(Continuación)
No podía creer lo que veía! Cuatro desconocidos en la habitación de Martín, cagándose de la risa viéndome desnudo y obviamente habiendo sido objeto sexual del dueño de casa! Creo que nunca me sentí más humillado en mi vida! No sabía que hacer o cómo reaccionar. Sólo atiné a decir el nombre del cruel autor de esta situación:
-Martín!! Pero..qué??.-me salió a duras penas de la boca, mientras intentaba taparme sin mucho éxito.
-Que te pensabas?-me dice, con un tono entre divertido y enojado,-Yo estaba con amigos, vos venías después de casi un año de no aparecer buscando pija, y encima te hacés el exquisito cuando te digo de que vengas? No, putito, eso no se hace. Hoy las pagás.-me dice firme y ya sin reírse.
Yo estaba helado, paralizado, sin poder decir nada. No podía creer la situación en que estaba, que iba mas allá de cualquier fantasía que hubiera tenido antes. Sólo podía escuchar lo que me decía Martín, que siguió hablando, ahora más despacio.
-Podemos hacer esto de dos maneras: si te portás bien, y hacés caso, y nos gusta lo que hacés, vamos tranquilos, no mas de uno por vez. De esa no zafás: hoy te cogemos todos. Pero depende de vos y de cuánto te apliques si vamos de a uno como vos querías o si te garchamos a la vez. Que te parece?-finaliza su discurso, con voz tranquila, pero sin dudar ni un momento.
Yo estaba con miedo, pero, por otro lado, me di cuenta que no tenía opción: era hacerles caso y rogar que no se zarpen.
-Yo...bueno...despacito, despacio, por favor...si...como vos digas. De a uno.-dije, nervioso.
-Bueno,-me dice Martín a todo esto,-primero nos chupás la pija a todos, y después vamos viendo, si? Mejor te presento a mis amigos, no? Es de mala educación chupar pijas sin saber el nombre.-agregó, y todos se reían.
-Hagamos así: vos primero me decías lo que querés hacer, y después van pasando, los vas desvistiendo, y los vas conociendo uno a uno, ok?-agrega después de un momento, como si una nueva idea se le hubiera ocurrido.
-Ehh...cómo decirte lo que quiero hacer?-digo, confundido.
Se acerca a mi cara Martín, y me dice:-Decinos qué querés hacer ahora, no entendés?
-Si...ehh...quiero...hacer lo que quieran.-digo yo.
-No!!!-dice fuerte Martín, mientras me agarra del pelo y me sacude un poco. Casi lloro del miedo.-Decínos bien qué nos querés hacer.-agrega, sin soltarme.
-Quiero chuparselas...-me sale la voz finita y muy baja, casi un susurro.
-Mas fuerte.-me dice Martín, sin soltarme aún.-Quiero chuparselás.-digo, un poco más firme.
-Más fuerte, Putita!-me grita ahora.-Quiero chuparles las pijas a todos y tragarme su leche!!!-grito yo en respuesta, sin poder controlarme.
No se si fué el miedo o los nervios, pero me salió así la frase, que no estaba seguro de haber querido decir eso.
Martín se rió y me soltó: -Viste que era fácil? Dale, bajáte de la cama y anda empezando de a poco.-
Le hice caso sin dudar. Me fui hacia el de más a la derecha, y le bajé los pantalones. Tenía un pantalón tipo jogging y una musculosa blanca, no tan alto como Martín, con un boxer abajo del pantalón, que aprisionaba una verga en reposo bastante considerable. Me la metí en la boca mientras Martín decía: -Este es Matías. Saludalo.
-Hola.-Obedecí mientras sacaba su poronga ya crecida de la boca para verla. Una linda pija era, con la piel para atrás, rosadita, bastante grande (no tanto como la de Martín, pero admirable). Me la volví a meter en la boca, para saborearla, temeroso que me retaran de nuevo. Agarré la base con la mano derecha, mientras me apoyaba con la izquierda en el piso para no caerme. Le pasaba la lengua a la cabeza, acariciaba el tronco despacio recorriéndolo con la lengua mientras subía y bajaba con la mano. Me la saqué de la boca para lamerle las bolas, y después volví a comermela. Con la mano le acariciaba a Matías los huevos mientras con la lengua intentaba recorrer el tronco sin sacarme la pija de la boca. Corría abundante saliva por la poronga del pibe, facilitando mi labor de putito chupa pijas de complacer a quien Martín me dijera.
No me la saqué de la boca cuando empecé a sentir latir más fuertemente esa verga linda que tenía en la boca, y menos aún cuando sentí el trallazo de semen que me inundaba la boca, ese gusto salado y algo amargo que me empezó a gustar diez meses atrás. me la tragué toda, sin rechistar, y pasé al siguiente.
-Omar se llama él.-me dijo Martín. Un flaco alto, con una remera negra del Che, una gorrita roja y pantalones shorts, que ocultaban una pija gordita y más corta que la de Matías y Martín. Se la chupé más rápido que a Matías, queriendo conocer a todos los amigos de Martín ya. Antes de acabar, me sacó de su boca y me tiró la leche en la cara y en el cuello, chorros calientes que pegaron en mí y comenzaron a descender formando líneas pegajosas desde mis labios hasta mi cuello.
Pepe era más gordito, y tenía la pija más fina que la de los otros, pero más larga, blanca y sin piel. Al menos de 22 cms la sentí en la boca, tan larga como la de Martín o más quizás. No me la podía poner entera adentro, me costaba, así que opté por saborearla medio de costado, recorriendo rápidamente el tronco con la lengua y los labios, deteniendome en la cabeza para chuparla con fuerza, para salir y volver a pasear por ella. No le chupé las bolas porque estaban peludas, y no me gustaba tanto. Además, no me lo pidió. Si me lo pedía tenía que obedecerlo, pero no. De él sí me dejó tragarme la lechita caliente, que salió en rápidos latigazos de su pija mientras la tenía adentro de mi boca.
Pasé entonces al último de los amigos, y cuando le bajé los pantalones vaqueros, me dí cuenta porqué estaba último: debajo del slip blanco, la forma de la pija se veía, clara, recorriendo todo el frente de su pelvis, y bajando hacia su pierna.
-La puta madre!-grité de sorpresa. Se entraron todos a cagar de la risa, mientras Martín me decía: -Bueno, ahora lo vas a conocer a Manu. Es mi hermanito.-
Manu era Bajo, de piel pálida, de pelo bien negro y ojos claros. Debajo de la camiseta no tenía buen físico. Pero su verga era enorme y muy linda: se me hizo agua la boca al ver esos veinticinco centímetros de poronga que iban a entrarme en la boca (y en el culo???). La acaricié, la intenté agarrar con la mano entera pero no llegaba. Tuve que usar mis dos manos, y aún así quedaba afuera la cabeza y un pedazo más. Empecé despacio por ahí, y después de intentar infructuosamente comérmela entera, la empecé a recorrer con la lengua y pegarle mordidas suaves mientras lo miraba al Manu. Esta verga me tenía fascinado. Creo que estuve como diez minutos saboreandola, y adorándola, hasta que al fin sentí que se venía. Me agarró con fuerza la nuca, y empezó a largar chorros lentos de leche caliente y espesa dentro de mi boca, que procedí a tragarlos como podía. Una buena parte chorreó por la comisura de mis labios, y cuando Manu me soltó, intenté lamerlos para que no se escapen. Igual siguió saliendo leche de su pijón, nunca había visto acabar tanto a alguien, y me fue cayendo en el pelo, en la cara, en los labios entreabiertos. No me di cuenta que había entrado alguien más: una chica con un teléfono que estaba tapándose la boca y filmando toda mi cara de trolo entregado. Quizás debería haberme sentido más humillado, pero ya a esa altura, lo único que quería era que me cogieran.
Martín me dice, cuando termina de enlecharme Manu: -Te presento a Brenda, mi novia. Le encanta ver a putitos como vos ser culeados. Te molesta? -me pregunta con una sonrisa. Brenda se reía abiertamente ahora. Era una piba re linda, rubia teñida, con unas tetas paraditas que se insinuaban bajo una remera rolinga. Un short apretadito ceñía su cintura y marcaba su entrepierna. Pero nada de eso me importaba en ese momento, ya que tenía otra cosa en mente (y en la mano).
-Noo…nooo! Cójanme, por favor!!!-dije, sin soltar la pija de Manu. Un momento de lucidez me hizo agregar: -Él al final, sino me parte!!!.-dicho que desató otra lluvia de carcajadas.
-Dale, bañate y decime quién pasa primero.-me dijo Martín. Entre al baño entre las carcajadas de todos y me pegué una ducha rápida, aprovechando para meterme un par de dedos en el culo para ir facilitando la labor de ensancharlo para la cogida fenomenal que me iban a pegar. Salí lo más rápido posible, y dije: -Primero Omar y Pepe.-
Martín se cagó de la risa: -Ahh, más de una a la vez te bancás! Bueno, dénle para que tenga, chicos. Yo me voy a tomar unos mates con Manu y Mati. Acá se queda Brendi, que le gusta ver.-finaliza, mientras los dos que nombré se terminan de desvestir.
Pepe me agarra del brzo y me empuja a la cama, y yo caigo de espaldas.
-Vamos a coger, trolin!-dice, mientras Omar acomoda sus piernas alrededor de mi cuello, poniendomé la verga en la boca. No podía ver otra cosa que el cuerpo musculoso de Omar, mientras trataba de no ahogarme con su pija que él empujaba hacia dentro de mi boca. Sentí a la vez un pequeño dolor frío en el culo, fruto de la chota de Pepe que, lubricada, se abría paso hacia mi interior.
Pepe me daba despacio al principio, y aceleró después de unos minutos, y aunque no podía ver nada por cómo estaba, escuchaba sus gemidos rítmicos. Mi verga se paró en ese momento, porque creo que tocó mi próstata.
Omar salió de mi boca, y viendo mi pija parada, se dio vuelta y aprovechó para chupármela un rato, mientras yo seguía con la de él. Acabé al poco tiempo, sin poder evitarlo, y Omar dejó caer mi acabada sobre mi panza. Al ver eso, pepe sacó la pija de adentro de mi culo, le pidió lugar a Omar (que fue a tomar la antigua posición de Pepe), y me puso su pija en la boca. Me acabó en la garganta por lo larga y porque me la mandó hasta el fondo, pero no me pude quejar porque ahí Omar se metió dentro mío y me dio bomba rápido, haciéndome doler un poco.
-Ahhh…ahhh.-gemía Omar al ponérmela y Pepe le hacía eco al acabar. Mis propios gemidos quedaban ocultos porque aún tenía la pija de Pepe dentro, gemidos de placer y dolor a la vez.
Cuando Pepe salió, pude ver a Brenda, la novia de Martín, que tenía la mano metida dentro de sus shorts y con cara de trola hambrienta se masturbaba con una mano mientras con la otra intentaba sostener el teléfono para seguir filmando (cosa que no me importó porque estaba entregadísimo), y la ví retorcerse en un orgasmo que coincidió con los gritos de Omar mientras descargaba su leche dentro mío.
Pepe dice: -Gracias, putito. Muy buen polvo.-y se empieza a vestir. Omar sale de dentro mío, acerca su pija ya morcillona a mi boca, y me ordena: -Limpiámela.- Yo le hago caso, como es mi deber, lamiendo los restos de acabada. Por suerte yo estaba bien limpio, asi que el sabor fue el de semen ácido.
Me quedé tirado en la cama un rato, cansado, y Brenda se fue a llamar a los otros.
Entró primero Manu, y cuando encaró hacia mis piernas, me asusté y grité con miedo: -Noo. Nooo!!! Vos al final.-
No sé si me iba a hacer caso, pero entraron Matías y Brenda también en ese momento. Matías le dice a Manu al ver la situación:-Dale, yo primero me lo cojo. Que te la chupe un rato.- Sii!!-Agrega Brenda,-quiero volver a ver cómo te la chupa!!!.-
Así que Manu, refunfuñando, se sienta en la cama y me hace bajar a mí. -Ya que me la vas a chupar, hacélo como una buena puta!!-me dice, y me empuja. Yo me voy a arrodillar, pero Matías me dice: -No te olvides de mí, trolo de mierda!-y me agarra las caderas. No tengo otra forma de hacer lo que los dos piden que de inclinarme para darle el culo a Matías, y poder así encargarme de la verga enorme de Manu. Brenda a todo esto va llevando el teléfono desde la pija de Manu hasta la de Matías, y va alternando entre mi boca comiéndose la enorme chota del primero a la poronga que se abre lentamente paso por mi orto del segundo.
-Mirá cómo le abrís el culo!-grita la pendeja, re excitada, mientras hace primer plano de mi agujero siendo penetrado.-Marto, traé la laptop!-agrega, y mientras yo lucho para recibir tanto la pija de Matías por atrás como intentar comerme la de Manu, veo que entra Martín riéndose con una laptop prendida, y la pone en la cama al lado de Manu. Ahí puedo ver en detalle la filmación de la pendeja de la verga de Mati haciendose lugar en mi culo.
-Que perversita que sos!-le dice Martín a la novia, mientras le acaricia el culo. Ella sólo se ríe y sigue filmando.
Despacio primero, y más rápido después, me va bombeando Matías mientras el monstruo de Manu entra y sale de mi boca. Siendo la pija nada desdeñable de uno hundirse en mi culo por completo sólo para salir casi del todo y volver a entrar. Otra vez me siento sacudido por los golpes de la pelvis de un hombre contra mis nalgas, y hasta siento los huevos de él golpear contra mi cuerpo rítmicamente, acompasando el mete y saca fuerte que me está haciendo ver las estrellas.
La pija de Manu se me escapa de la boca, y el me da una cachetada y me grita:-Más cuidado, puto!-así que me apresuro a volver a metérmela adentro. Él me agarra la nuca y me hace atragantar de pija, y yo comienzo a babear abundantemente, intentado lubricar ese monstruo que me llega hasta la garganta. Por suerte esto no dura mucho, porque Matías acaba dentro mío con chorros poderosos, y sale cuando se le achica un poco la pija. -Uff. Que lindo. Te quiero volver a usar, putito!-dice, y me palmea fuerte la cola. Yo pego un respingo ante el dolor, pero no puedo decir nada porque tengo un pijón bombeándome la boca.
-Ayy!! No doy más!-escucho a la perrita de Brenda gritar al ver la cogida de boca que me pega Manu.
-Martín! Hijo de puta! Vení acá ya o me coge Manu!-dice la loca mientras se entra a desvestir. Matías duda de salir, pero Martín entra y lo saca al vuelo. -Cerrá la puerta cuando salgas, gato.- le dice, y lo empuja fuera de la habitación, cerrándo la puerta.
Manu sale de mi boca, me empuja a la cama, se sube detrás de mí, se escupe la mano, y me ensaliva un poco el orto. Eso es todo el preludio que hizo antes de mandarme la cabeza grandota de la verga a través de mi hoya ya usado. Por suerte estaba bien embardunada de mi propia saliva, y ya me habían cogido un buen rato, sino me partía el orto. Pero igual me dolió bastante, y me quise salir. Al ver esto, Brenda de un salto se trepó a la cama mientras Martín se descambiaba , se abre de gambas, me agarra la cabeza con las dos manos y me empuja hacia su concha abierta, mojada y con sólo algunos pelos suaves, al grito de: -Chupáme la argolla puto de mierda!!!
Yo estaba ahogado por su concha por un lado y empalado a fondo por otro, asi que no me podía mover. Empecé como podía a lamerle la conchita jugosa, y digo como podía porque la sacada me movía la cabeza de arriba abajo refregándomela con fuerza, empapándome la cara de sus flujos, ricos y saladitos, y a eso se sumaba el empujón que me daba de atrás Manu al enterrarme a fondo su chota enorme. Cuando me la mandó al final, acabé de golpe, tanto por su pija como por el exquisito aroma y sabor de la conchita de la pendeja que aún me refregaba mientras acababa como loca, gimiendo y gritando.
-Hija de puta!-le dice Martín,-no me esperaste!-agrega, mientras le muestra la verga parada.
-Estaba recaliente, Martu. Vení que te la chupo.-le dice con una sonrisa. Al querer salirme de su abrazo, pensando que eso era lo que quería, me agarra de los pelos de nuevo y me cachetea, con fuerza la yegua:-Que hacés, putito!-me grita. -Seguí lamiendo hasta que te diga, que mierda te pensás que sos?.-me vuelve a abofetear bien fuerte. Yo vuelvo entonces a lamerle los labios de la vulva y le paso la lengua al ano, mientras atrás mío Manu acelera el bombeo.
Manu me da masa y masa por un buen rato, y mientras tanto Brenda le chupa la pija a Martín, el cual pone los ojos en blanco y le acaricia los pechos. Yo no puedo creer la situación, y se me empieza a parar de nuevo al verga, algo dolorido ya por las veces que acabé, y cansado porque no doy más de las piernas del esfuerzo de bancarme las embestidas salvajes ya de Manu.
Ahí Brenda sale de debajo de mi boca, y le ordena a Martín: -Acostate y que te la chupe el puto. Quiero que vos me chupes la argolla ahora.-dice, mostrando quién es la que manda más ahí.
Manu para un poco, se tira más para atrás agarrándome de la cintura para que no me escape, sin sacar su pijón de dentro mío, para hacerle lugar al hermano, que se acuesta y se abre de gambas para dejarme a mano su poronga dura y ensalibada por su novia. Brenda se sube y se le monta sobre la cara de Martín, y se empieza a refregar justo cuando yo me meto la pija de su novio en la boca y Manu empieza a bombear de nuevo. Yo no doy más del dolor de ojete, porque Manu es una bestia cogiendo, tiene un aguante infernal y siento mi culo al rojo vivo ya de la fricción, porque bombea y bombea más de quince minutos seguidos mientras yo le chupo la pija al hermano.
Siento su pija enorme palpitar momentos antes de escuchar sus gruñidos y sentir sus lechazos dentro mío, llenándome una vez mas de semen caliente el culo. Me tira tanta leche dentro que empieza a chorrear una vez que esa monstruosa verga sale de dentro mío, y yo siento un vacío total después de haberme bancado esa barra de carne. Igual sigo chupando pija hasta que Martín me cachetea y me dice:-Salí!-
Obedezco rápidamente y me bajo de la cama. Manu saca un colchón viejo de debajo de la cama y se acuesta ahí, y sin decir palabra señala su pija morcillona. Me ocupo de ponérsela dura de nuevo mientras de reojo veo como Brenda se sube arriba de la poronga de Martín y lo comienza a cabalgar despacio, mirándo cada tanto hacia donde estoy yo chupando y acariciándose las tetas.
-Te gustan, putito? Son de Martu!- me dice, juguetona, y lo mira al novio mientras lo cabalga, viendo su cara retorcida de placer.-Qué trola que sos, hermosa, como te quiero!-le grita Martín a la novia, gimiendo de placer.
-Vos también montáme.-me dice Manu, y se señala la verga. Con cuidado intento subirme a él y clavarme su palo enorme en el culo. Voy bajando con cuidado para que se acostumbre de nuevo a esa pija grande y dura, y cuando me acomodo, empiezo a imitar a la novia de Martín, subiendo y bajando. Tanto la situación como la escena me calientan un montón, y con el culo ya abierto empiezo a cabalgarlo con ganas a Manu, mientras veo que Brenda sale de encima de Martín, se pone en cuatro y le dice al novio:-Metémela, Marto, así lo miro al puto mientras se lo garcha tu hermano.
Martín no se hace desear: se levanta al toque le y manda su pija dentro de la argolla con fuerza. Siento un poco de envidia, porque él se mueve mejor que el hermano debajo mío. Bombea sin parar a Brenda mientras yo lo cabalgo al hermano. Ella acaba gritando de manera brutal, al cabo de un rato, y Martín saca la pija de adentro de ella, y comienza a pajeárse, cuando ella le grita: -Acabále al puto en la cara!
Martín entonces me agarra la cabeza, enfila su poronga hacia mi cara tan cerca que puedo percibir el olor de la concha de Brenda mezclado con el de su pija, y con dos o tres movimientos de la mano, me larga tres chorros de leche en la boca. Después se acuesta al lado de Brenda, mientras ella toma el teléfono nuevamente para reanudar la filmación, suspendida por su ingreso a la cama.
Al cabo de un buen rato, Manu me agarra del pelo y me saca de encima de él, me tira boca debajo de un golpe, se sube detrás de mí y me empieza a bombear con mucha fuerza y brutalidad. Mi pija maltrecha por las continuadas acabadas se roza contra la cama, y la calentura anula el dolor de ser empalado por un pijón de 25 cms.
Me coge sin parar durante quince minutos, y Brenda grita:-Acabálo, animal, que se me termina la memoria!-
Manu le hace caso: acelera un poco, y me vuelve a llenar el culo de leche. Martín ahí busca la laptop, la pone delante de mí, y voy viendo como esa descomunal pija va saliendo de dentro mío. No puedo creer como me dejó el culo, abierto como una flor! Igual estoy tan cansado y lleno de leche que no puedo protestar. Escucho como a lo lejos que avisa Manu que se va, y ahí me duermo sobre el colchón viejo de Martín.
Me despierto unas horas más tarde, y veo a Brenda y Martín garchando en la cama en posición de. Estoy con la pija a full, y me empiezo a masturbar viéndolos coger. Brenda se da cuenta, se ríe, le pone las manos a Martín en el pecho, y le dice: -No querías hacerme la cola? Hacésela al trolo, que está mirando!-
Se ríe Martín, y me hace subir a la cama. Me empuja la cara contra las piernas abierta de Brenda mientras me pone en cuatro, me escupe el culo, y me manda verga sin decir agua va. Me culea duro por diez minutos mientras le chupo la concha a la novia, y me acaba fuertemente dentro, gritando de placer. Brenda acaba también con mis lamidas.
Sale de dentro mío Martín, y yo me acuesto en el medio de ellos dos. Brenda ve entonces que estoy con al pija al mango, y le pregunta al novio con una sonrisa picarona:-Me dejás bajársela, pobre putito?.- y sin esperar respuesta de Martín, se escupe la mano, me agarra la pija y me empieza a pajear, mientras con la otra mano me mete dos dedos en el culo. Es casi dolorosa mi acabada, por lo fuerte y por las veces que llegué esa noche. Ella agarra mi leche y me la tira en la boca, y yo, obediente, la trago.
Cansado a pesar del descanso, me baño después de que ellos se bañen, me cambio, y me siento (un poco de costado, no puedo sentarme bien), en una de las sillas de la cocina, mientras Brenda le sirve un mate a Martín.
-Y? Disfrutaste?-pregunta Brenda. Yo no sé que decir, y Martín se ríe.
-Vamos a hacer una cosa:-me dice Martín,-si llamás antes de un mes, te castigo!.
Yo me levanto, le beso la mano a Brenda, y me voy sin decir nada. A ella la escucho decir:-Es el mejor putito que has traído, Martu.
Volví a Rosario intentando no apoyar demasiado el culo en el asiento. Me dormí, y pensé que mi señora iba a estar cinco días más afuera.
No podía creer lo que veía! Cuatro desconocidos en la habitación de Martín, cagándose de la risa viéndome desnudo y obviamente habiendo sido objeto sexual del dueño de casa! Creo que nunca me sentí más humillado en mi vida! No sabía que hacer o cómo reaccionar. Sólo atiné a decir el nombre del cruel autor de esta situación:
-Martín!! Pero..qué??.-me salió a duras penas de la boca, mientras intentaba taparme sin mucho éxito.
-Que te pensabas?-me dice, con un tono entre divertido y enojado,-Yo estaba con amigos, vos venías después de casi un año de no aparecer buscando pija, y encima te hacés el exquisito cuando te digo de que vengas? No, putito, eso no se hace. Hoy las pagás.-me dice firme y ya sin reírse.
Yo estaba helado, paralizado, sin poder decir nada. No podía creer la situación en que estaba, que iba mas allá de cualquier fantasía que hubiera tenido antes. Sólo podía escuchar lo que me decía Martín, que siguió hablando, ahora más despacio.
-Podemos hacer esto de dos maneras: si te portás bien, y hacés caso, y nos gusta lo que hacés, vamos tranquilos, no mas de uno por vez. De esa no zafás: hoy te cogemos todos. Pero depende de vos y de cuánto te apliques si vamos de a uno como vos querías o si te garchamos a la vez. Que te parece?-finaliza su discurso, con voz tranquila, pero sin dudar ni un momento.
Yo estaba con miedo, pero, por otro lado, me di cuenta que no tenía opción: era hacerles caso y rogar que no se zarpen.
-Yo...bueno...despacito, despacio, por favor...si...como vos digas. De a uno.-dije, nervioso.
-Bueno,-me dice Martín a todo esto,-primero nos chupás la pija a todos, y después vamos viendo, si? Mejor te presento a mis amigos, no? Es de mala educación chupar pijas sin saber el nombre.-agregó, y todos se reían.
-Hagamos así: vos primero me decías lo que querés hacer, y después van pasando, los vas desvistiendo, y los vas conociendo uno a uno, ok?-agrega después de un momento, como si una nueva idea se le hubiera ocurrido.
-Ehh...cómo decirte lo que quiero hacer?-digo, confundido.
Se acerca a mi cara Martín, y me dice:-Decinos qué querés hacer ahora, no entendés?
-Si...ehh...quiero...hacer lo que quieran.-digo yo.
-No!!!-dice fuerte Martín, mientras me agarra del pelo y me sacude un poco. Casi lloro del miedo.-Decínos bien qué nos querés hacer.-agrega, sin soltarme.
-Quiero chuparselas...-me sale la voz finita y muy baja, casi un susurro.
-Mas fuerte.-me dice Martín, sin soltarme aún.-Quiero chuparselás.-digo, un poco más firme.
-Más fuerte, Putita!-me grita ahora.-Quiero chuparles las pijas a todos y tragarme su leche!!!-grito yo en respuesta, sin poder controlarme.
No se si fué el miedo o los nervios, pero me salió así la frase, que no estaba seguro de haber querido decir eso.
Martín se rió y me soltó: -Viste que era fácil? Dale, bajáte de la cama y anda empezando de a poco.-
Le hice caso sin dudar. Me fui hacia el de más a la derecha, y le bajé los pantalones. Tenía un pantalón tipo jogging y una musculosa blanca, no tan alto como Martín, con un boxer abajo del pantalón, que aprisionaba una verga en reposo bastante considerable. Me la metí en la boca mientras Martín decía: -Este es Matías. Saludalo.
-Hola.-Obedecí mientras sacaba su poronga ya crecida de la boca para verla. Una linda pija era, con la piel para atrás, rosadita, bastante grande (no tanto como la de Martín, pero admirable). Me la volví a meter en la boca, para saborearla, temeroso que me retaran de nuevo. Agarré la base con la mano derecha, mientras me apoyaba con la izquierda en el piso para no caerme. Le pasaba la lengua a la cabeza, acariciaba el tronco despacio recorriéndolo con la lengua mientras subía y bajaba con la mano. Me la saqué de la boca para lamerle las bolas, y después volví a comermela. Con la mano le acariciaba a Matías los huevos mientras con la lengua intentaba recorrer el tronco sin sacarme la pija de la boca. Corría abundante saliva por la poronga del pibe, facilitando mi labor de putito chupa pijas de complacer a quien Martín me dijera.
No me la saqué de la boca cuando empecé a sentir latir más fuertemente esa verga linda que tenía en la boca, y menos aún cuando sentí el trallazo de semen que me inundaba la boca, ese gusto salado y algo amargo que me empezó a gustar diez meses atrás. me la tragué toda, sin rechistar, y pasé al siguiente.
-Omar se llama él.-me dijo Martín. Un flaco alto, con una remera negra del Che, una gorrita roja y pantalones shorts, que ocultaban una pija gordita y más corta que la de Matías y Martín. Se la chupé más rápido que a Matías, queriendo conocer a todos los amigos de Martín ya. Antes de acabar, me sacó de su boca y me tiró la leche en la cara y en el cuello, chorros calientes que pegaron en mí y comenzaron a descender formando líneas pegajosas desde mis labios hasta mi cuello.
Pepe era más gordito, y tenía la pija más fina que la de los otros, pero más larga, blanca y sin piel. Al menos de 22 cms la sentí en la boca, tan larga como la de Martín o más quizás. No me la podía poner entera adentro, me costaba, así que opté por saborearla medio de costado, recorriendo rápidamente el tronco con la lengua y los labios, deteniendome en la cabeza para chuparla con fuerza, para salir y volver a pasear por ella. No le chupé las bolas porque estaban peludas, y no me gustaba tanto. Además, no me lo pidió. Si me lo pedía tenía que obedecerlo, pero no. De él sí me dejó tragarme la lechita caliente, que salió en rápidos latigazos de su pija mientras la tenía adentro de mi boca.
Pasé entonces al último de los amigos, y cuando le bajé los pantalones vaqueros, me dí cuenta porqué estaba último: debajo del slip blanco, la forma de la pija se veía, clara, recorriendo todo el frente de su pelvis, y bajando hacia su pierna.
-La puta madre!-grité de sorpresa. Se entraron todos a cagar de la risa, mientras Martín me decía: -Bueno, ahora lo vas a conocer a Manu. Es mi hermanito.-
Manu era Bajo, de piel pálida, de pelo bien negro y ojos claros. Debajo de la camiseta no tenía buen físico. Pero su verga era enorme y muy linda: se me hizo agua la boca al ver esos veinticinco centímetros de poronga que iban a entrarme en la boca (y en el culo???). La acaricié, la intenté agarrar con la mano entera pero no llegaba. Tuve que usar mis dos manos, y aún así quedaba afuera la cabeza y un pedazo más. Empecé despacio por ahí, y después de intentar infructuosamente comérmela entera, la empecé a recorrer con la lengua y pegarle mordidas suaves mientras lo miraba al Manu. Esta verga me tenía fascinado. Creo que estuve como diez minutos saboreandola, y adorándola, hasta que al fin sentí que se venía. Me agarró con fuerza la nuca, y empezó a largar chorros lentos de leche caliente y espesa dentro de mi boca, que procedí a tragarlos como podía. Una buena parte chorreó por la comisura de mis labios, y cuando Manu me soltó, intenté lamerlos para que no se escapen. Igual siguió saliendo leche de su pijón, nunca había visto acabar tanto a alguien, y me fue cayendo en el pelo, en la cara, en los labios entreabiertos. No me di cuenta que había entrado alguien más: una chica con un teléfono que estaba tapándose la boca y filmando toda mi cara de trolo entregado. Quizás debería haberme sentido más humillado, pero ya a esa altura, lo único que quería era que me cogieran.
Martín me dice, cuando termina de enlecharme Manu: -Te presento a Brenda, mi novia. Le encanta ver a putitos como vos ser culeados. Te molesta? -me pregunta con una sonrisa. Brenda se reía abiertamente ahora. Era una piba re linda, rubia teñida, con unas tetas paraditas que se insinuaban bajo una remera rolinga. Un short apretadito ceñía su cintura y marcaba su entrepierna. Pero nada de eso me importaba en ese momento, ya que tenía otra cosa en mente (y en la mano).
-Noo…nooo! Cójanme, por favor!!!-dije, sin soltar la pija de Manu. Un momento de lucidez me hizo agregar: -Él al final, sino me parte!!!.-dicho que desató otra lluvia de carcajadas.
-Dale, bañate y decime quién pasa primero.-me dijo Martín. Entre al baño entre las carcajadas de todos y me pegué una ducha rápida, aprovechando para meterme un par de dedos en el culo para ir facilitando la labor de ensancharlo para la cogida fenomenal que me iban a pegar. Salí lo más rápido posible, y dije: -Primero Omar y Pepe.-
Martín se cagó de la risa: -Ahh, más de una a la vez te bancás! Bueno, dénle para que tenga, chicos. Yo me voy a tomar unos mates con Manu y Mati. Acá se queda Brendi, que le gusta ver.-finaliza, mientras los dos que nombré se terminan de desvestir.
Pepe me agarra del brzo y me empuja a la cama, y yo caigo de espaldas.
-Vamos a coger, trolin!-dice, mientras Omar acomoda sus piernas alrededor de mi cuello, poniendomé la verga en la boca. No podía ver otra cosa que el cuerpo musculoso de Omar, mientras trataba de no ahogarme con su pija que él empujaba hacia dentro de mi boca. Sentí a la vez un pequeño dolor frío en el culo, fruto de la chota de Pepe que, lubricada, se abría paso hacia mi interior.
Pepe me daba despacio al principio, y aceleró después de unos minutos, y aunque no podía ver nada por cómo estaba, escuchaba sus gemidos rítmicos. Mi verga se paró en ese momento, porque creo que tocó mi próstata.
Omar salió de mi boca, y viendo mi pija parada, se dio vuelta y aprovechó para chupármela un rato, mientras yo seguía con la de él. Acabé al poco tiempo, sin poder evitarlo, y Omar dejó caer mi acabada sobre mi panza. Al ver eso, pepe sacó la pija de adentro de mi culo, le pidió lugar a Omar (que fue a tomar la antigua posición de Pepe), y me puso su pija en la boca. Me acabó en la garganta por lo larga y porque me la mandó hasta el fondo, pero no me pude quejar porque ahí Omar se metió dentro mío y me dio bomba rápido, haciéndome doler un poco.
-Ahhh…ahhh.-gemía Omar al ponérmela y Pepe le hacía eco al acabar. Mis propios gemidos quedaban ocultos porque aún tenía la pija de Pepe dentro, gemidos de placer y dolor a la vez.
Cuando Pepe salió, pude ver a Brenda, la novia de Martín, que tenía la mano metida dentro de sus shorts y con cara de trola hambrienta se masturbaba con una mano mientras con la otra intentaba sostener el teléfono para seguir filmando (cosa que no me importó porque estaba entregadísimo), y la ví retorcerse en un orgasmo que coincidió con los gritos de Omar mientras descargaba su leche dentro mío.
Pepe dice: -Gracias, putito. Muy buen polvo.-y se empieza a vestir. Omar sale de dentro mío, acerca su pija ya morcillona a mi boca, y me ordena: -Limpiámela.- Yo le hago caso, como es mi deber, lamiendo los restos de acabada. Por suerte yo estaba bien limpio, asi que el sabor fue el de semen ácido.
Me quedé tirado en la cama un rato, cansado, y Brenda se fue a llamar a los otros.
Entró primero Manu, y cuando encaró hacia mis piernas, me asusté y grité con miedo: -Noo. Nooo!!! Vos al final.-
No sé si me iba a hacer caso, pero entraron Matías y Brenda también en ese momento. Matías le dice a Manu al ver la situación:-Dale, yo primero me lo cojo. Que te la chupe un rato.- Sii!!-Agrega Brenda,-quiero volver a ver cómo te la chupa!!!.-
Así que Manu, refunfuñando, se sienta en la cama y me hace bajar a mí. -Ya que me la vas a chupar, hacélo como una buena puta!!-me dice, y me empuja. Yo me voy a arrodillar, pero Matías me dice: -No te olvides de mí, trolo de mierda!-y me agarra las caderas. No tengo otra forma de hacer lo que los dos piden que de inclinarme para darle el culo a Matías, y poder así encargarme de la verga enorme de Manu. Brenda a todo esto va llevando el teléfono desde la pija de Manu hasta la de Matías, y va alternando entre mi boca comiéndose la enorme chota del primero a la poronga que se abre lentamente paso por mi orto del segundo.
-Mirá cómo le abrís el culo!-grita la pendeja, re excitada, mientras hace primer plano de mi agujero siendo penetrado.-Marto, traé la laptop!-agrega, y mientras yo lucho para recibir tanto la pija de Matías por atrás como intentar comerme la de Manu, veo que entra Martín riéndose con una laptop prendida, y la pone en la cama al lado de Manu. Ahí puedo ver en detalle la filmación de la pendeja de la verga de Mati haciendose lugar en mi culo.
-Que perversita que sos!-le dice Martín a la novia, mientras le acaricia el culo. Ella sólo se ríe y sigue filmando.
Despacio primero, y más rápido después, me va bombeando Matías mientras el monstruo de Manu entra y sale de mi boca. Siendo la pija nada desdeñable de uno hundirse en mi culo por completo sólo para salir casi del todo y volver a entrar. Otra vez me siento sacudido por los golpes de la pelvis de un hombre contra mis nalgas, y hasta siento los huevos de él golpear contra mi cuerpo rítmicamente, acompasando el mete y saca fuerte que me está haciendo ver las estrellas.
La pija de Manu se me escapa de la boca, y el me da una cachetada y me grita:-Más cuidado, puto!-así que me apresuro a volver a metérmela adentro. Él me agarra la nuca y me hace atragantar de pija, y yo comienzo a babear abundantemente, intentado lubricar ese monstruo que me llega hasta la garganta. Por suerte esto no dura mucho, porque Matías acaba dentro mío con chorros poderosos, y sale cuando se le achica un poco la pija. -Uff. Que lindo. Te quiero volver a usar, putito!-dice, y me palmea fuerte la cola. Yo pego un respingo ante el dolor, pero no puedo decir nada porque tengo un pijón bombeándome la boca.
-Ayy!! No doy más!-escucho a la perrita de Brenda gritar al ver la cogida de boca que me pega Manu.
-Martín! Hijo de puta! Vení acá ya o me coge Manu!-dice la loca mientras se entra a desvestir. Matías duda de salir, pero Martín entra y lo saca al vuelo. -Cerrá la puerta cuando salgas, gato.- le dice, y lo empuja fuera de la habitación, cerrándo la puerta.
Manu sale de mi boca, me empuja a la cama, se sube detrás de mí, se escupe la mano, y me ensaliva un poco el orto. Eso es todo el preludio que hizo antes de mandarme la cabeza grandota de la verga a través de mi hoya ya usado. Por suerte estaba bien embardunada de mi propia saliva, y ya me habían cogido un buen rato, sino me partía el orto. Pero igual me dolió bastante, y me quise salir. Al ver esto, Brenda de un salto se trepó a la cama mientras Martín se descambiaba , se abre de gambas, me agarra la cabeza con las dos manos y me empuja hacia su concha abierta, mojada y con sólo algunos pelos suaves, al grito de: -Chupáme la argolla puto de mierda!!!
Yo estaba ahogado por su concha por un lado y empalado a fondo por otro, asi que no me podía mover. Empecé como podía a lamerle la conchita jugosa, y digo como podía porque la sacada me movía la cabeza de arriba abajo refregándomela con fuerza, empapándome la cara de sus flujos, ricos y saladitos, y a eso se sumaba el empujón que me daba de atrás Manu al enterrarme a fondo su chota enorme. Cuando me la mandó al final, acabé de golpe, tanto por su pija como por el exquisito aroma y sabor de la conchita de la pendeja que aún me refregaba mientras acababa como loca, gimiendo y gritando.
-Hija de puta!-le dice Martín,-no me esperaste!-agrega, mientras le muestra la verga parada.
-Estaba recaliente, Martu. Vení que te la chupo.-le dice con una sonrisa. Al querer salirme de su abrazo, pensando que eso era lo que quería, me agarra de los pelos de nuevo y me cachetea, con fuerza la yegua:-Que hacés, putito!-me grita. -Seguí lamiendo hasta que te diga, que mierda te pensás que sos?.-me vuelve a abofetear bien fuerte. Yo vuelvo entonces a lamerle los labios de la vulva y le paso la lengua al ano, mientras atrás mío Manu acelera el bombeo.
Manu me da masa y masa por un buen rato, y mientras tanto Brenda le chupa la pija a Martín, el cual pone los ojos en blanco y le acaricia los pechos. Yo no puedo creer la situación, y se me empieza a parar de nuevo al verga, algo dolorido ya por las veces que acabé, y cansado porque no doy más de las piernas del esfuerzo de bancarme las embestidas salvajes ya de Manu.
Ahí Brenda sale de debajo de mi boca, y le ordena a Martín: -Acostate y que te la chupe el puto. Quiero que vos me chupes la argolla ahora.-dice, mostrando quién es la que manda más ahí.
Manu para un poco, se tira más para atrás agarrándome de la cintura para que no me escape, sin sacar su pijón de dentro mío, para hacerle lugar al hermano, que se acuesta y se abre de gambas para dejarme a mano su poronga dura y ensalibada por su novia. Brenda se sube y se le monta sobre la cara de Martín, y se empieza a refregar justo cuando yo me meto la pija de su novio en la boca y Manu empieza a bombear de nuevo. Yo no doy más del dolor de ojete, porque Manu es una bestia cogiendo, tiene un aguante infernal y siento mi culo al rojo vivo ya de la fricción, porque bombea y bombea más de quince minutos seguidos mientras yo le chupo la pija al hermano.
Siento su pija enorme palpitar momentos antes de escuchar sus gruñidos y sentir sus lechazos dentro mío, llenándome una vez mas de semen caliente el culo. Me tira tanta leche dentro que empieza a chorrear una vez que esa monstruosa verga sale de dentro mío, y yo siento un vacío total después de haberme bancado esa barra de carne. Igual sigo chupando pija hasta que Martín me cachetea y me dice:-Salí!-
Obedezco rápidamente y me bajo de la cama. Manu saca un colchón viejo de debajo de la cama y se acuesta ahí, y sin decir palabra señala su pija morcillona. Me ocupo de ponérsela dura de nuevo mientras de reojo veo como Brenda se sube arriba de la poronga de Martín y lo comienza a cabalgar despacio, mirándo cada tanto hacia donde estoy yo chupando y acariciándose las tetas.
-Te gustan, putito? Son de Martu!- me dice, juguetona, y lo mira al novio mientras lo cabalga, viendo su cara retorcida de placer.-Qué trola que sos, hermosa, como te quiero!-le grita Martín a la novia, gimiendo de placer.
-Vos también montáme.-me dice Manu, y se señala la verga. Con cuidado intento subirme a él y clavarme su palo enorme en el culo. Voy bajando con cuidado para que se acostumbre de nuevo a esa pija grande y dura, y cuando me acomodo, empiezo a imitar a la novia de Martín, subiendo y bajando. Tanto la situación como la escena me calientan un montón, y con el culo ya abierto empiezo a cabalgarlo con ganas a Manu, mientras veo que Brenda sale de encima de Martín, se pone en cuatro y le dice al novio:-Metémela, Marto, así lo miro al puto mientras se lo garcha tu hermano.
Martín no se hace desear: se levanta al toque le y manda su pija dentro de la argolla con fuerza. Siento un poco de envidia, porque él se mueve mejor que el hermano debajo mío. Bombea sin parar a Brenda mientras yo lo cabalgo al hermano. Ella acaba gritando de manera brutal, al cabo de un rato, y Martín saca la pija de adentro de ella, y comienza a pajeárse, cuando ella le grita: -Acabále al puto en la cara!
Martín entonces me agarra la cabeza, enfila su poronga hacia mi cara tan cerca que puedo percibir el olor de la concha de Brenda mezclado con el de su pija, y con dos o tres movimientos de la mano, me larga tres chorros de leche en la boca. Después se acuesta al lado de Brenda, mientras ella toma el teléfono nuevamente para reanudar la filmación, suspendida por su ingreso a la cama.
Al cabo de un buen rato, Manu me agarra del pelo y me saca de encima de él, me tira boca debajo de un golpe, se sube detrás de mí y me empieza a bombear con mucha fuerza y brutalidad. Mi pija maltrecha por las continuadas acabadas se roza contra la cama, y la calentura anula el dolor de ser empalado por un pijón de 25 cms.
Me coge sin parar durante quince minutos, y Brenda grita:-Acabálo, animal, que se me termina la memoria!-
Manu le hace caso: acelera un poco, y me vuelve a llenar el culo de leche. Martín ahí busca la laptop, la pone delante de mí, y voy viendo como esa descomunal pija va saliendo de dentro mío. No puedo creer como me dejó el culo, abierto como una flor! Igual estoy tan cansado y lleno de leche que no puedo protestar. Escucho como a lo lejos que avisa Manu que se va, y ahí me duermo sobre el colchón viejo de Martín.
Me despierto unas horas más tarde, y veo a Brenda y Martín garchando en la cama en posición de. Estoy con la pija a full, y me empiezo a masturbar viéndolos coger. Brenda se da cuenta, se ríe, le pone las manos a Martín en el pecho, y le dice: -No querías hacerme la cola? Hacésela al trolo, que está mirando!-
Se ríe Martín, y me hace subir a la cama. Me empuja la cara contra las piernas abierta de Brenda mientras me pone en cuatro, me escupe el culo, y me manda verga sin decir agua va. Me culea duro por diez minutos mientras le chupo la concha a la novia, y me acaba fuertemente dentro, gritando de placer. Brenda acaba también con mis lamidas.
Sale de dentro mío Martín, y yo me acuesto en el medio de ellos dos. Brenda ve entonces que estoy con al pija al mango, y le pregunta al novio con una sonrisa picarona:-Me dejás bajársela, pobre putito?.- y sin esperar respuesta de Martín, se escupe la mano, me agarra la pija y me empieza a pajear, mientras con la otra mano me mete dos dedos en el culo. Es casi dolorosa mi acabada, por lo fuerte y por las veces que llegué esa noche. Ella agarra mi leche y me la tira en la boca, y yo, obediente, la trago.
Cansado a pesar del descanso, me baño después de que ellos se bañen, me cambio, y me siento (un poco de costado, no puedo sentarme bien), en una de las sillas de la cocina, mientras Brenda le sirve un mate a Martín.
-Y? Disfrutaste?-pregunta Brenda. Yo no sé que decir, y Martín se ríe.
-Vamos a hacer una cosa:-me dice Martín,-si llamás antes de un mes, te castigo!.
Yo me levanto, le beso la mano a Brenda, y me voy sin decir nada. A ella la escucho decir:-Es el mejor putito que has traído, Martu.
Volví a Rosario intentando no apoyar demasiado el culo en el asiento. Me dormí, y pensé que mi señora iba a estar cinco días más afuera.
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