Como les he contado en relatos anteriores yo soy de Uruguay y este relato que les voy a contar paso en la cuidad de Carmelo.
Es algo muy simple que quizás algunos no le den importancia pero a mí que me paso me gustó mucho y me dio mucho morbo.
Estaba yo sentado en mi auto en una calle de la cuidad de Carmelo como dije frente a un comercio esperando que este abriera.
Eran aprox las 8:30 am. yo esperaba y mientras escuchaba noticias en la radio y tomaba unos
mates cuando a unos metros de mí se abrió un portón de chapa y salió un veterano con un auto antiguo pero perfectamente restaurado. Me llamo mucho la atención el auto y por eso me quede viéndolo.
El hombre saco el auto y volvió para cerrar el portón pero se encontró con que salía también una chica con su novio y ahí cambio mi punto de interés. Deje de darle importancia al auto y empecé a mirar a esa chica que salía con cara de dormida.
Ella, una morocha de unos 23 años flaca pero con un lindo cuerpo y hermosas piernas que su vestido de verano, corto, de color verde dejaba ver; llevaba a su lado una bicicleta y su novio la acompañaba tomando mate.
La escena me hizo pensar que seguramente ella se iba a trabajar y el novio la acompañaría y la bicicleta seguramente era para el regreso.
Obviamente me quede viendo como ambos salieron caminando por la vereda alejándose de donde yo estaba estacionado, su novio contra la pared, luego ella y la bici más cerca de la calle.
A los pocos metros, unos 10 pasos el asiento de la bicicleta se engancha con el vestido y lo levanta tanto como para que yo que estaba en ubicación preferencial pudiera contemplar sus “hermosas piernas” y ver como una tanga bordo dibujaba una cola fantástica. Ella dio unos 2 o 3 pasos con el vestido levantado, fueron no más de 3 segundos pero suficientes para guardar esa imagen en mi mente.
Si no fuera porque no tengo habilidad para dibujar podría estampar en un papel exactamente esa imagen tal cual la vi, quedo todo guardado en mi mente.
Después de esos 2 o 3 pasos ella paso su mano por la cola y bajo el vestido volviéndolo a lugar sin mucha preocupación lo que me hizo suponer que no se dio cuenta de todo lo que había dejado expuesto ya que ni siquiera voltio para ver si alguien había visto semejante escena.
Yo quede a mil viendo como ambos doblaban la esquina y seguían camino, no sabía que hacer…
Ojala estuviera sola dije yo como para seguirla y hablarle algo, intentar una charla, me volvió loco esa mina! pero estaba con su novio.
No me aguante y arranque el auto para dar la vuelta a la manzana aunque sea para volver a verla, esas cosas que uno hace sin saber para qué.
Como las siguientes calles eran flechadas para el otro lado la vuelta se hizo un poco larga y tuve que hacer varias cuadras para llegar más o menos donde quería, cuando doble la vi a lo lejos, la reconocí por la bici a su lado y obvio por el vestido verde.
Cuando me voy acercando a ellos que venían caminando veo como el novio entra a un kiosco y ella queda sobre la vereda esperando.
Me arrime con mi auto a ella sin pensar mucho y baje la ventanilla y dije “hola, discúlpame” ella se dio vuelta y miro por la ventanilla pensando en que yo quizás quería preguntar por una dirección o alguna calle de la cuidad que no encontraba… pero no.
Le dije “te queda hermosa la tanga bordo que tenes puesta hoy” su cara se desfiguro, miro rápidamente que su novio no volviera y se alejó del auto.
Yo arranque y veía por el espejo; se miró el vestido que no se le viera nada y quedo con su cara de desconcierto pensando como yo sabía que ropa interior tenía.
Me dejo muy excitado esa situación que quizás no fue nada del otro mundo pero si quería compartirla con ustedes.
Espero no haberlos defraudado con este pequeño relato.
Es algo muy simple que quizás algunos no le den importancia pero a mí que me paso me gustó mucho y me dio mucho morbo.
Estaba yo sentado en mi auto en una calle de la cuidad de Carmelo como dije frente a un comercio esperando que este abriera.
Eran aprox las 8:30 am. yo esperaba y mientras escuchaba noticias en la radio y tomaba unos
mates cuando a unos metros de mí se abrió un portón de chapa y salió un veterano con un auto antiguo pero perfectamente restaurado. Me llamo mucho la atención el auto y por eso me quede viéndolo.
El hombre saco el auto y volvió para cerrar el portón pero se encontró con que salía también una chica con su novio y ahí cambio mi punto de interés. Deje de darle importancia al auto y empecé a mirar a esa chica que salía con cara de dormida.
Ella, una morocha de unos 23 años flaca pero con un lindo cuerpo y hermosas piernas que su vestido de verano, corto, de color verde dejaba ver; llevaba a su lado una bicicleta y su novio la acompañaba tomando mate.
La escena me hizo pensar que seguramente ella se iba a trabajar y el novio la acompañaría y la bicicleta seguramente era para el regreso.
Obviamente me quede viendo como ambos salieron caminando por la vereda alejándose de donde yo estaba estacionado, su novio contra la pared, luego ella y la bici más cerca de la calle.
A los pocos metros, unos 10 pasos el asiento de la bicicleta se engancha con el vestido y lo levanta tanto como para que yo que estaba en ubicación preferencial pudiera contemplar sus “hermosas piernas” y ver como una tanga bordo dibujaba una cola fantástica. Ella dio unos 2 o 3 pasos con el vestido levantado, fueron no más de 3 segundos pero suficientes para guardar esa imagen en mi mente.
Si no fuera porque no tengo habilidad para dibujar podría estampar en un papel exactamente esa imagen tal cual la vi, quedo todo guardado en mi mente.
Después de esos 2 o 3 pasos ella paso su mano por la cola y bajo el vestido volviéndolo a lugar sin mucha preocupación lo que me hizo suponer que no se dio cuenta de todo lo que había dejado expuesto ya que ni siquiera voltio para ver si alguien había visto semejante escena.
Yo quede a mil viendo como ambos doblaban la esquina y seguían camino, no sabía que hacer…
Ojala estuviera sola dije yo como para seguirla y hablarle algo, intentar una charla, me volvió loco esa mina! pero estaba con su novio.
No me aguante y arranque el auto para dar la vuelta a la manzana aunque sea para volver a verla, esas cosas que uno hace sin saber para qué.
Como las siguientes calles eran flechadas para el otro lado la vuelta se hizo un poco larga y tuve que hacer varias cuadras para llegar más o menos donde quería, cuando doble la vi a lo lejos, la reconocí por la bici a su lado y obvio por el vestido verde.
Cuando me voy acercando a ellos que venían caminando veo como el novio entra a un kiosco y ella queda sobre la vereda esperando.
Me arrime con mi auto a ella sin pensar mucho y baje la ventanilla y dije “hola, discúlpame” ella se dio vuelta y miro por la ventanilla pensando en que yo quizás quería preguntar por una dirección o alguna calle de la cuidad que no encontraba… pero no.
Le dije “te queda hermosa la tanga bordo que tenes puesta hoy” su cara se desfiguro, miro rápidamente que su novio no volviera y se alejó del auto.
Yo arranque y veía por el espejo; se miró el vestido que no se le viera nada y quedo con su cara de desconcierto pensando como yo sabía que ropa interior tenía.
Me dejo muy excitado esa situación que quizás no fue nada del otro mundo pero si quería compartirla con ustedes.
Espero no haberlos defraudado con este pequeño relato.
2 comentarios - Ella caminaba por la vereda con su novio