Esta es la historia de Emanuel, un ganador de 24 años que tiene anécdotas muy interesantes para contar, llenas de chicas y amigas y por supuesto con muchas historias sexuales. Esta historia es ficción, sin embargo eso no quiere decir que no se basa en algunos hechos reales…
Capítulo 25: Propuesta tentadora
- ¡Sí, sí! ¡Dale cógeme, cógeme!- Gritaba Clara la novia de mi amigo Cristian mientras me la cogía en cuatro en el living de su casa.
¿Cómo llegamos hasta eso? Todo empezó una semana después de que me cogiera a Giselle, la novia de mi otro amigo Juan Pablo. Lo había hecho en una noche de total borrachera y como fue ella la que dio el primer paso y la que me dijo que necesitaba coger con otro para poder sentirse mejor, yo me sacrifiqué (soy un gran amigo no?). A pesar de que en mi mente yo pensaba que Gise se iba a terminar enganchando conmigo, fue todo lo contrario, se arregló por completo con Juampo, le dijo que lo perdonaba, pero que tenía que prometerle que nunca más lo iba a hacer y después de eso nos contaron que tenían pensado irse a vivir juntos, cosa que nos puso muy contentos a todos.
- Gracias.- Me dijo Gise cuando la abrazaba el sábado siguiente.- De verdad.
Una vez que terminó la reunión en la casa de Lean a las dos de la mañana, decidimos pegar la vuelta. Me ofrecí llevar a Facu y a Cristian a la casa y Cami se sumó. Una vez que la dejamos a ella Cris nos empezó a contar que clara le había pedido probar cosas nuevas en el sexo hacía unos meses. Nos contó que lo primero que hicieron fue cambiar de lugares, como el baño, la cocina, el living, la terraza, el ascensor del edificio. Después fueron por probar algunos juguetes y disfraces, pero que a ella le copaba un trío.
- Me re copa la idea del trío.- Nos contaba Cris.- Pero ella quiere con dos hombres y yo con dos mujeres. Y ahí es donde está un poco la disputa viste.
- Prueben con uno y uno.- Les dije yo en broma.
- Ehh no es mala.- Dijo Cristian riéndose.- ¿Pero con quien? Juampi y Gise no creo que quieran después de lo que pasaron. Vos y Victoria están de novios hace nada, tampoco creo que quieran.- Le dijo a Facu que confirmó su creencia con un “Paso” rotundo.- Vos y Luz no siquiera están de novios.- Agregó mirándome a mi.- A mi me re coparía con una amiga de ella del club, está buenísima la pendeja y aparte ella es muy trola, vive calentándole la pija a los pibes del club. Pero el novio es re celoso. Clara me dijo que imposible.
Dejamos a Facu en la casa y seguimos hablando del tema. Él me preguntó si Luz no podía llegar a aceptar y yo le dije que no, aparte ni siquiera estábamos de novios, no me copaba la idea de compartir algo así con ella. Pero que a pesar de eso, me gustaría experimentar algo así.
- Dejame ver.- Le digo después de un rato.- Alguien voy a conseguir. Una mina que esté bien buena y sea bien trola, para que te la puedas coger bien cogida.- Agrego riéndome.
La relación con Luz seguía por el mismo rumbo, me quedaba a dormir mucho en su casa, pasábamos bastante tiempo juntos, pero no me terminaba de cerrar el hecho de ponerme de novio, como que todavía tenía ganas de experimentar un montón de cosas más. Ella en cambio no veía la hora de formalizar. En varias ocasiones insistió con que viaje al pueblo de ella así me presentaba a su familia y de vez en cuando me preguntaba cuándo iba a presentarle formalmente a mis viejos y a mis amigos. La presión no me gustaba para nada.
- Hoy vamos a comer a lo de los Fernández.- Me dijo mi vieja un sábado a las 7 de la tarde.- Me dijo Claudio que iba a estar Tatiana. ¿Querés venir?
Obviamente acepté. Siempre que iba pasaba algo con Tatiana y ese día no fue la excepción. Después de comer y charlar un rato, su viejo nos preguntó si podíamos ir a buscar a Gastón, su hermanito, a un cumpleaños y yo me ofrecí sin problemas. Agarré las llaves del auto y nos fuimos. A las diez cuadras frenamos y sin perder tiempo nos pasamos al asiento de atrás para echarnos un buen polvo. Tati estaba completamente caliente y no tardó en acabar y después como no podíamos dejar ninguna mancha, se tragó toda mi leche.
- Ay no sabes las ganas de coger que tenía.- Me dijo cuando volvimos a poner el auto en marcha.- Después de la noche de navidad cogí tres veces nomás. ¡Tres! Y con el que lo hice las últimas dos lo hacía muy mal. Hay una escases de chicos que sepan coger terrible.
- A mi me podés llamar cuando quieras Tati.- Le digo sonriendo.- ¿Y el primer con el que cogiste quien fue?
- Mi ex.- Me dijo ella.- Imposible que vuelva a llamarlo. Caí como una pelotuda, me usó para sacarse las ganas y no me llamó nunca más.- Agregó con tono de despecho.- Igual a vos no te llamo, porque nosotros nos acostamos cuando se da. Es todo improvisado. Arreglaría con vos cuando sea alguna ocasiones especial.- Dijo después de un ratito. Eso me dio una idea.
- Tengo una propuesta para vos Tati…
La primer semana de Junio arrancó con un frío bárbaro e ir a la facultad no era nada alegre. Luz se enfermó enseguida, por lo que esa semana estuvo complicada para verla, pero yo tenía un plan. El viernes 7 Clara nos había invitado a su cumpleaños, tenía pensado hacer algo en el living de su casa, aprovechando que sus viejos se habían ido de viaje. Por lo que cerca de las 9 de la noche, caímos todos y algunas amigas de ella y comimos y tomamos un buen rato. Clara era un chica bastante linda, morochita, de ojitos negros, pero con una carita divina y con un culito manzanita precioso. Y sus amigas del profesorado de ingles eran más lindas todavía. Las amigas del club, en especial de la que me había hablado Cristian, estaban todas buenas, era un desfile de gomas y culos terribles. Los chicos tuvimos que hacer un esfuerzo bien grande para no quedar como unos babosos.
Cerca de las 2 de la mañana empezó el debate entre salir o no. Facu se sumó con las chicas del club y desaparecieron enseguida. Las del profesorado le insistían a Clara en salir, pero ella no quería, por lo que se quedaron un rato más, pera terminar saliendo. Cami, Marisol y Celeste se sumaron con ellas. Juampi y Gise fueron los próximos en irse y por último Lean, Victoria y Flavia. Ahí fue cuando mandé el mensaje.
- ¿Vos no te vas?- Me preguntó Clara viendo que me había quedado solo con Cristian hablando en el living.
- En un rato.- Le digo sonriendo y ella siguió levantando las cosas.
De repente sonó el timbre. Clara nos miró sorprendida y pensando que era alguno de los chicos que se había olvidado algo fue a abrir la puerta. Con Cristian nos hechamos una mirada cómplice y la seguimos a ella hasta la puerta. Cuando la abrió, una chica flaquita, peticita, pelo negro, ojos celestes y labios preciosos. Estaba vestida bien hot a pesar del clima, tenía un jean negro bien ajustado, una remerita blanca escotada y una camperita de cuero divina.
- Hola Clari. Feliz cumple.- Le dijo Tatiana y de sorpresa le dio un beso en la boca y pasó a la casa.
Tatiana se dio vuelta con una cara de sorpresa y nos miró a nosotros que le sonreíamos emocionados. Después nos sonrió y corrió a abrazar a Cristian. “¿Ella es mi regalo sorpresa que me dijiste hoy a la mañana?” le preguntó besándolo y viendo como Tatiana me abrazaba a mi. “Ellos” le dijo Cristian señalándonos con la cabeza. Clara lo miró sorprendida y lo besó con ganas.
Nosotros dos pasamos al living y nos sentamos en el sillón. “Que linda que estás” le dije a Tati y empezamos a besarnos. Enseguida llegaron Clara y Cristian y se sentaron al lado nuestro y se pusieron a chapar como nosotros. Le saqué la campera a Tatiana y pude ver le el lindo escote que le hacía esa remera. No pode contener que una de mis manos se vaya hacia esas tetas divinas y se las empecé a manosear de manera zarpada. Ella no se quedó atrás y fue por mi verga que de a poquito se iba poniendo dura. Le saqué la remera y enseguida el corpiño y me puse a besarle las gomas, mientras ella se recostaba sobre el sillón y disfrutaba de mis besos.
Cuando me levanté para sacarme la remera vi que al lado nuestro estaban mucho más avanzados. Clara, que estaba completamente desnuda, estaba arrodillada en el piso y le chupaba la verga a Cristian que también estaba desnudo. Cris tenía una pija chiquita, de unos 13 centímetros, pero bien gorda y ella se la metía con ganas en la boca. Se la chupaba con emoción mientras él la miraba fijo, disfrutando de cada momento. Me saqué la ropa, mientras Tatiana hacía lo mismo y una vez que estuvimos desnudos le dije que imitara a la cumpleañera. Me acomodé en el sillón y Tati se arrodilló adelante mío para empezar a chupármela.
Las dos se movían a ritmos distintos, Clara más bien lento y sensual, Tatiana rápido y como una putita profesional. Miré a Cristian que me sonrío con cara de placer y después miré a su novia que se la chupaba con ganas. Tati me la chupaba con ganas, le pasaba la lengua por todos lados y mientras lo hacía me pajeaba con una mano. Miraba con ansias mi verga, deseando que se la pusiera después. Yo miraba a la novia de mi amigo, como se la chupaba con pasión.
- ¿Cambiamos?- Le pregunto a Cristian.
- Dale.- Me responde él.- ¡Chicas!
Ambas se levantaron y se pararon en frente de la pareja del otro. Tatiana enseguida se puso a chuparle la verga a Cristian. Clara en cambio empezó con una paja suave y sensual con las dos manos, mientras miraba como la otra chica se la mamaba a su novio. De a poquito fue agregándole besos y la lengüita que con el correr de los segundos. Después de unos minutos me la chupaba con ganas, igual que se lo había hecho a mi amigo, mientras él disfrutaba de cómo Tati se la lamía como loca.
Tatiana fue la que tomó la siguiente iniciativa. Se levantó despacito y se sentó de frente encima de Cristian, mientras a mi Clara me la seguía chupando de manera muy sensual con sus ojos cerrados. Cuando los abrió pudo ver como su novio tenía a mi amiga sobre sus muslos y cabalgando como una loca. La cumpleañera no se quiso quedar atrás y se paró y se sentó sobre mí al igual que la otra chica. De repente los dos teníamos a las chicas saltando sobre nuestras piernas, con las vergas entrando y saliéndole de la concha con ganas. Tati gemía mientras tiraba su cuerpo hacia atrás agarrándose de los hombros de Cris. Clara ya empezaba con los gritos. “¡Sí! ¡Sí!” gemía con cada movimiento que daba. Sus tetitas saltaban a pocos centímetros de mi cara, mientras yo le apretaba bien fuerte el culo.
- ¿Nos vas a dejar que te hagamos la colita?- Le pregunté mientras movía la cintura en forma de círculos. Cristian me miró algo sorprendido.
- Sí. Quiero que me cojan los dos a la vez.- Dijo ella con vos de puta, aun con los ojos cerrados.
La levanté y la apoyé en cuatro contra el sillón con sus brazos sobre el respaldar. Me arrodillé atrás de ella y me dediqué a chuparle la conchita y la colita despacito. Empecé por darle unos besitos en los muslos y en los cachetitos y de a poco me fui metiendo. Iba jugando con los dedos, tocándole el clítoris y haciéndole caricias en el culito, que de a poquito se iba abriendo. Primero un dedito en la concha, después uno en la colita. Al final tenía uno en cada agujero que entraban y salían con ganas mientras ella gritaba.
- ¡Ay sí! ¡Tocame toda!- Gritaba como loca
Al lado nuestro Tatiana se seguía cogiendo a Cristian que sorprendido miraba a su novia. Ella se había puesto de espaldas a él y había apoyado su espalda sobre su pecho, mientras él le manoseaba las gomas con una mano, con la otra le tocaba la conchita. Tati, que estaba completamente desinhibida, le pegaba chirlos en la colita a Clara, que gritaba un “¡Sí!” desaforado cada vez que lo hacía.
- Salí Tati.- Le ordené a mi amiga.- Ahora le toca a ella.
Tatiana se levantó y fue a sentarse a otro sillón. Clara se acomodó encima de Cristian y se lo empezó a coger mientras yo le seguía tocando el culito. Ella se movía con ganas, hacia arriba y hacia abajo y él la besaba en el cuello y atrás de la oreja. Yo le abría la colita como podía y le iba pegando chirlos. Pude meterle un dedito en el culo y ahí volvió a gritar de placer. Se quedó quiera así que aproveché a metérselo y sacárselo bien rápido. Enseguida tenía dos dedos adentro de su culito, y la iba cogiendo con la mano.
Acomodé mis rodillas contra el borde del sillón, ella se tiró bien contra su novio y su culo quedó completamente abierto. Despacito le empecé a meter la verga, que costó mucho que entrara, pero una vez que la tuvo adentro, Clara tenía una verga por cada agujero. Me fui moviendo despacito hacia adelante y hacia atrás y sus gritos de placer llenaban el living. Una vez que tomé el ritmo no paraba de pedirme más.
- ¡Sí! ¡Sí! ¡Cogeme dale! ¡Cogeme con ganas!- Gritaba.
Tatiana se vino a sentar al lado nuestro y se iba tocando todo el cuerpo mientras nosotros nos cogíamos a la chica del cumpleaños. Sus manos pasaban de sus tetas a su conchita y se acariciaba el clítoris en forma de círculos. El culito de Clara era muy placentero y sumándole a la morochita tocándose al lado, la calentura que tenía era entendible.
Se la saqué de la cola a Clara y fui directo a pajearme al pecho de Tatiana y en cuestión de segundos le llené el pecho de leche. Cristian se siguió cogiendo a su novia un rato, hasta que yo terminé de acabar y me alejé. Clara se sentó sobre los muslos de Tatiana y le empezó a chupar la leche que tenía sobre las tetas. Miré a Cristian sorprendido y él me devolvió la cara de sorpresa. Nunca la había visto con esa actitud de puta y por la cara de mi amigo, él tampoco.
Pero no quedó ahí. Clara se puso en cuatro sobre el piso del living, apuntando su colita hacia su novio y su carita hacia mi. Yo me acosté delante de ella y mientras él se la volví a coger con las manos sobre su cintura, ella me la chupaba. Tatiana se acostó al lado mío y mientras Clara me la mamaba, ella me besaba y me acariciaba todo el cuerpo.
- ¡Ay qué lindo!- Gritaba a medida que Cristian se la cogía bien fuerte.
Él enseguida acabó sobre la espalda de ella, que parecía disfrutar cada gota de semen que caía sobre su cuerpo. Estaba hecha una fanática de la pija mal. Yo me paré, con la pija nuevamente muy dura y me arrodillé atrás de ella y le metí nuevamente la pija en la cola. La tomé por la cintura y me la volví a coger bien duro. Cristian se había acostado al lado de Tatiana que no perdió un segundo y se dedicó a mamársela.
- ¡Sí, sí! ¡Dale cógeme, cógeme!- Gritaba Clara la novia de mi amigo Cristian mientras me la cogía en cuatro en el living de su casa.
Mi verga entraba y salía de su cola bien rápido mientras la agarraba fuerte de la cintura para que no se moviera. De vez en cuando le pegaba algún chirlo en la cola y ella respondía con un suspiro. Al lado nuestro, la otra pareja había vuelto a la acción, con él acostado sobre el piso y ella cabalgándolo con las manos sobre su pecho.
- Quiero más lechita.- Pidió la chica del cumpleaños a gritos mientras yo me la cogía con fuerza.
Se la saqué de la cola, la acosté en el piso y me acoloqué a la altura de su pecho y me empecé a pajear. Ella me apretaba bien fuerte la cola, mientras yo pe pajeaba con la verga sobre su cara. Un chorro de semen salió disparado directo a sus lavios y le siguió más leche que fue a su cuello y sus tetas. Una vez listo me senté en el sillón viendo como mi amigo le hacía lo mismo a Tatiana sobre su pancita. Después vino y se sentó al lado mío mientras las chicas se tocaban y se lamían la leche del cuerpo de la otra.
Miré a Cristian con una sonrisa y lo felicité por el regalo que le había dado a su novia. Él me agradeció y mientras veíamos como las chicas se acariciaban y se pasaban la lengua por todo el cuerpo, volvimos a tocarnos. Parecía que ellas estaban con ganas de un poco más y nosotros dos íbamos a dárselo.
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