Éste va a ser mi PrimerPost y es de algo que me pasó hace muy poquitas horas cuando volvía de mi ciudad natal para La Plata.
El viaje arrancó allá por las 23hs desde mi ciudad, soy del interior y como ya se imaginan el viaje dura unas cuantas horas. Éste viaje duró ocho en total..
Me despido de mi familia, me subo al micro y emprendimos el viaje para La Plata donde tengo que continuar con mi trabajo y estudios. Todo parecía normal, no viajaba mucha gente, me tocó un asiento en la parte de arriba del micro, entre el fondo y la mitad, para ser más específico..
El primer tramo del viaje lo hice sentado solo y dormí lo que pude., me desperté cuando llegamos a una de las paradas que realiza el micro, bajan algunas personas, y suben otras. Miré para ver por dónde íbamos y no tenía idea de dónde estábamos..
Al instante, cuando ya suben todos los pasajeros, tengo la suerte de que al lado mio se sienta una señora de unos 50-55 años a simple vista. Morocha, no era ni gorda ni flaca, usaba unos lentes negros que eran llamativos, uñas pintadas de negro, un jean algo suelto también oscuro, una remera azul y con una cartera.. No sé por qué pero cuando la vi y se me sentó al lado, me calentó.
Cuando arranca el micro, empieza la conversación en voz baja: (Fui quién arrancó la charla + me voy a ahorrar algunas partes aburridas como por ejemplo la lluvia/inundaciones/etc). Voy a usar el nombre verdadero.
Yo- Disculple, me podría decir dónde estamos?
Susana: Estamos en ______, venías dormido parece. Jaja
Yo: Sí, pero éste micro es incómodo y ya no sé cómo ponerme para poder dormir.
Susana: Si queres me cambio de lugar y podes acostarte en los dos asientos! Me busco alguno por abajo...
--Las tetas de Susana fue lo que más me llamó la atención, y con los golpes del micro, hacían que se muevan para todos lados y que no pueda dejar de mirarlas. Estoy seguro de que se daba cuenta--
Finalmente se quedó sentada al lado mío, seguimos charlando algunas cosas sin importancia y yo seguía mirándole las tetas y como no había mucha luz yo pensaba que no se daba cuenta.
Yo:Tenes 53 años de verdad? Pareces de mucho menos. Jajaja
Susana: Tengo casi el doble de tu edad, no me piropees mucho. Me mantengo así, hago lo que puedo..
Yo: No te piropeo, pero de verdad que te mantenes muy bien. -Las frenadas del micro hacían que esas tetas se muevan cada vez más y que yo empiece a calentarme como un pendejo-
En una de esas tantas frenadas, trato de poner mi brazo sobre el lugar que separa un asiento del otro y lo pongo arriba del brazo de ella, cuando lo saco toco (sin querer?) su teta izquierda. Inmediatamente mi reflejo fue decir :"Uy, perdón!" y su repuesta fue "Jajaja, no pasa nada corazón".
Imagínense cómo estaba yo y mi pija en ese momento, empezó a crecer rápidamente y ya no podía disimular mi alzadura con ésta viejita.
Ella indudablemente se daba cuenta de que yo viajaba mirándole las tetas, porque aunque de a ratos miraba por la ventanilla, siempre volvía a girar la cabeza y mirarlas.
De tanto estar con el celular, no me percaté de que la luz que daba cuando lo guardaba, se me veía la terrible carpa que llevaba debajo del pantalón corto de fútbol. (Siempre viajo de pantalón corto de fútbol).
De un momento para el otro, el apoya brazos se corrió y nuestros brazos se "acariciaban" mientras de vez en cuando con alguna curva o frenada mi brazo tocaba sus pechos.
De repente, después de un largo trecho sin hablar una palabra me dice: "Te gustan,no?". Fue un instante donde se me paró el corazón y no sabía qué decir. Si le decía que sí y me zarpaba se podría armar un escándalo y si decía que no podría perder la oportunidad de, aunquesea, manosearlas..
Mi respuesta después de unos segundos fue: "Ssí.. La verdad que me tienen bastante loquito desde que te sentaste y no podía dejar de mirarlas. Mirá cómo me pones..." Agarré su mano izquierda y sin pensarlo un segundo la llevé hasta mi miembro que estaba a punto de explotar.
La luz estaba apagada porque ya era de madrugada, viajábamos pocos, al lado nuestro no había nadie, ni adelante ni atrás. Solamente tres asientos más adelante unos chicos y más atrás unos viejos que venían durmiendo.
Susana:"Ay nene, cómo estás eh!" Me dijo despacito al oído mientras me acariciaba y frotaba la verga..
Yo:"Y qué vas a hacer? tocarla nada más?" le dije, cuando le dije eso subió su cartera que llevaba en la falda arriba de donde íbamos sentados y me bajó el pantalón hasta la rodilla. "Avisame si viene alguien, pendejo" me dijo en voz baja y metió de una toda mi verguita en su boca. Se la tragó de una y yo no sabía como resistir a no acabar en dos chupadas.
Empecé a masajearles las tetas como podía, porque era incómodo, podía también de ratos acariciar su cola, una cola de una señora grande, pero que con la excitación que tenía ya no me importaba que sea más grande que mi propia madre.
Hacía todo en silencio, se la tragaba toda, yo agarraba su cabeza y la hundía en mi verga, tocaba sus pechos, su cola y la acariciaba mientras ella daba una lección de cómo se hace un pete.
Abran pasado unos quince/veinte minutos y le dije que no aguantaba más.Quería acabarle en la boca..
Se me puso cara a cara, me partió la boca de un beso. Mucha lengua y un beso super caliente. Me miró a los ojos y me dijo "Me la quiero tomar toda"..
Volvió otra vez y a los pocos segundos vacié todo lo que tenía en su boca. Se tragó lo que pudo, lo que no lo limpió con la lengua después de acabar.
Cuando terminó dijo "Que rica que estaba, pendejo. Me calentaste mucho".
Pensé que había sido un sueño, pero no. Me había tragado la leche una vieja de 53 años y qué rico había sido su pete.
Cuando terminamos, me dijo "Voy a ir más adelante, no quiero nada raro. Dame tu número de celular y voy a escribirte en estos días". Cuestión de que se fue más adelante, después bajamos, no paraba de mirarla mientras nos daban nuestras valijas. Ella se va primero, cuando pasa por al lado mío, me saluda con un beso en el cachete y con un "Cuidate nene".
Espero que la historia continúe en estos días, habrá novedades. Saludos.
El viaje arrancó allá por las 23hs desde mi ciudad, soy del interior y como ya se imaginan el viaje dura unas cuantas horas. Éste viaje duró ocho en total..
Me despido de mi familia, me subo al micro y emprendimos el viaje para La Plata donde tengo que continuar con mi trabajo y estudios. Todo parecía normal, no viajaba mucha gente, me tocó un asiento en la parte de arriba del micro, entre el fondo y la mitad, para ser más específico..
El primer tramo del viaje lo hice sentado solo y dormí lo que pude., me desperté cuando llegamos a una de las paradas que realiza el micro, bajan algunas personas, y suben otras. Miré para ver por dónde íbamos y no tenía idea de dónde estábamos..
Al instante, cuando ya suben todos los pasajeros, tengo la suerte de que al lado mio se sienta una señora de unos 50-55 años a simple vista. Morocha, no era ni gorda ni flaca, usaba unos lentes negros que eran llamativos, uñas pintadas de negro, un jean algo suelto también oscuro, una remera azul y con una cartera.. No sé por qué pero cuando la vi y se me sentó al lado, me calentó.
Cuando arranca el micro, empieza la conversación en voz baja: (Fui quién arrancó la charla + me voy a ahorrar algunas partes aburridas como por ejemplo la lluvia/inundaciones/etc). Voy a usar el nombre verdadero.
Yo- Disculple, me podría decir dónde estamos?
Susana: Estamos en ______, venías dormido parece. Jaja
Yo: Sí, pero éste micro es incómodo y ya no sé cómo ponerme para poder dormir.
Susana: Si queres me cambio de lugar y podes acostarte en los dos asientos! Me busco alguno por abajo...
--Las tetas de Susana fue lo que más me llamó la atención, y con los golpes del micro, hacían que se muevan para todos lados y que no pueda dejar de mirarlas. Estoy seguro de que se daba cuenta--
Finalmente se quedó sentada al lado mío, seguimos charlando algunas cosas sin importancia y yo seguía mirándole las tetas y como no había mucha luz yo pensaba que no se daba cuenta.
Yo:Tenes 53 años de verdad? Pareces de mucho menos. Jajaja
Susana: Tengo casi el doble de tu edad, no me piropees mucho. Me mantengo así, hago lo que puedo..
Yo: No te piropeo, pero de verdad que te mantenes muy bien. -Las frenadas del micro hacían que esas tetas se muevan cada vez más y que yo empiece a calentarme como un pendejo-
En una de esas tantas frenadas, trato de poner mi brazo sobre el lugar que separa un asiento del otro y lo pongo arriba del brazo de ella, cuando lo saco toco (sin querer?) su teta izquierda. Inmediatamente mi reflejo fue decir :"Uy, perdón!" y su repuesta fue "Jajaja, no pasa nada corazón".
Imagínense cómo estaba yo y mi pija en ese momento, empezó a crecer rápidamente y ya no podía disimular mi alzadura con ésta viejita.
Ella indudablemente se daba cuenta de que yo viajaba mirándole las tetas, porque aunque de a ratos miraba por la ventanilla, siempre volvía a girar la cabeza y mirarlas.
De tanto estar con el celular, no me percaté de que la luz que daba cuando lo guardaba, se me veía la terrible carpa que llevaba debajo del pantalón corto de fútbol. (Siempre viajo de pantalón corto de fútbol).
De un momento para el otro, el apoya brazos se corrió y nuestros brazos se "acariciaban" mientras de vez en cuando con alguna curva o frenada mi brazo tocaba sus pechos.
De repente, después de un largo trecho sin hablar una palabra me dice: "Te gustan,no?". Fue un instante donde se me paró el corazón y no sabía qué decir. Si le decía que sí y me zarpaba se podría armar un escándalo y si decía que no podría perder la oportunidad de, aunquesea, manosearlas..
Mi respuesta después de unos segundos fue: "Ssí.. La verdad que me tienen bastante loquito desde que te sentaste y no podía dejar de mirarlas. Mirá cómo me pones..." Agarré su mano izquierda y sin pensarlo un segundo la llevé hasta mi miembro que estaba a punto de explotar.
La luz estaba apagada porque ya era de madrugada, viajábamos pocos, al lado nuestro no había nadie, ni adelante ni atrás. Solamente tres asientos más adelante unos chicos y más atrás unos viejos que venían durmiendo.
Susana:"Ay nene, cómo estás eh!" Me dijo despacito al oído mientras me acariciaba y frotaba la verga..
Yo:"Y qué vas a hacer? tocarla nada más?" le dije, cuando le dije eso subió su cartera que llevaba en la falda arriba de donde íbamos sentados y me bajó el pantalón hasta la rodilla. "Avisame si viene alguien, pendejo" me dijo en voz baja y metió de una toda mi verguita en su boca. Se la tragó de una y yo no sabía como resistir a no acabar en dos chupadas.
Empecé a masajearles las tetas como podía, porque era incómodo, podía también de ratos acariciar su cola, una cola de una señora grande, pero que con la excitación que tenía ya no me importaba que sea más grande que mi propia madre.
Hacía todo en silencio, se la tragaba toda, yo agarraba su cabeza y la hundía en mi verga, tocaba sus pechos, su cola y la acariciaba mientras ella daba una lección de cómo se hace un pete.
Abran pasado unos quince/veinte minutos y le dije que no aguantaba más.Quería acabarle en la boca..
Se me puso cara a cara, me partió la boca de un beso. Mucha lengua y un beso super caliente. Me miró a los ojos y me dijo "Me la quiero tomar toda"..
Volvió otra vez y a los pocos segundos vacié todo lo que tenía en su boca. Se tragó lo que pudo, lo que no lo limpió con la lengua después de acabar.
Cuando terminó dijo "Que rica que estaba, pendejo. Me calentaste mucho".
Pensé que había sido un sueño, pero no. Me había tragado la leche una vieja de 53 años y qué rico había sido su pete.
Cuando terminamos, me dijo "Voy a ir más adelante, no quiero nada raro. Dame tu número de celular y voy a escribirte en estos días". Cuestión de que se fue más adelante, después bajamos, no paraba de mirarla mientras nos daban nuestras valijas. Ella se va primero, cuando pasa por al lado mío, me saluda con un beso en el cachete y con un "Cuidate nene".
Espero que la historia continúe en estos días, habrá novedades. Saludos.
8 comentarios - El viaje de vuelta