Mi amiguito con derechos

Todos los personajes de esta historia tienen sus nombres cambiados y son mayores de edad...

Una noche de invierno me suena el telefono y era un amigo, lo vamos a llamar Leo. Me dijo que tenia la casa sola porque sus viejos se iban a cenar, y siempre que salian asi llegaban tarde, le dije que lo iba a pensar. A decir verdad no tenia mucho que pensar ya que el dia anterior estuvimos hablando y calentandonos la pava tanto que si o si tenia que pasar algo.
Paso una hora mas o menos y le confirme que si iba, a mis viejos les dije que iba a lo de una amiga que me invitaba a cenar. Me prepare, clave la mejor tanga, y fui con algo que fuera rapido de sacar, pq no me gusta andar renegando con la ropa. Llegue y el tipo me estaba esperando, la casa estaba oscura, el tele prendido y el sillon con unas colchas y abajo un colchon.
No me gusta dar vueltas y a Leo tampoco, asique me recibio con un chape toqueton, de esos que te re calientan, pasamos unos 10 minutos chapando y metiendo manos. Cuando menos me di cuenta ya estabamos sentados en el sillon le empece a sacar la ropa y el a mi, hasta ahi ibamos tranqui, cuando me saca la calza me ve la tanga y se acelero, le di para que me agarre el pelo y de a poco le empece a clavar una paja y despues a la boca. Si no hay bucal, no es buena cojida. Me quede pasandole la lengua de arriba a abajo, haciendo que entre toda en la boca, el pibe re caliente se tira al colchon y yo me subi encima y me empece a mover cual puta en video porno. Le encanto queria cada vez mas y yo tambien. Terminamos los dos. Y como tipica putita insaciable quise probar algo como para volvernos a poner en clima, le pedi hielo, le dije que comiera un cubito y yo me puse otro en la lengua, cuando mas o menos estaba derretido clavamos 69. Una experiencia y una mezcla de sensaciones totalmente recomendables. El pibe se volvio a calentar y me puso en 4 contra el sillon, mientras me cacheteaba y me agarraba de los pelos me la metia cada vez mas fuerte. Hasta que termino en mi espalda, senti chorrear eso en mi espalda era lo mejor. Lo deje descansar un rato.
Cuando me vuelve a mirar me dijo, me encanta que sean tan putitas en la cama. Ofenderme? Jamas querido es un alago. Igual si despues echamos otro polvo. Y cuando termino a los 5 min calleron los viejos de el. Nos vieron acostados, tapados, pero si me la estaba poniendo de nuevo.