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Mi esposa atiende a mi amigo.

Siempre deseamos un trío y hacerlo con otro hombre era lo que a mi esposa más la calentaba, pues ella tiene el cuerpo para hacer gozar a cualquier hombre, es muy atractiva, tiene un culo parado y grande al igual que sus tetas y es muy ardiente a la hora de dar placer y sentir placer, por lo que hemos vivido cosas calientes.
Nunca se me olvidará el día que fantaseamos por primera vez con otro hombre y al hacerlo con mi esposa me he dado cuenta que le encantaría culearse a otros hombres. Tanto así que he analizado en varias oportunidades hacer realidad la fantasía de tener un trío.

Una vez me hizo un striptease delante de un amigo, pues tenía unos tragos de más en la cabeza. Ese día bailó y no se quitó del todo la ropa, pero Gonzalo, así se llama mi amigo, estaba tan caliente y creo que al ver su calzón y su sostén, tuvo una erección, la cual se le notaba por encima del pantalón. Ese día no pasó nada pues ella realmente estaba jugando y sólo quería divertirse y no lo quiso hacer, la segunda vez nos invitó a mi esposa y a mí a su departamento. Estuvimos conversando de todos los temas, mi esposa se veía caliente con los temas que tocábamos de sexo con mi amigo, pero yo sentí mucha vergüenza y decidí que nos fuéramos, pues sentí que no estaba listo para hacer un trío, pero a pesar de todo me masturbe más de una vez imaginando lo que había podido pasar ese día, tuve los mejores polvos con mi esposa Miriam, gozamos y sobre todo ella, ya que cuando ella está caliente le gusta hacer de todo y lo más rico es que le gusta que le meta mi verga por el culo.

Pasaron unos días y mientras estaba en el centro un sábado en la noche me encontré a mi amigo, después de unos tragos acordamos ir a mi casa a escuchar música y seguir tomando cerveza. Miriam me dijo si nos acompañaba, le dije que sí, pero dijo que antes se iba a duchar y así lo hizo. Se puso unos shorts y una blusa, que dejaba ver que no llevaba sostén y se le notaban los pezones parados, lo cual fue lo primero que miró mi amigo Gonzalo. Hablamos de muchos temas y vi que en la mesa había unas fotos que mi esposa se había tomado días atrás, eran unas fotos muy sugerentes, con cara de caliente, en ellas sale mostrando un gran escote, son unas fotos muy sexy. Al parecer a mi esposa se le habían quedado y Gonzalo las estaba mirando, me disgustó pero a la vez me gustaba y me calentaba lo que él estuviera sintiendo y pensando. Fue entonces cuando Gonzalo empezó a preguntar cosas intimas y calientes, por ejemplo que si yo me masturbaba mirándola, que si tenía fantasías y qué clase de fantasías tenía y ella le contestaba todo y a la vez se calentaba, pues tenía a dos hombres enfrente mirándole con deseo y esperando cuando iba ser el momento o quien iba a tomar la iniciativa o propuesta de hacer un trío. Yo por mi parte me volvía más caliente con su manera de hablar y nos provocaba cuando se paraba al refrigerador para agarrar otra cerveza, se agachaba enfrente de nosotros simulando que algo se le caía y le mostraba el culo a mí amigo.

Yo volaba de lo caliente que estaba de ver semejante espectáculo y saber que mi amigo estaba allí deseándola. Le pregunté a Gonzalo que cual era su fantasía y me dijo que él quería que mi mujer nuevamente le hiciera un striptease y me preguntó que si Miriam podía bailar para él como la vez anterior, mi esposa también me lo pedía y yo accedí. Entró a mi pieza y se cambió de ropa, se puso un vestido ceñido de color negro muy sexy, se puso unos zapatos altos que le hacían resaltar el culo y el cual se veía más parado, soltó su pelo y abrió la puerta. Detrás de la puerta estábamos esperándola, pues creíamos que no iba a ser capaz de salir, pero cuando la vimos vestida así, me di cuenta de lo que era capaz de hacer estando caliente. Miriam puso música muy sensual y a Gonzalo se le veía que lo que estaba viviendo era imposible de creer. Gonzalo empezó a decirle que bien se veía, que lo estaba poniendo a mil, se veía caliente, admiraba su culo y las tetas, decía que grandes y que buenas estaban; Miriam empezó a moverse al ritmo de la música y se movía con sensualidad, hacia como si se iba a sentar sobre las piernas de mi amigo, pero lo único que hacía era rozar su culo contra el bulto de Gonzalo. Luego se sobó su pierna mientras que Gonzalo sufría, yo le puse la mano al culo y le dije a Gonzalo que su culito estaba durito y rico, luego se acercó a mi amigo con un poquito de vergüenza subiéndose el vestido un poco, el le decía que estaba muy buena…

Con la temperatura al máximo le dije que se pusiera el otro vestido que era más sensual y atrevido, yo por mi parte solo quería calentar a full a mi amigo. Se cambió y se puso un vestido blanco súper corto, que si se agachaba un poquito y se le veía todo el culo, siguió con el ritmo de la música moviéndose más y más, el paquete de Gonzalo era más que notorio, ella se sentó sobre él, moviéndose de adelante hacia atrás y luego en círculos para por ultimo dar pequeños saltitos sobre la verga de mi amigo, mientras tímidamente Gonzalo la tomaba de la cadera hundiéndole su bulto entre las nalgas.

En un momento me paré de la silla y empecé a tocarla mientras Gonzalo miraba el espectáculo, le toqué el culo y metí la mano y le dije a Gonzalo, “tócala, está súper caliente, yo me voy a dedicar solo a mirar el show”, en eso Gonzalo condujo la mano hacia Miriam, él tocaba sus nalgas de una manera muy suave. Se paró del asiento y empezó un juego de manos. Mi esposa estaba tan caliente que lo podía sentir en mi verga, se empezó a besar con Gonzalo, fue un juego de lenguas, mientras mi amigo se deleitaba tocándole las tetas y metía sus manos por el vestido.

Miriam bajó la mano y tocó por encima del pantalón de Gonzalo y sintió su erección, en ese momento se puso mucho más caliente y se volteó hacia mí y se besó con él, le metía su lengua a Gonzalo con tanta fuerza a la boca que se le sentían las ganas que tenía que esto pasara, se tiraron los dos al sofá de la sala y Gonzalo le subió el vestido metiéndole los dedos a su zorrita que estaba tan calientita y para su sorpresa, estaba bien afeitadita. Él no lo podía creer, me decía que zorra tan linda y tan rica, luego cambiaron y Miriam lo tocaba y le empezó a acariciar con su lengua y lamer desde el cuello hasta llegar al cierre de su pantalón. Gonzalo se quitó la ropa y le puso su verga hinchada en la cara y también se veían los jugos brotando de él, estaba completamente mojado. Miriam no se hizo de rogar y tomo la verga de Gonzalo comiéndosela enterita. Mientras Miriam le chupaba la verga a Gonzalo, yo me masturbaba a gran velocidad, pues era un espectáculo digno de una porno. La verga de Gonzalo era gigante, fácil unos 25cms llenos de venas, una gran cabeza roja que apenas entraba en la boca de mi esposa, muy gruesa y unas bolas grandes, redondas y duras.

Mi amigo la tomaba del pelo y clavaba con fuerzas su verga en la linda boquita de mi esposa. La puta de mi mujer ni siquiera reclamaba, recorría con su lengua todo el tronco de mi amigo para luego tragárselo hasta los pelos, se dedicó a mamársela a Gonzalo dejándolo con los ojos blancos y me repetía que me amaba y que me agradecía por hacer realidad su fantasía, mientras le bombeaban la boca yo me acerqué apuntando con mi pico su espaldita y luego una gran cantidad de leche de mi amigo le llenaba su boca casi ahogándola, pero ella siguió chupando hasta dejarle limpia y brillosa la verga, yo también sentí mi primer orgasmo y acabé con mucha intensidad sobre la espalda y nalgas de mi esposa y ella me dio las gracias limpiando también mi verga.

Gonzalo quería clavarla y me dijo que me quitara para poder hacerlo, me senté nuevamente, entonces él se puso de pie, con su verga otra vez dura como fierro, la tiró de espaldas sobre la cama, tomó las piernas de Miriam, se las abrió, las puso sobre sus hombros y se la clavó con toda su fuerza, la bombeaba como un animal, sus bolas chocaban en la vagina de mi esposa produciendo un exquisito sonido, lo hacía con una fuerza y velocidad que hacia babear a Miriam, que alcanzaba su primer orgasmo.

Para, para por favor!!!!, sollozaba Miriam,… me vas a partir!!!!, pero Gonzalo seguía pisándola, sacaba su verga dejando solo su cabeza dentro para luego ensartarla hasta las bolas en forma violenta y brutal, una y otra vez. Miriam le arañaba el pecho, mientras Gonzalo le clavaba sus uñas en su espalda y nalgas. Te voy a llenar con mi leche le dijo Gonzalo a mi esposa, prepárate. Aceleró aún más sus embestidas mientras Miriam gritaba como perra con su segundo orgasmo ante la culeada que le daba Gonzalo. Mi amigo siguió bombeando a mi mujer hasta que nuevamente la dejo a las puertas de un orgasmo (el tercero de la noche). Acabemos junto le dijo Gonzalo a Miriam, mientras hacía sus movimientos cada vez más violentos y rápidos. Miriam solo movió su cabeza en señal de aprobación y mi amigo comenzó su ataque al punto que mi esposa quedó al borde del desmayo, solo reaccionando para decirle: Sácalo… me vas a embarazar!!!! Pero este le respondió, te preñaré como una perra, así serás mía cuando quiera, entonces Gonzalo siguió clavándola hasta descargar sus bolas dentro de mi esposa, quedando con su cuerpo mojado de sudor sobre ella.

Sus cuerpos abrazados y mojados ofrecían un lindo panorama, Gonzalo aún con su verga dentro de Miriam comenzó a acariciarla tocando sus pechos y tratando de meterle un dedo en el culo. Mi esposa hizo un gesto de molestia, ante lo cual mi amigo le comenzó a chupar los dos pechos al mismo tiempo, haciéndola gemir, …¿te gusta maraca, cierto?, se nota que te gusta sentir mi lengua en tus pezones, eres mi puta y te haré lo que se me antoje, y empezó a darle, yo sentía que me moría de celos, pero la calentura era mayor. Mientras tanto a Gonzalo le volvía su erección y cambiaron de posición, Miriam se sentó encima de él mientras que yo fuí a la cocina, cogí el aceite y le llené de aceite las nalgas y el hoyo del culo para preparárselo ante una posible clavada. Mientras mi mujer lo cabalgaba, el comenzó a meter sus dedos en su culo. Gonzalo la tomaba de las nalgas para levantarla y luego dejarla caer sobre su estaca de carne aplastando sus grandes bolas. Eso se veía riquísimo, fue una sensación nueva, fue la locura para mí mientras que Gonzalo seguía metiendo y sacando la verga de Miriam. Mi mujer no resistía mas, Gonzalo se la estaba culeando como nunca se lo habían hecho, Miriam acabó gritando como una puta, mientras Gonzalo aún tenía sus bolas cargadas.

Gonzalo me dijo: he guardado mi semen para su lindo culito, Miriam exhausta agregó, por favor David, participa ahora, quiero que me penetren por ambos lados. Terminando de decir esto se agachó y tomó nuestras vergas para chuparlas al mismo tiempo, frotaba entre si las cabezas de nuestras vergas para luego introducir ambas en su boca. Nos mamaba desde las bolas hasta la cabeza del pico como una profesional.

Gonzalo no aguanto más y le dio una orden: siéntate sobre su verga mientras yo te parto el culo, la hizo sentarse sobre mí, mientras él se masturbaba. Le acariciaba el hoyito, lo que hacía que Miriam me apretara la verga dándome un placer increíble. Miriam me montaba como loca cuando Gonzalo se arrodilló detrás de ella, le abrió las nalgas apoyándole su pene en el ano. Empezó a empujar poco a poco su verga hasta que la comenzó a ensartar. Primero entro su roja cabeza, luego la mitad de su gruesa barra de carne, hasta que entro por completo. Ya dentro comenzó a acelerar sus embestidas, le bombeaba el culo con fuerza, mi mujer gritaba, al principio de dolor, pero luego era de placer y sentía como sus músculos se expandían para dar campo a esas dos vergas que entraban en ella. Gritaba y pedía más, sentía uno y otro orgasmo seguido, nuestras bolas chocaban a un ritmo endemoniado, era delicioso sentir y ver a mi esposa entregada a sus dos machos, era tremendo sándwich. Después me paré y me fui en su cara, una gran cantidad de leche salió de mi verga, yo se la restregué en la cara y en el cuello mientras Gonzalo la seguía culeando por el culo. Gonzalo no resistió mas y le llenó el culito con su caliente leche. Los últimos chorros de semen se los echó en sus tetas, la que restregó con la leche mía que había caído en su cuello y cara. Me sentía en las nubes, en un paraíso con todo lo que había pasado. Fui al baño y me limpié, Miriam y Gonzalo estaban comentando de la experiencia más rica que habían tenido. Agotadísimo Gonzalo me dijo: “tremenda mujer que tú tienes……”

Llegué y me acosté en uno de los sofás y les pregunté si les había gustado, ambos me miraron y me dijeron que era lo más rico que les había pasado y yo me empecé a tocar otra vez, ellos me miraron y se dieron cuenta que quería más y de nuevo empieza la faena, ambos se empiezan a acariciar y a tocar y yo a venirme de nuevo


autor: anonimo

10 comentarios - Mi esposa atiende a mi amigo.

Pablin_76 +1
Que bueno tener amigos asi...que te dejen pasarla bien con su jermu o novia. Tenemos que ser mas amigos muchachos...jaja!
Cuerno212 +1
Muy buen relato ! Cuesta acceder pero se la pasa muy bien
Elpndjomacho +1
muy buenos amigos!!! mmm excelente....estaría muy bueno si mis amigos me dejaran hacer esto con sus deseables mujeres!! jejej gracias por compartir este caliente relato, dejo puntos +5
EL_NEGRO_DAN +2
muy buen relato, me dejo la pija redura imaginando la escena, te dejo los puntos que me quedan
LosLocos +2
dime como lograste que tu mujer accediera ..... yo quiero enfiestar a la mia ....
mdqpablo
muy buen trio , buen relato van pts
mttptt
muy exitante, me gusto, van puntos....
Toni-9
Muy buen relato, bastante excitante
Si-Nombre
Excelente muy bueno simplemente espectacular gracias por compartir