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La rosarina del skype (parte 2 de 3)

Escenas del capítulo anterior:

Al comienzo nuestras conversaciones eran muy amigables, casi tímidas. Solo nos limitábamos a chatear contándonos sobre nuestras vidas o lo que nos había pasado durante el día.
Un día me animé a preguntarle si tenía webcam. La respuesta se demoró más de lo habitual...
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- Acá Ariel está con un compromiso justo para esa fecha... vos como andás con tus tiempos?
- Donde se hace? le respondí mientras chequeaba mi celular
- En Rosario.
La respuesta de mi jefe cayó como una bomba... era la oportunidad perfecta para conocer personalmente a Brenda.
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Llamé a Brenda, y cuando ella pudo ver mi cámara, fui hasta la ventana y enfoqué hacia el monumento. Del otro lado se escuchó un fuerte "Nooooooooooooooo...."
Bajé la netbook y pude verla tapandose la boca con una sonrisa y sus ojos más brillantes que nunca. Quedamos callados mirándonos por un instante.



Tenía muchos lugares de Rosario que deseaba conocer, pero sin lugar a dudas el Bar El Cairo estaba primero en mi lista.
"Voy a ser tu guía turística" me había dicho Brenda. Fue así que establecimos como punto de encuentro el mítico bar de los galanes.

Cerca de la hora estipulada, bajé a la recepción del hotel y le pregunté al concerje cómo llegar al bar.
- Es acá cerca... dos cuadras y cuando llegue a Sarmiento agarra a la izquierda... está en una esquina... no se puede equivocar.

La tarde estaba calurosa pero igual decidí caminar. Llegué a la esquina y me quedé esperando encontrar a Brenda.
Estaba contemplando la enorme fachada de El Cairo cuando de pronto siento una vocecita detrás mio.

- Danny?

Había llegado en dirección contraria a donde estaba esperando. Me dí vuelta y me encontré con esa sonrisa y esos ojos que tantas veces había visto en la pantalla.
Brenda era de estatura mediana y llevaba un vestido corto ajustado a su cuerpo esbelto. Sus piernas eran contorneadas y calzaba una botitas de gamuza. Su pelo negro se arremolinaba con la brisa y se enredaba con un pañuelito en su cuello, prenda con la cual la identificaría pero que no hizo falta.
Recurrí a un chiste tonto para disimular mi tensión.
- Yo no fuí!! - exclamé levantando las manos como si se tratara de un asalto. Ella lanzó una carcajada.
- Jajajajaja... ustedes los cordobeces .... siempre haciendo gala de su sentido del humor.
Me acerqué a darle un beso y su perfume me alteró por un instante.


Entramos al bar y desde la puerta buscamos con la mirada alguna mesa libre entre la cantidad de gente que había.
- Acá está la estatua de Fontanarrosa, no? - le pregunté
- Si, vení.

Brenda se zambulló en un laberinto de mesas y sillas y yo la seguía a la distancia. Algunos hombres la miraban de reojo cuando pasaba cerca de ellos. Un hombre canoso de pelo largo giró para verla de atrás.
- Que hermoso culo!

Lo miré y me sonreí. El hombre me devolvió la mirada y al pasar a su lado susurró disimuladamente mientras tomaba su cerveza.
- Usted se come ese caramelito? - Me reí.

Brenda me esperaba junto a una columna del otro lado de ese mar de mesas, sillas, botellas y gente. Cuando llegué a su lado me señaló hacia un costado de la barra. Allí estaba "El Negro", apoyado en el buzón. Me acerqué y reconocí la misma mirada con la que me había cruzado en Tucumán, en Santa Fé... en Córdoba. Un aluvión de recuerdos pasaron por mi mente.
Me quedé en silencio. Brenda me miró y vio mis ojos húmedos.

- Dany?... te emocionastes...

Me mordí los labios y asentí con la cabeza. Brenda se acercó y me abrazó por la cintura. Crucé mi brazo por su espalda y ella apoyó su cabeza sobre mi pecho.
El aroma de su pelo me alteraba totalmente. Sentí su cuerpo delgado pegado al mio. Respiré hondo y solo atiné a apretarla contra mí.

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Salimos del Bar ya entrada la noche. Se respiraba un aire fresco que venía del río.
- Queda lejos el rio? pregunté.
- No, vamos si querés... es a unas pocas cuadras.

Caminamos hasta llegar al Monumento a la Bandera, subimos las escalinatas y de pronto Brenda dió un traspié. La tomé del brazo y le pregunté que le había sucedido.

- Estas botitas tienen un taco de mierda... casi me doblo el tobillo.

Nos quedamos un instante parados hasta que recompuso su bota de gamuza negra.

- Tené cuidado - le dije. Y con la excusa de evitar que se cayera la tomé de la mano.

Caminamos lentamente tomados de la mano y casi sin hablar. Brenda mantenía la mirada baja. Por momentos levantaba la cabeza y miraba hacia el rio. El viento se arremolineaba en su pelo.
Me paré frente a ella y levantó la vista sorprendida.

- Que?... – susurró.

No le respondí, la tomé de la barbilla y besé sus labios, suaves, dulces, carnosos... perfectos.

Permanecimos un instante en silencio. Brenda seguía con la mirada en el horizonte. Quise soltarle la mano. Volvió a mirarme pero esta vez con ese brillo que tantas veces había visto por la cam. Rodeó mi cuello con sus brazos y me besó.

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Al llegar a la puerta del hotel le agradecí lo bien que la había pasado con ella

- Me encantó conocerte - le dije
- A mi también.... no se... te hacía diferente.
- Diferente en que sentido? - pregunté extrañado
- Que se yo... más serio... más formal.... no se... la pasé bárbaro con vos.
- Claro... vos dijstes "uh, este viejo debe ser un caracúlico" - Brenda estalló en una carcajada
- Jajajajajajaja... algo así... jajajajajajaja.

Nos quedamos en silencio por un instante.

- Disculpame por lo que pasó en el bar.
- Que cosa? – preguntó con el ceño fruncido
- Lo que me pasó cuando entramos.... en serio, no quería hacer papelones.
- No seas tonto, Dany... te emocionastes y eso me dio mucha ternura. Sos una persona sensible... no tengas vergûenza de expresar lo que te pasa... en serio...

Me miró con gesto compungido a lo que le respondí con un beso. Señalé disimuladamente hacia la puerta del hotel.
- Te quedás? - le pregunté.
Brenda no contestó, simplemente bajó la mirada.
La tomé de la mano y no ofreció resistencia.
Ingresamos al hotel, pedí las llaves y subimos a la habitación.

Apenas cerré la puerta Brenda tomó mi rostro con ambas manos y me besó desesperada.


Continuará.


Escenas del próximo capítulo:

“... me moví despacio, haciendo que en cada movimiento entrara un poco más. Brenda ponía la mano sobre mi abdomen tratando de alejarme. La tomé de la cintura para asegurarme que no se zafara de mi pija. Ella arqueó su espalda lanzando un largo quejido y se aferró a las sábanas...
- Aaaaayyyyy... hijo de putaaaaaaa “

2 comentarios - La rosarina del skype (parte 2 de 3)

AlejandroMillo14
Vamoooos, se viene lo mejooooor.....pero le hacen falta fotos de la nena a esto, sino no hay 10
DannyCBA +1
Exacto... se viene lo mas hot (y es muuuyy hot). Te digo lo mismo que le dije al otro amigo, el tema fotos tengo que consultarlo con la otra parte (o sea con Brenda).
Gracias por los puntos!
AlejandroMillo14
@DannyCBA Igual yo si son del cuello para abajo, me conformo eh
luciompo
Excelente redaccion, cuidada prolija,,,te deje 10p,,, felicitaciones
me gustaria cerrar el cuadro imaginativo con alguna fotos,, haber si te la jugas,,,
DannyCBA
Muchas gracias! El tema fotos tengo que consultarlo con la otra parte.
Gracias por los puntos.