento. Mientras, yo pajeaba a Ale que estaba acostado al lado mío. Yo estaba cada vez más caliente y pedía a gritos que me cogiera fuerte.
Aceleró el ritmo, pero yo quería más. "Más fuerteeeee!! más fuerteee!" gritaba mientras el flaco se esforzaba por acelerar. Cuando vi que por más que lo intentara no podía, lo saqué y lo acosté en la cama.
"Boludo es insaciable esta pendeja", se decían entre ellos, mientras yo los acomodaba para darme placer a mi manera. Otra vez los tenía a los dos acostados. Me senté arriba del flaco que me estaba cogiendo y lo cabalgué como a mi me gusta. La cara de terror del pibe era terrible, pero conseguí lo que buscaba: acabar de nuevo.
Me tumbé sobre el pecho del flaco, hasta que Ale me agarró la cabeza y la guio hasta su pija. Empecé a moverme despacio, siempre con la otra pija en mi concha, levantando la cola dejando salir casi toda la poronga y sentándome de nuevo.
Hasta que se salió. "Pará flaca, estoy por acabar", me dijo el pibe. Ale me agarró y me puso en 4 en la cama. Se había quedado con las ganas de cogerme así. Me agarró de los pelos y me pegó un garche fenomenal. Se paró encima mío y me clavó tan fuerte que la cama se movía para todos lados.
El otro flaco, parado al borde de la cama se pajeaba. Cuando ya estaba por acabar, se paró a un costado y acabó en mi espalda. Al rato, Ale hizo lo mismo. Me tiré en la cama sintiendo como me chorreaba la leche de los dos por toda la espalda, desde los hombros hasta la cintura.
Yo seguía re caliente. Después de limpiarme, volví a la cama donde estaba Ale. "Haceme acabar de nuevo", le pedí suplicando. Me acosté y Ale me chupó la concha hasta que exploté.
Yo quería seguir cogiendo, pero los flacos tuvieron que esperar un rato hasta que se les paró de nuevo. En ese rato me bajó el pedo y empecé a preguntarme que carajo hacía ahí, pero bueno. Ya estaba jugada y mal no la estaba pasando.
Al rato, empezamos a jugar de nuevo. Me tocaron entre los dos, me la chuparon, me besaron. Chau dudas. Quería pija otra vez. El amigo de Ale se puso encima mío y me empezó a coger, mientras yo peteaba a Alejandro, arrodillado al lado de mi cabeza.
Todo bien con el flaco este, pero me cogía muy despacio (calculo que para no acabar rápido) y me la re secaba. Como una previa estaba bien, pero yo quería que me garchen fuerte. Lo saqué y lo acosté en la cama. Me puse entre sus piernas chupándole la pija mientras levantaba la cola, llamando a Ale.
En segundos ya lo tenía atrás mío clavándomela. "Asiii asiiii!!" gritaba, esperando que el otro pibe se avivara un toque. Yo seguí chupándosela hasta donde pude. La violencia con la que me cogía Alejandro era terrible y me movía para todos lados. Me tenía agarrada fuerte de la cintura y alejaba y traía mi cuerpo contra el suyo.
Al rato se frenó y yo aproveché para seguir el pete. Le pasé la lengua desde la base hasta la cabeza y empecé a jugar con la lengua mirando la carita de placer que tenía el pibe.
Ale volvió a su obsesión de esa noche: mi cola. La escupió y la chupó un rato largo y sabía que no me salvaba en esta vuelta. Después de un rato de chupar y colarme los dedos en la cola, empezó a clavarme la pija.
Despacio, aunque no costó mucho en realidad, mi colita se la fue tragando toda hasta que sus huevos golpearon contra mi. Empezó a sacarla y ponerla cada vez más fuerte, motivado por mis gritos. "Probemos algo... a ver si te la bancás", dijo sacando su pija. Lo hizo acomodar a su amigo y me sentéó arriba de él.
Ale tiró mi cuerpo hacia adelante y abrió los cachetes de mi cola. Empecé a cogerme al otro pibe, mientras Ale me metía los dedos en la cola. Yo gritaba cada vez más fuerte, volaba de lo caliente que estaba. Tanto que no tardé mucho en pedir que me metiera la pija por el culo.
Me detuve y levanté la cola lo más que pude. Con cuidado, Ale se ubicó atrás apuntando su pija a mi ano. De a poco empezó a empujar. Mi cola fue cediendo hasta que entró.
"Metela... metela toda" le dije cuando se paró, quizá con miedo de hacerme mal. Yo estaba atrapada entre 2 machos clavada por todos lados. Bah, me faltaba una en la boca, pero en ese momento estaba en las nubes del placer que me estaban dando esas dos pijas.
Con dificultad nos movíamos los tres. Yo sentía el orgasmo cada vez más cerca, pero con las dos pijas clavadas no iba a llegar. Aunque la estaba pasando tan bien que los dejé seguir un rato.
Hasta que una de las pijas se salió y aproveché. Me levanté, y me paré. Fui hasta la puerta y apoyé mi cara en ella. "Haceme acabar asi", le pedí a Ale, mientras abría mis cachetes dejándole a la vista mi concha y mi culo dilatados.
Ale se abalanzó sobre mi y de un golpe me aplastó contra la puerta. Me clavó la pija y me garchó como los dioses, con la poronga hasta el fondo y movimientos cortitos y profundos; mientras tiraba mi cabeza para atrás agarrándome fuerte de los pelos. "Aaayyyy siiii" grité mientras mis piernas temblaron y me aflojé toda. Ale me soltó y caí al piso arrodillada.
Cuando me di vuelta, Ale se estaba pajeando en mi cara. Me tiré al piso y empecé a tocarme las tetas. "Acá" le dije. Apuntó su pija y me soltó una espesa descarga en mis pechos. Mientras la leche caía, me la desparramaba por mi panza. El otro pibe había quedado en la cama pajeándose. Me paré y me dispuse a cogerlo. "Pará pará... andá a lavarte" me dijo.
Me la re secó. Le dije que era así o terminaba él solo. Ale se empezó a cagar de la risa y por la calentura calculo que accedió. Me subí arriba y lo cabalgué moviéndome rápido. Mientras saltaba encima de la verga, con las manos me desparramaba los chorros de leche por mi cuerpo. Casi ni la sacaba. Apenas subía un poco la cola bajaba con violencia. El chabón me tenía agarrada fuerte de la cola.
"Meteme el dedo.. meteme el dedo" le suplicaba. Agarré su mano y le hice chuparse un dedo y lo llevé hasta mi cola. Buscó el ano y cuando lo encontró lo mandó de una hasta el fondo. Me agarré la cabeza del placer de volverme a sentir doblemente penetrada.
Movía mi cuerpo en círculos, mientras él metía y sacaba el dedo de mi cola. Me frené de repente cuando mi cuerpo se estremeció y empecé a temblar acabando en otro orgasmo que me aflojó toda. Había perdido la cuenta de las veces que había acabado.
Cuando empecé a moverme de nuevo, noté que la pija del flaco estaba dormida. No me había dado cuenta que el chabón había acabado hacía un rato. Me tiré en la cama exhausta. Sentía mi cola abierta y mi concha ardiendo. Ale se acercó y me besó. Me di vuelta y me trancé al otro también. Me quedé acostada entre los dos, acariciándoles las pijas.
Yo no daba más, pero sentirme tan puta me estaba haciendo calentar mucho. "Terrible fiestera resultaste ser", me dijo el flaco que me cogía despacio. Me senté en la cama sin dejar de tocarles la pija y con mi mejor cara de trola les pregunté: "falta mucho para la próxima vuelta?"
**************************************************
Indice
El hecho es que la profe cumplía años e invitó a todas las alumnas. Llegada la fecha, pregunté entre mis compañeras si alguna iba y ninguna podía. Como lo festejaba en un boliche de Palermo, cerca de mi casa, ese sábado a la noche estaba entre quedarme como una abuela mirando tele o salir. Así que me cambié así nomás y me fui.
Cuando llegué, obvio no conocía a nadie salvo a la profe y a su novio (que trabajaba en el gimnasio también). Me puse un rato a charlar con el novio de mi profe y un amigo suyo.
Después me quedé sola con este chabón, Alejandro, típico chabón que a pesar que los años pasan, siguen de joda; cheto con su infaltable bronceado después de horas paseando en lancha.
Digo "a pesar de los años", pero tendría unos 34/35... tampoco era tan grande y además se mantenía físicamente impecable. Pero bueno, chabón de la noche a full.
Tipo 2 se armó el boliche y yo me quedé un rato con Ale y otro amigo de él en la barra tomando champagne. No pasó mucho tiempo y yo ya me lo estaba chapando a Alejandro. Cuando la burbujas empezaron a pegar, les dije que me iba. Alejandro se ofreció llevarme. Traté de decirle que no, pero la verdad es que estaba tan mareada que terminé aceptando.
En realidad, el auto era de su amigo, que no recuerdo el nombre, lo buscó y salimos los 3. Cuando me subí, planché. Me desperté al rato, y veo que estaba en un lugar que no conocía. Les pregunté donde íbamos y me dijeron que como estaba dormida y no me pudieron despertar a pesar que ellos me llamaban (cosa que lo dudo), me estaban llevando al depto de Ale.
"No te preocupes, te damos un vaso de agua así te baja un poco el pedo y te llevo a casa" me repetía Alejandro para que me tranquilizara. Yo me tiré en el asiento y me resigné a lo que venía. El chabón tenía un departamento de la puta madre con una vista espectacular de Buenos Aires aunque ni idea qué barrio era.
Me tomé un vaso de agua y me recosté en el sillón. Al rato, se sienta a mi lado Alejandro y empieza a besarme el cuello. Y como sabrán, los besos en el cuello son peligrosos. Y en mi caso muy!
Me le tiré encima y lo besé desesperadamente agarrándolo fuerte de la nuca. Quedé acostada con Ale arriba. Poco a poco, fue bajando besando mi cuerpo. Me tocaba por encima de la remera y cuando llegó a la cintura, desabrochó el jean para empezar a besarme la panza, mezclando besos con mordidas suaves. Me volvía loca.
Sus manos se metieron por debajo de la remera, amasando mis pechos. Ale se incorporó de golpe y me sentó para desvestirme. Quedé solo con la tanguita. Me dio vuelta para apreciar como mi cola hacía desaparecer la diminuta prenda entre mis cachetes. Me agarró fuerte las nalgas y me dio un cachetazo que resonó en toda la habitación.
Otra vez, se tiró encima mío. Ahora con sus manos y su boca recorría mi espalda. Yo me mojaba cada vez más. Mis gemidos eran cada vez más fuertes. Cuando llegó a mi cuello, me agarró de los pelos tirando mi cabeza hacia atrás y empezó a besarme la oreja. Fue suficiente.
Me levanté y lo senté en el sillón, mientras yo me acomodaba arriba. Le saqué la remera. Besé su cuerpo marcado hasta llegar a sus pantalones. Despacio lo desabroché y le bajé el cierre con los dientes. Lo dejé en bolas en segundos y me abalancé sobre su pija.
La tenía como una roca. Me metí la cabeza en la boca y jugué con la lengua un rato. Dejé caer un poco de saliva y la desparramé por todo el tronco con mis manos. Después, abrí mi boca y aprovechando que era una pija de tamaño normal, me la metí toda hasta que mi nariz golpeó contra su panza.
Despacio repetía el movimiento de subir y bajar mi cabeza hasta llegar a la punta y con la lengua rozar el glande. Me encantaba sentir como la pija pegaba saltitos cada vez que la rozaba.
La calentura del momento me había hecho olvidar del amigo de Ale, que seguía por ahí. Sin decir nada, se acercó y se sentó al lado de su amigo. Yo seguía peteando, mientras los miraba a los dos, de reojo. "Qué pasa", dije riéndome, sin soltar la pija. "Te cabe la fiesta, Juli?" me preguntó Ale sin vueltas.
Entre la calentura que tenía y el alcohol que todavía pegaba; además que ya estaba re jugada, hacía que todo me chupara un huevo realmente, solo pensaba en coger. "No sería la primera vez", dije volviendo a mi trabajo en la pija de Ale.
Los chabones se empezaron a reír y el amigo de Ale se desvistió a la velocidad de la luz. Su pija aún no estaba del todo dura, podía ver como se la pajeaba y se le caía en sus manos. Solté a Ale y me fui con su amigo. Le pasé la lengua desde las bolas hasta la puntita. La escupí y me la metí en la boca, acompañando con las manos el movimiento de la cabeza.
Al rato, ya tenía a los dos con sus pijas totalmente paradas y mojadas. Me levanté y me senté arriba de Ale. Agarré su pija y la guie hasta la entrada de mi concha.
Entró fácil de lo mojada que estaba. Levanté mi cabeza arqueando la espalda y dejé salir un gemido de placer al sentir esa pija caliente y dura penetrarme. Me empecé a mover despacio, con la verga clavada moviendo el culo en círculos mientras le metía las tetas en la boca a Ale.
Su amigo al lado se pajeaba con una mano y con la otra me tocaba la cola. Ale me hizo frenar, se levantó y se sentó en el borde del sillón, así su amigo se podía parar a mi lado.
Otra vez me senté sobre él, y agarré la otra pija con la boca. Me movía cada vez más rápido, hasta que Ale me agarró fuerte la cola y con violencia empezó a levantarse. Con tanta fuerza, que hacía volar mi cuerpo y lo dejaba caer contra el suyo clavándome la verga.
Era tan intensa la cogida de Ale, que no pude concentrarme en el pete y solté la pija para agarrarme a Ale, porque sino parecía que me caía. El amigo se sentó al lado. Yo me bajé de la pija y me subí a la de él. Otra vez, repetí lo mismo. Pero esta vez, Ale se puso atrás mío abriendo mi cola. Mientras cabalgaba a su amigo, él empezó a chuparme la cola.
Un escalofrío me recorrió la espalda y me empecé a mover más fuerte. "uhhh mirá como te pusiste!! te gusta que te rompan la cola putita?" me preguntaba Ale, que desencajado se había parado en el sillón para ponerme su pija en la boca. Literalmente me tenía agarrada de la cabeza y me garchaba la boca.
Con el tronco enterrado hasta la garganta, dije un "si" entre gemidos y gritos. Me bajé de encima del chabón y me acostaron en el sillón.
Ale se disponía a penetrarme de nuevo, pero le pedí que me la chupara un rato. Con una sonrisa, bajó hasta mi concha que a esta altura chorreaba flujos de la calentura. Me metió dos dedos en la concha y con su lengua golpeaba rápido mi clítoris. Yo me agarraba la cabeza del placer que me estaba dando.
El otro flaco se acercó y me puso la pija en la boca nuevamente. Solo lo pajeaba y movía mi lengua en su cabeza, no podía moverme mucho más.
Ale seguía su trabajo, cada vez con más fuerza. Cuando sentí que estaba por acabar empecé a gritar "no pares.. no pares" y agarrando fuerte su cabeza la apreté contra mi concha. Acabé con una violencia que hizo temblar todo mi cuerpo. El grito fue tapado por la pija del otro pibe.
"Vamos a la cama", me dijo Ale. Mis piernas aun temblaban. Los 3 nos fuimos a la habitación. Me pusieron en 4. Ale se había quedado con las ganas de mi cola.
Me tiré para adelante y levanté mi culo, para facilitarle la tarea. Sentí un salivazo caer sobre mi ano seguido de su lengua desparramando todo. Mi cola se dilataba de placer.
"Dejame un poco a mi", le dijo el amigo. Estuvieron un rato turnándose chupándome la cola y la concha, colándome dedos por todos lados. Hasta que el otro chabón tomó la iniciativa y me la clavó de una por la concha.
Sacaba su verga despacio y la metía rápido, pero a un ritmo lento. Mientras, yo pajeaba a Ale que estaba acostado al lado mío. Yo estaba cada vez más caliente y pedía a gritos que me cogiera fuerte.
Aceleró el ritmo, pero yo quería más. "Más fuerteeeee!! más fuerteee!" gritaba mientras el flaco se esforzaba por acelerar. Cuando vi que por más que lo intentara no podía, lo saqué y lo acosté en la cama.
"Boludo es insaciable esta pendeja", se decían entre ellos, mientras yo los acomodaba para darme placer a mi manera. Otra vez los tenía a los dos acostados. Me senté arriba del flaco que me estaba cogiendo y lo cabalgué como a mi me gusta. La cara de terror del pibe era terrible, pero conseguí lo que buscaba: acabar de nuevo.
Me tumbé sobre el pecho del flaco, hasta que Ale me agarró la cabeza y la guio hasta su pija. Empecé a moverme despacio, siempre con la otra pija en mi concha, levantando la cola dejando salir casi toda la poronga y sentándome de nuevo.
Hasta que se salió. "Pará flaca, estoy por acabar", me dijo el pibe. Ale me agarró y me puso en 4 en la cama. Se había quedado con las ganas de cogerme así. Me agarró de los pelos y me pegó un garche fenomenal. Se paró encima mío y me clavó tan fuerte que la cama se movía para todos lados.
El otro flaco, parado al borde de la cama se pajeaba. Cuando ya estaba por acabar, se paró a un costado y acabó en mi espalda. Al rato, Ale hizo lo mismo. Me tiré en la cama sintiendo como me chorreaba la leche de los dos por toda la espalda, desde los hombros hasta la cintura.
Yo seguía re caliente. Después de limpiarme, volví a la cama donde estaba Ale. "Haceme acabar de nuevo", le pedí suplicando. Me acosté y Ale me chupó la concha hasta que exploté.
Yo quería seguir cogiendo, pero los flacos tuvieron que esperar un rato hasta que se les paró de nuevo. En ese rato me bajó el pedo y empecé a preguntarme que carajo hacía ahí, pero bueno. Ya estaba jugada y mal no la estaba pasando.
Al rato, empezamos a jugar de nuevo. Me tocaron entre los dos, me la chuparon, me besaron. Chau dudas. Quería pija otra vez. El amigo de Ale se puso encima mío y me empezó a coger, mientras yo peteaba a Alejandro, arrodillado al lado de mi cabeza.
Todo bien con el flaco este, pero me cogía muy despacio (calculo que para no acabar rápido) y me la re secaba. Como una previa estaba bien, pero yo quería que me garchen fuerte. Lo saqué y lo acosté en la cama. Me puse entre sus piernas chupándole la pija mientras levantaba la cola, llamando a Ale.
En segundos ya lo tenía atrás mío clavándomela. "Asiii asiiii!!" gritaba, esperando que el otro pibe se avivara un toque. Yo seguí chupándosela hasta donde pude. La violencia con la que me cogía Alejandro era terrible y me movía para todos lados. Me tenía agarrada fuerte de la cintura y alejaba y traía mi cuerpo contra el suyo.
Al rato se frenó y yo aproveché para seguir el pete. Le pasé la lengua desde la base hasta la cabeza y empecé a jugar con la lengua mirando la carita de placer que tenía el pibe.
Ale volvió a su obsesión de esa noche: mi cola. La escupió y la chupó un rato largo y sabía que no me salvaba en esta vuelta. Después de un rato de chupar y colarme los dedos en la cola, empezó a clavarme la pija.
Despacio, aunque no costó mucho en realidad, mi colita se la fue tragando toda hasta que sus huevos golpearon contra mi. Empezó a sacarla y ponerla cada vez más fuerte, motivado por mis gritos. "Probemos algo... a ver si te la bancás", dijo sacando su pija. Lo hizo acomodar a su amigo y me sentéó arriba de él.
Ale tiró mi cuerpo hacia adelante y abrió los cachetes de mi cola. Empecé a cogerme al otro pibe, mientras Ale me metía los dedos en la cola. Yo gritaba cada vez más fuerte, volaba de lo caliente que estaba. Tanto que no tardé mucho en pedir que me metiera la pija por el culo.
Me detuve y levanté la cola lo más que pude. Con cuidado, Ale se ubicó atrás apuntando su pija a mi ano. De a poco empezó a empujar. Mi cola fue cediendo hasta que entró.
"Metela... metela toda" le dije cuando se paró, quizá con miedo de hacerme mal. Yo estaba atrapada entre 2 machos clavada por todos lados. Bah, me faltaba una en la boca, pero en ese momento estaba en las nubes del placer que me estaban dando esas dos pijas.
Con dificultad nos movíamos los tres. Yo sentía el orgasmo cada vez más cerca, pero con las dos pijas clavadas no iba a llegar. Aunque la estaba pasando tan bien que los dejé seguir un rato.
Hasta que una de las pijas se salió y aproveché. Me levanté, y me paré. Fui hasta la puerta y apoyé mi cara en ella. "Haceme acabar asi", le pedí a Ale, mientras abría mis cachetes dejándole a la vista mi concha y mi culo dilatados.
Ale se abalanzó sobre mi y de un golpe me aplastó contra la puerta. Me clavó la pija y me garchó como los dioses, con la poronga hasta el fondo y movimientos cortitos y profundos; mientras tiraba mi cabeza para atrás agarrándome fuerte de los pelos. "Aaayyyy siiii" grité mientras mis piernas temblaron y me aflojé toda. Ale me soltó y caí al piso arrodillada.
Cuando me di vuelta, Ale se estaba pajeando en mi cara. Me tiré al piso y empecé a tocarme las tetas. "Acá" le dije. Apuntó su pija y me soltó una espesa descarga en mis pechos. Mientras la leche caía, me la desparramaba por mi panza. El otro pibe había quedado en la cama pajeándose. Me paré y me dispuse a cogerlo. "Pará pará... andá a lavarte" me dijo.
Me la re secó. Le dije que era así o terminaba él solo. Ale se empezó a cagar de la risa y por la calentura calculo que accedió. Me subí arriba y lo cabalgué moviéndome rápido. Mientras saltaba encima de la verga, con las manos me desparramaba los chorros de leche por mi cuerpo. Casi ni la sacaba. Apenas subía un poco la cola bajaba con violencia. El chabón me tenía agarrada fuerte de la cola.
"Meteme el dedo.. meteme el dedo" le suplicaba. Agarré su mano y le hice chuparse un dedo y lo llevé hasta mi cola. Buscó el ano y cuando lo encontró lo mandó de una hasta el fondo. Me agarré la cabeza del placer de volverme a sentir doblemente penetrada.
Movía mi cuerpo en círculos, mientras él metía y sacaba el dedo de mi cola. Me frené de repente cuando mi cuerpo se estremeció y empecé a temblar acabando en otro orgasmo que me aflojó toda. Había perdido la cuenta de las veces que había acabado.
Cuando empecé a moverme de nuevo, noté que la pija del flaco estaba dormida. No me había dado cuenta que el chabón había acabado hacía un rato. Me tiré en la cama exhausta. Sentía mi cola abierta y mi concha ardiendo. Ale se acercó y me besó. Me di vuelta y me trancé al otro también. Me quedé acostada entre los dos, acariciándoles las pijas.
Yo no daba más, pero sentirme tan puta me estaba haciendo calentar mucho. "Terrible fiestera resultaste ser", me dijo el flaco que me cogía despacio. Me senté en la cama sin dejar de tocarles la pija y con mi mejor cara de trola les pregunté: "falta mucho para la próxima vuelta?"
**************************************************
Indice
46 comentarios - Fiestera y re petera
gracias por pasar! aguanta hasta llegar a casa jeje
gracias por pasar! 😉
gracias por pasar!!
Van +10
gracias por pasar!!
Quiero fotos tuyas en bolas ( sin cara si querés )
no paso fotos
gracias por pasar!
PD.: Cualquiera hubiera aprovechado mejor ese trio en vez del amigo de Ale jajaj
gracias por pasar!
gracias por pasar! 😉
gracias por pasar! 😉
Lo que daría por deleitarme con tus deliciosos jugos 😛
Y si te faltaba una pija para petear cuando tenías 2 dentro... Yo te presto la mia!!! 😉
gracias por pasar!
gracias por pasar
un boludo el que te coje despacito.. hay que agarrarte fuerte y de atras!!!
muy putita!!!
me encantas cada vez mas jejejejje
buenisima!!!
te dejo puntos
gracias por pasar!
gracias por pasar!
Sera verdad y sos asi de putita!! y si es tu foto de perfil aprovecho para decirte q estas re buena!
espero que disfrutes los proximos
gracias por pasar lu! 😉
Mortal Alejandro jaja "El chabón tenía un departamento de la puta madre" re jovencito el pibe con 34 o 35 y depar ya? era don corlione o algo para tener esa guita jajjajajja y una aca esperando tener mansion victoriana jajjaja
"Yo seguía peteando, mientras los miraba a los dos, de reojo." que genia sos jajja
sii obii encima al final "pero sentirme tan puta me estaba haciendo calentar mucho" suele pasar jajjaj
gracias por comentar!